Actividad 2
Actividad 2
Actividad 2
Introducción
Los árboles ayudan a que el agua de lluvia penetre el suelo y evitando así la escorrentía (que el
agua corra por encima de la tierra). Los árboles son esenciales para el hábitat de la vida silvestre
y su supervivencia. Ellos conservan energía, dándole sombra a edificios y superficies
pavimentadas e incluso, aumentan el valor de nuestras casas. Por todo esto, muchas personas,
comunidades y dueños de terrenos tienen mucho orgullo de sembrar árboles porque llevan a cabo
un papel vital en el equilibrio de nuestro ecosistema.
Para esta actividad, que se puede ofrecer un taller donde se demuestre cómo se siembra
correctamente un árbol. La demostración la puede llevar a cabo personal del Servicio de
Extensión Agrícola o del Departamento de Recursos Naturales y
Ambiente (DRNA), para que luego los jóvenes lleven a cabo el
ejercicio de siembra y cuido de árboles.
Mantén siempre húmedas las raíces del árbol antes de sembrarlo. Levanta el árbol tomándolo
por el envase o por la bola de raíces, nunca por el tronco.
No hay que amontonar la cachipa, biruta o el “mulch” alrededor de su árbol. Remueve todos los
lazos, alambres y etiquetas del tronco y de las ramas.
Aplica una pulgada de agua a la superficie del suelo cerca de la bola de raíces. Esto va a mojar el
suelo a una profundidad de 8-10 pulgadas. Cuando el suelo esté seco debajo de la superficie, ya
es el momento de regar el árbol. Mantén el suelo húmedo, pero no saturado. Continúa regando
por lo menos una vez por semana, regando un poco menos cuando las temperaturas estén más
frescas o cuando sea la época de mucha lluvia.
Nota:
Cuando estén seleccionando un árbol, consideren la gran variedad de árboles de frutas, que le
proveerán un beneficio adicional. Como también, deben considerar los árboles nativos, que
aunque son de crecimiento lento, su madera y belleza son muy apreciados.
Dato importante:
Según crece un árbol o un bosque, las plantas absorben el CO2 disponible en la atmósfera y lo
fijan en su madera, en sus raíces, en sus ramas, en sus hojas y en sus frutos. La fijación de
carbono por medio de la siembra de árboles o conservación de bosques es un servicio ambiental
que estos sistemas naturales proveen.