Sigmund Freud

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SIGMUND FREUD

La vida de Sigmund Freud, el hombre que revolucionó la ciencia con su método


para intentar dar significado a los sueños, se apagó en Londres el 23 de
septiembre de 1939. Freud ha pasado a la historia por sentar las bases del
psicoanálisis como método terapéutico.
Índice ……………………0
Presentación…………..1
Biografia…………………2
Años de estudios y vida…………..3
Hacia el psicoanálisis……………….3-1
Teoría……………………..4
Obras……………………….5
Conclusión……………6
Bibliografía………………7
Universidad Católica
Tecnológica de Barahona
(UCATEBA)

Sustentante:
Patricia Díaz
Matrícula:
2019-1250
Asignatura:
Orientación profesional
Tema:
Vida de Sigmund Freud
Maestra:
Deyanira Camacho
Fecha:
05/ 11/ 2021
Biografia (2)
Sigismund Freud, que a los veintidós años habría de cambiar ese
nombre por el de Sigmund, nació en Freiberg, en la antigua
Moravia (hoy Príbor, República Checa), el 6 de mayo de 1856.
Debido a los problemas económicos por los que pasaba su familia,
se mudaron a Viena en 1860. Allí, a la edad de 17 años, ingresó en
la Universidad para estudiar Medicina.

Durante sus años en la universidad, el joven Freud tuvo que


enfrentarse al creciente antisemitismo. A pesar de que intentaron
humillarle por ser judío, Freud no se dejó amedrentar: no le
asustaba la posibilidad de ser excluido socialmente.

En 1881 terminó la carrera de Medicina. Entre 1883 y 1885 trabajó


bajo la supervisión del neurólogo alemán Theodor Meynert en el
Hospital General de Viena. En 1886 abrió su primera consulta
particular.
Años de estudios y vida (3)
Desde joven sintió la vocación de investigador, concretamente por
todo lo relacionado con la fisiología. Estudió medicina y biología
en la Universidad de Viena y se especializó en neurología clínica.
En 1885, pasó un año en París, en el hospital de la Salpêtrière,
donde trabajó con Charcot, momento en que su carrera da un giro
total y comienza a interesarse por el psiquismo humano. Charcot
estaba trabajando en las enfermedades nerviosas funcionales,
especialmente en la histeria, a través de tratamientos hipnóticos.
En 1889, ya en Viena de nuevo, colabora por primera vez con
Breuer, médico vienés, que trabajaba en la misma línea que
Charcot. Entre 1896 y 1900, elabora el método y los conceptos
básicos del Psicoanálisisy, posteriormente, aplica sus teorías
psicoanalíticas a las interpretación global de la personalidad. En
1911, las teorías freudianas se extienden a Norteamérica, en donde
se funda la Asociación Psicoanalítica Americana.
Poco antes de su muerte, fue nombrado en Londres miembro
extranjero de la Royal Society. Su hija, Anna Freud, heredó su
legado intelectual, aunque centró sus trabajos en el estudio
psicoanalítico de la infancia y la adolescencia.
En mayo de 2006, con motivo del 150º aniversario de su
nacimiento, se organizaron multitud de actos con los que se rindió
homenaje al creador del psicoanálisis: exposiciones,
presentaciones de libros y conferencias en Viena, Berlín, Roma,
Madrid, Londres o Nueva York, tuvieron como protagonista su
figura.

Sin ninguna vocación por el ejercicio de la medicina general,


resolvió sin embargo adquirir la experiencia clínica necesaria para
alcanzar un cierto prestigio; desde julio de 1882 hasta agosto de
1885 trabajó como residente en diversos departamentos del
Hospital General de Viena, decidiendo especializarse en
neuropatología. En 1884 se le encargó un estudio sobre el uso
terapéutico de la cocaína y, no sin cierta imprudencia, la
experimentó en su persona. No se convirtió en un toxicómano, pero
causó algún que otro estropicio, como el de empujar a la adicción
a su amigo Von Fleischl al tratar de curarlo de su morfinomanía,
agravando, de hecho, su caso. En los círculos médicos se dejaron
oír algunas críticas, y su reputación quedó un tanto ensombrecida.

En 1885 se le nombró Privatdozent de la Facultad de Medicina de


Viena, en donde enseñó a lo largo de toda su carrera (primeramente
neuropatología, y, tiempo después, psicoanálisis), aunque sin
acceder a ninguna cátedra. La obtención de una beca para un viaje
de estudios le llevó ese mismo año a París, en donde trabajó durante
cuatro meses y medio en el servicio de neurología de la Salpêtrière
bajo la dirección de Jean-Martin Charcot, por entonces el más
importante neurólogo francés. Allí tuvo ocasión de observar las
manifestaciones de la histeria y los efectos de la hipnosis y la
sugestión en el tratamiento de la misma.
De regreso a Viena, contrajo matrimonio en septiembre de 1886,
después de un largo noviazgo jalonado de rupturas y
reconciliaciones como consecuencia, en especial, de los celos que
sentía Freud hacia quienquiera que pudiese ser objeto del afecto de
Martha (incluida su madre). En los diez años siguientes a la boda,
el matrimonio tuvo seis hijos, tres niños y tres niñas, la menor de
las cuales, Anna Freud, nacida en diciembre de 1895, habría de
convertirse en psicoanalista infantil. Poco antes de casarse, Freud
abrió una consulta privada como neuropatólogo, utilizando la
electroterapia y la hipnosis para el tratamiento de las enfermedades
nerviosas.
Hacia el psicoanálisis (3-1)

Su amistad con Josef Breuer cristalizó, por entonces, en una


colaboración más estrecha, que fructificaría finalmente en la
creación del psicoanálisis, aunque al precio de que la relación entre
ambos se rompiera. Entre 1880 y 1882, Breuer había tratado un
caso de histeria (el de la paciente que luego sería mencionada como
«Anna O.»); al interrumpir el tratamiento, habló a Freud de cómo
los síntomas de la enferma (parálisis intermitente de las
extremidades, así como trastornos del habla y la vista) desaparecían
cuando ésta encontraba por sí misma, en estado hipnótico, el origen
o la explicación. En 1886, luego de haber comprobado en París la
operatividad de la hipnosis, Freud obligó a Breuer a hablarle de
nuevo del caso y, venciendo su resistencia inicial, a consentir en la
elaboración conjunta de un libro sobre la histeria.
Durante la gestación de esta obra (aparecida en 1895 con el
título Estudios sobre la histeria), Freud esbozó sus primeras ideas
sobre el psicoanálisis. Breuer participó hasta cierto punto en el
desarrollo, aunque frenando el alcance de las especulaciones más
tarde características de la doctrina freudiana y rehusando,
finalmente, subscribir la creciente convicción de Freud acerca del
papel desempeñado por la sexualidad en la etiología de los
trastornos psíquicos.

En 1896, después de romper con Breuer de forma un tanto violenta,


Freud empezó a transformar la metodología terapéutica que aquél
había calificado de «catártica», basada en la hipnosis, en lo que él
mismo denominó el método de «libre asociación». Trabajando
solo, víctima del desprecio de los demás médicos, el tratamiento de
sus pacientes le llevó a forjar los elementos esenciales de los
conceptos psicoanalíticos de «inconsciente», «represión» y
«transferencia». En 1899 apareció su famoso tratado La
interpretación de los sueños, aunque con fecha de edición de 1900,
y en 1905 se publicó Tres contribuciones a la teoría sexual, la
segunda en importancia de sus obras. Estos dos fueron los únicos
libros que Sigmund Freud revisó puntualmente en cada una de sus
sucesivas ediciones.
Hasta 1905, y aunque por esa fecha sus teorías habían franqueado
ya definitivamente el umbral de los comienzos y se hallaban
sólidamente establecidas, contó con escasos discípulos. Pero en
1906 empezó a atraer más seguidores; el circulo de los que, ya
desde 1902, se reunían algunas noches en su casa con el propósito
de orientarse en el campo de la investigación psicoanalítica, fue
ampliado y cambió incluso varias veces de composición,
consolidándose así una sociedad psicoanalítica que en la primavera
de 1908, por invitación de Carl Gustav Jung, celebró en Salzburgo
el Primer Congreso Psicoanalítico.

Al año siguiente, Freud y Jung viajaron a Estados Unidos, invitados


a pronunciar una serie de conferencias en la Universidad Clark de
Worcester, Massachusetts, y comprobaron con sorpresa el
entusiasmo que, mucho antes que en Europa, el pensamiento
freudiano había suscitado en América. En 1910 se fundó en
Nuremberg la Sociedad Internacional de Psicoanálisis, dirigida por
Jung, quien conservó la presidencia hasta 1914. Ese año se vio
obligado a dimitir como corolario de la ruptura propiciada en 1913
por el mismo Freud, al declarar improcedente la ampliación
jungiana del concepto de «libido» más allá de su significación
estrictamente sexual. En 1916 publicó Introducción al
psicoanálisis.
En 1923 le fue diagnosticado un cáncer de mandíbula y hubo de
someterse a la primera de una serie de intervenciones. Desde
entonces y hasta su muerte en Londres el 23 de septiembre de 1939,
estuvo siempre enfermo, aunque no decayó su enérgica actividad.
Sus grandes contribuciones al diagnóstico del estado de la
civilización datan de ese período: El porvenir de una
ilusión (1927), El malestar en la cultura (1930), Moisés y el
monoteísmo (1939). Ya con anterioridad, a través de obras entre las
que destaca Tótem y tabú (1913), inspirada en el evolucionismo
biológico de Charles Darwin y el evolucionismo antropológico y
social de James George Frazer, había dado testimonio de hasta qué
punto consideró que la importancia primordial del psicoanálisis,
más allá de una eficacia terapéutica que siempre juzgó restringida,
residía en su condición de instrumento para investigar los factores
determinantes en el pensamiento y el comportamiento de los
hombres.

Teoría (4)
Freud no pretendía crear una teoría psicológica completa, pero
llegó a elaborar un sistema que explicaba la psicología del hombre
en su totalidad. Comenzó estudiando el trastorno mental y luego se
preguntó por sus causas. Acabó formulando una teoría general del
dinamismo psíquico, en el estudio de la naturaleza humana a través
de distintos períodos de desarrollo, en una teoría del impacto de la
sociedad, la cultura y la religión en la personalidad, y en una forma
de tratamiento. Logró formular una teoría psicológica que abarcaba
la personalidad normal y anormal, y que incidía en todos los
campos del saber: la sociología, la historia, la educación, la
antropología y las artes.
La primera preocupación de Freud, dentro del campo del psiquismo
humano, fue el estudio de la histeria, a través del cual llegó a la
conclusión de que los síntomas histéricos dependían de conflictos
psíquicos internos reprimidos y el tratamiento de los mismos debía
centrarse en que el paciente reprodujera los sucesos traumáticos
que habían ocasionados tales conflictos. La técnica utilizada en
principio para ello fue la hipnosis.
Llegó a la convicción de que el origen de los trastornos mentales
está en la vida sexual y que la sexualidad comienza mucho antes de
lo que en aquellos momentos se pensaba, en la primera infancia. La
afirmación de la existencia de la sexualidad infantil produjo
muchas críticas y oponentes a su teoría. Más tarde introduce otra
técnica de tratamiento: la asociación libre. Al principio era paralela
al uso de la hipnosis, pero esta última técnica la acaba desechando
por considerarla menos efectiva. En las asociaciones libres el
paciente expresa sin censuras todo aquello que le viene a la
conciencia de forma espontánea. Posteriormente, incorpora la
interpretación de los sueños en el tratamiento psicoanalítico, ya que
entiende que el sueño expresa, de forma latente y a través de un
lenguaje de símbolos, el conflicto origen del trastorno psíquico. La
interpretación de los sueños es una ardua tarea en la que el terapeuta
ha de vencer las "resistencias" que le llevan al paciente a censurar
su trauma, como forma de defensa. Otro aspecto a tener en cuenta
en la terapia psicoanalítica es el análisis de la transferencia,
entendida como la actualización de sentimientos, deseos y
emociones primitivas e infantiles que el paciente tuvo hacia sus
progenitores o figuras más representativas y que ahora pone en el
terapeuta. Su análisis permitirá al paciente comprender a qué
obedecen dichos sentimientos, deseos y emociones, y
reinterpretarlos sin que ocasionen angustia.
Freud hace una formulación topográfica del psiquismo e incluye en
él tres sistemas: uno consciente; otro preconsciente, cuyos
contenidos pueden pasar al anterior; y otro inconsciente, cuyos
contenidos no tienen acceso a la conciencia. La represión es el
mecanismo que hace que los contenidos del inconsciente
permanezcan ocultos. Más tarde presenta una nueva formulación
del aparato psíquico que complementa a la anterior. En esta
formulación estructural el aparato psíquico está formado por tres
instancias: el ello, instancia inconsciente que contiene todas las
pulsiones y se rige por el denominado principio de placer; el yo,
que tiene contenidos en su mayoría conscientes, pero puede
contener también aspectos inconscientes, se rige por el principio de
realidad y actúa como intermediario entre el ello y la otra instancia
del aparato psíquico; y el superyó, que representa las normas
morales e ideales.
Un concepto básico en la teoría freudiana es el de "impulso" o
pulsión (triebe, en alemán). Es la pieza básica de la motivación.
Inicialmente diferencia dos tipos de pulsiones: los impulsos del yo
o de autoconservación y los impulsos sexuales. Los impulsos
sexuales se expresan dinámicamente por la libido, como
manifestación en la vida psíquica de la pulsión sexual, es la energía
psíquica de la pulsión sexual. Más tarde reformulará su teoría de
los impulsos y distinguirá entre impulsos de vida (Eros), en los que
quedan incluidos los dos de la anterior formulación, e impulsos de
muerte (Thanatos), entendidos como la tendencia a la reducción
completa de tensiones. Freud tenía una concepción hedonista de la
conducta humana: comprendía que el placer venía dado por la
ausencia de tensión y el displacer por la presencia de la misma. El
organismo, inicialmente, se orienta hacia el placer (principio de
placer) y evita las tensiones, el displacer y la ansiedad.
Freud, además, aportó una visión evolutiva respecto a la formación
de la personalidad, al establecer una serie de etapas en el desarrollo
sexual. En cada una de la etapas, el fin es siempre común, la
consecución de placer sexual, el desarrollo de la libido. Lla
diferencia entre cada una de ellas está en el "objeto" elegido para
conseguir ese placer. El niño recibe gratificación instintiva desde
diferentes zonas del cuerpo en función de la etapa en que se
encuentra. A lo largo del desarrollo, la actividad erótica del niño se
centra en diferentes zonas erógenas. La primera etapa de desarrollo
es la etapa oral, en la que la boca es la zona erógena por excelencia,
comprende el primer año de la vida. A continuación se da la etapa
anal, que va hasta los tres años. Le sigue la etapa fálica, alrededor
de los cuatro años, en la que el niño pasa por el "complejo de
edipo". Después de este período la sexualidad infantil llega a una
etapa de latencia, de la que despierta al llegar a la pubertad con la
fase genital.
Paralelamente a esta evolución intrapsíquica del sujeto, se va dando
un proceso de socialización en el que se configuran las relaciones
con los demás. Es de suma importancia también el proceso de
identificación, que permite al sujeto incorporar las cualidades de
otros en sí mismo, para la formación de su personalidad.
El psicoanálisis en sus comienzos, e incluso en la actualidad, ha
sido un doctrina que ha despertado grandes pasiones, a favor y en
contra. Entre las críticas que se han hecho a la teoría de Sigmund
Freud, la principal ha sido la falta de objetividad de la observación
y la dificultad de derivar hipótesis específicas verificables a partir
de la teoría.
A pesar de la gran reprobación que suscitaron las ideas freudinas,
especialmente en los círculos médicos, su trabajo congregó a un
amplio grupo de seguidores. Entre ellos se encontraban Karl
Abraham, Sandor Ferenczi, Alfred Adler, Carl Gustav Jung, Otto
Rank y Ernest Jones. Algunos de ellos, como Adler y Jung se
fueron alejando de los postulados de Freud y crearon su propia
concepción psicológica.
No cabe duda de que el psicoanálisis fue una revolución para la
psicología y el pensamiento de la época y ha servido como base
para el desarrollo y proliferación de una gran cantidad de teorías y
escuelas psicológicas.

Obras (5)
La producción de escritos de Freud fue muy amplia. Entre sus obras
destacan:
Estudios sobre la histeria (1895).
La interpretación de los sueños (1900).
La psicopatología de la vida cotidiana (1904).
Tres ensayos sobre la vida sexual (1905).
El chiste y su relación con el inconsciente (1905).
Totem y tabú (1912-1913).
Lecciones introductorias al psicoanálisis (1922).
Más allá del principio del placer (1922).
Nuevas lecciones de psicoanálisis (1933).
Inhibición, síntoma y angustia (1936) y Moisés y la religión
monoteísta (1937-1939).
Conclusión (6)

Sigmund Freud es, quizás, el pensador más famoso, polémico y


carismático de la psicología del siglo XX.
Sus teorías y su trabajo han dejado una huella importante en el
modo en el que durante décadas se han dado explicaciones sobre el
desarrollo en la infancia, la personalidad, la memoria, la sexualidad
o la terapia. Muchos psicólogos han sido influenciados por su obra,
mientras otros han desarrollado sus ideas en oposición a él.
Hoy en día, la psicología científica se desarrolla al margen de las
ideas de Sigmund Freud. Sin embargo, eso no le resta valor
histórico a este investigador. A continuación repasaremos su vida
y su obra a través de una biografía de Sigmund Freud, en la que
conoceremos su trayectoria vital e intelectual.
Bibliografías (7)

https://psicologiaymente.com/biografias/sigmund-
freud

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/sigmund
-freud-padre-psicoanalisis_14704

https://www.biografiasyvidas.com/monografia/freud
/

http://www.mcnbiografias.com/app-
bio/do/show?key=freud-sigmund

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