Sincope 2

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 18

Emergencias Odontológicas

SINCOPE 2021
UNIVERSIDAD ODONTOLOGICA DOMINICANA

PARTICIPANTES:

Perla Montero Espinosa 19-UOD-0120

Delfany veloz Arias 19-UOD-0098

Elianil Reynoso 20-UOD-0035

FACILITADORA:

Nadeska Martinez Arbaje

ASIGNATURA:

Emergencias Odontologicas

Trabajo:

Sincope
TABLA DE CONTENIDO

1. SINCOPE

▪ Definición de fisiopatogenia.
▪ Clasificación general: vaso motor cardiaco y cerebral.
▪ Reconocer el cuadro clínico típico de cada una.
▪ Frecuencia.
▪ Tipos más frecuentes en el gabinete odontológico
▪ Tratamiento general y específico.
▪ Medidas de urgencia en el gabinete odontológico.
▪ Medidas preventivas.
INTRODUCCION
La presente investigación se refiere a una de las posibles enfermedades que nos pueden presentar en
nuestro consultorio.

El cuál es la sincope este se puede definir como una perdida súbita y breve de la conciencia con ausencia
de tono postural seguida de una recuperación espontanea, cuando el paciente presenta ataque de esta
enfermedad, este puede quedar inmóvil, flácido y en general tiene los miembros fríos, el pulso débil y la
respiración súper facial, este tipo de enfermedad puede ocasionar convulsiones.

El síncope es típicamente un cuadro de difícil valoración por la limitada capacidad del paciente y, en
ocasiones, también de sus acompañantes para describir las circunstancias exactas en que se ha producido
y, a través de ellas, detalles importantes en cuanto a su posible causa. Asimismo, las causas varían desde
algunas banales hasta otras que pueden resultar letales, lo que hace que su correcto enfoque sea clave
para el pronóstico del paciente.

Podremos adquirir los diferentes causantes de este cuadro, los síntomas, las normas a seguir para tener
una pronta recuperación, los más frecuentes en el gabinete odontológico y de manera general.

Es importante destacar que otras condiciones, por ejemplo: epilepsia, traumatismos encéfalo-craneanos,
trastornos metabólicos e intoxicaciones pueden también causar pérdidas de conocimiento de breve
duración, a pesar de esto no se denominan como síncope.
SINCOPE

El síncope es una pérdida súbita y breve de la conciencia con ausencia de tono postural seguida de
recuperación espontánea. El paciente queda inmóvil y flácido y en general tiene los miembros fríos, el
pulso débil y la respiración superficial. A veces se producen breves sacudidas musculares involuntarias,
que se asemejan a una convulsión.

El presíncope es la percepción de mareos y desmayo inminente sin pérdida real de la conciencia. En


general, se describe y se clasifica junto con el síncope porque sus causas son las mismas.

Las convulsiones pueden ocasionar pérdida súbita de la conciencia, pero no son un síncope. No obstante,
debe sospecharse el diagnóstico de convulsiones en pacientes con un aparente síncope cuando los
antecedentes son poco claros o no están disponibles. Asimismo, las convulsiones no siempre son tónico-
clónicas y el síncope verdadero a veces se asocia con una convulsión breve (< 5 s).

El diagnóstico depende de una anamnesis minuciosa, relatos de testigos o el examen fortuito durante el
evento.

Fisiopatología del síncope


La mayoría de los síncopes son consecuencia de una irrigación cerebral insuficiente. Algunos casos se
presentan con flujo sanguíneo adecuado pero con aporte insuficiente de sustratos al cerebro (oxígeno,
glucosa o ambos).

Flujo sanguíneo cerebral insuficiente:

La mayoría de las deficiencias en el flujo sanguíneo cerebral se deben a una reducción del gasto cardíaco
(CO).

La disminución del CO puede ser el resultado de:

 Cardiopatías que obstruyen el tracto de salida.


 Cardiopatías con disfunción sistólica.
 Cardiopatías con disfunción diastólica.
 Arritmias (demasiado rápidas o demasiado lentas).
 Entidades que reducen el retorno venoso.
La obstrucción del tracto de salida puede exacerbarse durante el ejercicio, en presencia de
vasodilatación e hipovolemia (en particular en la estenosis aórtica y la miocardiopatía hipertrófica), que
pueden precipitar el desarrollo del síncope

Las arritmias causan síncope cuando la frecuencia cardíaca es demasiado rápida para permitir un
llenado ventricular adecuado (p. ej., > 150 a 180 latidos/minuto) o demasiado lenta para lograr un gasto
cardíaco acorde a las necesidades del paciente (p. ej., < 30 a 35 latidos/minuto).
El retorno venoso puede disminuir en una hemorragia, aumento de la presión intratorácica, aumento del
tono vagal (que también reduce la frecuencia cardíaca) y pérdida del tono simpático (p. ej., secundaria a
fármacos, compresión del seno carotídeo, disfunción autónoma). El síncope producido por estos
mecanismos (salvo por hemorragia) suele denominarse vasovagal o neurocardiogénico y es frecuente y
benigno.

La hipotensión ortostática, una causa benigna frecuente de síncope, se debe a una falla en los
mecanismos normales (p. ej., taquicardia sinusal, vasoconstricción) que compensan la disminución
transitoria del retorno venoso asociada con la estancia de pie.

Las enfermedades cerebrovasculares (p. ej., accidentes cerebrovasculares, ataques isquémicos


transitorios) rara vez causan síncope, porque la mayoría no compromete las estructuras encefálicas
centrales que deben afectarse para ocasionar una pérdida de la consciencia. No obstante, la isquemia de
la arteria basilar secundaria a un ataque isquémico transitorio o una migraña puede provocar un síncope.
Rara vez, los pacientes con artritis cervical grave o espondilosis desarrollan una insuficiencia
vertebrobasilar con síncope cuando mueven la cabeza en determinadas posiciones.

Apure insuficiente de sustratos:

El sistema nervioso central (sistema nervioso central) requiere oxígeno y glucosa para funcionar. Incluso
aunque el flujo sanguíneo cerebral sea normal, una deficiencia significativa de cualquiera de los
sustratos mencionados puede resultar en pérdida de la conciencia. En la práctica, la hipoglucemia es la
causa principal de pérdida de la conciencia, porque la hipoxia rara vez aparece de una manera tan súbita
como para provocarla (salvo en accidentes de aviación o el buceo). La pérdida de la conciencia
secundaria a hipoglucemia no suele ser tan abrupta como la asociada con el síncope o las convulsiones,
porque suele haber síntomas de advertencia (excepto en individuos que toman beta-bloqueantes); sin
embargo, el examinador puede no ser capaz de dilucidar la forma de presentación del síncope a no ser
que haya testigos del evento.
Clasificación general: Vasomotor cardíaco y cerebral

El síncope es una pérdida transitoria de la conciencia y del tono postural, con recuperación completa y
espontánea. Hay tres tipos principales: el neuromediado, el ortostático y el cardíaco.

 Síncope neuromediado
El síncope neuromediado, o reflejo, es el tipo más común, ya que explica dos tercios de los casos. Es el
resultado de reflejos autonómicos que responden inapropiadamente y llevan a la vasodilatación y a la
bradicardia. Los episodios generalmente son precedidos por malestar, diaforesis, náuseas, palpitaciones,
síntomas abdominales y visión en túnel. Usualmente, el síncope neuromediado no ocurre en posición
supina, aunque sí puede acaecer mientras el paciente está sentado.

Los principales subtipos de síncope neuromediado son:

1. Síncope vasovagal
Generalmente se desencadena por estrés emocional, largos períodos de pie o sentado,
deshidratación o ambientes cálidos, pero puede ocurrir sin un desencadenante evidente. Es el más
común entre los pacientes jóvenes, en especial de sexo femenino, pero también puede ocurrir en
individuos más añosos. La recuperación completa puede ser lenta; su duración mayor de 30 a 60
segundos predispone a movimientos clónicos y pérdida del control vesical.

El mecanismo fisiopatológico del síncope vasovagal nace con la hiperestimulación simpática del
corazón, cuya hiperdinamia puede obliterar la cavidad ventricular izquierda. Este fenómeno
dispara un reflejo paradójico, con vasodilatación y bradicardia relativa; estos hallazgos se
replican en la prueba de inclinación.
2. Síncope situacional
Este subtipo de síncope es desencadenado por circunstancias como la micción, la defecación, la tos, el
levantamiento de peso, la risa o la deglución. Todas ellas pueden estimular a receptores viscerales o
disminuir el retorno venoso, factores que precipitan el evento sincopal.

3. Hipersensibilidad del seno carotídeo


Esta variante es una respuesta anormal a la estimulación del seno carotídeo, que puede ser espontánea
(rotación o extensión de la cabeza, afeitado, uso de ropa con cuello apretado) o inducida ante un masaje;
en este caso, esta anormalidad marca una enfermedad de los nodos sinusal o auriculoventricular. El
masaje carotídeo, a su vez, está indicado como prueba en los casos de síncope sin explicación. La
hipersensibilidad del seno carotídeo se encuentra en el 25% a 50% de los pacientes mayores de 50 años
con síncopes o caídas inexplicados.

4. Síncope posterior al ejercicio.


Aunque esta circunstancia puede acarrear la preocupación de una causa cardiológica (miocardiopatía
hipertrófica o estenosis aórtica), el síncope posterior al ejercicio suele ser una forma de la variante
vasovagal, con estimulación catecolaminérgica y retorno venoso escaso. También puede observarse en
casos de miocardiopatía hipertrófica obstructiva o estenosis aórtica.

 Hipotensión ortostática
La hipotensión ortostática explica alrededor del 10% de los casos de síncope y es la causa más común de
síncope en pacientes añosos, y puede deberse a disfunción autonómica. El mecanismo fisiopatológico
radica en la acumulación, al incorporarse, de un 25% del volumen sanguíneo corporal en las venas de la
pelvis y los miembros inferiores, lo que reduce el retorno venoso. Este fenómeno se hace más
pronunciado a permanecer de pie por tiempo prolongado, con mayor salida de plasma hacia el
compartimiento extracelular. Una falla autonómica, con escasa compensación de esta secuencia de
acontecimientos, puede llevar al síncope.

El diagnóstico de hipotensión ortostática requiere el descenso de al menos 20 mm Hg en la presión


arterial sistólica, o de 10 mm Hg en la presión arterial diastólica, después de entre 30 segundos y 5
minutos del acto de pararse. La ausencia de un aumento de la frecuencia cardíaca también puede indicar
disfunción autonómica; por otro lado, su aumento desmedido (más de 20 latidos/minuto) puede alertar
sobre una hipovolemia subyacente.

 Síncope cardíaco

El mecanismo cardíaco explica un 10% a un 20% de los casos de síncope, pero es la principal
preocupación a la hora del diagnóstico, debido a que su presencia aumenta el riesgo de muerte súbita.
Generalmente, este fenómeno ocurre repentinamente y sin pródromos, y la conciencia se restablece de la
misma forma. En muchos casos ocurre repentinamente, sin pródromos, en cuyo caso se denomina síncope
maligno.
Hay tres formas de síncope cardíaco que suelen deberse a distintas alteraciones del
corazón:

1. Causado por obstrucción cardíaca (estenosis aórtica, miocardiopatía hipertrófica obstructiva o


hipertensión pulmonar grave).

2. Causada por taquicardia ventricular (enfermedad coronaria, miocardiopatía hipertrófica,


miocardiopatía hipertensiva, enfermedad valvular o trastornos eléctricos primarios).

3. Secundario a bradiarritmias (degeneración del sistema de conducción o efectos adversos


farmacológicos).

Debe tenerse en cuenta que, en pacientes con enfermedad cardiovascular diagnosticada, alrededor de la
mitad de los síncopes son de causa no cardíaca, frecuentemente en relación con fármacos
bradicardizantes o hipotensores, pero deben descartarse la taquicardia ventricular y la bradiarritmia.

 Otras causas de síncope


Las enfermedades clínicas o cardiovasculares agudas pueden causar síncope. Un contexto de
hipovolemia o sangrado gastrointestinal grave, embolia pulmonar grande con compromiso hemodinámico,
taponamiento cardíaco, disección aórtica o hipoglucemia puede precipitar eventos de este tipo.

Las afecciones carotídeas bilaterales o el compromiso del sistema arterial vertebrobasilar también
pueden desencadenar un síncope, pero lo hacen en contadas ocasiones y asociados con déficit
neurológico focal.

La enfermedad de la arteria subclavia proximal puede causar el síndrome de robo de la subclavia si la


extremidad superior se encuentra levantada; la sangre se redirige hacia esta región, lo que causa mareo,
síncope y signos de foco neurológico.

Por último, el seudosíncope psicógeno ocurre en pacientes con ansiedad o trastornos de somatización,
que sufren episodios más prolongados en repetidas ocasiones durante el mismo día.

 Crisis epiléptica: una imitación de síncope

En el contexto de una crisis epiléptica, el período de inconsciencia suele durar más de 5 minutos, con
confusión o parálisis posictal. Además, pueden observarse movimientos tónico-clónicos más prolongados
que en el síncope y mordida de la lengua. La pérdida del control de esfínteres no es privativa de ninguno
de estos cuadros.
RECONOCER EL CUADRO CLINICO DE CADA UNA

 Síncope Neuromediado

Suele estar condicionado por un factor precipitante (postural, doloroso…) y acto seguido comienza la
fase prodrómica o presincopal, en ocasiones ausente o de escasa duración especialmente en ancianos
(hasta 1/3) lo que conlleva a caídas y traumatismos. Esta fase suele durar 30-60 segundos y comienza con
una sensación de malestar general, disconfort o náuseas, síntomas que obligan al paciente a sentarse o
tumbarse yugulando el episodio. De no ser así, aparece sensación de mareo, visión borrosa, palpitaciones,
tinnitus…y los primeros signos, fundamentalmente palidez seguido de sudoración o salivación
(manifestaciones vagales del reflejo paradójico). Con la caída de la tensión arterial comienzan los
síntomas atribuibles a hipoperfusión cerebral y retiniana (mareo, hipoacusia, visión borrosa y sensación
de desvanecimiento inminente).

Por último, acontece la pérdida de conocimiento que dura desde 30 segundos hasta 5 minutos (más
prolongado en ancianos) y que puede acompañarse de pequeñas sacudidas musculares o descontrol
esfinteriano. Tras la pérdida de conocimiento aparece la recuperación inmediata con un escaso período
de recuperación confusional.

El síncope neuromediado se divide en:

 Síncope vasovagal.
 Síncope situacional.
 Hipersensibilidad del seno carotídeo.
 Síncope posterior al ejercicio.

El síncope vasovagal se caracteriza por una evolución difásica. Durante un período breve inicial de
aprensión y ansiedad, pueden aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la resistencia
sistémica total y el gasto cardíaco.

Antes de desmayarte debido a un síncope vasovagal, podrías sentir lo siguiente:


1. Piel pálida.
2. Aturdimiento.
3. Visión de túnel: el campo de la visión se estrecha hasta ver solo lo que está enfrente.
4. Náuseas.
5. Sensación de calor.
6. Sudor frío y húmedo.
7. Bostezos.
8. Visión borrosa.

Durante un episodio de síncope vasovagal, los observadores pueden notar:


1. Movimientos bruscos y anormales.
2. Pulso lento y débil.
3. Pupilas dilatadas.
Por lo general, la recuperación después de un síncope vasovagal comienza en menos de un minuto. Sin
embargo, si te pones de pie demasiado pronto después del desmayo (en alrededor de 15 a 30 minutos)
corres el riesgo de desmayarte de nuevo.

El síntoma más frecuente es aturdimiento o mareos cuando te pones de pie después de estar sentado o
acostado. Los síntomas normalmente duran menos de unos pocos minutos.

El síncope situacional y el de posterior al ejercicio sus signos y síntomas son similares a estos que hemos
visto.
Síncope situacional: es aquel que se produce en situaciones específicas que le dan el nombre propio,
como ser: síncope post miccional, defecatorio y tusígeno. En todos estos interviene la activación de
mecano receptores locales como vía aferente del acto reflejo.

El síncope posterior al ejercicio suele ser una forma de la variante vasovagal, con estimulación
catecolaminérgica y retorno venoso escaso.

Respecto a la hipersensibilidad del seno carotídeo, suele acontecer en personas de mayor edad ante
ciertas situaciones (girar el cuello, ponerse un collar…) que en ocasiones pasan desapercibidas
pudiéndose confundir con caídas o síncopes de etiología no filiada.

 Hipotensión Ortostática
El síntoma más frecuente es aturdimiento o mareos cuando te pones de pie después de estar sentado o
acostado. Los síntomas normalmente duran menos de unos pocos minutos.

Algunos de los signos y síntomas de la hipotensión ortostática son los siguientes:


1. Sensación de aturdimiento o mareos al ponerse de pie
2. Visión borrosa
3. Debilidad
4. Desmayo (síncope)
5. Confusion
6. Náuseas

 Síncope Cardíaco
Debe tenerse en cuenta que, en pacientes con enfermedad cardiovascular diagnosticada, alrededor de la
mitad de los síncopes son de causa no cardíaca, frecuentemente en relación con fármacos
bradicardizantes o hipotensores, pero deben descartarse la taquicardia ventricular y la bradiarritmia.

Síntomas:
1. Náuseas
2. Sensación de calor
3. Sudor frío y húmedo
4. Bostezos
5. Visión borrosa
6. Piel pálida
7. Aturdimiento
8. Visión de túnel: el campo de la visión se estrecha hasta ver solo lo que está enfrente.

Signos:
1. Movimientos bruscos y anormales.
2. Pulso lento y débil.
3. Pupilas dilatadas.

Frecuencia
El síncope es un problema médico importante por su alta frecuencia y la gran variedad de causas
responsables del mismo. Constituye entre el 1-2% de las consultas en los servicios de urgencias. Es muy
frecuente en ancianos en edades superiores a 75 años y también muy frecuente en la infancia y
adolescencia, con máxima incidencia en este último grupo de edad. La incidencia anual es superior al 5%.
Hasta un 40% de la población general, en algún momento de su vida presenta algún episodio sincopal. El
pronóstico se relaciona con su etiología, aunque no se puede llegar a un diagnóstico de presunción al
menos en el 30% de los casos. Este está entre los fenómenos médicos más frecuentes y prácticamente
todos los adultos han experimentado algunos síntomas presincopales.

El síncope vasovagal es el más común de los síncopes. La incidencia del síncope de origen desconocido,
en algunos reportes, es hasta el 47 %. La pérdida de conciencia puede ser causada por muchos trastornos,
en su mayoría de origen benigno, tal como la reacción vasopresora, que es la más frecuente y no
recurrente; sin embargo, en una proporción pequeña de casos, el síncope puede ser causado por un
trastorno que tenga peligro para la vida como en la taquiarritmia ventricular y ser premonitorio de
muerte súbita. El mecanismo más frecuente del síncope es el reflejo bradicárdico. El estudio del síncope
constituye un problema complejo que requiere de una guía clínica que lo racionalice.

No hay evidencia de la utilidad diagnóstica de las pruebas de neuroimagen, electroencefalograma o


estudios vasculares en los pacientes con síncope, cuando no hay signos de focalidad neurológica. La
prueba de mayor rentabilidad diagnóstica en el estudio de los pacientes con síncope de causa no
aclarada es la mesa basculante. Se deben remitir los casos con síncope al neurólogo solo cuando existan
signos de disfunción foca neurológicos, o si hay duda de que se trate de crisis epilépticas o cuando la
valoración por el cardiólogo, incluido estudio de mesa basculante es negativa.

El síncope es frecuente y puede ocurrir en cualquier individuo, ya sea joven o anciano, cuando se dan las
condiciones para su desarrollo. Los sincopes más frecuente en jóvenes son las lipotimias y en ancianos el
ortostatismo.

Es un problema muy frecuente en la infancia. Se estima que el 15-25% de los niños y adolescentes
experimentarán un episodio antes de llegar a la vida adulta. Son responsables de 1-3 de cada 1.000
visitas a los servicios de urgencias pediátricas, pese a que se ha estimado que sólo una mínima parte de
los pacientes pediátricos que tienen un síncope solicitan atención médica. Se observa con mayor
frecuencia en niños mayores o adolescentes, aunque también aparece en niños más pequeños. Es habitual
que tengan antecedentes de espasmos de sollozo. El pico de máxima incidencia se sitúa entre los 15 y 19
años para ambos sexos, aunque la mediana es de 17 años para las mujeres, con una leve preponderancia
en cuanto a la incidencia global, frente a los 12 años para los varones.
Las recurrencias son frecuentes, apareciendo en un 35% de los sujetos. Sin embargo, hasta 2 a 3 de los
pacientes estarán asintomáticos 2 años después del primer episodio.

Tipos más frecuentes en el gabinete odontológico

 Síncope vasovagal o lipotimia

Es el más frecuente, sobre todo en jóvenes. Suele presentarse cuando hay factores desencadenantes que
producen un aumento de la actividad simpática, como el ambiente caluroso, la bipedestación prolongada
o el estrés. La pérdida de conciencia se da cuando el paciente está en posición erecta y suele ir precedida
de síntomas vegetativos como sudoración, náuseas o vómitos, palpitaciones, visión borrosa, tinnitus o
molestias abdominales.

 Síncope ortostático o postural

Es más frecuente en ancianos. Suele producirse al pasar del decúbito a la bipedestación. Normalmente
también se acompaña de pródromos, aunque en ocasiones puede presentarse de forma brusca.

 Síncope por dolor

Está muy relacionado con la lipotimia, puesto que también se desencadena por un estímulo vagal. Es
típica en la neuralgia del glosofaríngeo.

 Síncope tusígeno

Suele producirse en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica tras un exceso de tos.
También puede ser provocado por paroxismos de estornudos o risa, y se debe descartar hemorragia
intracraneal.

 Síncope miccional

Es casi exclusivo en los varones. Es frecuente después de una ingesta importante etílica y ocurre
típicamente durante o inmediatamente después de la micción. La patogenia es mixta: hipotensión
ortostática y estimulación vagal originada por el rápido vaciamiento de la vejiga.

 Síncope por hipersensibilidad del seno carotídeo

Este fenómeno se puede encontrar aproximadamente en un tercio de los ancianos, aunque en la mayoría
de los casos cursa de forma asintomática. Cabe destacar especial atención en pacientes a los cuales se les
prescriba digoxina, cafeína, nitratos, calcio, bloqueadores beta y colinérgicos. Una vez estimulado el
seno carotídeo se puede producir.
Tratamiento general y específico

Depende de la causa del síncope:

Los síncopes de causa neurológica no suelen requerir tratamiento. En el momento de la pérdida de


conciencia se debe tumbar al paciente y levantarle las piernas para que la sangre acuda al cerebro. Para
evitar nuevos episodios es importante estar bien hidratado. En casos de síncopes similares de repetición,
se han utilizado tratamientos con medicinas que aumentan la presión arterial, como fludrocortisona,
aunque las bases científicas de su uso son cuestionables. En situaciones excepcionales puede valorarse la
colocación de un marcapasos.

Los síncopes por hipotensión ortostática : mejoran si el paciente se mantiene bien hidratado y se levanta
lentamente de la cama, permaneciendo un rato sentado en el borde de la misma antes de incorporarse. Se
debería valorar la sustitución de aquellas medicinas que pudieran favorecen los episodios de síncope.

Los síncopes de causa cardiológica deben tratarse en función de la enfermedad cardiaca responsable.
Muchos son debidos a la presencia de una disfunción del nodo sinusal (síndrome de bradicardia -
taquicardia). Debe valorarse también si algún tratamiento que recibe el paciente puede favorecer un
ritmo lento del corazón (bradicardia) y si se debe o no colocar un marcapasos o un desfibrilador.

En la mayoría de los casos, el síncope vasovagal no requiere tratamiento.

 Medicamentos
Un medicamento llamado acetato de fludrocortisona, que se utiliza normalmente para tratar la presión
arterial baja, puede ser útil para prevenir el síncope vasovagal. También se pueden usar inhibidores
selectivos de la serotonina.

 Terapias
El médico puede recomendarte formas de disminuir la acumulación de sangre en las piernas. Entre ellas,
los ejercicios con los pies, utilizar medias de compresión o tensar los músculos de la pierna mientras
estás de pie.

Es posible que el paciente deba aumentar la sal en la dieta si no suele tener presión arterial alta. Evite
estar de pie mucho tiempo, en especial, en lugares calurosos y llenos de gente, y tomar mucho líquido.

 Cirugía
En casos muy poco frecuentes, la introducción de un marcapasos eléctrico para regular los latidos del
corazón puede ser beneficiosa para personas con síncope vasovagal que no respondieron
satisfactoriamente a otros tratamientos.

El tratamiento específico depende de la causa y su fisiopatología.


Iniciar un tratamiento específico en forma de uno de los siguientes métodos:
1. Ejercicios isométricos contra el síncope en enfermos jóvenes con síntomas prodrómicos.

2. Procedimiento basado en la monitorización con el registrador de eventos implantable en enfermos


seleccionados sin presencia de síntomas prodrómicos o si estos aparecen en espacios muy breves
de tiempo.
3. Suspensión o limitación de la terapia hipotensiva con un objetivo de tensión arterial sistólica de
140 mm Hg en enfermos ancianos con hipertensión arterial.

4. Implantar un marcapasos en enfermos ancianos con predominancia de formas cardio depresivas


de síncope.

5. Midodrina y fludrocortisona en pacientes jóvenes con fenotipo de baja presión arterial.

Medidas de urgencia en el gabinete odontológico


Para poder afrontar con serenidad las emergencias que de hecho se nos presentarán en la consulta a lo
largo de nuestra vida profesional, es necesario haber tomado previamente una serie de medidas que nos
ayudarán en su correcto manejo:

Conocer las situaciones de urgencia que se presentan con mayor frecuencia en la práctica privada como
lo es el síncope.

 Protocolo básico de urgencias

Si durante el tratamiento dental nuestro paciente sufre una aflicción de cualquier tipo, con o sin pérdida
de conocimiento, será necesario suspender dicho tratamiento y poner en marcha el protocolo de
actuación ante emergencias.

En todas las situaciones de urgencia hay que seguir por orden los pasos siguientes:

1-Análisis inicial de la situación y posición del paciente. Si el paciente se encuentra inconsciente


debemos de colocarlo de decúbito supino con ligera elevación de los pies. Ante una aparente pérdida de
conciencia, debemos confirmar la falta de respuesta del paciente gritándole y sacudiéndole con suavidad.
Puesto que la causa más frecuente de pérdida de conciencia es la hipotensión, esta posición incrementa el
retorno de sangre al corazón y mejora el aporte cerebral de la misma. Las pacientes en avanzado estado
de gestación, deben colocarse en posición lateral izquierda para evitar que el peso del feto comprime la
vena cava empeorando la hipotensión.

2. Apertura de la vía aérea. Si el paciente se encuentra inconsciente debemos de eliminar objetos


extraños de su cavidad oral, aspiración de secreciones, apertura de la vía aérea mediante la maniobra
frente-mentón (ya que al hiperextender la cabeza y abrir la boca conseguimos la total apertura de la vía):
colocamos una mano sobre su frente y los dedos de la otra mano debajo de la mandíbula, y desplazamos
la frente hacia atrás mientras fraccionamos de la mandíbula hacia arriba y adelante.
3. Ventilación. El paciente estando inconsciente debemos de mirar, escuchar y sentir, acercando el oído y
la mejilla a su boca mientras observamos si existe o no, movimiento torácico. Si no está respirando
insuflar los pulmones profundamente dos veces, permitiendo la expiración. En el caso de que no se
reanude la respiración espontánea debe procederse de inmediato a la ventilación con aire espirado.

4. Ayuda y traslado. Deben tenerse apuntados y fácilmente disponibles los teléfonos de los servicios
médicos de urgencia (ejemplo 911), ambulancias, información toxicológica, taxis, servicios de urgencia
hospitalarios cercanos, etc.

Cuando empleamos la vía telefónica para solicitar ayuda médica urgente:

 El motivo por el que pedimos ayuda se debe comunicar con un lenguaje claro, sencillo y con
tranquilidad.
 Debemos identificar claramente la localización de la consulta, proporcionando aquellos puntos de
referencia que consideremos necesarios para orientar a los equipos de ayuda, evitando pérdidas de
tiempo innecesarias.
 Ante estas situaciones de urgencia deben tomarse otras medidas igualmente aconsejables como: o
Desalojar el consultorio de pacientes por atender sin provocarles una alarma innecesaria.

Medidas preventivas
La prevención de las urgencias médicas se estipula en llevar a cabo un buen análisis del paciente y de un
buen control de la ansiedad, para conocer el riesgo que supone el tratamiento odontológico, entre otras
medidas para la prevención de estas eventualidades.

Estado de salud y riesgo del paciente:

 ASA I: pacientes sanos, con ansiedad moderada o sin ella.

 ASA II: pacientes sanos con gran ansiedad ante el tratamiento odontológico; pacientes de más de 60
años, embarazadas sanas, o pacientes con enfermedad sistémica leve (HTA leve y controlada, diabetes
tipo II controlada, antecedentes de alergias).

 ASA III: pacientes con enfermedad grave que limita su actividad (IAM de más de 6 meses sin secuelas,
diabetes insulinodependiente).

 ASA IV: pacientes con enfermedad grave incapacitante (ángor inestable, HTA grave, diabetes no
controlada, etc.).

 Control del estrés y la ansiedad

Sedación: cuando el grado de ansiedad está en aumento. · Analgesia adecuada: para disminuir la
ansiedad, es imprescindible que el paciente no sienta dolor. Régimen de citas: procurar sesiones cortas.
 Otras medidas
Estar alerta ante cualquier reacción adversa. · Identificar los signos y síntomas de las emergencias. ·
Mantenimiento regular y control del equipo y los materiales del botiquín. · Conocer el número de
asistencia médica. · Dominar las técnicas de reanimación. · Acompañar al paciente, tanto si es enviado al
hospital o si es trasladado a su casa.

 Botiquín para urgencias médicas en el consultorio dental


Es imprescindible tener el botiquín para urgencias médicas en el consultorio o la clínica dental, pero es
más significativo que el odontólogo tenga los conocimientos básicos de cómo se manejan los diferentes
componentes del mismo, primordialmente los fármacos. Sin embargo, será el dentista en el escenario
propio de las urgencias médicas, quien determinará la conducta a seguir y la utilización o no de drogas
para el manejo de las mismas, por tal motivo consideramos trascendental que el odontólogo se
familiarice con los diferentes 10 componentes del botiquín básico odontológico.

Un precepto cardinal es que el botiquín debe estar bien organizado para que permita que el manejo sea
simple y sencillo durante la situación crítica de la urgencia, que esté completo, asimismo que esté
localizado en su lugar visible y al alcance del equipo de trabajo.

 Equipo para toma de signos vitales


Estará integrado por tres instrumentos básicos, el baumanómetro aneroide, estetoscopio y termómetro.

Frase
Las enfermedades no nos llegan de la nada, se desarrollan a partir de pequeños pecados
diarios contra la naturaleza. Cuando se haya acumulado suficientes pecados, las
enfermedades aparecerán de repente.

(Aristóteles)
Conclusión

-En este trabajo pudimos detallar algunos subtemas que están relacionados con el tema
principal que es la sincope, esperamos que nuestra investigación sea lo que esperaba.

Luego de lo desarrollado, es eminente el hecho de que está condición es más compleja de


lo que podría parecer, por lo que es fundamental el manejar sus conceptos, ya que es una
condición en la que el reconocimiento temprano de pacientes de alto riesgo marca la
diferencia en el pronóstico.

Con esta revisión se concluye que, el síncope es una condición con un amplio espectro de
causas, que a pesar de ser un tema que ha sido considerablemente estudiado a lo largo del
tiempo, continúa siendo un desafío médico. Por lo que se recomienda que ante un caso de
síncope, el primer contacto médico paciente debe contar con una valoración inicial
apropiada enfocada en anamnesis detalladas, preferiblemente respaldadas por testigos
presenciales, examen físico y electrocardiograma, esto con el fin de realizar la
disminución de riesgo y entender cuáles pacientes pueden ser manejados fuera de
consultorio y quienes necesitaran estudios diagnósticos complementarios,
hospitalizaciones y tratamiento según sea su condición, esto con el objetivo de garantizar
menores tasas de complicaciones y muertes súbitas.

También podría gustarte