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Apuntes Iniciales Sobre La Universidad Peruana

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APUNTES INICIALES SOBRE LA UNIVERSIDAD EN EL PERÚ

Jesús Anatolio Huamán Rojas. Docente de la Universidad Nacional del


Centro del Perú, Facultad de Educación.

Analizar el caso de la universidad peruana, exige como cualquier otro tema


de análisis, un método de investigación, el cual nos guiará hacía los objetivos
propuestos. Estos tiempos constituyen tiempos de cambios en la universidad
peruana, pues existe una nueva ley universitaria que según ella “busca la calidad
de la educación universitaria”, para ello se creó un organismo de educación
universitaria denominado Sunedu siendo una de sus funciones principales el
“otorgamiento de licencias a las universidades para su funcionamiento” (2019) de
ahí que hoy todas las universidades están obligadas a cruzar esa licencia para
brindar servicios a la población.

Otro organismo existente es el Sineace -Sistema Nacional de Evaluación,


Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa-, su finalidad “es garantizar a
la sociedad que las instituciones educativas públicas y privadas ofrezcan un
servicio de calidad” (2019) para garantizar trabajadores de calidad al mercado
peruano; así mismo, desde hace un buen tiempo se viene rumoreando la
propuesta de una nueva ley donde habría una nueva escala docente.

Estas son algunas modificaciones que vienen realizándose en el sistema


universitario, de ella surge una interrogante necesaria, hacia dónde va la
universidad peruana con esos cambios. Esto quiere decir que para descubrir la
verdad no debemos conformarnos con la versión oficial, sino, investigar para ir más
allá de las apariencias para decir con clara conciencia hacia donde nos
encaminamos hoy día.

Como en todo estudio se exige un método de investigación, aquí se parte de


algunos principios metodológicos. Un principio importante es la totalidad, esto
significa que no se puede entender la universidad al margen de la sociedad, en ella
se incluye la economía, las clases y grupos sociales, la política, la cultura, etc.- de
la sociedad. De ello, se entiende que la universidad es expresión de las relaciones
sociales, económicas, políticas y culturales existentes en un momento histórico
concreto.
También debe partirse del principio del conflicto social o la contradicción
social; la universidad es una institución de educación superior donde se expresan
conflictos entre clases y grupos sociales en todas las dimensiones humanas. Esto
quiere decir que las diversas posiciones, ideas y propuestas “técnicas” en realidad
no solamente son tal cosa, ni mucho menos son propuestas neutrales, pues
representan los intereses de las clases y grupos sociales en conflicto.

La universidad no es más que un escenario especial donde se desenvuelven


estos conflictos; de ello se entiende que las luchas políticas al interior de la
universidad, las relaciones de poder y la contienda por ella entre los diferentes
grupos de docentes, administrativos y estudiantes son expresión de los conflictos
que se dan en la sociedad.

UNIVERSIDAD

INSTITUCIONES
afectan a la
SOCIEDAD

Políticas/Jurídicas
un elemento de ella
/Educativas

SUPERESTRUCTURA Políticas
ESTADO Generales/Sectoriales

ESTRUCTURA SOCIAL

ESTRUCTURA ECONÓMICA
Pero suponer que la universidad es una institución donde se reproduce
mecánicamente lo que ocurre en la sociedad es también un grave error
metodológico. La universidad es una institución dinámica que investiga y produce
nuevos saberes, desde donde puede generar amplias repercusiones para el cambio
o el mantenimiento de la sociedad. Esto quiere decir que las instituciones dado su
desarrollo y su misma dinámica no son entes dependientes a secas de la sociedad,
más bien, existe una dialéctica de juego mutuo de acciones y reacciones entre
sociedad y universidad, donde está ultima puede contribuir a modificar la totalidad
social.

En base a lo señalado hasta aquí, el estudio de la universidad exige entender


la naturaleza socio-económica del contexto, que es el espacio donde se
desenvuelve, y después de ella.

1. EL CONTEXTO EN EL QUE SE DESENVUELVE LA UNIVERSIDAD


PERUANA.

A contrapelo de aquellos quienes afirman la superación del capitalismo y sus


problemas diciendo que estamos en la era de globalización y del conocimiento, o
la era de la mundialización cibernética, la sociedad actual sigue siendo el
capitalismo, la esencia de la sociedad actual continúa siendo el trabajo asalariado,
los dueños del capital siguen siendo los que tienen la sartén por el mango, controlan
la economía y la política del país. Las modernísimas propuestas de “era de
globalización y sociedad del conocimiento” como nueva forma de sociedad y de
superación del capitalismo como sistema, no pasan a ser más que expresiones
embusteras y fantasiosas. Solo se puede hablar de globalización en el sentido que
las economías nacionales han dejado de ser tal, para generar una economía
mundial, de tal forma que se podría hablar de globalización capitalista.

Además de lo dicho, el desarrollo capitalista en el país no ha liquidado las


economías pre-capitalistas, es decir las economías comunales y campesinas
perviven junto a la economía capitalista, pues, es funcional y útil tener estas
economías, pues de ellas, se generan mayores márgenes de ganancias. La
existencia de estas economías genera relaciones sociales y culturales como el
compadrazgo y el cacicazgo en las instituciones del país, donde por ejemplo pesa
bastante el “ahijado, el sobrino, el conocido” a la hora de contratar algún personal
en una empresa; así mismo, el “raje y el sobe” esto es el criticar permanentemente
al compañero de trabajo para suplir ese puesto, o el adular compulsivamente al jefe
para tener privilegios, son otras manifestaciones culturales de la existencia de
relaciones económicas y sociales precapitalistas.

Perú desde los años 1990 se ha configurado como sociedad en el marco de


un modelo neoliberal de desarrollo, este neoliberalismo no solo es económico (libre
mercado, privatización de empresas públicas, reducción del gasto social,
estabilidad tributaria, etc.) es también social, política e ideológica. Social, porque el
neoliberalismo postula el principio que la “desigualdad es el motor de la iniciativa
personal y la competencia entre los individuos en el mercado que corrige todos los
males económicos y sociales” (Laurell, 1992) Por tanto el Estado no tiene por qué
brindar bienestar social a los pobres y desvalidos, solo debe darles un mínimo de
asistencia para alivianar su situación, de ahí que promueven un Estado
asistencialista o de beneficencia pública.

Políticamente impone una democracia formal liberal donde la participación


electoral es lo fundamental, sin embargo, ella es una democracia tutelada por el
poder fáctico, es decir, las multinacionales asentadas en el país junto con lo que
queda de los 12 apóstoles y los pocos nuevos grupos económicos que emergieron
desde los 90 son los que en realidad tienen el poder político. Estos son los que
tienen el poder vía la CONFIEP que por medio de sus gerentes que ocupan cargos
de ministros, viceministros y otros puestos importantes gobiernan a favor de los
intereses de estos.

En lo ideológico, el neoliberalismo impone la idea que el individuo es el


protagonista de la historia, y las colectividades son solo entes complementarios.
Por esta razón los sindicatos y otras instituciones salen sobrando. De ahí que se
hable bastante de la “autorrealización profesional” donde todo depende de cada
uno, donde si uno es pobre o rico, o si triunfa o fracasa es exclusivamente
responsabilidad del mismo individuo.

Cuando el economista peruano Virgilio Roel, estudiaba la historia del país,


acuñó una frase ideal, “grandezas y miserias” de la historia del Perú; en el caso de
la universidad peruana, está frase le caería como “anillo al dedo”, pues la
universidad peruana tiene diversidad de problemas que amenazan su finalidad de
ser una universidad que contribuya al desarrollo nacional, puesto que no es ajena
a las relaciones económicas-sociales y políticas de dominación, no es ajena a las
relaciones de poder y de dominación en el que se encuentra dl país, y estas sin
duda alguna tienen mucha incidencia en el derrotero de la universidad.

2. LA UNIVERSIDAD PERUANA.

La universidad constituye la institución de mayor nivel de formación


académica, en ella se forman los profesionales que el país requiere, sin embargo,
si se quiere identificar hacía donde va la universidad peruana, hay que tener una
idea más completa sobre que más es la universidad de hoy, los modelos de
universidad que permite el sistema económico, social y político, y como los
organismos mundiales repercuten en las políticas educativas de educación superior
con sus “recomendaciones”.

La universidad tiene su origen en Grecia y Roma, empieza a configurarse y


constituirse en el medioevo a cargo de diferentes órdenes eclesiásticas. En nuestro
país se fundaron universidades siguiendo esa línea teologal, por eso surge la
UNMSM, UNSAC, entre otros. Pero la pregunta urgente es, qué es la universidad.
Para ello es necesario distinguir la definición abstracta de universidad en el sentido
más amplio, y lo que es la universidad desde nuestra situación, desde el contexto
en el cual estamos hoy.

Se considera a la universidad como la institución suprema de producción del


saber, institución donde se forman los mejores hombres que luego dirigen los
destinos del país. Veamos que nos dicen algunos autores sobre que debe
entenderse por universidad; Fidel Tubino, filósofo peruano dice

Desde sus orígenes las universidades fueron concebidas como instituciones


en las cuales los académicos y los estudiantes debatían en torno a
problemas comunes de la sociedad y a problemas fundamentales de la vida
humana. La autonomía de la esfera pública universitaria el respeto a la
diversidad de ideas y el uso responsable de la capacidad de pensar eran los
únicos requisitos para este espacio de debate y confrontación contribuyera
en la formación humanística y cívica de los jóvenes. (Tubino; 2001:7)
Esta idea de universidad que habla Tubino corresponde a un periodo donde
se nota que la universidad es básicamente humanista, con una formación de
hombre que tiene una gran cultura de diálogo, para el día de hoy está idea de
universidad es ahistórica, porque hoy ya no tiene el afán humanista de antes, hoy
la universidad transita por otros lares, esto es porque la historia de las instituciones
universitarias cambia tanto en esencia y forma debido al movimiento de la sociedad.
Entonces esta noción aplicada a la universidad peruana es solo una quimera
hermosa en la mente de muchos.

Entonces si buscamos una definición de lo que es la universidad peruana de


hoy, la noción de universidad humanista no se corresponde con los hechos, pues
cuando Tubino se refiere a la universidad como un espacio de debate, parece más
un anhelo que una descripción de la realidad [aunque así debería serlo] pues la
universidad peruana transita casi al unísono por otros lares, por caminos cuasi
empresariales.

Tubino, conocedor de cómo es la universidad hoy en día, más técnica y más


tecnológica, dice que eso es quitar la esencia de la universidad, por lo cual se
estaría perdiendo el baluarte y espacio más grande donde se puede polemizar.

La desencialización de la universidad es una realidad actual que preocupa


aquellos que reconocen que siendo, una de las misiones fundamentales de
la universidad “formar personas con las más altas cualidades científicas y
humanas, debe ella misma ser ejemplo de búsqueda permanente de calidad
(…) La desfiguración de la esencia de la universidad se produce cuando la
búsqueda de la calidad y de la excelencia se construyen de manera exclusiva
y excluyente del paradigma de la eficacia y de la eficiencia, propio de la
universalización de la racionalidad instrumental actualmente vigente.
(Tubino; 2001:08)

El autor denuncia y lamenta la situación en que se encuentra la universidad, no solo


la peruana, sino la universidad en general, pues ya no forma humanistas ni cívicos
ciudadanos, sino fundamentalmente hombres instrumentales que sean eficientes y
eficaces. ¿Puede esto constituir una desencializacion de la universidad? No, si la
sociedad está cambiando en esencia y forma, pues las instituciones también
cambian en esencia y forma, por lo que apenarse de la “desencialización de la
universidad” no es más que ausencia de entendimiento de las necesidades de la
realidad económica y social del país, con el cual se puede estar o no de acuerdo.

La universidad de hoy se ha convertido en una institución que forma hombres


con racionalidad instrumental, y esa es precisamente la nueva esencia de la
universidad de hoy. Pero de lo dicho no se concluye que la universidad ha negado
plenamente su pasado y hoy es una eficiente institución en el sentido señalado, ese
pasado aun viene lacerando el presente, es más, parece que, al presente, le
interesa conservar algunas cuestiones del pasado que son funcionales para que el
presente siga funcionando.

La universidad de hoy -tanto la peruana como las de otros espacios-, así


como las de antes y del futuro, tienen un contenido y forma según la sociedad donde
se genera, y ella cambia según el movimiento real de la sociedad. Ese contenido
constituye la esencia de la universidad, de ahí que la esencia de la universidad de
hoy mayoritariamente es la de ser una universidad técnica y tecnológica de tipo
empresarial que se organiza con patrones y comportamientos autoritarios, puede
decirse hasta de tipo feudal. El siguiente pasaje encontrado en la red es una
manifestación de lo sostenido.

Grupos familiares, grupos políticos, grupos de amigos que priorizan sus


intereses antes que la Universidad. Además, que controlan todos los
procedimientos y hacen uso de ellos para acumular poder y copar los cargos.
De esa manera controlan la universidad como su chacra…. priorizan sus
intereses antes que la Universidad, lo he visto y vivido directamente….
Formas de hacer incluso que una escuela académica tenga más peso que
lo señalado por la constitución…. Es tan colonial que parece que el tiempo
se hubiera detenido, y no exista Estado, constitución, derechos etc.…. La
universidad no va a cambiar hasta que saquen de raíz a esas castas, que
incluso tienen procesos de iniciación para los docentes que ingresan a
trabajar. Parecen sectas masónicas por lo fundamentalistas, pero son sólo
una simple organización informal y lumpen que se ha institucionalizado y que
todos asumen y definen como " Así es". (Arredondo, 2019)

Este relato contradice las bondades que hoy presenta la universidad peruana
respecto a su organización, sin embargo, tiene lógica con lo que se viene diciendo
en este escrito, esto es que mientras exista relaciones económicas y sociales de
tipo precapitalista, el compadrazgo, el sobe, el raje serán una manifestación grande
o pequeña de la universidad de hoy. Pero este pasaje también constituye un grito
desesperado de quienes se sienten excluidos por la universidad.

Pero como dijimos, la historia ha cambiado en algo y en mucho según las


universidades peruanas, es decir, en algunas de ellas la descripción arriba citada
es más pronunciada que en otras, esto se debería a la liquidación de esas formas
de organización basadas en el compadrazgo y el tarjetazo. Si la sociedad esta en
movimiento, y la universidad también, esto quiere decir que muchas universidades
han modificado paulatinamente su forma de organización para convertirse en
administraciones eficientes, técnicas y democráticas, pero con contenido y
tendencia neoliberal, así mismo, han democratizado el ingreso laboral a
profesionales mediante concursos abiertos y participativos, el cual permite el
ingreso de profesionales competentes. Pero con todo ello, la universidad peruana
de hoy es un contraste de pasado y presente.

Pero nuestra pregunta insiste en ser respondida ¿qué es la universidad


peruana de hoy? ¿acaso una universidad donde se polemiza miles de asuntos sin
llegar a nada concreto? ¿acaso una universidad elitista? ¿acaso una universidad
donde los estudiantes son escolásticos y escolarizados atentos a una clase
magistral? ¿acaso una universidad de tipo empresarial con una razón instrumental
donde se forma profesionales eficientes y eficaces? Pues como ya se pudo ver hay
diversas opiniones

Un estudioso de la Comisión de Coordinación de Reforma Universitaria de


la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, decía el año 2011 que la universidad
de hoy es vetusta en relación a las exigencias de la revolución tecno-científica que
presenta. Que, en lo referente a la universidad privada, estos fueron bendecidos
por el gobierno de Fujimori, que incentivó el lucro sin garantizar la mínima calidad,
y que cuando se les pedía aumentar la calidad académica, estos se excusaban en
la autonomía universitaria lo que condujo a una sobre oferta profesional deleznable
(De Paz, 2011) que no estaba capacitada para enfrentar exitosamente el mundo
laboral, es una universidad alejada de su función democratizadora, decía el autor.
En cuanto a la universidad pública el autor decía de ella que

Se halla igualmente afectada por la mercantilización de sus funciones


(tendencia favorecida por el bajo presupuesto que recibe del Tesoro
Público), que abarca desde la institucionalización de los “Centros
Preuniversitarios” (con detrimento del principio de equidad en el acceso)
hasta la comercialización de títulos y postgrados (con menoscabo de su nivel
académico).

Esa situación, favorecida por el desinterés del Estado, ha conducido a su


captura por grupos corruptos y académicamente mediocres, de interés
clientelar, sin proyecto de universidad ni de país, que basan su acceso al
poder en la corrupción sistemática de los representantes estudiantiles que
los eligen. Se trata de una situación que escasas excepciones confirman
como generalizada.

La universidad en el Perú se halla en crisis, mercantilizada y, en el caso de


las universidades públicas, en una suerte de autismo paralizante, copada por
redes de interés corporativista y clientelar, sin capacidad de redefinir su
estructura y sus funciones, para incidir de manera activa en el curso de la
sociedad circundante. (De paz, 2011)

El autor hace un diagnóstico de la universidad peruana vigente hasta el año


que en empieza a aplicarse la nueva ley universitaria. El asunto es ahora escudriñar
si ello cambió o no, o viene cambiándose a raíz de la aplicación de la ley
universitaria, tema que se verá más adelante

Otro estudioso de la realidad universitaria del país decía hace algunos años
más atrás que De Paz que el sistema educativo peruano y el de América Latina se
caracteriza por lo siguiente

Los sistemas educativos de la América Latina adolecen de graves


deficiencias en su administración. En general la administración de la
universidad costosa, innecesariamente costosa con relación a los resultados
que se obtienen. La proliferación de universidades lo único que ha hecho es
agravar la situación, pues ha generado un enorme crecimiento de las
burocracias universitarias, pero además existe una absurda duplicación de
´programas y de facultades. El argumento que de ese modo se propicia la
competencia es puramente teórico y no guarda relación alguna con la
realidad. En la práctica, la proliferación de establecimientos de enseñanza
superior lo único que ha logrado es agudizar la diferenciación entre ellos en
términos de calidad y desvalorizar la carrera universitaria, los títulos y los
grados académicos. ¿Qué sentido puede tener que existan varias
universidades públicas en un mismo lugar con el mismo tipo de facultades…
No es solamente insensato sino peligroso que existan en el Perú 25 escuelas
de medicina. (Abugattas; 2001: 74).
La crítica del autor corresponde a inicios de siglo, pero parece verdad para
la situación del día de hoy. El asunto es que Abugattas no ve todo el problema, solo
ve el problema de las universidades públicas. Tampoco puede estarse de acuerdo
con la proliferación de facultades de medicina, cuando en realidad, faltan médicos
en el país. Otra cosa es que haya concentración de médicos en algunas ciudades.
Y ese es ya es otro asunto. Pero en algo en lo que puede estarse de acuerdo con
él es que muchas facultades no preparan como debe ser a los estudiantes en la
materia para el cual han sido creadas.
Otro aspecto que reclamaba el autor en esos años era en la organización de
la universidad peruana, decía que la estructura universitaria era medieval que no
se correspondía con lo que exige la universidad el día de hoy

Los cambios más profundos en la estructura universitaria deberían hacerse


en el campo de la organización académica propiamente como tal. Los feudos
académicos deben ser definitivamente rotos. El sistema clásico de
facultades, por ende, tiene que ser sustituido por alguno más ágil, compatible
con el trabajo interdisciplinario y transdisciplinario: Lo actual estructura de
nuestras universidades no corresponde al ordenamiento interno del
conocimiento de la ciencia. (Abugattas; 2001:75)

En relación a la organización de la universidad como autoritaria y con rasgos


feudales ya tratamos, pero otro asunto que dice el autor y sigue existiendo muchos
años después de este artículo es que las facultades no quieren integrarse con otras
por considerarse poseedoras de la verdad.
Otro documento que invita a reflexionar sobre que es la universidad peruana
es lo que contiene la ley universitaria, en ella se dice que

La universidad es una comunidad académica orientada a la investigación y


a la docencia que brinda formación humanista, científica y tecnológica con
clara conciencia de nuestro país como realidad multicultural. Adopta el
concepto de educación como derecho fundamental y servicio público
esencial. Está integrado por docentes, estudiantes y graduados. Participan
en ella los representantes de los promotores de acuerdo a la ley. Las
universidades son públicas o privadas. (Minedu, 2018)

Aquí no interesa mucho el análisis jurídico, sin desconocer su importancia,


sino lo que importa es si esta definición de universidad es real o no ¿la universidad
peruana brinda formación humanística, científica y tecnológica que el país
requiere? Todo haría indicar que efectivamente es así, sin embargo, no hay que
dejarse llevar únicamente por las apariencias, pues si bien son cierto las currículas
están orientadas a la formación humanística, científica y tecnológica, estas no
resultan suficientes para decir que con ella se está realizando una plena formación
del futuro profesional universitario.

La segunda parte de la definición que presenta la ley universitaria, envuelve


una esencia y tendencia neoliberal, la esencia es cuando dice que es una institución
que adopta la definición de educación entendida como un servicio público esencial,
lo cual significa que la universidad brinda un servicio público esencial. Si es servicio,
debe pagarse, si eso ocurriera masivamente se estaría diciendo adiós a la
universidad pública y gratuita, derecho conquistado por generaciones anteriores.

Pero también cuando se sostiene que la educación es un servicio esencial


se estaría buscando inmovilizar a sus estamentos, sean docentes y alumnos a
realizar actividades extra académicas, principalmente de protesta social como
huelga de docentes, pues estas movilizaciones serían delitos ya que se estaría
dejando de brindar el servicio esencial, y el paciente –alumno- perecería. Como
puede verse este es un sinsentido.

A lo largo de estas páginas queda claro que para quien escribe estas líneas la
universidad debe ser tratada y diferenciada entre lo que es, lo que debe ser, y cómo
será. En lo que se refiere a lo que es la universidad peruana, por un lado, puede
decirse de ella que es una institución con deficientes sistemas administrativos,
académicos y de investigación sin relación a un proyecto de desarrollo nacional.
Son instituciones que se organizan para formar prioritariamente técnicos sin más
proyección, nada de tecnólogos ni de humanistas, menos de científicos. Por otro
lado, las universidades públicas son ese conjunto de instituciones que a partir de
recursos exiguos desarrollan un conjunto de acciones para no perecer y enfrentar
el reto del desarrollo científico, tecnológico y humanista. En suma, la universidad
peruana, es una institución compleja de relaciones a veces democráticas y
meritocráticas, otras de relaciones autoritarias y de compadrazgo donde los viejos
vicios no quieren perecer fácilmente.

2.1. LA UNIVERSIDAD PERUANA EN EL CONTEXTO DE LA NUEVA LEY


UNIVERSITARIA.

En este momento existen más universidades privadas que públicas (92 y 54


respectivamente) de ellas, 92 están licenciadas. La existencia de una mayor
cantidad de universidades privadas obedece a la imposición del modelo económico
neoliberal en la cual la educación empezó a ser tratada como mercancía-negocio.
El año 1996 el gobierno de Alberto Fujimori impuso la libertad de inversión en
educación mediante el decreto legislativo 882 que literalmente decía que “Toda
persona natural o jurídica tiene el derecho a la libre iniciativa privada para realizar
actividades en educación. Este derecho comprende los de fundar, promover
conducir, gestionar Instituciones educativas particulares con o sin finalidades
lucrativa” (Minedu, 1996) Esto sin duda era música celestial para quienes
empezaron a crear universidades.

La empresa privada dio un salto de alegría indescriptible con esta ley, pues
se les daba todas las facilidades para invertir y obtener ganancias en educación, y
por supuesto, en educación superior; las universidades “chicha” donde se expandía
certificados por doquier hicieron su agosto, el pago a profesores que dictaban en
ella era menos que al de un colegio [15 soles hora mientras que en los colegios se
pagaba 25 soles hora] privado en promedio, eh ahí el surgimiento de las
universidades con fines de lucro que generó nuevos ricos en el país que ahora
tienen partidos políticos con reales posibilidades de ser gobiernos.
De esa fecha hasta ahora, el espíritu del sistema educativo no ha cambiado,
la proliferación de instituciones privadas en todos los niveles es francamente
abismal a favor de las privadas, aunque algunos críticos digan que ello ya fue con
la nueva ley universitaria ya que ella elimina paulatinamente la licencia de aquellas
universidades que no cumplen con estándares mínimos de prestación de servicios
a la comunidad.

Sin embargo, el decreto 882 aún pervive, la educación privada con fines de
lucro ha regulado y adecuado sus actividades al nuevo contexto cumpliendo ciertas
exigencias que en última instancia son pagados por el alumno, por esa razón la
existencia de un mayor número de universidades privadas, lo cual puede verse en
la cantidad de alumnos matriculados.

Si en el año 2010 había 474 mil estudiantes en la universidad privada, en


solo ocho años creció en más del doble, considerando que actualmente son
1´097,000 estudiantes, mientras que los estudiantes en la universidad
pública aumentaron moderadamente de 309 mil a 367 mil. Las dos con
mayor alumnado son Universidad Alas Peruanas (UAP) y Universidad César
Vallejo (UCV) con más de 100 mil estudiantes, seguidas de la Universidad
Privada del Norte (UPN) y la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas
(UPC) con más de 60 mil estudiantes cada una. Luego aparecen la
Universidad Tecnológica del Perú (UTP) y la Universidad Católica Los
Ángeles de Chimbote (Uladech-Chimbote) con más de 40 mil estudiantes. A
continuación, recién aparecen las universidades que durante años fueron las
que tenían mayor alumnado: la Universidad de San Martín de Porres (USMP)
y la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV) con más de 30 mil
estudiantes. Cerrando la tabla de las diez universidades privadas con más
estudiantes están la PUCP y la USIL con más de 20 mil estudiantes. En
provincias también crecen las universidades privadas como la Universidad
Peruana Los Andes (UPLA) de Huancayo, Néstor Cáceres Velásquez de
Puno, la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO) y San Pedro en
Trujillo, y la Universidad Señor de Sipán en Chiclayo, con más de 20 mil
alumnos. (Chumpitaz, 2018)
Como puede verse, a pesar de la ley, la cantidad de alumnos que alberga la
universidad privada es casi el doble. Las leyes y normas de hoy si bien es cierto
regulan la calidad del servicio, no elimina ni brinda mayor apoyo a la universidad
pública. Y ahí precisamente se encuentra el quid del asunto: de que, si en realidad
se quiere cambiar el rumbo de la educación universitaria en el país, se tendría que
otorgar por parte del Estado Peruano apoyo real y efectivo en todo lo que requiera
la universidad pública, empezando por la autonomía universitaria, lo cual ha sido
limitada con las nuevas leyes.
Otro aspecto de la universidad de hoy es su marcado carácter empresarial y
técnico donde importa formar hombres que el mercado requiere, y esto es
principalmente profesionales eficaces y eficientes para cumplir con tareas de
carácter instrumental, de ahí se dice que se requiere hombres que estén listos para
el trabajo y eleven la frontera de producción para aumentar la riqueza (Sunedu,
2019,18) y por ende el bienestar para todos.
Para ello la implementación del currículo por competencias es necesario,
pues el profesional competente es aquel capaz de resolver eficientemente
problemas de su entorno. Sin embargo, tendría que decirse que aumentar per se la
producción no garantiza que la riqueza producida se distribuya mejor, ni tampoco
garantiza que se esté produciendo productos altamente industrializados como
debería ser.
2.2. EL PROBLEMA DE LA AUTONOMIA UNIVERSITARIA EN LA NUEVA
UNIVERSITARIA.
Y como ya se había adelantado, otro aspecto a tener en cuenta es la cuestión
de la autonomía universitaria. Se sostiene que ella ha ido perdiéndose
paulatinamente y más aún con la creación de la Superintendencia Nacional de
Educación Superior Universitaria (SUNEDU) organismo dependiente del Ministerio
de Educación. La ley universitaria en su artículo 1 señala que este es “el ente rector
de la política de aseguramiento de la calidad de la educación superior universitaria”
(Minedu, 2018) y que por tanto todas las políticas universitarias en última instancia
pasan por la aprobación del Minedu.
Así mismo, la misma ley en el artículo 12 señala que la Sunedu es un
“organismo… adscrito al Ministerio de Educación con autonomía técnica, funcional,
económica, presupuestal y administrativa…” (Minedu, 2018) y este tiene como
competencia tal como lo dice en el artículo 14 ejecutar “sus funciones en el ámbito
nacional público y privado de acuerdo a su finalidad y conforme a las políticas y
planes nacionales y sectoriales aplicables y a los lineamientos del Ministerio de
Educación” (Minedu, 2018) sin duda esta y otras normas adicionales ponen en tela
de juicio la autonomía de la universidad por la cual se dieron luchas enormes a la
largo de la historia.
El problema es que en los hechos, la capacidad de gasto pasa por la
aprobación del MEF, son ellos quienes aprueban los proyectos que deben ejecutar
las universidades, son ellos quienes deciden el aumento de los salarios, entre otros
aspectos; así mismo, la SUNEDU es un órgano adscrito al Minedu, esto hace
depender que las políticas ultimas la universidad sean observadas por esta
dependencia gubernamental, cuando es la misma universidad quien debe
promover su política de organización teniendo en cuenta el desarrollo del país.

3. TENDENCIA DE LA UNIVERSIDAD PERUANA.

Cuando se habla de tendencia, quiere decir hacía donde va la universidad,


dado las condiciones en la que se encuentra hoy. Y para ello es necesario
remontarnos también al pasado. La universidad peruana no está alejada ni
divorciada de la universidad latinoamericana, ni como dijimos, de las condiciones
históricas y concretas de donde surge. Al igual que la universidad latinoamericana,
ha tenido diversas reformas en su historia.

Con variantes en el tiempo y bajo regímenes de gobierno diferenciales, la


primera reforma ocurrió entre 1918 y fines de los sesenta, la segunda
reforma se implementó iniciada la década de los setenta hasta fines de la
década 80, y la tercera reforma se inició en 1989 y continua hasta nuestros
días: Es la contrarreforma recolonizadora. (Lora y Recendez; 2009:14)

Estas reformas atendieron a los cambios económicos–sociales que iban


dándose en América Latina y por supuesto en el país. Más aun Virgilio Roel señala
que en 1928 se inició una reforma más radical en relación a la reforma argentina
de 1920. Así mismo señala que aquí se dio una ola de reformas desde 1945 con
aires fuera del momento histórico, pues a decir de Roel se buscaba una universidad
conservadora y retrograda a esos momentos, cuando debía darse apertura a una
universidad más progresista. Esto solo puede entenderse en el contexto
económico-social de la época.
Lo que interesa ahora es el destino que le depara a la universidad dado las
circunstancias en la que nos encontramos. Para entender este asunto es necesario
saber a qué problema quiere resolver la universidad. O aquellas que las
necesidades del desarrollo neoliberal han impuesto al país, donde se exige una
reorganización del sistema administrativo, jurídico, académico y de investigación.
O aquellas vinculadas al reto de ser faro para la resistencia al modelo neoliberal y
enrumbar un camino democrático al servicio de la población, y que por tanto es
necesario organizar una universidad que se sustente en el desarrollo de la ciencia
y tecnología. Ambas posiciones quieren un modelo de universidad, pues ninguna
está contenta con el tipo de universidad existente.
En la primera posición se ubica el reconocido filósofo peruano Juan Abugattas,
aunque con discrepancias puntuales en muchos aspectos. El autor el año 2001
decía que la universidad debe enfrentar cuatro demandas centrales: la pertinencia,
la equidad, la calidad y la adecuación estructural y administrativa:
“Las universidades, como los países y los individuos, tienes dos opciones de
incorporación a la globalización. Si se prefiere la opción de la salvación
individual y, por ende, la integración al 20% de la población privilegiada del
planeta, poco importa en realidad en que universidad se estudia o en qué
país. La cuestión entonces se plantea como lo hace el banco mundial: ¿Cuál
es la mejor manera de formar a un sujeto para que sea un buen capital
humano y pueda sobrevivir decorosamente? Los países se plantean sus
dilemas de manera similar. (Uno es la vía chilena, de insertarse solos al
mundo, lo cual no garantiza el éxito. La otra opción es juntar esfuerzos a
partir de los procesos de integración regionales o subregionales como paso
previo y condición para la la negociación de una inserción más ventajosa y
equitativa en el mundo) las universidades latinoamericanas están
confrontadas con el mismo reto” (Abugattas; 2001:73)

¿Qué se entiende de esto? Primero, debemos insertarnos a la economía


mundial; segundo, para insertarnos hay que utilizar la estrategia de integración
regional y subregional; tercero, para ello hay que formar un buen capital humano.
La formación del buen capital humano pasa por reformar la universidad
latinoamericana, esto implica realizar alianzas estratégicas entre universidades,
construir redes de cooperación e intercambio y eventualmente establecer
universidades regionales. Como puede verse no hay cuestionamiento del
capitalismo, pero sí de la universidad, puesto que no responde a las necesidades y
demandas del capitalismo o globalización como refiere el autor.
A la luz de los cambios en la universidad en los últimos años, esto es lo que
ha venido haciéndose, pues la universidad atraviesa por una etapa de inserción a
las demandas mundiales. Y respondiendo a esta exigencia implementa el currículo
por competencias, puesto que el mercado mundial y las universidades de afuera
exigen que la universidad enseñe por competencias. Entonces la universidad debe
ir encaminada a responder las necesidades del mercado laboral, que los
estudiantes al egresar puedan encontrar empleos con el cual puedan cubrir sus
necesidades. En suma, esto sería responder al modelo económico que existe en la
economía peruana.
El deseo manifiesto de los organismos oficiales y sus representantes son
todas muy elocuentes. Vemos cuales son los propósitos principales en el que
debería estar encaminado la universidad peruana el día de hoy en palabras de
Flavio Figallo, importante funcionario del Estado e intelectual de esta posición.

• Licenciamiento como garantía de las condiciones básicas de calidad, con


la puesta en funcionamiento de la SUNEDU, así como la selección de su
primer Consejo Directivo, la adecuación a la Ley Universitaria por parte de
las universidades y el desarrollo del modelo de licenciamiento, entre otras
muchas acciones.
• Acreditación para la mejora continua, que incluyó la reforma del sistema de
evaluación, así como la acreditación y certificación de la calidad. Además,
se desarrolló el «Modelo de Acreditación para Programas de Estudios de
Educación Superior Universitaria» y se acreditaron programas académicos
de pregrado a través del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y
Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE)…. (Figallo, 2017, 11)

Faltaría espacio para discutir el proceso de licenciamiento y acreditación que


viene dándose en el país, y ese no es motivo del presente ensayo, sino saber hacía
donde debe ir la universidad peruana con estos procesos, y esto es en palabras del
mismo autor, dice que a contar con una
universidad enmarcada en un sistema coherente de regulación y autonomía,
con una gestión institucional moderna, transparente y rendidora de cuentas.
Una educación superior universitaria que garantice una formación
profesional eficaz y en valores ciudadanos, que contribuya a la solución de
los problemas del país a través de la investigación y que sea tan diversa
como la sociedad peruana, generando inspiración en nuestros jóvenes de la
educación básica. (Figallo, 2017, 12)
De lo dicho por el autor, la universidad peruana debe estar encaminada a
responder al mercado laboral, formar profesionales eficaces para resolver los
problemas del país. Esto en realidad supone una universidad encaminada al
desarrollo del modelo neoliberal de la sociedad. Este es el anhelo de los organismos
estatales y de los intelectuales que se simpatizan con esta posición. El optimismo
es desbordante, pues afirman que la aplicación de la ley universitaria viene dando
pasos gigantescos en este camino, aplauden en coro los procesos de
licenciamiento y acreditación de universidades, diciendo que ella garantiza la
eliminación de universidades chicha y la calidad de la enseñanza universitaria.
Otros autores también dicen que la universidad peruana se encamina a ese
rumbo señalado, pero distan mucho de estar de acuerdo con ello, al contrario, la
crítica que le hacen a este camino emprendido por la universidad peruana es radical
en algunos aspectos.
Estos críticos dicen que la universidad peruana atraviesa por un proceso de
recolonización intensa desde 1990, asegurando que desde esa fecha se ha dado
un proceso de contrarreforma educativa a raíz de las transformaciones neoliberales
(Lora y Recendez: 2009:12) pues así como la sociedad peruana se vio inmerso en
la aplicación de políticas neoliberales, también la universidad peruana pasó y pasa
por la aplicación de políticas neoliberales que buscan formar el tipo de hombre que
ellas requieren, y para ello inculcan una forma de pensar funcional a este fin, esto
es un pensar ajeno a las necesidades de desarrollo del país.
Aunque este pensar ajeno es una herencia que viene de mucho más antes
de las reformas neoliberales, podría decirse que es un “pensamiento colonial”
(Germaná, 2015) esto es que los jóvenes piensan con moldes occidentales dejando
de lado los saberes y la cultura autóctona, donde no importa las necesidades ni el
desarrollo del país, solo el desarrollo individual, de ahí que Germaná esté en contra
de ese pensamiento tildándolo de pensamiento “occidental”, pero esto sería un
exceso ya que no todo pensamiento que viene de afuera contribuye a la
colonización mental como dice, hay otros, más bien buscan la descolonización y
son muy importantes para el desarrollo del país.
Así mismo, hoy se intenta imponer una cultura de pensamiento meritocrático
que corresponde al capitalismo, la mayoría de profesionales profesan un culto al
pensamiento de la autorealización individual donde importa mucho la autoestima,
la empatía, la procrastinación, etc. donde el estudiante es capaz de enfrentarse
como un superhombre a todo cuanto se le presenta, de ahí que se plantee que en
realidad están buscando en el estudiante universitario

Una cultura académica individualista y comercial cuyo eje es el


adiestramiento acompañado de conceptos tales como productividad,
competitividad, calidad, excelencia y evaluación que estimula el egoísmo,
atentando contra la colaboración académica y el trabajo colectivo… (Lora y
Recendez: 2009:12)
Un hombre individualista preocupado solo por él, donde no le importa los
demás, ese es al tipo de educación que busca imponerse en el sistema educativo
universitario, es decir, un profesional preparado para enfrentar con toda la fuerza
del mundo los fracasos y los éxitos de la vida.
En esta lógica se inscribe el diagnóstico del hombre moderno que hace
Byung-Chul Han quien dice que “se vive con la angustia de no hacer siempre todo
lo que se puede, y si no se triunfa, es culpa suya.” (2018) es decir hacer pensar al
individuo que todo empieza en uno y acaba en él mismo, y que, por eso mismo, es
quien debe sacrificarse y auto explotarse hasta convertirse en un ser cansado y
“quemado” (Han, 2018) creyendo que se realiza, cuando en realidad es el sistema
que genera estas condiciones
¿Como surge este hombre que cree que todo depende de él hasta auto
explotarse creyendo que se realiza plenamente? mediante el sistema educativo,
pues para que este tipo de hombre exista tiene que ser educado, y tiene que ser
educado con un currículo de estudios, el cual se implementa en el sistema de
educación básica y educación superior, es decir en la universidad. Esa sería la
tendencia de la universidad.
Así mismo, el Banco Mundial y otros organismos internacionales, que tiene
amplios poderes en países como el nuestro, operan al amparo de las políticas
monetaristas promueven la privatización de la universidad peruana, pues hoy día
la universidad privada casi duplica en número a las públicas, y esto ocurre no solo
en el país, sino en casi todas regiones del mundo. Veamos lo que hacía el Banco
Mundial desde los años 90 del siglo pasado
a) Se recomienda cancelar el financiamiento público que se asigna a la
educación superior, ya que considera que los sectores sociales de mayor
poder (económico - político) son, los que más se benefician de aquellas,
cuando es la población toda la que financia…
b) El financiamiento público debe suplirse por un pulso a la educación
superior privada, el cual traerá como consecuencias la –mayor percepción
de la educación superior a las señales de mercado.” Los gobiernos de Asia
(que) gastan menos por estudiante en enseñanza superior (…) porque han
podido disminuir los costos medios y movilizar el financiamiento privado a
través de la diferenciación. (Díaz;1999: 4)
El Banco Mundial decía que estas medidas eran recomendaciones, cuando
en realidad eran políticas que se debían cumplir, y así se hizo a lo largo de esa
década, y al parecer continua ese camino. Hoy puede verse que se reduce el gasto
y la participación del Estado para que el sector privado cope aquello que está libre,
y sea este el que expanda la oferta universitaria.
También dentro de esas recomendaciones se contemplaba que “la
diversificación del financiamiento de la educación superior, requiere que los
beneficiarios directos de este sistema educativo realicen un significativo aporte
económico por el servicio que recibe… (y) las instituciones universitarias
promueven la venta de servicios académicos (Díaz, 1999, 5) aquí dice claramente
que los beneficiarios cubran los gastos que demande el servicio educativo, es decir
que el estudiante o su apoderado contribuya a mantener la educación del hijo en la
universidad, y en esa misma dirección el BM también plantea que las universidades
vendan servicios académicos, el cual se entiende que el alumno pague por la
educación que reciba, esto es la puerta libre para la promoción de las universidades
privadas. Y esto es lo que ha venido dándose y se busca que se siga haciéndose.
En esta tendencia de hacia dónde va la universidad peruana, ella tiende cada
vez más a la elitización, pues cada vez es más difícil encontrar como grupo social
a estudiantes que provengan de los estratos más desfavorecidos de la sociedad.
La universidad peruana se hace segregadora, donde se reproduce la desigualdad
social, solo ingresan a ella los que pueden pagar una preparación de alto costo, y
solventar estudios por el tiempo que dura la carrera. El resto de los jóvenes opta
por oficios de bajo nivel y salario, lo cual hace que se reproduzca la pobreza.
Dos miradas sobre la tendencia de la universidad peruana. La primera está
de acuerdo con los cambios que vienen dándose y dice que ella generara la
universidad que el país necesita, generara los profesionales que el mercado laboral
demanda a la universidad, por tanto, debe aplicarse a como dé lugar la ley
universitaria aprobada el 2014. El otro enfoque sobre los cambios que vienen
dándose en la universidad peruana apunta a señalar que todo esto va rumbo a un
proceso de privatización de la universidad pública, que por más que se diga que la
ley universitaria es para tener mejores universidades, en realidad apunta a la
consolidación de una universidad de tipo empresarial que garantice la dominación
capitalista.
Siendo este tema un asunto tan actual nada lo que se dice aquí puede
tomarse como una verdad acabada ni completa, por lo que seguramente habrá
correcciones a la luz de mejores fuentes y entendimientos que nos depara nuestro
interés por saber hacía donde se encamina la universidad peruana.
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