Vialucis
Vialucis
Vialucis
Del Evangelio según San Mateo 28, 1-7. (cf. Mc 16, 1-8; Lc, 24, 1-9; Jn 20, 1-
2).
Comentario
Cuando todo parece que está acabado, cuando la muerte parece haber dicho la
última palabra, hay que proclamar llenos de gozo que Cristo vive, porque ha
resucitado. Esa es la gran noticia, la gran verdad que da consistencia a nuestra
fe, que llena de una alegría desbordante nuestra vida, y que se entrega a
todos: "hasta a los muertos ha sido anunciada la Buena Noticia" (1 Pe 4, 6),
porque Jesús abrió las puertas del cielo a los justos que murieron antes que Él.
Oración
SEGUNDA ESTACIÓN.
EL ENCUENTRO CON MARÍA MAGDALENA.
Del Evangelio según San Juan 20, 10-18 (cf. Mc 16, 9-11; Mt 28, 9-10).
Comentario
La Magdalena ama a Jesús, con un amor limpio y grande. Su amor está hecho
de fortaleza y eficacia, como el de tantas mujeres que saben hacer de él
entrega. María ha buscado al Maestro y la respuesta no se ha hecho esperar:
el Señor reconoce su cariño sin fisuras, y pronuncia su nombre. Cristo nos
llama por nuestros nombres, personalmente, porque nos ama a cada uno. Y a
veces se oculta bajo la apariencia del hortelano, o de tantos hombres o
mujeres que pasan, sin que nos demos cuenta, a nuestro lado.
Oración
Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, la tradición cristiana nos dice
que la primera visita de tu Hijo resucitado fue a ti, no para fortalecer tu fe, que
en ningún momento había decaído, sino para compartir contigo la alegría del
triunfo. Nosotros te queremos pedir que, como María Magdalena, seamos
testigos y mensajeros de la Resurrección de Jesucristo, viviendo contigo el
gozo de no separarnos nunca del Señor.
TERCERA ESTACIÓN.
JESÚS SE APARECE A LAS MUJERES
Las mujeres se ven desbordadas por los hechos: el sepulcro está vacío y un
ángel les anuncia que Cristo vive. Y les hace un encargo: anunciadlo a los
apóstoles. Pero la mayor alegría es ver a Jesús, que sale a su encuentro.
Comentario
Las mujeres son las primeras en reaccionar ante la muerte de Jesús. Y obran
con diligencia: su cariño es tan auténtico que no repara en respetos humanos,
en el qué dirán. Cuando embalsamaron el cuerpo de Jesús lo tuvieron que
hacer tan rápidamente que no pudieron terminar ese piadoso servicio al
Maestro. Por eso, como han aprendido a querer, a hacer las cosas hasta el
final, van a acabar su trabajo. Son valientes y generosas, porque aman con
obras. Han echado fuera el sueño y la pereza y, antes de despuntar el día, ya
se encaminan hacia el sepulcro. Hay dificultades objetivas: los soldados, la
pesada piedra que cubre la estancia donde está colocado el Señor. Pero ellas
no se asustan porque saben poner todo en manos de Dios.
Oración
CUARTA ESTACIÓN.
LOS SOLDADOS CUSTODIAN EL SEPULCRO DE CRISTO
Para ratificar la resurrección de Cristo, Dios permitió que hubiera unos testigos
especiales: los soldados puestos por los príncipes de los sacerdotes,
precisamente para evitar que hubiera un engaño.
Comentario
QUINTA ESTACIÓN.
PEDRO Y JUAN CONTEMPLAN EL SEPULCRO VACÍO
Los apóstoles han recibido con desconfianza la noticia que les han dado las
mujeres. Están confusos, pero el amor puede más. Por eso Pedro y Juan se
acercan al sepulcro con la rapidez de su esperanza.
Del Evangelio según San Juan 20, 3-10 (cf. Lc 24, 12).
Comentario
Oración
SEXTA ESTACIÓN.
JESÚS EN EL CENÁCULO MUESTRA SUS LLAGAS A LOS APÓSTOLES
Los discípulos están en el Cenáculo, el lugar donde fue la Última Cena.
Temerosos y desesperanzados, comentan los sucesos ocurridos. Es entonces
cuando Jesús se presenta en medio de ellos, y el miedo da paso a la paz.
Del Evangelio según San Lucas 24, 36-43 (cf. Mc 16, 14-18; Jn, 20, 19-23).
Comentario
Cristo resucitado es el mismo Jesús que nació en Belén y trabajó durante años
en Nazaret, el mismo que recorrió los caminos de Palestina predicando y
haciendo milagros, el mismo que lavó los pies a sus discípulos y se entregó a
sus enemigos para morir en la Cruz. Jesucristo, el Señor que es verdadero Dios
y hombre verdadero. Pero los apóstoles apenas pueden creerlo: están
asustados, temerosos de correr su misma suerte. Es entonces cuando se
presenta en medio de ellos, y les muestra sus llagas como trofeo, la señal de
su victoria sobre la muerte y el pecado. Con ellas nos ha rescatado. Han sido el
precio de nuestra redención. No es un fantasma. Es verdaderamente el mismo
Jesús que los eligió como amigos, y ahora come con ellos. El Señor, que se ha
encarnado por nosotros, nos quiere mostrar, aún más explícitamente, que la
materia no es algo malo, sino que ha sido transformada porque Jesús la ha
asumido.
Oración
SÉPTIMA ESTACIÓN.
EN EL CAMINO DE EMAÚS
Esa misma tarde dos discípulos vuelven desilusionados a sus casas. Pero un
caminante les devuelve esperanza. Sus corazones vibran de gozo con su
compañía, sin embargo sólo se les abren los ojos al verlo partir el pan.
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día a una aldea llamada
Emaús (...). Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se
puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo (...) Y
comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se
refería a Él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, Él les hizo
ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron diciendo: "Quédate con
nosotros porque atardece y el día va de caída". Y entró para quedarse con
ellos.
Comentario
Oración
OCTAVA ESTACIÓN.
JESÚS DA A LOS APÓSTOLES EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS.
Del Evangelio según San Juan 20, 19-23 (cf. Mc 16, 14; Lc 24, 36-45).
Comentario
Oración
Señor Jesús, que sepamos descubrir en los sacerdotes otros Cristos, porque
has hecho de ellos los dispensadores de los misterios de Dios. Y, cuando nos
alejemos de Ti por el pecado, ayúdanos a sentir la alegría profunda de tu
misericordia en el sacramento de la Penitencia. Porque la Penitencia limpia el
alma, devolviéndonos tu amistad, nos reconcilia con la Iglesia y nos ofrece la
paz y serenidad de conciencia para reemprender con fuerza el combate
cristiano.
NOVENA ESTACIÓN.
JESÚS FORTALECE LA FE DE TOMÁS.
Tomás no estaba con los demás apóstoles en el primer encuentro con Jesús
resucitado. Ellos le han contado su experiencia gozosa, pero no se ha dejado
convencer. Por eso el Señor, ahora se dirige a él para confirmar su fe.
Comentario
Tomás no se deja convencer por las palabras, por el testimonio de los demás
apóstoles, y busca los hechos: ver y tocar. Jesús, que conoce tan íntimamente
nuestro corazón, busca recuperar esa confianza que parece perdida. La fe es
una gracia de Dios que nos lleva reconocerlo como Señor, que mueve nuestro
corazón hacia Él, que nos abre los ojos del espíritu. La fe supera nuestras
capacidades pero no es irracional, ni algo que se imponga contra nuestra
libertad: es más bien una luz que ilumina nuestra existencia y nos ayuda y
fortalece para reconocer la verdad y aprender a amarla. ¡Qué importante es
estar pegados a Cristo, aunque no lo sintamos cerca, aunque no lo toquemos,
aunque no lo veamos!
Oración
DÉCIMA ESTACIÓN.
JESÚS RESUCITADO EN EL LAGO DE GALILEA
En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de
Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás
apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos
discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar". Ellos contestan:
"Vamos también nosotros contigo". Salieron y se embarcaron; y aquella noche
no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la
orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: "Muchachos,
¿tenéis pescado?". Ellos contestaron: "No". Él les dice: "Echad la rea a la
derecha de la barca y encontraréis". La echaron, y no tenían fuerzas para
sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le
dice a Pedro: "Es el Señor".
Comentario
Oración
Señor Jesús, haz que nos sintamos orgullosos de estar subidos en la barca de
Pedro, en la Iglesia. Que aprendamos a amarla y respetarla como madre.
Enséñanos, Señor, a apoyarnos no sólo en nosotros mismos y en nuestra
actividad, sino sobre todo en Ti. Que nunca te perdamos de vista, y sigamos
siempre tus indicaciones, aunque nos parezcan difíciles o absurdas, porque
sólo así recogeremos frutos abundantes que serán tuyos, no nuestros.
UNDÉCIMA ESTACIÓN.
JESÚS CONFIRMA A PEDRO EN EL AMOR
Jesús ha cogido aparte a Pedro porque quiere preguntarle por su amor. Quiere
ponerlo al frente de la naciente Iglesia. Pedro, pescador de Galilea, va a
convertirse en el Pastor de los que siguen al Señor.
Comentario
Oración
Señor Jesús, que sepamos reaccionar antes nuestros pecados, que son
traiciones a tu amistad, y volvamos a Ti respondiendo al amor con amor.
Ayúdanos a estar muy unidos al sucesor de Pedro, al Santo Padre el Papa, con
el apoyo eficaz que da la obediencia, porque es garantía de la unidad de la
Iglesia y de la fidelidad al Evangelio.
DUODÉCIMA ESTACIÓN.
LA DESPEDIDA: JESÚS ENCARGA SU MISIÓN A LOS APÓSTOLES
Antes de dejar a sus discípulos el Señor les hace el encargo apostólico: la tarea
de extender el Reino de Dios por todo el mundo, de hacer llegar a todos los
rincones la Buena Noticia.
Del Evangelio según San Mateo 28, 16-20. cf. Lc 24, 44-48.
Comentario
Los últimos días de Jesús en la tierra junto a sus discípulos debieron quedar
muy grabados en sus mentes y en sus corazones. La intimidad de la amistad
se ha ido concretando con la cercanía del resucitado, que les ha ayudado a
saborear estos últimos instantes con Él. Pero el Señor pone en su horizonte
toda la tarea que tienen por delante: "Id al mundo entero...". Ese es su
testamento: hay que ponerse en camino para llevar a todos el mensaje que
han visto y oído. Están por delante las tres grandes tareas de todo apóstol, de
todo cristiano: predicar, hablar de Dios para que la gente crea; bautizar, hacer
que las personas lleguen a ser hijos de Dios, que celebren los sacramentos; y
vivir según el Evangelio, para parecerse cada día más a Jesús, el Maestro, el
Señor.
Oración
Señor Jesús, que llenaste de esperanza a los apóstoles con el dulce mandato
de predicar la Buena Nueva, dilata nuestro corazón para que crezca en
nosotros el deseo de llevar al mundo, a cada hombre, a todo hombre, la
alegría de tu Resurrección, para que así el mundo crea, y creyendo sea
transformado a tu imagen.
DÉCIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS ASCIENDE AL CIELO
Cumplida su misión entre los hombres, Jesús asciende al cielo. Ha salido del
Padre, ahora vuelve al Padre y está sentado a su derecha. Cristo glorioso está
en el cielo, y desde allí habrá de venir como Juez de vivos y muertos.
De los Hechos de los Apóstoles 1, 9-11 (cf. Mc 16, 19-20; Lc 24, 50-53).
Comentario
Oración
Señor Jesús, tu ascensión al cielo nos anuncia la gloria futura que has
destinado para los que te aman. Haz, Señor, que la esperanza del cielo nos
ayude a trabajar sin descanso aquí en la tierra. Que no permanezcamos nunca
de brazos cruzados, sino que hagamos de nuestra vida una siembra continua
de paz y de alegría.
DÉCIMOCUARTA ESTACIÓN
LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO EN PENTECOSTÉS
Comentario
Jesús, el Hijo de Dios, está ya en el cielo, pero ha prometido a sus amigos que
no quedarán solos. Y fiel a la promesa, el Padre, por la oración de Jesús, envía
al Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Muy pegados a
la Virgen, Madre de la Iglesia, reciben el Espíri tu Santo. Él es el que llena de
luz la mente y de fuego el corazón de los discípulos para darles la fuerza y el
impulso para predicar el Reino de Dios. Queda inaugurado el "tiempo de la
Iglesia". A partir de este momento la Iglesia, que somos todos los bautizados,
está en peregrinación por este mundo. El Espíritu Santo la guía a lo largo de la
historia de la humanidad, pero también a lo largo de la propia historia personal
de cada uno, hasta que un día participemos del gozo junto a Dios en el cielo.