Los Origenes Del Espiritismo en La Argen

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XV JORNADAS INTERESCUELAS/DEPARTAMENTOS DE HISTORIA

16 al 18 de septiembre de 2015
Comodoro Rivadavia – Chubut

ORGANIZA:
Departamento de Historia Sede Comodoro Rivadavia
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (U.N.P.S.J.B.)

Número de la Mesa Temática: 81

Título de la Mesa Temática: Diversidad y pluralismo religioso en la Argentina

Apellido y Nombre de las/os coordinadores/as: Fabián Claudio Flores, Paula Seiguer,


Catón Carini

LOS ORÍGENES DEL ESPIRITISMO EN LA ARGENTINA

Juan M. Corbetta y Elizabeth N. Moreno

Museo Roca – Instituto de Investigaciones Históricas


(Ministerio de Cultura, Presidencia de la Nación)

[email protected]; [email protected]
Introducción
El movimiento espiritista kardeciano reconoce hitos fundantes en su doctrina a
nivel mundial. Uno de éstos corresponde a la noche del 31 de marzo de 1848, cuando
las hermanas Fox, habitantes junto a su familia de una pequeña cabaña en la localidad
de Hydesville, New York, establecen comunicación con el mundo de los espíritus: “(…)
¿Es un ser humano quien contesta correctamente a mis preguntas? No hubo ningún
golpe. Luego dijo: Si es un espíritu sufriente, que dé dos golpes. Inmediatamente
resonaron los dos golpes que hicieron temblar la casa”1 (Conan Doyle, 1926: 63).
El otro gran hito fundante se ubica el 18 abril de 1857, cuando Hippolyte Léon
Denizard Rivail, bajo el seudónimo de Allan Kardec, publica Le Livre des Esprits (El
libro de los espíritus), obra que inaugura el movimiento al nominarlo como
“espiritismo” -y “espiritistas” a sus seguidores-, palabras nuevas que según Kardec, se
hacían necesarias para nombrar al fenómeno que se había esparcido por toda América y
Europa.
Los antecedentes inmediatos que permitieron la rápida difusión del espiritismo
pueden encontrarse en la confluencia de diferentes factores: si bien las experiencias de
contacto con el “más allá” forman parte de la historia misma del hombre, nombres como
Emanuel Swedenborg2 y Andrew Jackson Davis3 mencionados por el propio Conan
Doyle, constituyen la prehistoria del movimiento y representan modelos ejemplares de
comunicación con el mundo espiritual y de las capacidades mediumnicas. Estos casos
no son independientes del contexto, ya que se insertaron en el naciente Espiritualismo
como movimiento filosófico, que defendía la esencia espiritual y la inmortalidad del
alma, surgido como respuesta al positivismo imperante en el pensamiento de la época.
Otro de los factores que influyeron y sirvieron de base empírica a la doctrina, fue
el fenómeno de “mesas giratorias y danzantes”, como una técnica evolucionada del
sistema de golpes inaugurado por las hermanas Fox. Varias personas reunidas alrededor
de una mesa colocaban sus manos sobre ella y al cabo de un tiempo ésta comenzaba a
moverse. Ya en el año 1853, en las grandes ciudades tanto de Estados Unidos como de
Europa, todas las miradas estaban dirigidas a lo que el sacerdote Ventura de Raulica -el
más ilustre representante de la teología y de la filosofía católicas de la época-
denominara “el mayor acontecimiento del siglo” (Wantuil y Thiesen, 2007: 275). Para

1
Traducción de los autores
2
Estocolmo, 1688 – Londres, 1772. Fue un científico, teólogo y filósofo sueco.
3
Nacido en Blooming Grove, New York el 11 de Agosto de 1826.
la mayoría de los asistentes, las mesas eran un pasatiempo social como cualquier otro, y
el movimiento observado era explicado mediante la supuesta acción del magnetismo
animal, fluido eléctrico o magnético de propiedades desconocidas propias de los seres
humanos, que según su descubridor Franz Mesmer4, tenía capacidades curativas. Según
el propio Rivail, “el fluido magnético, que es una especie de electricidad, puede muy
bien obrar sobre los cuerpos inertes y hacerlos mover” (Wantuil y Thiesen, 2007: 282).
Todo cambiaría cuando las mesas comenzaron a responder de manera inteligente a
las preguntas de los asistentes, y mediante los golpes de sus patas, producían desde
simples mensajes de carácter doméstico hasta piezas literarias y musicales, completando
muchas veces, obras inconclusas de reconocidos artistas fallecidos. El espiritualismo
como movimiento religioso (también denominado “moderno espiritualismo”), se
desarrolló fuertemente entre 1840 a 1920 y tenía como característica distintiva la
creencia en el contacto con los espíritus de los muertos, que esos espíritus habitaban un
plano espiritual superior que los humanos, y que podían aconsejar sobre problemas
tanto mundanos como espirituales.
El presente trabajo abordará el surgimiento del movimiento espiritista kardeciano
en la Argentina, sus fundadores, el surgimiento de los primeros grupos, sociedades y
publicaciones. Se indagarán las condiciones de posibilidad que hicieron factible su
aparición a partir de las prácticas del magnetismo y las ideas espiritualistas circulantes,
tal como sucediera en el resto del mundo.

Antecedentes: espiritualismo y mesas parlantes en Buenos Aires


Así como en Estados Unidos y Europa, en el Río de la Plata también podemos
ubicar como catalizadores del desarrollo del espiritismo, al menos dos factores
comunes5: el espiritualismo y las mesas parlantes, también llamadas giratorias ò
danzantes. Con respecto al primer punto dice Roig (1969):

Debe el krausismo argentino ser colocado dentro de un movimiento mucho más amplio
que en sus comienzos fue denominado "espiritualismo" por Juan Bautista Alberdi (IV,
461-462) y que ha dado lugar, además, a que se hable de un “período espiritualista" en el
Río de la Plata, tal como lo llama Arturo Ardao (1950). Este movimiento tiene sus raíces

4
Médico alemán, nacido el 23 de mayo de 1734 en Iznang, Suabia. Muere el 5 de marzo de 1815, en
Meersburg, Alemania.
5
Además de la acción de los grandes médiums que se desarrollará más adelante.
en la Generación de 18376, pero recién a partir de 1852 se instaura con fuerza perdurando
de modo casi exclusivo hasta 1890. Después de esta fecha, por obra principalmente del
positivismo, entra en declinación, si bien algunas de sus líneas alcanzan la tercera década
del siglo XX. Este espiritualismo era, además, "romanticismo" en su más amplio sentido;
tanto en su versión racionalista como en la que no se apartó del teísmo tradicional.
Decíamos que el llamado "período espiritualista” comenzó abiertamente a partir de 1852.
Los alumnos de Diego Alcorta, último profesor de filosofía que dictó "ideología" en la
Universidad de Buenos Aires, aquellos que tradujeron a Victor Cousin en 1834; las
enseñanzas de Luis José de la Peña, contemporáneas de las de Alcorta en las que se
introdujo a Laromiguiére y las de José León Banegas entre 1841 y 1852, continuador del
mismo Alcorta en las que se hizo ya decididamente filosofía ecléctica, fueron los
comienzos de la formación de un clima espiritual que llevó a la instauración del
"eclecticismo de cátedra" en el Río de la Plata. Este eclecticismo, más que la filosofía
social de los combativos representantes de la Generación de 1837, habrá de determinar
principalmente el ambiente filosófico de la segunda mitad del siglo XIX a través de
universidades y colegios. Su época de mayor esplendor se produjo alrededor del 70 y sus
últimos representantes los encontraremos casi al rayar el siglo.

El espiritualismo como movimiento filosófico se hallaba pues presente en el Río


de la Plata antes de los sucesos de Hydesville y de la llegada del propio Espada, y
continuará con fuerza hasta 1890. Entre 1880 hasta 1920 aproximadamente, el
positivismo inundará el pensamiento intelectual y científico porteño, motorizando las
polémicas que caracterizaron la relación del espiritismo con la llamada “generación del
80” (Gimeno, Corbetta y Savall, 2010).
En cuanto al origen e inicio de la práctica de sesiones de mesas en Buenos Aires,
el registro más antiguo parece ser el publicado en 1909 en la revista La Fraternidad7, en
un artículo titulado “La mesa giratoria y el tirano Rozas”8, en donde narra una escena
fechada en una noche de abril de 1842. Tiene como protagonista nada menos que a Don
Juan Manuel, y transcurre en una tertulia íntima a la que asistieron su hija Manuelita, el
ministro británico Mr. Mandeville, el edecán de presidencia Corvalán, el jefe de policía
Cuitiño y el padre Viguá. El relato describe a un Mandeville convencido del espiritismo

6
Formada por un grupo de jóvenes intelectuales universitarios argentinos durante el año 1837, cuyos
principales exponentes fueron Domingo Sarmiento, Juan María Gutiérrez, Esteban Echeverría y Juan
Bautista Alberdi. Se caracterizaron por sus ideas políticas, muchas de las cuales las transmitieron
mediante sus obras literarias, influenciadas principalmente por el Romanticismo inglés y francés.
7
Órgano de difusión de la sociedad espiritista homónima.
8
“La mesa giratoria y el tirano Rozas”, revista La Fraternidad, Enero de 1909.
y la posibilidad de comunicación a través de una mesa y a un escéptico Rosas que
desafía dicha creencia. La situación termina con Rosas en la mesa preguntando por el
nombre del espíritu que se estaba comunicando: es Florencio Varela9 el que se presenta
y ante la insistencia del Gobernador, la mesa marca claramente las letras que forman la
palabra A…S…E…S…I…N…O... Rosas pasea una mirada terrible sobre los presente
pero no hace comentario alguno. Sin dudas el relato es mítico y con un manifiesto
contenido político. Por un lado Florencio Varela muere el 20 de marzo de 1848, 6 años
después de la fecha de ubicación del episodio según la nota, por lo que no pudo haberse
presentado como “espíritu”; por el otro lado la Revista Fray Mocho publicará en 1912 el
mismo relato, pero con el agregado del tratamiento de “canalla” al espíritu de Varela
por parte de Rosas y la disolución de la tertulia a rebencazos, luego que lo tildara de
“asesino”. Si bien como suponemos la historia es una construcción mítica que fue
sufriendo agregados y variantes, bien pudo haber sucedido después de la muerte de
Varela (coincidentemente con la difusión de la comunicación mediante golpes y mesas,
después de los sucesos de Hydesville en 1848), pero no por ello deja de ser una
situación prototípica de sesiones de mesa en Buenos Aires.
Un rastreo preliminar nos ha permitido ubicar varias noticias en el diario La
Tribuna10 de Buenos Aires sobre el tema:

Furor magnético – Todo lo hace la moda en este mundo, y sin embargo, hay novelerías
superiores á la moda. El magnetismo hace furor, como dicen los italianos; nadie se ocupa
hoy de los figurines, ni de modas, ni de noviazgos, ni de chismes; las mesas que se
mueven, los sombreros que bailan, los taburetes que caminan, las monedas que se
incrustan; hé aquí los tópicos de todas las conversaciones.
Apenas es posible mirar á una ventana, especialmente por la noche, sin que á la
transparencia de sus cristales, ó por la endija de sus postigos, deje uno de pispar un
circulo de jóvenes y señoritas, agradablemente encadenados, que con los ojos fijos sobre
la superficie de una mesa, atisban sus movimientos y creen ver latir sus poros. Pero,
silencio! ya se mueve, dice el juglar que dirige la cadena magnética; ya levanta un pié….
Aquí empieza la admiración y el sobresalto.
¿Quién pregunta?
Yo! dice una bellísima criatura que hace apenas dos meses se casó,

9
Escritor, periodista y opositor a Rosas. Nace en Buenos Aires en 1807.
10
Comienza a editarse en 1853, fundado por los hijos de Florencio Varela, imbuido todavía del ánimo
celebrante del triunfo de Caseros. Dejo de aparecer en 1884 y tuvo entre sus colaboradores a Adolfo
Alsina.
Dime; me quiere mucho mi esposo? La mesa se estremece…..No se mueve…..Sí; alza
una pata y da un golpecito trémulo, y casi imperceptible. La comitiva rie, acusa de
inconsecuente al recién casado, y este balbucea algunas escusas. La curiosa entretanto
finge querer reir…. Una lágrima ardiente rebienta por salir de sus ojos.
Que pregunte ahora fulanita, dice el corcurso.
No, yo preguntaré, interrumpe otra joven que conserva un noviazgo de doce años. ¿Me
casaré pronto?
La mesa no se mueve, guarda silencio, y este silencio es una sentencia de muerte.
De esta manera, la pícara mesa esparce sobresalto y la amargura en mas de un corazon
curioso. Hé aquí los inconvenientes de la revelación magnética, ó de la presciencia.
Pero nada de lo que entre nosotros sucede es comparable à lo que pasa en Montevideo;
allí, el magnetismo es una fiebre; hay quien asegura haber hecho saltar á mas de una
vara11 del piso una mesa redonda de siete arrobas12.
Otro, que se ha conseguido detener en media calle à un coche con sus caballos.
Persona muy formal, con quien hemos hablado ayer, nos decía: se ocupaban algunos a mi
salida de hacer un ensayo a grande escala, y de aplicar la fuerza magnética al Cerro de
Montevideo, á consecuencia de haberse sabido que otro círculo de ensayadores ha
conseguido mover un poco la Iglesia Matriz.
¡La Iglesia Matriz! Que espanto! –Y se dirá que nuestro siglo no es el siglo de los
prodijios!
Qué espectáculo tan maravilloso no se ofreceria á nuestra vista el dia que mirásemos
cambiar de barrio y de posicion á nuestras Iglesias, y moverse de un punto à otro la
Catedral ó la Pirámide, con la misa facilidad con que se mueven las piezas de un damero!
¡Oh poder de la voluntad y de la noleria! Sin ti, y contigo todo viene a ser farsa en este
mundo!13 [Las cursivas son originales en el texto]

Esta nota que transcribimos completa a modo de ejemplo, es sumamente


importante por varias razones. En primer lugar porque pone de manifiesto el carácter
social del juego de mesas y su gran difusión en Buenos Aires. En segundo lugar porque
ofrece una visión de lo que los espíritas llamarán más adelante “fenómenos objetivos” o
de “efectos físicos” (movimientos de objetos, ya sea grandes o pequeños),
comprobaciones que indican la posible influencia del mundo espiritual en el mundo
material. Estas demostraciones realizadas luego por los grandes médiums serán el
principal motor impulsor para convencer a los asistentes de las verdades de la filosofía
11
Equivalente a 2 - 2,5 metros aproximadamente.
12
Equivalente a más de 70 kilogramos.
13
La Tribuna, Hechos Locales, Año 1 Número 16, Viernes 26 de Agosto de 1853, p. 2
espírita, como veremos más adelante. Asimismo las mesas (luego los espíritus) ya se
muestran contestando preguntas a cuestiones “desconocidas” (o más bien conocidas
pero negadas) de los participantes, es decir los llamados “fenómenos subjetivos”. La
nota habla además de los inconvenientes de las revelaciones del magnetismo, al que
califica como “pre-ciencia” (término comparable quizás hoy en día con el de pseudo-
ciencia).
Sigue además el relato describiendo el furor de estas prácticas también en
Montevideo, y en este sentido la nota termina con un manifiesto tono burlón, que venía
impregnando el texto desde el comienzo.
Todavía en 1857, siguen apareciendo menciones con ironía y burla sobre el
magnetismo:

Rateria – En la calle de la Esmeralda y en direccion a la plaza del retiro, existe un


tendejonsito, cuyo propietario que es un pobre viejo, ha sido magnetizado antenoche con
un grocero garrotaso. El magnetizador le robó el dinero del cajón y huyó. ¿Qué dirán á
esto los serenos? [Las cursivas son originales en el texto]

Otras notas hablan sobre el “fanatismo magnético”, que afecta tanto Buenos Aires
como a Europa14, de fenómenos como la “luz mala”15 y de “casas con duendes”
(fenómenos relacionados con la presencia de espíritus o fantasmas como la Dama de
Blanco16), entre otras temáticas. Esto nos demuestra en principio la circulación en el
imaginario social de las ideas espiritualistas y pre-científicas del magnetismo, que
constituirán el terreno fértil para el nacimiento, crecimiento y desarrollo del movimiento
kardeciano.

Llegada del espiritismo al Río de la Plata


La obra más conocida referida a la historia del movimiento en nuestro país es sin
dudas El espiritismo en la Argentina, de Cosme Mariño17, periodista y político que
dirigiera la Sociedad Constancia durante 49 años. En su libro Mariño refiere:

14
Diario La Tribuna, Año 4 Número 1101, 20 de mayo de 1857, p.2.
15
Diario La Tribuna, Año 4 Número 1105, 28 de mayo de 1857, p.2.
16
Diario La Tribuna, Año 4 Número 1112, 6 de junio de 1857, p.2.
17
Nace en Buenos Aires el 27 de septiembre de 1847 y muere el 18 de agosto de 1927. Co-Fundador con
José C. Paz del Diario La Prensa, y su primer Director.
Por los años 1869 o 1870, llegó a esta capital, Don Justo de espada, caballero español,
oriundo de Málaga (España), que venía a establecerse en el comercio en nuestro país,
munido de cartas de recomendación para su paisano Don Carlos Guerrero, a la sazón
empresario de buques de cabotaje, para su otro paisano Antonio Gómez, almacenero por
mayor (…) y don Henri de Llano, tenedor de libros de la casa Vicente Casares e Hijos y
para otras personas de gran significación en el comercio de esta plaza. Don Justo de
Espada trajo consigo la buena nueva de la aparición del espiritismo (…)

Continúa Mariño relatando que todos los nombrados (Guerrero, Gómez, Llano),
más Francisco Casares, G. Arizabalo y el barbero Torcuato Zubiría, el más entusiasta y
mejor médium del grupo, constituirían la primera sociedad de experimentación, en los
altos de la farmacia de Arizabalo, ubicada frente a la Iglesia de San Nicolás
(actualmente desaparecida), en la esquina de Corrientes y Carlos Pellegrini.
Los autores que se ocuparían posteriormente de la historia del espiritismo
(Bianchi, 1992, Olmos, 2003) tomarían como fuente, la fecha de inicio y el dato de la
conformación de la primera sociedad dados por Mariño en su libro. Incluso ubicarán
como una de las primeras sociedades a la denominada Fe, Esperanza y Caridad en la
calle México 50 (Olmos, 2003:103). A partir de la investigación llevada a cabo entre
2007 y 2010 por el Programa Patrimonio y Creencias del Museo Roca18, se pudo
acceder a nuevas fuentes y bibliografía que modificarían la presunta fecha del comienzo
del movimiento en Buenos Aires y Montevideo (Gimeno, Corbetta y Savall, 2010).
Ya en 1902, Manuel Bilbao en su obra Buenos Aire. Desde su fundación hasta
nuestros días. Especialmente el período comprendido entre los siglos XVIII y XIX
dedicaba el capítulo XXX al espiritismo y allí sostenía:

La primera sociedad espiritista que se fundó en Buenos Aires, se estableció en la calle


Moreno nº 79 antiguo. Fue su fundador el señor José Manuel Flores, al regresar de un
viaje que hizo a Montevideo en Octubre de 1857, y el médium de este centro lo fue el
señor Justo de Espada. En 1858 se fundó un centro que se llamó “Fé, Esperanza y
Caridad” a iniciativa del señor Francisco Casares.

La información brindada por Bilbao era más cercana en fecha a los


acontecimientos relatados, que la del propio Mariño (quien escribiría su historia hacia
1924), pero entraba en contradicción con éste. El enigma lo resolvería César Bogo,
18
Investigación titulada “El espiritismo en la voz de los espiritistas”
periodista espirita quien en 1980, con motivo de celebrarse los 100 años de la Sociedad
La Fraternidad escribe el libro Fraternidad Centenaria y allí expresa (1980 :10):

(…) Pero en 1857 (…) la crónica periodística registra en Buenos Aires, la creación de la
primera sociedad espiritista. Ha llegado Justo de Espada de España con la Buena Nueva
y con la colaboración de José Manuel Flores, se funda “Fé, Esperanza y Caridad” en
nuestro suelo, constituyéndose en la madre casi anónima del espiritismo argentino (...)

Bogo describirá además el hallazgo de una nota formada por U… “(…) lo cual
permite sospechar que se trata del mismo Ugarte y, en tal modo, podemos tomar a la
información que de ella se desprende, en el sentido de que estamos frente a un dato
fresco entonces y digno de toda fe en cuanto a su aval histórico” (Bogo, 1980: 33).
Dicho hallazgo refiere a una nota publicada en 1884 en la revista La Fraternidad, por
Antonio Ugarte (alias U…) titulada “Bosquejo del Espiritismo en Buenos Aires”, donde
describe los primeros fundadores y los primeros grupos que trabajaron en la ciudad,
datos que entran ya en contradicción con lo expresado por Mariño. Pero el hallazgo más
importante está representado por la carta publicada en octubre de ese año y firmada por
el propio Justo de Espada, quien desde Montevideo corrige algunos datos no precisos
del texto de Ugarte.
Si bien esta información resultaba sumamente relevante para la investigación,
Bogo no daba ninguna referencia bibliográfica en su libro, por lo que hubo que recurrir
directamente a las fuentes (Revista La Fraternidad) para confirmar sus dichos.
Efectivamente Ugarte escribe:

A Buenos Aires llegaron las noticias de los progresos de esta doctrina, siendo acojida por
un grupo de hombres amantes á investigar la verdad, los cuales fundaron en el año 1872
una sociedad denominada “Amor al prójimo”, siendo sus iniciadores señor don Justo de
espada, Leandro Croza, Angel Escarnichea, Francisco Casares. La propaganda que esta
hizo dio por resultado la formación de las Sociedades Allan-Kardec, Hijos del progreso y
la Luz, contado entonces con una publicación espiritista cuyo título era la Revelacion
publicada por la Imprenta del Correo Español19

19
U… (Ugarte, Antonio), “Bosquejo del espiritismo en Buenos Aires”, La Fraternidad, Año IV, Nº 3,
Octubre 1º de 1884, p. 45.
El 15 de Octubre20 en la sección “Variedades”, se publica una nota con la réplica
de Justo de Espada, que por su valor histórico para el tema que nos compete,
transcribimos íntegramente:

Variedades. Nuestro artículo denominado Bosquejo del Espiritismo en Buenos Aires,


publicado en el número anterior de esta revista, ha dado por resultado la rectificación que
hace nuestro hermano en creencia Dn. Justo de espada y que la damos gustosos al pié de
estas líneas
Señor Director de “La Fraternidad”.
Buenos Aires
Muy señor mío y querido hermano en creencia Espírita:
Al leer el artículo “Bosquejo del Espiritismo en Buenos Aires, inserto núm. 3 año IV, de
su muy ilustrado periódico; noté una inexactitud de fecha en el estudio y práctica del
Espiritismo en Buenos Aires.
Y como esa inexactitud pudiera comprender que tan culta como progresista ciudad se
demostró refractaria al progreso humano, desde que el estudio y práctica del Espiritismo
evidencia claramente que es un paso que dá el hombre en su indefinido adelanto intelecto
moral, y tan tarde se estudió y practicó en Buenos Aires según el predicho artículo;
confiado en la bondad de vd., voime á permitir la corta y siguiente rectificacion:
A mediados del mes de Octubre de 1857, á consecuencia de un corto viaje hecho por D.
José Manuel Flores á la ciudad de Montevideo, se reunieron en la casa de la calle de
Méjico núm.79, varios amigos con la idea de estudiar prácticamente si era cierto ó nó la
manifestación de un ser inteligente en el llamado trípode.
Visto que era un hecho innegable y teniendo por base que el médium en sus convicciones
era materialista y las comunicaciones enteramente opuestas al materialismo, se trató de
propagarlo que entonces se denominaba “Espiritualismo,” dando á luz un folleto con el
título “Lecciones Espirituales” dadas á luz para reforma de la sociedad; cuyas lecciones
letra á letra fueron recibidas en el trípode por este su hermano que era el médium.
Esa publicación se llevó a cabo en el mes de Marzo de 1858 á penas se había formado
“La Reunión Espiritualista Fé, Esperanza y Caridad” en Buenos Aires.
En julio del mismo año y acompañado por D. Francisco Casares, pasé a Montevideo y
fundamos el grupo, que más tarde sirvió de base para la propagación del Espiritismo en
los Departamentos de la República Oriental del Uruguay.
El Espiritismo se siguió estudiando y practicando por la reunión Espiritual, después
Espiritista, “Fé, Esperanza y Caridad,” en Buenos Aires hasta fines del año 1866 en que

20
de Espada, Justo. Sección Variedades, La Fraternidad, Año IV, Nº 4, Octubre 15 de 1884, p. 63-64.
se disolvió, si bien sostenida la creencia y su propaganda por el celo, la abnegación y la
constancia de nuestro muy querido hermano Casares, que no cejó jamás ante sacrificio
alguno con tal de que diera por fruto un creyente más en la verdad Espírita.
Según mis pobres recursos intelectuales seguí ayudando á dicho hermano, y á su ruego
pasé desde Montevideo a Buenos Aires para formar el núcleo que al desarrollarse produjo
la sociedad “Amor al Prójimo.”
Por lo tanto, esa sociedad como los grupos ó círculos de Las Piedras, San José, Cerro
Largo, Pando, Canelones, 33 y Santa Rosa de la República Oriental del Uruguay, tienen
por matriz la “Reunion Espiritual Fé, Esperanza y Caridad”, fundada en Buenos Aires, en
el mes de marzo de 1858.
Terminado el objeto de estas mal perjeñadas líneas, ruega á vd. le dispense la molestia
que con ellas le causaré, su hermano y S. S. Q. B. S. M.
JUSTO DE ESPADA.
Montevideo, 3 de Octubre de 1884.

No nos queda claro todavía, ya sea por falta de documentación o porque la misma
está incompleta, si Flores conoce a Espada en Montevideo y viene con éste a Buenos
Aires, o si Flores conoce el espiritualismo en Montevideo y al volver organiza con
Espada, que ya estaba en Buenos Aires, la primera sociedad. Lo que sí sabemos es que
Espada pasa a Montevideo con Casares en Julio de 1848 para difundir el espiritualismo
y luego retorna para colaborar con él en la fundación de “Amor al Prójimo”. Si la
primera Sociedad fundada por Espada y Casares (Fé, Esperanza y Caridad) sobrevivió
hasta 1866, podemos ubicar el origen de Amor al Prójimo (la segunda fundada por ellos
mismos) entre 1866 y 1872, pues en junio de 1872 Espada ya estaba en Montevideo21.
Quizás este viaje de retorno “refundacional” sería el hecho que relata Mariño y que
ubica entre los años 1869-1870 como primera llegada a Buenos Aires, desconociendo la
actividad anterior del malagueño. Más allá de esto, es interesante destacar que al ser
Espada el médium, el reconocimiento como padre del espiritismo en el Río de la Plata
recae sobre él y no sobre Flores.
Espada tuvo una fecunda labor en Uruguay, realizando intercambios con distintas
sociedades espiritistas y siendo por ejemplo su domicilio (Queguay nro. 74) 22 el lugar
de suscripción de publicaciones como la Revista Espiritista de Barcelona23, de la cual
tomará el título completo (Revista Espiritista, periódico de Estudios Sicológicos) para
21
La Revista Espiritista de Montevideo dirigida por Espada publica su primer número en Junio de 1872.
22
Revista Espiritista, periódico de Estudios Psicológicos, Año IV, Barcelona, marzo de 1874, p.1
23
Cuyo primer número se edita en mayo de 1869.
su propia publicación, iniciada en Junio de 1872, en la que ya figura (desde el título) la
palabra “espiritista”. Muere el 10 de junio de 1893, en Montevideo, siendo presidente
aún de “Fé, Esperanza y Caridad” de Montevideo, que llegó a cumplir 21 años de
existencia. Como dato anecdótico, la Revista Fray Mocho en una nota titulada “Las
ciencias ocultas en Buenos Aires. El Espiritismo”24, publica la única supuesta fotografía
conocida de Justo de Espada, y en su epígrafe dice “Don Justo de Espada, que en 1859
introdujo oficialmente en Buenos Aires la doctrina espiritista, fundando el primer centro
de estudios prácticos en la botica del señor Arizabalo, frente a la iglesia San Nicolás”,
para sumarse así a la confusión, al agregar un nuevo año a la lista de posibles fechas.

Los primeros grupos y sociedades


Basándonos en la información previamente presentada, sabemos entonces que el
primer grupo se conformó entre octubre de 1857 y marzo de 1858, bajo la
denominación Fé, Esperanza y Caridad, y contó al menos con la participación de José
Manuel Flores y Justo de Espada. Esta asociación sobrevivió hasta 1866. Entre esta
fecha y 1872 (probablemente entre 1869-1870), Espada retorna a Buenos Aires desde
Montevideo con Casares, para fundar Amor al Prójimo. Desde aquí las referencias que
se tienen corresponden a la historia de Cosme Mariño (1963) y a ella recurriremos como
única fuente conocida en la actualidad.
Según Mariño, la primera sociedad de experimentación nucleaba a Justo de
Espada, Carlos Guerrero, Henri de Llano, Francisco Casares, G. Arizabalo
(farmacéutico) y Torcuato Zubiría (barbero, el más entusiasta y mejor médium del
núcleo). Se reunían de noche en los altos de la farmacia de Arizabalo, en Corrientes
esquina Carlos Pellegrini frente a la Iglesia de San Nicolás. Se disolvió al poco tiempo,
así como otras sociedades, por falta de experiencia e ignorancia. Según Gómez y de
Llano, los fenómenos obtenidos eran convincentes pero frívolos, por poco conocimiento
y suficiencia (Mariño, 1963:8). Desconocemos si ésta era la sociedad fundada por
Espada y Flores en 1858, ya que Mariño no ofrece datos ni del nombre del grupo, y
tampoco menciona a Flores entre sus miembros.
Tiempo después, Francisco Casares y Henri de Llano fundan un pequeño centro
(en casa de Casares), incorporando al Dr. Camilo Clausolles (médico homeópata y
alópata), al Ing. Lasange (quien edificó en Bs. As. el primer Sanatorio “Primer Instituto

24
Soiza Reilly, “Las Ciencias Ocultas en Buenos Aires. El Espiritismo”. Fray Mocho, Año I, Nº 22, 27 de
septiembre de 1912.
Sanitario Modelo, casa de Expósitos”), al Ing. Rafael Hernández (hermano del autor del
Martín Fierro), al propio Justo de Espada, Angel Scarnicchia (profesor de idiomas),
Garciarena (médium escribiente y parlante) y al Ing. Carlos Santos (médium escribiente
y parlante).
Es en este momento que comienzan a vislumbrarse las primeras diferencias y por
ende los primeros conflictos. Los integrantes se dividieron en “teóricos” (Espada),
quienes sostenían que los fenómenos mediumnicos tenían una importancia secundaria y
“prácticos” (Scarnicchia), cuya opinión era contraria a éstos. Casares opinaba que lo
esencial era la observación de los fenómenos. Ante estas diferencias, surgieron 3 nuevos
centros, a partir del núcleo formado en la casa de Casares: los prácticos, dirigidos por
Camilo Clausolles junto al Ing. Lasange y Estela Guerineau, médium tucumana de
efectos físicos e inteligentes. Este grupo se disuelven al morir Lasange, además de que
Guerineau era enemiga de trabajar en Centros formados y prefería hacerlo en su casa;
los teóricos, formado por Justo de Espada quien se ocupaba exclusivamente de estudiar
y comentar la obra de Allan Kardec. Luego se traslada a Montevideo, Uruguay, donde
funda un Centro que no prospera ni consigue suficientes seguidores como para perdurar
luego de su muerte; y los teórico–prácticos, con Ángel Scarnicchia, Rafael Hernández,
Carlos Santos, Garciarena, Nuthal (yerno de Scarnicchia), Ortiz, Raffo, el médium de
efectos físicos Camilo Brediff y otros, quienes fundan la sociedad Constancia, en
febrero de 1877.
Una vez disuelto el grupo de los prácticos (Clausolles, Llano y otros) continuaron
trabajando en privado en la casa de la médium de efectos físicos Estela Guerineau, junto
a Modesto Rodríguez Freire, uno de los redactores del Correo Español. A las reuniones
de este grupo asistían don Antonio Ugarte y su esposa Rosa Basset, quienes en 1877, ya
visitaban la sociedad “Caridad”, en la esquina de Montevideo y Arenales. Dicha
sociedad estaba presidida por un tal González, y contaba con la presencia de un médium
parlante llamado Miguel Hortiguera. Posteriormente en 1880, Ugarte y Basset junto a
otros integrantes (algunos provenientes de Caridad), fundarían La Fraternidad,
alrededor de la mediumnidad curativa y auditiva de Basset25.
La fuente más antigua sobre la cantidad de sociedades espiritistas en Buenos Aires
a mediados del S. XIX es la revista La Revelación26. En la Sección noticias se informa

25
Cabe destacar que tanto “Constancia” como “La Fraternidad”, ambas ubicadas en la Ciudad de Buenos
Aires, son las asociaciones espiritistas más antiguas que continúan en funcionamiento en todo el mundo.
26
Revista La Revelación, Sección Noticias, Año I Nro. 1, Buenos Aires, 10 de noviembre de 1876, p.12
de la existencia de cinco centros: La Luz, Progreso, Caridad, Allan Kardec y
Fraternidad, detallando los días de reunión de sesiones ordinarias y extraordinarias,
pero sin especificar la ubicación exacta de cada una, recurriendo en cada caso a la frase
“en el local de costumbre”. Casi un año después menciona la visita del médium Camilo
Bredif a la sociedad de Chivilcoy Luz del Oeste, de la cual no hay noticias previas de su
fundación.
Es difícil establecer el número de sociedades y cantidad de asistentes a las
mismas, ya que como era habitual, los grupos se reunían de manera informal en sus
domicilios y no se han hallado registros escritos al respecto. Los únicos datos
disponibles ya corresponden a fechas cercanas a 1890, gracias a las publicaciones de
algunos que sí se institucionalizaron, como Constancia o La Fraternidad, por ejemplo,
quienes en sus revistas doctrinarias agregaban algunas noticias sobre nuevos grupos o
sociedades que se iban fundando tanto en Buenos Aires como en otras provincias.

Primeras publicaciones
La publicación espírita más antigua encontrada en Buenos Aires hasta hace algún
tiempo era la revista La Revelación. Su primer número aparece fechado el 10 de
noviembre de 1876. Comenzó a publicarse en Buenos Aires y el subtítulo especificaba
“revista científico religiosa bonaerense”. Estaba bajo la dirección de Leopoldo Nóvua y
la redacción funcionaba en la dirección de éste, Venezuela 255. Se editaban tres
números mensuales (los días 10, 20 y 30 de cada mes), con una tirada de cuatrocientos
ejemplares. Contaba con doce páginas más una separata en donde se publicaban libros
espiritistas. El primero de ellos fue El Libro de los Espíritus, la versión más antigua
editada en Buenos Aires en idioma español. También podemos encontrar en varios
números, notas de carácter doctrinal firmadas por J. de E. (Justo de Espada), en algunos
casos mencionando como fuente la Revista Espirita de Montevideo y en otros como
colaboraciones especiales. La revista se imprimía en la imprenta de Romero Giménez,
de El Correo Español27 debido a la afinidad de Modesto Rodríguez Freire con la
doctrina. El último número hallado corresponde al 30 de junio de 1877, y se desconoce
el destino de la publicación o hasta cuándo fue editada.
La segunda publicación de la cual se tienen noticias (y de la que no se han
encontrado ejemplares) habría sido La Caridad, editada por Antonio Ugarte mientras

27
Revista La Fraternidad, Año IX, Nro. 143, Enero de 1911, p.3
pertenecía a la sociedad homónima. Según Ugarte sólo se publicaron por iniciativa suya,
los números de enero y febrero de 1878, pues la sociedad quedó luego disuelta.
El Domingo 4 de Noviembre de 1877, sólo algunos meses después de constituida
la sociedad, se publicará el primer número de Constancia, revista semanal espiritista
bonaerense, cuya administración se ubicaba en Méjico 329 y era impresa también por la
imprenta de El Correo Español, Potosí 105-107. Esta revista, órgano de difusión de la
sociedad del mismo nombre, continúa publicándose en la actualidad, sin haber
experimentado interrupciones, y constituye una de las fuentes más importantes de la
historia del movimiento espiritista en Argentina. Algunos años después, el 15 de
septiembre de 1881, la sociedad La Fraternidad comenzará su propia publicación,
constituyéndose en otra fuente invalorable para el estudio del kardecismo. Esta revista
se publicó hasta el mes de diciembre de 1965.
Una de las fuentes más importantes que hemos ubicado a la fecha en la Sala del
Tesoro de la Biblioteca Nacional, es el folleto Lecciones Espirituales de Justo de
Espada, pues constituye el primer documento de carácter mediúmnico y doctrinal que
circuló entre los primeros grupos en Buenos Aires. El mismo está impreso en esta
Ciudad, en la Imprenta Americana de la calle Potosí Nº 62 en 1858 y consta de 66
páginas. Sin dudas este documento mencionado por Espada en su respuesta a Ugarte28
en 1884, es fundamental ya que por un lado permite ubicar al padre del espiritismo
argentino en Buenos Aires y en la fecha indicada por éste. Y por el otro lado, su
contenido revela elementos interesantes del proceso de transformación del
espiritualismo en espiritismo. El folleto comienza con máximas morales y religiosas en
las primeras siete páginas, tales como “Nada es comparable con la eternidad”, “La salud
eterna, es el premio de la virtud”, etc. Luego a partir de la página nueve inicia lo que
llama las Lecciones Sociales: “Debes temer siempre á los aduladores, porque son
plantas parasitas que se acojen al árbol mas frondoso para medrar á su sombra. Amistad,
codicia, verdad (…) “. Continúa con un Acto de contrición: “¡Supremo hacedor de todo
lo criado! yo, tu humilde siervo, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido
(…)”.

Y ya en la página 19 a partir del último párrafo incorpora expresiones tales como:

28
de Espada, Justo. Sección Variedades, La Fraternidad, Año IV, Nº 4, Octubre 15 de 1884, p. 64
(…) Las razones que algunos ignorantes profieren sobre la posibilidad de presentarse los
espíritus al trípode, las verán pulverizadas y destruidas con la publicación de todas sus
revelaciones. Muchas personas dudan por su poco alcance, ó porque ignorando los
designios de Dios, creen conocer lo que no pueden comprender (…) Maravilla parecerá á
algunos ver que luce la antorcha de la fé en el trípode, sin querer confesar su malvada
idea (…) Los espíritus puros solo los conoce el destinado por Dios; no gozarán muchos
tan señalado favor. Las revelaciones espirituales las dá Dios á los hombres que tiene
escojidos para la rejeneracion material y espiritual del hombre. (…) Las lecciones que
recibas de los espíritus puros no solo te conducen al bien, sino que te retraen del mal. No
juzgues de lijero al oir que se presentan los espíritus al trípode. La prueba es fácil.
¡Cuántos son los que han conocido el fenómeno! “¡Muchos!” Pero como no á todos ha
dado el mismo resultado favorable, de ahí el negar la posibilidad. (…) Las revelaciones
espirituales no tienen mas objeto que la objeto que la salud eterna. ¡No creas, imbécil, que
el que tiene Dios elejido para tan trascendental tarea cristiana, hará de ella otro sistema
que el que le marque con sus revelaciones! (…) ¡Por qué niegas el fenómeno! Es porque
lo consideras imposible! Entonces niegas el poder de Dios: no es por eso! Serás
envidioso! No! Pues serás ignorante! No hay mas de esos tres senderos: negarlo como
ateo, envidiarlo como malvado ó ridiculizarlo como ignorante (…).

Aquí el autor pone de manifiesto la importancia de dar crédito a las


comunicaciones de los espíritus mediante el trípode29, y las variadas respuestas de los
testigos frente a esas comprobaciones. Es interesante destacar que si elimináramos
estos párrafos, el texto podría perfectamente tratarse de máximas morales dirigidas
principalmente a los cristianos católicos. De hecho, otro documento de similar
contenido impreso en Montevideo y fechado en 184830 expone una serie de consejos
morales, sin mencionar en ninguna de sus 151 páginas nada relacionado con los
espíritus o el trípode. Consecuentemente la portada aclara “Publicadas por un hijo de la
Católica Iglesia. J. de E.” y en varios párrafos hace abierta apología y defensa de la
Iglesia:

(…) La religion Católica, que es la verdadera, tiene por base dada por el Dios Hombre la
persuasión, la humildad y el modelo (…) La relijion Católica observada
escrupulosamente por los hombres es un manantial de consuelos y delicias para la criatura

29
Mesa de tres patas utilizada para la comunicación con los espítitus.
30
J. de E. [atribuido a Justo de Espada] (1858), Reflexiones. Sobre la reforma moral y relijiosa que
necesita la sociedad para que marche à su verdadera felicidad. Publicadas por un hijo de la Católica
Iglesia J. de E. Montevideo: Imprenta de Jaime Hernandez,
virtuosa (…) La relijion Católica, como verdadera, ha tenido y tiene mas enemigos (…)
Todo pueblo rejido por la santa y humanitaria máxima instituida por Dios en el decalogo
de “Amor al prójimo”, debe gozar una perpetua paz (…)

La autoría atribuida a Justo de Espada es indudable, incluso por varios párrafos


que se repiten idénticos entre ambos folletos. No se desprende de las portadas cuál fue
publicado primero y cual después, pero lo cierto es que nos muestra la perfecta
convivencia y la falta de conflicto (por lo menos en su autor) entre la fe católica y las
nuevas revelaciones de los espíritus. No es casual para nosotros que la primera sociedad
fundada por él lleve el nombre de Fé, Esperanza y Caridad, las tres virtudes teologales
establecidas en el Concilio de Trento. Cabe destacar además que en ningún momento
Espada menciona las palabras “espiritismo”, “espiritista” ni tampoco hace referencia
alguna a Kardec en los folletos y sí lo hará en la Revista Espiritista que edita en Junio
de 1872 (catorce años después) en Montevideo. Esto nos lleva a pensar en el origen del
espiritismo en Argentina como un proceso y no como un hecho puntual que pueda ser
situado en una fecha y lugar determinados.

Los grandes médiums


No podemos dejar de mencionar a los grandes motores de la expansión de la
doctrina espiritista en el mundo y en Argentina: los médiums y sus fenómenos. Ya
hicimos referencia a la particularidad del reconocimiento de Espada como padre
fundador, debido probablemente a sus capacidades mediúmicas, gracias a las cuales
recibió y publicó los folletos antes descriptos.
Hablábamos anteriormente de Estela Guerineau de Rodríguez Freire, quien hasta
hoy detenta el título de la primera médium de efectos físicos31 argentina. Nacida en
Tucumán, vino a vivir a Buenos Aires, y realizó innumerables sesiones de
experimentación (levitación de mesas, escritura automática, etc.). El espíritu guía de la
médium era el del ingeniero Lasange, quien había participado en los primeros grupos
formados en Buenos Aires junto a ella en vida. Personalidades como el general Bosch,
los doctores Roberto Cano y Pedro Paso y el prestigioso abogado José María Rosa,
ministro de hacienda durante la presidencia de Julio A. Roca, se mencionan como
testigos de sus grandes prodigios. En 1912 la revista Fray Mocho publicó la única foto

31
Aquellas experiencias mediumnicas que demostrarían la capacidad de los espíritus de influir sobre el
mundo material mediante múltiples manifestaciones.
conocida (atribuida) de la médium32 con el epígrafe “Doña Estela Guerineau de
Rodríguez Freire, médium de efectos físicos”. Su muerte se ubica alrededor del mes de
diciembre de 1912.
El otro gran médium que circuló en los orígenes del movimiento se llamaba
Camilo Brédif. Había nacido en Francia en 1846 y su profesión era la de fotógrafo. Su
nombre permanece grabado en el mármol que actualmente conserva la sociedad
Constancia junto al de los otros once fundadores. Fue reconocido como un factor
decisivo del despegue espiritista, según puede leerse en una crónica de la época:

No hace mucho nadie se atrevía, como ahora, a decir en alta voz y delante de todos: Yo
soy espiritista (…). Ha bastado la llegada de un médium de Efectos Físicos y
Materialización, el Señor Don Camilo Brédif, para que con la celeridad, con la rapidez
del rayo, de la electricidad, se desparramara por todo Buenos Aires la buena nueva33.

Desarrolló sesiones en Buenos Aires, Montevideo y otros puntos del interior del
país desde 1875 hasta 1885, fecha en la que desaparece de los registros. Entre los
asistentes a sus sesiones se mencionan personalidades como Miguel Cané, entre otros.
Sin dudas los prodigios mostrados en las sesiones por los médiums fueron muy
importantes a la hora de mostrar la verdad de la doctrina: servían como elemento de
atracción, conversión y convencimiento para quienes decidían participar, y fueron la
base de su expansión No solamente los mensajes transmitidos por los espíritus o los
grandes prodigios de los efectos físicos fueron determinantes. Los fenómenos de
sanación o curaciones también representaron un atractivo importante y fueron motivo de
disputas y controversias que se mantienen hasta la actualidad.

Consideraciones finales
La intención del presente trabajo era presentar los hechos y condiciones de
posibilidad que permitieron el surgimiento y desarrollo del movimiento espiritista
kardeciano en Argentina. Pudimos analizar los factores que influyeron en el Río de la
Plata, tomando como centros Buenos Aires y Montevideo, que fueron principalmente
las corrientes filosóficas espiritualistas, surgidas en nuestro territorio a partir del avance
de la llamada “generación del 37”; el auge de las ideas del magnetismo provenientes de

32
Revista Fray Mocho, Año I, Nº 22, 27 de septiembre de 1912
33
H. “Espiritismo en Buenos Aires”. Constancia, Año I Nº 4, noviembre de 1877, p. 45.
Europa y traídas por los inmigrantes, y específicamente el juego social de la mesa o
trípode, que permitía de manera empírica, la verificación objetiva de los postulados
espiritistas acerca de la supervivencia del espíritu a la muerte y su posible comunicación
con los seres vivos; y finalmente la aparición y existencia en este contexto de sujetos
particulares, llamados “médiums” cuyas facultades permitían ser intermediarios entre
ambos mundos, quienes producían comprobaciones o prodigios de carácter
sobrenatural.
Asimismo propusimos considerar el surgimiento del espiritismo en Argentina no
como un hecho particular y susceptible de ser fechado, sino más bien un proceso que se
inicia con la venida de Justo de Espada desde Málaga, España, a fines de 1847, el hito
de la fundación de la primera sociedad denominada Fé, Esperanza y Caridad, y su labor
de difusión de las ideas espiritualistas primero, y espiritistas luego. Proceso enmarcado
en un lapso de tiempo en el cual parecerían estar ausentes al principio (por lo menos
desde el lado de Espada), las polémicas y el conflicto con las grandes religiones como la
católica, cuestión que años después y hasta entrado el siglo XX, caracterizará las
disputas y controversias ya por todos conocidas (Banchi, 1992; Bubello, 2010, Gimeno,
Corbetta y Savall, 2010).
El hallazgo de nuevas fuentes correspondientes a los testimonios mediumnicos de
Espada (Lecciones espirituales), en los que coexisten las ideas cristianas/católicas con
las espíritas, nos permitió pensar este tiempo intermedio necesario para el nacimiento y
desarrollo de las ideas compiladas y codificadas por Allan Kardec en 1857, que
culminará alrededor de 1870 en adelante, con la instalación en los textos doctrinarios de
las palabras “espiritismo”, “espíritas” y menciones específicas a Kardec y sus textos,
ausentes en los comienzos.
Tomando entonces los datos que aporta Mariño como origen de la historia del
espiritismo argentino (1869 ó 1870) quizás podamos re-pensarlos como la finalización
de un proceso de instalación comenzado años antes, pero consolidado alrededor de esas
fechas, permitiéndonos pues re-interpretar este supuesto “desacierto”.
Bibliografía

- Bianchi, Susana (1992, “Los espiritistas argentinos (1880-1910). Religión, Ciencia y


Política”, Santamaría, Daniel, Bianchi, Susana y otros, Ocultismo y espiritismo en la
Argentina, Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, pp.89-128.
- Bilbao, Manuel (1902), Buenos Aires desde su fundación hasta nuestros días.
Especialmente el período comprendido en los siglos XVIII y XIX, Buenos Aires:
Imprenta de Juan A. Alsina.
- Bogo, César (1980), Fraternidad Centenaria. 1880-1980, Buenos Aires: La
Fraternidad.
- Bubello, Juan P. (2010), Historia del esoterismo en la Argentina. Prácticas,
representaciones y persecuciones de curanderos, espiritistas, astrólogos y otros
esoteristas. Buenos Aires: Ed. Biblos.
- Conan Doyle, Arthur (1926), The history of spiritualism, Londres: Cassell and
Company, LTD.
- Gimeno, Juan, Corbetta, Juan y Savall, Andrea (2010), Cuando hablan los espíritus.
Historias del movimiento kardeciano en la Argentina, Buenos Aires: Dunken.
- Mariño, Cosme (1963), El espiritismo en la Argentina, Buenos Aires: Constancia.
- Olmos, Paola (2003), “Confederación Espiritista Argentina”, Forni, Floreal,
Mallimaci, Fortunato y Cárdenas, Luis (compiladores), Guía de la diversidad
religiosa de Buenos Aires, Buenos Aires: Biblios, pp.103-110.
- Roig, Arturo Andrés (1969), Los krausistas argentinos, Puebla: José M. Cajica.
Edición electrónica preparada por la Profesora Marisa Muñoz, del Instituto de
Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales del CONICET, Mendoza. Disponible
en: http://www.ensayistas.org/filosofos/argentina/roig/krausismo/1.htm (Consulta:
junio 2015)
- Wantuil, Zêus y Thiesen, Francisco (2007), Allan Kardec, el Educador y el
Codificador, Vol. 1, Brasilia: Consejo Espírita Internacional.

Fuentes

Diario La Tribuna, Año 1 Número 16, 26 de Agosto de 1853.


Diario La Tribuna, Año 4 Número 1112, 6 de junio de 1857.
Diario La Tribuna, Año 4 Número 1101, 20 de mayo de 1857.
Diario La Tribuna, Año 4 Número 1105, 28 de mayo de 1857.
De Espada, Justo (1858), Lecciones espirituales dadas a la luz para la reforma de la
socedad, Buenos Aires: Imprenta de Potosí.
De Espada, Justo [J. de E. atribuido a Justo de Espada] (1858), Reflexiones. Sobre la
reforma moral y relijiosa que necesita la sociedad para que marche à su verdadera
felicidad. Montevideo: Imprenta de Jaime Hernandez,
Revista Espiritista, periódico de Estudios Psicológicos, Año IV, Barcelona, Marzo de
1874.
Revista La Revelación, desde noviembre de 1876 a junio de 1877, varios números.
Revista Constancia, Año I Nº 4, noviembre de 1877.
Revista La Fraternidad, Año IV, Nº 3, Buenos Aires, Octubre 1º de 1884.
Revista La Fraternidad, Año IV, Nº 4, Buenos Aires, Octubre 15 de 1884.
Revista La Fraternidad, Enero de 1909.
Revista La Fraternidad, Año IX, Nro. 143, Enero de 1911.
Revista Fray Mocho, Año I, Nº 22, Buenos Aires, 27 de septiembre de 1912.

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