La Convivencia
La Convivencia
La Convivencia
¿QUE ES LA CONVIVENCIA?
El respeto a la condición humana, sea cual sea su posición como también a los deberes y
derechos que me corresponden.
Permitir que cada quien realice el trabajo que a cada quien le compete.
Ejercitar la tolerancia.
- La afabilidad: Entendiendo ésta como una actitud positiva en nuestra relación con los
demás. Un ambiente de cordialidad facilitará nuestras relaciones con los demás pero si
nuestra actitud es recelosa o indiferente, difícilmente nos llevará a una convivencia
satisfactoria.
El ritmo de la vida actual y la revolución en las comunicaciones han creado un doble efecto:
por un lado, hemos aumentado la cantidad y diversidad de personas con las que nos
relacionamos, pero por otro, la calidad de la relación entre las personas se ha hecho más
superficial y más utilitarista.
La vida en las ciudades tiene como común denominador hoy en día la falta de tiempo. Las
prisas y el estrés no son buenos aliados para la convivencia. La relación con nuestros
vecinos, en muchos casos, se limita a un saludo de rigor y la convivencia familiar se resiente
del cansancio de la jornada laboral.
LABORIOSIDAD: Significa trabajar con amor, es decir, con esmero, poniendo intensidad y
procurando hacerlo de la mejor manera posible. La persona laboriosa aprovecha el tiempo,
trabaja con orden y termina las tareas iniciadas. El trabajo es un don, un privilegio, con el
que la persona se auto perfecciona. Ocupación productiva.
RESPONSABILIDAD: Implica cumplir a cabalidad los propios deberes. Existen deberes que
son consecuencia de la naturaleza del ser humano y de los fines que el ser humano tiene,
la persona responsable asume las consecuencias de sus actos intencionados, resultado de
las decisiones que tome o acepte; es consciente de sus responsabilidades y está dispuesta
obrar de acuerdo con ellas. Poner la vocación en lo que se hace, para que resulte lo más
perfecto posible.
AMISTAD: Seleccionar por las cualidades espirituales a quienes se les debe brindar la
intimidad dentro de la vida social.
TOLERANCIA: es la disposición para admitir en los demás una manera de ser, de obrar, o de
pensar, distinta de la propia, especialmente en cuestiones políticas y prácticas religiosas. La
verdadera tolerancia implica un difícil equilibrio entre diversos factores aparentemente
antagónicos: respeto a todos, contra convencimiento por las ideas propias; escuchar y
aprender, frente a difusión de certezas personales; acogida a todos contra empeño por
ayudar a cada persona. No es solo la aceptación del otro en su diferencia, sino la orientación
hacia el otro para conocerlo y a través de él, conocerse mejor.
ARMONIA: es la perfecta conjunción de las partes de un todo para lograr un fin único que
muestra la realidad con toda su belleza. En el ser humano, y en sus relaciones
interpersonales es la presencia equilibrada de valores como buen gusto, moderación, paz
interior, concordia, orden, etc. La persona cuya vida posee armonía se caracteriza por su
serenidad, paz interior, objetividad, madurez, mesura y dominio de sí.
COMPRENSION: Es la capacidad para captar y entender los distintos factores que influyen
en la forma de ser, en el estado de ánimo y en el comportamiento de otras personas. Implica
el deseo de entender y ayudar, mirando las cosas desde puntos de vista ajenos a los
nuestros, y teniendo en cuenta las circunstancias y los factores decisivos en cada caso.
CONFIANZA: Significa familiaridad en el trato con los demás, tener fe en alguien, seguridad
en la rectitud del otro, expectativas positivas ante las capacidades de alguien.