Sin Filtros
Sin Filtros
Sin Filtros
Octubre 23 de 2021
Podríamos pensar que es algo exagerado y que en definitiva en algo que controlamos y no
tiene sentido, sin embargo, al relacionarlo con nuestra vida real a nivel físico, emocional y
espiritual, creo que hemos dado pasos agigantados al crear filtros no solo delante de las
personas sino delante de Dios.
Así es, al llegar a Jesús nos ponemos mascaras de santidad y no reconocemos delante de él
nuestras debilidades, si Dios quisiera gente perfecta no hubiese enviado a Jesús a la tierra, y
lo hizo para demostrar que la imperfección, la desnudez del alma, los fracasos, las batallas
perdidas son la materia prima que usa para mostrar su poder y lo que es capaz de hacer en
una persona rota que desea ser reparada diariamente.
En Marcos 10: 46 – 52 aparece la historia de como Jesús sano a un ciego, él no era un ciego
común, ya que se registra su nombre, su nombre era Bartimeo. El no solo era ciego, sino
que al escuchar que Jesús pasaba por allí, fue honesto, se mostró como era, un hombre que
estaba desesperado por ver, que quería ser sano, que estaba destruido, condenado a ser un
mendigo pues no podía valerse por sí mismo, y empezó a gritar Jesús, hijo de David, ten
misericordia de mí. Luego, le ayudaron a acercarse y dice que botó su capa, se despojó de
sus caretas, de lo que le recordaba que era mendigo, ciego y pobre, un indeseable. Y Jesús
le pregunta, ¿qué quieres que te haga? Jesús responde a su sinceridad, a su honestidad y
Bartimeo sin tapujos le dice, quiero que me sanes. Le sanó y le siguió.
En lucas encontramos otro ejemplo y es el de Zaqueo, en lucas 19: 1 -10. El era publicano,
es decir que era el mediador entre los romanos y los judíos en cuanto al pago de impuestos,
por tal motivo ellos siempre cobraban un poco más y se hacían ricos fácilmente. Así que
eran doblemente odiados. Este hombre era muy bajo de estatura y se subió a un árbol para
conocer a Jesús, no se puso filtros, se subió y Jesús lo vio, reconoció su honestidad, y le
dijo que bajara de ahí que iría a comer a su casa, en la casa desnudó su alma y reconoció
sus errores, que hizo Jesús, le dijo que la salvación había llegado a su casa. Y dice algo
más… VINE A SALVAR LO QUE SE HABIA PERDIDO.
Jesús no está animando a que nos acerquemos sin filtros, que busquemos su presencia, así
como somos, rotos, tristes, mal, pues él solo quiere estar con nosotros, pues nos ama de
manera desmedida. Que no requiere de un filtro para saber que eres hermoso, precioso y
especial.
Es la única verdad que debes recordar. Dios te ama. Fallaste sí, pero Dios te ama, volviste
nuevamente a caer, pero Dios te ama. Que tus decisiones tienen consecuencias y tendrás
que asumirlas, pero Dios te ama. Que te sientes mal porque volviste a lo que sabes que está
mal y que Dios no aprueba, Dios te ama. Y que estará para ti cuando quieras regresar sin
filtros,
Sin embargo, si sientes que fallas y ya no se te arruga el corazón, que sabes que estas
haciendo lo incorrecto y no te importa porque crees que Dios te entiende porque eres joven,
es cuando más debes acercarte a él, porque el filtro que has llevado por tanto tiempo, te esta
haciendo olvidar tu diseño original.