TOXOPLASMOSIS
TOXOPLASMOSIS
TOXOPLASMOSIS
Es un grupo de síntomas que se presentan cuando un bebé (feto) está infectado con el parásito
toxoplasma gondii en cualquier etapa del embarazo.
El feto puede quedar infectado con toxoplasmosis si la madre resulta infectada durante el
embarazo. La infección se le puede propagar al feto durante el embarazo mismo o durante el
período de dilatación o el parto
La Toxoplasmosis Adquirida
se puede presentar en personas sanas; las personas infectadas pueden no tener síntomas o
experimentar un trastorno leve parecido a la influenza o una enfermedad más grave e incluso
letal. Lo característico es que los individuos sanos tengan pocos síntomas o que éstos sean
leves.
Las personas sanas desarrollan inmunidad de por vida contra este parásito, aún cuando la
enfermedad haya sido asintomática (sin síntomas). El parásito permanece en el cuerpo
indefinidamente, generalmente es inocuo y no está activo
Alimentos contaminados: Por comer carne infectada cruda o no bien cocida, especialmente
puerco, cordero y animales de caza.
Infección fetal: Por transferencia a través de la placenta -de una madre infectada a su bebé-
durante el embarazo, este tipo de infección da origen a la toxoplasmosis congénita.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
En los casos de toxoplasmosis aguda en enfermas con alteración del sistema inmunológico,
suelen presentarse síntomas por la afectación cerebral (convulsiones, alteraciones de la
motricidad, del habla o sensoriales, debilidad, síntomas psiquiátricos, etc.). En los casos con
afectación pulmonar suele haber fiebre, tos y dificultad para respirar. La toxoplasmosis ocular
provoca alteraciones en la visión.
DIAGNÓSTICO
Análisis de sangre: Un simple análisis de sangre puede confirmar si una mujer ha tenido
toxoplasmosis. Es importante recordar que la transmisión del parásito al bebé durante el
embarazo ocurre generalmente en mujeres que no recuerdan haber estado enfermas o que se
hayan expuesto a carne cruda o a gatos, por lo que es recomendable que este análisis se haga
sistemáticamente a toda mujer embarazada y tan pronto como sea posible (idealmente
durante el primer trimestre) y, cuando el resultado es negativo, se recomienda repetir el
estudio cada trimestre.
Un análisis que se realice durante el segundo trimestre, no podrá descartar que la infección
sucediera durante el primer trimestre.
Ultrasonido: El médico te hará un ultrasonido especial cuando sospeche que hubo una
infección durante o poco antes del embarazo. El ultrasonido puede revelar la presencia de
malformaciones fetales como hidrocefalia, calcificaciones en el cerebro, crecimiento del
hígado y del bazo y acumulación de agua en la cavidad abdominal