Contratos Agrarios-Codigo Agrario

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Título II

Contratos Agrarios
Capítulo I
Disposiciones Generales
Artículo 41. El contrato agrario es el acuerdo de voluntad verbal o escrito entre
dos o más personas, naturales o jurídicas, cuyo objeto es la realización de una
actividad agraria.
También el contrato es de naturaleza agraria cuando tiene como finalidad la
constitución de una empresa agraria o el ejercicio de esta.
Artículo 42. En caso de duda en cuanto al alcance de los términos de un contrato
agrario, prevalecerá la interpretación que favorezca la continuidad de la actividad
agraria de que se trate o el uso racional de los recursos naturales, el desarrollo
sostenible y el equilibrio de poder entre las partes contratantes.
Artículo 43. En los contratos agrarios el precio será cierto y determinado o
determinable; no obstante, se podrá pactar como pago una participación en los
frutos o una calidad y cantidad determinada de estos.
Artículo 44. El ámbito tradicional de los contratos agrarios es el rural, sin
embargo, se considera agrario un contrato que tenga por objeto la realización de
una actividad agraria productiva aun cuando esta se realice en un ámbito urbano.
Artículo 45. La duración de los contratos agrarios deberá determinarse, sin
desconocer el ciclo biológico de la actividad de que se trate, de manera que se
asegure, por lo menos, un ciclo completo hasta el levantamiento de la cosecha.
Artículo 46. En los contratos agrarios son nulas, y por lo tanto no obligan a las
partes, las estipulaciones abusivas o que impliquen renuncia o disminución de un
derecho reconocido en este Código.
Artículo 47. Los contratos agrarios se acreditan por los medios de prueba que
permite la ley y deberán constar por escrito el contrato de seguro agrocrediticio, el
contrato de agroindustria y los contratos de crédito agrario superiores a cinco mil
balboas (B/.5,000.00).
Artículo 48. Son causas comunes de terminación de los contratos agrarios:
1. El mutuo acuerdo.
2. La resolución.
3. El vencimiento del término.
4. La muerte, incapacidad o imposibilidad física de alguna de las partes, sin
perjuicio de las excepciones previstas en este Código.
Artículo 49. El contrato agrario deberá contener como mínimo:
1. Identificación de las partes.
2. Objeto y causa.
3. Duración.
4. Formas y plazos de pago.
5. Fecha de su celebración y firma de las partes.
En los contratos agrarios que implican uso de suelos, se dejará constancia de la
capacidad agrológica de estos.
Capítulo II
Contrato de Arrendamiento Agrario
Artículo 50. El arrendamiento del predio agrario es el acuerdo mediante el cual
una parte, el arrendador, concede al arrendatario, por un tiempo determinado, el
uso y goce de un predio con el objeto de realizar una actividad agraria a cambio
del pago de un precio, determinado o determinable en dinero o especie.
Artículo 51. El término de duración pactado corresponderá al ciclo biológico de la
actividad que se trate. De no determinarse expresamente, se presume por un
término de tres años.
Artículo 52. Cuando el contrato de arrendamiento conste por escrito, se
identificará de forma clara e inequívoca la propiedad que ha de arrendarse
mediante una descripción de su superficie y linderos. Si no consta por escrito, se
entenderá que la superficie arrendada es la que resulte suficiente para el
desarrollo eficiente de la actividad agraria de que se trate.
Artículo 53. El arrendamiento concede al arrendatario el uso y disfrute del predio
arrendado; sin embargo, permitirá el acceso al arrendador cuando sea necesaria
alguna reparación que no pueda diferirse hasta la conclusión del arrendamiento.
Artículo 54. Salvo pacto en contrario, serán nulos los contratos de subarriendo o
cesión de derechos a favor de terceros.
Artículo 55. Son obligaciones del arrendador:
1. Entregar al arrendatario el predio agrario objeto del contrato.
2. Mantener al arrendatario en el goce pacífico del predio por el tiempo que dure el
contrato.
3. No variar el estado o la forma del predio arrendado y asegurar que el
arrendatario practique medidas de conservación, mejoramiento y uso sostenible
del suelo.
Artículo 56. Son obligaciones del arrendatario:
1. Pagar el precio del arrendamiento en los términos convenidos.
2. Usar el predio arrendado con la diligencia de un buen padre de familia,
destinándolo al uso pactado y adoptando medidas de prevención, conservación y
uso sostenible del suelo agrario.
3. Poner en conocimiento del arrendador toda usurpación o novedad dañosa que
perjudique el estado del predio arrendado.
4. Alertar al arrendador sobre medidas de prevención que deban tomarse para
asegurar las condiciones óptimas del predio ante la ocurrencia de desastres
naturales que puedan afectar la actividad agraria objeto del arrendamiento.
5. Devolver el predio en buen estado al concluir el arrendamiento, salvo lo que
hubiera perecido o se hubiera menoscabado por el tiempo o por caso fortuito o
fuerza mayor.
Artículo 57. El incumplimiento de las obligaciones consignadas en este Capítulo
otorga a las partes el derecho a solicitar el cumplimiento del contrato y la
indemnización por daños y perjuicios, o solo esto último, dejando el contrato
insubsistente.
Artículo 58. Cuando por caso fortuito ocurra un fenómeno natural grave o por
fuerza mayor se afecte el normal desarrollo de la actividad agraria que se realiza
en el predio arrendado, el arrendatario será exonerado de pagar el canon mientras
dure el efecto que le impida realizar la actividad agraria. En todo caso, esta
exoneración no podrá ser mayor al equivalente a tres meses de arriendo.
Transcurridos los tres meses sin que el arrendatario haya logrado superar con
éxito los efectos que le impidan realizar la actividad agraria, cualquiera de las
partes podrá solicitar la resolución del contrato.
Artículo 59. Se considerará que un fenómeno natural ha afectado de manera
grave una actividad agraria cuando se imposibilite su continuación por motivo de
este.
Artículo 60. La muerte, incapacidad o imposibilidad física del arrendatario
extingue el contrato de arrendamiento. No obstante, sus herederos o
descendientes podrán continuarlo, previa comunicación o notificación al
arrendador, sustituyendo al arrendatario original en todos los derechos y
obligaciones consignados en el contrato.
Artículo 61. Cumplido el término pactado, se extinguirá el arrendamiento; sin
embargo, se entenderá prorrogada su duración por el periodo necesario para
concluir con el ciclo biológico de la actividad agraria que se esté desarrollando.
Artículo 62. El arrendatario tendrá derecho a la renovación del contrato cuando
transcurridos treinta días calendario de su terminación permanezca en el predio
con el consentimiento del arrendador.
En este caso, cesan respecto del contrato renovado las obligaciones otorgadas
por un tercero para garantizar su cumplimiento.
Artículo 63. El arrendador tendrá la obligación de dar mantenimiento a las cercas
y estructuras permanentes que se encuentren en el predio arrendado, salvo pacto
en contrario. El arrendatario estará obligado al mantenimiento de los equipos y las
instalaciones internas.
Artículo 64. El canon será fijado libremente por las partes, tomando en cuenta la
productividad del predio, y se podrán acordar cláusulas de revisión de este cada
cierto tiempo.
Artículo 65. Concluido el arrendamiento, salvo pacto en contrario, pasarán al
arrendador todas las mejoras permanentes que el arrendatario haya introducido en
el predio.
Artículo 66. Para las mejoras permanentes dirigidas a modificar sustancialmente
la producción normal del predio arrendado, se requerirá autorización del
arrendador. En este caso las partes podrán pactar una compensación por estas
mejoras.
Artículo 67. Cuando el predio arrendado sea objeto de venta, la primera opción de
compra se comunicará por escrito al arrendatario, quien deberá comunicar su
decisión en la misma forma en un término no mayor de treinta días a partir de la
notificación del arrendador.
Artículo 68. Quedan prohibidas y serán nulas las cláusulas o los acuerdos
relativos al arrendamiento de predios agrarios que estipulen la obligación para el
arrendatario o sus familiares de brindar mano de obra no remunerada como pago
del canon.
Capítulo III
Contrato de Aparcería o Mediería
Artículo 69. La aparcería o mediería es un acuerdo mediante el cual una de las
partes, denominada aparcero dador, se obliga a entregar a otra, denominada
aparcero tomador, animales o un predio agrario con o sin plantaciones,
sembrados, animales, enseres o elementos de trabajo para la actividad agraria, y
este último se obliga a cultivarlo o criarlos y alimentarlos con el objeto de repartirse
los frutos.
Artículo 70. Son obligaciones del aparcero dador:
1. Garantizar el uso y goce pacífico de las cosas dadas en aparcería.
2. Responder por los vicios o defectos graves de las cosas dadas en aparcería.
Artículo 71. Son obligaciones del aparcero tomador:
1. Realizar personalmente la actividad; no obstante, se le prohíbe ceder su interés
en ella, arrendar o dar en aparcería la cosa o las cosas objeto del contrato.
2. Dar a la cosa o las cosas comprendidas en el contrato el destino convenido o,
en su defecto, el que determinen los usos y las costumbres locales.
3. Realizar la actividad agraria con sujeción a las leyes.
4. Conservar los edificios, mejoras, enseres y elementos de trabajo que se le
hayan entregado por razón del contrato.
5. Restituir las cosas dadas en aparcería o mediería en las mismas condiciones en
que las recibió, salvo el deterioro ocasionado por el uso y la acción del tiempo.
6. Hacer saber al aparcero dador la fecha en que se comenzará la recolección de
los frutos y la separación de los productos a dividir, salvo estipulación en contrario.
7. Poner en conocimiento del aparcero dador, de inmediato, toda usurpación o
novedad dañosa a su derecho, así como cualquier acción relativa a la propiedad,
uso y goce de las cosas.
8. Rendir cuentas documentadas del resultado de la actividad agraria objeto del
contrato.
Artículo 72. La pérdida de los frutos por caso fortuito o de fuerza mayor será
asumida por las partes en la misma proporción convenida para el reparto de los
frutos.
Artículo 73. Toda acción derivada del incumplimiento del contrato de aparcería
prescribirá a los cinco años.
Artículo 74. En ningún caso se podrá pactar un término de duración del contrato
que desconozca el ciclo biológico de la actividad de que se trate. De no
determinarse expresamente la duración del contrato, se presume que no podrá ser
por un término menor de dos años.
Artículo 75. El aparcero tomador será responsable por los daños y perjuicios que
le cause al ambiente.
Artículo 76. El contrato de aparcería termina con la muerte, incapacidad o
imposibilidad física del aparcero tomador. Sin embargo, podrá continuarse el
contrato con los herederos, previa notificación por escrito al aparcero dador en el
plazo de treinta días.
El contrato de aparcería no terminará por muerte del dador o por traspaso del
predio, salvo opción contraria del aparcero tomador.
Artículo 77. El aparcero dador no puede retener los frutos, en todo o en parte, que
le correspondan al aparcero tomador para garantizar lo que le deba.
Artículo 78. Si las resultas de la aparcería se pierden totalmente debido a caso
fortuito, fuerza mayor o por un acto no imputable al aparcero tomador, este no
tendrá obligación de pagar por tierra, semilla, agua o animales que le hubiera
proporcionado el aparcero dador.
Artículo 79. El aparcero dador puede pedir la resolución del contrato por
abandono injustificado de la actividad agraria, por incumplimiento en la entrega de
la parte de los frutos que le corresponden y, en general, por incumplimiento de la
obligación del tomador. En estos casos puede solicitar, además, el desalojo del
predio y la restitución de las cosas objeto del contrato.
El aparcero tomador puede pedir la resolución del contrato y exigir el pago por los
daños y perjuicios correspondientes, cuando por actos intencionales o de descuido
del aparcero dador se produzca la pérdida total o parcial del producto de la
aparcería.
Artículo 80. El aparcero tomador tiene la obligación de cuidar con la diligencia de
un buen padre de familia los equipos, utensilios y demás instrumentos de trabajo
que haya recibido del dador y devolverlos a este a la terminación del contrato en el
tiempo convenido.
La destrucción o pérdida de dichos bienes por culpa del aparcero tomador obliga
además al pago de los daños y perjuicios consiguientes. Iguales prevenciones
deberán tenerse en cuenta respecto de los animales que proporcione el aparcero
dador al aparcero tomador en los términos del contrato.
Sección 1.ª
Aparcería Agrícola
Artículo 81. Cuando el contrato de aparcería conste por escrito y su objeto sea
realizar una actividad agraria en un predio, en lo posible se identificará claramente
el lugar donde está ubicado, su extensión y el estado en que se recibe.
Artículo 82. Las partes podrán convenir en el contrato de aparcería el porcentaje
que corresponde a cada una de ellas en la distribución de los frutos.
Salvo pacto en contrario, el aparcero tomador percibirá el 75% y el 25% restante
corresponderá al aparcero dador.
Artículo 83. Ninguna de las partes podrá disponer de los frutos sin haberse
realizado antes su distribución, salvo autorización expresa de la otra.
La participación en los frutos que correspondan al aparcero dador, según el
artículo anterior, le será entregada ya recolectada en la labor y en el predio objeto
del contrato, salvo pacto en contrario.
Artículo 84. Las deudas que el aparcero tomador haya contraído con el dueño del
predio o sus representantes solo serán exigibles una vez realizada la actividad
agraria.
Artículo 85. Si a la muerte del aparcero tomador se hubieran hecho algunos
trabajos sobre el terreno y la actividad no se sigue desarrollando por causa no
imputable al propietario, las mejoras quedarán a favor de este último.
Artículo 86. El aparcero dador podrá levantar la cosecha cuando el aparcero
tomador abandone la actividad o haya vencido el ciclo biológico y el tomador no la
haya recogido.
Sección 2.ª
Aparcería Pecuaria
Artículo 87. La aparcería pecuaria tiene como objeto la crianza y
aprovechamiento de animales y actividades conexas, a fin de distribuir los frutos
que se deriven de estas actividades.
El aumento puede consistir en las crías que se produzcan y en el mayor valor
intrínseco que el ganado tenga al término del contrato.
Artículo 88. El ganado es aportado por el aparcero dador, que deberá entregar un
inventario de este al aparcero tomador al celebrarse el contrato. El inventario debe
indicar la cantidad, raza, calidad, sexo, peso y edad del ganado y el respectivo
precio en el mercado.
El inventario servirá para determinar lo que tiene derecho a tomar el aparcero
dador a la terminación del contrato y no transfiere la propiedad del ganado al
aparcero tomador.
Artículo 89. Cuando la cosa dada en aparcería sea solamente animales, a cada
parte le corresponderá el 50% de los frutos y productos o utilidades, salvo
estipulación en contrario.
Es nulo el pacto por el cual el aparcero tomador debe asumir las pérdidas en una
proporción mayor que las ganancias.
Artículo 90. A la terminación del contrato, las partes deben proceder a realizar un
nuevo inventario del ganado. El aparcero dador retirará, en virtud del contrato, un
conjunto de cabezas igual a las que haya aportado, de acuerdo con el número,
raza, sexo, peso, calidad y edad que corresponda. El resto se dividirá conforme al
artículo anterior.
Artículo 91. El aparcero dador de animales estará obligado a mantener al
aparcero tomador en posesión pacífica de ellos y a sustituirlos por otros en caso
de evicción.
Artículo 92. Salvo pacto en contrario, ninguna de las partes podrá disponer, sin
consentimiento de la otra, de los animales dados en aparcería o de los frutos y
productos de ellos antes de su repartición.
Sin embargo, el aparcero dador podrá retirar los animales cuando el aparcero
tomador abandone la actividad o no actúe con la diligencia de un buen padre de
familia en la realización de esta.
Artículo 93. Los contratos de aparcería pecuaria en los que se conceda además
de los animales el uso y goce del predio necesario para la respectiva actividad se
regirán por el plazo que las partes convengan o, en su defecto, por el que
determinen los usos y costumbres locales.
Artículo 94. Salvo estipulación en contrario, los gastos y trabajo necesarios para
el cuidado y crianza de los animales correrán por cuenta del aparcero tomador,
para lo cual deberá usar la diligencia del buen ganadero.
Artículo 95. La aparcería de otros animales se regirá por las disposiciones de esta
Sección en lo que no fuera incompatible.
Capítulo IV
Contrato de Pastoreo
Artículo 96. El contrato de pastoreo es un acuerdo mediante el cual una parte,
denominada propietario, concede a otra, denominada ganadero, el uso y goce de
un predio agrario o fracción para pastar ganado por un tiempo determinado y
precio cierto.
Artículo 97. El propietario no será responsable por extravío o hurto del ganado.
Artículo 98. En el contrato de pastoreo se indicarán claramente las mejoras que
existan en el predio y, salvo pacto en contrario, será responsabilidad del ganadero
asumir los gastos de mantenimiento de estas y devolverlas en el estado en que se
encontraban al recibirlas sin menoscabo del desgaste natural de las cosas.
Artículo 99. El ganadero no podrá modificar o hacer mejoras en el predio sin la
autorización expresa del propietario, de hacerlo quedarán a favor de este.
Artículo 100. El ganadero no podrá dar al predio otro destino al previsto,
subarrendarlo total o parcialmente ni ceder a terceros el contrato o su uso y goce
por cualquier título.
Artículo 101. El contrato indicará si el propietario entrega el predio libre de
malezas y plagas. En caso de entregarlo limpio, será una obligación del ganadero
mantenerlo en las mismas condiciones utilizando métodos que protejan el suelo y
el ambiente. Si el ganadero incumpliera dicha obligación, el propietario del predio
podrá asumirla y cargar los gastos correspondientes a este.
Artículo 102. Los daños y perjuicios que los animales ocasionen a terceros
estarán a cargo del ganadero.
Capítulo V
Contrato de Pastaje
Artículo 103. El contrato de pastaje es un acuerdo mediante el cual el propietario
o poseedor de un predio rural o urbano, denominado dador, sin desprenderse de
su posesión inmediata, se obliga a conceder a la otra parte, denominada tomador,
únicamente el derecho a que este introduzca en dicho predio ganado para pastar
por un plazo y precio determinado.
Artículo 104. Salvo pacto en contrario, la guarda, conservación, vigilancia y
custodia de los animales quedarán a cargo del tomador o por terceros autorizados.
Artículo 105. El precio se establecerá tomando en consideración:
1. Las cabezas de animales que se introduzcan en el predio.
2. El tiempo de permanencia de los animales en el predio.
3. La cantidad, extensión y calidad del pasto y del predio.
Artículo 106. Si en el predio no existe agua, las partes deberán indicar en el
contrato cómo será suministrado dicho recurso al ganado.
Artículo 107. Son obligaciones del tomador las siguientes:
1. Ingresar al predio la raza y cantidad de animales convenidos.
2. Garantizar el buen estado sanitario de los animales que ingresen al predio.
3. Asegurar la guarda y vigilancia del ganado, a menos que dicha obligación sea
también de cargo del dador, porque este la haya asumido expresamente o
mediante actos que revelen su interés en asumirla.
Artículo 108. Son obligaciones del dador las siguientes:
1. Permitir al tomador o a las personas autorizadas el acceso oportuno y necesario
al predio en las condiciones previstas.
2. Mantener separados los animales de diferentes tomadores, si se ha pactado.
3. Mantener el predio en las condiciones adecuadas de pasto y agua para cumplir
con el objeto del contrato.
Artículo 109. Los daños y perjuicios que los animales ocasionen a terceros
estarán a cargo del tomador. No obstante, si se demuestra que los daños fueron
causados por culpa o negligencia en el cumplimiento de las obligaciones del
dador, la responsabilidad será solidaria, sin perjuicio del derecho a repetir.
Artículo 110. El contrato de pastaje podrá ser renovado. Vencido el plazo del
contrato, el tomador deberá retirar sus animales del predio del dador y si no lo
hace, pagará el exceso del tiempo. Si la renuencia persiste y sobrepasa el término
de un mes, pagará el doble del precio pactado. El dador podrá solicitar al juez
agrario el desalojo del ganado de su predio.
Título III
Contratación con el Sector Público Agrario e Instituciones
Privadas de Crédito y Seguro
Capítulo I
Contrato de Crédito Agrario
Artículo 111. El contrato de crédito agrario es un acuerdo mediante el cual una
persona natural o jurídica, denominada acreedor, entrega a otra, denominada
deudor, una suma de dinero para ser utilizada en una o más actividades
específicas de naturaleza agraria, con la condición de devolverla en un plazo
determinado.
Artículo 112. Cuando el deudor emplee todo o parte del monto prestado en una
actividad diferente a la pactada, sin autorización del acreedor, se entenderá
incumplido el contrato y el acreedor podrá pedir su resolución.
Artículo 113. El contrato de crédito agrario constará por escrito, y las partes por
mutuo acuerdo establecerán la duración mínima del contrato, las condiciones y
modos de pagos y la posibilidad de acordar prórrogas para permitir al productor el
adecuado cumplimiento de la obligación.
Artículo 114. Salvo pacto en contrario, la duración mínima del contrato de crédito
agrario será el tiempo de la producción y venta de la cosecha o actividad agraria
de que se trate y durante este lapso la obligación no será exigible por parte del
acreedor.
Artículo 115. Las tasas máximas de interés para los préstamos agrarios no
podrán ser superiores al promedio de las tasas vigentes en la banca estatal.
Artículo 116. El Estado adoptará las medidas para estimular el otorgamiento de
préstamos agrarios.
Artículo 117. Preferentemente, los contratos de crédito agrario deberán incluir un
seguro agrocrediticio que garantice el cumplimiento de la obligación por pérdida
total o parcial de la cosecha o por la ocurrencia de cualquier otro riesgo estipulado
en el contrato de seguro agrario.
Artículo 118. Serán admitidas como garantías de cumplimiento, además de las
aceptadas por la costumbre bancaria, los derechos posesorios y los frutos futuros
de la actividad agraria objeto del contrato.
Artículo 119. Los acreedores estarán obligados a brindar asistencia técnica a los
deudores cuando así lo soliciten o cuando estos lo consideren necesario para la
correcta ejecución de la actividad agraria objeto del contrato.
Capítulo II
Contrato de Seguro Agrario
Artículo 120. El seguro agrario se contrata contra pérdidas no controladas que
puedan ocurrir en las inversiones y ganancias futuras, con garantía de
compensación para estas, con el propósito de ofrecer protección básica a las
personas, naturales o jurídicas, dedicadas a la actividad agraria de acuerdo con
las normas establecidas en este Código.
Artículo 121. El seguro agrario comprende los daños o pérdidas ocasionados en
las producciones agrícolas a causa de variaciones anormales de agentes
naturales, siempre que los medios de prevención normales del daño no hayan
podido ser utilizados por los afectados por causas no imputables a ellos o hayan
resultado ineficaces. El seguro agrario, sin perjuicio de los riesgos acordados por
las partes, cubre los riesgos de incendio, plagas y enfermedades, sequía,
inundaciones, vientos huracanados, exceso de humedad y otras adversidades
climáticas.
Artículo 122. Podrá asegurar la producción el propietario, arrendatario,
usufructuario y tenedor o cualquier otro que tenga interés en ella.
Artículo 123. Las pólizas del seguro agrario contendrán como declaración los
frutos estimados a obtener por cada agricultor o productor en todas y cada una de
sus explotaciones aseguradas, valoradas de acuerdo con los precios unitarios que
determine el Instituto de Mercadeo Agropecuario.
Artículo 124. Los contratos de seguro agrario podrán ser individuales o colectivos.
Podrán contratar seguros agrarios colectivos en la forma que reglamentariamente
se determine, las agrupaciones establecidas o que se establezcan para este fin,
así como las organizaciones y asociaciones de agricultores y ganaderos.
Artículo 125. El seguro agrario será voluntario u obligatorio. Será voluntario
cuando la parte interesada así lo considere y obligatorio cuando el Estado
determine que es necesario para una zona o rubro y los riesgos de la actividad así
lo ameriten.
Artículo 126. El Estado fomentará la constitución de entidades o asociaciones de
agricultores para la contratación colectiva de seguros agrarios.
Artículo 127. El Estado podrá realizar aportaciones al importe global de las primas
a satisfacer por los agricultores cuando, por la importancia de una producción en
particular, tenga especial interés en asegurarla, o cuando los riesgos que se
deban asegurar aumenten considerablemente los costos para el productor agrario
al cual su situación financiera le impida cubrirlos.
Artículo 128. Las aportaciones estatales a que hace referencia el artículo anterior
se fijarán conforme a las circunstancias de cada zona y cultivo, protegiéndose en
todo caso a los agricultores de economía más modesta y dando prioridad a las
pólizas colectivas.
El porcentaje de las aportaciones se fijará por escalones, según el valor de la
producción, excluyéndose las que no lo requieran por su suficiencia económica.
Artículo 129. Las indemnizaciones por siniestros serán evaluadas con base en un
porcentaje sobre el valor total de la cosecha o producción. Este porcentaje podrá
llegar al total de la producción estimada, según se especifique en cada póliza de
acuerdo con lo que reglamentariamente se disponga.
Artículo 130. Salvo pacto en contrario, las indemnizaciones por siniestros
ocurridos serán abonadas a más tardar tres meses después de ocurrido este.
Artículo 131. El beneficiario no podrá percibir como indemnización más del valor
de los daños y perjuicios derivados del siniestro ni más del valor total de la
producción agraria asegurada, aun cuando existan varios contratos de seguro.
Artículo 132. Todos los créditos oficiales que puedan ser otorgados directamente
a la financiación de la obtención de cosechas o producciones agrarias exigirán
para su concesión la contratación previa de un seguro agrario.
Artículo 133. Cuando se trate de créditos oficiales o privados garantizados por un
seguro agrario, el importe de las indemnizaciones en caso de siniestro se aplicará
directamente, en primer lugar, al pago del crédito.
Título IV
Integración Vertical de la Agricultura y los Agronegocios
Capítulo I
Contrato de Agroindustria
Artículo 134. El contrato de agroindustria es el acuerdo mediante el cual una
parte, denominada industrial, se obliga a efectuar la transformación de un producto
agrario suministrado por otra, denominada productor, quien a cambio de asesoría
técnica y de un precio cierto o determinable se obliga a cumplir con dicho
suministro en las fechas y durante un plazo determinado.
Artículo 135. El contrato de agroindustria deberá constar por escrito y, además de
los requisitos comunes a los contratos agrarios, contendrá como mínimo:
1. Las obligaciones del industrial y del productor.
2. El alcance de la asistencia técnica que deberá suministrar el industrial.
3. El precio del producto agrario objeto del contrato o la forma de determinarlo.
4. La duración.
5. El lugar y fecha o plazo de entrega.
6. Las condiciones y modos de pagos.
Artículo 136. Son causales especiales de terminación del contrato las siguientes:
1. La quiebra o la muerte del productor o del industrial cuando estos sean
personas naturales y carezcan de herederos que continúen la actividad.
2. El incumplimiento injustificado de las obligaciones de las partes establecidas en
el contrato.
3. El mutuo acuerdo de las partes.
Artículo 137. Cuando no se haya establecido expresamente en el contrato, se
entenderá que el precio de venta de los productos agrarios al industrial será el del
mercado del día en que se celebró.
Artículo 138. Salvo pacto en contrario, será obligación del industrial suministrar
las semillas, insumos y asistencia técnica necesaria para la producción.
Capítulo II
Contrato de Agrocomercialización
Artículo 139. El contrato de agrocomercialización es el acuerdo mediante el cual
un empresario o productor agrario entrega a un comprador toda su producción
vegetal o animal o parte de ella a cambio de un precio cierto para que este se
encargue de venderla a un tercero o directamente al consumidor.
Artículo 140. Las partes podrán estipular las cláusulas que estimen convenientes;
no obstante, el contrato de agrocomercialización contendrá como mínimo:
1. Nombre, nacionalidad, documento de identidad, domicilio, dirección de correo y
teléfonos de los contratantes. Tratándose de un intermediario internacional deberá
indicar número de inscripción en el Registro de Intermediarios del Ministerio de
Desarrollo Agropecuario.
2. Descripción de la mercancía incluyendo calidad, variedad, grado de humedad,
empaque y certificado de origen cuando proceda.
3. Cantidad de la mercancía. Se deberá indicar si se trata de remesas parciales y
si hay un margen de tolerancia mínima para dichas cantidades.
4. Detalles de la entrega, lugar, fecha, nombre y dirección del transportista cuando
proceda y el incoterms si es aplicable.
5. Precio de las mercancías en letras y números. Se deberá especificar si es un
precio total o por unidad de medida.
6. Forma de pago, ya sea en efectivo, cheque, giro bancario, transferencia u otro.
7. Indicación de los documentos que el vendedor pondrá a disposición del
comprador cuando proceda, como factura comercial, documento de transporte,
lista de bultos embalados, documentos de seguro, certificado de origen, certificado
de inspección, documentos de aduanas, carta de crédito y registros fitosanitarios
cuando se requieran.
8. Cláusula de sanciones por incumplimiento en la fecha de pago estipulada en el
contrato.
9. Cláusula de sanciones por incumplimiento en la fecha de entrega de productos
agrarios estipulados en el contrato.
Artículo 141. Los contratantes responderán a partes iguales en las ventas a
consignación por la merma o pérdida de productos perecederos por acción del
tiempo, salvo pacto en contrario. Si la pérdida o merma ocurre por fallas en las
medidas de conservación será imputable al comprador.
Artículo 142. Las partes podrán someter la solución de las controversias que
surjan con motivo del contrato de agrocomercialización a los medios alternos de
solución de conflictos establecidos en la ley.
Artículo 143. El Estado, a través del Ministerio de Desarrollo Agropecuario en
coordinación con el Ministerio de Comercio e Industrias, llevará un registro de las
producciones agrarias nacionales destinadas a la exportación y procurará
suministrar oportunamente a los productores los precios internacionales y las
condiciones del mercado, a fin de orientar la actividad.
Artículo 144. Para garantizar la transparencia de sus transacciones y asegurar su
responsabilidad frente a los productores, los agentes comerciales, representantes
o corredores de productos agrarios deberán inscribirse en un registro que para
tales efectos creará el Ministerio de Desarrollo Agropecuario.
Artículo 145. En los contratos de agrocomercialización internacional en los que se
estipule que la entrega se haga en territorio panameño, deberá realizarse un
proceso de certificación a cargo de un tercero imparcial que haga constar el
estado en que se entrega el producto.

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