La Constitución de 1853
La Constitución de 1853
La Constitución de 1853
La Constitución de 1853 fue un reflejo del programa que Juan Bautista Alberdi había
expuesto en su obra Bases y puntos departida para la organización política de la
República Argentina. Planteaba que era posible transformar a la Argentina en una
Nación moderna.
El papel de la educación fue delineado en el texto constitucional. El artículo 5to
estableció que las provincias deben asegurar la educación primaria, la administración
de justicia y el gobierno municipal, condiciones bajo las cuales el gobierno nacional es
garante del goce y ejercicio de sus instituciones. El
inciso 16 del artículo 67 estableció entre las atribuciones del Congreso la de "dictar
planes de instrucción general y universitaria"
este inciso siempre desató la discusión ¿Qué se entendía por instrucción general? El
nivel medio no estaba aún desarrollado y era apenas una extensión de la enseñanza
primaria o preparatorio para la universidad.
La política educacional del régimen surgido de Caseros tuvo conflictos, pero Sarmiento
propuso que se diera prioridad a la educación básica; Mitre representaba a quienes
querían que el esfuerzo educativo del naciente Estado nacional apuntara a educar a la
clase dirigente. Aunque estaba ya decidido que la Argentina tendría un sistema
educativo escolarizado en el cual el Estado jugaría un rol principal.
Ni Mitre negaba la necesidad de desarrollar la educación básica ni Sarmiento
despreciaba la educación media y universitaria dirigida a las élites; se trataba de un
asunto de prioridades.
La política que comenzó con Mitre tuvo siempre una clara tendencia a la centralización
y a la elitización de la dirección del sistema. La propuesta de Sarmiento tuvo una
contradicción interna fuerte: aceptó otorgar un poder sobresaliente al gobierno central,
pero quiso que el sistema se apoyara en las instituciones de la sociedad civil, y en
algunas ocasiones, como por ejemplo durante la organización del Primer Congreso
Pedagógico Sudamericano realizado en 1882, se negó a que participaran delegados
de todo el país, prefiriendo una reunión más cerrada para decidir los destinos de la
educación nacional. Tanta fue su oposición que finalmente no concurrió al congreso
porque el gobierno rechazó su propuesta.
La batalla de Pavón, donde Bartolomé Mitre triunfó contra Justo José de Urquiza,
consolidó la unidad nacional y abrió las puertas para el proyecto pedagógico
centralista de la oligarquía liberal.
Las sucesivas presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda se tuvieron que ocupar
de la organización de la Nación: la delimitación puntual de las jurisdicciones de la
Nación y las provincias, la economía, las comunicaciones, los transportes, la
organización del ejército nacional, la salud pública y el sistema
educativo.
En 1862 Mitre asumió la presidencia, que ejerció hasta 1868, y nombró a Sarmiento su
ministro de Gobierno. Sarmiento fue nombrado gobernador militar de San Juan entre
1862 y 1864, Sancionó la primera ley educación en la cual estableció un fondo estatal
permanente pues consideraba que la renta para la enseñanza debía provenir de un
impuesto pagado por los habitantes con ese fin especial, y que sólo en caso de déficit
el gobierno provincial o nacional debía pagar los gastos de su presupuesto general.