Unidad 4
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Unidad 4
PTO 1.- DERECHOS Y DEBERES INHERENTES A LA POSESION Y A LA TENENCIA ART 1932 1933
ARTICULO 1932 del CCyCN.- Derechos inherentes a la posesión. El poseedor y el tenedor tienen
derecho a ejercer las servidumbres reales que corresponden a la cosa que constituye su objeto.
También tienen derecho a exigir el respeto de los límites impuestos en el Capítulo 4, Título III
de este Libro.
Tienen derecho a beneficiarse de las servidumbres que sirven al predio que ocupan. Este
aprovechamiento es independiente del que pueda corresponder al titular o titulares del inmueble, pues
el art. le extender al ocupante del predio las ventajas acordadas a aquel.
Cuando menciona a los “límites impuestos en el Capítulo 4, Titulo III” hace referencia a los límites
impuestos al dominio por razones de vecindad (art. 1970 CCyCN y ss.). Pesa sobre los titulares de la
relación de poder la obligación de no producir inmisiones (por ejemplo: humo, calor, olores,
luminosidad, ruidos, vibraciones o similares) que excedan la normal tolerancia (art. 1973 CCyCN), el
poseedor y el tenedor tienen el correlativo derecho a no ser molestados por el propietario lindero.
ARTICULO 1933 del CCyCN.- “Deberes inherentes a la posesión. El poseedor y el tenedor tienen
el deber de restituir la cosa a quien tenga el derecho de reclamarla, aunque no se haya
contraído obligación al efecto.
Deben respetar las cargas reales, las medidas judiciales inherentes a la cosa, y los límites
impuestos en el Capítulo 4, Título III de este Libro.”
El “deber de restituir la cosa a quien tenga el derecho de reclamarla” es un deber y no una obligación
1. porque la posesión y la tenencia, como hechos que son, no acuerdan obligaciones sino deberes,
atento la inexistencia de un vínculo generador de las primeras; y
2. porque este deber —precisa el artículo— existe aunque no se haya contraído obligación al
efecto.
EJ.: El hallador de una cosa mueble perdida, tiene el deber de restituirla inmediatamente a quien tenga
derecho a reclamarla y, si no puede individualizarlo, de entregarla a la policía del lugar del hallazgo,
quien —a su vez— debe dar intervención al juez (art. 1955 CCyC).
ARTICULO 1939 del CCyCN.- “Efectos propios de la posesión. La posesión tiene los efectos previstos en
los artículos 1895 y 1897 de este Código.
A menos que exista disposición legal en contrario, el poseedor debe satisfacer:
No son los únicos efectos de la posesión. En este Capítulo se regulan otras consecuencias, como
el derecho al reembolso para el caso de que el poseedor haya realizado ciertas mejoras
(art. 1938 CCyC)
adquisición de frutos (art. 1935 CCyC),
En el Título XIII de este Libro se le concede al poseedor, y también al tenedor, la posibilidad de
recurrir: - a la defensa extrajudicial (art. 2240 CCyC)
- y a las acciones posesorias (arts. 2241 y 2242 CCyC), en defensa de su relación de poder.
PTO 3.- EFECTOS DE LA POSESIÓN DE COSAS MUEBLES. ART 2412 CC Y 1895 CCYCN. CONDICIONES.
COSAS A LAS QUE NO SE APLICA LA PREVISIÓN LEGAL
El Art. 2412 del CC establecía una Presunción de propiedad. La posesión de buena fe de una cosa
mueble, crea a favor del poseedor la presunción de tener la propiedad de esta, siempre que esta cosa
no haya sido robada ni perdida. Y además la posibilidad de repeler cualquier acción de reivindicación
sobre la cosa.
(Se requería entonces: Posesión de buena fe + Título oneroso + cosa mueble)
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POSICIÓN DE LA CÁTEDRA: El código decía que el poseedor de buena fe de cosa mueble que
El art. 2412 consagraba una no sea robada ni perdida tenía a su favor la presunción de
presunción legal propiedad.
Esta tesis se dividía entre quienes sostenían:
- Que la presunción era iuris et de iure, y por ende no
admite prueba en contrario,
- Para otros era iuris tantum, porque el propietario que
quiere reivindicar la cosa, puede demostrar que no se dan los
requisitos del art. 2412,
Pero de una u otra manera, en realidad, si no se cumplían las
condiciones establecidas en el art. 2412, la presunción no
funcionaba.
El art 1895 del CCyCN modifica el carácter de presunción de la propiedad contenida en el art. 2412 del
CC y establece la ADQUISICION LEGAL DE DR SOBRE MUEBLES POR EL SUBADQUIRENTE al disponer que
“…La posesión de buena fe del subadquirente de cosas muebles no registrables que no sean hurtadas
o perdidas es suficiente para adquirir los derechos reales principales excepto que el verdadero
propietario pruebe que la adquisición fue gratuita…”
Se trata de una protección que dispensa la ley en favor de aquel que la adquiere creyendo en la
titularidad del derecho de parte de aquel que lo transmite.
“…Respecto de las cosas muebles registrables no existe buena fe sin inscripción a favor de quien la
invoca.
Tampoco existe buena fe aunque haya inscripción a favor de quien la invoca, si el respectivo régimen
especial prevé la existencia de elementos identificatorios de la cosa registrable y éstos no son
coincidentes.”
Ambos párrafos, pueden concentrarse en uno que diga: es indispensable la consulta al registro y a los
elementos identificatorios del mueble registrable para alegar buena fe.
Condiciones para la adquisición legal: posesión de BF+ cosa mueble no registrable que no sea robada
ni perdida.
Si la cosa es robada o perdida no hay presunción, aun cuando la cosa haya sido enajenada a un
adquirente de BF y título oneroso.
NO se aplica:
- A las cosas inmuebles
- Cosas muebles robadas o perdidas
- Universalidades de hecho o derecho
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Franja Morada UCSE
B) FRUTOS Y PRODUCTOS: POSEEDOR DE BUENA FEY DE MALA FE; SUCESOR. ESPECIES DE FRUTOS
ARTÍCULO 233.- “Frutos y productos. Frutos son los objetos que un bien produce, de modo renovable,
sin que se altere o disminuya su sustancia.
Frutos naturales son las producciones espontáneas de la naturaleza.
Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura de la tierra.
Frutos civiles son las rentas que la cosa produce.
Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles.
Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su
sustancia.
Los frutos naturales e industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no son separados.”
ARTICULO 1935.- Adquisición de frutos o productos según la buena o mala fe. La buena fe del poseedor
debe existir en cada hecho de percepción de frutos; y la buena o mala fe del que sucede en la posesión
de la cosa se juzga sólo con relación al sucesor y no por la buena o mala fe de su antecesor, sea la
sucesión universal o particular.
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• Ningún sujeto puede reclamar indemnización “…ni por las suntuarias. Estas últimas pueden ser
retiradas si al hacerlo no se daña la cosa…”
La solución se justifica porque se trata de mejoras que solo a él han beneficiado. Puede
proceder a su retiro a condición de que de ello no se derive un perjuicio a la cosa.
• “Todo sujeto de una relación de poder puede reclamar el costo de las mejoras necesarias,
excepto que se hayan originado por su culpa si es de mala fe.”
Nótese que no basta con la mala fe. Es menester, además, que haya sido el propio poseedor o
tenedor de mala fe quien —con su negligente obrar— las causó.
• “Puede asimismo reclamar el pago de las mejoras útiles pero sólo hasta el mayor valor
adquirido por la cosa.”
Ello es así porque la mejora aumentó el valor de la cosa. Puede ocurrir que, realizado el gasto,
el valor de este insumió sea superior al mayor valor alcanzado por la cosa, o a la inversa, que
el costo de la mejora sea inferior al mayor valor de la cosa. En ambos casos, la solución es la
misma: quien realizó la mejora tiene derecho a reclamar su reembolso pero “solo hasta el
mayor valor adquirido por la cosa”.