Poesia Doble

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COMISIÓN EDITORA

POESIA
José Ramón Medina '(Presidente),
Ramón Escavar Salom,
Miguel Otero Silva,
Angel Rama,
Osear Sambrano Urdaneta,
Oswaldo Trejo,
Ramón J. Velásquez
RUBEN DARIO
POESIA

Prólogo
ANGEL RAMA

Edición
ERNESTO MEJIA SANCHEZ

Cronología
JULIO VALLE-CASTILLO

BIBLIOTECA -AYACUCHO
PROLOGO

¿PoR QUÉ aún está vivo? ¿Por qué, abolida su estética, arrumbado su
léxico precioso, superados sus temas y au.n desdeñada su poética, sigue
cantando empecinadamente con su voz tan plena? Sería cómodo decir
que se debe a su genio, sustituyendo un enigma por otro. ¿Por qué
tantos otros más audaces que él, de Tablada a Huidobro, no han opa­
cado su lección poética, en la cual reencontramos ecos anticipados de
los caminos modernos de la lírica hispánica? ¿Por qué otros tantos
que con afán buscaron a los más no han desplazado esa su capacidad
comunicante, a él que dijo no ser "un poeta para muchedumbres"?
¿Por qué ese lírico, procesado cien veces por su desdén de la vida y
el tiempo en que le tocó nacer, resulta hoy consustancialmente america­
no y sólo cede la palma ante Marti?
Para interrogar su paradoja! situación no hay sino su poesía, como él
lo supo siempre: "como hombre he vivido en lo cotidiano; como poeta,
no he claudicado nunca". Esa vida circular que comenzó en un pue­
blecito de Nicaragua en 18 6 7 y vino a cerrarse en su misma tierra
en 1916 después de haber abrazado en adultos períodos casi iguales
los puntos claves de América -latina y sajona- y los de una Europa
soñada y padecida, fue la cuenta menuda de lo cotidiano. Y ha sido _devo­
rada por el anecdotario de los memorialistas que han concluido por dis­
gregarla. Todo en ella resulta pequeño si se compara con la energía
arrolladora de Martí, el signo trágico de José Asunción Silva, la militan­
cia política de González Frada, el agresivo dandismo de Chocano o
Blanco Fombona: sucesión de historias triviales, en ocasiones tristes, en
ocasiones sórdidas, en torno a las miserias de la vida literaria, las angus­
© de esta edición
llIBLIOTECA AYACUCHO
tias económicas, los cargos diplomáticos que varían con los reveses de sus
Caracas - Venezuela protectores, las galeras de la tarea periodística, la carne (frecuentemente
Apartado Postal 14413 Diseño / Juan Fresán de alquiler) que tentaba con frescos racimos, el temor a lo desconocido
Derechos reservados Impreso en Venezuela
conforme a la ley Printed in Venez11ela disfrazado con el oropel ocultista, la tristeza de las fiestas. Pocas vidas

IX
funda crisis de la cultura, aunque ella, lejos de disolver el siglo trans­
o deshm1bra"ª. Cumplió a fondo con ese estudio asiduo: en Hispanoamé­ currido como· sugirió Onis, recuperó las líneas de fuerzas qúe venían
rica toda no hubo ningún poeta y ningún crítico que, muerto Mallarmé tendiéndose en Europa y Estados Unidos desde la instauración cataclís­
en setiembre de l 89 8, fuera capaz de escribir en el siguiente mes de tica de las revolucíones burguesas, les confirió nitidez y coherencia y las
octubre un análisis tan perspicaz, de apreciación técnica esmerada Y de organizó a modo de instrumento de penetración en el futuro, para la recién
captación profunda de su significación, como el que Darío le consagra experimentada instancia ele expansión ecuménica de la burguesía. Sólo
en El Mercurio de América 4• Quince aüos después volvía a decir,. leyen­ qué en América no se vivió su largo crecimiento sino que irrumpieron
do a Martí, que la sencillez no podía confundirse con éspontanei�mo Y bruscamente junto con los financistas europeos al declinar el x1x, pare­
expresión del alma, ya que era de "las cosas más difíciles, pues a ella ciendo una subversión. El sincretismo que prolongó el eclecticismo en arte,
no se llega sin potente dominio del verbo y muchos conocimientos", per­ arquitectura, filosofía, permitió reiterar hacia el final del siglo. "¿Quién :ffl
cibiendo y admirando en el cubano su reflexión sobre el arte "pues bien que es no es romántico?", proponer una pócima dosificada "con Hugo ;,,..;.,
sabía, como todos los grandes conscientes, el valor de su verbo armóni�o fuerte y con Verlaine ambiguo" y recoger en una sola brazada los oríge- $.�
y melodioso" 5• La conciencia del arte, la certidumbre de que se deb1a nes de esta vasta mutación que se encuentran en el liviano y melancólico ;1:
operar la producción lúcida de un significado estético, se constituyó en rococó de la Regencia y su actualización última en el subjetivismo orna- f')
. el punto focal de una nueva actitud que Darío compartió con los mejores mental del "art ·noveau" de fines del x1x, testimoniando así la tardía in- ·:."'':
modernistas. corporación de un siglo largo de literatura, visto desde el remate simbo- ()
Pero un buen nadador, bien dotado y bien entrenado, es posible que lista hacia el cual se dirigía. '·
no alcance su mejor rendimiento si debe enfrentar un mar hostil y en Si prescindiéramos por un momento de las diversas edades y gene- ll:,,,,
1
cambio es previsible que avance impetuosamente si logra colocarse raciones a que pertenecían los intelectuales de entonces, de sus doctrinas ZZU
en la corriente central que favorece su esfuerzo. Sobre todo si se ha filosóficas o estéticas diferentes, de su variada formación cult�rí!l, e in- i)
desechado la derrota trágica del héroe romántico como modelo de vida

:t
terrogásemos lo que escribieron entre· 1880 y l 890, observanamos que
artística y se ha optado por ser el triunfador del presente, con todos todos se enfrentaron al mismo problema : a esa brusca evolución de �!��
los riesgos que esto conlleva respecto al eventual triunfo futuro que ase­ circunstancias preexistentes (débiles en América, vigorosas en Europa)
oure la supervivencia, eso que se siguió llamando la inmortalidad de la que dotó de novedad urgente al panorama de la cultura y exigió una ..,,,
fama. Si es aquí y ahora que debe imponerse un mensaje pbético, es perentoria toma de conciencia. Tanto en el de mayor edad, Manuel .
aquí y ahora que debe armonizarse el conocimiento y el tesón creativo ()
González Prada, como en el más joven, Rubén Daría, y también en José •·"
del poeta con la corriente rectora que marca la tendencia fundamental Asunción Silva, Manuel Gutiérrez Nájera, José Martí. Certeramente ha 'J.J
de una época y que muchas veces no es perceptible ni siquiera para los dicho Paz: "el modernismo era el lenguaje de la época, su estilo histórico, ,�(
que están viviendo ese momento. Aún más difícil detectarla cuando se y todos los creadores estaban condenados a respirar su atmósfera" 6• El 2'
pertenece a un tiempo "de elaboración y transformación espléndida" problema fue para todos el mismo (reconozcamos las variaciones deter­
(Martí), cuando la historia nos reduce al génesis con su multiforme con­ minadas por el grado de desarrollo de sus respectivas áreas o su partí- f.)
fusión porque se está iniciando un nuevo ciclo donde cohabitan lo viejo
y lo nuevo bajo las más variadas máscaras. Percibir en ese confuso
cular problemática) y la asunción de una conciencia reflexiva, como i<
respuesta a la circunstancia, también fue la misma.. A partir de ese Ci
instante hacia dónde iba la nueva cultura germinante y, sin temor al sustrato común podían diverger las soluciones propuestas, pero todas é;}i
debate y la crítica ocasionales, arrojarse dentro de su corriente, fue la debían surgir de una conciencia crítica en que el arte se tornaba· �
empresa de Darío y del equipo intelectual que conocemos con el nom­ ��.
bre de "modernistas", Es evidente que sus miembros vivieron una pro· Por ello la primera tarea de un joven poeta fue entonces interrogar a
su tiempo. )lo
3 "Bajo relieves de Leopoldo Díaz" (Revue Illustrée du Rio de la Plata, Buenos

Aires, diciembre de 1895) en Escritos inéditos de Rubéii Dnrío, ed. cit., p. 82.
4 Escritos inéditos de Rubén Dnrío, ed. cit. p. 134-7. En uno de sus abocetados
incisos, dice: "Ausencia preconcebida de la usual ayuda de lo incidental, cara a la
pereza en la celebración: el pensamiento parangón gueda por lo tanto en su so-.
Jedad, sin otra corte que sus propios fulgores, asunto de aspirar en la rosa espiritual
la única mágica perla de esencia".
s "José Martí, poeta" en O. C. IV (Madrid, Afrodisio Aguado, 1955), pp. ºOctavio Paz, Cuadrivio. México, Joaquín lVIortiz, 1965, p. 13,
945-6.
XIII
XII
/

ción, previó que había concluido el tiempo del espontaneísmo, del capri­ Si esa población. aluvional. hiio girar ciento ochenta grados el estilo
cho, del impulso natural, sustituido por la planificación racional regida de vida de las ciudades, con alarma y repugnancia del patriciado que
por un coherente cuerpo de ideas e imaginó a la naturaleza misma ple­ había entrado en su dorada decadencia y ahora reivindicaba como la
gándose a un programa: "Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que Liuba de El jardín de los cerezos la pura belleza no productiva de las
vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, cosas, la literatura también daría un giro copernicano similar. Desde un
según la acaricie el capricho de la luz o la tundan y talen las tempes­ neoclásic& como Andrés Bello, cuya Silva a la agricultura de · la zona
tades: los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante tórrida es de 1826, hasta un tardío y ya becqueriano romántico como
de las siete leguas. Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y Juan Zorrilla de San Martín, cuyo Tabaré es del mismo aiio de Azul ...
hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de la norma fue siempre la naturaleza : fijaba el modelo artístico porque
los Andes". era el testimonio de un orden viviente cuya clave seguía siendo la divi­
El cambio se tornaba notorio en el vertiginoso crecimiento de las nidad; proporcionaba al tiempo los elementos de composición y el ré­
ciudades que se produjo en el último cuarto del siglo x1x. Según los gimen de proporciones que permitían construir lo bello. La poesía la
datos reunidos por Richard Morse 7, entre 18 7 5 y 1900 la población de enunciaba explícitamente como su asunto central y ad�más, gracias a
Santiago de Chile pasó de 130 a 250 mil habitantes, en tanto la de su incorporación a los tropos como elementos de comparación, autorizaban
Buenos Aires, que con su progreso económico vivía el asalto inmigra­ la reificación de la naturaleza ·dentro del arte. A pesar del convenciona­
torio, de 125 a 8 50 mil. En esta ciudad, la mayor y más pujante con lismo que les impuso la rígida codificación romántica, estos tropos pro­
que contaba entonces América Latina, la primera expresión de la Cosmó­ movieron, más aún que los asuntos, la asimilación ,de un sistema simbólico
polis futura que veían los americanos, la ciudad de los mejores diarios generado artificialmente por la cultura, como es la lengua y la poesía,
( aunque también de inexistentes. editoriales) y de las ostensibles riquezas, a un sistema decididamente natural.
desembarcó Rubén Dario el 13 de agosto de 1893: tenía veintiseis míos. En la misma medida en que el modernismo acompañó el proceso de
Pero no era simplemente la densidad de población la que la definía, urbanización porque, como dijo Julián del Casal, tuvo "el impuro amor
sino el estilo aventurero, "despersonalizado y anónimo cuando se trata de de las ciudades", se distanció de diversos modos del imperio de la natu-
negocios, audaz y arrollador", según el lúcido examen de José Juis Ro­ raleza. Pero ninguno de sus poetas llevó tan a fondo la trasmutación de
mero. Estilo propio de quienes "buscaban el ascenso social y económico lo natural en artificial, como Rubén Darío. Fue una de las razones de
con apremio, casi con desesperación, generalmente de clase media y sin su sonado éxito, tanto por la aprobación admirativa como por la destem-
mucho dinero, pero con una singular capacidad para descubrir dónde piada censura, que le confirió una originalidad agresiva dentro del pano-
estaba escondida, cada día, la gran oportunidad" 8• Así también podría rama de las letras. La calidad de jefe o cabeza visible de un movimiento
haberse descrito al poeta recién llegado, que tanto se había esforzado por que se le reconoció en el período argentino, se .debió a la extremación
integrar el cuerpo de redacción de La Nación y conseguir un puesto de una tendencia que no era de su exclusiva invención sino general a todo
consular que asegurara allí su subsistencia. Tres años después ofrecía el modernismo, pero que él llevó a su perfecta culminación paradoja!,
esta descripción de su segunda patria: "Buenos Aires modernísimo, cos­ tal como la acmió desde 1888: "hacer rosas artificiales que huelan a
mopolita y enorme, en grandeza creciente, lleno de fuerzas, vicios y vir­ primavera, �e aquí el misterio" 10• En este capítulo exageró a sus maes-
tudes, culto y polígloto, mitad trabajador, mitad muelle y sibarita, más tros franceses: ni Lcconte de Lisie, ni Gautier, ni Banville, ni Verlaine,
europeo que americano, por no decir todo europeo" 0, reconociendo a la mt!estran una entrega tan jubilosa ( y tan candorosa) a esa reelabora-
vez que en una población que ya había alcanzado los 600 mil habitantes ción poética de 1roductos ya acuñados por la cultura que nos ha deparado
no había cien que comprasen un libro nacional. La lectura de los cultos lo que Pedro Salinas analizó perspicazmente como "paisajes de cultura" 11•
era La Nación y las novedades extranjeras; la del pueblo las ilustraciones Entre las mejores piezas de Prosas profanas se cuentan sus recreaciones
y los breves textos del primer ejemplo exitoso de revista masiva moderna, helénicas, las fiestas galantes, las versiones de textos del pasado, las
Caras y caretas. marginalias poéticas al arte mundial, cuya audacia mide el escándalo
que las acompaiió hasta nuestros días, mezcla de fascinación y de horror.
1 Richard Morse (con Michael y John Wibel), Tlze Urba11 Develop111e11t of Lati11
America 1750-1920, Stanford University, 1971. 10 "Cátulo Méndez, ''Parnasianos y decadentes" en. Obras desco11ocidas de Rubéli
s José Luis Romero, Latinoamérica: las ciudades y las ideas. México, Siglo XXI,
1976, p. 264. Darío escritas en Chile y 110 recopiladas en ninguno de sus libros (cd. Raúl Silva
o "Introducción-a Nosotros por Roberto J. Payró, en Escritos inéditos de R11bé11 Castro). Santiago, Prensas de la Universidad de Chile, 1934, p. 170.
11 Pedro Salinas, La voesía de Rubén Darío. Buenos Aires, Losada, 1948, cap. VI.
Darío, ed. cit.,"p. 101.

XXIV X.XV
1.

11 filoso fía de la naturaleza que sirvió de guía a los alq uimistas está fundada qu�en, ina�gur9 la pr�ble�ática · nuev� de la modernid�d cuando el poeta
sobre la hipótesis de la unidad de la materia; en el fondo es tan plausible . e stim � posible la fabricación del mundo y la fabricación del yo unidas en
como las teorías m o dernas más apreciadas hoy. Las opiniones sobre la un mismo pui:ito evanescente : el efect o de la cosa y no la cosa misma
c onstitución de la materia a las cuales tienden a volver los sabio s, no como apuntó Mallarmé.
1,
'1
carecen de analogía co n las perspectivas profundas de los primeros alqui­ En un texto profétic o, el prólog o al "Poema del Niágara" de Pérez
1
mistas" 10• Pero esta unidad es notoriamente un esfuerzo m ental que no Bonalde, José Martí avizoró las vías que tras el cataclismo de la moder­
cancela sino que aviva la pugna de los elem entos enfrentados. La contra­ nidad, que daban abiertas a la poesía: "la vida personal, dudadora, alar-
dicción que estaba en la e structura narrativa, en la palabra, en la alter­
nancia de "harmonía verbal" y "melodía ideal" de la poesía, es la misma mada, preguntador a, inquieta, luzbélica; la vida íntima f ebril, no bien
que rige al universo : "Bosq ue ideal que lo r eal complica", y otra vez se enquiciada, pujante, c�m�orosa, ha venido a ser ei asunto principal y,

tt:­
confiere a la idea la capacidad rectora. La unificación no es entonces c on la Naturaleza, el umco as unto legítimo de la poesía moderna". Tal
la integración homogénea de las partes, sino una tensa armonía que las cual. Una correspondencia baudelairiana se establece entr e vida íntima
obliga a funcionar co njuntam ente, rec onociéndoles su s individualidades, y naturaleza: se edifican simultáneamente ante una misma situación (.,\1
sus contrastes y oposicione s. La "selva sagrada" es ahora un diagrama externa aparecida· y son semejantes las transmutaciones que en ambas se ;,�/.
intelectual que interpreta a la r ealidad, reconociendo que están instau­ cumplen. ·
radas las contradiccione s, per o ellas componen un todo armónico. Bajo Si la "selva .sagrada" debió ser construida apelando a un c onjunto de
esta construcción ¿ será posible recon o ce r una secreta co nvalidación de la
.
piezas culturales, la interioridad registró el mism o procesamiento. Un
nueva sociedad que en los años iniciales del siglo xx, cuando se imponía mod:lo cercano se encontraba en Verlaine, quien había hech o de la
su nombre y su arte, llevaba a Darío a distanciarse del espíritu crítico de conciencia un espectácul o : "Votre ame est un paysage choisi / que vont
su período chileno y argentino, a oponerse a la mesocracia trepadora y a charmant masques et b ergamasques, / jouant du luth et dansant et
justificar el nuevci orde n? ¿Pero no es también, mediante la teorización quasi / tristes sous leurs déguisements fantasques". L¡ interioridad ya
de esta interdep endencia de las partes para concurrir a un fin· común
sup erior, la dignificación y el r escate de los valores humildes o repro­ no e� presentida ;;º�º el "yo"compacto de los románticos, para devenir
, _
bados que al nivel de estos Cantos de vida y esperanza tiene su corres­ tamb1en ella �n paisaJe de cultura".La c omparsa· enmascarada y equí­
pondencia e n un "sincerismo" que autoriza la incorporación de los asuntos voca que desfila por el alma en el poema de Verlaine se la vuelve a
y el léxico c orriente ("el c errar de una puerta, el r esonar de un coche", ver en fas teorías d� vírgenes doncellas y mancebos criminales que inten­
_
"buey que vi en mi niñez echando vaho un día"), la celebración del t�n seducir a la prmcesa encantada en el poema que Daría titula explí­
"gran tesoro" go yesco o el hallazgo de una filosofía en la cual, a pesar del citamente "El reino interior". Junto a la transposición de la intimidad
_
reconocimiento de las normas sup eriores, se certifica una grandeza: "Sa­ a un �onJtmto de múltiples objetos culturales, se asiste al comienzo de
,
bed ·ser lo que sois, enigmas, siendo formas"? la de smtegracion del yo, del cual será Proust historiador cumplido p ero
que an�es de él exploraron los po etas decadentes y simb olistas y trató
de te orizar Bergson. Un raro instante de la cultura cuya conflictualidad
se prolonga hasta nuestros días pero cuya germinación es de mediados
DENTRO - FUERA del �IX, cuando se .abre el abismo entre interi oridad y exterioridad, entre
_ _
,c onc iencia y mundo . -si esa ruptura robustece inicialmente, a modo de­
Este áfán nace d el esfuerzo para vencer la alienación pero es evidente _
fensivo, es e yo que sufre la hostilidad del sistema despersonalizado en
que ella de bió manifestarse p rimero en el seno de una subjetividad que curso Y su predominante régimen de prestaci ones so ciales (a eso llama­
se sintió amenazada. La "selva sagrada" r emite, c omo un esp ejo, a su mos romanticismo), · progresivamente será corroído también él y solo
constructor: la conciencia poética. Del mismo modo, el "yo" remite a un hallará modo de pervivencia en una inquieta, esfumada evanescente
complemento que lo justifica, la "naturaleza" que ha sido construida sensorialidad que r ecorr e l os diversos o bjetos y pulsiones �n que se ha
como un artificio. El prece dente está, co mo es sabido, en el Poe que _
fragmentado su umdad presupuesta. Si contradictorios son los elementos
esc ribe tanto la "Filosofía del moblaje" c omo "La mansión de Arnheim",
con �ue se compo ne la naturaleza, también lo son los que animan a la
_
10 V. Maurice Barres, "Stanislas de Guaita, un rénovateur de l'occultisme
c onciencia, aunque en unos y o tro s se post ula una tensión armonizadora
(1860-1898)" en Cosmopolis, N9 XXXIV, Londres, octubre 1898, p. 117. que por esta vía indirecta re stablece la unidad..

X.XXIV XXXV
y "Ya verás", en las que aparece la palabra "abrojos" (La dramática vida de de Rubén Rubí son intencionadas creaciones de Eduardo de la Barra, muy pronto
Rubén Daría. Barcelona-México, Ediciones Grijalbo, S. A., 1966, p. 118). Darío prologuista de Azul. .., en defecto de José Victorino Lastarria, su padre político
pudo conocer la primera edición de los Versos (México, 1874) Y más posiblemen­ fallec ido el 16 de junio ele 1888. La composición de las rimas clarianas no fue
te las de Poesías (París, 1884 y México, 1885); en unas "Apuntaciones Y párra­ menos intencionada; ya hemos visto que se escribieron con miras a un certamen,
fos" de La Epoca, 3 de octubre de 1886, Dario se refiere a Acuña con bastánte cuyo segundo tema pedía, muy concretamente, una "colección de (doce a quince)
precisión y transcribe una de sus "Hojas secas", como que ya había escrito, a composiciones inéditas ele poesías ·del género sugestivo o insinuante, de que es tipo
principios de ese año, el drama "Manuel Acuña", hoy perdido, pero entonces el poeta español Gustavo A. Bécquer". La convocatoria se publicó en La Libertad
"representado en Nicaragua con mucho éxito". El "abrojo" XII, publicado en Electoral, de Santiago, 28 de junio ele 188 7; Darío, a la sazón en Válparaíso,
La Epoca, 31 de diciembre de 1886, puede aludir a los amores ele Acuña o a los debió leerla en ese diario o conocerla en resumen con la incitación que le envió
del propio Darío, pues comenzaba así, en esa primera versión: "¡Oh Rosario! Pedro Balmaceda Toro ("Trabaja y obtendrás el premio -un premio en dinero-,
Te quiero / con toda el alma". Ciertas huellas de Acuña persistirán en las Rimas que es la gran poesía de los pobres"). De una segunda carta de Balmaceda- a
(1887); lo hice notar en ocasión del centenario del nacimiento de Acuña ("Darío Darío se saca en claro que el poeta escribió en el mes ·de julio el Ca11to évico · y
y Acuña", ahora en Mam1el Acuña a través de la crítica literaria. México, Heme­ sus Rimas; de éstas envió el borrador o una copia a Balmaceda, que el amigo leyó
roteca Nacional, 1974, pp. 197-201). y devolvió con sugerencias ele corrección. Recibidas y quizás aceptadas las suge­
rencias, fueron de\'ueltas por Darío a Santiago, para que Balmaceda v Manuel
Rodríguez Mendoza las presentaran al Certamen. Todo esto antes del 10 de agosto,
RIMAS (1887). Se reproduce el texto de la edición crítica citada en el ítem an­
terior. Dario consideró la publicación de sus Rimas en el volumen del Certamen fecha en que se cerraba la recepción de trabajos. Si en algunas ocasiones Darío
Varela, I (Santiago, Imprenta Cervantes, 1887, pp. 186-196), en Las rosas a11di- dio muestran de indolencia, este mes de· julio lo presenta como creador disciplinado
11as, folleto en que Eduardo de la Barra las parodia (Valparaíso, Imprenta Y Li­ Y corresponsal diligentisimo. Agréguense las consultas que tuvo que hacer para la
brería Americana de Federico T. Lathrop, 1888) y en las Poesías del propio De elaboración del Canto épico y los consejos y resúmenes que recibió rápidamente
la Barra (11, Santiago, Imprenta Cervantes, 1889, pp. 381-425), como verdade­ de Eduardo de la Barra, sólo aprovechados en parte por la inminencia del plazo
ras ediciones; implícitamente lo reconoce así al enlistar las "Obras, (publicadas] del (Raúl Silva Castro, Rubén Darío a los vei,zte años. Madrid, Editorial Gredos,
1956, pp. l 75-178).
mismo autor" en la cuarta ele forros de Azul... (1888) y de A. de Gilbert
(1899-1890), las obras más inmediatas, como en las de madurez: Opiniones La lectura de Bécquer se remonta a los quince años del poeta; en el manuscrito
(1906), Cantos de Vida y Esperanza, El canto errante y Parisimza (1907); así de sus Poesías ,. artículos en prosa (1879-1882) figuran ya dos composiciones
como en una lista manuscrita enviada al Secretario de la Hispanic Society of típicamente becquerianas: "A mi querido amigo Antonio Telleria" y "Lo que yo
America, Nueva York, 7 de abril de 1915, en que reconstruye de memoria esta te dalia"; esta última, subtitulada "Rima", fue publicada en La Juve11t11d, San
primera época suya, al pare�er sin intención bibliográfica, pero dando lugares, Salvador, 22 de agosto ele 1882, e- imitada en- Nicaragua, meses antes del Certa­
fechas y otras circunstancias precisas: "Primeras notas, Managua, Nicaraguá, men Valera (Ramón González Cruz, "Lo que yo te daría", en El Diario Nicara­
1885. Abrojos, Santiago de Chile, 1886. Azul. Valparaíso, Chile, 1877. ·Rimas giieuse, Granada, 8 ele marzo de 1887, año III, serie 33, núm. 799, p. 3);
(Certamen Varela), 1887". Sirve además para documentar la opinión definitiva De esta primitiva rima dariana parte la VIII de 1887; el nombre del .poeta sevi­
sobre su propia obra, a diez meses justos antes de morir. Como se ve, en ninguna llano se ofrece con rúbrica en "Lo que yo te daría": ''; .. y escrita sobre la hoja
de las listas se incluye el Canto épico a las glorias de Chile, que Darío presentó de albo lirio, / una rima le Bécquer"; igualmente, en la VI rima chilena: " ...
al Certamen Varela bajo el pseudónimo ele Ursus y que ganó la mitad del primer como 'un himno gigante y extraño' / arrancar a la lira ele Bécquer!". Algunos
premio; en cambio, sí incluyen las Rimas, que sólo tuvieron un accesit en el Cer­ temas Y modos ele los Abrojos se continúan en las Rimas, · por ejemplo, las pre­
tamen, al que fueron también presentadas con el título ele Oto1iales y bajo el guntas Y contestaciones lacónicas que indican mal humor y amargo resentimiento:
pseudónimo de Imberto Galloix. Empero, en el volumen del Certamen Varcla y en "¿Eres artista? Te afeo. /. ¿Vales algo? Te critico" ("Prólogo", II, vers. 25-26);
los impresos de De la Barra, que Darío conoció, se titulan Rimas, rubro que Darío "¿Que me mira? Agravio. / ¿Me han hablado? Zahiero" (Ri11¡as, XI). A. los
aceptó; no tiene razón, pues, .a nuestro ver, don Alfonso Méndez Plancarte al débitos �abidos liay que añadir la lectura de Manuel Acuña; la rima IX está
incluir el Canto épico y al restablecer el título de . Otoiiales en el cuerpo central emparentada con las "Hojas secas" (XII) del poeta suicida. La primera crítica
ele obras reconocidas por el propio Darío (Poesías completas. Madrid, Aguilar ultramarina se debió al académico Vicente Barrantes, La Esvmía M�derna, Ma­
S. A. de Ediciones, 1952, pp. 521-540 y 541, respectivamente). drid, 31 de agosto de 1889.
Sólo una de las catorce piezas de las Rimas vio la luz pública antes de
aparecer el volumen primero del Certamen Varela ("Obras preiniadas Y distingui­ AZUL .. , (1888). Se reproduce únicamente la parte poética en·· verso de· la
das entre las novecientas noventa composiciones presentadas"), la X, en La Epocá, tercera edición (Buenos Aires, Biblioteca de La Nación, 1905), según el texto
20 ele novit:mbre de 1887; el volumen comenzó a circular en el inmediato diciem­ crítico mencionado en el ítem segundo. El contenido ele esta parte de la primera
bre. El 6 de enero de 1888, en Valparaíso, salieron Las rosas a11di11as: rimas Y edición (Valparaíso, Imprenta y Litografía Excelsior, 1888, pp. 103-133) fue
contra-rimas vor R11bé11 ·varío y R11bén Rubí; las contra-rimas Y el pseuclónimo aum�ntado en la segunda (Guatemala, Imprenta ele La U11ió11, 1890, pp. 135-

LVI LVII
de la 2fJ. edici6n de Prosas profanas, enviado por Jiménez desde fines de 1902 y noviembre de 1899: "un número de La Esvaíía Moderna. , , con dos poemas,
devuelto por Darío con el manuscrito el 4 de julio de 1903: "le envío las nuevos para mí, de Rubén Daría, 'Hidalgos' [sic, por "Retratos"] y 'Sor María'
Prosas y varios versos nuevos"; todavía el 20 de octubre, Darío parece estar pen­ y me los estaba bebiendo embriagado" (Juan Ram6n Jiménez, El trábajo gustoso,
diente del envío y del contenido: "Le envié las Prosas, con algo de mis nuevas edici6n citada, p. 223 ). 2) "Por el influjo de la primavera", en Blanco y Negro,
ideas". Jiménez incluyó el poema en Canto de Vida (con el descuido antes dicho: Madrid, 20 de mayo de 1905 v documentada en dos cartas de Darío a Jirnénez;
falta un espacio blanco entre los versos 14 y 15); 5 estrofas: una de 6 Y cuatro París, 30 de marzo de 1904: "Le mandaré, pues, pronto versos. Para Blanco y
de cuatro versos (reproducción facsimilaria en Unidad, cuaderno n(1m. 7, Ma­ Negro Y para el libro"; 15 de junio: "Y ahí van esos versos que me ha traído
drid, León Sánchez Cuesta, 1825, hoja núm. 13). 10) "Canto de esperanza", la primavera, y la espuela de sus amables pedidos". 3) "La dulzura del ánge­
ya con este título de la 1� y 2q ediciones. Marasso dice que "debió de ser escrito lus ...", en Re11ista Hispano-Americana, Madrid, abril de I 905, con variantes no
en 1904 . .. posiblemente impresionado por rumores de una conflagración univer­ reputables al original: "y esta otra amargura" (verso 1 O) y "a donde dirigir nues-
sal" (Rubén Daría y su creaci6n poética. Buenos Aires, Biblioteca Nueva, edición tros 1iasos", El manuscrito lo regal6 Jirnénez a Enrique Díez-Caneclo, quien lo
aumentada, s. f., p. 202); suposición no corroborada por ningÚn documento, a no hered6 a su hijo del mismo nombre. 4) "Tarde del trópico", ya referida su
ser por estas líneas de Daría, de unos tres años antes: "Suelo encontrarme con historia anteriormente. 5) ''Nocturno" ("Quiero expresar mi angustia en versos
gentes imaginativas y con gentes prácticas, con caballeros de la célula Y doctores que abolida. , . "), al parecer rio publicado antes del libro; manuscrito en la
místicos ... con personas que están esperando en estos momentos el caballo blanco Library of Congress. 6) "Canción de otoño en primavera", dedicado en libro
del Apocalipsis . .. los del caballo blanco, por el contrario, me han prometido "A [Gregario] Martlnez Sierra", no se conoce en publicaci6n anterior, sino en
para dentro de muy poco tiempo, la destrucci6n del mundo por el fuego del el manuscrito autógrafo que pas6 de Juan Ramón Jiménez al doctor Gregorio
cielo" (La caravana vasa. París, Garnier Hermanos, 1902, pp. 22-24). Por lo Marañ6n, Y de éste a la Real Academia Española, en Madrid, donde se conserva;
demás, la predilecci6n bíblica de Darío se apoya aquí y en el "Canto" en el el Seminario Archivo Rubén Darfo, Madrid, 1963, núm. 7, pp. I 5-23, lo publicó
Apocalipsis, cap. VI, ,,ers. 2 y sigts. I I) "Mientras tenéis, oh negros corazo­ facsimilariamente. 7) "Trébol", en La Ilmtraci6n Es11añola y Americana, Madrid,
nes ...", sin titulo ni fecha, pero íntimamente vinculado al anterior. Se desconoce 15 de junio de 1899. 8) "Charitas". no se conoce· publicaci6n anterior ni manus­
public�ci6n anterior y manuscrita. 12) "Helios", se trata sin duda de esos poemas crito. 9) "¡Oh, terremoto mentalf", al parecer no publicado antes; el manuscrito
con "nuevas ideas" que Darío enviaba a Jirnénez por 1903 y corno tal parece fue obsequiado "A Juan Guerrero Ruiz fpor] su amigo Juan Ram6n Jiménez.
emparentado con "Torres de Dios". Con seguridad operaba en la mente de Darío Madrid, enero, 1924", hoy en ·poder de su viuda doña Ginesa Aroca de Guerrero.
la sugerencia del titulo ele la revista Helios y su simbolismo mito16gico; Darío
10) "El verso sutil que pasa o se posa", en El Gladiador, Buenos Aires, 1902;
simpatizó con la revista, desde que Jiménez le plante6 su fundaci6n, acept6 cola­
en la Revista Moderna, México, 1'> quincena ele agosto de 1903; y El Cojo Ilmtrado, \ }
borar gratuitamente en ella y pedía con frecuencia colecciones, suscripciones Y _
Caracas, lQ de diciembre. En las tres publicaciones con el titulo general de "Albu-
números sueltos. Sin embargo, este poema no se public6 en la revista (como süpone
mes y abanicos" que incluye otras dos piezas, una de e11as "Madrigal ex�ltaelo"
Méndez Plancarte: "acaso sea el poema 'ele hierro y ele flores' que J. R. Jiménez
(núm. 19 de esta secci6n); en las revistas. esta pieza trae dedicatoria "Para la seño-
agradeci6 a R. D. haberle enviado para su revista Helios, de Madrid, en 1903")
rita E.G.", que no aparece en el manuscrito ele Library of Congress. I l) "Filosofia", i .­
y quizá por la hiper delicadeza de Jirnénez, quien se refería, en esa frase, a la oda
manuscrito en Library of Congress. - 12) ''Leda", publicada junto con ''Retratos" .''..
"A Roosevelt", publicada en el n(1mero de febrero de 1904; antes había aparecido
en La Esvaña Moderna, noviembre de 1899, pero se remonta a la énoca centro- ( ·;
en ella "Un soneto a Cervantes", dedicado "A Ricardo Calvo", septiembre de
americana, 1892. 13) "¡Divina Psiquis, dulce mariposa invisible", manuscrito en ·-:::;
1903. Torres Rioseco fecha "Helios", con interrogación, en 1903 (antología citada,
Library of Congress. 14) "El soneto de trece versos", en Renacimiento Latino, ,._,-� ..
p. 108); como hemos visto, parece tener razón. Manuscrito en la Library of Madrid, abril de 1905; manuscrito en la Biblioteca de Alfonso Reyes, México; L)
Congress. 13) "Spes", no conocida en publicaci6n periódica. Manuscrito en la
Library of Congress. Torres Rioseco la fecha interrogativamente en 1905 (anto­
véase Regino E. Boti, "Rubén Darío, el soneto ele 13 versos" en el Libro jubilar ¡¡;;)
de homenaje al Dr. Juan M. Dihigo y Mestre. La Habana, Facultad ele Filosoña �
logía citada, p. 111). 14) "Marcha triunfal", ya reseñada anteriormente. ¡y
y Letras, 1941, pp. 139-151. 15) "¡Oh, miseria de toda lucha por lo finito!", i;..:�
Los cisnes, sección de libro dedicada "A Juan R[am6n] Jiménez" y com­ J
no se conoce publicaci6n ni manuscrito; acaso pueda servir para fecharla este ;i�
puesta de cuatro poemas: I, III y IV, no publicados antes, al parecer, y cuyos pasaje de ''Granada" (febrero de 1904): "Y he ideado las impresiones de la �::.,J
manuscritos donó Jirnénez a la Library of Congress y II, "En la muerte de Rafael pequeña alma de una coccinela pequeñita . .. Va la pequeña coccinela ... )' 1� '}.V!'
Núñez", que debe ser de Buenos Aires, septiembre de 1894, puesto que se publica
1!�:�
coccinela penetra entre las riquezas que se presentan a sus ojos. Corno la almita :,:)
el lQ de octubre en la Revista de América. de esa bestezuela de Dios mi alma" (Tierras solares. Madrid, Leonardo Williams,
Otros poemas, secci6n la más numerosa, dedicada "Al doctor Adolfo Altamirano", 1904, pp, 83-84), 16) "A Pl1ocás el campesino", manuscrito en Library of
abogado y político liberal nicaragüense durante el régimen del Gral. José Santos Congress. 1 7) "¡Carne, celeste carne de la mujer!. .. ", ídem & ibidem. 18) "Un
Zelaya, que hacia 1905 ocupaba la Secretaría de Relaciones Exteriores. XLI piezas soneto a Cervantes", en Helios, Madrid, septiembre de 1903. A pesar de que
numeradas en romanos, pero la I ("Retratos") consta de 2 y la VII ("Trébol") Darío escribió a Jiménez, París, 24 de julio de 1903: "No publique �, soneto a
de 3; así que son 44 en total: l) "Retratos", en La Espmia Moderna, Madrid, Cervantes, solo, Mañana o pasado le enviaré otros versos ...", el soneto apareció

LXX LXXI
Las abejas del Ática libaron y sabe ahora, porque justo seas,
flores sagradas de divinos pétalos, que aquesa malhadada obra mía
alimentadas con la savia pura que hoy con tanta frescura vapuleas,

[
)
que a raudales brotó de virgen suelo.
parto fue de un muchacho que en un día
Se congregaban los poetas todos, remoto diose a hacer en mal romance
y fijos en el lauro de Menermo, versos de desgraciada poesía,
pulsaban los alambres de las cítaras
inventando dulcísimos conciertos. sin que de arte ninguno hubiera alcance,
y que por tal, lo transformara en . . . algo,
Y así reinaba el arte poderoso, Publio Ovidio Nasón (q.e.p.d.).
de par en par las puertas de su templo,
y bajo un cielo azul iban errantes Y si con esto del aprieto salgo,
las balsámicas brisas del Egeo. quede el muchacho aquel por majagranzas,
que yo aseguro y sé que nada valgo.
Todo acabó. Decidme, sacras Musas,
¿cómo cantar en este aciago tiempo Contigo ¡Santo Dios! no rompo lanzas,
en que hasta los humanos orgullosos porque sé .de tu pluma poderosa
pretenden arrojar a Dios del cielo? el ático punzar y lo que alcanzas.
("Managua, 1884"} Tu fantasía ardiente y lujuriosa
al par que en chiste agudo, se desata
en un torrente de gallarda prosa.
A RICARDO CONTRERAS
De tu sátira sé lo que maltrata,
HOY RESPONDO a tu crítica, Ricardo: con esa donosura contundente
y al comenzar diré de esta manera que todo desajusta y desbarata.
con 1a palabra de un antiguo bard�:
Mas no es bien que la emplees rudamente,
"¡Sarna de �tor! si se apodera mis obras primigenias destrozando,
tu prurito de un seso de alcornoque pudiendo referirte a lo presente,
¿qué novedad de su invención se espera?"
y no a los versos que zurcía cuando
Y deja que esta autoridad invoque,
me empezaba a enseñar el maestro Rizo
par¡1 decir: en el poético arte,
Geografía y Moral en San Fernando.
¿cómo extrañar, señor, que me desboque?
No seré ni un Roldán ni un Durandarte Un muchacho inexperto y perdidizo,
para ir a defender de tus censuras, no digo un disparate, mil comete
versos que bien pudieron disgustarte. creyendo ser muy bueno lo que hizo;

Mas es una injusticia, y de las duras, y no es de emplear en él tu rudo fuete


que quieras aplicarme una azotaina que está hecho a flagelar figuras altas,
de mi niñez buscando las hechuras. y a tomarlas, Ricardo, por juguete.
No así lo hagas, pardiez, pon en la vaina ¿Y por mi Ley escrita ahora te exaltas?
la filosa cuchilla que hoy empleas Francamente, a creer ya me decido,
para herir sin piedad; el brío amaina, que es la falta más grande de tus faltas.

12 13
filósofo valiente, trastornado; también se baja a la ciudad doliente
y el escudero fiel ha de ensañarse del eterno dolor; también se miran
como gran complemento al gran poema; esas profundidades misteriosas
y el uno saque del oscuro seno que en su seno moradas son internas
de la verdad, en la sonora burla de espantosos pesares infinitos.
lágrimas convertidas en diamantes, La llama que consume inacabable
sollozos de la loca algarabía, arde aIJí y el tormento allí se cierne;
de la temeridad amarga pena, águila negra de encendidas garras
y el otro en su estulcez muestre la cara que en todo corazón siempre las hinca.
llena de las arrugas de la risa,
y eche por esa boca áspera y ruda El Genio Manco, admiración del mundo,
sentencias cual montañas; su concepto risueño Atlante con el pecho herido,
hiere con filos múltiples y duros; carga sobre sus hombros mole inmensa
porque tú sabes bien que ese bellaco que por mucho que es grande no le agobia.
se ahoga en una brutal sabiduría; Al paso del coloso se estremece
sube por una alegre coyuntura toda una sucesión de muchedumbres;
en torpeza sublime, y de repente de pasmo un siglo entero conmovido
desplómase de lo aleo, y alma y codo deja como una herencia sacrosanta
caen al suelo por el fuerce gol pe a todas las edades venideras
dominados, dolientes, contundidos. admiración para el crecido Genio.
Que es de ver el mutismo incomparable Este se para; el peso que conduce
de las ideas en variante augusta, pone sobre cimiento indestructible;
donde al par de los choques interiores no para descansar, que la fatiga
que conmueven de pronto las potencias, no toca impertinente esa figura
el corazón se sale mal librado. cuya face se pierde entre fulgores,
BatalJa de sentidos do en completa afrenta del sol mismo por su lumbre;
transformación, ante el ideal grandioso sino porque es preciso que ya ocupe
que hubo de conmover en vez alguna el lugar que le toca, y Dios le brinda,
la fuerza de una ánima inspirada junco a los escogidos inmortales.
en la verdad, que firme se interroga
a dónde lleva el mágico sendero Y la divina carga, ¿quién la toca?
de la ilusión, la vaga fantasía Tiempos pasan y tiempos; mano osada
no soporta lo real con fuerza tanta; nunca llegó al tesoro venerando
y tras lucha interior se viene abajo si no fue atrevimiento para mengua.
la idealidad con que la menee sueña Ahora tú: con brío; así, ¡adelante!
recrearse en delicias y portentos; ya tienes a la espalda el promontorio;
quedando de sus formas y perfiles camina; bien, sin vacilar; seguro
ruda frialdad que en lo real se filtra está que no caerás; el fuego sobra:
gota a gota; y la musa de los suaves es pecho americano ese que alienta;·
contornos y las alas luminosas la Gloria está esperando tu llegada
al reflejo de incógnito idealismo, y Miguel de Cervantes es tu guía.
desparece de súbito y nos deja Ingenio: esculpe, labra, pinta, eleva.
frente a frente a la faz de Sancho Panza. En la región del arte luz es todo;
Con el ayuda de la amarga risa gran artista; te sientes dominado

32 33
III
Aquí en mi corazón tengo guardado
un mi pequeño edén iluminado Dime tú ¿de cuáles quieres?
por la luz de una aurora indefinida, Dicen gentes muy formales
donde, en la tempestad, hallamos calmas que los cuentos orientales
recogidos yo y Ella, les gustan a las mujeres;
mi adorada, mi bella. así, pues, si ésos prefieres
Se besan dulcemente nuestras almas, verás colmado tu afán,
y me refresca el rostro mansa brisa, pues sé un cuento musulmán
y me inunda de gozo que sobre un amante versa,
de mi amada la cándida sonrisa, y me lo ha contado un persa
(1885) que ha venido de Hispahán.

IV

LA CABEZA DEL RAWf Enfermo del corazón


un gran monarca de Oriente,
ORIENTAL congregó inmediatamente
los sabios de su nación;
A Emelina cada cual dio su opinión,
y sin hallar la verdad
en medio de su ansiedad,
¿CUENTOS quieres, niña bella? acordaron en consejo
Tengo muchos de contar: llamar con presura a un viejo
de una sirena del mar, astrólogo de Bagdad.
de un ruiseñor y una estrella,
de una cándida doncella V
que robó un encantador,
Emprendió viaje el anciano;
de un gallardo trovador
llegó, miró las estrellas;
y de una odalisca mora,
supo conocer en ellas
con sus perlas de Bassora
la cuita del soberano;
y sus chales de Lahor,
y adivinando el arcano
como viejo sabidor,
11
entre el inmenso estupor
Cuentos dulces, cuentos bravos, de la cortesana grey,
de damas y caballeros, le dijo al monarca:-¡Oh Rey!
de cantores y guerreros, te estás muriendo de amor.
de señores y de esclavos;
de bosques escandinavos VI
y alcázares de cristal;
cuentos de dicha inmortal, Luego, el altivo monarca,
divinos cuentos de amores con órdenes imperiosas
que reviste de colores llama a todas las hermosas
la fantasía oriental. mujeres d_e la comarca

76 77
-¿Quién lo dijo? -Ese mocito Se ha levani:ado el proceso,
del flamante redingot. y se examina con pausa,
A 1a pobre muchachuela para averiguar la causa
1a cara se le encendió .. . de tan terrible suceso.
Iba descalza, iba rota .. .
Y ¡miren qué contrición!: Ya averiguada, sonroja
-¡Como si tal harapienta un hecho tan inaudito:
pudiera tener pudor! ¡él cometió el gran delito .
de llamarla bizca y coja!
XXXII Por tanto, siendo, en verdad,
¡Advierte si fue profundo ése un delito tan feo,
un amor tan desgraciado, ¡que quede libre la reo!,
que tuve odio a un hombre honrado ¡en completa libertad!
y celos de un moribundo!
XXXV
XXXIII
Niña hermosa que me humillas
¿Por qué ese orgullo, Elvira? Que se domen con tus ojos grandes, bellos:
en ti loca ambición, ruines enojos, son para ellos, son para ellos
y quítate esa venda de los ojos, estas suaves redondillas.
y que esos ojos a lo real se asomen. Son dos soles, son dos llamas,
Mira, cuando tus ansias vuelo tomen son la luz del claro día;
y te finjan grandezas tus antojos, con su fuego, niña mía,
bellas -rostro divino, labios rojos-, los corazones inflamas.
que unas comen pan duro, otras no comen. Y autores · contemporáneos
Bajan a los abismos nieves puras dicen que hay ojos que prenden
cuando rueda el alud; y se hacen fango ciertos chispazos que encienden
después de estar en cumbres altaneras. pistolas que rompen cráneos.
¡Ay; yo he visto llorar sus desventuras [1886)
a encopetadas hembras de alto rango
sobre el sucio jergón de las rameras! XXXVJ

XXXIV Pues si el torno de la inclusa


es un buzón verdadero,
He aquí la exacta copia ¿a dónde llevan los ángeles
de un caso digno de fe. las cartas para el infierno?
Lo cuento tal como fue,
pues no es de cosecha propia. XXXVII

A un joven de posición, ¿Quién es candil de la calle


una joven irritada, y oscuridad de su casa?
de una sola puñalada -Quien halla en aquélla flores
le ha partido el corazón. y en ésta abrojos y lágrimas.

136 137
A UN POETA SONETOS
NADA más triste que un titán que llora, CAUPOLICÁN
hombre-montaña encadenado a un lirio, A Enrique Hemández Mryares
que gime, fuerte, que pujante, implora:
víctima propia en su fatal martirio. Es ALGO formidable que vio la vieja raza:
robusto tronco de árbol al hombro de un campeón
Hércules loco que a los pies de Onfalia
salvaje y aguerrido, cuya fornida maza
la clava deja y el luchar rehusa,
blandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
héroe que calza femenil sandalia,
vate que olvida la vibrante musa. Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,
pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,
¡Quién desquijara los robustos leones,
lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,
hilando, esclavo, con la débil rueca·
desjarretar un toro, o estrangular un león.
sin labor, sin empuje, sin acciones;
puños de fierro y áspera muñeca! Anduvo, anduvo, anduvo. le vio la luz del día,
1 le vio 1a tarde pálida, le vio la noche fría,
No es tal poeta para hollar alfombras y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
por donde triunfan femeniles danzas: f
que vibre rayos para herir las sombras, J '"¡El Toqui, el Toqui!" clama la conmovida casta.
que escriba versos que parezcan lanzas.
Relampagueando la soberbia estrofa, 1
¡i
Anduvo, anduvo, anduvo. la Aurora dijo: "Basta"',
e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
[1888)
su surco deje de esplendente lumbre,

t
y el pantano de escándalo y de mofa
que no lo vea el águila en su cumbre.
Bravo soldado con su casco de oro VENUS
lance el dardo que quema y que desgarra,
que embista rudo como embiste el toro, EN la tranquila noche mis nostalgias�amargas sufría.
que clave firme, como el león, la garra. En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía,
Cante valiente .Y al ·cantar trabaje; como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.
que ofrezca robles si se juzga monte;
A mi alma enamorada, una reina oriental parecía,
que su idea en el mal rompa y desgaje
que esperaba a su amante bajo el techo de su camarín,
como en la selva virgen el bisonte.
o que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría,
Que lo que diga la inspirada boca triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín.
suene en el pueblo con palabra extraña;
"¡Oh, reina rubia!, -díjele-, mi alma quiere dejar su crisálida
ruido de oleaje al azotar la roca,
y volar hacia ti, y tus' labios de fuego besar;
voz de caverna y soplo de montaña.
y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida,
Deje Sansón de Dálila el regazo: y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar".
Dálila engaña y corta los cabellos.
El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida.
No pierda el fuerte el rayo de su brazo Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.
por ser esclavo de unos ojos bellos.
(1890) (1889]

174 175
Un rubio decía frases sentenciosas: En el jardín del rey de la isla de Oro - ( ¡oh, mi ensueño que adoro!) -
negando y amando las musas eternas
fuera mejor que tú, harmoniosa hermana, amaestrases tus aladas flautas, tus

f
un bruno decía versos como rosas,
sonoras arpas; tú que naciste donde más lindos nacen el clavel de sangre y la
de sonantes rimas y palabras tiernas.
rosa de arrebol,
Los tapices rojos, de doradas listas, en el país del sol!
cubrían panoplias de pinturas y armas, O en el alcázar de la reina de la isla de Plata - ( Schubert, solloza la Sere­
que hablaban de bellas pasadas conquistas, m1ta . .. ) - pudieras también, hermana harmoniosa, hacer que las místicas
amantes coloquios y dulces alarmas. aves de tu alma alabasen, dulce, dulcemente, el claro de luna, los vírgenes
El verso de fuego de D'Annunzio era lirios, la monja paloma y el cisne marqués. La mejor plata se funde en un
como un són divino que en las saturnales ardiente crisol,
guiara las manchadas pieles de pancera en el país del sol!
a fiestas soberbias y amores triunfales. Vuelve, pues, a tu barca, que tiene )sita la vela - (resuena, Jira, Céfiro,
E iban con manchadas pieles de pantera, vuela) - y parte, harmoniosa hermana, adonde un príncipe bello, a la orilla
con tirsos de flores y copas paganas del mar, pide liras, y versos y rosas, y acaricia sus rizos de oro bajo un regio
las almas de aquellos jóvenes que viera y azul parasol,
Venus en su templo con palmas hermanas. en el país del sol!

Venus, la celeste reina que adivina New York, 1893.


en las almas vivas alegrías francas,
y que les confía, por gracia divina,
sus abejas de oro, sus palomas blancas. MARGARITA
Y aquellos amanees de la eterna Dea,
a la dulce música de la regia rima
In memorian ...
oyen el mensaje de la vasta Idea ¿RECUERDAS que querías ser una Margarita
por el compañero que recita y mima. Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
Y sobre sus frentes, que acaricia el lauro, cuando cenamos juntos, en la primera cita,
Abril pone amable su beso sonoro, en una noche alegre que nunca volverá.
y llevan gozosos, sátiro y centauro, Tus labios escarlatas de púrpura maldita
la alegría noble del vino de oro. sorbían el champaña del fino baccarat;
tus dedos deshojaban la blanca margarita,
"Sí. . . no . . . sí. . . no ... " ¡y sabías que te adoraba ya!
Después ¡oh flor de Histeria! llorabas y reías;
EL PA1S DEL SOL tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo;
tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías.
Para una artista cttbana.
Y en una tarde triste de los más dulces días,
JUNTO al negro palacio del rey de la isla de Hierro - ( ¡oh, cruel, horrib!e la Muerte, la celosa, por ver si me querías,
·•destierro! ) - ¿cómo es que tú, hermana harmoniosa, haces cantar al cielo g ris, ¡como a una margarita de amor te deshojó!
tu pajarera de ruiseñores, tu formidable caja musical? ¿No te entristece recor­
dar la primavera en que oíste a un pájaro divino y tornasol [1894}
en el país del sol?

196 197
Pasó el tropel. En la cercana selva esperezándose ruge el león;
lúgubre resonaba el grito de Atis, cuando en las vírgenes y verdes parras
triste pavor de la inviolada ninfa. sus secas notas dan las cigarras,
Deslizaba su paso misterioso y en los panales de Himeto deja
el apacible coro de las Horas. su rubia carga la leve abeja
Eco volvía la acordada queja que en bocas rojas chupa la miel,
de la flauta de Pan. Joven gallardo, junto a los mirtos, bajo los lauros,
más hermoso que Adonis y Narciso, en grupo lírico van los centauros
con el aire gentil de los efebos con la harmonía de su tropel.
y la lira en las manos, al boscaje Uno las patas rítmicas mueve,
como lleno de luz se dirigía. otro alza el cuello con gallardía
Amor pasó con su dorada antorcha. como en hermoso bajo-relieve
Y no lejos del nido en que las aves, que a golpes mágicos Scopas haría,
las dos aves de Cipris, sus arrullos otro alza al aire las manos blancas
cual tiernas rimas a los aires dieran, mientras le dora las finas ancas
fui más feliz que el luminoso cisne con baño cálido la luz del sol;
que vio de Leda la inmortal blancura, y otro, saltando piedras y troncos,
y Eunice pudo al templo de la diosa va dando alegres sus griros roncos
purpúrea ofrenda y tórtolas amables como el ruido de un caracol.
llevar el día en que mi regio triunfo
vio el Dios viril en mármol cincelado Silencio. Señas hace ligero
cabe la fresca viña de Corinto. el que en la tropa va delantero;
porque a un recodo de la campaña
[1892] llegan en donde Diana se baña,
Se oye el ruido de claras linfas
y la algazara que hacen las ninfas.
II Risa de plata que el aire riega
hasta sus ávidos oídos llega;
PALIMPSESTO golpes en la onda; palabras locas,
gritos joviales de frescas bocas,
Escrita en viejo dittlecto eolio y los ladridos de la traílla
httllé esta página dentro ttn in/olio, que Diana tiene junto a la orilla
y entre los lib1·os de nn monasterio del fresco río, donde está ella
del venerable San Agmtín; blanca y desnuda como una estrella.
1m fraile acaso pmo el escolio
q11e allí se encnentra; d6mine sedo Tanta blancura, que al cisne injuria,
de flacas manos y bnen latín. abre los ojos de la lujuria:
Hay sns lagttnas. sobre las márgenes y rocas áridas
vuela el enjambre de las cantáridas
... Cuando los toros con su bruñido verde metálico,
de las campañas bajo los oros siempre propicias al culto fálico.
que vierte el hijo de Hiperi6n, Amplias caderas, pie fi!lo y breve;
pasan mugiendo, y en las eternas las dos colinas de rosa y nieve ...
rocas salvajes de las cavernas ¡Cuádro soberbio de tentación!

222 223
mi mano sabia os convida trazan sobre la tela azul del firmamento
a la vida. el misterio inmortal de la tierra divina
Por los boscosos senderos y el alma de las cosas que da su sacramento
viene Eros en una interminable frescura matutina.
a causar la dulce herida.
Pues en la paz del campo la faz de Dios asoma.
De las floridas urnas místico indenso aroma
FFIN el vasto altar en donde triunfa la azul sonrisa.
Aun verde está y cubierto de flores el madero,
Señora, suelta la brida
bajo sus ramas llenas de amor pace el cordero
y tendida
y en la espiga de oro y luz duerme la misa.
la crin, mi corcel de fuego
va; en él llego [1899]
a tu campaña florida.
LA FUENTE
COPLA ESPAR<;:A
JOVEN, te ofrezco el dón de esta copa de plata
(A la manera del mismo) para que un día puedas calmar la sed ardiente,
la sed que con su fuego más que la muerte mata.
¡LA GATA blanca! En el lecho Mas debes abrevarte tan sólo en una fuente.
maya, se encorva, se extiende. Otra agua que la suya tendrá que serte ingrata;
Un rojo rubí se enciende busca su oculto origen en la gruta viviente
sobre los globos del pecho. donde la interna música de su cristal desata,
Los desatados cabellos junto al árbol que llora y la roca que siente.
la divina espalda aroman.
Guíete el misterioso eco de su murmullo;
Bajo la camisa asoman
asciende por los riscos ásperos del orgullo,
dos cisnes de negros cuellos.
baja por la constancia y desciende al abismo
TORNADA LIBRE cuya entrada sombría guardan siete panteras;
son los Siete Pecados, las siete bestias fieras.
Princesa de mis locuras, Llena la copa y bebe: la fuente está en ti mismo.
que tus cabellos desatas, [1899)
di ¿por qué las blancas gatas
gustan de sedas obscuras?
PALABRAS DE LA SATIRESA

LAS ÁNFORAS DE EPICURO UN DÍA oí una risa bajo la fronda espesa,


vi brotar de Jo verde dos manzanas lozanas;
LA ESPIGA erectos senos eran las lozanas manzanas
del busto que bruñía de sol la Satiresa:
MIRA el signo sutil que los dedos del viento era una Satiresa de mis fiestas paganas,
hacen al agitar el tallo que se inclina que hace brotar clavel o rosa cuando besa;
y se alza en una rítmica virtud de movimiento. y furiosa y riente y que abrasa y que mesa,
Con el áureo pincel de la flor de la harina con los labios manchados por las moras tempranas.

234 235
Siéntense sordos ímpetus en las entrañas del mundo, III
1 la inminencia de algo fatal hoy conmueve la Tierra;
AL REY óSCAR
1, fuertes colosos caen, se desbandan bicéfalas águilas,
y algo se inicia como vasto social cataclismo Le Roí de Sttede et de Norvege, apres
sobre la faz del orbe. ¿Quién dirá que las savias dormidas avoir visité Saint-Jean-de-Lttz s'est rendtt
no despierten entonces en el tronco del roble gigante a Hendaye et a Fonter-rabie. En afl'want
bajo el cual se exprimió la ubre de la loba romana? s1tr le sol espagnol, il a c,rié: ªVive l'Es­
¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue músculos pagnel"
y que al alma española juzgase áptera y ciega y tullida? Le Figaro, mars 1899.
No es Babilonia ni Nínive enterrada en olvido y en polvo
ni entre momias y piedras reina que habita el sepulcro, Así, SIRE, en el aire de la Francia nos llega
la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito, la paloma de plata de Suecia y de Noruega,
que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas, que trae en vez de olivo una rosa de fuego.
ni la que tras los mares en que yace sepultada la Atlántida,
tiene su coro de vástagos, altos, robustos y fuertes. Un búcaro latino, un noble vaso griego
recibirá el regalo del país de la nieve.
¡Que a los reinos boreales el patrio viento lleve
Únanse, brillen, secúndense tantos vigores dispersos;
otra rosa de sangre y de luz españolas;
formen todos un solo haz de energía ecuménica.
pues sobre la sublime hermandad de las olas,
Sangre de Hispania fecunda, sólidas, ínclitas razas,
al brotar tu palabra, un saludo le envía

1
muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo.
Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente
al sol de medianoche el sol de Mediodía!
que regará lenguas de fuego en esa epifanía.
Juntas las testas ancianas ceñidas de líricos lauros Si Segismundo siente pesar, Hamlet se inquieta.
y las cabezas jóvenes que la alta Minerva decora, El Norte ama las palmas; y se junta el poeta
así los manes heroicos de los primitivos abuelos, del fjord con el del carmen, porque el mismo oriflama
de los egregios padres que abrieron el surco prístino, es de azur. Su divina cornucopia derrama
sientan los soplos agrarios de primaverales retornos sobre el polo y el trópico la Paz; y el orbe gira
l. y el rumor de espigas que inició la labor triptolémica. en un ritmo uniforme por una propia lira:
Un continente y otro renovando las viejas prosapias, el Amor. Allá surge Sigurd que al Cid se aúna.
1 Cerca de Dulcinea brilla el rayo de luna,
11 en espíritu unidos, en espíritu y ansias y lengua,
1. y la musa de Bécquer del ensueño es esclava
ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos himnos.
,1 bajo un celeste palio de luz escandinava.
!
1
La latina estirpe verá la gran alba futura,
Sire de ojos azules, gracias: por los laureles
y en un trueno de música gloriosa, millones de labios
de cien bravos vestidos de honor; por los claveles
saludarán la espléndida luz que vendrá del Oriente,
de la tierra andaluza y la Alhambra del moro;
Oriente augusto en donde todo lo cambia y renueva
por la sangre solar de una raza de oro;
la eternidad de Dios, la actividad infinita.
por la armadura antigua y el yelmo de la gesta;
Y así sea esperanza la visión permanente en nosotros.
por las lanzas que fueron una vasta floresta
¡ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda!
de gloria y que pasaron Pirineos y Andes;
[Madrid, marzo de 1905} por Lepanto y Otumba; por el Perú, por Flandes;
por Isabel que cree, por Cristóbal que sueña
y Velázquez que pinta y Cortés que domeña;
por el país sagrado en que Herakles afianza

248 249
.u,,
ili

En la fresca flor el verso sutil; Y luego, en las ondas del lago azulado,
el triunfo de Amor en el mes de Abril: después que la aurora perdió su arrebol,
Amor, verso y flor, la niña gentil. las alas tendidas y el cuello enarcado,
Amor y dolor. Halagos y enojos. el cisne es de plata, bañado de sol.
Herodías ríe en los labios rojos. Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
Dos verdugos hay que están en los ojos. olímpico pájaro herido de amor,
Oh, saber amar es saber sufrir, y viola en las linfas sonoras a Leda,
amar y sufrir, sufrir y sentir, buscando su pico los labios en flor.
y el hacha besar que nos ha de herir ... Suspira la bella desnuda y vencida,
¡Rosa de dolor, gracia femenina; y en tanto que al aire sus quejas se van,
inocencia y luz, corola divina! del fondo verdoso de fronda tupida
y aroma fatal y cruel espina ... chispean turbados los ojos de Pan.

Líbranos, Señor, de Abril y la flor, [San José, Costa Rica, 1892)


y del cielo azul, y del ruiseñor,
de dolor y amor, líbranos, Señor. XIII
[Pads, 1903)
¡DIVINA Psiquis, dulce mariposa invisible
que desde los abismos has venido a ser todo
lo que en mi ser nervioso y en mi cuerpo sensible
XI forma la chispa sacra de la estatua de lodo!
FILOSOFÍA Te asomas por mis ojos a la luz de la tierra
y prisiónera vives en mí de extraño dueño;
SALUDA al sol, araña, no seas rencorosa. te reducen a esclava mis sentidos en guerra
Da tus gracias a Dios, oh sapo, pues que eres. y apenas vagas libre por el jardín del sueño.
El peludo cangrejo tiene espinas de rosa Sabia de la Lujuria que sabe antiguas ciencias,
y los moluscos reminiscencias de mujeres.
te sacudes a veces entre imposibles muros,
Sabed ser lo que sois, enigmas siendo formas; y más allá de 'todas las vulgares conciencias
dejad la responsabilidad a las Normas,
exploras los recodos más terribles y obscuros.
que a su vez la enviarán al Todopoderoso ...
(Toca, grillo, a la luz de la luna; y dance el oso.) Y encuentras sombra y duelo. Que sombra y duelo encuentres
bajo la viña en donde nace el vino del Diablo.
Te posas en los senos, te posas en los vientres
que hicieron a Juan loco e hicieron cuerdo a P,ablo.
XII
A Juan virgen y a Pablo militar y violento,
LEDA a Juan que nunca supo del supremo contacto;
a Pablo el tempestuoso que halló a Cristo en el viento.
EL CISNE en la sombra parece de nieve; y a Juan ante quien Hugo se queda estupefacto.
su pico es de ámbar, del alba al trasluz; Entre la catedral y las ruinas paganas
el suave crepúsculo que pasa tan breve vuelas, ¡oh Psiquis, oh alma mía!
las cándidas alas sonrosa de luz. --como decía

276 277

',,
para que la corona que nadie ha podido vencer todavía,
tuvieses, celestial por la adarga al brazo, toda fantasía,
Madona, y la lanza en ristre, teda corazón.
en un lienzo inmortal.
Ten al laurel cariño, Noble peregrino de los peregrinos,
hoy, cuando aspiro a que que santificaste t0dos los caminos
vaya a ornar tu corpiño con el paso augusto de m heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
mi rimado bouquet.
y contra las leyes y contra las ciencias,
[1893} contra la mentira, contra la verdad ...
¡Caballero errante de los caballeros,
XXXVIII varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud!
PROPÓSITO PRIMAVERAL ¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
A {José María} Vargas Vila. y entre las coronas y los parabienes
y las tOnterías de la multitud!
A SALUDAR me ofrezco y a celebrar me obligo
tu triunfo, Amor, al beso de la estación que llega ¡Tú, para quien pocas fueran las victorias
mientras el blanco cisne del lago azul navega antiguas y para quien clásicas glorias
en el mágico parque de mis triunfos testigo. serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
Amor, tu hoz de oro ha segado mi trigo;
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
por ti me halaga el suave són de la flauta griega,
y, teniendo a Orfeo, tienes a orfeón!
y por ti Venus pródiga sus manzanas me entrega
y me brinda las perlas de las mieles del higo. Escucha, divino Rolando del sueño,
En el erecto término coloco una corona a un enamorado de tu Clavileño,
en que de rosas frescas la púrpura det0na; y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
y en tanto canta el agua bajo el boscaje obscuro, escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
junto a la adolescente que en el misterio inicio y con otras que en lo misterioso vi.
apuraré, alternando con tu dulce ejercicio,
las ánforas de oro del divino Epicuro. ¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
XXXIX por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
LETANÍA DE NUESTRO SEÑ'OR el ser generoso y el ser español!
DON QUIJOtE
¡Ruega por nosotros, que necesitamos
A (Francisco} Navan-o Ledesma. las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel! Pro nobis ora, gran señor.
REY DE los hidalgos, señor de los tristes, (Tiembla la floresta de laurel del mundo,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes, y antes que tu hermano vago, Segismundo,
coronado de áureo yelmo de ilusión; d pálido Hamlet te ofrece una flor)

294 295
Después, hay muchas Blancas entre la negra historia,
que astros de venturanza para los pueblos son, Bendito el dromedario que a través del desierto
ya perlas de consuelo, o diamantes de gloria; condujera al Rey Mago, de aureolada sien,
por ejemplo: la dulce Blanca de Borbón. y que se dirigía por el camino cierto
en que el astro de oro conducía a Belén.
En un fondo de azul, como una estrella brilla,
siendo como la reina de las flores de lis, Amapolas de sangre y azucenas de nieve
la prestigiosa doña Blanca de Castilla, he mirado no lejos del divino laurel,
decoro de las reinas y madre de San Luis. y he sabido que el vino de nuestra vida breve
precipita hondamente la ponzoña y la hiel.
En un ambiente de bizarría y fragancia,
otra blancura viene que prestigia y que da Mas sabe el optimista, religioso y pagano,
a la maravillosa doña Blanca de Francia que por César y Orfeo nuestro planeta gira,
la música de triunfo que por sus nupcias va. y que hay sobre la tierra que llevar en la mano,
Y en lo que el cronista preciosamente narra dominadora siempre, o la esp?-da, o la lira.
entre lujos de justa y reflejos de lid El paso es misterioso. Los mágicos diamantes
nos aparece doña Blanca de Navarra, de la corona o las sandalias de los pies
orgullosa, preclara y biznieta del Cid. fueron de los maestros que se elevaron antes,
Mas ante este desfile que de la gloria arranca, y serán de los genios que triunfarán después.
entre tantas blancuras siendo una regia flor,
Parece que Mercurio llevara el caduceo
por sencilla, por pura, por garrida y por blanca
de manera triunfal en mi dulce país,
Blanca de Nicaragua nos será la mejor.
y que brotara pura, hecha por mi deseo,
en cada piedra una mágica flor de lis.
(1907}
Por atavismo griego o por fenicia influencia,
siempre he sentido en mí ansia de navegar,
VII y Jasón me ha legado su sublime experiencia
y el sentir en mi vida los misterios del mar.
RETORNO
¡Oh, cuántas veces, cuántas veces oí los sones
EL RETORNO a la tierra natal ha sido tan de las sirenas líricas en los clásicos mares!
sentimental, y tan mental, y tan divino, ¡ Y cuántas he mirado tropeles de tritones
que aun las gotas del alba cristalinas están y cortejos de ninfas ceñidas de azahares!
en el jazmín de ensueño, de fragancia y de trino.
Cuando Pan vino a América, en tiempos fabulosos
Por el Anfión antiguo y el prodigio del canto en que había gigantes, y conquistaban Pan
se levanta una gracia de prodigio y encanto y Baco tierra incógnita, y tigres y molosos
que une carne y espíritu, como en el pan y el vino. custodiaban los templos sagrados de Copán,
En el lugar en donde tuve la luz y el bien, se celebraban cultos de estrellas y de abismos;
¿qué otra cosa podría sino besar el manto se tenía una sacra visión de Dios. Y era
a mi Roma, mi Atenas o mi Jerusalén? ya la vital conciencia que hay en nosotros mismos
Exprimidos de idea, y de orgullo y cariño, de la magnificencia de nuestra Primavera.
de esencia de recuerdo, de arte de corazón,
concreto ahora todos mis ensueños de niño Los atlántidas fueron huéspedes nuestros. Suma
revelación un tiempo tuvo el gran Moctezuma,
sobre la crin anciana de mi amado León.
y Hugo vio en Momotombo órgano de verdad.
372
373
Vivaracha muchachita, si un osado cabaJlero,
¿es que Puck te ha dado cita como a un ángel prisionero,
en recóndito jardín? te llevó,
¿Es que partes al llamado mi Zoraida, mi Fatima,
de algún tierno enamorado quien te busque y te redima
serafín? seré yo.
Primorosa musa mía, Pero mándame un mensaje
mensajera de alegría, con tu enano, con tu paje,
dulce flor; con el viento, con el sol,
¿por qué ocultas el semblante o, aromado con tu aroma,
a los ojos de m amante que lo traiga una paloma
soñador? tornasol.
¿Es que tienes un palacio
de diamante, de topacio, ¿Vuelves? ¿Vienes? Estoy triste.
en un mágico país? Más cruel dolor no existe
¿Es que algún genio te manda que el no verte nunca más.
a Bagdad, a Samarkanda Dime, perla, margarita,
o a París? primorosa muchachita,
¿dónde estás?
¿O en el carro de algún mago,
o en un cisne, sobre un lago, [San José, Costa Rica, 1892}
como un ramo de jazmín,
vas brindando tu delicia,
mientras suave te acaricia LA NEGRA DOMINGA
un amado Lohengrín?
FMgmento
Deliciosa chiquitina,
que en tu risa cristalina ¿CONOCÉIS a la negra Dominga?
das la gama del amor; Es retoño de cafre y mandinga,
mariposa pintoresca, es flor de ébano henchida de sol.
siempre viva, siempre fresca Ama el ocre y el rojo y el verde
de perfume embriagador: y en su boca, que besa y que muerde,
Yo sabía tiene el ansia del beso español.
que por ti la luz del día
Serpentina, fogosa y violenta,
recelosa estaba y fiera;
con caricias de miel y pimienta
que por ti sufre y se irrita
la envidiosa señorita vibra y muestra su loca pasión:
fuegos tiene que Venus alaba
Primavera.
y envidiara la reina de Saba
Pero, ¿dónde estás, mi vida? para el lecho del rey Salomón.
Si en un bosque estás perdida,
o en un negro torreón, Vencedora, magnífica y fiera,
donde el vivo amor te prende con halagos de gata y pantera
de algún genio, de algún duende tiende al blanco su abrazo febril,
de la corte de Oberón; y en su boca, do el beso está loco,

440 441
En su campo me fui a pacer. ¡Sigue tranquilamente! ¡Oh caminante!,
Y a ser el "asno" del amigo ... todavía te queda muy distante
¡Ya tengo miedo de querer! ese país incógnito que sueñas ...
Quise amar a un ángel sagrado ... Y soñar es un mal. Pasa y olvida,
y quise amar a Lucifer, pues si te empeñas en soñar, te empeñas
y por los dos fui traicionado; en aventar la llama de tu vida.
ninguno en mi alma pudo ver
lo que hay de puro o condenado ...
¡Ya tengo miedo de querer! DIVAGACIONES
Mi vida, como Asuero a Ester,
MIS OJOS espantos han visto;
maceré en sagrados ungüentos.
tal ha sido mi triste suerte;
Nadie ha visto mis pensamientos
cual la de mi Señor Jesucristo,
del modo que se deben ver.
mi alma está triste hasta la muerte.
Yo siempre guardo mis alientos
confiado en que tienen poder Hombre malvado y hombre listo
los misteriosos elementos ... en mi enemigo se convierte;
·Ya
1
tengo miedo de querer! cual la de mi Señor Jesucristo,
mi ·alma está triste hasta la muerte.
A ti, fuerza ,desconocida,
quisiera consagrar mi vida Desde que soy, desde que existo,
si algo de ti dejaras ver mi pobre alma armonías vierte.
a mi ánima dolorida Cual la de mi Señor Jesucristo
de tanto subir y caer, mi alma está triste hasta la muerte.
y a mi fe en la nieve aterida.: .
¡Si gracia en mí fuera encendida
no habría miedo de querer! / TRISTE, MUY TRISTEMENTE ...
(Guatemala, otoño de 1915]
UN DÍA estaba yo triste; muy tristemente
viendo cómo caía el agua de una fuente;

PASA Y OLVIDA era la noche dulce y argentina. Lloraba


la noche. Suspiraba la noche. Sollozaba
P.se es mi mal: Soñar.
la noche. Y el crepúsculo en su suave amatista,
diluía la lágrima de un misterioso artista.
PEREGRINO que vas buscando en vano
un camino mejor que tu camino, Y ese artista era yo, misterioso y gimiente,
·cómo quieres que yo te dé la mano, que mezclaba mi alma al chorro de la fuente.
1 �i mi signo es tu signo, Peregrino?
I•
,, (1916}
No llegarás jamás a tu destino;
llevas la muerte en ti como el gusano
que te roe lo que tienes de humano ... ,
.. .'
¡lo que tienes de humano y de d 1vmo

484 485
li
), V ida y obra de R11bé11 Darío Nicaragua y América Latina Mmzdo exterior

En su periodo salvadoreño uno de sus principales amigo arancelaria norteamel"icana. Golpe de Zola: La bestia humana. Wilde: El re­
fue Francisco Gavidia "con quien penetré en iniciación fer� Estado de C. Ezeta en El Salvador. R. trato de Dorian Gray. Frazer: La rama
viente en la armoniosa floresta de Víctor Hugo y de la le ctura Andueza Palacio presidente. Reclama­ dorada, Hamsun: Hambre. Borodin: El
mutua de los alejandrinos del gran francés; que Gavidia, el ciones de EE.UU. contra Venezuela. príncipe Igor. Suicidio de Van Gogh.
primero seguramente, ensaya en castellano a la maner a fran­ Morales Bermíidez, adicto a Cáceres,
cesa, surgió en mí la idea de renovación métrica que debía presidente· de Perú. Leyes colombianas
ampliar y realizar más tarde". regulando la actividad comercial. Cri­
sis económica en Chile y nuevo gabine­
te Balmaceda en O}Josición al Congreso.
Quiebra la Baring Brothers; grave cri­
sis financiera en el Río de la Plata.
J. Herrera y Obes presidente del Uru­
guay: el civilismo; leyes inmigratorias.
Unión Cívica, prin1er partido político
argentino de corte moderno; revuelta
contra Juárez Celman, renuncia y as­
censo de Carlos Pellegrini. Por primera
vez se celebra en el Río de la Plata el
1'1 de Mayo. Primera revolución sepa­
ratista en Río Grande do Sul; grave
crisis inflacionaria (Rui Barbosa Mi­
nistro de Hacienda); surge el Partido
Obrero en Río de Janeiro. Creación de
la Unión Panamericana, en Washing­
ton, e iniciativa de EE.UU.
Del Casal: Hojas al viento. Romerogar­
cía: Peo11ía. L. G. Urbina: Versos. T.
Carrasquilla: Simó1t el Mago, A. Azeve­
do: O cortico.

Manuela Cañas de Contreras y su hija Rafaela llegan a Gua­ N: Nacen José Dolores Morales y An­ Acuerdo anglo-italiano sobre Abisinia.
1891 temala y se celebra la boda religiosa en la Catedral (11/II). tonio Barquero, Acuerdo colonial anglo-lusitano. Cons­
En su diario colabora el joven Gómez Carrillo a quien Darlo trución del Transiberiano. Encíclica
1\L: Malestar económico y político en
consigue una pensión para viajar a España. El gobierno Renmz Novarmn. Fundación del Bureau
Cuba. Sentencia arbitral dictada por
dispone suprimir El Correo de la Tarde cuyo último número internacional de la paz en Berna.
España sobre límites entre Colombia
sale el 5/VI. Con su suegra y esposa embarca rumbo a Costa y Venezuela. Crisis financiera argen­ Se descubre el Pitecantropus de Java.
Rica (15 /VIII), donde Gavidia lo incorpora a la redacción tina, suspensión de pagos, creación del C. Doyle: Las aventuras de Sherloclt
de La Prensa Libre de la que era director. Banco de la Nación Argentina, regreso Holmes. lbseu: Heclda Gabler. Cézanne:
Nace en San José de Costa Rica su primogénito R.Pbén del Gral. Mitre, Primer congreso de la Los jugadores de cartas, Hardy: Teresa·
Darío Contreras ( 12/XI). Su protector será el general Lesmes Federación de Trabajadores de la Re­ <le Ubervillcs. Muere Rirnbaud.
Jirnénez quien cancela las deudas del poeta, gión Argentina. El Congreso contra Bal­
maceda en Chile, batalla de Concón,
renuncia, asilo y suicidio de Balmaceda
en la embajada argentina; Almirante

518 519
Vida y obra de Rt1bé11 Daría Nicaragua y América Latina Mundo exterior

La editorial de los Hnos. Garnier publica La caravana pasa. r>l: Tercera reeleción de Zelaya. Es Paz entre Inglaterra y los boers. Fin de
1902 En París trata a Antonio Machado y aunque sus vías poéticas volado el cuartel principal de Managua, la resistencia filipina a EE.UU. Alian­
serán destintas, comervarán una constante estima rec iproca. para minar la fuerza militar del general za anglo-japonesa. Se concluye la cons­
También le escribe desde España Juan Ramón Jiménez pi­ Zelaya, quien se encontraba de visita en trucción del Transiberiano.
diéndole colaboración para su revista Helios, donde Darío Masaya. Muerte de muchos soldados y
pérdida de material bélico. Arbitraje Rutherford: estudios sobre la radioacti­
dará a conocer algunos de sus más importantes poemas.
obligatorio de Centroamérica. vidad. Fundación del Camegie lnstitu­
Ya Darío había escrito el "Atrio" para las Ninfeas de J. R. J.
tion. Loisy: El Evangelio y la Iglesia.
( 1900). Amado Nervo retorna a México donde se publicará AL: Convención de arbitraje obligato­ Gide: El in111oralista. C. Doyle: El sa­
su libro El éxodo y las flores del camino con un soneto pro­ rio entre Nicaragua, El Salvador, Hon­ bueso de los Baskerville. Croce: Estéti­
logal de Darío. duras, Costa Rica y Guatemala y Corte ca. M. Machado: Almas. Valle-Inclán:
ele Arbitraje. Convención dominicana Sonatas. Melies: Viaje a la luna. De­
con EE.UU. por reclamaciones econó­ bussy: Peléas y Melisenda.
micas. Compañía francesa vende accio­
nes del Canal de Panamá a EE.UU.;
fin de la guerra de "los mil días".
Ultimátum de Gran Bretaña y Alemania
y bloqueo de puertos venezolanos; bom­
bardeo de Puerto Cabello; Roosevelt ár­
bitro. Doctrina Drago y ley de residencia
en Argentina. Creciente influencia de
Batlle y Ordóñez en Uruguay. Chile y
Argentina: tratado general de paz y li­
mitación de armamentos navales. De
Paula Rodrigues presidente de Brasil;
iniciación del movimiento de Plácido de
Castro para incorporación del territorio
de Acre.
Chocano: Poesías co111pletas. Vargas Vi­
la: Ante los bárbaros. Díaz Rodrignez:
Sangre patl'icia. Urbina: Ingenuas. G.
Aranha: Ca11aá11. Da Cunita: Los ser­
tones. D'Halniar: Jua11a Lucero. Funda­
ción de la Universidad de La Plata.

El gobierno de Nicaragua lo nombra cónsul en París (12/ N: Revolución del Lago comandada Muere León XIII ascendiendo Pío X al
1903 UI): "entre mis tareas consulares y mi servicio en La Nación por E. Chamorro. Toma de los vapores Pontificado. Condena de la obra de LÓi­
pasaba mi existencia parisiense". Vivía en el barrio Mont­ "Victoria" y "93". Iluminación eléctrica sy. Tratado Bunau-Varilla para construir
martre y solía cenar en Au Filet de Sale, con los hispanoame­ en Managua. Nace Santos Cerreño. el canal de Panamá. Escisión entre bol­
ricanos que residían en París (el cubano Eulogio Horta, AL: Cuba cede bases a EE.UU. (Guan­ cheviques y mencheviques en el Congre­
Ricardo Rojas, Ugarte, Lugones, etc). tánamo). P. J. Escalón -presidente de so de los socialistas rusos en Londres.
Nace su segundo bijo con Francisca Sánchez: Rubén Darío
". El Salvador. Senado colombiano rehúsa
Sánchez a quien su padre apoda "Phocás, el campesino Ford: construcción de fábrica de auto­
prólogo para Cró11ica s del Bulevar de Manuel ratificar tratado Hay-Herrnn con EE. móviles: Hnos. Wright: vuelo en aero­
Escribe el
Ugarte. UU. sobre el Canal; insurrección de plano. Gorki: Los bajos fondos. R. Ro-

532 533
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560 561
Los regalos de Puck 436 Canción de otoño a la entrada del invierno 483
¿Dónde estás? 439 Pasa y olvida 484
La· negra Dominga 441 Divagaciones 485
Chi-Chá 442 Triste, muy tristemente ... 485
Rosas profanas 443
Toast (A Eduardo Schiaffino) 443
Mima 444 CRONOLOGIA 487
A Juan Ramón Jiménez 445 BIBLIOGRAFIA 555
A Amado Nervo 446
Toast (A Don Justo Sierra) 446
Flora 447
Autorretrato a su hermana Lola 447
Canción de la noche en el mar 447
Pájaros de las islas ... 448
A Manuel Maldonado 449
En las constelaciones 449
Versos de año nuevo 450
En el Luxembourg 454
Toisón 455
A Fabio Fiallo 456
La vida y la muerte 456
Fioretti 456
Tríptico de Nicaragua 458
1 . Los bufones 458
2. Eros 458
3. Terremoto 459
Todo lo que enigmático destino ... 459
Balada laudatoria a Don Ramón del Valle-Inclán 459
Caminos 461
Los olivos 462
Salmo 463
Secuencia a Nuestra Señora 464
La Victoria de Samotracia 464
A Francisca 465
Peregrinaciones 467
La gran cosmópolis 469
Soneto pascual 471
En una columna de la Hispanic Society 471
Flores 472
¡Pax... ! 473
Palas Athenea 479

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