Respiración :
Necesitamos respirar para poder dotar a nuestro cuerpo de energía. Los nutrientes que tomamos
al comer y beber deben ser transformadas en energía a través de complejos procesos bioquímicos
para los que es necesaria la presencia de oxígeno. Cada vez que inspiramos, introducimos aire
cargado de oxígeno (O2) en nuestros pulmones. Este oxígeno, será recogido por la sangre en los
capilares que existen al final de los bronquiolos para ser transportado hacia el corazón. Una vez
allí, el corazón bombeará la sangre para que llegue oxígeno a todo el cuerpo. El oxígeno ayudará a
transformar los nutrientes en energía mediante reacciones químicas
Qué es la hiperventilación?
La hiperventilación se define como aquella respiración que está por encima de las necesidades de
nuestro cuerpo. Es decir, es una respiración excesiva. Puede producirse por respirar demasiado,
respirar superficialmente, tomar grandes bocanadas de aire, etc.
1 Cuando hiperventilamos, el equilibrio entre el O2 y el CO2 se rompe, es decir, los niveles de O2
se incrementan y los de CO2 disminuyen. El equilibrio existente entre estos dos gases en los
pulmones influye directamente en las proporciones que existen de O2 y CO2 en sangre, de manera
que las cantidades de CO2 en sangre también disminuirán. Como consecuencia, básicamente,
suceden dos cosas:
La disminución CO2 en la sangre es detectada por el cerebro, que de inmediato intentará poner
remedio a esta situación. La mejor y más rápida manera de conseguirlo es reduciendo el impulso
de respirar, de manera que se reduzcan considerablemente las cantidades de O2 inspiradas y de
CO2 expiradas. Esto significa que mientras estemos hiperventilando, notaremos que nuestro
cuerpo hace un esfuerzo para respirar mucho menos, parece que nuestro cuerpo se niega a
respirar al mismo ritmo que veníamos teniendo. Lo más común es que intentemos hacer un
esfuerzo consciente para intentar respirar más, lo que se traduce en que el desequilibrio entre O2
y CO2 que comentábamos anteriormente no vuelve a su estado normal, sino que se mantiene o
incluso se agrava. Si esto sucede así, es posible que nuestro cerebro se esfuerce todavía más para
hacernos respirar menos e incluso, si lo considera necesario, parar momentáneamente nuestra
respiración para equilibrar el intercambio de O2 y CO2. Cuando nos sucede esto es muy normal
que nos asustemos, especialmente si no sabemos por qué ocurre. Mientras hiperventilamos, es
decir, mientras respiramos por encima de nuestras necesidades, notamos que nuestro cuerpo
reacciona dificultándonos la respiración de tal manera, que lo más sencillo es pensar que nos
estamos ahogando. Hay que destacar que este fenómeno no es en absoluto peligroso, aunque
puede vivirse como algo bastante desagradable.
3 Los descensos del nivel de CO2 en sangre, producen otro fenómeno en nuestro organismo: una
alteración del pH de nuestra sangre.
Un correcto equilibrio de estos dos gases en la sangre hace que su pH se mantenga a un nivel
constante adecuado para que pueda realizar sus funciones de una manera óptima. Si este
equilibrio se rompe, la sangre se vuelve alcalina. Cuando esto ocurre, podemos experimentar una
serie de sensaciones:
Hormigueo
Rampas
Mareos
Sensaciones de frío o calor
Tensión muscular
Piernas débiles
Dificultades de visión
Palpitaciones
Temblores
Estas sensaciones pueden resultar desagradables también, en especial si no las entendemos.
Como en el caso anterior, experimentar estas sensaciones no es peligroso ni es indicativo de que
algo funcione mal en nuestro cuerpo.
En resumidas cuentas, cuando una persona hiperventila, altera las proporciones adecuadas de
oxígeno y dióxido de carbono que existen en la sangre. Nuestro cuerpo, al detectar que esto está
sucediendo, intentará poner remedio forzándonos a respirar a un ritmo bastante más bajo del que
estemos llevando, provocándonos sensaciones similares a las dificultades para respirar. Debido a
los cambios químicos que se producen en nuestra sangre, es también posible que notemos
algunas de las sensaciones referidas anteriormente. Son un conjunto de sensaciones que pueden
sorprendernos y resultarnos desagradables o molestas, pero no son peligrosas.
Qué hacer si hiperventilo?
Si es la primera vez que le sucede, lo más aconsejable es ir a un médico para que le haga una
exploración e intente detectar si su hiperventilación se debe a una enfermedad física o es
producto de la ansiedad.
En el caso de que usted hiperventile por motivos de ansiedad, puede intentar ponerle remedio:
Debe intentar que su respiración se vuelva regular. No intente respirar más aceleradamente. En el
caso de que conozca alguna técnica de respiración (como las que le ha podido enseñar su
terapeuta), es un buen momento para aplicarla.
Respire más lentamente y de manera menos superficial: Puede intentar respirar con los labios
fruncidos, como si tratara de apagar una vela. O puede taparse la boca y una fosa nasal respirando
simplemente por la que queda destapada. Haciendo esto lo que se consigue es aumentar la
cantidad de CO2 en los pulmones.
Puede respirar durante unos minutos colocando una bolsa de papel sobre su boca y nariz:
conseguirá inspirar una parte del CO2 que ya haya expirado, de manera que aumentará su
cantidad en el organismo. Hoy en día algunos profesionales de la salud no lo recomiendan, ya que
según su opinión, el incremento de CO2 que se produce es demasiado alto.
Puede intentar llevar a cabo cualquier actividad que le resulte relajante.
Asma
Es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Esto hace
que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.
Causas
El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando se presenta
un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y su revestimiento
se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas.
En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por
la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.
Factores desencadenantes comunes del asma
Los desencadenantes comunes del asma incluyen:
Animales (caspa o pelaje de mascotas)
Ácaros del polvo
Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico o aspirin y otros AINE)
Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)
Químicos en el aire o en los alimentos
Ejercicio
Moho
Polen
Infecciones respiratorias, como el resfriado común
Emociones fuertes (estrés)
Humo del tabaco
Las sustancias que se encuentran en algunos lugares de trabajo también pueden desencadenar los
síntomas de asma, lo que lleva al asma ocupacional. Los desencadenantes más comunes son el
polvo de la madera, el polvo de los granos, la caspa animal, los hongos o los químicos.
Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias, como la
fiebre del heno (rinitis alérgica) o eccema. Otros no tienen tales antecedentes.
El primer paso para aliviar un ataque de asma es usar su broncodilatador de acción rápida (como
el albuterol). La dosis regular es de dos inhalaciones lentas y profundas. En una crisis súbita y
severa de respiración, puede utilizar hasta 4 aspiraciones de una vez sin problemas. Bajo
condiciones normales, se recomienda que no use su broncodilatador de alivio rápido más de 4
veces al día.
1. Definición.
Los criterios que definen la agudización asmática son el empeoramiento progresivo, de alguno o
todos los síntomas relacionados con el asma (disnea, tos, sibilancias y opresión torácica) y la
disminución del flujo aéreo espiratorio del paciente.
Se define la AGA como aquella que presenta datos de riesgo vital inminente o un flujo espiratorio
máximo (FEM) inferior a 50 % del teórico o menor a 150 L/min.
El estudio inicial de todo paciente con AGA debe ir encaminado a obtener mediante la anamnesis,
la exploración física y la medida de la función pulmonar, los datos que permitan:
Confirmar el diagnóstico de asma
Determinar la importancia de la crisis
Distinguir los pacientes potencialmente graves.
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2. Anamnesis (concisa y rápida).
Preguntar por la condición de asmático.
Establecer el inicio y la evolución temporal de la crisis.
Investigar la toma de aspirinas, antiinflamatorios o betabloqueantes (incluso en colirios).
Conocer los fármacos con los que el paciente recibía tratamiento antiasmático.
Cuantificar el número de ingresos hospitalarios, ingresos en UCI e intubación orotraqueal
Exploración.
Signos que indican riesgo inminente: disminución del nivel de conciencia, deterioro de frecuencia
cardíaca y respiratoria, utilización de musculatura accesoria, pulso paradójico. Detección de
sibilancias (no existe buena correspondencia entre su intensidad con la de la AGA)
5. Pruebas complementarias.
La radiografía de tórax sólo es útil en el caso de patología añadida, está indicada cuando no hay
respuesta adecuada al tratamiento o cuando existan en la anamnesis o en la exploración datos
que sugieran alguna complicación (dolor torácico, esputo purulento, fiebre, etc.)
El hemograma sólo se realizará en caso de fiebre o sospecha de infección pulmonar añadida. La
bioquímica, como la determinación de potasio, se recomienda en los pacientes que se asocia
enfermedad cardiovascular o que tomen regularmente diuréticos ya que la administración
frecuente de beta 2- adrenérgicos puede causar un descenso transitorio de potasio
Clasificación de la gravedad de la crisis.
Cualquier reagudización es potencialmente grave hasta su control. El examen físico y funcional
antes descrito tiene como objeto fundamental estimar la gravedad de la crisis. Los puntos básicos
son el valor del FEM y la GA. La utilización de los signos clínicos es de especial interés para detectar
los pacientes con riesgo vital (deterioro del nivel de conciencia, bradicardia, cianosis, imposibilidad
de concluir las palabras al hablar o la presencia de silencio auscultatorio). (ver Tabla I)
8. Valoración de la respuesta al tratamiento.
I) Transcurridos 30 min. después del tratamiento, se vuelve a valorar al paciente:
Si el FEM >50 % del teórico y no hay signos clínicos de gravedad:
Se mantendrá al paciente en observación durante un periodo aproximado de 60 min. Al final de
este periodo, si no existe empeoramiento clínico y el FEM sigue siendo superior al 50%, el paciente
puede ser ya ingresado en planta. En caso que existiesen anomalías en la GA se realizará una
segunda extracción para comprobar su mejoría, y el tratamiento durante las primeras 24 horas
consistirá en beta-2 adrenérgicos nebulizados (2.5-5 mg/4-6h), corticoides sistémicos
(metilprednisolona 1-2 mg/Kg/día o equivalentes) y Oxígeno si precisara.
Si el FEM no mejora o es inferior al 50 %:
Se administrará nuevamente una segunda dosis de beta-2 adrenérgicos nebulizados y se añade
bromuro de ipratropio en el caso de que no se haya administrado previamente.
II) A los 30 min. de la segunda dosis de beta-2 adrenérgicos vuelve a valorarse al paciente,
realizando una segunda GA y mediendo el FEM
Si el FEM ha empeorado o es inferior al 33 %:
Es conveniente que el paciente sea ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Si el FEM ha mejorado pero aún se mantiene en valores de 33-50 %:
Se administrará una tercera dosis de beta - 2 adrenérgicos
III) Nuevamente se valorará al paciente transcurridos otros 30 min. y
Si empeora, se trasladará a la UCI, mientras que
Si permanece igual o mejora se ingresará en planta con el siguiente tratamiento durante las
primeras 24 h: beta2adrenérgicos nebulizados (2,5-5 mg/4-6h) corticoides sitémicos (metil
prednisolona 1-2 mg/Kg/día o equivalentes) bromuro de ipratropio (4 inh /6h) y oxigeno si
precisara.
9. Ventilación mecánica.
Indicaciones absolutas:
Disminución del nivel de conciencia
Fatiga muscular progresiva
Parada cardiorrespiratoria
Indicación relativa:
Respuesta inadecuada al tratamiento, comprobado funcionalmente.
10. Criterios de hospitalización
FEM < 33% o signos de riesgo vital inminente después de la administración inicial de beta2
adrenérgicos nebulizados.
Persistencia de obstrucción ventilatoria (FEM<50 %) o respuesta clínica inadecuada pese a
tratamiento.
Pacientes con factores de riesgo de asma fatal: exacerbación reciente, número elevado de
exacerbaciones en el último año, ingreso previo en UCI, utilización de corticoides orales en el
momento de la crisis, duración de los síntomas más de una semana o menos de 2 horas y
problemas psicosociales para la cumplimentación del tratamiento en las 24 horas siguientes.
Tratamiento del asma agudo en el hospital (normativa SEPAR)
11. No están recomendados en general:
Metilxantinas. Teofilina /aminofilina, no perecen proporcionar beneficios adicionales a la terapia
optima de los beta 2 adrenérgicos inhalados y , sin embargo, pueden aumentar los efectos
adversos (Fanta et al. 1986; Rossing et al 1980; Murphy et al. 1993: Rorigo and Rodrigo 1994;
Coleridge et al. 1993)
Antibióticos, si no se sospecha infección del tracto respiratorio.
Hidratación agresiva, administración oral o iv de grandes cantidades de volumen.
Fisioterapia respiratoria. No es beneficiosa en estos momentos ua que pueden producir mayor
dificultad respiratoria al paciente.
Mucolíticos ej: acetilcisteina, Ioduro potásico,.ya que pueden empeorar la tos o la obstrucción de
la vía aérea.
Sedación. En la agudización severa no están recomendados los ansiolíticos y las drogas hipnóticas
por su efecto de depresión sobre el centro respiratorio.
12. Consejos al alta.
Dar siempre el tratamiento por escrito.
Remitir siempre a médico de atención primaria/especialista para seguimiento en las siguientes 24
horas.
Comprobar las técnicas de inhalación y el empleo del medidor del FEM.
Averiguar si conoce las manifestaciones de empeoramiento del asma y los factores
desencadenantes, dando consejos para evitarlos
1. Definición.
Los criterios que definen la agudización asmática son el empeoramiento progresivo, de alguno o
todos los síntomas relacionados con el asma (disnea, tos, sibilancias y opresión torácica) y la
disminución del flujo aéreo espiratorio del paciente.
Se define la AGA como aquella que presenta datos de riesgo vital inminente o un flujo espiratorio
máximo (FEM) inferior a 50 % del teórico o menor a 150 L/min.
El estudio inicial de todo paciente con AGA debe ir encaminado a obtener mediante la anamnesis,
la exploración física y la medida de la función pulmonar, los datos que permitan:
Confirmar el diagnóstico de asma
Determinar la importancia de la crisis
Distinguir los pacientes potencialmente graves.
2. Anamnesis (concisa y rápida).
Preguntar por la condición de asmático.
Establecer el inicio y la evolución temporal de la crisis.
Investigar la toma de aspirinas, antiinflamatorios o betabloqueantes (incluso en colirios).
Conocer los fármacos con los que el paciente recibía tratamiento antiasmático.
Cuantificar el número de ingresos hospitalarios, ingresos en UCI e intubación orotraqueal.
3. Exploración.
Signos que indican riesgo inminente: disminución del nivel de conciencia, deterioro de frecuencia
cardíaca y respiratoria, utilización de musculatura accesoria, pulso paradójico. Detección de
sibilancias (no existe buena correspondencia entre su intensidad con la de la AGA)
. Estudio de la función respiratoria.
Comprende la determinación del grado de obstrucción, a través de la medida del flujo espiratorio
máximo (FEM) y el análisis de la gasometría arterial (GA). El valor inicial del FEM y su respuesta al
tratamiento es el único factor con capacidad predictiva en la evolución de la AGA. En función del
FEM inicial obtenido se distinguen tres niveles de gravedad de la crisis: leve / moderada / grave
(Tabla I).
La utilidad e indicación de la GA queda restringida a aquellos pacientes con un FEM < 50 %, mala
respuesta terapéutica o cuando sospechamos patología añadida. La disponibilidad de un
pulsioxímetro permite una monitorización no agresiva del tratamiento, siempre y cuando la
saturación de oxígeno sea > 92 %.
5. Pruebas complementarias.
La radiografía de tórax sólo es útil en el caso de patología añadida, está indicada cuando no hay
respuesta adecuada al tratamiento o cuando existan en la anamnesis o en la exploración datos
que sugieran alguna complicación (dolor torácico, esputo purulento, fiebre, etc.)
El hemograma sólo se realizará en caso de fiebre o sospecha de infección pulmonar añadida. La
bioquímica, como la determinación de potasio, se recomienda en los pacientes que se asocia
enfermedad cardiovascular o que tomen regularmente diuréticos ya que la administración
frecuente de beta 2- adrenérgicos puede causar un descenso transitorio de potasio.
6. Clasificación de la gravedad de la crisis.
Cualquier reagudización es potencialmente grave hasta su control. El examen físico y funcional
antes descrito tiene como objeto fundamental estimar la gravedad de la crisis. Los puntos básicos
son el valor del FEM y la GA. La utilización de los signos clínicos es de especial interés para detectar
los pacientes con riesgo vital (deterioro del nivel de conciencia, bradicardia, cianosis, imposibilidad
de concluir las palabras al hablar o la presencia de silencio auscultatorio). (ver Tabla I)
8. Valoración de la respuesta al tratamiento.
I) Transcurridos 30 min. después del tratamiento, se vuelve a valorar al paciente
9. Ventilación mecánica.
Indicaciones absolutas:
Disminución del nivel de conciencia
Fatiga muscular progresiva
Parada cardiorrespiratoria
Indicación relativa:
Bradicardia, es un problema cardíaco, en el que el ritmo del corazón desciende. El corazón de un
adulto debe latir entre 60 y 100 veces por minuto, cuando se está en total reposo. Al existir
problemas de bradicardia, las palpitaciones son menores a 60, lo que supone un problema
importante en el que el corazón no bombea la suficiente sangre rica en oxígeno, al resto de los
tejidos.
La mayoría de veces, esta enfermedad es asintomática, por lo que es difícil de reconocer y
ocasiona problemas graves a largo plazo. Es recurrente sufrir de este tipo de anomalías, en
deportistas de alto riesgo, lo cual les puede ocasionar graves problemas cardiovasculares e
impedir su rendimiento físico y mental, de forma normal.
Causas
Esta enfermedad es a causa del impedimento de impulsos eléctricos entre las aurículas y los
ventrículos del corazón. Otras causas comunes son:
Consumo de ciertos medicamentos cardíacos
Problemas cardíacos hereditarios
Envejecimiento, proceso natural de vida en el que el trabajo del corazón se debilita
Obstrucción cardíaca
Infarto del miocardio, esto ocurre cuando el oxígeno de la sangre no llega al corazón
Funcionamiento lento del marcapasos natural del corazón
Trasplantes de corazón
Problemas autoinmunes
Infección en el músculo cardíaco, en este caso pueden ser endocarditis y enfermedad de chagas
Síntomas :Es una enfermedad asintomática, por lo cual es complicado detectarla rápidamente.
Los síntomas más comunes son fatiga, cansancio, mareos, desmayo y problemas respiratorios.
El tratamiento de la enfermedad, depende mucho de la causa y la gravedad de la misma. Pero si la
causa de la enfermedad es un daño en el sistema eléctrico cardíaco, es posible que se necesite de
un marcapasos, esto ayudará a regular y restaurar los latidos del corazón.
El marcapasos, es una dispositivo cardíaco, que ayuda a regular el ritmo cardíaco. Este se implanta
bajo la clavícula, ya sea en el lado derecho o izquierdo del tórax. Este aparato monitoriza los
latidos y la regulación del corazón, si detecta problemas, envía señales eléctricas al corazón, para
que este nivele dichos latidos.
Cómo se diagnostica la bradicardia?
Su médico podría tomarle el pulso para diagnosticar la bradicardia. También es posible que el
médico le haga un examen físico, le pregunte acerca de sus antecedentes de salud y le haga un
electrocardiograma (ECG). Un ECG mide las señales eléctricas que controlan el ritmo cardíaco.
La bradicardia frecuentemente aparece y desaparece, así que un ECG estándar realizado en el
consultorio médico podría no detectarla. Un ECG puede identificar la bradicardia solo si usted la
experimenta durante la prueba.
Quizá tenga que utilizar un electrocardiograma portátil (ambulatorio). Este dispositivo ligero
también se llama monitor Holter o monitor de eventos cardíacos. Usted lleva puesto el monitor
durante un día o más y este registra su ritmo cardíaco mientras usted realiza su rutina diaria.
Además, podrían hacerle análisis de sangre para determinar si otro problema pudiera estar
causando la frecuencia cardíaca lenta.
Angina de pecho inestable
El dolor en el pecho aparece en reposo y es de mayor duración, que en el caso de la Angina de
Pecho estable.
Puede extenderse a los brazos, cuello, espalda y mandíbula. En la mayoría de casos, ni el reposo ni
la medicación
alivian el dolor, que tiende a ir en aumento. Debe ser tratada urgentemente, ya que puede
provocar
un Infarto de Miocardio o Muerte Súbita.
Causas de la angina de pecho
Obstrucción parcial en las arterias (arteriosclerosis) que suministran sangre al corazón (arterias
coronarias).
Estrechamiento de la válvula aórtica (estenosis aórtica). Provoca que se obstruya el flujo
sanguíneo desde el ventrículo izquierdo hacia la arteria aorta.
Anemia severa
Aumento de actividad de la glándula tiroides (Hipertiroidismo).
Acumulación de factores de riego, como la edad avanzada, el sexo (más frec uente en hombres
que en mujeres), tensión arterial alta,diabetes, hipercolesterolemia, vida sedentaria y consumo de
alcohol y tabaco.
Síntomas de la angina de pecho
Iguales al Infarto de Miocardio o ataque al corazón pero de distinta intensidad y duración:
Dolor, ardor y/o opresión en el pecho, que suele aparecer cuando se practica ejercicio y
desaparecer
en reposo (excepto cuando se trata de una Angina de Pecho inestable). Puede acompañarse de
dolor en otras
zonas del cuerpo como brazos, espalda, mandíbula o cuello.
Otros síntomas: ganas de vomitar, dificultad para respirar, pérdida de conocimiento.
Duración del dolor: entre 15 y 20 minutos.
Si tienes estos síntomas, consulta con tu médico. Actuar rápidamente es clave para minimizar las
consecuencias.
Los agentes antiarrítmicos son un grupo de medicamentos que se usan para suprimir o prevenir
las alteraciones del ritmo cardíaco,
Antiarrítmicos
El tratamiento de las arritmias requiere un diagnóstico preciso del tipo de arritmia, por lo que el
electrocardiograma es esencial; las causas subyacentes como la insuficiencia cardíaca requieren un
tratamiento adecuado.
Los antiarrítmicos se deben utilizar con precaución pues muchos fármacos que son eficaces en el
tratamiento de arritmias pueden desencadenarlas en algunas circunstancias; este efecto
arritmogénico está potenciado con frecuencia por la hipokaliemia. Cuando los antiarrítmicos se
administran en combinación, sus efectos inótropos negativos aditivos pueden ser significativos,
sobre todo si la función miocárdica está alterada.
La taquicardia es un tipo frecuente de trastornos del ritmo cardíaco (arritmia) en el que el corazón
late más rápido de lo normal cuando está en reposo.
Es normal que la frecuencia cardíaca aumente durante el ejercicio o como una respuesta
fisiológica al estrés, a un traumatismo o a una enfermedad (taquicardia sinusal). Pero en la
taquicardia, el corazón late más rápido de lo normal en las cavidades superiores o en las cavidades
inferiores del corazón, o en ambas, al estar en reposo.
Las señales eléctricas que se envían a través de los tejidos del corazón controlan la frecuencia
cardíaca. La taquicardia se presenta cuando una anomalía en el corazón produce señales eléctricas
rápidas que aceleran la frecuencia cardíaca, que normalmente es de unos 60 a 100 latidos por
minuto en reposo.
En algunos casos, la taquicardia no causa síntomas ni complicaciones. Pero si no se trata, la
taquicardia puede alterar el funcionamiento normal del corazón y provocar complicaciones graves,
como:
Insuficiencia cardíaca
Accidente cerebrovascular
Paro cardíaco repentino o la muerte
Los tratamientos, como los medicamentos, los procedimientos médicos o la cirugía, pueden
ayudar a controlar los latidos del corazón acelerados o a abordar otras enfermedades que
contribuyen a causar taquicardia.
Causas
La causa de la taquicardia es algo que interrumpe los impulsos eléctricos normales que controlan
el ritmo de bombeo del corazón. Muchas cosas pueden causar o contribuir a causar los problemas
del sistema eléctrico del corazón. Entre ellos:
Daño del tejido cardíaco por una enfermedad cardíaca
Vías eléctricas anormales en el corazón presentes al momento del nacimiento (enfermedades
cardíacas congénitas, como el síndrome de QT largo)
Enfermedad o anomalía congénita del corazón
Anemia
Ejercicio
Estrés repentino, como un sobresalto
Presión arterial alta o baja
Fumar
Fiebre
Tomar demasiado alcohol
Beber demasiadas bebidas con cafeína
Efectos secundarios de los medicamentos
Abuso de drogas recreativas, como cocaína
Desequilibrio de electrolitos, sustancias relacionadas con minerales necesarias para la conducción
de los impulsos eléctricos
Tiroides hiperactiva (hipertiroidismo)
En algunos casos, no puede determinarse la causa exacta de la taquicardia