Retiro Conversando Desde El Silencio 2021
Retiro Conversando Desde El Silencio 2021
Retiro Conversando Desde El Silencio 2021
Hay edades en que uno vive más bien pasión por la En el evangelio me he encontrado con mil versos
palabra; otras, en cambio, se experimenta pasión que me han invitado y sugerido ir adentro. Uno de
por el silencio. ellos es aquella palabra de Jesús en que nos
asegura: «Vendremos al hombre y en él haremos
Uno se puede sentir como arrojado al silencio morada». Siempre en el silencio alguien nos da la
gracias a las insatisfacciones que es innecesario bienvenida. Dentro está el maestro al que no
nombrar. Pero no puede por menos que confesar hemos escuchado lo suficiente. Es por eso que el
que la insatisfacción que preside las silencio no precisa ninguna justificación, como no la
bienaventuranzas de Jesús, las que dice el necesita la belleza. Sólo se puede vivir enamorada
evangelio y las que sugiere, son provocadoras del y gratuitamente.
silencio. Y es cierto que se desembarca en el
silencio al cerrarse todas las puertas y todas las Sé que del silencio no se puede hablar. No caben
salidas, aunque el verdadero callejón sin salida es las palabras. Dios mismo es el que menos habla.
el silencio mismo. Pues, ¿dónde ir si estás en un En una única Palabra lo dice todo. Todo su silencio
mar sin costas, sin periferias?; pero esa plenitud es se revela en Jesús. Y ninguna de nuestras palabras
la más inmensa belleza. expresan al indecible. Pero el silencio nos conduce
y canta al inefable, al innombrable.
En este sentido, la aventura del silencio es evasión
de la vida. Hay mil maneras de huir de la vida. Y El silencio, por otra parte no es mudez. No sólo se
uno se resiste a pronunciar esa palabra. Pero creo acalla la verbalización. Todas las capas periféricas
que el silencio no es un suicidio sino, más bien, la se han de sosegar, entrar en una cierta calma.
desembocadura en la vida misma. Esa vida es Particularmente es nuestro yo superficial el que
eterno fluir. Quizá, por eso una de las imágenes debe silenciarse. Su afán de hacer, de tener, de
más bellas de la vida es la que nos proporciona dominar, entran en un desfallecimiento ya en los
Jesús al decirnos que en hombre hay una fuente. Y primeros pasos del silencio. El silencio puro está
no es el hombre un estanque, agua detenida, sino más allá de las palabras de los sentimientos, de las
agua que fluye sin cesar. El agua estancada se ilusiones; se ha inaugurado el silencio verdadero al
corrompe, el agua que se mueve en eterno fluir es desmayarse el yo superficial.
más pura.
La verdad es que me he resistido a que este texto
Así mismo, se puede reconocer que el silencio se publique. Pero me he dado cuenta poco a poco
conlleva una profunda repercusión social. El que va de que no me pertenece. No sólo porque lo han
impregnado de silencio ejerce una bondadosa elaborado M.ª Pilar Ramos y Emilio Rodríguez con
influencia sin casi pretenderlo. No se vive el silencio empeño y afecto, sino porque una conversación es
para sí mismo. Como el sol no luce para sí, ni la siempre algo inacabado. Ahora este escrito no
lluvia cae para sí. Viene a ser el silencio la admite injertos ni amputaciones. Además, por ser
comunión con todos. lo que es, conversaciones, me siento deudor de
todos los que me han acompañado e inspirado y se
Otro interrogante que me han propuesto es cómo han ido en este camino. Y es ahí, en el camino,
siendo dominico he puesto el acento, de alguna donde el silencio, el maestro que él es, nos enseña
manera, en el silencio. Mi padre santo Domingo es las Escrituras.
el santo de la Palabra. Pero también, y antes, es el
santo del silencio. Y es que la palabra no es nada Antes de poner punto final, me gustaría reconocer
sin el silencio. Como si palabra buscara su contrario que lo que diga el silencio nada ni nadie lo puede
o su aparente en enemigo, el silencio. Y así el decir. El silencio muestra lo que a veces las
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palabras ocultan. Pues la palabra siempre es una Por lo tanto, no es cuestión de leer ni de buscar
limitación, mientras que el silencia es todo soporte alguno que nos ayude a encontrarlo. Hay
revelación. que enmudecer no solamente con la palabra. El
reposo es absoluto. Una inmovilidad hasta celular.
José F. Moratiel Nuestro cuerpo también tiene que permanecer
quieto; así es como puede ocurrir lo impensable.
Existe otra desconfianza alojada en nuestro cuerpo. Es difícil, pero bueno, dar silencio a nuestra razón.
Es la desconfianza ante el mundo de los No nos guía la razón. No es el eje de nuestra vida.
sentimientos. De los míos y de los otros. Cuesta No es una cultura. El eje no es la razón. La cultura
admitirlos. Emociones que desechamos. Otras es superficial y la razón es bastante superficial. No
veces, las buscamos para dejarnos castigar por sabe responder al misterio de nuestra vida. No
ellas. Parece ser que esta desconfianza se localiza puede. La razón está parcelada. Se ha vuelto
en el pecho. Cuando se levanta el pecho y se especialista. Es un índice de que está dividida.
hunde el vientre se demuestra desconfianza. El
centro no se asienta en el pecho. Todo se asienta Uno se hace un favor si silencia la razón. Hay
en el bajo vientre. Aprended a sentarse en el bajo resistencias tremendas. A ideas, juicios... El
vientre. Son las raíces de nuestra vida. De nuestro hombre es un tanto por ciento de razón v de otras
árbol. Se desarrollan las raíces en función de la cosas. La maravilla la hace el hombre cuando no
magnitud del árbol. Son las que alimentan el árbol. piensa. Es tremendo someter todo a los criterios de
El bajo vientre es la despensa de la vida. Asentarse la razón. Eso es un atropello.
en él es una manera de encontrar la confianza. La
postura corporal ayuda a buscar la dimensión
El hombre tiene otra parcela que es la imaginación.
profunda del ser.
Es una parcela importante. La imaginación trabaja
mucho. Te ilusionas. A veces haces horas
Qué duda cabe de que vivir desplazando nuestro extraordinarias. No deja de trabajar. Hay que dar
centro hacia otros sitios genera desequilibrio. descanso. Devolver al silencio la imaginación. Para
Nuestro centro no está en poseer La confianza no que luego pueda ser más creativa.
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El mundo de nuestra emoción es otra pieza que hay El oído no selecciona. La vista es más selectiva. El
que hacer descansar. En un breve espacio de oído se entera de todo. Del canto del pájaro y del
tiempo se está desalentado, animado, furioso, silbido del viento. El silencio es necesario para
contento... Las emociones ahogan. Hay que seleccionar la Palabra y para decir lo que el
devolver la calma. No excitarlas, darles calma. No salmista. Oigo en mi corazón una voz.
nos pueden estrechar in fatigar. Devolver el silencio
a la emoción. Es un quehacer lleno de salud. Para escuchar es necesario el afecto. Nuestra
escucha es inmensamente provocadora. La escucha
Otra pieza que existe en nosotros es la voluntad de inspira al otro. Si escuchas, desatas las vallas del
desearlo todo. De poseerlo. Es bueno dar silencio a otro y provocas su palabra.
nuestra voluntad. El deseo nos orienta hacia
afuera. No hay que desear nada. No es preciso. En La Palabra, si nos toca y nos hiere, nos puede
este campo profundo todo está ya en el hombre. acompañar eternamente. Busca la Palabra que
Todos los recursos están dentro. Hay que tener habita en tu corazón. No la busques fuera. De
confianza. Hay que sospechar que los recursos que alguna manera ya está dentro. Escúchala. Lo que
necesitamos para vivir están dentro. El silencio es hace la Palabra es despertar algo que ya está
bueno para alejar los deseos de uno mismo. Si yo dentro de nosotros. Por el silencio uno aprende a
vivo deseando algo..., me apoyo en otra cosa. escuchar sin anticipación. No adelantarnos a la
Surge la agitación. Nos aíslan de nosotros mismos. palabra es buena cosa. No decir antes de tiempo lo
Silencio en nuestros deseos. Para no alejarnos de que el otro nos tiene que decir.
nuestro corazón.
La música es después de escucharla. La música se
Cuando todas las piezas entran en sosiego puede celebra después de que el sonido se haya
brotar la intuición. Es una luz rápida. Se enciende consumido. La Palabra es después que ya ha
en nosotros y nos anuda a caminar. Cuando algo se concluido el sonido. La escucha pide una atención
ve desde dentro, no se necesita ayuda ni total y llena. No estamos acostumbrados a la
respuesta. Nadie puede cambiarnos si la luz se escucha porque todo nos reclama. Y es una pena
hace dentro. Nadie puede decirnos nada. porque a la música se la profana si no se la
escucha. Hemos de ser pura escucha. La escucha
Esta luz sólo se pone en marcha cuando todo se no tiene otra cosa que hacer sino escuchar.
serena. No somos lo que nos empeñamos ser. Un Escuchar sin influir sobre lo que nos llega.
silencio para permitirse ser. Permitirse vivir.
Hay que dejar nadar al pez; volar al pájaro; a la
La intuición es hija del silencio. La presencia del Palabra que suene. Id aprendiendo esto. ¡Qué
Reino en nosotros se intuye desde el silencio. El bueno es no influir en nada! Como en la
silencio es el espacio para esta intuición, esta respiración. La palabra es toda ella una acción. La
revelación. No es callar por callar. Es callar para palabra que resuena dentro de nosotros es una
permitir que la vida se dilate, se expanda. Son los presencia llena de dinamismo. Pero hay que dejarla
ruidos los que tapan esa fuerza interior. Los que libre para que resuene.
nos dividen en mil piezas sin sentido. Acallarlos es
encontrar de nuevo la confianza y la salud. Dios tiene una palabra sola: Jesús. La simplicidad
de Dios es manifiesta. Y es que en una Palabra
El silencio capacidad de escucha pueden florecer las demás. Basta escuchar una
palabra para que ella vaya madurando. Una
palabra que recoja siempre nuestro silencio y
«Oigo en mi corazón una voz que dice: "Busca mi nuestra atención. La Palabra nos buscará a
rostro"» (Sal 27) nosotros. No la manipulemos. En el silencio nos
puede encontrar. Una palabra breve es mejor. Una
No escuchamos sólo con nuestro oído. Nuestro vez encontrada no reflexionemos sobre ella.
cuerpo también escucha. Una palabra, cuando Hacerlo es separarse de ella.
encuentra un cuerpo abierto, se extiende por el. El
silencio crea una resonancia en la Palabra. Después El silencio para edificar de nuevo
de hacer silencio se escucha mejor. El silencio es
un vacío y se hace presente una plenitud. Sólo el
vacío puede dar resonancia. No se puede cantar «Yo los restableceré en la tierra que habré dado a
con la boca llena. Es necesaria la capacidad de sus padres» (Jer 16,15)
escucha.
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En Jeremías se puede ver que el retorno a luz. Vuelve a tu origen. El origen de la luz, del
Jerusalén es doloroso para aquella gente porque la gozo, del amor. El origen de la vida. El silencio es
encuentran en ruinas, arrasada, desoladas las el retorno de todo esto. Todo lo que nace sale de la
calles... A veces, la vuelta a casa nos puede luz, de la vida, de un gozo Este es mi origen. En él
producir una sensación parecida. Mi silencio me encontrarás la felicidad. Sólo incorporándonos a
puede llevar a ver las ruinas de mi casa. Murallas nuestra conciencia podremos encontrar la vida. Por
quebradas. Puertas arrasadas... Pero esta gente, la eso es importante atender a la hondura o
de la lectura que encontramos en el profeta verticalidad. En lo profundo de mi corazón es donde
Jeremías, encuentra vigor para iniciar una estoy en comunión con todos, donde puedo
restauración. «¡Andando, a reedificar!». Se relacionarme y acercarme a otros. Allí desaparece
comienza una vida. Se plantan olivos. Señal de la angustia, el ahogo y la asfixia.
dinamismo y esperanza. Sembrar trigo es esperar
la cosecha. Buena dosis de esperanza y de futuro.
El silencio para vivir en la presencia
Es importante ver la diferencia entre una reacción de Dios
de desánimo y otra de descontento. Si hay
descontento en mi vida es positivo e importante
porque es señal de que no estoy enmohecido.
«Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí» (Gal
Puedo tener aún impulsos vitales. Sólo se edifica en 2, 20)
horas de salud y vitalidad.
Esta expresión de san Pablo es muy conocida.
El hecho de introducirse en el silencio ya es un Quiere decir que al morir algo de él puede entrar
síntoma de vitalidad. El silencio no se vive en horas Cristo en su corazón. «Cuando salgo yo, entra
de ocaso. Hay que estar muy lúcidos para vivirlo. Dios». Cuando algo muere, Dios se presenta.
Son horas cargadas de dinamismo y de vida. Es la
mejor manera de poder regresar a casa. El silencio es para hacer presente a Dios. Es tener
la experiencia de lo eterno en nuestra vida. Cuando
Podemos recordar en el Génesis, en su capítulo 16, algo está presente no lo tenemos que imaginar.
la propia historia de nuestro corazón. Abrahán Estamos acostumbrados a pensar e imaginar. Hay
tenía una mujer estéril llamada Sara. La segunda que sentir y no pensar. Así nos pasa con el mundo
esposa, Agar, era una esclava egipcia que concibió de Dios. Lo pensamos pero no lo sentimos como
un hijo. Al verse encinta le perdió el respeto a Sara presencia.
y la vida se le hizo ya insostenible porque Sara
comenzó a maltratarla. Agar se escapó de su casa El silencio puede hacer que Dios se haga evidente.
y se marchó al desierto. Y el ángel de Dios se le Sin intermediarios. Sin detener la posibilidad de un
hace presente con dos preguntas: «¿Adónde vas? encuentro lleno de vivencia.
¿De dónde vienes?».
Las personas nos conocemos por nuestras
Nuestra situación de ahogo, de malestar, de acciones, por nuestros objetivos. Pero, ¿y en la «no
asfixia..., al igual que la que sufría Agar, puede acción»...? Nuestro conocimiento lo basamos en los
inducirnos a salir de nuestra casa. Dios le comunica pensamientos y deseos, pero..., ¿nos conocemos
a Agar que debe volver a su casa. Sólo en ella se sin ? Nos asusta conocernos sin nada. Nos asusta
recupera la salud. «Vuelve a casa». Evoca mi quedarnos sin nada.
propia historia porque más de una vez yo me fui al
desierto escapando de mi casa, del clima de mi En la vida se disfruta con la comunicación, con el
corazón. Es que resulta, a veces, insostenible el encuentro, con el diálogo. El silencio debe formar
ambiente de celos que se respira en ella y busco parte de esta relación. Primero se habla pero luego
escapadas que me lleven a otras sensaciones, a el silencio es primordial. Con respecto a Dios, pasa
otras emociones, a otros consuelos. Me equivoco lo mismo. Al principio, se siente la necesidad de
pensando que fuera puedo encontrar el sentido de decir algo porque si no parece que no se reza. Pero
mi propia vida. Pero, tarde o temprano, el camino luego, hay que quedarse en silencio porque Dios
de mis emociones, de mis fiestas, de mis tiene algo que decir. El silencio es para dar paso a
evasiones, de mis consuelos exteriores..., no me Dios. Es dar luz verde para que Él se haga
llevan a ningún sitio. Todas las excursiones presente. Este silencio es la muestra de nuestra
«horizontales» desembocan en desierto y apertura. Abiertos y acogedores.
desconsuelo, sed y hambre. Dios, entonces, se
hace presente y dice: «Vuelve a casa». El sabe que La verdad es que cuando hablo estoy pendiente de
sólo en tu corazón está la vida, la salud. Toda la mí, no salgo de mí y no puede darse un encuentro
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profundo y puro. Normalmente estamos Aquí se ve que Dios habita en la brisa suave Hay
excesivamente pendientes de nosotros, una traducción bíblica que dice textualmente:
excesivamente enganchados en lo que queremos y «silencio abismal». Y es que en ese silencio se hace
deseamos. presente Dios.
En el silencio nosotros no somos los protagonistas. Todos estos acontecimientos ponen de manifiesto
Es Dios quien tiene que serlo. Celebramos tan solo las actitudes por donde nosotros pasamos. A veces,
su presencia. Y conviene recordar que «si no os somos terremotos con nuestras agitaciones.
hacéis como niños...», no entramos en el silencio. Nuestra violencia es como un vendaval. En esos
Hay que aprender de ellos a no «hacer nada». momentos no nos podemos encontrar con nadie.
Absoluta dependencia. Yo no puedo hacer. No sé Hacemos daño. Decía Neruda: «Apártense de mí,
hacer. Aprender a callar, a no hacer. que voy cargado de metralla». (Ya es una virtud
darse cuenta de la agresividad que transporta en
Nuestra cultura es la que nos enseña a creer que su alma).
sólo vivimos cuando hacemos. En la medida en que
realizamos cosas creemos ingenuamente que Nadie está excluido de la experiencia de Elías. El
vivimos. En la oración, a veces, queremos decir. tuvo, quizás, que calmarse para darse cuenta de
Aprender a vivir sin hacer..., no es fácil. que pasaba una brisa tenue. Los hombres que
buscan lo eterno en su corazón reciben el contacto
Un jesuita de gran acción tuvo un accidente y se del leve roce de la brisa de Dios.
quedó inválido. Se quejó a Dios de su inutilidad y
su indigencia. Y Dios le contestó: «Pero yo no Jesús quiso descubrir esto a sus gentes «Buscad
tengo necesidad de que hagas nada. Sólo necesito primero el Reino...». El silencio no es otra cosa que
que sonrías siempre». la búsqueda de ese Reino. Y el Reino está dentro.
Al hacer silencio no nos separamos de la vida. La
El silencio desemboca en la presencia del Señor y abrazamos. Jesús da prioridad a esta búsqueda y a
la respuesta vendrá siempre. Esto es como un este contacto.
artículo de fe en el mundo del silencio. No hay que
marcar un plazo porque la respuesta llegará Y es que él sabía que en la medida en que
inesperadamente. No depende de nosotros ni de entramos en contacto con Dios, los problemas que
nuestras previsiones. nos atosigan en la vida se diluyen. Abrirse a lo
eterno cura en un instante. Lo eterno sana del
Por otro lado esa respuesta no es única para todos. desamparo. Se deshielan los temores y las
El amor tiene todos los colores y Dios tiene todos inseguridades. El sol disipa las brumas. La
los sabores: libertad, orden, paz... A Dios no se le presencia de Dios en nuestro corazón lo diluye
confina en una única experiencia. Dios se hará todo.
presente en cada uno. Como la respuesta es sutil,
requiere atención para descubrirla. Un instante es Igual pasa cuando llueve: aparecen mil montañas.
sutil. La respuesta de Dios no es aparatosa. El Todo se hace nítido en la tierra. Todo queda
encuentro puede estar lleno de equilibrio sin llamar transparente. En el silencio aparece otro horizonte.
la atención. Todo ha cambiado. Todo aparece nuevo desde
dentro. Al hacerse familiar el silencio, la vida
En el libro primero de los Reyes, en su capítulo 19, cambia.
podemos leer que Elías estaba esperando la visita
de Dios. Recordemos la lectura: «El Señor le dijo: Una característica que conlleva el silencio es la
«Sal y ponte en pie en el monte ante el Señor. liberación. Jesús no buscaba que la gente se atara
¡Dios va a pasar!». a él. No ocurre igual cuando vamos al médico:
«Vuelva usted dentro de un mes...». Jesús va
Vino un huracán tan violento que descuajaba los diciendo: «El Reino está dentro de ti». La salvación
montes y hacía trizas las peñas; pero Dio no estaba está dentro de ti. Y el hombre sigue buscando fuera
en el viento. Después vino un terremoto; pero Dios respuestas y llenando de dependencias (incluso
no estaba allí. Vino el fuego y Dios no estaba en él. religiosas) sus pasos. No hagas caso de mensajes
Después del fuego se oyó una brisa tenue; al falsos que prometen la salvación por otros
sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió caminos. Por eso san Pablo expresa: «Es Cristo
afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva. quien vive en mí». Ya no vivo yo. Me he
Entonces oyó una voz... ». familiarizado con su presencia en mi corazón. Ya ha
habido encuentro.
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Algo tiene que aquietarse. Algo tiene que morir en El trabajo desquicia y nos saca de nuestro
ti para que Cristo viva. Hay un dicho árabe que verdadero ser. Una puerta que no está en su
dice: «No bajes al jardín. El jardín está dentro de quicio, chirría continuamente. Así estamos cuando
ti». Si en ti hay una fuente, ¿por qué buscar otra no estamos en nuestro justo sitio. La vida que
fuente?, ¿otro pozo? El manantial está en ti. El llevamos tiene el poder de «desquiciarnos».
silencio es para buscar el agua de ese pozo.
En el silencio, uno puede ser él mismo. Es regresar
El presente es siempre tan humilde, tan poco a nuestro terreno. Para ir a esta provincia hay que
llamativo, que no le damos importancia. Pero es franquear bastantes distancias. El instante hay que
nuestra felicidad. Normalmente la alegría no la vivirlo ahora mismo, porque de lo contrario no se
consideramos en el presente. O es una promesa o vive el silencio. Ni el antes ni el después sirven
es una satisfacción recordada. El presente es un para estar en el silencio.
abrir y cerrar de ojos. Lo rehuimos. Vivimos de
promesas o de recuerdos. El presente es humilde. Lo importante es no escaparse del instante, del
No es fácil vivirlo porque nuestras costumbres son silencio. Escaparse de él es escaparse de sí mismo.
otras. No nos hemos acostumbrado a la alegría de Se impone arrancar y romper el ritmo
cada instante. acostumbrado para poder darse cuenta de las
cosas con toda claridad y lucidez.
Nuestro objetivo en la vida no es vivir el presente.
Estamos inadaptados para vivir esta sencillez. Cuando hay un terremoto te hace caer en la cuenta
Estamos inadaptados para vivir el silencio. Somos de la firmeza de la tierra. Si no fuera así, lo que
adictos a no vivir el día presente. ¡Qué costoso es hay de firme no se percibiría. el silencio es darse
desacostumbrarse! Saber que no tenemos cuenta, con claridad, de lo que hay en el momento
necesidad del exterior tanto como sospechamos. y de vivirlo sin más.
De repente, en el amor, nos vemos invadidos por la
vieja costumbre del egoísmo. Para vivir el silencio sin ninguna asistencia hay que
retirarse al desierto. La aventura hay que vivirla sin
Sin duda alguna, encontraremos resistencia al nada. Sin taller, sin gasolina, sin teléfono. Sin
silencio, pero no podemos prestarle demasiada asistencia de un rito, de una actividad, de un libro,
atención porque nuestros enemigos se de un sentimiento, de una emoción, de una
envalentonan ante nuestra mirada. No haciendo conversación... Sin diálogo y sin monólogo, sin
frente a ellos se evaporarán poco a poco. reflexión... Hay que separarse para encontrarse con
uno. La asistencia alimenta nuestra superficialidad.
El silencio, ocasión para el descanso
En el desierto no hay referencia. La única asistencia
soy yo. ¡Ya es bastante! Pero nosotros queremos ir
«Venid vosotros solos a un sitio tranquilo y siempre seguros de algo: de una mano, de un
descansad un poco» (Mc 6, 31) gesto... Nos olvidamos, al entrar en el desierto del
silencio, que allí todo es desamparo, soledad...
Eso es lo mismo que hacemos nosotros cuando nos
introducimos en el silencio. Es un aparte para Hay que tener en cuenta que las asistencias que
descansar un poco. Jesús lo ve necesario. La aparecen en nuestro caminar no sólo se buscan,
actividad nos cansa tanto que nos dispersa de sino que además nos vienen ofrecidas. ¡Atención!
nosotros mismos. Nos separa de nuestro corazón. No os enganchéis a ninguna rama. Dejad que
Nos hace extraños a nosotros mismos. La actividad vuestra audacia interior se ponga en circulación. A
que llevamos es demasiada y nos distorsiona hasta cada uno le basta la fuerza de sí mismo, el
rompernos. dinamismo de su propio ser.
Por eso la actividad del silencio no es un deber El silencio es desierto porque la revelación no se da
más. Es una libertad. cuando hay una asistencia. Se reconoce el susto
que se puede padecer en esta aventura, pero se
Es una fatalidad de la persona representar un papel atreve uno a vivir el silencio con energía y,
determinado en la vida y no poder hacer otra cosa entonces, es un puro goce. Se sabe que de la nada
para salirse de ese guion establecido e impuesto brota la plenitud y que nada florece si nosotros no
desde el exterior. Tiene que dar prueba de sí nos quedamos en el vacío. Aparece una alegría que
mismo. En cambio, en el silencio no hay que probar está más allá de las que proporcionan las ramas.
ni demostrar nada. Todo es libertad. Estas asistencias que nos llenan suelen ser fugaces.
Sólo desde dentro brota la luz que no se apaga.
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La dificultad primera nos hace detenernos y llenándose de cultos no lo hallará. Está de moda la
volvemos a ocuparnos de otras cosas que dan más religión y proliferan los cultos externos. No es
entretenimiento. Pero sólo en el otro lado, casi al buena señal, porque las tradiciones y costumbres
límite, está el encuentro. culturales sólo hacen distraer al hombre y colaborar
en que la persona se desentienda de ella misma. A
No nos atrevemos a quedarnos sin nada porque sin Dios se le adora y celebra desde el corazón, como
ocupación uno se pierde. Nos agarramos a cosas, a dice san Juan cuando escribe el episodio de la
acciones..., para no sentir la dolorosa soledad. Y samaritana. Ella es una mujer que intenta
sin embargo, la soledad puede ser una inmensa distraerse de sí misma y habla un lenguaje
gracia y en ella se salta a la libertad, a la paz, al externo: que si se le adora a Dios en el monte o...
gozo. Y Jesús la centra en su propio ser. Dice: «Créeme,
que ha llegado la hora de no adorar así a Dios». A
Se puede comprobar que en el silencio todo se partir de ahora al Padre se le adora en espíritu y en
armoniza y reconcilia, y se siente uno como en su verdad. En el silencio, El Padre busca estos
casa. adoradores. Y es que Jesús no pierde nunca
ocasión de llevar al hombre hacia su corazón. Y
nosotros aún seguimos de «rama en rama».
Puede ocurrir que se tenga la sensación de
escapada y de insolidaridad hacia todo. Es una
sensación tan solo, porque el auténtico silencio Recobrarse a sí mismo es buena cosa y el silencio
hermana y une. La insolidaridad se da en la ayuda pidiendo que no nos enajenemos con más
superficie, no dentro. En el fondo del corazón todo opio. El mundo no nos favorece gran cosa. En las
se acoge, se acepta, se armoniza. No nos separa horas de silencio, eliminamos las toxinas que
de nada el silencio. Toda separación llega desde la intoxican nuestras vidas y recuperamos la salud. Si
superficie. Todas las separaciones tienen su origen nos queremos ayudar de cosas externas, puede
en la exterioridad: cultura, religiones, gustos, que nos entretengamos pero no podremos
creencias, costumbres... Si en tu camino excluyes a rehacernos, recuperarnos ni reconfortarnos. Y todo
alguien tienes que replantearte tus pasos porque esto es necesario para recuperar nuestro sitio. El
no te llevará al auténtico silencio. En él, todo se corazón conduce muy bien. Es cuestión de dejarnos
encuentra en comunión. Desde el silencio uno no se conducir sólo por él.
expulsa y no es expulsado. Nunca seremos mal
recibidos en el silencio. Silencio, lugar de oración
En el silencio es únicamente donde el hombre se
halla y se encuentra. Es el espacio en donde se «Orando no seáis habladores. Vuestro Padre
revela. Otro espacio no tiene para descansar. Jesús conoce vuestras necesidades» (Mt 6,78)
decía que el Hijo del hombre no tiene donde apoyar
su cabeza. Alude a que no hay otro sitio en la tierra La oración no se puede definir. De hacerlo se le
que no sea su corazón. El camino del silencio no se pueden poner límites. En la oración el actor
anda desde la superficie. Es un camino que pide lo principal es Dios. No existe descripción válida.
más sano de nuestro corazón, de nuestra calidad.
Lo mejor de nuestro ser y con todo esto se une. A una montaña no se le ven todas las laderas. Así
pasa con la oración. Una forma de hablar de la
Por otra parte, el silencio no gira en torno a oración puede ser mencionarla como lugar de
objetivos. No esperamos nada de nosotros y encuentro, como una relación...
tenemos ese derecho. Nos pasamos la vida
pidiendo y esperando. Nosotros queremos ir al Para que este encuentro se dé, es necesario el
silencio con nuestras ideas con tal de no sentir el silencio. Está claro que los ruidos impiden la
dolor de nuestro vacío. Con tal de no soportar la conversación. No nos podemos entender en el
devastación de nuestro corazón. No es bueno ruido. El silencio es un camino para nuestra
agarrarse a nada. No vale usar «drogas». relación con Dios. Por eso el silencio tendría que
estar como un derecho fundamental del hombre.
Puede haber cultos religiosos, ceremonias o ritos Tiene el poder de generarnos. Uno no hace nada y
que sean opio. En nuestro culto actual puede haber el silencio va equilibrando. Todo va encajando. Nos
«cocaína» para separarnos de nosotros mismos. restaura. Hay mucho más en el silencio. Es
Esto es cierto, como un artículo de fe: a Dios no le necesario descubrir las muchas dimensiones del
encontramos fuera de nuestro corazón. Cuando silencio. Por eso Jesús hace oración de silencio.
más me encuentro, más encuentro a Dios. Dios y el Cuando habla no lo hace sin ton ni son. Toda
hombre no se contraponen. Si uno va a Dios Palabra va dirigida a alguien. «No seáis
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habladores». Nos advierte. Lo primero es silenciar siempre separa. No hablamos con el mismo nivel.
todo. Pero hay que reconocer que no todo silencio Aristóteles localizaba el orgullo en la cabeza. «Se le
es positivo y que muchas veces nosotros han subido los humos a la cabeza». Es un dicho
practicamos silencios que no hacen más que muy general que explica bien al orgulloso.
interferir el encuentro. Hay silencio pero no
encuentro. Silencio del rencor: El mal humor puede ir
cristalizando en la persona que lo padece y es
Recordemos algunos silencios negativos que entonces cuando hace su aparición este silencio del
forman parte de nuestra vida cotidiana: rencor. Se incrusta, se calcifica. Es un quiste difícil
de extirpar. Es silencio peligroso hasta para la
Silencio de angustia: La palabra angustia viene salud y muy negativo. Es necesario mucho tiempo
de angosto, estrecho, ahogo... Cuando la angustia para que se diluya.
aparece en la persona y se presenta en la vida,
deja sin palabras. No se puede hablar. La garganta Silencio del odio: Este es mortal. San Juan dice
queda atenazada. El corazón también. Es un que el que no ama a su hermano es un homicida.
silencio pero desde el miedo. No hay cercanía. Hay Cuando no se habla con alguien hay un trasfondo
incomunicación. Todo lo contrario que el auténtico de muerte. Estoy negando a la persona. Hablar
silencio. tiene que ser para que el otro se dé cuenta. Es un
acto de amor, de respeto, de consideración.
Silencio de culpabilidad: No hablo porque «van a
pensar que ». No hablo porque «me van a echar a Todos estos silencios nos van enfermando y
mí la culpa». conduciendo a la incomunicación. Es necesario ir
detectando cuál de ellos nos afecta en nuestra
Silencio de debilidad: «¡Qué voy a decir!». historia. Es necesario conocer muy bien nuestros
Decido callarme. Es un silencio negativo porque es silencios negativos para trascenderlos y superarlos
el silencio de la impotencia. e ir poco a poco serenándolos. Estos silencios son
ruidos tremendos que no nos permiten el encuentro
con Dios en la oración. A veces nos acosan en cada
Silencio de la indiferencia: Pasamos de todo. Es
silencio y tenemos que descubrirlos como secuelas
un silencio del bostezo, de la apatía... Guardo
que viven y vienen con nosotros. Está bien que los
silencio porque me alejo de todo. No me importa,
reconozcamos, porque sólo viéndolos podemos
no me interesa en absoluto.
superarlos.
Silencio de la envidia: Cuando nos toca la envidia Silencio de admiración: Es otro silencio que tiene
nos deja sin palabras y no sabemos reconocer nada gran calidad. Algo de esa persona atrae nuestra
del otro. No se alaba ni se habla bien de nadie. No mirada y despierta este silencio que tanto beneficio
hay alabanzas. No hay apoyo. No hay comentarios acarrea. Este silencio es necesario para recuperar
positivos que refuercen. Es un silencio enfermizo este sentido.
muy peligroso. Si nos creyéramos únicos no nos
compararíamos con nadie. No habría envidia. A Silencio de asombro: Son maravillosos los
cada uno Dios le pide lo suyo. Al tulipán no le pide asombros. Me quedo sin palabras. Es importante
que sea margarita. Jamás a un árbol le gustaría ser que se dé este silencio pero para ello es necesario
una flor. el «no saber». Se inicia con el no saber. Con un
vaciamiento de todo conocimiento. Sin referencias.
Silencio de orgullo: Este silencio, a veces, se Como un niño pequeño ante lo nuevo y lo
refleja en el cuerpo. El orgullo, cuando se tiene, desconocido. Este silencio se rompe cuando
preguntamos. Se rompe al indagar. ¿Por qué? No
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hace falta la pregunta. La vida es maravillosa en sí. un hecho altamente verificado que hay que
Hay que asombrarse continuamente ante ella sin envolver al niño de cariño para despertar el amor
preguntar más. Los niños se entregan a ella y que lleva dentro. El amor ha sido derramado para
tienen una gran capacidad de asombro. «Si no os que nazca la vida. Nada se puede librar del amor.
hacéis como niños..., no entraréis en el reino del Porque él es la fiesta y el calor de la vida. Y el amor
Asombro». no fluye porque el otro sea bueno. El amor ama
porque no puede hacer otra cosa más que fluir. El
Silencio de la alegría: Cuando uno alcanza la amor no está en el sujeto sino en el objeto. El agua
cumbre de la alegría se le colma el corazón y sobra mana por el gusto de fluir. El amor que se
la palabra. Cuando te quedas extasiado, despierta en el hombre ama por el gusto de amar.
boquiabierto, no eres capaz de pronunciar palabra. El amor tiene que salir de nosotros como el agua
Es el silencio de la felicidad. de un manantial. De no hacerlo es porque hay un
atasco en nosotros. No es justo pensar que es el
Silencio del amor: Es el silencio de la comunión. otro el que está en la vida para amarme. No dijo
Cuando miramos a una persona con amor ya no es Jesús a sus discípulos: «Id y buscad a un grupo
necesario pronunciar palabra. El milagro de una que os quiera...». Más bien su mensaje fue: «Id y
pupila hace innecesario hablar. A la persona amada amad...».
se la siente y no más. ¡Qué gusto es estar en casa
sin hablar! (Decía Mafalda en una de sus viñetas: E1 amor que está en todo ser humano necesita ser
«¿Cuándo vamos a ir a casa a callar un rato?»). Y despertado. Y para que ese amor crezca tiene,
es que, cuando existe el amor, basta con estar. La como decíamos antes, que ser arropado,
presencia todo lo llena. Todo lo colma. arrullado... En estas primeras horas el ser humano
necesita amor. Al crecer reparte ese agua para que
otros puedan apagar su sed. Necesita tener alegría
Silencio, encuentro de amor de amar. Es la alegría del agua cuando se derrama
sin cesar. En el alta mar de tu historia, ama. No
«Apareció la ternura y el amor de Dios en Jesús» esperes ya que te amen. La luz disfruta iluminando.
El amor ha sido derramado en mí para que yo lo
(Tit 3,4) derrame en los demás.
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