Marian
Marian
Marian
Marian:
Historia clínica Marian es una jovencita de 13 años que acude a consulta acompañada por sus
padres por lo que ellos consideran un caso de «nerviosismo crónico», agudizado desde que, hace
aproximadamente un año empezaron a tener problemas matrimoniales. Es la mayor de tres
hermanos (los otros dos son varones), ha gozado siempre de buena salud y es una estudiante
excelente, pero «desde siempre» ha sido muy nerviosa y han tenido que llevarla al pediatra con
frecuencia por sus quejas somáticas (dolores de cabeza, de barriga, mareos) que nunca han tenido
el menor significado patológico y que el médico atribuía a su ansiedad. Además, comenta la
madre, desde pequeña ha estado preocupada «por qué yo me fuera a poner mala o a morirme y a
veces perdía el sueño por ese motivo». La describen como una niña muy tímida y con dificultades
para hacer amigas. De pequeña tenía miedo por casi cualquier cosa y le costó trabajo adaptarse a
la guardería. Más tarde, empezó a quejarse la oscuridad y no soportaba dormir sola en su cuarto.
Desde los seis o siete años parecía vivir en un constante estado de aprensión, expresando mucha
vergüenza en sus contactos sociales, y aunque progresaba muy bien en los estudios se mostraba
exageradamente preocupada por su rendimiento en el colegio. A pesar de sus buenas notas y de
los comentarios positivos de sus profesores y de sus padres, «nunca está contenta», «siempre
afirma que ha hecho mal el examen», aunque luego suele sacar notable o sobresaliente. Muchas
veces «te desespera», «te dan ganas de matarla», dice el padre riéndose. A partir de los 11 años
empezó a quejarse de que no le gustaba su aspecto físico, que se veía más bien gorda y que su piel
era demasiado blanca. Dicha conducta se ha mantenido constante a lo largo de su desarrollo,
manifestando los padres que sus preocupaciones son, en su mayoría, realistas, pero muy
exageradas, que el nerviosismo es permanente –siendo el signo más característico morderse las
uñas sin parar– y que a menudo se preocupa sin motivo por cosas poco importantes. Durante la
entrevista, Marian coopera con dificultad. Se queja de que suda mucho, «aunque no esté nerviosa,
incluso en invierno», dice, y que eso la acompleja mucho. Le cuesta trabajo mirar directamente y
se muestra muy tensa. Refiere que le va bien en el colegio (en realidad es la primera de su clase),
pero que no puede evitar ponerse muy nerviosa cuando le preguntan en clase o tiene que hacer
un examen. Últimamente está preocupada porque le gusta mucho un compañero de curso y tanto
su madre como sus amigas íntimas le han dicho que si sigue mordiéndose las uñas, él no le hará ni
caso, porque tiene los dedos muy feos. Entonces se le saltan las lágrimas. Resulta evidente el
ligero temblor de manos y la sudoración excesiva en las palmas. Los padres afirman que nunca ha
tenido una crisis de angustia, porque su madre estuvo en tratamiento hace años por dicho motivo
y «saben bien lo que es eso». A nuestras preguntas sobre si ha tenido sentimientos de tristeza
excesiva en algún momento, Marian dice que no, pero que ahora se encuentra más triste porque
sus padres discuten mucho y teme que se separen.
Mildre Ernestina Diaz Hernández
Erik Eduardo Vasquez Mazariegos
Diagnostico
Trastorno de Ansiedad
Trastorno relacionado.