Sam Ham Introd Al Cap 5
Sam Ham Introd Al Cap 5
Sam Ham Introd Al Cap 5
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“INTERPRETACIÓN
AMBIENTAL”
CAPÍTULOS :
Introducción.
1. ¿Qué es Interpretación?
2. Practicando la Interpretación Temática.
3. Como Preparar y Presentar una Charla.
4. Estrategias para Utilizar Ayudas Visuales.
5. Cómo Preparar y Conducir una Excursión o
Caminata Guiada.
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INTRODUCCIÓN:
Ser intérprete significa saber sobre comunicación, y ser capaz de reconocer y explicar
las características que le hacen funcionar mejor; más allá de adquirir un conocimiento
avanzado en alguna materia.
CAPITULO 1
“¿QUÉ ES INTERPRETACIÓN?”
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ambientes, hay una diferencia psicológica. Por ejemplo los alumnos dentro de un aula están
obligados a permanecer en ella y a poner atención si desean obtener buenas calificaciones.
Son una audiencia “cautiva”. Por el contrario si los visitantes en el parque son una audiencia
“no cautiva”. Si deciden permanecer y poner atención será únicamente porque así lo desean.
Si la presentación no es interesante, si es demasiada académica, o si requiere de mucho
esfuerzo para seguirla, probablemente no prestarán atención. Cualquier audiencia que tiene la
opción de ignorar la información sin recibir un castigo o perder una recompensa potencial es
audiencia no cautiva. Ponen atención sólo por satisfacción propia e intrínseca. La mente
tiende a ir hacia donde encuentra la información más agradable. Los psicólogos han ligado
esta tendencia a químicos producidos por el cerebro. La información aburrida o
excesivamente difícil hace que el cerebro busque en cualquier otro lugar información amena.
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Ejemplos: Rápidamente referirse a algo o alguien que se parece o de alguna forma representa la
clase de cosa o persona de la cual se está hablando.
Ejemplo: “Las orquídeas son un buen ejemplo de una planta epífita”.
Analogías: Mostrar varias similitudes de la cosa de la que se está hablando con cualquier otra que le
sea altamente familiar a la audiencia.
Ejemplo: “Para entender como funcionan los volcanes, piense en una olla tapada con agua que
esté hirviendo”.
Comparaciones: Mostrar algunas de las principales similitudes y/o diferencias entre la cosa de la cual
se está hablando y algo más con lo que se le pueda relacionar. El resultado es que uno o ambos
objetos llegan a ser más claros en relación al otro.
Ejemplo: “Estos dos árboles de pino tienen mucho en común. Ambos tienen tres hojas aciculares
en cada grupo, y ellos crecen en lugares semejantes. Pero si usted huele la corteza, notará que,
uno de ellos huele a vainilla y el otro, a trementina”
Dos clases especiales de Comparaciones: Símiles y Metáforas
Símiles: Comparar algunas características de 2 cosas utilizando la palabra “como”.
Ejemplo: “Éste árbol tiene espinas como puñales en cada rama”.
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Ejemplo: “En esta etapa de su desarrollo, las arañas son tan negras como el carbón”.
Metáforas: Describir algo con una palabra o frase que comúnmente se usa para describir otra cosa
muy diferente.
Ejemplo: “La canoa surcó a través de las rápidas aguas”.
Ejemplo: “Cada turista en el bus decidió en aquel momento botar los restos de su almuerzo por la
ventana. Durante 10 minutos llovió basura”.
Auto-Referencia y Clasificación
Dos formas de hacer la Comunicación más Personal
La comunicación que apela a aquellas cosas que realmente nos importan - tales como nosotros
mismos, lo que amamos, nuestras fuertes creencias, valores y convicciones más profundas - atraen
nuestra atención. La información que de alguna forma se relaciona o se vincula a este círculo interior
de nuestras vidas nos parecerá más importante de lo que sería de otra forma. Eso se debe a que es más
personal, y por consiguiente, más pertinente. Los intérpretes pueden hacer su comunicación más
personal de muchas formas. Dos técnicas simples son la auto-referencia y la clasificación.
1.- Auto-Referencia significa hacer que más personas en la audiencia piensen momentáneamente en
ellos mismos en la medida en que les da nuevas partes de información. Esto los hace relacionar
dicha información en un nivel personal y, de acuerdo a investigaciones, aumenta la probabilidad
de que le pongan atención, lo entiendan, y sean capaces de recordarlo después. Se puede usar la
auto-referencia al emitir una frase simple y luego relacionarla con la información que se quiere
que la audiencia recuerde. Por ejemplo:
“Piense en la última vez que usted . . .”
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Lo que significa que es presentada de forma tal que es fácil de seguir. La buena
interpretación no requiere un gran esfuerzo de la audiencia. Las audiencias no - cautivas
cambiarán su atención si tienen que hacer demasiado esfuerzo para seguir una cadena de
pensamientos. La mejor interpretación es aquella que es muy amena y fácil de seguir.
Organizar la información es como poner un pedazo de cinta en cada idea y
hecho que se presenta, y luego pegar cada idea con una idea más grande. Cuando se puede
vincular una pieza de información a cierta idea que ya se tiene en la memoria, esa información
parece ser mucho más fácil de recordar. Si se mantiene las ideas en una cantidad manejable,
se puede presentar una cantidad impresionante de información dentro de las mismas.
El Número siete más o menos dos, viene de que la información que trata de
presentar cinco o menos ideas principales, serán más interesantes y entendibles. El número
“cinco” viene de estudios sobre cuanta información somos capaces de manejar los seres
humanos de una sola vez. Estudios han demostrado que los seres humanos somos capaces de
dar sentido a sólo 7 más o menos 2 ideas separadas y nuevas de una sola vez. Debido a que
algunos podemos manejar solamente hasta cinco el número real de puntos principales debe ser
cinco o menos. Los requisitos son:
1. Que la audiencia pueda fácilmente distinguir entre puntos principales y la información
subordinada.
2. El número de puntos principales no debe exceder de cinco.
Este principio inteligentemente aplicado ayudará a que cualquier información
sea mucho más fácil de seguir, más entendible y más recordada.
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Esta relación no tiene tanto que ver con la inteligencia de la persona como con la cantidad de
experiencia previa que él/ella tiene sobre el tópico en discusión. Se desprende entonces que, debido a
que ciertas personas en nuestras audiencias tendrán dificultad cuando se excede del número cinco,
debemos limitar el número de ideas principales a cinco o menos en nuestras presentaciones. Al
hacerlo de esta manera haremos mucho más fácil que las personas de nuestra audiencia sigan nuestras
ideas, y esto aumentará la probabilidad de que continúen prestándonos atención.
Algunos ejemplos:
Si usted se limita a sí mismo a no más de un segundo, ¿cuál grupo es más fácil de contar, A ó B?
A B
**** *********
¿Qué sucede con relación a este ejemplo, A ó B?
A B
******** **** ****
Note como la organización puede hacer la diferencia. Aún cuando B tiene la misma cantidad de
información que A, es mucho más fácil de comprender ya que está organizada en dos categorías
fáciles de observar. De hecho, solamente hay dos piezas de información en B (dos grupos de cuatro),
en cambio A contiene ocho. En comunicación, la buena organización reduce el esfuerzo. Es probable
que la audiencia recuerde las categorías más tarde, pero no toda la información contenida en dichas
categorías. Ahora trate lo siguiente:
A B
TWAFBIPHDIBMCIA TWA FBI PHD IBM CIA
Es obvio que si nuestras ideas están organizadas en torno a cosas con las que la audiencia ya las ha
relacionado, nuestra presentación de ideas será mucho más fácil de entender.
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respaldan, ya que los podemos “adherir” al tema. El tema de una presentación y la 5 o menos
ideas principales usadas para desarrollarlo, proporcionan el “adhesivo”. Los temas no sólo les
ayudan a los intérpretes a seleccionar dentro de la riqueza de su conocimiento los pocos
hechos y conceptos que van a poner dentro de sus presentaciones, sino, que también, si se
revela por anticipado cuál es el tema y cómo estará organizado, las audiencias se beneficiarán
en términos de entendimiento y comprensión. Existen muchas formas de hacer esto, y varían
dependiendo de la forma de la presentación (es decir, sí es una charla, exhibición, folleto,
boletín, etc.).
Cómo lo enfatizaron Lewis (1980) y Ham (1983), todas las presentaciones
deben poder responder a la pregunta “¿y qué?” o “¿qué importa?”. Las buenas charlas,
exhibiciones, folletos, y otros medios interpretativos responden a esta pregunta, si tienen un
mensaje. Esto es lo que es un tema, es un mensaje (llamado también, entre otros, frase clave,
idea principal, moraleja de la historia, etc.), no importa el nombre con que se lo llame, lo que
sí es importante es que todas las presentaciones tienen un tema.
Charlas, escritos, guiones, etc. Decirle a la audiencia el tema durante la introducción, cuales son los
puntos principales y el orden en el cual los presentarán
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CAPITULO 2
“PRACTICANDO LA INTERPRETAC IÓN TEMÁTICA”
Aunque se suelen utilizar ambas palabras en forma indistinta, son diferentes. El tópico
de una presentación (ya sea escritas u oral) es simplemente el objeto de la materia. Mientras
que el tema de la presentación es el mensaje específico acerca de la materia que se quiere
comunicar a la audiencia. Es en fin, la historia que se ha decidido presentar. Se pueden
seleccionar distintos temas de un mismo tópico, por lo que un intérprete encontrará que
necesitará diferentes clases de información de acuerdo al tema que desarrollará.
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Muchas veces, cuando recién se comienza a pensar temáticamente, hay problemas para
escribir los temas. Usualmente el problema consiste en olvidarse de escribir los temas en
oraciones completas. Los fragmentos de oraciones expresan tópico y no temas. Los tópicos
describen el objeto de la materia de una presentación, pero no el mensaje central que el
intérprete quiere comunicar a la audiencia. Por lo tanto ellos proporcionan pocas claves al
intérprete acerca de qué clase de información incluir y de cómo debería estar organizada.
Tales declaraciones son buenas porque sirven para limitar el tópico. Pero ellas no responden a
la pregunta “¿y qué?” o “¿qué importa?” con respecto al tópico.
Hay que tener en cuenta que el tema expresa lo importante acerca del tópico, y tener
en claro esto antes de que se comience a desarrollar la presentación hará el trabajo mucho más
fácil y la comunicación más efectiva.
Es importante destacar, que conforme se llegue a escribir mejor las oraciones
temáticas, se llegará a ser un mejor comunicador.
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1. Seleccionar el tópico general (por ejemplo: “nuestro suelo”) y usarlo para completar la siguiente
oración:
“Después de oír mi presentación (o leer mi exhibición, etc.), yo quiero que mi audiencia comprenda
que es necesario conservar nuestro suelo a fin de incrementar nuestras cosechas y proteger la
calidad de nuestra agua.” (poner aquí el tema)
Identificando un Tema
Un tema es la idea central o clave de cualquier información. Cuando se ha terminado una buena
presentación, la audiencia debería poder resumirla en una sola oración. Esta oración sería el tema. El
desarrollo de un tema proporciona una estructura organizada y una clara comprensión. Una vez que se
ha determinado el tema de una presentación todo los demás es más fácil. Los temas deben:
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Por lo tanto los temas, no sólo ayudan a los intérpretes a concentrar su atención en los
pocos hechos y conceptos que serán necesarios para presentar el tema, sino también, si se dice
a los grupo con anticipación cual es el tema, la mayoría de la gente encontrará la presentación
más fácil de seguir y entender.
Debido a que las audiencias escuchan de manera diferente a como leen, las
técnicas para comunicarse temáticamente dependen de sí se está preparando una presentación
oral o escrita. La estrategia para ambos casos es estar seguros que los grupos conozcan el
tema tan rápido como sea posible.
Son aquellas en las que las palabras son escuchadas por la audiencia. Incluyen charlas,
demostraciones, excursiones, caminatas guiadas, paseos, etc. Lo que las hace diferentes de la
mayoría de otros tipos de presentaciones es que el Intérprete controla el orden en el cual
las ideas y la información son recibidas por la audiencia. En una presentación oral es el
intérprete, y no la audiencia, quien controla la secuencia. En este aspecto, las presentaciones
son lineales por cuanto siguen una secuencia definida, la cuál está determinada por la persona
que está hablando.
En las presentaciones orales, se deberá revelar a la audiencia el tema al
comienzo de la presentación y luego consolidarlo al final.
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Son aquellas en que las palabras impresas o escritas son leídas por una audiencia.
Incluyen exhibiciones, rótulo, folletos, y casi cualquier presentación que requiera que la
audiencia lea. En este caso es la audiencia quien controla el orden en el cual es leída la
información. El grupo puede comenzar a leer en cualquier parte que ellos deseen, y pueden
decidir leer algunas cosas e ignorar otras partes. Esto hace aún más difícil que el intérprete
establezca una secuencia lógica de ideas como lo podría hacer en una presentación oral.
Una presentación escrita requiere de un abordaje diferente porque toda la gente
probablemente no leerá el texto en el mismo orden.
Uno de los puntos principales es el título. Si se le da a la audiencia el tema en el título
de una presentación escrita, casi toda persona captará el mensaje principal sin importar cuanto
tiempo invertirá en leer el resto de la información. Además los títulos basados en los temas
son a menudo más interesantes para las audiencias porque ellos expresan una idea completa y
no sólo un tópico.
En las presentaciones escritas se deberá revelar el tema en el título.
CAPÍTULO 3
“COMO PREPARAR Y PRESENTAR UNA CHARLA”
TIPOS DE CHARLAS:
Hay muchos tipos de charlas y los intérpretes pueden presentarlas en diferentes tipos
de ambientes y a diferentes clases de audiencias. Todo lo que se requiere para dar una buena
charla, es un tema, una preparación sólida y entusiasmo.
Las charlas pueden tener propósitos específicos (enseñar una habilidad, orientar a los
visitantes sobre un lugar, explicar un paisaje o un objeto en una exhibición); asimismo, las
charlas pueden tener propósitos más generales (crear conciencia, construir apreciación o
sugerir nuevas maneras de pensar u observar algo, etc.). El objetivo y el tema seleccionado
para lograr tal propósito, orientarán el enfoque de la charla.
Las charlas se pueden presentar en diferentes sitios (centros de visitantes, museos,
zoológicos, parques, bosques, aulas, auditorios, vehículos, etc.). Donde se presenta una charla
tiene algo que ver con un propósito y con la clase de mensaje que se quiera entregar. La forma
en que se prepare y presente una charla efectiva, será la misma sin importar el ambiente en el
cual será dada.
Las charlas pueden ser presentadas casi en cualquier sitio en donde haya algo
importante sobre qué hablar. En el siguiente cuadro se presentan algunos ejemplos.
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Las buenas charlas son interpretativas, entretenidas para las audiencias, presentan la
información de manera que sea significativa y pertinente, y están bien organizadas alrededor
del tema central y con cinco o menos ideas principales. La mejor manera de saber si una
charla es buena, es observar a la audiencia. Si los ojos de la gente están enfocados en el
conferencista, y ellos parecen interesados e involucrados, entonces la charla está cumpliendo
con lo que se quería lograr (mantener la atención del público).
Mantener la atención, es el desafío más grande al que se enfrenta un orador; por lo que
se debe pensar cuidadosamente acerca de cómo se va a lograr esto cada vez que se planifique
y prepare la charla.
Son muchos los factores que se combinan para hacer exitosa una charla. El sonreír y
las expresiones faciales como mirar a la audiencia, las modulación y la variación apropiada en
el tono de voz, son algunos ejemplos. También es importante para presentar una charla es la
“actitud”. Referente a esto último, Freeman Tilden (1977), argumentó que los intérpretes que
realmente aman su materia y que realmente quieren comunicar su importancia a otra gente,
tendrán más éxito que aquellos que no están dirigidos por deseos tan intensos. Agrega que:
“Hablar con el corazón es casi siempre más poderoso que hablar con la mente”.
Los mejores conferencistas han aprendido a emocionarse por si mismos antes de cada
charla, aún para charlas que han presentado muchas veces. Saben consciente o
inconscientemente que necesitan de ese sentimiento, más aún que de sus prácticas y
preparación. Pero cuánto más efectivo puede ser, si se tienen ambas cualidades, ese
sentimiento y la ventaja de preparación anticipada de la charla.
Desafortunadamente, el sentimiento no se puede enseñar; debe salir de su interior.
Cada intérprete desarrolla el sentimiento dentro de sí mismo o simplemente no ocurre. No
obstante, cuando ocurre, uno se encuentra que las palabras vienen fácilmente, y que aunque
uno se olvide de decir algo que había planeado manifestar, usualmente no tendrá importancia.
EL ESTILO PERSONAL:
La mayoría de los buenos expositores han estudiado las técnicas de otros buenos
oradores, pero no copian a nadie. Los buenos expositores, usualmente, modelan su enfoque
después de que ellos han observado y escuchado a otros expositores, pero usan su propio
estilo, que es único.
El estilo es una cosa muy personal y es moldeado más por la propia personalidad y es
lo que hace sentir más cómodo, más que cualquier lista de “reglas” de comunicación o
modelos de técnicas. Algunos expositores se sienten más cómodos con un estilo animado y
lleno de energía; otros expositores parecen más calmados y serenos cuando hablan frente a
una audiencia; y otros son capaces de practicar ambos estilos, cada uno reservado para
diferentes situaciones (por supuesto hay muchas otras posibilidades dependiendo, cada una
del estilo personal).
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Para los intérpretes menos experimentados, lo más importante que deben recordar, es
que ningún estilo es esencialmente más efectivo o mejor que cualquier otro. El mejor estilo,
es el propio estilo.
Cada uno de nosotros es único. Se llegamos al trabajo con las propias personalidades,
conocimientos, actitudes, valores y creencias y con las propias caras, voces, figura y poses del
cuerpo. Todas estas cosas son una parte inseparable del estilo personal de cada uno. Muchas
veces se fracasa cuando se pierde la confianza en las propias habilidades y se toman técnicas
o acercamientos de otros y se trata de ser alguien que no se es.
El mejor estilo es aquel con el cual uno se siente más cómodo. El enfoque de
comunicación original, es el más apropiado para cada personalidad, carácter y actitud; es la
manera de comunicarse naturalmente, a pesar de que sea planificado cuidadosamente y es un
enfoque o serie de enfoques que se desarrollará y cambiará con el tiempo, así como cada
persona cambia con el transcurso del tiempo.
El mejor consejo que se puede dar es “sea usted mismo”. Poner atención a lo que
otros están haciendo y aprender de sus ejemplos, buenos o malos. Pero tener en mente que los
éxitos de ellos podrían no encajar dentro del propio estilo, y que lo que falló con ellos puede
funcionar con uno.
Toda charla debería tener tres partes: una introducción, un cuerpo y la conclusión. Sin
embargo los mejores oradores saben que hay mucho más que eso en lo que involucran; y es su
habilidad para entender y cumplir los diferentes propósitos de las tres partes lo que hace que
su presentación sea más interesante y fácil de escuchar. Lo que cualquiera puede hacer si se lo
propone.
Existen desacuerdos en lo referente a la extensión que debería tener cada parte de la
charla. Mucho depende del tiempo disponible que se tenga para cada charla. Por ejemplo en
una charla de 20 minutos, la introducción deberá posiblemente abarcar alrededor del 25 % (5
minutos), el cuerpo entre el 50 y 60 % (de 10 a 12 minutos) y la conclusión alrededor del 15
al 25 % (entre 3 y 5 minutos). Otro ejemplo, en una charla más corta, de 5 minutos, la
introducción puede tomar el 5 % (15 segundos), el cuerpo, un 90 % (4,5 minutos) y la
conclusión un 5 % (15 segundos). Pero estos son sólo promedios y no hay ninguna evidencia
para sugerir que las partes de una charla deben ser de cierta duración.
Hay que tener en cuenta para resolver lo anterior que cada parte de la charla deberá ser
tan extensa como se necesite, de manera que pueda cumplir con sus propósitos. Al conocer lo
que cada parte debe contener, entonces se puede preparar de tal manera, y de tal duración que
haga precisamente eso y nada más. Si se ha hecho bien esto, entonces se sabrá la extensión
que cada parte debe tener.
Un viejo adagio en comunicación dice: “cuénteles lo que usted les va a decir, dígalo,
y luego repítales lo que les dijo”. En otras palabras, la introducción relata a la audiencia lo
que se les dirá, el cuerpo les dice sobre lo que se dijo que se hablaría y la conclusión resume o
refuerza lo que se dijo en el cuerpo. Así mismo cada parte tiene un propósito específico con
respecto al tema de la charla. En toda charla buena, hay una introducción, un cuerpo, y una
conclusión, cada uno de ellos cumple diferentes propósitos.
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1.- La Introducción:
Una buena introducción, al menos, debe crear interés en la charla (hace que la
audiencia quiera escuchar la charla). Es esencial para las audiencias no cautivas porque al
inicio de una presentación el público decide si vale la pena invertir su tiempo en poner
atención. Por ello muchos expositores comienzan sus presentaciones con una frase
estimulante o una pregunta interesante. Otra cosa que debe hacer una buena introducción es
orientar a la audiencia hacia el tema, y dice generalmente como va a estar organizada la
charla. Cuando el público conoce con anticipación la organización de la información que se
les va a dar, es más fácil retener la información de la organización en su cabeza. Esto permite
escuchar más fácilmente la charla, e incrementa la posibilidad de que la gente ponga atención.
Si se mantiene el número de ideas principales en cinco o menos, la mayoría de los miembros
del grupo estarán capacitados para seguir, sin mucha dificultad, la secuencia de pensamientos.
Finalmente, muchos expositores usan la introducción para plantear el escenario de una
conclusión que impacte al máximo. Hay algunas maneras de hacer esto, una frase clave u
oración que sea expresada en la introducción y repetida de nuevo en la conclusión; parte de
una historia que fue iniciada en la introducción y es finalizada en la conclusión; una idea
principal que fue dada en la introducción y repetida en la conclusión, diapositivas con escenas
retrospectivas, diapositivas que son mostradas en la introducción y nuevamente en la
conclusión, etc.
Por último, lo que no hay que olvidar, el tema de una charla, por sí mismo, siempre
debe ser dado, tanto en la introducción como en la conclusión.
2. El Cuerpo:
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contenido de las charlas o se cree que se debe recurrir a los apuntes, hay que tratar de usar las
transiciones planificadas entre sus puntos principales.
3. La Conclusión:
Una buena conclusión, una vez escuchada por el público, le puede hacer ver
claramente la relación entre la información presentada anteriormente y el tema o el “¿y qué?”
de la charla. La conclusión es como “la nota final” en el sentido de que una buena conclusión
significa un final seguro y claro de la presentación. Después de una buena conclusión, la
audiencia tendrá tantas reflexiones que no necesitará de palabras adicionales.
El propósito principal de la conclusión es reforzar el tema de una charla. Los
mejores intérpretes están conscientes de esto y casi siempre repiten el tema (a veces palabra
por palabra) en las conclusiones de sus charlas. Los intérpretes menos experimentados
algunas veces tienen problemas para saber exactamente como hacer esto. Muchos encuentran
que sus conclusiones mejoran simplemente al usar la siguiente transición entre la última
oración del cuerpo y la conclusión: ...“Entonces espero que ustedes puedan ver que”... (sigue
el tema). Otro ejemplo: ... “A estas alturas, ustedes probablemente pueden ver que”... (sigue el
tema).
A muchos expositores les gusta incluir en sus conclusiones un resumen de las cinco o
menos ideas principales las mismas que presentaron en el cuerpo. Otros, repiten brevemente a
los oyentes lo que desarrollaron y luego les hacen recordar lo que significa (el tema). Aunque
hay muchas maneras de concluir una charla, usualmente las mejores conclusiones son
aquellas en las cuales se trata de hacer ambas cosas. Muchas van más allá para dar y sugerir
un significado mayor (tal como la audiencia puede hacer para actuar con su nuevo
conocimiento) o examinar una pregunta filosófica relacionada con el tema de la charla. Esta
clase de planteamiento de la conclusión depende del tema de la charla y del estilo personal.
Como se dijo anteriormente, muchos expositores usan la introducción para preparar a
la audiencia hacia una conclusión más impactante (reiteración de frases claves en ambas
partes de la charla; el uso de diapositivas con escenas retrospectivas, dejar la historia o la
anécdota a medio terminar para la conclusión, etc.). Es importante recordar que todas las
charlas temáticas deberían incluir una frase del tema tanto en la introducción como en
la conclusión.
La razón por la cual las audiencias parecen responder bien a esta clase de diseño
(charlas que tienen introducciones y conclusiones relacionadas), tiene que ver con la idea que
algunos autores llaman “pragnänz”, que significa en términos generales “totalidad”,
“integridad” o “unidad”. Los psicólogos creen que a la gente le gusta esta cualidad en su
mundo porque nos da orden y predicción. En una charla la integralidad ocurre cuando la
audiencia siente que todas las cosas han venido como en un círculo, o cuando hay un cierre.
Cuando una idea clave o argumento es planteado al inicio de una presentación, y luego se
incluye nuevamente al final, parece traer todas las cosas de las cuales se ha estado hablando
de nuevo, al principio; la da a una charla la calidad de ser completa y total, en vez de
parcialmente terminada: y le asegura a la audiencia que ahora tiene una historia completa y
que no hay “cabos sueltos”. El público que acaba de escuchar una buena charla, usualmente
siente esta sensación de cierre o pragnänz, precisamente como lo sienten al final de un libro,
de una obra de teatro, una película, etc.
Como ya se mencionó, las buenas conclusiones son la nota final, porque ellas
significan un fin seguro y claro de una charla. Pero ¿qué pasa cuando se creyó que la charla
finalizaba y el expositor continua con información adicional?: a esto se le llama “finales
falsos”, porque hasta el momento en que le conferencista comenzó a hablar de nuevo, parecía
que la charla había terminado. Probablemente la información adicional no ayude mucho, ya
que se sintió que la charla había terminado y las palabras adicionales eran innecesarias.
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Normalmente estas palabras adicionales tiran por la borda lo que podría haber sido una muy
buena charla. Hay que evitar estos finales falsos.
Otro problema frecuente con las conclusiones es que algunas veces la última oración
del conferencista no parece ser realmente la última, esto ocurre a menudo debido a la
inflexión de la voz del expositor, o porque al hacer los comentarios finales introducen,
repentinamente, una idea completamente nueva y dejan a la audiencia a la espera de más
información. Algunas veces el expositor siente esto y agrega frases como las siguientes: “esto
es todo” o “he terminado”. Pero estas oraciones sólo sirven para indicar, a cada uno, que el
final fue inadecuado. Este problema usualmente ocurre no precisamente porque se necesite
más información (aunque podría ser el caso, si el cuerpo de la charla no hubiera estado bien
desarrollado): sino que por el tono o inflexión utilizado por el orador al decir la última
oración.
Una técnica simple y efectiva para evitar falsos finales es utilizar la palabra “gracias”
al final de cada charla (otros prefieren “adiós”, “buenas tardes”, etc.). Tales palabras dicen
muy poco, pero estas expresiones rara vez pueden ser seguidas por otras palabras al final de
una presentación, sin importar como fueron pronunciadas.
En síntesis se puede decir que preparar una charla efectiva es simple, si se piensa en
ella como el desarrollo de estas tres diferentes partes, y si se diseña cada parte para cumplir
sus propósitos específicos. Esto último se puede observar en el siguiente cuadro:
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EL USO DE LA REGLA 2 - 3 - 1:
Los pasos que propone (a pesar de existir varias maneras de hacerlo según los
diferentes autores) son los siguientes:
Seleccionar un aspecto específico que le interese del tópico y el que se puede tratar
durante el tiempo que se tiene disponible para la charla.
Cuando el tópico es demasiado general, se corre el peligro de dar una presentación
oral de hechos no relacionados. Si se quiere que la charla tenga un mensaje, es decir, el tema,
se necesita un tópico bien definido.
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También es posible tener un tópico que es demasiado específico. Los tópicos muy
finamente delimitados están bien en tanto se tenga profundidad de conocimiento que ellos
requieren y la habilidad de comunicación para hacer que un tratamiento extenso de un tópico
muy limitado le interese a una audiencia no cautiva.
El tema es el mensaje o la idea más importante que se quiere que la audiencia entienda
o aprecie después de escuchar la charla. La selección del tema es la decisión más importante
que se hará en el desarrollo de la charla, porque todo lo que se diga estará relacionado con el
tema. La frase del tema responde a las preguntas “¿y qué?”, “¿qué importa?” con respecto a la
charla.
Siguiendo la regla 2 -3 - 1, hay que preparar primero un bosquejo del cuerpo. Esto
podría ser simplemente una lista de las cinco o menos ideas principales, y debajo de cada una,
los hechos seleccionados, conceptos e información ilustrativa que se piensa que ayudaría a
comunicar claramente el tema de una manera interesante y entretenida. El bosquejo deberá
indicar la secuencia en la cual se planea presentar estas ideas. A algunos expositores les gusta
planificar las transiciones al mismo tiempo que preparan el bosquejo, otros prefieren esperar
hasta el paso 9. Realmente no importa cuando se desarrolle, siempre y cuando se haga en
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algún momento. Son especialmente importantes las transiciones que lleven de una idea
principal a la siguiente, y del cuerpo a la conclusión de la charla.
Una vez preparado el bosquejo del cuerpo, se debería pensar acerca de cómo se quiere
concluir la charla. Hay que recordar que el propósito de la conclusión es consolidar el tema.
Se debería desarrollar la conclusión siguiendo el orden de pensamiento que se estableció en el
cuerpo. El tema y por lo tanto la conclusión siempre deben responder a la pregunta “¿y qué?”.
Frecuentemente, la conclusión es la parte más difícil de desarrollar en la charla. Ya
que el desenlace debe ser final, suave y estar acorde con toda la presentación. La conclusión
es la última oportunidad para dejar una impresión duradera en la audiencia.
Puede ser una breve resumen de las 5 o menos ideas principales, o una recapitulación
de la lógica que se estableció en el cuerpo. Muchas veces la conclusión sugiere “de aquí para
dónde vamos”. Otras asumen un tono sugestivo o filosófico, pero estos son más difíciles de
aplicar, dependiendo del estilo personal. Pero sin importar cuál técnica se use para concluir la
charla, el objetivo debe ser reforzar el tema, y mostrar por última vez la relación con la
información que se seleccionó para presentar durante el resto de la charla.
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Es importante decir las palabras o lo que se ha elaborado en voz alta. Algunos autores
dicen que el hablar para ellos mismos les ayuda si lo hacen frente a un espejo. Otros prefieren
estar de pie solos en una sala. A otros les gusta tomar un paseo mientras están practicando. De
todas las maneras, lo importante es que uno se imagine que está frente a la audiencia a la cual
se le estará hablando y que se diga las palabras con el volumen que normalmente se utilizaría
frente a ese público. El volumen y la inflexión de la voz tienen una relación importante, ya
que lo que suena apropiado a bajo volumen puede sonar no correctamente cuando se expresan
las mismas palabras a volumen más alto.
A muchos expositores les gusta grabar sus intervenciones porque el escuchar la cinta
les ayuda a identificar las partes de la charla que necesita mejorar. También es bueno probar
la charla con un grupo de amigos. Pero en este caso se debe pedir que sean críticos.
Hay que continuar buscando maneras de mejorar la charla. Lo que no sólo mejorará la
presentación, sino también, el hacer pequeños cambios evita que la charla se transforme, para
uno, en aburrida.
MEMORIZAR O NO MEMORIZAR:
Hay que tratar de no memorizar toda la charla. El escribir la charla es un método que
ayuda a unir sus tres partes y a decidir mucho mejor lo que se quiere presentar. Y aunque
escribir puede ayudar a recordar cosas más tarde, tratar de memorizar cada palabra que se ha
escrito, puede afectar la charla de dos formas importantes. Primero, la mayoría de la gente
parece poco natural cuando recita algo de memoria, como que está leyendo más que hablando.
Segundo, el memorizar sitúa en una posición peligrosa de tener que recordar cada cosa
cuando se está hablando. Cuando no se puede recordar las próximas palabras de la secuencia,
tampoco se puede recordar lo que sigue. Muchos expositores son incapaces de recobrarse de
estos bloqueos mentales y tanto los expositores como el público se sienten muy mal por esto.
Si se tiene la necesidad de memorizar algo, memorizar lo siguiente:
La primera cosa que se dirá cuando se salude a la audiencia.
El bosquejo del cuerpo
La primera oración de la introducción
La frase temática en la introducción
Cada transición
La primera oración de la conclusión
La frase temática de la conclusión
La última oración de la conclusión.
Con estas partes de la charla bien gravadas en la memoria, nunca se estará alejado de
algo que se puede recordar, aún en el caso de que momentáneamente se olvide de lo que viene
después.
MIEDO AL PÚBLICO
El miedo al público como el hablar frente a extraños es normal y compartido por todos
los oradores.
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Presentar una buena charla requiere, primero y ante todo, una buena planificación y un
diseño inteligente de la introducción, el cuerpo y la conclusión. Una vez que se cumplió con
esto, hay un buen número de detalles prácticos que ayudan a que la presentación sea aún
mejor. Algunos de estos detalles son cosas que se pueden hacer con el cuerpo, ojos y cara;
otros son estrategias de comunicación o técnicas que se pueden incorporar en la presentación.
Algunos ejemplos pueden ser los siguientes:
1. Ponerse de pie en la parte del frente de la sala y mirar a la audiencia mientras se habla.
2. Mirar a la audiencia mientras se está hablando. En la mayoría de las culturas el mirar a
los ojos de la gente es básico para una buena comunicación y los mejores expositores
conscientemente lo usan para que lo que están diciendo parezca más personal para sus
audiencias. Es importante mantener contacto visual con toda la audiencia y alternar
miradas rápidas con diferente gente durante toda la presentación.
3. Practicar el sonreír. Ya que la sonrisa dice a la audiencia que está pasándolo bien, que le
gusta estar con ellos. El rostro serio hace sentir que es formal y menos accesible. Usar
una variedad de expresiones faciales que son apropiadas para el estado de ánimo que se
está tratando de establecer.
4. Usar verbos activos
5. Utilizar la prefiguración. La prefiguración es una manera de preparar a la audiencia para
algo que viene más tarde en la presentación. Puede ser simplemente una noticia
anticipada de algo de lo que se va a hablar más tarde. La prefiguración le da a la
audiencia algo más que hacer, además de escuchar. Si se hace bien, estimula a la
audiencia que piense, anticipe y por tanto ponga más atención a lo que se está diciendo y
a lo que se va a decir.
6. Incorporar misterio a la charla. Este es similar a la prefiguración, porque involucra a la
audiencia, pero lo hace dándoles un problema que resolver o un acertijo que descubrir.
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CAPITULO 4
“ESTRATE GIAS PARA UTILIZAR AYUDAS VISUALES ”
Escuchar significa oír las palabras que se están diciendo, pensar en ellas y tratar de
retener la información en nuestras cabezas. La concentración al escuchar no cambia, ni aún
cuando el orador utilice una ayuda visual.
En el momento en que se presenta una ayuda visual, la tendencia natural es mirarla,
pero no significa que se deje de escuchar. Por el contrario, la ayuda visual puede intensificar
el deseo de escuchar las palabras del orador. Esto se debe a que automáticamente se trata de
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relacionar lo que sé esta viendo con lo que sé esta escuchando. Esta es la razón fundamental
por la cual no se tiene que hacer referencia a las ayudas visuales.
Utilizar ayudas visuales es más fácil si se entiende que el público siempre tratará de
relacionar lo que se les muestra con lo que se dice. Durante el tiempo que se mantenga la
ayuda visual, el grupo tratará de establecer relaciones entre ésta y los comentarios del guía.
En el momento en que una ayuda visual deja de ser una “ayuda” hay que sacarla
inmediatamente, ya que si se continúa hablando y no hay relación con lo que se está
mostrando, el público automáticamente comienza a dispersarse y no escucha bien lo que se
está hablando.
1. Simplicidad, Claridad y Legibilidad: Hay que incluir sólo la información necesaria para
ilustrar el tema que se esta desarrollando. Como regla general es mejor usar un buen
número de ayudas visuales simples, que pocas complejas. Y por supuesto, dibujos,
ilustraciones y palabras escritas legibles para toda la audiencia.
2. Consistencia y Apoyo: La información se debe corresponder con lo que se está diciendo.
Tiene que ser consistente y sustentar los comentarios.
3. Duración: Una ayuda visual debe ser mostrada sólo mientras provea información nueva y
relevante con respecto a lo que se está diciendo. Mientras haga esto puede continuarse
mostrándola. Una vez que deja de cumplir esta función se debe quitar o reemplazar por
otra que sí lo haga.
4. Alusión: “Aludir” significa llamar innecesariamente la atención a una ayuda visual a
través de frases como: “Aquí tenemos una ...” o “Esta es una ...”. Hay que tratar de no
aludir a una ayuda visual al menos que sea necesario o útil para la presentación, ya que la
audiencia trata instintivamente de relacionar cada ayuda visual con el comentario y
usualmente no se tiene que llamar la atención sobre ese particular. Sin embargo algunas
veces es necesario, reforzar la ayuda, como por ejemplo cuando se necesita señalar un
pequeño detalle que de otra forma pasaría desapercibido; o cuando se quiere hacer una
comparación entre una cosa y otra y se necesita señalar.
Estas cuatro pautas sirven para toda clase de ayudas visuales. Como pautas
representan una aproximación al uso de ayudas visuales. Pero estas no son necesariamente
reglas inquebrantables. A pesar que estas pautas dan una dirección general y un punto de
vista, que en ocasiones tal vez se quiera “violar” una o más de ellas. Si al hacer eso, se logra
dar un mejor uso a las ayudas visuales, entonces es exactamente lo que se debe hacer. Sin
embargo, normalmente es bueno seguir estas pautas.
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CAPITULO 5:
“COMO PREPARAR Y CONDUCIR UNA EXCURS IÓN O CAMINATA
GUIADA”
Hay que tener en cuenta que las audiencias varían enormemente. Con frecuencia la
gente que va de excursión está dispuesta a invertir tiempo y energía, ya que de antemano están
muy interesados en el tópico; otra gente podría ir de excursión porque piensa que podrían
observar cosas nuevas, que de otra manera podrían perderse de ver, o porque sienten temor de
aventurarse en un área sin ningún guía; y otros podrían ser parte de un grupo organizado o
evento especial que incluye una excursión a un sitio o instalaciones. El último grupo podría
no tener otra opción más que participar en la excursión, y algunos podrían no querer estar allí.
Como con cualquier actividad interpretativa, se debe diseñar el acercamiento como si toda
audiencia fuera como la del grupo anterior. Esto requerirá un mayor trabajo por parte del
intérprete al tener que ejecutar su excursión de tal manera que sea interesante y entretenida,
para que aún la gente que no deseaba estar participando de esta actividad se sienta complacida
de haber realizado dicha salida.
TIPOS DE EXCURSIONES:
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Las excursiones pueden ser ofrecidas en casi cualquier lugar donde haya algo interesante que mostrar
y de que hablar. Los siguientes son algunos ejemplos comunes de excursiones, sus propósitos,
ambientes típicos y duraciones.
Excursiones de Orientar a la gente en un sitio que Sitios históricos, cementerios, 400 mts.
Sitios es especialmente reconocido por campos de batalla, granjas, áreas 20 min.
sus valores naturales, culturales o demostrativas, parcelas de
científicos; para mostrar investigación, plantaciones, sitios
ejemplos seleccionados de rasgos de catástrofes naturales o
que ilustren un tema central provocadas por el hombre
Excursiones en Cualquier objetivo de los arriba Autopistas, carreteras, lagos, 1min a 1h.
Bus, indicados que se preste para la bahías, ensenadas 1,6 Km
Automóviles, forma seleccionada de transporte
tren, botes, etc.
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Las buenas excursiones son interpretativas, son entretenidas para las audiencias,
presentan información significativa y pertinente; y están bien organizadas en torno al tema
central con las cinco o menos ideas principales. Por lo general las buenas excursiones son
dinámicas debido a que siempre está pasando algo; el intérprete está hablando o los
participantes están: pensando activamente, haciendo, investigando, observando o discutiendo
algo. Aquellas excursiones que no logran mantener la atención de la audiencia, a menudo
carecen de dinamismo.
La mejor manera de reconocer si una excursión es efectiva es observar a la audiencia.
Si la gente parece interesada e involucrada en lo que está oyendo y viendo, entonces la
excursión está dando los resultados esperados por el intérprete. Si se ha logrado cumplir este
importante trabajo, comunicar el tema es relativamente fácil.
Por supuesto que muchos factores intervienen para que una excursión tenga éxito,
entre los que se pueden encontrar: la planificación cuidadosa, transiciones buenas entre cada
una de las palabras, y una clara relación entre las paradas y el tema de la excursión.
Dirigir una buena excursión comienza con el verse en el papel de “guía”. El cómo se
vea en este papel, influye en la clase de imagen que se trasladará a la audiencia, y la clase de
respuestas que éstas le den a las excursiones. Sin embargo, esto es tan básico que muchos
intérpretes le dan poca importancia, lo que es un error, ya que una excursión puede ser
logística o técnicamente correcta pero al mismo tiempo fallar en atraer a la audiencia.
Risk (1990) señaló, “los defectos en estas excursiones a menudo tienen menos que ver
con lo que se hizo o dijo durante la excursión, que con la clase de personalidad que el guía
proyecto a la audiencia”.
Casi todos los que han tomado una excursión o caminata guiada han visto
personalmente como la imagen y comportamiento del guía pueden influir directamente en la
respuesta de la audiencia durante la actividad. La mayoría puede recordar uno o más de los
cuatro tipos de personalidades que proyectan los guías. Como por ejemplo:
1. Policías: son los protectores del medio ambiente local. Están seguros de que sin un
seguimiento cuidadoso y una reprimenda continúa, sus audiencias causarán daños
irreparables al sitio. Por esta razón, dan una gran cantidad de recordatorios sobre las
reglas y comportamiento ético, a menudo recordándoles a los padres que controlen a
los niños, y dan sermones frecuentes acerca de la fragilidad del sitio. De acuerdo a
estos guías, cada sitio es una “especie amenazada”. En lugar de hacer que las
audiencias se sientan bienvenidas, muchos escasamente las toleran, y algunas veces lo
hacen a regañadientes por ser su trabajo. Es como si dijeran que participar de una
excursión en esa localidad fue mala idea, porque las audiencias simplemente no
pueden ser dignas de confianza.
2. Máquinas: son como repetidoras humanas de mensajes. Una vez que están
encendidos, dicen de memoria toda la narración de la excursión, algunas veces
escasamente se detienen para respirar entre oraciones. Generalmente, para la audiencia
es obvio que el guía ya ha dado la misma excursión, exactamente de la misma manera,
muchas veces. Es especialmente importante en el estilo de las máquinas el tono como
de computadora, que le asegura a la audiencia que nada espontáneo, ni personal puede
salir de la boca de ese guía. También, está claro que la comunicación ocurrirá en sólo
una vía, y que no habrá desviación de la rutina bien practicada de la máquina. A las
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máquinas no les gusta que les interrumpan con preguntas, ni con cosa que no esté
planificada en el “guión”.
3. Sabelotodo: son los recitadores de datos. Más que nada, una excursión representa una
oportunidad para mostrar todo lo que saben acerca de su tópico. Los sabelotodo son
tan dedicados a esta labor que con mucho gusto prolongan su excursión media o una
hora más para estar seguros de que incluyeron todo. Para ellos, decir “Yo no sé” es
embarazoso. El tema de la excursión de los sabelotodo siempre es el mismo: “Ponga
atención hoy y verá cuanto más inteligente soy yo que usted”.
4. Anfitriones: son los guías turísticos de mayor éxito. No se ven como policías (aunque
están muy preocupados por proteger el sitio), ni son como máquinas (a pesar de que
sus excursiones están bien planificadas y ensayadas), ni son como sabelotodos (aunque
son muy conocedores de sus tópicos). Los anfitriones proyectan la clase de
personalidad que la mayor parte de la gente brinda, cuando invitan a nuevos amigos a
su casa. Miran a sus audiencias más como invitados que como oyentes pasivos,
oyentes insaciables o amenazas ambientales. En cada excursión hacen lo que sea
posible para que sus invitados se sientan bienvenidos, precisamente como si estuvieran
en la sala de la casa del guía. Los anfitriones conscientemente tratan de establecer una
atmósfera amistosa la que conduce a una comunicación de doble vía, y hace que la
gente se sienta complacida de estar allí. Continuamente muestran respeto a sus
audiencias, hablan, bromean y contestan alegremente las preguntas cuando se
presentan, asegurándose de que todos tengan oportunidad de hablar, y están dispuestos
a hacer lo que sea de gran interés para la audiencia, aunque esto signifique desviarse
de la narración planificada.
Es posible que un guía tenga cualidades de más de una de estas “personalidades” pero,
los mejores guías parecen ser anfitriones. Para muchos, esto no es nada que viene
naturalmente; tienen que trabajar mucho para conseguirlo. Aquellos que trabajan muy duro en
este sentido parecen tener más éxito en sus excursiones, y también parecen disfrutar más de
ellos mismos.
“Practique viéndose anfitrión, y pronto se verá actuando como uno de ellos en cada
excursión”.
Como con las charlas, el procedimiento para desarrollar las excursiones guiadas será
primero considerar los propósitos de las partes principales, y luego cómo diseñar las partes a
cumplir con sus diferentes fines (ref. Capítulos 1 y 2).
El Período de Preparación:
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que ellos llegan. Es un período importante porque ayuda al guía y a la audiencia a conocerse.
También permite a la gente hacer preguntas, con relación a la excursión u otras cosas que
ellos desearían conocer; sirve como “rompe - hielo”, permitiendo una conversación informal,
intercambio de nombres, lugares natales, de origen, ocupaciones, etc., que ayudan a establecer
simpatía entre el guía y la audiencia. Es la oportunidad para causar la mejor impresión. Hay
que sonreír, ser abierto y amigable. Este no es el tiempo para ser tímido. Tratar de ser el
primero que se presenta, en lugar de esperar que los que lleguen den el primer paso.
Estar seguro que se brinda atención a la mayor cantidad de gente posible. Evitar el
establecer conversación con un sólo pequeño grupo o individuo.
A medida que la gente llega, se notan ciertas características de ellos que pueden dar
alguna información necesaria. Como por ejemplo: ¿vienen con niños pequeños o ancianos
quienes deberían conocer acerca de pendientes o partes difíciles del sendero? ¿visten ropa
apropiada (zapatos, sacos, anteojos, etc.)? ¿si necesitan agua, llevan un recipiente? ¿qué hay
sobre el repelente de insectos o filtro solar?
Lo importante en esta etapa de la excursión es que se los prevenga y permitir que la
gente conozca acerca del grado de esfuerzo físico que requerirá la excursión, de cualquier
peligro que podría encontrarse. Al menos que se note algo específico (como muletas u otras
discapacidades en las piernas), no es buena idea preguntar a cada persona acerca del estado o
condición física. Guardar esto para la introducción, cuando se puede hacer anuncios generales
para todos, evitando de esta manera vergüenza para cualquier individuo.
La Introducción:
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imaginativo sería capaz de aprovechar sin inclinarse a un sensacionalismo o dar una falsa
representación de lo que realmente hay. Aún las cosas familiares pueden llegar a ser altamente
interesantes cuando se da nueva luz a ellas o se las examina de una manera completamente
novedosa. Esta es la premisa básica de la interpretación. Lo que es clave acerca de esta parte
de la introducción es que se muestre el interés genuino en el tópico y entusiasmo por el
trabajo.
Ahora probablemente, se debería decir al grupo cuánto tiempo durará la caminata, y a
qué hora regresarán. Hay que estar seguros de decir exactamente donde termina la excursión.
También es importante repetir la información acerca de los requerimientos físicos, precaución
de seguridad, ropa de protección, etc. para aquellos que podrían haber estado ausentes durante
el período de preparación.
Como señaló Risk (1982), dar esta parte de la introducción en el área de preparación
les da tiempo a quienes llegan más tarde a unirse al grupo, más o menos sin ser notados.
En este momento, muchos intérpretes simplemente continúan con la introducción
precisamente en el área de preparación. Sin embargo, a otros les gusta llevar al grupo lejos del
lugar de partida hacia el interior del área de excursión, para iniciar con la introducción.
Algunos dicen que moverse tiene dos propósitos. Primero, permite a aquellos que han
decidido no ir, retirarse sin que los demás se den cuenta. Segundo, moverse crea una clase de
transición psicológica entre las distracciones del área de preparación y la excursión en sí
misma. Esta técnica parece que funciona bien en muchas situaciones, especialmente cuando el
otro sitio de algún modo cambia la forma en que suenan o parecen las cosas para la audiencia.
Sin embargo, si se ha decidido caminar con el grupo hasta otro lugar, hay que tratar de
mantenerse dentro de una vista parcial del área de preparación, con el propósito de que las
personas que llegan en el último minuto puedan todavía encontrar el guía.
Otra característica de una buena introducción es que debe orientar a la audiencia hacia
el tema, y generalmente, decirles cómo estará organizada la excursión. Se puede lograr esto
diciendo el tema y haciendo alusión a algunas paradas que se efectuarán. Esto ayuda a unir
toda la excursión desde el inicio, como si fuera una historia con varios capítulos, en lugar de
varias historias diferentes. También da la oportunidad de recapitular algunas observaciones
previas para la gente que pudo haber llegado tarde.
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del bosque, para tener una idea de lo que le habrá parecido este bosque,
a la gente que vivió aquí hace 200 años. Usted verá que caminar a
través de un bosque de antaño como este, puede realmente darle una
sensación de eternidad. A pesar de que la gente ha cambiado bastante
en los dos siglos pasados, este bosque ha cambiado muy poco. Y creo
que aplicando un poco de observación, usted en la próxima hora y
media verá por qué. Ahora vamos a ir a la primera parada del sendero.
Ahí encontraremos nuestra primera clave para descubrir cómo era la
gente de por aquí hace dos siglos.
El Cuerpo
El Cuerpo de una excursión es la narración en cada una de las paradas, las cuales
juntas tratan de cumplir un propósito: desarrollar el tema de la excursión. “Desarrollar”
significa presentar la información que se necesita para que el tema llegue a la audiencia. Por
lo tanto hay que tratar de seleccionar las paradas que apoyen la idea principal en lugar de
tratar de decir todo lo que se sabe, o comentar acerca de todo lo que se ve a lo largo del
sendero. Siempre se puede responder las preguntas espontáneamente o sacar provecho de
oportunidades inesperadas (o momentos oportunos) cuando se presentan. Pero planificar para
incluir todo en cada excursión sólo oscurece el tema, y quita espontaneidad a la excursión.
Si se ha planificado las paradas basadas en un tema central; cada parada planificada y
narrada debe enfocar la atención de la audiencia en algo relacionado con el tema.
Si se continúa con el tema planteado anteriormente (en la introducción), el bosque
lluvioso, la excursión debería incluir paradas que ilustren como la gente cambia y el bosque
permanece, puesto que estas son las dos ideas principales en el tema de la excursión. Por lo
tanto, las paradas planificadas por el guía pueden incluir lugares que:
1. muestren evidencias de asentamientos humanos,
2. posean plantas o huellas de animales que fueron importantes para los humanos en el
pasado,
3. revelen evidencias de ambientes pasados (ejemplos, huellas de fuego, viejos lechos de ríos,
etc.)
4. demuestren el crecimiento y desarrollo natural del bosque (ejemplos: semilleros, carbón de
leña, árboles con diferentes tolerancias a la sombra, etc.)
Pueden haber diferentes paradas a las anteriores. Lo importante es llegar a esas ideas
pensando en el tema, y luego en los tipos de paradas que ayudarían a desarrollar el tema. Si se
programan las excursiones de esta manera, se estará pensando temáticamente y es el camino
para diseñar una excursión guiada y efectiva.
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Para decidir lo que se debe decir en cada parada, ayuda el pensar en una narración que
tiene cuatro pasos:
La frase de orientación es una oración que debe enfocar la atención del grupo en el objeto,
escena o idea que se desea enfatizar en la parada. Para ayudar, uno podría pararse junto al
objeto, señalarlo, o simplemente referirse a su localización en relación con un miembro de la
audiencia de manera que pueda estar seguro de que todos conocen lo que se está indicando.
Por ejemplo en una parada que esté enfrente de uno de los árboles grandes del bosque
lluvioso, el intérprete podría poner una mano sobre el tronco y decir: “¿Le gustaría a alguien
adivinar qué diámetro tiene este árbol?”. Con grupos pequeños, usualmente enfocar la
atención requerirá no más de una oración simple o pregunta.
Con grupos grandes, el enfoque puede ser más difícil. Hay que estar seguros que todos
puedan ver a lo que se está refiriendo al comienzo de la narración. Si hay varios ejemplares de
las cosas a las cuales se refiere, se puede gastar un par de minutos pasándolo por el grupo y
señalándolos de manera que todos puedan observar el ejemplar que está más cerca mientras se
está hablando.
El enlace temático hace exactamente lo que el término dice: une la explicación con el tema
de la excursión. Revela la razón para detenerse en un sitio en particular. Usualmente una
simple frase será suficiente. Por ejemplo, después de referirse al tamaño y edad del árbol en
relación con otros árboles del bosque, el guía podría decir: “Puesto que esta área nunca ha
sido explotada, un árbol gigante como éste nos puede decir mucho acerca de cómo era este
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bosque hace 200 años”. Aunque se podrían ofrecer detalles adicionales sobre el árbol, al decir
la oración anterior la hace claramente parte del tema.
La transición es una parte importante de una parada narrada. Al menos lleva la actual
discusión a su finalización, e indica al grupo que debe seguir al guía hacia la próxima parada.
Sin embargo, las mejores transiciones hacen aún más. Podrían prefigurar lo que el grupo verá
o hará en la próxima parada. Por ejemplo: “. . .¿Recuerdan cuando les estaba diciendo acerca
de la importancia de los insectos en este bosque?. En nuestra próxima parada veremos un
buen ejemplo de uno de estos insectos en acción. Ahora sigamos en aquella dirección . . .”.
Con frecuencia las transiciones, ofrecen no sólo algo que observar más adelante en la próxima
parada, sino que también les da algo que hacer o pensar mientras ellos están viajando. Esta
técnica se la suele llamar el “uso del misterio”. El intérprete puede hacer a la audiencia una
pregunta para que examine o da algún problema para que resuelvan.
Aunque los guías experimentados algunas veces omiten o cambian uno o más de estos
pasos, la mayoría de las paradas narradas incluye todas las cuatro partes de una forma u otra.
A pesar que la duración de cualquier parada depende de muchos factores (longitud de la
excursión, tamaño y tipo de grupo, etc.) una pauta muy aproximada para las excursiones
cortas con pequeños grupos, es mantenerse en cada parada entre 5 a 7 minutos, a menos que
haya algo especial que requiera tiempo adicional. De este tiempo, se puede destinar unos 30 a
60 segundos para orientar al grupo, y de 3 a 5 minutos para la explicación, unos 30 segundos
para el enlace temático y pocos segundos para la transición referente a la próxima parada. En
la práctica, por supuesto las duraciones variarán ampliamente dependiendo del estilo del guía
y del interés del grupo.
La Conclusión:
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A menudo, parte de la conclusión está determinada por el sitio donde se está cuando se
debe dar. Si se ha terminado la excursión en otro sitio que no sea el punto de partida, es buena
idea decirle a la gente el camino que es mejor y más corto para regresar. También, se puede
invitar a quienes quieran que le acompañen hasta el punto de partida.
Muchos senderos conducen a sitios espectaculares (cascadas, vistas panorámicas,
cuevas, árboles extremadamente grandes, u otros lugares interesantes). Generalmente no es
buena idea presentar la conclusión en esos lugares a menos que el detalle por sí mismo se
relacione con el tema. Si no es así, se puede tener dificultades para competir por la atención
del grupo ya que ellos estarán más interesados en observar aquel sitio que escuchar la
conclusión. A menudo es mejor concluir la excursión precisamente antes de ese lugar, y luego
cuando se haya concluido invitar al grupo a visitarlo.
Usualmente hay cuatro partes en una buena excursión: un periodo de preparación, una introducción,
un cuerpo y una conclusión. Preparar una excursión efectiva o caminata guiada es simple si se piensa
cómo desarrollar estas tres diferentes partes, y si se concentra en diseñar cada parte para cumplir los
propósitos específicos.
ANTES:
El Período de Preparación Para saludar a la gente, asegurarse que hayan llegado al sitio
correcto, informarles acerca de la duración y requerimientos físicos
de la excursión y acerca de cualquier ropa especial (zapatos, abrigos,
etc.) que necesitarán, discutir consideraciones de seguridad,
establecer la cordialidad, y esperar el momento del inicio.
DURANTE:
Para reforzar el tema, indicar por última vez la relación entre el tema
y las cosas que se indicaron y discutieron a lo largo del camino.
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Las mejores excursiones son dinámicas. Ellas no consisten sólo en una serie de
paradas en las cuales el intérprete detiene al grupo y les habla, sino, que las excursiones
dinámicas son más activas; en cada parada se involucra a la audiencia en algún ejercicio
(intelectual, verbal o físico).
A continuación se presentan unas pocas ideas de las cosas que se podrían hacer para
que las excursiones sean dinámicas:
1. Llevar una mochila que contenga ayudas visuales y otros apoyos para la comunicación las
cuales se pueden usar en las paradas planificadas o sacar provecho en las oportunidades
inesperadas. Dependiendo de la excursión y del grupo, se pueden considerar herramientas
tales como: guías de campo, binoculares, lupas, termómetros, títeres, metro, cinta métrica,
cuerda, cortes transversales del tronco de árboles, fotos, dibujos, mapas, brújulas, espejo,
especímenes de animales y plantas montados, una pequeña grabadora para escuchar por
ejemplo sonidos de pájaros, música o testimonios de un anciano o indígena, arcilla o
plastilina para crear paisajes o cosas en miniatura o mostrar cómo están hechas las rocas,
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un rociador con agua para resaltar las telas de araña, etc. Siempre es importante llevar un
juego de primeros auxilios.
2. Hacer uso frecuente de la prefiguración y del misterio, especialmente en las transiciones
entre las paradas.
4. Hacer preguntas para involucrar a la gente en lo que se está diciendo. Pueden ser abiertas o
cerradas. El hacer buenas preguntas ayuda a enfocar la atención de la gente y les incentiva
a entrar en el proceso de descubrimiento, aprovechando sus imaginaciones. Además de
abiertas y cerradas, pueden ser clasificadas de acuerdo a sus propósitos. A continuación se
dan algunos ejemplos:
5. Involucrar al grupo en la excursión. Estimular a cada uno para que mantenga sus ojos y
oídos abiertos y para estar buscando cosas que el guía podría no ver o que les interese al
grupo. Establecer la idea de que la excursión es la excursión su excursión y que sus
intereses son importantes.
Orientación Enfocar la tensión en algo de interés ¿Pueden ver todos esta línea amarilla en
el suelo? - ¿Qué supone usted que es
esto? - ¿Cuántos de ustedes han visto
antes un arado como éste?
Deducción Conseguir que el grupo generalice y ¿Si eso es verdad, entonces cómo
razone acerca de la información que podríamos explicar tal y cuál cosa? -
se les dio; explorar posibles ¿Cuál cree usted sería la conclusión de
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Aplicación Hacer que el grupo vea como cierta ¿Podría usted aplicar este conocimiento
información se aplica en diferentes en su casa? - ¿Por qué sería importante
situaciones. conocer tal o cuál cosa? - ¿Para qué
piensa que ha sido usada una herramienta
como ésta?
Resolución de un Conseguir que el grupo piense sobre ¿Qué piensa usted que es necesario para
problema los asuntos prácticos y problemas detener esta erosión? - ¿Cómo
reales del mundo. construirían ustedes un refugio si tuvieran
césped y fango? - ¿Qué sería necesario
hacer para proteger esta especie de la
extinción?
Causa - Efecto Hacer que el grupo piense acerca de ¿Por qué hay muchas más ramas en este
las relaciones que indican la lado del río? mire alrededor - ¿Cuál
ocurrencia de diferentes eventos y piensa usted que es la causa para que esta
objetos. agua esté tan contaminada? - ¿Por qué
supone usted que estos plantas están
creciendo más rápido que aquellas?
Evaluación Lograr que la gente exprese ¿Cuál piensa usted sería la solución más
opiniones y escuche las de otros: justa? - ¿Quién piensa usted está en lo
ilustrar posibles alternativas y correcto? - ¿Usted cree que esto está bien
opiniones o mal?
Muchos son los factores que influyen en una buena excursión, que es imposible
enumerarlos a todos. Esto es cierto si se consideran las diferentes modalidades de guiado y
formas de transporte que pueden ser usadas.
A continuación se dan algunas pautas que pueden ser utilizadas en la mayoría de las
excursiones:
1. Permanecer a la cabeza, especialmente con grupos grandes. Esto previene que el grupo se
desvíe y hace más manejable la excursión.
2. Con grupos grandes cada cosa parece llevar más tiempo. Puede que se tenga que parar
menos veces que con grupos pequeños.
3. Ser abierto a las preguntas y conversación casual entre las paradas, pero tratar de no estar
comprometido con la misma gente todo el tiempo. Si algunas veces se presenta una
conversación que sea de importancia para todos, asegurarse de repetirla a todo el grupo
en la siguiente parada.
4. Tratar de tener el hábito de repetir preguntas para el beneficio de aquellos que podrían no
haber oído. Esto es especialmente importante con grupos grandes.
5. Sacar provecho de lo inesperado. Cuando sea posible, referirlo al tema de la excursión.
6. De ser posible, terminar la excursión donde se comenzó. Si esto no es posible, asegurarse
que el grupo pueda encontrar fácilmente la vía de regreso. Recordar que no todos podrían
desear regresar con el guía.
7. Ser puntual. La gente en el grupo creyó cuando se les dijo el tiempo que tomaría la
excursión. El inicio y regreso tardío son unas de las cosas que menos les gusta a la gente
de las excursiones guiadas.
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Ham, Sam H. (1992): Interpretación Ambiental. North American Press. USA 41
8. Ser consciente del ritmo del viaje, sin importar si se hace a pie o en una caravana.
Establecer un paso que sea cómodo para la persona más lenta del grupo. Si alguien es
incapaz de mantener el ritmo mínimo necesario para completar la excursión a tiempo,
tratar de reducir las paradas y el tiempo destinado en cada una, antes de recurrir a otras
alternativas (como el pedir a la persona que se apresure o informarle que hay que avanzar
más rápidamente a fin de estar a tiempo).
9. Si se sabe que se terminará la excursión después de lo previsto, hay que comunicarlo al
grupo lo más pronto posible. Algunas personas podrían necesitar regresar más pronto.
10. Estar seguros sobre la comodidad del grupo. El guía puede estar concentrado en su
trabajo y probablemente no se dé cuenta de la presencia de una brisa, llovizna o calor.
Preguntar frecuentemente como se sienten todos, especialmente si hay niños o ancianos
en el grupo.
11. Si alguien se hirió o enfermó repentinamente, hay que recordar que el guía tiene dos
responsabilidades, una con aquella persona y otra con el resto del grupo. A pesar que la
responsabilidad del guía debe ser el bienestar del individuo que necesita atención, no se
debe ignorar las necesidades de liderazgo del grupo. Si se necesita asistencia de
emergencia, es mejor que el guía permanezca con la persona y envíe a un miembro del
grupo con instrucciones especiales para establecer contacto inmediatamente y solicitar
ayuda. Si esto no es posible, se debe pedir a alguien del grupo que cuide al enfermo
mientras el guía va en busca de ayuda.
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