Violencia Urbana y Criminalidad - Resumen
Violencia Urbana y Criminalidad - Resumen
Violencia Urbana y Criminalidad - Resumen
Para cada gobierno de turno en nuestro país y en los países latinoamericanos, sin
duda, no es fácil establecer relaciones entre la violencia, desarrollo y democracia, más
aún cuando aquejan mediante violencia colectiva, delincuencia organizada y una
criminalidad difusa. La criminalidad y violencia constituyen en la actualidad un
problema social de primer orden que exige la necesidad de implementar medidas
concretas para disminuir la violencia urbana en las principales ciudades del país, en
particular contra la delincuencia común, cuyos efectos los padece transversalmente
toda la población.
Debido a la violencia y criminalidad, la inseguridad ciudadana es uno de los problemas
principales en el Perú, los niveles delictivos se han ido elevando en los últimos años.
Durante el periodo de gobierno de Alejandro Toledo, en el año 2002, se emprendieron
algunos avances y se incorporó como política de Estado “la erradicación de la
violencia y el fortalecimiento del civismo y de la seguridad ciudadana”, promulgándose
la Ley Nº 27933, Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, siendo el máximo
organismo de este Sistema el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana-CONASEC,
creado para formular, conducir y evaluar las políticas de Seguridad Ciudadana. Como
es de nuestro conocimiento esta política de gobierno no está funcionando, las altas
cifras de victimización y percepción de inseguridad así lo evidencian. Este problema,
que es fuente de angustia y temor para la ciudadanía, lamentablemente ha terminado
por asociarse, en buena medida, con el accionar de grupos delincuenciales que
incurren en infracciones y delitos. Ante dicha situación, es responsabilidad de las
instituciones públicas y de la sociedad civil, el ocuparse del tema con responsabilidad,
con el fin de diseñar e implementar políticas públicas dirigidas a mejorar las actuales
condiciones de seguridad y proteger a los ciudadanos que se encuentren en peligro de
iniciar trayectorias violentas o criminales.
Las políticas implementadas por parte del Estado hasta el momento no son las
adecuadas, ya que han sido elaboradas sin que las principales víctimas hayan
participado de forma activa en esta fase primordial. Es obvio que nos encontramos en
un callejón sin salida. El desasosiego ha llevado a muchos grupos de habitantes a
responsabilizarse de su propia seguridad, aun a riesgo de involucrar a la comunidad
en un mayor conflicto.
El desarrollo social y económico que se ha venido dando a lo largo del tiempo en las
ciudades ha traído, entre otras cosas, una serie de secuelas sociales negativas, dentro
de las cuales destacan la violencia, la delincuencia, la prostitución, la vida en las
calles, el desempleo, la marginación, etc. Toda la problemática anterior que se
presenta tanto en las ciudades grandes como en las medianas de nuestro país,
requiere soluciones que sólo pueden ser brindadas con el apoyo del Estado.
Primero, con la constitución de una agrupación delictiva tiene lugar una especialidad
en el desarrollo de la actividad delictiva, lo que significa una distribución de funciones
para la optimización de los objetivos criminales del grupo esta mayor eficiencia no solo
repercute en la realización de los delitos-fines, sino también en la inmunidad frente a la
acción de la justicia (equipos de defensa, corrupción, amenaza, etc.).
Segundo, se produce una permanencia del grupo, de manera tal que la actividad
criminal agrupada no termina en la comisión de un delito, sino que se prolonga a lo
largo del tiempo. Esta permanencia hay que entenderla en cuanto a la agrupación,
puesto que puede ser que al interior de esta cambien las personas individuales pero el
grupo se mantenga operativo.
Por último, la existencia de una organización criminal lleva muchas veces a que la
procuración de medios se desarrolle también ilícitamente de forma organizada, como
es el caso de la provisión de armas, insumos controlados, etc., lo que implica
evidentemente un mayor desarrollo de actividades delincuenciales.