Acción Católica Én Cuenca
Acción Católica Én Cuenca
Acción Católica Én Cuenca
Sumario:
tutela de la Iglesia que pretendía recuperar los espacios que la sociedad tradicional y
conservadora creía se podían perder, ante los cambios sociales y políticos provocados
por la naciente modernidad. Cuenca durante este periodo se vio afectada por numerosas
trabajo y la calle e impulsaran una “ciudadanía moral” cristiana de profundo influjo que
Introducción:
política y económica del Ecuador, tal como han planteado los historiadores Juan
1
Maiguascha y Liisa North1 pero también lo es en lo social, razón por la cual y ante el
desarrollo de la Acción Católica, cuyo origen se remonta a 1863 y fue entendida como
Este tema ha sido estudiado en detalle por Aspe Armella para México 4,
religión.
Por otra parte Jessica Blanco asume el estudio de la relación entre cultura
modernidad.
notable, logrando resultados de carácter permanente algunos de los cuales pueden ser
modernización, que se habían desarrollado en Cuenca desde finales del siglo XIX, y
ejerce una gran influencia sobre las asociaciones de obreros que se irán constituyendo
firmado por el asistente, presbítero Manuel de Jesús Serrano Abad, y por el presidente
del Comité Ejecutivo, Dr. Octavio Chacón Moscoso.6 En 1932 había aparecido el
traducido del francés por “una socia” de la Sección Femenina e impreso en Cuenca, en
6
Manuel de Jesús Serrano y Octavio Chacón Moscoso, Normas para la organización y funcionamiento
de los centros y núcleos parroquiales de la Acción Católica del Azuay (Cuenca: Imprenta del Clero,
1933).
3
la tipografía Diasur.7 A estas publicaciones se suman los Estatutos Generales de la
Acción Católica Ecuatoriana de 19308 o el ensayo del padre Jorge Fernández Pradel
presbítero Arsenio Torres. Junto a esto tenemos el extenso trabajo de Silvio Luis Haro
en los periódicos católicos locales, nos da una idea del gran impulso que recibió esta
Entre 1930 y 1940 “la Iglesia se propuso más decididamente construir una
cuarto del siglo XX, y que son ásperamente combatidos por la Acción Católica,
debemos señalar que la región había vivido cambios limitados aunque intensos, cuyas
7
Monseñor Fontenelle, Pequeño Catecismo de la Acción Católica, traducción de una socia de la FCA
(Cuenca: Tipografía Diasur, 1932).
8
Estatutos Generales de la Acción Católica Ecuatoriana (Cuenca: Imprenta del Clero, 1939).
9
Jorge Fernández Pradel S.J., Los sindicatos católicos de obreros, segunda edición notablemente
aumentada por el presbítero Arsenio Torres (Ibarra: Secretariado Económico Social de la Acción
Católica de Ibarra, 1939).
10
Silvio Luis Haro Alvear, Primeras nociones de Acción Católica. Estudio Documentado (Quito:
Editorial Ecuatoriana, 1938).
11
Rodolfo de Roux López, “Los inciertos parajes de una nueva geografía religiosa en América Latina”,
L’Ordinaire latino-américain, IPEALT, Université de Toulouse-Le Mirail, no. 200-201 (avril-septembre
2005): 16.
4
consecuencias son de índole muy diversa. En lo económico la base productiva agrícola,
que caracterizaba a una región con escasos latifundios y una notable distribución de la
tierra en el ámbito rural había dejado paso desde la segunda mitad del siglo XIX a la
colonial de la India, por sus cualidades antifebrífugas; existió también, aunque más bien
bejuquillo.
paja toquilla, en particular los de estilo “Cuenca”, que eran exportados por numerosas
Casas comerciales, instaladas en la ciudad para tal fin, hacia el mercado mundial
Una notable porción de los ingresos que fluyen a Cuenca por esta nueva
escala nunca antes vista, decenas de casas son derruidas para construir nuevas
12
Véase: Leonardo Espinoza y Lucas Achig, Breve historia económica de la región cañari (Cuenca:
CREA, 1981); Silvia Palomeque, Cuenca en el siglo XIX, la articulación de una región (Quito:
FLACSO/Abya-Yala, 1990).
5
edificaciones y otras tantas son modificadas en sus fachadas con los estilos en boga. Se
derruyen iglesias y edificios públicos y se vuelven a edificar con nuevas propuestas , así
surgen las iglesias de Todos Santos, Santo Domingo, San Blas, San Alfonso, Santo
que el poder de la Iglesia corre a la par del poder civil y político, puesto que notables
Parte de los capitales que se han acumulado por la exportación de los productos
Toral construye en 1914 la planta eléctrica que prontamente prestará este importante y
centro de Cuenca.
Mientras tanto hay una circulación de bienes diversos que se importan desde
complementos para la arquitectura como latón para cielos rasos y balcones y verjas de
hierro. Se sigue una corriente de consumo que es similar en otros lugares de América
Latina13 y que poco a poco va consolidando una versión distinta de la realidad, en donde
silvestres.
13
Arnold Bauer, Somos lo que compramos. Historia de la cultura material en América Latina (Madrid:
Taurus, 2002).
6
La circulación de bienes estuvo acompañada de una circulación de ideas y de
cultura, los objetos, como se conoce perfectamente, no llegan solos sino que se
otras miradas sobre el mundo, otros estilos literarios, conceptos más abiertos sobre la
Europa, con sus hijos María y Emanuel Honorato, dejarán notables huellas en los tres,
aquellos personajes luego ejercerán notable influencia en la cultura local, así mismo
Federico Malo introducirá el spleen británico, y una nueva visión del comercio, en una
sociedad ansiosa de estímulos, tal como puede entenderse del acelerado cambio urbano
y de estilos.
permite el acceso a nuevas formas de expresión visual y poética, pero se trata de sujetos
que, además, llevan a la vida real sus nuevas prácticas surgiendo la imagen del bohemio
belleza, investigador y teórico curioso, y por todo esto visto como enemigo de la moral
14
Michael H. Handelsman, El modernismo en las revistas literarias del Ecuador: ensayo preliminar y
bibliografía (Cuenca: Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay, 1981).
7
y las buenas costumbres y como elemento deletéreo del equilibrio social15 tal como se
Personas muy sensatas [...] nos han manifestado la pésima impresión que ha causado en
la sociedad ciertos grabados que se nos dice trae la última edición de Austral [...] y
deplorar este lamentable extravío de quienes se creen autorizados para insultar a la
moralidad y las buenas costumbres de una sociedad cristiana, recatada y culta, cual la
de Cuenca ¿Y qué decir de quienes se prestan para hacerse fotografiar cuerpos
limpios.16
Vázquez son una manifestación visible del proceso de modernización del pensamiento
Obrero Azuayo y desde los púlpitos. Uno de los más importantes brazos ejecutores de
espacios a los que no llegaba el sacerdote, es decir la familia, la calle, el taller. Con el
apoyo de las asociaciones de obreros católicos, entre las que se cuenta la “Alianza
Obrera”, fundada a inicios del siglo XX, en 1904, y cuya actividad y participación
sin fechar y sin autor, que se podría atribuir al obispo de Cuenca Daniel Hermida, hacia
la década de 1920, que protesta por la publicación en los diarios El Progreso y La Voz
“Alianza Obrera del Azuay” que la Acción Católica “es el más poderoso movimiento
del mundo católico […] y apoya y trabaja para la reconstrucción, si es lícito decirlo, de
fundamentalmente porque “el mundo ha torcido sus rumbos con respecto a su fin
supremo”22 y que por lo tanto la acción de los seglares es la única capaz de llevar la
palabra del evangelio a donde no llegaba el sacerdote “por el ambiente de odio que
todos los días se propaga contra la Religión Católica”, teniéndose como fin único “la
especificidad, pero está claramente relacionado con la visión moral de la Iglesia. En este
proclama desde la visión de los dirigentes de los gremios católicos como la “Alianza
escenario apropiado para contrastar las visiones del artesano Manuel J. Bravo, quién
dará el discurso de fondo en dicha ocasión, y del ideólogo liberal José Peralta en textos
Azuayo de 1924, al de los juristas y economistas liberales, ya que estos consideran que
es “una simple mercancía que los obreros venden o alquilan a los patrones, concepto
1921, de autoría de Alberto Laguna en El Obrero Azuayo: “el obrero es un ser dotado de
22
Ibíd., 2.
23
Ibíd., 2.
24
[…], El Obrero Azuayo, fecha, 1924: página.
25
Alberto Laguna, […], El Obrero Azuayo, fecha, 1921: página.
10
Estas ideas se ven apoyadas por una profunda desconfianza en los propósitos de
los dirigentes liberales a los que se acusa de ser “como la zorra de la fábula [...] que en
cometen contra el pobre pueblo, para el que reivindican ellos con lisonjera adulación
todos los honores” solamente mientras son “aspirantes o cesantes políticos” pues, dice
el mismo texto, “su generosidad no tiene otro objeto que el encontrar el chivo para salir
del apuro, del pozo del descrédito, de la sima del olvido.”26 Este punto de vista se refleja
claramente en el «Himno Obrero» escrito por Luis Cordero Dávila27 en que el coro
repite “Levantemos el himno sonoro; somos hijos del noble taller; vale más el trabajo
que el oro; nuestra gloria es cumplir el deber”. Hay que recordar que los trabajadores
mantenerse “siempre fuera y por encima de todo partido político”; tampoco, se dice “es
un instrumento de lucha en manos de la clase obrera contra los ricos”, sino que debe
intentar el acercamiento de “las clases sociales del capital y el trabajo; pero también
salvaguarda los derechos del obrero.” Se concluye que el Sindicato Católico de Obreros
Novarum debe considerarse que su fin “consiste en que cada uno de los asociados
obtenga el mayor aumento posible de bienes del cuerpo, del alma y de la fortuna.”29
26
[…], El Obrero Azuayo, 23 de enero de 1921: página.
27
Revista 3 de Noviembre
28
Dután, “Cuando los curas…”, 121.
29
Fernández Pradel S.J., Los sindicatos católicos…, 25-27.
11
En lo religioso se indica explícitamente que el obrero católico no tendrá otras
obligaciones que las del buen cristiano, y que de ninguna manera se le obligará “a la
confesión mensual u otras formas de piedad.” 30 Los fines del Sindicato Católico son
Río. Con este motivo se desarrolló una sesión solemne con la asistencia de los socios,
acerca del socialismo, que consta entre los discursos a los que ya nos hemos referido.
logrado fundar la Caja de Ahorros, de cuyos fondo recibirán importante alivio los
deudos del socio que falleciere” pero también se ofrecían clases de música, servicios
que contaban con una incipiente biblioteca. Todo esto bajo “el mandato divino: comerás
30
Ibíd., 31.
31
Ibíd.. 28-29.
32
Discursos leídos en una sesión solemne de la Alianza Obrera del Azuay, 5 de diciembre de 1926
(Cuenca: Imprenta del Clero, 1926), 3-4.
12
Resulta fundamental para nuestro análisis que esta organización obrera actúe,
conformación de esta “ciudadanía moral” que se vincula en forma directa con un “orden
artesano, está en capacidad de denunciar “a los hombres sin conciencia, a los falsos
Si bien Bravo señala que los fundamentos del socialismo son cinco: político,
privada” de la que señala que tiene un origen divino y se basa en la Ley Natural. Si esta
se nacionalizara, ya no habría cariño al suelo, se perdería la virtud del amor patrio, nadie
codicia, disputándose a dentellada limpia el soñado botín”, por ello el pueblo debe
33
Jaime Valenzuela Márquez, “Del orden moral al orden político. Contextos y estrategias del discurso
eclesiástico en Santiago de Chile”, en Máscaras, tretas y rodeos del discurso colonial en los Andes,
Bernard Lavallé edit. (Lima: IFEA/PUCP, 2005).
34
Manuel J.Bravo, “Disertación acerca del socialismo”, en Discursos leídos en una sesión solemne de la
Alianza Obrera del Azuay, 5 de diciembre de 1926 (Cuenca: Imprenta del Clero, 1926), 9.
35
Ibíd., 10.
13
El ideólogo de la Revolución Liberal ecuatoriana, el cuencano José Peralta36,
había expresado sus puntos de vista en el discurso El problema obrero publicado por la
socialista, ya que defiende su punto de vista liberal, pero en la manera en que señala las
que Bravo denuncia. La pasión es signo del discurso de Peralta, levantando la insignia
Ya desde finales del siglo XIX y principios del XX, en reacción al liberalismo laicizante
y a la aparición del socialismo, del comunismo y del anarquismo, había surgido un
“catolicismo social” y a la par “integral”, pues no se contentaba con el rol subalterno y
marginal que le reservaba el Estado liberal a la Iglesia, sino que reivindicaba el derecho
y el deber de modelar “íntegramente” la sociedad y el Estado, restaurando un orden
social cristiano del que la Iglesia católica sería alma y cabeza.39
36
María Cristina Cárdenas Reyes, José Peralta y la trayectoria del liberalismo ecuatoriano (Quito:
Banco Central de Ecuador, 2002).
37
José Peralta, “De el problema obrero”, Anales de la Universidad de Cuenca, Tomo XI, no. 2
(abril/junio de 1955): 169-182.
38
Ibíd., 181.
39
Roux López, “Los inciertos parajes…”, 62.
14
La Acción Católica y la “ciudadanía moral”
los niños. Estas acciones debían conducir a que el “apóstol”, como se denomina al
transformar la vida privad y pública, en el escenario en donde actúa, hasta los últimos
reductos.”40
100 días concedidas a los miembros que llevasen todo el día el distintivo de la Acción
que terminen con una ceremonia religiosa oportuna, con Misa y Comunión General” y
para los directores y propagandistas que al menos dos veces al mes den conferencias en
las parroquias. Debe indicarse que estas indulgencias son concedidas por la Santa Sede
40
Serrano y Chacón Moscoso, Normas para la organización…, 3.
41
Ibíd., 11.
15
El objetivo de cambio se entiende como “moralización” de muchas prácticas
cotidianas, algunas de las cuales deben ser objeto de acción inmediata. En el Programa
1933, se establecen estos campos, entre ellos el cine, la moda, el alcoholismo, los libros
malos, el latrocinio, los bailes inmodestos, los cantos obscenos, los cuadros inmorales,
a la Cuenca de la primera mitad del siglo XX, la práctica común de anotar, a veces con
personas asomadas a los balcones cerca de los teatros, los nombres de los asistentes al
mediante publicaciones en las que escritores locales toquen “los resortes sensibles aún,
a publicar revistas dedicadas a informar sobre los estrenos y que incluyen una modesta
crítica cinematográfica.
mitad de su salario.
d. Impulsa el raterismo.
42
Ibíd.
16
e. Introduce ideas deletéreas, materialistas [...]43
Pero además, se afirma que es el cine el que “ha formado la mayor parte de los
ladrones que infestan las ciudades”, otra razón para denunciarlo. Es curioso que la
razón esgrimida no sea la pobreza o la falta de trabajo sino más bien la afición al cine.
apropiado que debe ser moderado para evitar la deshonestidad. Esto porque se considera
que la moda priva del pudor a los niños, es una fuente de corrupción social, “vuelve
estilo estadounidense, y podemos afirmar que los vestidos largos, con corsés, de amplia
falda modelada con crinolina, la cola o “categoría”, los sombreros de plumas y otros
detalles, como las telas de seda colorida, que en su momento causaron escándalo, han
sido sustituidos por prendas mucho más ligeras, faldas cortas con canutillos y bordadas
de cuentas de vidrio, nuevo maquillaje, propios de los llamados “locos años veinte”,
rpm, o los pasillos y otros, compuestos por autores nacionales como Nicasio Safadi o
cuentan los balnearios, como las piscinas termales de la parroquia Baños a unos ocho
kilómetros de Cuenca, y que para ese entonces eran lugar de frecuente visita de los
43
Ibíd., 11.
44
Ibíd., 4.
17
ciudadanos según puede apreciarse en la publicidad existente y en algunas fotografías
de archivo que muestran el uso de sus instalaciones. Aquí, se señala, debe hacerse una
pésima costumbre de permitir a las señoras y señoritas el que vayan solas a los
novios” a más de que se produce una gran confusión por “la mezcla de jóvenes de
lectura de “libros malos”, particularmente de novelas, apreciadas por los jóvenes y las
señoritas, que provocan en la vida “una orientación plenamente inmoral”. Por lo tanto se
serios [que no] fomenten las peores pasiones”, ya que los “libros malos [en contraste]
noviembre de 1921 en El Obrero Azuayo 47, se ofrecen a la venta las obras de Rubén
Darío, como Opiniones, Todo al Vuelo, La Caravana Pasa, libros de José Enrique
Rodó, como El Mirador de Próspero, junto a obras de Gerard de Nerval, Les plus belles
pajes, Poemes de Gustave Qahn, de Jean Moreas, Les Stances, de Arthur Rimbaud, Les
Iluminations, algunos de los que se consideran justamente “libros malos” y que son,
hasta donde podemos conocer, ávidamente buscados por los lectores. Se ofrecen libros
de autores españoles como Antonio Machado, y Sus páginas Escogidas, Juan Ramón
Jiménez y Platero y Yo, acompañados del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz.
45
Ibíd., 5.
46
Ibíd., 13.
47
“Establecimiento de Moisés Marchán”, El Obrero Azuayo, el 27 de noviembre de 1921: página
18
También están a la venta diccionarios inglés-español e italiano-español así como un
compendio de gramática latina. Hay entonces de donde escoger, y son muchos los
textos que serían combatidos desde la perspectiva moralista que los entiende como
del alcoholismo, un tema sobre el que escriben varios autores en los diarios y revistas de
importantes sectores de la población, siendo, como se afirma, más frecuente entre los
obreros.49
48
[Libros en venta], El Obrero Azuayo, 27 de noviembre de 1921: página
49
[Sobre la embriaguez: Infame, ladrón, asesino de tu propia sangre, dame el PAN para tus hijos, que ya
perecen de Hambre y de desnudez infame, infame…], El Heraldo de Obrero Azuayo, 12 de abril de 1943:
1.
19
El tema se toma en serio y así, por ejemplo, en El Obrero Azuayo de 1923, se
publicó por segunda vez (ya que la primera publicación data de 1875), traducido al
español por Luis Cordero50, un texto del médico marsellés Próspero Despine51 sobre los
efectos del alcohol en el organismo del hombre, en el que se señala que el propósito del
ninguno es quizá tan eficaz para destruir la vida de la familia y de los pueblos como la
propagación horripilante del consumo del alcohol en proporciones tan alarmantes que
fueran increíbles si el público no fuera testigo de ello. Y lo peor del caso es que entre la
raza indígena, este embrutecedor vicio comienza también a generalizarse ya en las
mujeres, que es todo lo que se puede decir.
dinero”, por lo que se insiste en una actividad “inmoral y antipatriótica” reñida con Dios
y la justicia. El mismo periódico publica, sin embargo, un anuncio de José Félix Medina
que ofrece a 1.40 sucres el litro del Aguardiente Jivaro traído de Gualaquiza, a más de
efectividad de las cárceles, que son más “bien escuelas del crimen”, la presencia de
casas de juego y corrupción, cercanas al robo. El robo de los objetos sagrados es una
constante, que esta afecta tanto a la divinidad como a la sociedad, por lo que es
50
[Traducción de Luis Cordero de un estudio del médico Próspero Despine sobre los efectos del alcohol],
El Obrero Azuayo, fecha, 1923: página
51
Prosper Despine. 1875. De la folie au point de vue philosphique ou plus spécialement psychologique
étudiée chez le malade et chez l'homme en santé (Paris: F. Savy, 1875).
20
La Unión de Mujeres Católicas o UMC posee su programa particular, en el que
se señala una práctica constante en las casas de los católicos cuencanos, la presencia de
la imagen del Corazón de Jesús “en todos los hogares”, colocada allí por las mujeres.
Junto a esto, y dado el ámbito de acción de la mujer que reconoce la UMC, se señala la
de orar los primeros viernes, de rezar el rosario, de impulsar el sentido religioso de las
deshonestos”, reprobarán “la conducta de los padres de familia que permiten a sus hijas
ir de paseo, y, solas, con sus novios”, exigirán a las mujeres de servicio “certificados de
buena conducta”, escogerán nodrizas “sanas de alma y cuerpo”, acompañarán a sus hijas
supone la educación laica, deberá constituir el centro “Madres de Familia” para vigilar
las escuelas y colegios y constatar su alineación con “la línea recta de la moral y la
disciplina.”
casa, ya sean padres o hijos, que violentaban con relativa frecuencia a estas mujeres
21
nacimiento de hijos ilegítimos, cuyo padre era registrado como N.N. aunque se
De acuerdo con el espíritu de las Normas Generales..., antes citadas, en las que
los símiles bélicos son frecuentes, se invita a las mujeres a “montar guardia para velar
inmoralidad estaba fuera del hogar cristiano. (Fuente sí, página no)
Acción Católica Juvenil Femenina o ACJF cuya primera referencia es a la labor moral
frente a la moda, de la que señala que “se ha de tender a dar a la moderación una
tonalidad distintiva de aristocracia, dejando las exageraciones para la gente sin respeto
ni prestigio” (Fuente sí, página no) reconociéndose paladinamente el que las normas son
todavía común en Cuenca, pero también debían “fundar centros de protección obrera en
beneficio de las hijas del taller y de las sirvientas”, mantener la devoción de los Sábados
(ídem, 8-10). (No se usa esa expresión pero a que se refiere ya que debemos citar). En
Obreros de San José, festeja “la independencia de la provincia” con una velada
22
literario-musical, cuyo número central es la escenificación del drama Quizquiz o
Desastre de una Raza, los fondos recaudados se destinan a la Escuela Cristiana de los
Hermanos [de la Salle]. En dicho programa luego del Himno Nacional, cantado por el
“Calderón”, “La Barcarola”, el vals “Mi tesoro”, que constituyen otros tantos
intermedios, y una pieza final. Los actos del drama son la “vuelta del héroe”, “los
por sus miembros, salvo la referencia al rezo del Rosario o de los primeros viernes, a la
Conclusiones
23
León XIII (arriba dice que dicha encíclica fue de Pío XI) y el impulso a un catolicismo
enorme. Bajo una definida concepción del trabajo, y la oposición a cualquier posibilidad
asociaciones obreras bajo su tutela, como sucede en Cuenca con la “Alianza Obrera”.
fondos de asistencia económica, como una alternativa a la inacción del estado y a las
como una alternativa real a las propuestas, tanto liberal como socialista y serán los
llegó a definir prácticas sociales permanentes que aún son observables en la población
24
conservadora, impidiéndose en esta forma los cambios que se atisbaron a inicios del
Bibliografía:
Fuentes primarias:
1939.
Fernández Pradel, Jorge S.J. Los sindicatos católicos de obreros, segunda edición
Peralta, José. “De el problema obrero”. Anales de la Universidad de Cuenca, Tomo XI,
25
Serrano, Manuel de Jesús y Octavio Chacón Moscoso. Normas para la organización y
Fuentes Secundarias:
Iberoamericana, 2008.
Relatos de Nuestra Tierra, tomo II. María Rosa Crespo, edit.: 121-127. Cuenca: Casa de
26
Handelsman, Michael H. El modernismo en las revistas literarias del Ecuador: ensayo
Azuay, 1981.
Maiguascha, Juan y Lisa North. “La cuestión regional en la historia ecuatoriana: 1830-
1972”. En Nueva Historia del Ecuador, volumen 12, Enrique Ayala Mora, edit.
Roux López, Rodolfo de. “Los inciertos parajes de una nueva geografía religiosa en
Valenzuela Márquez, Jaime. “Del orden moral al orden político. Contextos y estrategias
2005), Páginas.
27