La Sonata Clasica

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LA SONATA CLASICA

La “sonata” fue un tipo de composición instrumental que surgió en el Barroco y se


popularizó en la época del Clasisicmo. En este periodo de la historia las sonatas eran
piezas compuesta
 para uno, dos o tres instrumentos musicales
 escritas en tres movimientos alternando tempi (Allegro, Andante, Allegro)
A medida que pasaron los años las sonatas fueron aumentando tanto su complejidad
como duración y se hizo muy popular incluir hasta cuatro movimientos.
En la época barroca, entre el año 1600 y 1750,
los compositores utilizaban el término sonata  para describir cualquier tipo de
composición de carácter instrumental. Utilizaban este término ( sonata )  por oposición
a la palabra cantata, que denominaba composiciones donde se incluía voces (solas o con
instrumentos).
A principios del Barroco, numerosos compositores, como por ejemplo Corelli escribían
piezas instrumentales a las que les ponían el título de sonata da chiesa  (sonata de
iglesia): estaban compuestas en tres moviemientos cortos para un instrumento que
llevaba la melodía principal (violín o flauta) y al que acompañaba un instrumento de
tipo bajo continuo (que interpretaba una tiorba o un clave) Se utilizaba como como
entretenimiento en iglesias y fuera de ellas.  Cuando los compositores denominaban a
las piezas instrumentales  sonata da camera, se referian a obras compuesta con forma
de variaciones sobre temas de baile.

Pero esta vez, el compositor va a explotar las posibilidades de los temas de la


Exposición, los va a fragmentar y reelaborar creando combinaciones y secuencias
nuevas y por lo general la tensión de la obra va a aumentar considerablemente hasta
alcanzar un punto de máxima tensión buscando una resolución o clímax final.
En las obras de mayor extensión, después de presentar los temas de la exposición al
final del Desarrollo, se suele incluir una parte llamada coda, que es una parte más o
menos libre donde el compositor redondea el final de la obra.

En resumen, el periodo clásico se va a distinguir con respecto a los demás, por ser una
música objetiva (música es música como decía Mozart), contenida en las emociones,
refinada, elegante, cortesana, a veces algo superficial pero en absoluto pobre. Y ser la
música más fácil de escuchar, entender y seguir por parte de los oyentes.

El término sonata como tal comenzó a utilizarse poco antes del año 1600 y viene del
verbo italiano “sonare” que significa sonar. En ese entonces este término designaba
cualquier tipo de pieza que fuese compuesta para instrumentos ya sea de viento o de
cuerda y no se le atribuía una forma o estructura específica a las piezas que llevasen este
nombre.

En 1650 las sonatas eran grupos de danzas o de variaciones de temas conocidos. En este
tiempo había dos tipos de sonatas y se catalogaban dependiendo de el carácter de la
pieza, ya que, si este era “adecuado para la iglesia” según los criterios de ésta, recibía el
nombre de “Sonata de Chiesa” y si al contrario no era adecuada o seria recibía el
nombre de “Sonata da camera”, las mas sobresalientes de estas piezas son atribuidas a
Arcangelo Corelli las cuales usualmente tenían cuatro movimientos alternando entre
lento, rápido, lento y rápido
En 1700 (Barroco tardío) las sonatas dejan tener los calificativos de “de Chiesa” o “de
camera” y simplemente eran llamadas sonatas, estas solían tener entre 3 y 5
movimientos (como las composiciones de Bach), aunque también había algunas de un
solo movimiento (como las sonatas para teclado de Scarlatti)

Alrededor del año 1750 (principios del clasicismo) las sonatas se estandarizaron como
composiciones para piano o piano con otro instrumento y tenían tres o cuatro
movimientos (Rápido, lento, moderado, rápido) si estas composiciones eran para tres
instrumentos recibían el nombre de trio y i eran compuestas para cuatro instrumentos
recibían el nombre de cuarteto.
Beethoven, conocido como el genio de las sonatas ya que escribió alrededor de 32
sonatas para piano. En sus obras se ve reflejada la unión del período clásico con el
romántico ya que sus primeras composiciones son más clásicas y las ultimas tiene más
carácter romántico ya que dan prioridad a la expresión personal.
En 1810 se mantiene el carácter romántico de las sonatas, sobresaliendo Liszt y Brahms.
Finalmente, en los siglos XX y XXI encontramos un cambio en el lenguaje, una gran
variedad musical y mucha libertad expresiva.

Forma de sonata La llamada forma de sonata, que no debe confundirse con


la sonata como obra musical, es la forma más utilizada durante el clasicismo y
la más representativa de este estilo. Es una derivación de la forma binaria en su
último estado: el material inicial de la sección B (c en el esquema anterior) se
amplía para convertirse en un desarrollo de los materiales melódicos, rítmicos
y armónicos de la sección A, llegando así a ser una sección diferenciada; al final
de la sección B se añade con frecuencia una breve sección de conclusión (coda)
que con el tiempo se convertirá en la práctica en una cuarta sección de la forma
de sonata. Al mismo tiempo, se va haciendo más complejo el trabajo armónico:
la sección de desarrollo puede modular a tonalidades lejanas, pero también
otras secciones modulantes pueden extenderse. En su forma más desarrollada,
la forma de sonata presenta la siguiente estructura:

— Reexposición o recapitulación: repetición modificada de la exposición;


puesto que todo el material aparece ahora en la tónica, la transición es diferente,
y aunque puede modular a otras tonalidades termina en la tónica
para presentar el tema B en esta tonalidad.
— Coda: sección conclusiva. En las formas más antiguas es simplemente la
repetición de la codeta de la exposición, ahora en la tonalidad principal.
Con el tiempo se expande a grandes dimensiones, convirtiéndose en una
especie de segundo desarrollo, como en algunas obras de Beethoven.
En las obras más antiguas se repite todo el conjunto desarrollo - reexposición
- coda (es decir, la segunda sección de la forma binaria original).
Cuando estas formas crecen en dimensiones, la repetición desaparece.
Una forma derivada de la forma de sonata es la llamada forma de sonata
sin desarrollo, que carece de esa sección y normalmente de la coda; se trata
en el fondo de una forma binaria en la que la sección B repite todo el material
de A sin modulación.

Otra forma importante derivada de la sonata es el allegro de concierto,


forma en que se presenta habitualmente el primer movimiento de un concierto.
Es una mezcla de forma de sonata y la antigua forma barroca de los ritornelli:
hay tres intervenciones del solista (correspondientes a exposición, desarrollo y
reexposición) separadas por tutti de la orquesta; el primero de estos es también
una primera exposición, previa a la del solista; los otros suelen repetir un mismo
tema, a la manera del ritornello barroco; el último corresponde también a la coda;
se incluyen también momentos para la libre improvisación del solista, llamados
cadencias, el principal al final del tercer solo. Su esquema sería de la siguiente
forma:
Rondó El rondó consiste en la alternancia de un estribillo instrumental o refrán
con una serie de episodios, secciones que presentan diferente material
musical y que en general modulan a otras tonalidades; estas modulaciones provocan
a veces que el refrán aparezca en tonalidades diferentes. Una forma mixta entre rondó y
sonata es la llamada rondó-sonata. En esta forma el refrán actúa como tema A y el
primer episodio como tema B; el segundo episodio cumple la función de desarrollo y
finalmente se repiten tanto el refrán como el primer episodio, al modo de una
reexposición

La sonata para instrumento solo es casi exclusivamente para el piano. Al


principio son genéricamente «para tecla», y podían interpretarse con clave, espineta,
clavicordio…, aunque finalmente se impone el piano. Presentan niveles
de exigencia muy diversos, de lo más sencillo a lo más complejo, y a veces era
el género preferido para la experimentación de nuevas técnicas, como ocurre
en el caso de Beethoven.
Cuando el piano se une a otro instrumento, la obra se denomina también
sonata. Lo más habitual es que el otro instrumento sea de arco (violín o violoncello),
pero también hay sonatas para piano e instrumento de viento (flauta,
oboe o clarinete, por lo general). Cuando no se incluye el piano, se suele utilizar
la denominación de dúo, casi siempre también para instrumentos de arco (dos
violines o violín y violoncello).
Entre los tríos, el más frecuente es el trío con piano, que incluye además el
violín y el violoncello. Es frecuente también el trío de cuerda, con dos violines
y violoncello, o bien violín, viola y violoncello.
El cuarteto más importante es el cuarteto de cuerda, que incluye dos violines,
viola y violoncello. Su desarrollo definitivo se debe a Haydn, del que aprendieron
Mozart y Beethoven; desde entonces se ha convertido en la forma «reina
» de la música de cámara y lo han desarrollado casi todos los compositores
importantes de los siglos xix y xx. El escritor alemán Goethe dijo del cuarteto
que era «una conversación entre cuatro personas inteligentes».
De menos importancia es el quinteto de cuerda, similar al cuarteto pero
con dos violas o dos violoncellos. Es frecuente el quinteto con piano, que
incluye este instrumento junto a un cuarteto de cuerda.
Los instrumentos de viento tienen menor presencia que los de arco en las
obras de cámara, pero hay bastantes obras que los incluyen. En general se trata
de formaciones como las citadas que sustituyen algunos de los instrumentos de
arco por otros de viento, casi siempre maderas. Hay también obras para instrumentos
exclusivamente de viento o junto con el piano, pero en menor cantidad.
Las formaciones mayores (sextetos, septetos o septiminos, octetos…) presentan
una gran variedad de combinaciones instrumentales y están a medio camino
entre la música verdaderamente de cámara y la sinfónica. No son frecuentes en
el catálogo de los compositores clásicos: por ejemplo, Beethoven compuso un
solo septeto frente a dieciséis cuartetos de cuerda.

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