Art 310 Del CP

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UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, EMPRESARIALES Y


PEDAGOGICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

DELITOS BOSQUES O FORMACIONES BOSCOSAS

ESTUDIANTE:
AHILYN MUSAJA ARCE

CURSO:
DERECHO AMBIENTAL

TACNA – PERÚ
2021
Delitos bosques o formaciones boscosas

1. Introducción

A lo largo de muchos siglos, en nuestras provincias alto andinas es bien sabido

que una de las principales actividades económicas es la minería. Justamente esta

es también una de las principales causas de contaminación de las cuencas

hidrográficas y así mismo el deterioro de las tierras y la depredación de los

recursos ictiológicos en los ríos, lagos y lagunas.

En la actualidad a pesar de existir políticas de protección ambiental, no se han

tomado las medidas necesarias para implementar las mismas, más aún cuando las

sanciones por los delitos cometidos no son reprimidos con penas que repriman

este tipo de ilícitos penales, y más aún la reparación civil no representa en lo

mínimo al daño ocasionado por estas empresas mineras, teniendo en cuenta la

responsabilidad social que estas deben tener.

2. Nudo o cuerpo

Es evidente que todos tenemos el derecho fundamental a gozar de un ambiente

equilibrado y adecuado para el desarrollo de nuestra vida. Así, expresamente lo

prescribe el inciso 22 del artículo 2° de la Constitución Política del Perú. De ello

nace la exigencia para el Estado de preservar y conservar el ambiente evitando

que la contaminación, de nuestro ambiente haga inviable el ejercicio de los demás

derechos fundamentales. Pero no es solo una exigencia del Estado, de asegurar el

disfrute de este derecho, sino también, es un deber de todos el cuidar nuestro

ambiente. Es así que esta problemática jurídica que abarca el medio ambiente que

nos rodea; se encuentra tipificado en nuestro ordenamiento en el código Penal en


el título XIII al cual se le denomina Delitos Ambientales y se sanciona al parecer

muy levemente pues parece que a nuestros magistrados y al estado les interesa

más el beneficio de los grandes empresarios, que el bienestar de la población que

va a resultar afectada con la contaminación, la deforestación, el tráfico ilegal de

productos forestales maderables, entre otros. Por consiguiente, el hombre en su

desarrollo histórico, ha penalizado las conductas que atentan contra sus

principales derechos como ser social y es por ello que el derecho a vivir en un

ambiente sano como un derecho humano básico, requisito y fundamento para el

ejercicio de los restantes derechos humanos, económicos y políticos, requiere la

protección penal. Sin embargo, el Derecho Penal por sí solo no puede resolver el

problema de dar protección jurídica al medio ambiente, sino que deberá recurrir

necesariamente al Derecho Constitucional, al Derecho Administrativo y también

al Derecho Privado. La magnitud del problema para el Derecho Penal está en

resolver los vicios del Derecho Penal tradicional y rediseñar los contactos de éste

con otras ramas del Derecho. Cada Estado como el nuestro, debe tener en primer

lugar definida su política ambiental dirigida a la racional explotación, utilización

y preservación de los recursos naturales, que no significa en modo alguno impedir

el desarrollo, ni desaprovechar los recursos naturales. En tal sentido, en los delitos

ecológicos hay tres características muy importantes a definir i) La naturaleza de

los sujetos de la acción: Los sujetos de la acción penalizable serían siempre el

estado, transnacionales, grandes empresas, corporaciones, o dependientes del

poder administrativo; ii) Dañosidad Social: dada por la magnitud y

consecuencias del impacto sobre el medio natural y iii) Abuso de Poder: se da en

que muchas de estas actividades se producen por los sujetos antes mencionados.

Asimismo, el derecho penal es un derecho de excepción, sólo debe aplicarse a los


que cumplen con la conducta descrita en la norma, de allí que la punibilidad esté

limitada a ciertas conductas perjudiciales para el medio ambiente.

El delito ambiental, es aquel comportamiento que atenta contra la naturaleza,

dañando el ambiente en donde habitan animales y seres humanos; ya que el

control social sirve para prevenir, controlar y sancionar todo acción que propicia

un daño al bien jurídico protegido por la Ley. La prevención es parte de una

política del Estado para controlar aquellos fenómenos sociales que son

construidos por el ser humano, el Derecho Ambiental como un sistema de normas

articulados para la protección de habitad de los seres vivos.

En la sociedad de riesgo, liquida, global, de conocimiento y etc, tan cuantos

adjetivos que con la que se denomina, pues en ella nos encontramos inmersos con

comportamientos que causan riesgo y peligro a los demás seres vivos que habitan

en este mundo. Sin duda la modernidad ha transformado y cambiado a los seres

humanos en su consumismo capital. Cuando se contaminación se trata es observar

la destrucción del ambiente, esta acción que es una conducta, típica, antijudía y

culpable; cada uno de estos elementos por la que una conducta es considerado un

delito tiene a lesionar un bien jurídico protegido por la normatividad, aquel

movimiento voluntario con dolo o sea sin dolo, que al final logre dañar o destruir.

El delito contra los bosques o formaciones boscosas, se encuentra en el Capítulo

II de Delitos Ambientales del Código Penal, el cual ha tomado mucho interés de

la clase política en los últimos años, lo que ha tenido como consecuencia el

incremento de penas para los delitos comprendidos en este capítulo (II CP), y

además, el fortalecimiento de las entidades públicas destinadas a combatir la


comisión de estos, siendo el más importante la creación de las Fiscalías

Especializadas en Materia Ambiental a nivel nacional, acompañado del EFOMA

(Equipo Forense Especializado en Materia Ambiental); esto en vista, que para

conseguir sanciones penales por la comisión de delitos contra el medio ambiente,

se requiere previamente que se emita un informe concluyendo que los hechos

materia de investigación configuran delito, en una remisión legislativa conocida

como norma penal en blanco.

Este tipo de delitos se configura cuando el agente adquiere, vende, transporta,

almacena, importa, exporta o reexporta productos o especímenes de la

biodiversidad, sin un permiso o certificado válido, cuyo origen no autorizado

conoce o puede presumir:

Artículo 310: Acerca de delitos contra los bosques o formaciones boscosas el cual

indica que, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro

años ni mayor de seis años y con prestación de servicios comunitarios de cuarenta

a ochenta jornadas el que, sin contar con permiso, licencia, autorización o

concesión otorgada por autoridad competente, destruye, quema, daña o tala, en

todo o en parte, bosques u otras formaciones boscosas, sean naturales o

plantaciones.

De ese artículo podemos desprender lo siguiente:

- Sujeto activo: El autor puede ser cualquier persona, no se exige una cualidad

especial. Si intervienen dos o más personas, y todos comparten el co-dominio

funcional del hecho, pueden ser reputados como coautores.


- Sujeto pasivo: El sujeto pasivo del delito es la sociedad en su conjunto, que

puede verse afectada como consecuencia de los efectos perjudiciales de la

conducta delictiva.

- Bien jurídico protegido: Es el medio ambiente natural, concretado en la

protección de los recursos vegetales (bosques, áreas cultivadas, etc.). De eta

manera se protege también, las propiedades del suelo y el equilibrio del

régimen climático

- Acción típica: (i) tiene que existir bosques o formaciones boscosas sean

naturales o plantaciones; (ii) Daño se realiza mediante la destrucción, quema

o tala total o parcial del territorio y (iii) que esas acciones fueron realizadas

sin permiso o autorización emitido por la autoridad competente.

- Delito doloso, donde se descarta la culpabilidad.

- Número cerrado de actos administrativos: permiso, licencia, autorización o

concesión. Ejm; Concesión de un territorio, pero no la autorización para hacer

una acción sobre ese territorio. CAS N° 389-2014-PASCO

Existe una entidad competente para diferentes aplicaciones del delito, y a

continuación veremos algunos supuestos y sus entidades competentes, las cuales

están encargadas de emitir un informe fundamentado de forma competente.

SUPUESTOS ENTIDAD COMPETENTE

Dentro de un título habilitante Organismo Supervisor de los

(Concesión, permiso o autorización). Recursos Forestales.


Fuera de un título habilitante y donde Servicio Forestal y de Fauna Silvestre

no se haya transferido la competencia a través de las ATFFS.

al Gobierno Regional.

Fuera de un título habilitante y donde Gobiernos Regionales.

se haya transferido la competencia al

Gobierno Regional.

Así mismo, también está el mismo artículo en el literal A:

Artículo 310-A.- Tráfico ilegal de productos forestales maderables

Este delito se configura cuando: “El que adquiere, acopia, almacena, transforma,

transporta, oculta, custodia, comercializa, embarca, desembarca, importa,

exporta o reexporta productos o especímenes forestales maderables, cuyo origen

ilícito, conoce o puede presumir.” (Código Penal, D.L. N° 635)

La misma pena será aplicable para el que a sabiendas financia, de modo que sin

su cooperación no se hubiera podido cometer las actividades señaladas en el

primer párrafo, y asimismo al que las dirige u organiza. Está fuera del supuesto

previsto en el primer párrafo, el que realiza los hechos previstos en el presente

artículo, si sus acciones estuvieron basadas en una diligencia razonable y en

información o documentos expedidos por la autoridad competente, aunque estos

sean posteriormente declarados nulos o inválidos.

El tipo penal en mención, prevé dos supuestos.


El primero tiene un tratamiento similar al mencionado en el art. 308 del CP, y

prevé un supuesto de exención penal. En el segundo supuesto varía la calidad del

agente, en razón a su cooperación o dominio del hecho; previendo para aquellos

la misma penalidad. En el primer supuesto, los verbos rectores son: "adquirir,

almacenar, transformar, transportar, ocultar, custodiar, vender, embarcar,

desembarcar, importar, exportar o reexportar" productos o especímenes forestales

maderables protegidos por la legislación nacional, como actos propios de

cooperación en los actos en cadena de comercialización o como actos autónomos.

El objeto material del tipo penal en mención recae en los especímenes o productos

forestales maderables protegidos por la legislación y a través de los Convenios

internacionales en los cuales el Perú es parte.

La conducta ha de ser típica, en sus distintas posibilidades, siempre que el agente

conozca o pueda presumir el origen ilícito del objeto material. El agente no será

responsable penalmente cuando incurra en error de tipo o sobre algunos de sus

elementos (señalado en el tercer parágrafo). Así pues si el agente hubiere realizado

los hechos previstos en el tipo, respaldados en una información o documentos

expedidos por la autoridad competente, basados en una diligencia razonable, no

será sancionado penalmente.

Finalmente, el segundo supuesto que se diferencia del primero en razón a la

calidad del agente, establece la misma penalidad para el sujeto cooperante que a

sabiendas financia el acto, si el cual no se hubiera cometido, al que la dirige u

organiza. Esta disposición es innecesaria, pues tales actos están abarcados por las

reglas generales de los arts. 23 y 25 CP.


Toda esta problemática jurídica expuesta, muchas veces no es factible darle el

cumplimiento que la norma exige ya que presenta ciertos vacíos que

desencadenan el archivamiento de la mayoría de los procesos por la comisión del

delito de tráfico ilegal de productos maderables

Según Aranda Concepción en un estudio realizado respecto a la aplicación del

artículo 310- A del Código Penal en donde indica que el artículo incide en forma

desfavorable en la persecución del delito de tráfico ilegal de productos forestales

maderables por parte de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en

Materia Ambiental; y según ésta se observa que el 75% de encuestados, coinciden

en indicar que la aplicación del artículo 310°- A del Código Penal incide en forma

desfavorable en la persecución del delito de tráfico ilegal de productos forestales

maderables por parte de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en

Materia Ambiental en la Provincia,

Análisis de la casación N° 389-2014-PASCO

La Corte Suprema ha establecido que es posible admitir de oficio recursos de

casación por una causal distinta a las invocadas por el impugnante, aun cuando

estas hayan sido declaradas inadmisibles. Esto será así cuando sea necesario fijar

precedentes jurisprudenciales sobre temas que revistan interés casacional.

Aun cuando la casación interpuesta en sede penal sea inadmisible, es posible

declarar de oficio la admisibilidad del recurso cuando prime el fin de desarrollar


doctrina jurisprudencial, conforme al inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal

Penal.

A este criterio llegó la Sala Penal Permanente en la resolución donde calificó la

admisibilidad de la Casación N° 389-2014-San Martín. Allí, sostuvo además que,

en el caso que motivó la decisión, tenía mayor relevancia desarrollar criterios para

establecer la correcta interpretación y aplicación del principio precautorio, que

rige en materia ambiental, en el marco del Derecho Penal.

Precisamente, es este último aspecto el fundamento del caso resuelto por la Corte

Suprema: un sujeto fue procesado por el delito contra los recursos naturales en la

modalidad de delito contra los bosques y formaciones boscosas agravado. Luego

de desarrollado el proceso, el procesado fue absuelto de los cargos en ambas

instancias.

Esto motivó a que el actor civil interpusiera un recurso de casación por las

causales de vulneración de la garantía constitucional de pluralidad de instancias,

por incurrir en errores que son motivo de nulidad y por la indebida aplicación de

una norma penal.

Ya en sede suprema, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema estableció

que no concurría ninguno de estos supuestos, motivo por el cual debía declararse

inadmisible el recurso. Sin embargo, al revisar el caso, sostuvo que existía un

aspecto no acotado con el recurrente relacionado con la aplicación del principio

precautorio, de naturaleza ambiental, en el marco de los procesos penales.

Al respecto, dado que el principio precautorio, regulado en el artículo VII de la

Ley General del Ambiente, sostiene que “la falta de certeza absoluta no debe

utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces y eficientes


para impedir la degradación del ambiente”, es precisamente la falta de certeza la

que podría generar contradicción con el principio de in dubio pro reo.

La Corte llega a esta conclusión pues el principio de in dubio pro reo sostiene que

es precisamente ante la duda o falta de certeza, que debe favorecerse al procesado.

Además, ante la ausencia de una interpretación emitida por la Corte Suprema,

consideró que era de suma importancia admitir el recurso de oficio para el

desarrollo de doctrina jurisprudencial.

Por tal motivo, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema declaró inadmisible

el recurso de casación interpuesto por el actor civil en tanto no concurrían las

causales invocadas; pero, de oficio, declaró bien concedido el recurso por la causal

de desarrollo de doctrina jurisprudencial.

3. Conclusiones

Diversas Organizaciones no gubernamentales, han motivado una serie de

iniciativas de ley que tienen como objetivo que se proteja el medio ambiente que

nos rodea. Por tal motivo, es necesario que las conductas que afectan gravemente

nuestro entorno ambiental, sean tipificadas por la ley penal como delitos, y sean

sancionadas con multas e incluso, con severas penas de prisión.

El Derecho Penal tiene una gran importancia en el ámbito ambiental, debido a que

tiene como objetivo evitar los daños o riesgos más graves a los bienes jurídicos

fundamentales para la convivencia social.

Actualmente, su nivel de injerencia en la vida de los ciudadanos abarca la

protección de todo el entorno del ser humano, que pudiera sufrir cualquier tipo de

agresión que lo ponga en riesgo, incluyendo nuestro medio ambiente.

Por tal cuestión, al ser el Derecho Penal el que regula y sanciona las conductas

que puedan agredir nuestro entorno, el Derecho Penal Ambiental, debe ser visto
como un derecho que privilegia aquellos instrumentos jurídico-ambientales

preventivos y voluntarios para incrementar el cumplimiento de la ley ambiental.

Es innegable que el desmedido y desmesurado aprovechamiento de los recursos

naturales ha generado grandes desequilibrios como el cambio climático, el efecto

invernadero, la degradación de los recursos hídricos y la deforestación, entre otros

daños a la naturaleza con efectos nocivos para la humanidad como la sequía que

está experimentando el territorio nicaragüense, encareciendo al mismo tiempo la

energía eléctrica al tener que hacer mayor uso del petróleo, convirtiéndose en un

ciclo sumamente peligroso.

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