2.1. Teorías Del Desarrollo
2.1. Teorías Del Desarrollo
2.1. Teorías Del Desarrollo
Presentación.
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1.- El desarrollo como crecimiento.
Aunque los países más empobrecidos necesitan crecer para desarrollarse, esto no
implica que la relación crecimiento-desarrollo sea lineal y automática: deben darse
determinadas condiciones para que el crecimiento genere desarrollo, incluso algunas
teorías nos dirán que determinado crecimiento, especialmente en los países ricos,
provoca insostenibilidad del desarrollo.
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de reducción de gastos sociales, flexibilización del mercado de trabajo (facilidad de
despido y flexibilidad de los salarios a la baja) y liberalización de flujos de capitales
han provocado frecuentemente esta triste situación, a pesar de que hayan ido
acompañada de crecimiento del PIB (aun así, el PIB crecía más deprisa en la época
keynesiana, cuando la distribución de la renta era también más equitativa).
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Produciendo más, facilitamos que los propietarios del capital ganen más, pero
esto no está vinculado directamente con el bienestar de todas las personas. Aún así, en
determinadas condiciones se puede conseguir que las mayores ganancias del capital
coincidan con mayor bienestar social, al provenir aquéllas del buen funcionamiento de
la provisión de bienes y servicios y generar empleo; pero eso no es, ni mucho menos,
automático, y por tanto no hay posibilidad de identificar directamente ganancias del
capital con bienestar social. En el límite de esta contradicción, se considera
erróneamente que la evolución de la bolsa de valores es un buen indicador de la
economía en general, cuando en realidad es un índice de los beneficios obtenidos por
los propietarios de las sociedades anónimas y del capital financiero. Apenas son una
parte de la renta nacional, aun cuando es la más importante para los grandes propietarios
de capital, y contiene también una pequeña y volátil porción de los ingresos de aquéllos
asalariados o pequeños propietarios que destinan una parte de sus ingresos a invertir.
Que no son, ni mucho menos, todos los asalariados, y menos aún los parados. Pero
olvidemos la medición del desarrollo a través de índices bursátiles (es evidente que
estos índices no miden desarrollo, más bien nos sirven para conocer la situación de las
empresas más importantes, y en concreto, la percepción que hacen los mercados
financieros de la capacidad de estas empresas de distribuir beneficios a sus
propietarios).
Con demasiada frecuencia vemos, por otro lado, estimaciones del desarrollo a través de
la renta media percibida por la población, es decir, la renta per capita, que no considera
la distribución de la renta ni otros asuntos que trataremos más adelante. Midiendo el
desarrollo -erróneamente, por las razones antes apuntadas- a través de la renta per
capita, el Banco Mundial considera que la extrema pobreza puede delimitarse en los
países del sur como la situación en la que la población gana menos de 1,25 dólares al
día en términos de paridad de poder adquisitivo en los Estados Unidos1. Se trata, por
tanto, a la capacidad para comprar en cada país las mismas cosas que en Estados Unidos
compraríamos con 1,25 dólares, como sabemos por la definición de PPA. Se construyó
a mediados de los ochenta en términos de 1 dólar al día, de manera que el valor actual
(1,25) incluye una estimación de la pérdida de poder adquisitivo en Estados Unidos
desde entonces. Como puede suponer el lector, es un umbral realmente bajo para definir
el concepto de extrema pobreza.
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Algunos autores, partiendo de este criterio, han tratado de delimitar si en el
mundo aumenta o disminuye el número de personas en extrema pobreza. Con diferentes
criterios, encontramos en torno a 1.300 millones de personas por debajo de esta cifra. El
valor tiende a crecer en saltos escalonados, como la crisis del sureste asiático en 1.997-
98 y la presente crisis mundial: desde 2006 se vienen produciendo fuertes desequilibrios
en los mercados mundiales de alimentos, y en 2007 se inicia una crisis financiera que
estalla en 2008 y cuyos efectos se arrastran con mucha fuerza como mínimo hasta el
presente año 2010, con crecimientos de la desnutrición y la pobreza extrema del orden
de 100 millones de personas en un solo año.
Aun así, si consideramos que el número de pobres se mantiene en el mundo, al
desagregar el resultado geográficamente vemos que durante los últimos 25 ó 30 años se
reduce bastante en China, país que, si bien ha abierto su economía al exterior, establece
muchos controles a la entrada y salida de capitales y otras medidas de intervención que
no responden fielmente a las medidas liberalizadoras propias del modelo de
globalización defendido por los neoliberales, por el FMI y otros grupos e instituciones.
Parece que en China una apertura controlada y regulada ha ofrecido resultados positivos
en términos de reducción de la cantidad de personas que ganan menos de 1,25 dólares al
día, pero ni es esa la mejor definición de umbral de pobreza, ni el modelo chino es
representativo del modelo neoliberal, además de producirse el proceso en un contexto
político claramente dictatorial, en términos de libertades, derechos de los trabajadores,
libertad de expresión, derechos humanos, etc. Lo mismo sucede en India, país que
también ha liberalizado su economía sin atenerse estrictamente al modelo neoliberal,
manteniendo fuertes dosis de regulación, de tal manera que si miramos los valores del
resto del mundo, la cantidad de personas que pueden consumir menos de 1,25 dólares
día no ha retrocedido, incluso en muchos países ha avanzado.
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1.- La distribución de la renta entre las personas, como hemos visto en el párrafo
anterior.
2.- La distribución de la producción entre los sectores productivos - no es un buen
desarrollo aquél que se basa sólo en potenciar un único sector, que no tenga
interrelaciones con los demás sectores productivos, y, por tanto, no fomente efectos
arrastre sobre ellos a través de las compras a proveedores de bienes intermedios.
Además, puede generar un grave peligro si el único sector potente entra en crisis,
hundiendo el conjunto de la economía., Por eso algunos países con renta per capita muy
elevada no se consideran desarrollados, al depender de un único sector, y al mismo
tiempo mantener grandes distancias de ingresos en la distribución de la renta (Kuwait o
Qatar son ejemplos de países con rentas pc que han sido las más altas del mundo en
distintas épocas, sin ser considerados, en según qué aspectos, los más desarrollados del
mundo).
3.- Aspectos medioambientales: si el crecimiento genera destrucción del medio,
podemos decir que los países que más producen son, con frecuencia, los más
"subdesarrollados" desde el punto de vista ecológico. Aquí debemos considerar que los
países que más producen tienden a ser los más contaminantes, por razones obvias (pese
a reducir la contaminación por unidad de producto, contaminan mucho en el total de
producción, o importan productos cuya producción es altamente contaminante en otros
países)
4.- Otros muchos aspectos vinculados a la idea del ser humano como destinatario final
del desarrollo. Se trata en definitiva de considerar que la actividad económica debe
redundar en beneficio de toda la población, y, por tanto, ésta debe ser destinataria del
desarrollo. Así, deberemos considerar el nivel educativo, cultural, sanitario, o la
capacidad de decisión de los pueblos sobre su propio destino, que incluye a su vez la
participación en la toma de decisiones, el respeto de los derechos humanos, etc.
Volveremos sobre todo esto en los apartados 2 y 3, y que se convierten en la esencia del
desarrollo.
Aún así, hay muchas teorías, ya históricas, que analizan la necesidad de establecer un
mínimo nivel de crecimiento para iniciar el proceso de desarrollo, puesto que si la renta
per capita es muy baja, es evidente que será necesario crecer para desarrollarse
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(condición necesaria, pero no suficiente; incluso a niveles de renta elevada no es
condiciòn siquiera necesaria).
Entre estas teorías, encontramos el crecimiento por etapas de Rostow. Marca cinco
etapas de crecimiento, la tercera de las cuales -el despegue- produce la industrialización
del país, pero para llegar a ella se considera necesario que haya un nivel de ahorro
suficientemente elevado (garantizando así la financiación necesaria de la inversión).
Dado que el punto de partida es de rentas muy bajas, se concluye que será necesario que
unos pocos tengan rentas muy altas, puesto que sólo esta condición permite una
propensión al ahorro elevada que financiará la inversión. Lo cierto es que en un mundo
globalizado, con libre circulación de capitales, los ahorros de los ricos irán a inversiones
en el exterior, si el país no es desarrollado, y, por tanto, sólo conseguirán descapitalizar
aún más el país. Esta teoría, por tanto, sirve para justificar las diferencias entre ricos y
pobres, en beneficio de unos pocos, pero no lanza un proceso de desarrollo. Antes al
contrario, los datos nos muestran que los países del sur que han crecido más en los
últimos años no son precisamente los de distribución más desigual, sino aquéllos que
han tenido una intervención fuerte para fomentar la inversión interior, impidiendo que
los flujos de capitales se muevan con total libertad hacia el exterior.
No sólo Rostow, sino otros muchos autores de la economía del desarrollo han estudiado
en el siglo XX este problema del ahorro como factor inicial para financiar la
acumulación de capital. Así lo hacen también A. Lewis, a quien muchos consideran el
padre de la economía del desarrollo (en un modelo en el que estudia la interacción entre
un sector dinámico abierto al exterior y capitalista con otro sector rural, precapitalista,
que provee de mano de obra, entre otras cosas, al primero) o también Myrdal o
Nurkse, con los llamados círculos viciosos de pobreza, (que en el lenguaje de Myrdal
se llamará teoría de causación acumulativa). Si la renta es baja, el ahorro, que es la
fuente de financiación de la inversión, será bajo, habrá poca o ninguna inversión, y por
tanto no mejorará la productividad de los factores productivos -capital y trabajo-.
Obviamente, esto supone baja producción, y por tanto baja renta y bajos ingresos para la
población. Con bajos ingresos, la propensión al ahorro es reducida, con lo cual
volvemos al punto inicial, y, por tanto, a una situación de estancamiento. Esas rentas
bajas percibidas por la población generan de nuevo ahorro bajo......
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Sólo rompiendo el círculo por algún sitio (por ejemplo, ahorro forzoso de los
asalariados -como se hizo en Taiwan en la segunda mitad del siglo XX-, o entrada de
inversión extranjera, aunque ésta en muchas situaciones provoca otros problemas, como
vimos en el tema I) podría convertirse en círculo virtuoso: mayor inversión genera
mayor productividad, generando más producción, y, por tanto, rentas más altas... y
mayor ahorro, que permitirá financiar más inversión, iniciando así la industrialización
del país.
Muchas circunstancias (institucionales, factores externos, niveles educativos...) influyen
en los círculos viciosos dificultando la solución del problema. Así, debemos considerar
que los factores externos son determinantes, en un mundo en el que las grandes
empresas transnacionales y los capitales financieros influyen para que las economías de
los países empobrecidos trabajen al servicio de sus intereses, frecuentemente en contra
del bienestar de la población del país, y con el apoyo de gobiernos que trabajan a su
servicio y de las instituciones internacionales que organizan la globalización.
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Aunque es muy difícil delimitar necesidades objetivas para toda la humanidad (Doyal y
Gough han planteado un interesante debate sobre la subjetividad del concepto de
necesidades, que varía en diferentes pueblos y culturas, también cambia con el nivel de
desarrollo, o cambia en el tiempo) podemos establecer algunos criterios más o menos
objetivos, considerando algunas necesidades, como por ejemplo las siguientes:
(Existen otras clasificaciones, ésta es sólo una de ellas, utilizada con cierta frecuencia en
Latinoamérica por diversas instituciones. Por ejemplo, muchos critican la ausencia de
vivienda en ésta)
Este tipo de análisis nos permite concretar mucho más en las estrategias de lucha contra
la pobreza, al determinar aspectos muy específicos que deben ser abordados, más allá de
la abstracción de la renta per capita. En realidad, el listado de variables puede hacerse
mucho más largo, y podemos encontrar, en diversos informes como los del Banco
Mundial y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, diversos indicadores de
bienestar de este tipo (ver el apéndice estadístico de los respectivos informes anuales:
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"Informe sobre Desarrollo Mundial", Banco Mundial, e "Informe sobre Desarrollo
Humano", del P.N.U.D.).
Amartya Sen, por ejemplo, nos plantea un razonamiento tan sencillo como claro:
si bien es cierto que sin satisfacer las necesidades alimenticias (al igual que sin un
mínimo nivel educativo) es difícil que haya democracia, también es cierta la inversa: no
hay ningún caso de hambruna que se haya dado en situaciones de democracia y libertad
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de expresión. Y ello ocurre porque todas las hambrunas son técnicamente evitables, de
tal manera que en situaciones de democracia y libertad de expresión los gobiernos se
verán obligados a solucionar las hambrunas para garantizar su supervivencia. De ahí se
deduce que la lucha por un buen ordenamiento político (democracia) facilita la
satisfacción de la necesidad nutrición: quizá la mejor política para luchar contra el
hambre sea, por tanto, defender la democracia y la libertad de expresión, antes que
enviar alimentos a zonas en las que nunca llegan a sus destinatarios..... En todo caso,
otros autores plantean que el vínculo entre democracia y desaparición de las hambrunas
sólo se da cuando se ha construido un buen contrato social que consolida la democracia
formal como democracia real, y cuando las distintas fuerzas de la sociedad civil
impulsan el proceso participativo. Por otro lado, el mismo Sen incorpora un matiz
importante: aunque la democracia, parece decir, es condición necesaria y suficiente
para luchar contra las hambrunas, no lo es para garantizar la eliminación del hambre
crónica, entendida como situación en la que se obtienen niveles de nutrición suficientes
para sobrevivir pero por debajo de la satisfacción de las necesidades vitales,
manteniendo tal situación a largo plazo.
Para solucionar tal problema, se exige que la población tenga capacidad para
acceder a su derecho de alimentación (“Entitlement”, traducido libremente como
“titularidad” del derecho a nutrición), cosa que, de acuerdo con Sen, exige no sólo
democracia, sino la construcción de un sistema socioeconómico que garantice la
titularidad en nutrición por tres caminos alternativos: mediante venta del trabajo por
cuenta ajena (asalariados), venta del producto producido (pequeños productores) o
autoconsumo (cultivo y producción de los bienes consumidos por la propia familia
productora). Es importante constatar que de acuerdo con esta visión, el fracaso posible
en la venta de productos por posibles caídas de precio (en especial en los mercados
internacionales, donde la relación entre los precios de las mercancías exportadas y
mercancías importadas con frecuencia perjudica a los países del sur), aconseja que se
mantengan ciertos niveles de autoconsumo a modo de seguro frente a desequilibrios en
los otros dos caminos.
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2.3.- El enfoque alternativo al sistema capitalista
Pero este enfoque de las capacidades y los derechos no es una patente exclusiva
del PNUD o de Amarrita Sen. Se encuentra en otros centros de investigación y
universidades que realizan estudios alternativos desde un punto de vista más crítico con
el sistema capitalista (en esta línea resulta interesante la lectura de los textos –nos
limitamos al castellano- de Angel Martínez González-Tablas, Carlos Taibo o Vilairiño-.
De estos enfoques surgen también movimientos sociales de carácter internacional, como
el Foro Social Mundial, Vía Campesina y otros ("Otro mundo es posible" es uno de sus
lemas). Entre el PNUD y estos movimientos alternativos existen algunos nexos, pero a
la vez hay una gran distancia, en lo que se refiere a la necesidad de realizar profundas
modificaciones en el sistema existente: El enfoque alternativo centra su diagnóstico en
la maximización de beneficios como motor del sistema económico, y a la vez generador
de profundos desequilibrios sociales y ambientales (la explotación del hombre por el
hombre y la sobreexplotación de la naturaleza a corto plazo con un carácter depredador
y por tanto destructiva del futuro). En lo referente a las soluciones, propone centrar más
la atención en la toma de decisiones de la población, junto con la potenciación de los
servicios públicos a través de la movilización de presiones popular para que se realicen
las políticas más adecuadas, y también en la denuncia del papel predominante de las
empresas transnacionales, a través de la liberalización de los movimientos de capitales
que dan carta blanca al proceso de explotación a nivel internacional. Proceso que a su
vez está apoyado no sólo por los Estados, sino también por las instituciones
internacionales que gobiernan la globalización (ver tema III), siempre al servicio de la
maximización de los beneficios de las mencionadas empresas.
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globalización impuesta por las instituciones internacionales como OMC; Banco
Mundial, FMI, etc. (ver tema III). En todo caso, no podemos olvidar que este
movimiento, erróneamente denominado "antiglobalización" defiende la globalización
de los derechos humanos, y ha tenido como lemas de acción frases como pensemos
global y localmente, actúemos local y globalmente… por ello prefieren denominarse
altermundistas antes que antiglobalización.
Este apéndice se ha actualizado con los nuevos criterios de medición que pueden
encontrarse en la web del PNUD, organismo que ha elaborado el índice. Concretamente,
en las siguientes direcciones URL, asociadas a su vez a otras notas técnicas que se
encuentran en links en su interior:
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http://hdr.undp.org/es/estadisticas/idh/
http://hdr.undp.org/en/media/HDR_2011_ES_TechNotes.pdf
Asimismo, en la web del PNUD el lector puede encontrar otros indicadores de
desarrollo diferentes, como el Indice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad,
el Indice de Desigualdades de Género, o el Indice de Pobreza Multidimensional, todos
ellos pueden estudiarse en la misma web, en
http://hdr.undp.org/es/estadisticas
==============================
Existen muchos debates sobre los métodos de medición de las necesidades básicas, así
como de la oportunidad o no de establecer un indicador sintético que agrupe a todos
ellos. Uno de estos indicadores sintéticos es el Indice de Desarrollo Humano, elaborado
por el PNUD a base de combinar tres valores inspirados en los criterios de capacidades,
sin abandonar la necesidad de valorar la renta per capita como un componente de esas
capacidades. El PNUD calcula otros indicadores, como el Indice de Desigualdades de
Género o el Indice de Pobreza Multidimensional, que el lector puede encontrar en en
http://hdr.undp.org/es/estadisticas
Centrémonos en el IDH, el más conocido de ellos, que es a su vez el que nos ofrece una
serie más larga en el espacio y el tiempo para poder realizar comparaciones sobre el
nivel de desarrollo de los países. Tiene, por tanto, mayor utilidad para la comparación
entre países, y para conocer la evolución en el tiempo de un país. Aunque no es
indicador perfecto de Desarrollo, mejora con mucho la información que nos ofrecen
otros indicadores mucho más imprecisos, como la renta per capita o el porcentaje de
población que gana menos de uno o dos dólares al día.
El IDH utiliza tres indicadores que reflejan los niveles de capacidad de compra de la
población, de salud, y de educación, todos ellos índices de desarrollo. Se construye
elaborando esos tres indicadores de la siguiente manera:
1.- Indicador de renta: Logaritmo neperiano de la renta per capita de cada país,
medida en valores PPP (ln rpc PPP). La renta per capita de cada país, incorpora, en
esta medición, dos ajustes: por un lado, se corrige para hacer comparables países
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distintos con niveles de precios distintos, obteniendo así un valor que llamamos Paridad
de Poder Adquisitivo o Paridad de Poder de Compra (PPA o PPC, dos nombres para el
mismo concepto, que en inglés es PPP, Purchase Power Parity). Cuando decimos un
dólar PPP quiere decir el valor de renta, en el país analizado, que permite comprar lo
mismo que en Estados Unidos se compraría con un dólar. Estamos así eliminando las
diferencias de precios entre los países, y encontrando un valor tal que, cuando se
compara entre dos países, indica con claridad cuál de ellos tiene más capacidad de
compra, aunque los precios en ambos sean distintos (es similar a deflactar, pero en
lugar de hacerlo en el tiempo, entre diferentes años, aquí lo hacemos entre diferentes
países. Las notas técnicas mencionadas ilustran con detalle cómo se realiza este cálculo.
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años de vida en condiciones favorables, no en cualquier condición de vida. Hay debates
al respecto. Es un cálculo estadístico que calcula la probabilidad media de años de vida
para un niño que nazca en el año mencionado (eso es la Esperanza de Vida al Nacer: ver
notas técnicas del PNUD para más detalles. También la Organización Mundial de la
Salud ha realizado muchos debates al respecto).
3.- Indicador de nivel educativo, formado por la media geométrica de otros dos
indicadores: años de escolarización previstos para la población en edad escolar y años
de estudios ya realizados para la población adulta (mayores de 25 años).
Se reconvierten cada uno de los tres indicadores en valores que oscilan entre
cero y la unidad, de la siguiente manera. Si, para cada indicador restamos el valor
mínimo del mundo del valor del país analizado, y dividimos el resultado por la
diferencia entre el valor máximo y el mínimo para todos los países del mundo,
obtenemos un valor que oscila entre cero y la unidad para cada uno de los componentes.
Por ejemplo, imaginemos que la esperanza de vida (podría explicarse igualmente con el
indicador de rpc PPP –antes de aplicar logaritmos- o cada uno de los dos indicadores
que forman el índice de educación, siguen la misma regla). La esperanza de vida,
digamos, de un país A es de 66 años. Consideramos valor máximo, por ser el más alto
alcanzado por un país, 83,4 años, mientras que el país con valor más bajo tiene un
resultado de 20. El resultado para el país A será:
I de vida A= (EV país A-EV min)/(EV max-EV min).
I de vida A=(66-20)/(83,4-20)=0,725.
Es fácil demostrar que el I de vida del país con EV máxima es igual a la unidad,
y el de un país con EV mínima es igual a cero, hágalo como ejercicio para entender esta
fórmula. Los valores máximo y mínimo de 83,4 y 20 se han encontrado en una larga
serie entre los años 1980 y 2010. Después obtenemos la media geométrica de los tres,
construyendo así el índice de desarrollo humano, cuyo valor estará entre cero y la
unidad, y puede servir para estudiar la evolución de un país en el tiempo, o compararlo
con otros países.
En todo caso, se utilizan valores máximos y mínimos de un largo período de
tiempo (1980-2012), porque si fueren diferentes cada año los valores no admitirían
comparación intertemporal.
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Aunque hay dosis de arbitrariedad en este índice (¿por qué debe ponderar
igualmente cada una de las tres variables?) puede servir como algo más preciso que la
renta per capita. Por ejemplo, Guinea Ecuatorial tiene una renta per capita altísima pero
Un IDH tremendamente bajo. Superando, con creces, la renta per capita de España, en
realidad tiene un IDH de 0,53 en 2011, el puesto 136 del planeta, y España, 0,878, en el
puesto número 23. Es evidente que es una herramienta más precisa y más fiable que la
rpc, si nuestro objetivo es medir el bienestar. Aún así, no es, en absoluto, una
herramienta perfecta.
Este indicador en realidad es un índice que mide no sólo el grado en que se satisfacen
las necesidades de la población (como la salud y la educación) sino también hasta qué
punto la población tiene capacidad para ser dueña de su destino. Efectivamente, existe
un concepto distinto al de satisfacción de necesidades básicas, aunque cercano en cierta
medida a él. Y siempre nos quedará la duda respecto a las diferentes definiciones de
desarrollo, que obviamente llevan a diferentes indicadores. Este indicador se adapta,
entre todas las definiciones estudiadas anteriormente, a la del desarrollo de las
capacidades, pero aún así no es el único indicador, siquiera el más adecuado, para medir
las capacidades. En todo caso, es el más extendido para ello, especialmente porque
tenemos ya una larga serie de países (casi todos los del mundo) con datos disponibles
desde hace más de dos décadas, y eso facilita las comparaciones, aun cuando no sea una
herramienta perfecta.
BIBLIOGRAFIA
ALLEN, T.; A. THOMAS (2.000): “Poverty and Development into the 21 st Century”. Oxford University Press.
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HEGOA, MUGARIK GABE NAFARROA (1.997): “Bajo el mismo techo”. Hegoa, Universidad del País Vasco,
Bilbao.
HIDALGO CAPITAN, A.L. (1.998): “El pensamiento económico sobre el desarrollo. De los mercantilistas al
PNUD”. Publicaciones Universidad de Huelva.
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (PNUD) (anual): "Informe sobre el
desarrollo humano". Http://www.UNDP.org
RIST, G. (2.002): “El Desarrollo: historia occidental de una creencis”. Instituto Interuniversitario de Desarrollo y
Cooperación.
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