Relajación
Relajación
Relajación
Conciencia de la respiración
Los hábitos de respiración adecuada y los ejercicios de respiración simple relajan el
cuerpo y la mente. Las personas que practican estos ejercicios diariamente, por su
cuenta o antes de comenzar una sesión de meditación con otros, encuentran que
respirar en forma apropiada puede aliviar estados emocionales negativos como
depresión y ansiedad, así como crear una mejor sensación de bienestar general.
Recuerda que para este ejercicio, como para los demás, debes procurar una posición
cómoda inicialmente, luego irás aprendiendo a manejar los ejercicios en cualquier
posición y situación.
Ten en cuenta el siguiente procedimiento:
Posición. Si decides hacer el ejercicio acostado(a), debes tenderte en el suelo
o en la cama con las piernas extendidas o flexionadas en las rodillas, con los
brazos a los lados, las palmas de las manos hacia arriba y los ojos cerrados. Si
lo haces sentado(a), coloca las plantas de los pies sobre el suelo, la espalada
recta y las manos sobre tus piernas.
Procedimiento. Respira a través de la nariz si puedes hacerlo. Concéntrate en
tu respiración. Coloca una mano en el lugar que parece subir y bajar más
cuando respiras. Si ese lugar es el pecho, necesitarás practicar la respiración
más profundamente a fin de que tu abdomen suba y baje de manera más
notoria (Cuando estamos nerviosos o ansiosos, tendemos a hacer respiraciones
cortas, respiraciones poco profundas con la parte superior del pecho). Ahora
coloca las manos sobre tu abdomen y observa como sube y baja con cada
respiración. Observa si tu pecho se mueve en armonía con tu abdomen.
Continúa haciendo esto durante varios minutos. Levántate lentamente. Este
ejercicio lo puedes realizar en cualquier momento de descanso o al prepararte
para una situación que te genere ansiedad.
Respiración profunda
Posición. Este ejercicio se puede realizar en gran variedad de posiciones
corporales; sin embargo, es más efectivo si puedes hacerlo tendido(a), con las
piernas flexionadas y la columna recta.
Procedimiento. Después de tenderte, examina tu cuerpo en busca de tensión.
Coloca una mano sobre tu abdomen y otra en tu pecho. Aspira lenta y
MAS+ 64
El suspiro relajador
Posición y procedimiento. ¿Te adviertes bostezando o suspirando durante el
día? En general, éste es un signo de que no estás respirando lo bastante
profundamente para obtener oxígeno suficiente. El suspiro o el bostezo
ayudan a remediar la situación y también liberan tensión. Cuando sientas la
necesidad de relajarte, siéntate o ponte de pie erguido(a). Suspira
profundamente, emitiendo un sonido de alivio profundo cuando el aire salga
de tus pulmones. Luego deja que el aire vuelva a entrar a tus pulmones lenta y
naturalmente. Repite de ocho a doce veces en todo momento en que te sientas
tenso(a) o ansioso(a).
Para fijar la imagen en tu mente obsérvala por uno o dos minutos fijándote en
los detalles mientras manejas tu respiración. Después de los dos minutos
cierra los ojos y trata de recordar la imagen con sumo detalle, mientras
respiras profundamente y relajas tu cuerpo. Haz esto varias veces hasta que la
imagen por sí misma evoque las señales de relajación en tu cuerpo.
Finalmente, en la preparación para situaciones que te causan ansiedad evoca la
imagen que seleccionaste.
¡Hora de imaginar!
Nota: para realizar este ejercicio, léelo en profundidad para aprender a hacer el recorrido
mentalmente. Si deseas, puedes grabar este guión en un casete para que lo puedas escuchar las
veces que desees relajarte.
Mira fijamente a un punto por encima de tu cabeza en el cielo raso (si estas
tendido[a]) o hacia adelante. Has una respiración profunda hasta una cuenta de
ocho, mantenla durante una cuenta de cuatro, espira durante una cuenta de
ocho. Repite este procedimiento dos veces más.
Ahora, cierra los ojos, pero mantenlos en la misma posición en que estaban
cuando mirabas fijamente a un punto en el cielo raso o delante tuyo.
Aspira durante una cuenta de ocho, mantén el aire durante una cuenta de
cuatro; espira durante una cuenta de ocho.
Ahora has el recorrido corporal, pasando por cada zona de tu cuerpo y
propiciando un estado de relajación total en cada zona conforme vayas
pasando: dedos de tus pies, pies, piernas, talones, pantorrillas, rodillas,
muslos, glúteos, parte inferior del abdomen, región lumbar, parte superior del
abdomen, pecho, parte superior de la espalda, hombros, brazos, codos,
muñecas, manos, dedos de tus manos, garganta, cuello, rostro y cabeza.
Luego del recorrido, represéntate caminando por la playa en un día de sol.
Mientras paseas a lo largo de la playa, siente el calor del sol en tu espalda. Te
tiendes sobre una toalla suave en la arena. La arena se amolda a tu cuerpo y tú
te sientes cálido(a) y cómodo(a). El sol calienta tu piel, el aire salobre huele a
fresco. Todavía puedes saborear el jugo recién exprimido que acabas de beber,
el jugo que una amiga hizo para ti porque sabe cuánto te gusta. Oyes las olas
golpeando contra la costa en un ritmo constante. El sonido del reclamo de las
gaviotas encima de tu cabeza completa tu sensación de dichosa satisfacción.
Mientras te hallas tendido aquí te das cuenta de que estás perfectamente y
relajado(a) por completo. Te sientes seguro(a) y en paz con el mundo. Sabes
que tienes el poder de relajarte completamente en cualquier momento en que
necesites hacerlo. Al relajarte por completo, estás dando al cuerpo la
oportunidad de estabilizarse y cuando despiertes te sentirás sereno(a),
relajado(a) y capaz de continuar con las tareas del día.
Ahora mueve lentamente los dedos de las manos y de los pies. Gradualmente
abre tus ojos y retoma tus actividades.
Recuerda, puedes diseñar tu propio sitio relajante al que sólo tú puedes ir, a
menos que desees invitar a alguien más. Piensa en tu propio santuario interior.
+Práctica 5.1
(individual: ¡Tu propuesta personal!)
En este espacio vas a proponer tu ejercicio personal de relajación según tu
interés particular. Puedes seleccionarlo a partir de lo visto en las sesiones, lo
puedes componer o adaptar siguiendo las recomendaciones necesarias según
el tipo de ejercicio de relajación. Las opciones en las que puedes trabajar son:
a. Relajación muscular progresiva
b. Relajación autógena
c. Yoga
d. Meditación
e. Visualización
f. Respiración
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Mi propuesta de técnica de
relajación
Título:____________________________________
Objetivos:
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Autor(es) y año:
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Guión
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+Reto V
(Mi programa de relajación)
Reto uno. El formato de
compromiso
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En adelante, voy a practicar mis técnicas de relajación cada día en los siguientes
momentos:
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Si pasas por alto una sesión de vez en cuando, no te preocupes. Simplemente haz
todo lo que puedas. Practica la relajación hasta que llegue a ser algo automático y
hasta que puedas utilizar las técnicas en cualquier momento en que comiences a
sentirte nervioso(a), tenso(a) o irritable.
Bibliografía
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