Apuntes 2 Columna - Izquierda
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Columna Izquierda
Es una técnica que sirve para ver como nuestros modelos mentales manipulan situaciones para no
afrontar nuestros verdaderos sentimientos o pensamientos. Este ejercicio se basa en la selección de una
situación donde estoy interactuando con otras personas y no estoy obteniendo resultados concretos
(estoy empantanado) Reproduzco la conversación por escrito, con forma de guión. Escribo el guión en
el lado derecho de la página y lo que pienso pero callo en el lado izquierdo. pie, imaginemos una
conversación con un colega, Bill, después de una importante presentación ante el jefe acerca de un
proyecto en el cual trabajamos juntos. Tuve que faltar a la presentación, pero supe que se recibió
desfavorablemente:
YO: Cómo anduvo la presentación?
Bill: Bien, no sé. Es demasiado pronto para decirlo. Además, aquí estamos ingresando en territorio
nuevo.
YO: Bueno, que crees que debemos hacer ? Yo creo que tus planteos eran importantes.
Bill: Quizás tengas razón, pero quizás necesitemos hacer algo más que esperar.
¿O no está dispuesto a enfrentarlo ? YO: Bueno, ¿qué crees que debemos hacer? Yo creo que
tus planteos eran importantes
El ejercicio de la columna izquierda siempre revela supuestos ocultos y muestra cómo influyen sobre la
conducta. En el ejemplo anterior, yo hago dos supuestos decisivos sobre Bill: él no se tiene confianza,
sobre todo en cuanto a afrontar su mal desempeño; y carece de iniciativa. Quizás no sean ciertos, pero
ambos son evidentes en mi diálogo interno y ambos influyen sobre mi modo de manejar la situación.
Mi creencia en su falta de confianza se manifiesta porque yo evito decirle que la presentación fue un
desastre. Temo hacerle perder la escasa confianza que se tiene o que sea incapaz de afrontar las
pruebas, así que menciono el tema oblicuamente. Mi creencia en su falta de iniciativa surge cuando
comentamos qué hacer a continuación. El no describe un curso específico de acción a pesar de mi
pregunta. Yo lo interpreto como prueba de pereza o falta de iniciativa: se contenta con no hacer nada
cuando es preciso tomar medidas, con lo cual llego a la conclusión de que tendré que ejercer alguna
presión para motivarlo, o bien tomar el asunto en mis manos.
La lección más importante de la “columna izquierda” es ver cómo frustramos oportunidades para el
aprendizaje en las situaciones conflictivas. en vez de afrontar nuestros problemas sin rodeos, Bill y Yo
hablamos con retaceos. En vez de decidir cómo actuar para resolver el problema, terminamos el
diálogo sin ningún curso de acción claro, más aún, sin ninguna definición clara de un problema que
requiere acción.
Por qué no le digo simplemente que hay un problema? Por qué no digo que debemos analizar medidas
para poder poner nuevamente en marcha nuestro proyecto?. Quizás porque no sé cómo mencionar
estos temas con “delicadeza” para llegar a una conclusión productiva. Como los colegas de Laura,
supongo que ello provocará un diálogo defensivo y contraproducente. Temo que estaremos peor que
antes. Quizás evito la cuestión por cortesía o por no ser destructivo. Sea cual fuere la razón, el
resultado es un diálogo insatisfactorio y opto por buscar un modo de “manipular” a Bill para que
reaccione con mayor energía.
En muchas empresas se premia a los gerentes sólo por la capacidad de resolución de problemas, y en
muchos casos logran éxito por su capacidad de persuasión sobre los demás. En una discusión entre
personas muy persuasivas suele haber poco aprendizaje y se forma una bola de nieve llamada
“escalada”. (como la guerra armamentista)
En general, la aptitud para preguntar no es premiada, pero con frases como ¿puede Ud. darme un
ejemplo? o ¿ por qué llega Ud. a esa posición? se resuelven muchos litigios.
El aprendizaje más productivo se produce cuando los gerentes combinan persuasión con indagación.
Al operar en persuasión pura, la meta es ganar la discusión; cuando se combina con indagación la
meta es hallar la mejor argumentación.
Estas sugerencias ayudan a aprender la disciplina del equilibrio entre indagación y persuasión.
· explicite su propio razonamiento. (es decir, explique cómo llegó a esa opinión y los datos en que se
basa)
· Si Ud. tiene supuestos sobre los puntos de vista ajenos, expóngalos con claridad y reconozca que son
supuestos.
· describa los datos sobre los cuales se basan esos supuestos.
·No se moleste en hacer preguntas si no tiene genuino interés en la respuesta.
Cuando el diálogo se atasca (los demás no demuestran interés en indagar sus puntos de vista)
· pregunte qué datos o lógica les podría hacer cambiar su forma de parecer.
· pregunte si hay forma de diseñar un experimento conjunto que brinde nueva información.
Todas estas sugerencias carecen de valor si uno no está dispuesto a cambiar el modelo mental de una
situación; es decir, la práctica de la indagación y la persuasión significa la voluntad de exponer las
limitaciones de nuestro razonamiento y de admitir nuestros errores.
COLUMNA IZQUIERDA
Esta forma de analizar la conversación entre Cecilia y Patricia, fue creada por Chris Aryris y
Donald Schon. El ejercicio de la columna izquierda permite examinar una conversación difícil,
Revelar los pensamientos y sentimientos ocultos que la acompañan y buscar formas de
utilizarlos para mejorar tanto la calidad de interacción, como su resultado operativo.
El ejercicio de la columna izquierda:
1. La oportunidad de aprendizaje: recuerde una conversación insatisfactoria.
2. El marco contextual: Redacte uno o dos párrafos sobre la naturaleza de la situación.
3. La conversación pública: Trace una línea vertical en medio de una hoja de papel.
En la columna derecha, transcriba el diálogo desarrollado (lo más fidedignamente que le
permita su memoria o su imaginación). Escriba sólo las manifestaciones explícitas, evitando
interpretaciones o agregados. La prueba de validez de la columna derecha, es que su interlocutor
debería estar totalmente de acuerdo con lo que allí aparece fue lo que efectivamente se dijo. Deje la
columna izquierda en blanco por el momento.
4. La conversación a solas: Cuando haya finalizado su transcripción del diálogo, ponga en la
columna izquierda los pensamientos propios que no expresó.
5. Resultados y reflexiones: Después de haber completado los pasos anteriores, escriba uno o
dos párrafos sobre los resultados de conversación y sus pensamientos sobre los mismo
incluyendo:
¿Qué salió mal?
¿Por qué considera que salió mal?
¿¿Cuáles fueron los efectos de la conversación sobre el problema tratado?
¿Cuáles fueron los efectos de la conversación sobre el vínculo con el interlocutor?
¿Cuáles fueron los efectos de la conversación sobre usted? (¿cómo se sintió después?
6. Auto indagación y rediseño: Considere ahora las siguientes preguntas tratando de entender
por qué hizo usted lo que hizo y cómo podría mejorar la situación.
¿Por qué no expresó (o cree que no lo haría) el contenido de su columna izquierda?
¿Qué cree que hubiera pasado de haber dicho literalmente lo que pensaba.
-con respecto al problema tratado;
-en su vínculo con el interlocutor;
-con usted mismo?;
Cuando uno revisa su columna izquierda y descubre las “sombras” que allí yacen, puede
sorprenderse. ¿Es posible que yo tenga pensamientos y sentimientos similares? Ciertamente, sí. Este
ejercicio revela un enorme territorio sobre las interacciones humanas, que por lo general permanece
oculto. Sin embargo, esto no es tan sorprendente.
Uno no puede elegir lo que va a pensar o sentir; de la misma forma en que no puede elegir si
tener o no un dolor de cabeza o un ataque de tos .La columna izquierda no es una elección, ocurre con
independencia de la voluntad de una persona. Las ideas aparecen sin decisión consciente. Cuando más
trata uno de alejar sus pensamientos y sentimientos, tanto más ellos se aferran, cuanto más trata de
ignorarlos, tanto más demandan atención.
Expresar lisa y llanamente la columna izquierda puede producir un alivio inmediato. Como la
descarga de cualquier impulso emocional, “volcar” la columna izquierda sobre el otro nos da un cierto
placer. Pero los efectos secundarios son severos. Como basura tóxica, los pensamientos “crudos”
suelen contaminar el espacio conversacional, y generar conflicto, falta de cooperación, y malestar en
todos los participantes.
Pero “tragarse” los pensamientos y sentimientos tampoco produce resultados del todo felices.
El silencio, si bien evita la dificultad inmediata, no produce soluciones.
Primero, uno no puede controlar la aparición de los pensamientos y sentimientos que hay en su
columna izquierda.
Todo dilema nace a partir de una condición de contexto que se supone invariable. Al modificar
esta condición, la “tercera opción” del proverbio sale a la luz. En el caso de la columna izquierda, el
supuesto a reconsiderar es que los pensamientos y sentimientos tóxicos deben mantenerse en su forma
original. Por eso, “decirlos” o “no decirlos” se presenta como única alternativa. Pero hay otra:
“procesarlos”, destilando la columna izquierda hasta encontrar su esencia de pureza y efectividad. Al
igual que al petróleo crudo, podemos refinar nuestra columna izquierda y transformarla en energía
que impulse nuestra efectividad, nuestros vínculos y nuestra dignidad. La misma columna izquierda
que genera las peores rutinas defensivas, es la materia prima capaz de cimentar conversaciones más
efectivas, amistosas y honorables.
En A Path With Heraht, Jack Kornfield cuenta la historia de tres hombres, cada uno en un
estadio diferente de sabiduría, que se encuentran con un árbol venenoso. El primer hombre, mirando
sólo el riesgo personal, quiere talarlo. Su reacción es: “Destruyámoslo antes que alguien coma fruto
contaminado”, El segundo hombre, más adelantado en el camino de la sabiduría, no tiene miedo;
aprecia la tensión existente entre belleza y el peligro del árbol. Sabe que estar abierto a la vida
demanda una actitud comprensiva por todo lo que existe. “No talemos el árbol”, dice, pero pongamos
un cerco a su alrededor para que nadie se envenene”. El tercer hombre, más avanzado aún en el camino
de la sabiduría, dice: “Oh, un árbol venenoso. ¡Perfecto! Exactamente lo que estaba buscando. Tomaré
sus frutos y los utilizaré para preparar medicinas”.
Las interacciones tóxicas pueden envenenar los vínculos. Pero como todos los venenos, las
mismas toxinas conversacionales contienen los agentes necesarios para transformar los vínculos
difíciles en inmensas oportunidades de aprendizaje. El desafío es desarrollar habilidades y sabiduría
para aprovechar esas oportunidades.
El primer paso del procesamiento es la toma de conciencia. Antes de ser auténtico con los
demás uno debe ser auténtico consigo mismo. El mero hecho de escribir la columna izquierda implica
un esfuerzo de auto-observación genuina. A esto le sigue el proceso de auto-aceptación. Necesitamos
abrir la conciencia para aceptar incluso aquellas cosas que contrarían nuestra auto-imagen. Es
posible transformar en forma consciente aquello que permanece inconsciente. Aceptar, sin embargo, no
quiere decir validar. Uno puede aceptar, sin embargo, no quiere decir validar. Uno puede aceptar que
experimenta un impulso automático de agredir a quien está en desacuerdo con lo que dice, pero eso no
significa que sucumba (apruebe) esa tentación. El espíritu de aceptación no tiene nada que ver con el
espíritu de indulgencia. El segundo paso es la asunción de responsabilidad. Hacerse cargo de que uno
siempre tiene la posibilidad de responder a sus circunstancias. La clave de la transformación es
sentirse protagonista, ser proactivo y encarar el esfuerzo de modificar la conducta propia como
palanca para modificar la situación. La persona responsable, mira con autenticidad su columna
Ahora que has podido analizar y trabajar la conversación que han mantenido
Marcelo y Roxana, veremos en qué forma -una de las tantas posibles- ambos
podrían haber mantenido una conversación efectiva que les arribar a un espacio
conversacional productivo para ambos.
Marcelo: Roxana, te agradezco el poder contar con tu valiosa cooperación en este
evento de mucha importancia para mí y para la empresa. Lo que creo es que, como esta
es la primera vez que organiza una convención, tal vez se le ha pasado algo por alto.
No es un error suyo no tener experiencia, el error sería mío si no la ayudara a obtener
esa experiencia en un marco de contención y seguridad. Le propongo revisar juntos
los preparativos realizados y los pasos siguientes que ha planeado. Me alegra poder
ayudarla. si unimos tu formación y mi experiencia para que ambos nos aseguremos un
merecído éxito Sería ridículo que yo esperara que usted conozca todas las
peculiaridades de la organización de estos actos sin tener ninguna
experiencia. Entonces coménteme sobre los preparativos que ha organizado para la
convención de ventas!!
Marcelo: Tus ideas me parecen muy buenas. Propongo que las complementamos con
estos detalles y ajustes…
Reflexiones: Marcelo se queda tranquilo porque está seguro que su evento saldrá
como él quiere y que cuenta con una cooperadora con la que puede dialogar.
Roxana: se siente motivada porque sabe que su capacidad es reconocida y tiene un jefe
que confía en ella.
Con un poco de gentileza y respeto a las emociones del otro, ambos han conseguido lo
que desean, para beneficio mutuo y de la compañía.
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