España

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España

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«Estado español» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Estado español
(desambiguación).

Reino de España

Estado miembro de la Unión Europea

Bandera Escudo

Lema: «Plus ultra» (latín: ‘Más allá’)

Himno: Marcha Granadera/Marcha Real Españolaa

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Capital
Madrid 
(y ciudad más poblada)
40°25′08″N 3°41′31″O

Idioma oficial Castellanob

Gentilicio Español, -la

Forma de gobierno Monarquía parlamentaria


 • Rey Felipe VI
 • Presidente del Gobierno Pedro Sánchez

Órgano legislativo Cortes Generales

Formación
 • Unión dinástica 20 de enero de 1479c
 • Casa de Austria 14 de marzo de 1516d
 • Unificación 16 de enero de 1716e
 • Estado liberal 19 de marzo de 1812
 • Estado democrático 14 de abril de 1931
 • Constitución actual 29 de diciembre de 1978

Superficie Puesto 52.º


 • Total 505 944f km²
 • Agua (%) 1,04g

Fronteras 1952,7 kmh

Línea de costa 4964 km11

Punto más alto Teide

Población total Puesto 30.º


 • Censo (2020) 47 450 795 hab.13
 • Densidad 93,55 hab./km²

PIB (PPA) Puesto 16.º


 • Total (2021, est.)  1,984 billones de $14

 • Per cápita  42 074 $14 (37.°)

PIB (nominal) Puesto 14.º


 • Total (2021, est.)  1,439 billones de $14
 • Per cápita  30 536 $14 (30.°)

IDH (2020)  0,90415 (25.º) – Muy alto

Coeficiente de Gini  33 medio (2019)16

Moneda Euroi (€, EUR)

Huso horario CET (UTC+1)j


 • En verano CEST (UTC+2)k

Código ISO 724 / ESP / ESl

Dominio internet .es

Prefijo telefónico +34

Prefijo radiofónico AMA-AOZ, EAA-EHZ

Siglas país para aeronaves EC,m EMn

Siglas país para automóviles E

Código del COI ESP

mostrar
Membresía

1. ↑ El Real Decreto 1560/1997 lo nombra

indistintamente Marcha Granadera y Marcha Real

Española.1

2. ↑ Aunque la Real Academia Española da por

superada la polémica acerca del glotónimo y da por válidos

tanto «español» como «castellano»,2 la Constitución usa de

manera explícita «castellano» para diferenciarlo del resto de

lenguas españolas.3 Asimismo, son cooficiales

el catalán en Cataluña,4 las Islas Baleares5 y la Comunidad

Valenciana, donde es denominado valenciano;

el gallego en Galicia; el euskera en el País Vasco y la zona

vascófona de Navarra; y el occitano, denominado aranés en

el Valle de Arán, en Cataluña.4 Además están reconocidos

legalmente la lengua de signos española,6 la lengua propia

de las áreas pirenaica y prepirenaica (aragonés) y la lengua

propia del área oriental (catalán) en Aragón7 y

el asturleonés en Asturias, donde se denomina bable,8 y

en Castilla y León, donde recibe el nombre de leonés.910

3. ↑ Entre Isabel I de Castilla y Fernando II de

Aragón, los Reyes Católicos.

4. ↑ Mediante Carlos I de España. Cabe mencionar

que este no se tituló "Rey de España", sino rey de Castilla,

Aragón y el resto de territorios hispánicos.

5. ↑ Mediante los Decretos de Nueva Planta, por los

cuales fueron abolidas las instituciones del Reino de

Valencia y Reino de Aragón el 29 de junio de 1707,


del Reino de Mallorca el 28 de noviembre de 1715 y

del Principado de Cataluña en 1716.

6. ↑ Dato referido a la superficie española.11

7. ↑ Dato referido a las aguas continentales. Las

aguas jurisdiccionales o marinas son un millón de

kilómetros cuadrados aproximadamente.12

8. ↑ De los cuales: 63 km con Andorra, 646 km con

Francia, 1,2 km con Gibraltar, 1 224 km con Portugal, 18,5

con Marruecos (8 en Ceuta y 10,5 en Melilla). Asimismo,

existe una frontera adicional de 75 metros entre Marruecos

y el Peñón de Vélez de la Gomera.

9. ↑ Desde 1868 y hasta 2002, la peseta (₧, ESP).

10. ↑ WET (UTC±0) en Canarias.

11. ↑ WEST (UTC+1) en Canarias.

12. ↑ Para las ciudades autónomas

de Ceuta y Melilla: EA. Para Canarias: IC. Estos códigos no

son oficiales pero sí reservados.17

13. ↑ Utilizada en aeronaves civiles.

14. ↑ Utilizada en aeronaves militares.

15. ↑ España es miembro del G20 como invitado

permanente.

España, también denominado Reino de España,nota 1 es


un país soberano transcontinental, miembro de la Unión Europea, constituido
en Estado social y democrático de derecho, cuya forma de gobierno es
la monarquía parlamentaria. Su territorio, con capital en Madrid,30 está organizado
en diecisiete comunidades autónomas, formadas a su vez por
cincuenta provincias; y dos ciudades autónomas.
España se sitúa tanto al sur de Europa Occidental como en el norte de África. En
Europa, ocupa la mayor parte de la península ibérica, conocida como España
peninsular, y las islas Baleares (en el mar Mediterráneo occidental); en África se
hallan las ciudades de Ceuta (en la península tingitana) y Melilla (en el cabo de
Tres Forcas), las islas Canarias (en el océano Atlántico nororiental) y otras
posesiones mediterráneas denominadas «plazas de soberanía». El municipio
de Llivia, en los Pirineos, constituye un exclave rodeado totalmente por territorio
francés. Completa el conjunto de territorios una serie de islas e islotes frente a las
propias costas peninsulares. Tiene una extensión de 505 370 km²,11 por lo que es
el cuarto país más extenso del continente, tras Rusia, Ucrania y Francia,nota 2 y con
una altitud media de 650 metros sobre el nivel del mar, uno de los países más
montañosos de Europa. Su población supera los 47 millones de habitantes,
aunque la densidad de población es reducida.3113 El territorio peninsular comparte
fronteras terrestres con Francia y con Andorra al norte, con Portugal al oeste y con
el territorio británico de Gibraltar al sur. En sus territorios africanos, comparte
fronteras terrestres y marítimas con Marruecos. Comparte con Francia la
soberanía sobre la isla de los Faisanes en la desembocadura del río Bidasoa y
cinco facerías pirenaicas.32
De acuerdo con la Constitución, y según su artículo 3.1, «el castellano es la
lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de
conocerla y el derecho a usarla».3 En 2012, era la lengua materna del 82 % de los
españoles.33 Según el artículo 3.2, «las demás lenguas españolas serán también
oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus
Estatutos».3 El idioma español o castellano, segunda lengua materna más hablada
del mundo y con casi 600 millones de hispanohablantes, 34 es uno de los más
importantes legados del acervo cultural e histórico de España en el mundo.
Perteneciente culturalmente a la Europa Latina y heredero de una vasta
influencia grecorromana, España alberga también la cuarta colección más
numerosa del mundo de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco.35
Es un país desarrollado —goza de la segunda esperanza de vida más elevada del
mundo— y de altos ingresos, cuyo PIB coloca a la economía española en
la decimocuarta posición mundial (2021).36 Gracias a sus características únicas,
España es una gran potencia turística y se erige como el segundo país más
visitado del mundo —más de 83 millones de turistas en 2019— y el segundo país
del mundo en ingresos económicos provenientes del turismo internacional. 3738
Tiene un índice de desarrollo humano muy alto (0,904), según el informe de
2020 del Programa de la ONU para el Desarrollo.15 España también tiene una
notable proyección internacional a través de su pertenencia a múltiples
organizaciones internacionales como Naciones Unidas, el Consejo de Europa,
la Organización Mundial del Comercio, la Organización de Estados
Iberoamericanos, la OCDE, la OTAN y la Unión Europea —incluidos dentro de
esta al espacio Schengen y la Eurozona—, además de ser miembro de
facto del G20.
La primera presencia constatada de homínidos del género  Homo se remonta a 1,2
millones de años antes del presente, como atestigua el descubrimiento de una
mandíbula de un Homo aún sin clasificar en el yacimiento de Atapuerca.39 En
el siglo III a. C., se produjo la intervención romana en la Península, lo que conllevó
a una posterior conquista de lo que, más tarde, se convertiría en Hispania. En el
Medievo, la zona fue conquistada por distintos pueblos germánicos y por
los musulmanes, llegando estos a tener presencia durante algo más de siete
centurias. No es hasta el s. XV d. C., con la unión dinástica de Castilla y Aragón y
la culminación de la Reconquista, junto con la posterior anexión navarra, cuando
se puede hablar de la cimentación de «España», como era denominada en el
exterior.404142 Ya en la Edad Moderna, los monarcas españoles dominaron
el primer imperio de ultramar global, que abarcaba territorios en los cinco
continentes,nota 3 dejando un vasto acervo cultural y lingüístico por el globo. A
principios del XIX, tras sucesivas guerras en Hispanoamérica, pierde la mayoría de
sus territorios en América, acrecentándose esta situación con el desastre del 98.
Durante este siglo, se produciría también una guerra contra el invasor francés, una
serie de guerras civiles, una efímera república reemplazada nuevamente por
una monarquía constitucional y el proceso de modernización del país. En el primer
tercio del siglo XX, se proclamó una república constitucional. Un golpe de Estado
militar fallido provocó el estallido de una guerra civil, cuyo fin dio paso a
la dictadura de Francisco Franco, finalizada con la muerte de este en 1975,
momento en que se inició una transición hacia la democracia, cuyo clímax fue
la redacción, ratificación en referéndum y promulgación de la Constitución de
1978.nota 4 Acrecentado significativamente durante el llamado «milagro económico
español», el desarrollo económico y social del país ha continuado a lo largo del
vigente periodo democrático.

Índice

 1Toponimia
o 1.1Origen de la palabra Hispania
o 1.2Evolución de la palabra  Hispania a España
o 1.3Uso histórico del término  España
 1.3.1Uso del término España hasta la Edad Media
 1.3.2Identificación con las Coronas de Castilla y Aragón
 1.3.3Evolución independiente del gentilicio español
 2Historia
o 2.1Prehistoria, protohistoria y Edad Antigua
o 2.2Edad Media
 2.2.1Alta Edad Media
 2.2.2Plena Edad Media
 2.2.3Baja Edad Media
o 2.3Edad Moderna
o 2.4Edad Contemporánea
 2.4.1Siglo XIX
 2.4.2Siglo XX
 2.4.3Siglo XXI
 3Gobierno y política
o 3.1División de poderes
o 3.2Relaciones exteriores
o 3.3Fuerzas armadas
o 3.4Derechos humanos
 4Organización territorial
o 4.1Estado de las autonomías
o 4.2Reclamaciones territoriales y territorios en disputa
o 4.3El caso del Sahara Occidental
 5Geografía
o 5.1Clima
o 5.2Medio ambiente
o 5.3Sistemas montañosos
o 5.4Flora
o 5.5Fauna
o 5.6Huso horario
 6Demografía
o 6.1Áreas metropolitanas
o 6.2Distribución de la población por islas
o 6.3Inmigración en España
o 6.4Municipios más poblados
o 6.5Lenguas
o 6.6Religión
o 6.7Sanidad
 7Economía
o 7.1Sector primario
o 7.2Industria
o 7.3Ciencia y tecnología
o 7.4Sector servicios
 7.4.1Turismo
o 7.5Comercio exterior
 7.5.1Balanza de pagos
 8Infraestructura
o 8.1Energía
o 8.2Transporte
o 8.3Vivienda
o 8.4Telecomunicaciones
o 8.5Medios de comunicación
 9Cultura
o 9.1Patrimonio de la Humanidad
o 9.2Arte
o 9.3Literatura
o 9.4Arquitectura
o 9.5Fiestas oficiales
 9.5.1Festividades religiosas de ámbito público
o 9.6Tauromaquia
o 9.7Deportes
 10Ubicación geográfica
 11Véase también
 12Notas
 13Referencias
 14Bibliografía
 15Enlaces externos

Toponimia
Origen de la palabra Hispania
Véase también: Origen del nombre de Hispania
Castillo de Sancti Petri (San Fernando, Cádiz). En este lugar se hallaba el Templo de Hércules Melkart.

El nombre de «España» deriva de Hispania, nombre con el que


los romanos designaban geográficamente al conjunto de la península ibérica,
término alternativo al nombre Iberia, preferido por los autores griegos para
referirse al mismo espacio. Sin embargo, el hecho de que el término Hispania no
es de raíz latina ha llevado a la formulación de varias teorías sobre su origen,
algunas de ellas controvertidas.
Hispania proviene del fenicio i-spn-ya, un término cuyo uso está documentado
desde el segundo milenio antes de Cristo, en inscripciones ugaríticas. Los fenicios
constituyeron la primera civilización no ibérica que llegó a la península para
expandir su comercio y que fundó, entre otras, Gadir, la actual Cádiz, la ciudad
habitada más antigua de Europa Occidental.4344 Los romanos tomaron la
denominación de los vencidos cartagineses, interpretando el prefijo i como
«costa», «isla» o «tierra», con ya con el significado de «región». El lexema spn,
que en fenicio y también en hebreo se puede leer como saphan, se tradujo como
«conejos» (en realidad «damanes», unos animales del tamaño del conejo
extendidos por África y el Creciente Fértil). Los romanos, por tanto, le dieron a
Hispania el significado de «tierra abundante en conejos», un uso recogido
por Cicerón, César, Plinio  el Viejo, Catón, Tito Livio y, en particular, Catulo, que se
refiere a Hispania como península cuniculosa (en algunas monedas acuñadas en
la época de Adriano figuraban personificaciones de Hispania como una dama
sentada y con un conejo a sus pies), en referencia al tiempo que vivió en Hispania.
Sobre el origen fenicio del término, el historiador y hebraísta Cándido María
Trigueros propuso en la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona en
1767 una teoría diferente, basada en el hecho de que el alfabeto fenicio (al igual
que el hebreo) carecía de vocales. Así spn (sphan en hebreo y arameo)
significaría en fenicio «el norte», una denominación que habrían tomado los
fenicios al llegar a la península ibérica bordeando la costa africana, viéndola al
norte de su ruta, por lo que i-spn-ya sería la «tierra del norte». Por su parte,
según Jesús Luis Cunchillos en su Gramática fenicia elemental (2000), la raíz del
término span es spy, que significa «forjar» o «batir metales». Así, i-spn-
ya sería «la tierra en la que se forjan metales».45
Aparte de la teoría de origen fenicio, que es la más aceptada a pesar de que el
significado preciso del término sigue siendo objeto de discusiones, a lo largo de la
historia se propusieron diversas hipótesis, basadas en similitudes aparentes y
significados más o menos relacionados. A principios de la Edad Moderna, Antonio
de Nebrija, en la línea de Isidoro de Sevilla, propuso su origen autóctono como
deformación de la palabra ibérica Hispalis, que significaría «la ciudad de
occidente»46 y que, al ser Hispalis la ciudad principal de la península, los fenicios y
luego los romanos dieron su nombre a todo su territorio. 47 Posteriormente, Juan
Antonio Moguel propuso en el siglo XIX que el término Hispania podría provenir de
la palabra euskera Izpania, que vendría a significar «que parte el mar» al estar
compuesta por las voces iz y pania o bania que significa «dividir» o «partir».48 A
este respecto, Miguel de Unamuno declaró en 1902: «La única dificultad que
encuentro [...] es que, según algunos paisanos míos, el nombre España deriva del
vascuence ezpaña, labio, aludiendo a la posición que tiene nuestra península en
Europa».49 Otras hipótesis suponían que tanto Hispalis como Hispania eran
derivaciones de los nombres de dos reyes legendarios de España, Hispalo y su
hijo Hispan o Hispano, hijo y nieto, respectivamente, de Hércules.50
Evolución de la palabra Hispania a España
A partir del periodo visigodo, el término Hispania, hasta entonces usado
geográficamente, comenzó a emplearse también con una connotación política,
como muestra el uso de la expresión Laus Hispaniae para describir la historia de
los pueblos de la península en las crónicas de Isidoro de Sevilla.
Tú eres, oh Hispania, sagrada y madre siempre feliz de príncipes y de pueblos, la más hermosa de
todas las tierras que se extienden desde el Occidente hasta la India. Tú, por derecho, eres ahora la
reina de todas las provincias, de quien reciben prestadas sus luces no sólo el ocaso, sino también el
Oriente. Tú eres el honor y el ornamento del orbe y la más ilustre porción de la tierra, en la cual
grandemente se goza y espléndidamente florece la gloriosa fecundidad de la nación goda. Con justicia
te enriqueció y fue contigo más indulgente la naturaleza con la abundancia de todas las cosas creadas,
tú eres rica en frutos, en uvas copiosa, en cosechas alegre... Tú te hallas situada en la región más grata
del mundo, ni te abrasas en el ardor tropical del sol, ni te entumecen rigores glaciares, sino que, ceñida
por templada zona del cielo, te nutres de felices y blandos céfiros... Y por ello, con razón, hace tiempo
que la áurea Roma, cabeza de las gentes, te deseó y, aunque el mismo poder romano, primero
vencedor, te haya poseído, sin embargo, al fin, la floreciente nación de los godos, después de
innumerables victorias en todo el orbe, con empeño te conquistó y te amó y hasta ahora te goza segura
entre ínfulas regias y copiosísimos tesoros en seguridad y felicidad de imperio.
ISIDORO DE SEVILLA, Santo (siglo VI-VII). Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et
Suevorum [Historia de los reyes de los godos, vándalos y suevos]. Trad. de Rodríguez Alonso (1975).
León. pp. 169 y 171.5152

La palabra España deriva fonéticamente de Hĭspanĭa, de manera regular a través


a la palatalización de la /n/ en /ñ/ ante yod latina -ĭa, la pérdida de la H- inicial (que
se da en latín tardío) y la abertura de la ĭ en posición inicial a /e/. Sin
embargo, España no puede considerarse la traducción al español de la palabra
latina Hispania, ya que el uso moderno designa una extensión diferente.
Uso histórico del término España
Uso del término España hasta la Edad Media
La evolución de la palabra España es acorde con otros usos culturales. Hasta
el Renacimiento, los topónimos que hacían referencia a territorios nacionales y
regionales eran relativamente inestables, tanto desde el punto de vista semántico
como del de su precisa delimitación geográfica. Así, en tiempos de los
romanos Hispania correspondía al territorio que ocupaban en la península,
Baleares y, en el siglo III, parte del norte de África —la Mauritania Tingitana, que
se incluyó en el año 285 en la Diocesis Hispaniarum—.
En el dominio visigodo, el rey Leovigildo, tras unificar la mayor parte del territorio
de la España peninsular a fines del s. VI, se titula rey de Gallaecia, Hispania y
Narbonensis. San Isidoro de Sevilla narra la búsqueda de la unidad peninsular,
finalmente culminada en el reinado de Suintila en la primera mitad del s. VII y se
habla de la «madre España». En su obra Historia Gothorum, Suintila aparece
como el primer rey de Totius Spaniae («toda España»). El prólogo de la misma
obra es el conocido De laude Spaniae («Acerca de la alabanza a España»).
En tiempos del rey Mauregato, fue compuesto el himno O Dei Verbum en el que
se califica al apóstol como dorada cabeza refulgente de Ispaniae («Oh, vere digne
sanctior apostole caput refulgens aureum Ispaniae, tutorque nobis et patronus
vernulus»).nota 5

Manuscrito de la Estoria de España de Alfonso X de Castilla, «el Sabio».

Con la invasión musulmana, el nombre de Spania o España se transformó en


‫اسبانيا‬, Isbāniyā. El uso de la palabra España sigue resultando inestable,
dependiendo de quién lo use y en qué circunstancias. Algunas crónicas y otros
documentos de la Alta Edad Media designan exclusivamente con ese nombre
(España o Spania) al territorio dominado por los musulmanes. Así, Alfonso I de
Aragón, «el Batallador», dice en sus documentos que «Él reina en Pamplona,
Aragón, Sobrarbe y Ribagorza» y, cuando en 1126 hace una expedición hasta
Málaga, nos dice que «fue a las tierras de España». Pero ya a partir de los últimos
años del siglo XII, se generaliza nuevamente el uso del nombre de España para
toda la Península, sea de musulmanes o de cristianos. Así se habla de los cinco
reinos de España: Granada (musulmán), León con Castilla, Navarra, Portugal y
la Corona de Aragón (cristianos).
Identificación con las Coronas de Castilla y Aragón
A medida que avanza la Reconquista, varios reyes se proclamaron príncipes de
España, tratando de reflejar la importancia de sus reinos en la península ibérica. 53
Tras la unión dinástica de Castilla y Aragón, se comienza a usar en estos dos
reinos el nombre de España para referirse a ambos, circunstancia que, por lo
demás, no tenía nada de novedosa; así, ya en documentos de los años 1124 y
1125, con motivo de la expedición militar por Andalucía de Alfonso el Batallador,
se referían a este —que había unificado los reinos de Castilla y Aragón tras su
matrimonio con Urraca I de León— con los términos «reinando en España» o
reinando «en toda la tierra de cristianos y sarracenos de España». 54
Evolución independiente del gentilicio español
El gentilicio español ha evolucionado de forma distinta a la que cabría esperar
(cabría esperar algo similar a «hispánico»). Existen varias teorías sobre cómo
surgió el propio gentilicio español. Según una de ellas, el sufijo -ol es característico
de las lenguas romances provenzales y poco frecuente en las lenguas romances
habladas entonces en la península, por lo que considera que habría sido
importado a partir del siglo IX, con el desarrollo del fenómeno de las
peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela, por los numerosos
visitantes francos que recorrieron la península, favoreciendo que con el tiempo se
divulgara la adaptación del nombre latino hispani a partir
del espagnol, espanyol, espannol, espanhol, español, etc. (las grafías gn, nh y ny,
además de nn, y su abreviatura ñ, representaban el mismo fonema) con que ellos
designaban a los cristianos de la antigua Hispania. Posteriormente, habría sido la
labor de divulgación de las élites formadas la que promocionó el uso
de español y españoles: la palabra españoles aparece veinticuatro veces en
el cartulario de la catedral de Huesca, manuscrito de 1139-1221,55 mientras que en
la Estoria de España, redactada entre 1260 y 1274 por iniciativa de Alfonso  X  el
Sabio, se empleó exclusivamente el gentilicio españoles.56
El Diccionario de la lengua española publicado por la Real Academia Española, en
su vigesimotercera edición (2014), asegura que la voz español proviene de
la provenzal espaignol, y esta del latín medieval Hispaniŏlus,
de Hispania, España.57

Historia
Artículo principal: Historia de España
Véanse también: Formaciónterritorial de España,  Ser de España,  Cronología de los
reinos en la península ibérica  y  Cronología de España.
Prehistoria, protohistoria y Edad Antigua
Artículos principales: Prehistoria
en la península ibérica,  Protohistoria de la península
ibérica  e  Historia antigua de la península ibérica.
Uno de los bisontes de la cueva de Altamira (Cantabria), pintada durante el Paleolítico superior.

El actual territorio español aloja dos de los lugares más importantes para la
prehistoria europea y mundial: la sierra de Atapuerca (donde se ha definido la
especie Homo antecessor y se ha hallado la serie más completa de huesos
de Homo heidelbergensis) y la cueva de Altamira (donde por primera vez en el
mundo se identificó el arte paleolítico).
La particular posición de la península ibérica como «Extremo Occidente»
del mundo mediterráneo determinó la llegada de sucesivas influencias culturales
del Mediterráneo oriental, particularmente las vinculadas al Neolítico y la Edad de
los Metales (agricultura, cerámica, megalitismo), proceso que culminó en las
denominadas colonizaciones históricas del I milenio a. C. Tanto por su localización
favorable para las comunicaciones como por sus posibilidades agrícolas y su
riqueza minera, las zonas este y sur fueron las que alcanzaron un mayor
desarrollo (cultura de los Millares, Cultura del Argar, Tartessos, pueblos iberos).
También hubo continuos contactos con Europa Central (cultura de los campos de
urnas, celtización).

La Dama de Elche, obra maestra del arte ibero.

La datación más antigua de un hecho histórico en España es la de la legendaria


fundación de la colonia fenicia de Gadir (la Gades romana, que hoy es Cádiz), que
según fuentes romanas (Veleyo Patérculo y Tito Livio) se habría producido
ochenta años después de la guerra de Troya, antes que la de la propia Roma,58 lo
que la situaría en el 1104 a. C. y sería la fundación de una ciudad en Europa
Occidental de referencias más antiguas.4344 Las no menos legendarias referencias
que recoge Heródoto de contactos griegos con el reino tartésico de Argantonio se
situarían, por su parte, en el año 630 a. C. Las evidencias arqueológicas de
establecimientos fenicios (Ebusus —Ibiza—, Sexi —Almuñécar—, Malaka —
Málaga—) permiten hablar de un monopolio fenicio de las rutas comerciales en
torno al estrecho de Gibraltar (incluyendo las del Atlántico, como la ruta del
estaño), que limitó la colonización griega al norte mediterráneo (Emporion, la
actual Ampurias).
Las colonias fenicias pasaron a ser controladas por Cartago desde el siglo VI a. C.,
periodo en el que también se produce la desaparición de Tartessos. Ya en el
siglo III a. C., la victoria de Roma en la primera guerra púnica estimuló aún más el
interés cartaginés por la península ibérica, por lo que se produjo una verdadera
colonización territorial, con centro en Qart Hadasht (Cartagena), liderada por
la familia Barca.

Teatro romano de Mérida, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1993. Más de dos mil años
después de su construcción sigue utilizándose como espacio escénico.

La intervención romana se produjo en la segunda guerra púnica (218 a. C.), que


inició una paulatina conquista romana de Hispania, no completada hasta casi
doscientos años más tarde. La derrota cartaginesa permitió una relativamente
rápida incorporación de las zonas este y sur, que eran las más ricas y con un nivel
de desarrollo económico, social y cultural más compatible con la propia civilización
romana. Mucho más dificultoso se demostró el sometimiento de los pueblos de la
Meseta, más pobres (guerras lusitanas y guerras celtíberas), que exigió
enfrentarse a planteamientos bélicos totalmente diferentes a la guerra clásica
(la guerrilla liderada por Viriato —asesinado el 139 a. C.—, resistencias extremas
como la de Numancia —vencida el 133 a. C.—). En el siglo siguiente,
las provincias romanas de Hispania, convertidas en fuente de enriquecimiento de
funcionarios y comerciantes romanos y de materias primas y mercenarios,
estuvieron entre los principales escenarios de las guerras civiles romanas, con la
presencia de Sertorio, Pompeyo y Julio César. La pacificación (pax romana) fue el
propósito declarado de Augusto, que pretendió dejarla definitivamente asentada
con el sometimiento de cántabros y astures (29-19 a. C.), aunque no se produjo su
efectiva romanización. En el resto del territorio, la romanización de Hispania fue
tan profunda como para que algunas familias hispanorromanas alcanzaran la
dignidad imperial (Trajano, Adriano y Teodosio) y hubiera hispanos entre los más
importantes intelectuales romanos (el filósofo Lucio Anneo Séneca, los
poetas Lucano, Quintiliano o Marcial, el geógrafo Pomponio Mela o el
agrónomo Columela), si bien, como escribió Tito Livio en tiempos de Augusto,
«aunque fue la primera provincia importante invadida por los romanos fue la última
en ser dominada completamente y ha resistido hasta nuestra época»,
atribuyéndolo a la naturaleza del territorio y al carácter recalcitrante de sus
habitantes. La asimilación del modo de vida romano, larga y costosa, ofreció una
gran diversidad desde los grados avanzados en la Bética a la incompleta y
superficial romanización del norte peninsular.
Edad Media
Artículo principal: Historia medieval de España
Alta Edad Media

Situación política de la península ibérica en el año 560

Corona votiva de Recesvinto, tesoro de Guarrazar.

En el año 409 un grupo de pueblos


germánicos (suevos, alanos y vándalos) invadieron la península ibérica. En el 416,
lo hicieron a su vez los visigodos, un pueblo igualmente germánico, pero mucho
más romanizado, bajo la justificación de restaurar la autoridad imperial. En la
práctica tal vinculación dejó de tener significación y crearon un reino visigodo con
capital primero en Tolosa (la actual ciudad francesa de Toulouse) y posteriormente
en Toletum (Toledo), tras ser derrotados por los francos en la batalla de
Vouillé (507). Entretanto, los vándalos pasaron a África y los suevos conformaron
el reino de Braga en la antigua provincia de Gallaecia (el cuadrante noroeste
peninsular). Leovigildo materializó una poderosa monarquía visigoda con las
sucesivas derrotas de los suevos del noroeste y otros pueblos del norte (la zona
cantábrica, poco romanizada, se mantuvo durante siglos sin una clara sujeción a
una autoridad estatal) y los bizantinos del sureste (Provincia de Spania, con centro
en Carthago Spartaria, la actual Cartagena), que no fue completada hasta el
reinado de Suintila en el año 625.

Estatua de Isidoro de Sevilla por José Alcoverro ubicada en la escalinata de acceso a la Biblioteca


Nacional de España.

Isidoro de Sevilla, en su Historia Gothorum, se congratula de que este rey fuera


«el primero que poseyó la monarquía del reino de toda España que rodea el
océano, cosa que a ninguno de sus antecesores le fue concedida...» El carácter
electivo de la monarquía visigótica determinó una gran inestabilidad política
caracterizada por continuas rebeliones y magnicidios. 59 La unidad religiosa se
había producido con la conversión al catolicismo de Recaredo (587), proscribiendo
el arrianismo que hasta entonces había diferenciado a los visigodos, impidiendo su
fusión con las clases dirigentes hispanorromanas. Los Concilios de Toledo se
convirtieron en un órgano en el que, reunidos en asamblea, el rey, los principales
nobles y los obispos de todas las diócesis del reino sometían a consideración
asuntos de naturaleza tanto política como religiosa. El Liber
Iudiciorum promulgado por Recesvinto (654) como derecho común a
hispanorromanos y visigodos tuvo una gran proyección posterior.
En el año 689 los árabes llegaron al África noroccidental y en el año 711, llamados
por la facción visigoda enemiga del rey Rodrigo, cruzaron el Estrecho de Gibraltar
(denominación que recuerda al general bereber Tarik, que lideró la expedición) y
lograron una decisiva victoria en la batalla de Guadalete. La evidencia de la
superioridad llevó a convertir la intervención, de carácter limitado en un principio,
en una verdadera imposición como nuevo poder en Hispania, que se terminó
convirtiendo en un emirato o provincia del imperio árabe llamada al-Ándalus con
capital en la ciudad de Córdoba. El avance musulmán fue veloz: en el 712 tomaron
Toledo, la capital visigoda; el resto de las ciudades fueron capitulando o siendo
conquistadas hasta que en el 716 el control musulmán abarcaba toda la península,
aunque en el norte su dominio era más bien nominal que efectivo. En
la Septimania, al noreste de los Pirineos, se mantuvo un núcleo de resistencia
visigoda hasta el 719. El avance musulmán contra el reino franco fue frenado
por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732).

La península en el año 910.

La poco controlada zona noroeste de la península ibérica fue escenario de la


formación de un núcleo de resistencia cristiano centrado en la cordillera
Cantábrica, zona en la que un conjunto de pueblos poco romanizados
(astures, cántabros y vascones), escasamente sometidos al reino godo, tampoco
habían suscitado gran interés para las nuevas autoridades islámicas. En el resto
de la península ibérica, los señores godos o hispanorromanos, o bien se
convirtieron al islam (los denominados muladíes, como la familia banu Qasi, que
dominó el valle medio del Ebro) o bien permanecieron fieles a las autoridades
musulmanas aun siendo cristianos (los denominados mozárabes), conservaron su
posición económica y social e incluso un alto grado de poder político y territorial
(como Tudmir, que dominó una extensa zona del sureste).

Cruz de la Victoria, Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.

La sublevación inicial de Don Pelayo fracasó, pero en un nuevo intento del año


722 consiguió imponerse a una expedición de castigo musulmana en un pequeño
reducto montañoso, lo que la historiografía denominó «batalla de Covadonga». La
determinación de las características de ese episodio sigue siendo un asunto no
resuelto, puesto que más que una reivindicación de legitimismo visigodo (si es que
el propio Pelayo o los nobles que le acompañaban lo eran) se manifestó como una
continuidad de la resistencia al poder central de los cántabros locales (a pesar del
nombre que terminó adoptando el reino de Asturias, la zona no era de ninguno de
los pueblos astures, sino la de los cántabros vadinienses).60 El «goticismo» de
las crónicas posteriores asentó su interpretación como el inicio de la
«Reconquista», la recuperación de todo el territorio peninsular, al que los
cristianos del norte entendían tener derecho por considerarse legítimos
continuadores de la monarquía visigoda.
Los núcleos cristianos orientales tuvieron un desarrollo inicial claramente
diferenciado del de los occidentales. La continuidad de los godos de la
Septimania, incorporados al reino franco, fue base de las campañas
de Carlomagno contra el Emirato de Córdoba, con la intención de establecer
una Marca Hispánica al norte del Ebro, de forma similar a como hizo con
otras marcas fronterizas en los límites de su Imperio. Demostrada imposible la
conquista de las zonas del valle del Ebro, la Marca se limitó a la zona pirenaica,
que se organizó en diversos condados en constantes cambios, enfrentamientos y
alianzas tanto entre sí como con los árabes y muladíes del sur. Los condes, de
origen franco, godo o local (vascones en el caso del condado de Pamplona)
ejercían un poder de hecho independiente, aunque mantuvieran la subordinación
vasallática con el Emperador o, posteriormente, el rey de Francia Occidentalis. El
proceso de feudalización que llevó a la descomposición de la dinastía carolingia,
evidente en el siglo IX, fue estableciendo paulatinamente la transmisión hereditaria
de las condados y su completa emancipación de la vinculación con los reyes
francos. En todo caso, el vínculo nominal se mantuvo mucho tiempo: hasta el año
988 los condes de Barcelona fueron renovando su contrato de vasallaje.

Interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba, obra maestra del arte hispanomusulmán.

En 756, Abderramán I (un Omeya superviviente del exterminio de la familia califal


destronada por los abbasíes) fue acogido por sus partidarios en al-Ándalus y se
impuso como emir. A partir de entonces, el Emirato de Córdoba fue políticamente
independiente del Califato abasí (que trasladó su capital a Bagdad). La obediencia
al poder central de Córdoba fue desafiada en ocasiones con revueltas o episodios
de disidencia protagonizados por distintos grupos etno-religiosos, como
los bereberes de la Meseta del Duero, los muladíes del valle del Ebro o
los mozárabes de Toledo, Mérida o Córdoba (jornada del foso de
Toledo y Elipando, mártires de Córdoba y San Eulogio) y se llegó a producir una
grave sublevación encabezada por un musulmán convertido al cristianismo (Omar
ibn Hafsún, en Bobastro). Los núcleos de resistencia cristiana en el norte se
consolidaron, aunque su independencia efectiva dependía de la fortaleza o
debilidad que fuera capaz de demostrar el Emirato cordobés.

Castillo de Gormaz.

En 929, Abderramán III se proclamó califa, manifestando su pretensión de dominio


sobre todos los musulmanes. El Califato de Córdoba solo consiguió imponerse,
más allá de la península ibérica, sobre un difuso territorio norteafricano; pero sí
logró un notable crecimiento económico y social, con un gran desarrollo urbano y
una pujanza cultural en todo tipo de ciencias, artes y letras, que le hizo destacar
tanto en el mundo islámico como en la entonces atrasada Europa cristiana
(sumida en la «Edad Oscura» que siguió al renacimiento carolingio). Ciudades
como Valencia, Zaragoza, Toledo o Sevilla se convirtieron en núcleos urbanos
importantes, pero Córdoba llegó a ser, durante el califato de al-Hakam II, la mayor
ciudad de Europa Occidental; quizá alcanzó el medio millón de habitantes, y sin
duda fue el mayor centro cultural de la época, como muestran la construcción
de Medina Azahara o el traslado de la Casa de la Moneda a la ciudad en 947.61A
la muerte de Almanzor en 1002, tras su derrota ante una coalición cristiana en
la batalla de Calatañazor, comenzaron una serie de enfrentamientos entre familias
dirigentes musulmanas, que llevaron a la desaparición del califato y la formación
de un mosaico de pequeños reinos, llamados de taifas.
El reino de Asturias, con su capital fijada en Oviedo desde el reinado de Alfonso II
el Casto, se había transformado en reino de León en 910 con García I al
repartir Alfonso III el Magno sus territorios entre sus hijos. En 914, muerto García,
subió al trono Ordoño II, que reunificó Galicia, Asturias y León y fijó
definitivamente en esta última ciudad su capital. Su territorio, que llegaba hasta el
Duero, se fue paulatinamente repoblando mediante el sistema
de presura (concesión de la tierra al primero que la roturase, para atraer a
población en las peligrosas zonas fronterizas), mientras que los señoríos laicos o
eclesiásticos (de nobles o monasterios) se fueron implantando posteriormente. En
las zonas en que la frontera fue una condición más permanente y la defensa
recaía en la figura social del caballero-villano, lo que ocurrió particularmente en la
zona oriental del reino, se conformó un territorio de personalidad marcadamente
diferenciada: el condado de Castilla (Fernán González). Un proceso hasta cierto
punto similar (aprisio) se produjo en los condados catalanes de la
llamada Cataluña la Vieja (hasta el Llobregat, por oposición a la Cataluña la
Nueva conquistada a partir del siglo XII).
Plena Edad Media
Alfonso X de Castilla tuvo una gran labor jurídica, cultural y de historiografía, acercando Castilla y León
a las corrientes europeas.

El siglo XI comenzó con el predominio entre los reinos cristianos del reino de


Navarra. Sancho III el Mayor incorporó los condados pirenaicos centrales
(Aragón, Sobrarbe y Ribagorza) y el condado leonés de Castilla, estableciendo un
protectorado de hecho sobre el propio reino de León. Los enfrentamientos entre
las taifas musulmanas, que recurrían a los cristianos como tropas mercenarias
para imponerse unas sobre otras, aumentaron notablemente su poder, que llegó a
ser suficiente como para someterlas al pago de parias.
Los territorios de Sancho el Mayor fueron distribuidos entre sus hijos tras su
muerte. Fernando obtuvo Castilla. Su matrimonio con la hermana del rey leonés y
el apoyo navarro le permitieron imponerse como rey de León tras la muerte de su
cuñado en la batalla de Tamarón (1037). A la muerte de Fernando se volvió a
realizar un reparto territorial que multiplicó el número de territorios que adquirieron
el rango regio: reino de León, reino de Galicia, reino de Castilla, así como la
ciudad de Zamora. Sucesivamente se produjeron reunificaciones y divisiones,
siempre revertidas, excepto en el caso del condado de Portugal, convertido
en reino. La conquista de Toledo por Alfonso VI (1085) permitió la repoblación de
la amplia región entre los ríos Duero y Tajo mediante la concesión
de fueros y cartas pueblas a concejos con jurisdicción sobre amplias zonas
(comunidad de villa y tierra) sobre los que ejercían una especie de «señorío
colectivo». Un proceso similar se produjo en el valle del Ebro, repoblado (en parte
con mozárabes emigrados del sur peninsular) a partir de la conquista de Zaragoza
(1118) por Alfonso I el Batallador, rey de Navarra y Aragón, que incluso llegó a ser
rey consorte de Castilla y León (en un accidentado matrimonio con Urraca I de
Castilla, que terminó anulándose). A su muerte sin herederos directos se
separaron definitivamente sus reinos: mientras que Navarra quedó marginada en
la Reconquista, sin crecimiento hacia el sur, Aragón se vinculó con Cataluña en
1137 por el matrimonio de la reina Petronila con el conde Ramón Berenguer IV de
Barcelona y formaron la Corona de Aragón.

Catedral de Burgos, gótica, como muchas otras catedrales de España. Burgos fue sede del Consulado


del Mar de la Corona de Castilla en sus relaciones comerciales con Europa, heredera de la Hermandad
de las Marismas de Vitoria.

Por su parte, la conformación de la Corona de Castilla como conjunto de reinos,


con un único rey y unas únicas Cortes, no se consolidó hasta el siglo XIII. Los
distintos territorios conservaban diversas particularidades jurídicas, así como su
condición de reino, perpetuada en la intitulación regia: «rey de Castilla, de León,
de Galicia, de Nájera, de Toledo,... señor de Vizcaya y de Molina», añadiendo
sucesivamente los títulos de soberanía de los nuevos reinos que se fueran
conquistando o adquiriendo. Alfonso VII adoptó el título de Imperator totius
Hispaniae. La repoblación de la amplia zona entre el Tajo y Sierra Morena,
relativamente despoblada, se confió a las órdenes
militares (Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa).

Universidad de Salamanca, fundada como universidad plena en 1252.


Los avances cristianos hacia el sur fueron confrontados sucesivamente por dos
intervenciones norteafricanas: la de los almorávides (batallas de Zalaca, 1086,
y Uclés, 1108) y la de los almohades (batalla de Alarcos, 1195), que unificaron
bajo una concepción más rigorista del Islam a las taifas, cuyos gobernantes eran
acusados de corruptos y contemporizadores con los cristianos. Sin embargo,
la batalla de las Navas de Tolosa (1212) significó una decisiva imposición del
predominio cristiano y a los pocos años quedó un único reducto musulmán en la
península, el reino nazarí de Granada. La decadencia política y militar de al-
Andalus fue simultánea a su mayor esplendor en los campos artístico y cultural
(palacio de la Aljafería, Alhambra de Granada, Averroes, Ibn Hazm).
La Corona de Castilla, con Fernando III el Santo, conquistó en los años centrales
del siglo XIII la totalidad del valle del Guadalquivir (reinos de Jaén, de
Córdoba y de Sevilla) y el reino de Murcia; mientras la Corona de Aragón, tras
frustrarse su expansión al norte de los Pirineos (cruzada albigense), conquistaba
los reinos de Valencia y de Mallorca (Jaime I el Conquistador). El acuerdo entre
ambas coronas definió las respectivas zonas de influencia, e incluso enlaces
matrimoniales (de Alfonso X el Sabio con Violante de Aragón). La repoblación por
los cristianos de estas zonas, densamente habitadas por musulmanes, muchos de
los cuales permanecieron tras la conquista (mudéjares), se realizó mediante
el repartimiento de lotes de fincas rurales y urbanas de distinta importancia según
la categoría social de los que habían intervenido en la toma de cada una de las
ciudades. La convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos produjo un
intercambio cultural de altísimo nivel (escuela de traductores de Toledo, tablas
alfonsíes, obras de Raimundo Lulio) al tiempo que se abrían varios studium
arabicum et hebraicum (Toledo, Murcia, Sevilla, Valencia, Barcelona) y los studia
generalia que se convirtieron en las primeras universidades (Palencia, Salamanca,
Valladolid, Alcalá, Lérida, Perpiñán).
Baja Edad Media
Artículo principal: Crisis de la Edad Media en España

Mapa del mundo mediterráneo contenido en el Atlas Catalán, libro del siglo XIV y considerado una de
las obras cartográficas más destacadas de la Edad Media

A partir de las vísperas sicilianas (1282), la Corona de Aragón inició una


expansión por el Mediterráneo en la que incorporó Cerdeña, Sicilia e incluso,
brevemente, los ducados de Atenas y Neopatria. En competencia con Portugal, la
Corona de Castilla optó por una expansión atlántica, basada en su control del
Estrecho. En 1402 comenzó la conquista de las islas Canarias, hasta entonces
habitadas exclusivamente por los guanches. La ocupación inicial fue llevada a
cabo por señores normandos (Juan de Bethencourt) que rendían vasallaje al
rey Enrique III de Castilla. El proceso de conquista no concluyó hasta 1496,
culminado por la propia acción de la corona. El deslindamiento de las zonas de
influencia portuguesa y castellana se acordó en el tratado de Alcaçovas (1479),
que reservaba a los portugueses las rutas del Atlántico Sur y por tanto la
circunnavegación de África que permitiera una ruta marítima hasta la India.
La gran mortandad provocada por la Gran Peste de 1348, particularmente grave
en la Corona de Aragón, precedida de las malas cosechas del ciclo de 1333 (lo
mal any primer), provocaron una gran inestabilidad tanto económica y social como
política e ideológica. En Castilla se desató la Primera Guerra Civil
Castellana (1351-1369) entre los partidarios de Pedro I el Cruel y su
hermanastro Enrique II de Trastamara. En Aragón, a la muerte de Martín I el
Humano, representantes de los tres Estados de la Corona eligieron como sucesor,
en el Compromiso de Caspe (1412), a Fernando de Antequera, de la
castellana Casa de Trastámara. La expansión mediterránea aragonesa continuó
con la conquista del Reino de Nápoles durante el reinado de Alfonso V el
Magnánimo.

Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los Reyes Católicos. Su matrimonio en 1469 selló la unión


dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón.
La crisis fue particularmente intensa en Cataluña, cuya expresión política fueron
las disputas entre Juan II de Aragón y su hijo, Carlos de Viana, aprovechadas por
las instituciones representativas del poder local (la Generalidad o comisión
permanente de las Cortes y el Consejo de Ciento o regimiento de la ciudad de
Barcelona) para manifestar el escaso poder efectivo que la monarquía aragonesa
tenía sobre el particularismo (pactismo, foralismo) de cada uno de sus territorios,
donde prevalecían las constituciones, usos y costumbres tradicionales
(usatges, observancias) sobre la voluntad real. Simultáneamente estallaron las
tensiones sociales entre la Busca y la Biga (alta y baja burguesía de la ciudad de
Barcelona) y las revueltas de los payeses de remença (campesinos sometidos a
un régimen de sujeción personal particularmente duro), todo lo cual hizo estallar la
compleja Guerra Civil Catalana (1462-1472). El debilitamiento de Barcelona y
Cataluña benefició a Valencia, que se convirtió en el puerto marítimo que
centralizó la expansión comercial de la Corona de Aragón y alcanzó los 75 000
habitantes a mediados de siglo XV, con un auge cultural que permite definirlo
como Siglo de Oro valenciano. El reino de Aragón, sin salida al mar y centrado en
actividades fundamentalmente agropecuarias, limitó su desarrollo económico y
social. Los privilegios de ricoshombres y nobleza laica y eclesiástica impidieron el
desarrollo de una burguesía pujante, y su peso relativo en el equilibrio entre los
Estados de la Corona aragonesa disminuyó.
En 1479, con la subida al trono de Fernando el Católico, segundo hijo y heredero
de Juan II, y rey consorte de Castilla por su matrimonio con Isabel la Católica, las
tensiones sociales se redujeron, incluida la conflictividad campesina –Sentencia
Arbitral de Guadalupe de 1486–. El creciente antisemitismo, estimulado por
predicadores católicos como San Vicente Ferrer o el Arcediano de Écija, había
explotado en la revuelta antijudía de 1391, que al provocar conversiones masivas
originó el problema del converso: la discriminación de los cristianos nuevos por
los cristianos viejos, que llegó incluso a la persecución violenta (revuelta
anticonversa de Pedro Sarmiento en Toledo, 1449) y suscitó la creación de
la Inquisición española (1478).
Edad Moderna
Artículos principales: Historia moderna de España  e  Imperio español.

Localización del movimiento comunero sobre el territorio de la Corona de Castilla. En morado, las
ciudades pertenecientes al bando comunero; en verde, aparecen las que se mantuvieron leales al rey.
Las ciudades que estuvieron presentes en ambos bandos aparecen en ambos colores. 62
El matrimonio de Isabel y Fernando (1469), y la victoria del bando que les apoyaba
en la Guerra de Sucesión Castellana, determinaron la unión dinástica de las
coronas de Castilla y Aragón. La unificación territorial peninsular se incrementó
con la Guerra de Granada (1482-1492) y la anexión de Navarra (1512), y se
prosiguió la expansión territorial por el norte de África e Italia. La política
matrimonial de los Reyes Católicos, que casaron a sus hijos con herederos de
todas las casas reales de Europa occidental excepto con la francesa (Portugal,
Inglaterra y los Estados Habsburgo) provocó una azarosa concentración de reinos
en su nieto Carlos de Habsburgo (Carlos I como rey de España -1516-, Carlos V
como emperador -1521-), que junto con la enorme dimensión territorial de
la recientemente descubierta América gracias al navegante Cristóbal
Colón (1492), convertida en un verdadero imperio colonial, hizo de la Monarquía
Hispánica la más poderosa del mundo. En el mismo annus mirabilis de 1492 se
decretó la expulsión de los judíos y apareció la Gramática castellana de Antonio
de Nebrija.

Retrato de Felipe II, atribuido tradicionalmente a Alonso Sánchez Coello y recientemente a Sofonisba
Anguissola, 1570.

El poder de los «imperiales» no se afianzó en Castilla sin vencer una fuerte


oposición en la guerra de las Comunidades, que evidenció la centralidad de los
reinos españoles en el Imperio de Carlos. A pesar de su triunfo en las guerras de
Italia frente a Francia, el fracaso de la idea imperial de Carlos V (en gran medida
causado por la oposición de los príncipes protestantes alemanes) llevó al
emperador a planificar la división de sus Estados entre su hermano Fernando
I (Archiducado de Austria e Imperio germánico) y su hijo Felipe II (Flandes, Italia y
España, junto con el imperio ultramarino). La alianza entre los Austrias de Viena y
los Austrias de Madrid se mantuvo entre 1559 y 1700. La hegemonía española se
vio incluso incrementada con la unión ibérica con Portugal, mantenida entre 1580
y 1640; y fue capaz de enfrentarse a conflictos abiertos por toda Europa:
las guerras de religión de Francia, la revuelta de Flandes (1568-1648, que terminó
con la división del territorio en un norte protestante -Holanda- y un sur católico
-los Países Bajos Españoles-) y el creciente poder turco en el Mediterráneo,
frenado en la batalla de Lepanto de 1571. El dominio de los mares fue desafiado
por holandeses e ingleses, que consiguieron resistir a la llamada Armada
Invencible de 1588. Dentro de España se sofocaron con dureza las alteraciones
de Aragón (1590) y la rebelión de las Alpujarras (1568). Esta fue una
manifestación de la no integración de los moriscos, que no encontró solución
hasta su radical expulsión de 1609, ya en el siguiente reinado, que en zonas como
Valencia causó una grave despoblación y la decadencia de la productiva
agricultura característica de este grupo social.

Imperios español y portugués en 1790.

La familia de Felipe V, de Louis Michel Van Loo, 1743.

La revolución de los precios del siglo XVI fue provocada por la masiva llegada de


plata a Castilla, que monopolizaba el comercio americano, y causó el hundimiento
de las actividades productivas locales, mientras se realizaban importaciones de
productos manufacturados europeos. La CRISIS DEL SIGLO XVII afectó
especialmente a España, que bajo los llamados Austrias menores (Felipe
III, Felipe IV y Carlos II) entró en una evidente decadencia. Simultáneamente, el
arte y la cultura española vivía los momentos más brillantes del Siglo de Oro.
Superada la coyuntura crítica de la crisis de 1640, en que estuvo a punto de
disolverse (revuelta de los catalanes, revuelta de Masaniello en
Nápoles, alteraciones andaluzas, independencia de Portugal), la Monarquía
Hispánica se redefinió, ya sin Portugal y con la frontera francesa fijada en
el tratado de los Pirineos (1659).
La Guerra de Sucesión Española (1700-1715) y los tratados de Utrecht y
Rastadt determinaron el cambio de dinastía, imponiéndose en el trono la Casa de
Borbón (con la que se mantuvieron los pactos de familia durante casi todo el
siglo XVIII), aunque significara la pérdida de los territorios de Flandes e Italia en
beneficio de Austria y onerosas concesiones en el comercio americano en
beneficio de Inglaterra, que también retuvo Gibraltar y Menorca. Dentro de España
se impuso un modelo político que adaptaba el absolutismo y centralismo francés a
las instituciones de la Corona de Castilla, que se impusieron en la Corona de
Aragón (decretos de Nueva Planta). Únicamente las provincias vascas y Navarra
mantuvieron su régimen foral. En el contexto de una nueva coyuntura de
crecimiento, se procuró la reactivación económica y la recuperación colonial en
América, con medidas mercantilistas en la primera mitad del siglo, que dieron paso
al nuevo paradigma de la libertad de comercio, ya en el reinado de Carlos III.
El motín de Esquilache (1766) permite comparar el diferente grado de desarrollo
sociopolítico con Francia, que en una coyuntura hasta cierto punto similar
desembocó en la Revolución, mientras que en España la crisis se cerró con la
sustitución del equipo de ministros ilustrados y el freno de su programa reformista,
la expulsión de los jesuitas y un reequilibrio de posiciones en la corte entre las
facciones de golillas y manteístas.
Edad Contemporánea
Artículo principal: Historia contemporánea de España
Siglo XIX
Artículos principales: Guerra
de la Independencia
Española, Guerra de Independencia
Hispanoamericana, España durante la Guerra de
Independencia Española, España
napoleónica, Restauración absolutista en
España, Reinado de Isabel II de
España, Revolución de 1868, Sexenio
democrático, Revolución industrial en
España y Restauración borbónica en España.

El dos de mayo de 1808 en Madrid, de Goya, muestra


el levantamiento del 2 de mayo del pueblo de Madrid contra el
ejército invasor francés y que desencadenó la Guerra de la
Independencia Española.

La promulgación de la Constitución de 1812, obra de Salvador


Viniegra (Museo de las Cortes de Cádiz).

La Edad Contemporánea no empezó muy bien para


España. En 1805, en la batalla de Trafalgar, una
escuadra hispano-francesa fue derrotada por el Reino
Unido, lo que significó el fin de la supremacía
española en los mares en favor del Reino Unido,
mientras Napoleón Bonaparte, emperador de Francia
que había tomado el poder en el país galo en el
complejo escenario político planteado tras el triunfo de
la Revolución Francesa, aprovechó las disputas
entre Carlos IV y su hijo Fernando y ordenó el envío
de su poderoso ejército a España en 1808. Su
pretexto era invadir Portugal, para lo que contaba con
la complicidad del primer ministro del rey
español, Manuel Godoy, a quien había prometido el
trono de una de las partes en las que pensaba dividir
el país luso. El emperador francés impuso a su
hermano José I en el trono, lo que desató la Guerra
de la Independencia Española, que duraría cinco
años. En ese tiempo se elaboró la
primera Constitución española, de marcado carácter
liberal, en las denominadas Cortes de Cádiz. Fue
promulgada el 19 de marzo de 1812, festividad de
San José, por lo que popularmente se la conoció
como «la Pepa». Tras la derrota de las tropas de
Napoleón, que culminó en la batalla de Vitoria en
1813, Fernando VII volvió al trono de España.
Durante el reinado de Fernando VII la Monarquía
Española experimentó el paso del Antiguo
Régimen al Estado Liberal. Tras su llegada a España,
Fernando VII derogó la Constitución de 1812 y
persiguió a los liberales constitucionalistas, dando
comienzo a un rígido absolutismo. Mientras tanto,
la Guerra de Independencia
Hispanoamericana continuó su curso, y a pesar del
esfuerzo bélico de los realistas, al concluir el conflicto
únicamente las islas de Cuba y Puerto Rico, en
América, seguían bajo gobierno español. Terminada
la Década Ominosa y con el apoyo de los políticos
liberales a la Pragmática Sanción de 1830, España se
organizó nuevamente en monarquía parlamentaria.
De esta forma ambos procesos revolucionarios dieron
origen a los nuevos Estados nacionales existentes en
la actualidad. El final del reinado de Fernando VII
señaló también la extinción del absolutismo en todo el
mundo hispánico. La muerte de Fernando VII en 1833
abrió un nuevo período de fuerte inestabilidad política
y económica. Su hermano Carlos María Isidro,
apoyado en los partidarios absolutistas, se rebeló
contra la designación de Isabel II, hija de Fernando
VII, como heredera y reina constitucional, y contra la
derogación del Reglamento de sucesión de 1713, que
impedía la sucesión de mujeres en la Corona. Estalló
así la Primera Guerra Carlista.

Entrada del USS Maine en el puerto de La Habana, semanas


antes de su explosión, casus belli que dio lugar a la guerra
hispano-estadounidense de 1898

El reinado de Isabel II se caracterizó por la alternancia


en el poder de progresistas y moderados, si bien esta
alternancia estaba más motivada por
los pronunciamientos militares de ambos signos que
por una pacífica cesión del poder en función de los
resultados electorales. La Revolución de 1868,
denominada «la Gloriosa», obligó a Isabel II a
abandonar España. Se convocaron Cortes
Constituyentes que se pronunciaron por el régimen
monárquico y, a iniciativa del general Juan Prim, se
ofreció la Corona a Amadeo de Saboya, hijo del rey
de Italia. Su reinado fue breve por el cansancio que le
provocaron los políticos del momento y el rechazo a
su persona de importantes sectores de la sociedad, a
lo que se sumó la pérdida de su principal apoyo, el
mencionado general Prim, asesinado antes de que
Amadeo llegara a pisar en España. Seguidamente se
proclamó la Primera República, que tampoco gozó de
larga vida, aunque sí muy agitada: en once meses
tuvo cuatro presidentes: Figueras, Pi y
Margall, Salmerón y Castelar. Durante este convulso
período se produjeron graves tensiones territoriales y
enfrentamientos bélicos, como la declaración de
independencia del Cantón de Cartagena, máximo
exponente del cantonalismo. Finalizó esta etapa en
1874 con los pronunciamientos de los
generales Martínez-Campos y Pavía, que disolvió el
Parlamento. España formó parte del proceso de
industrialización occidental comenzada a principios
del siglo, aunque su desarrollo económico e industrial
fue escaso y tardío en comparación a las grandes
potencias europeas.
La Restauración borbónica proclamó rey a Alfonso
XII, hijo de Isabel II. España experimentó una gran
estabilidad política gracias al sistema de gobierno
preconizado por el político conservador Antonio
Cánovas del Castillo, que se basaba en el turno
pacífico de los partidos Conservador (Cánovas del
Castillo) y Liberal (Práxedes Mateo Sagasta) en el
gobierno. En 1885 murió Alfonso XII y se encargó la
regencia a su viuda María Cristina, hasta la mayoría
de edad de su hijo Alfonso XIII, nacido tras la muerte
de su padre. La rebelión independentista de Cuba en
1895 indujo a los Estados Unidos a intervenir en la
zona. Tras el confuso incidente de la explosión del
acorazado USS  Maine el 15 de febrero de 1898 en el
puerto de La Habana, los Estados Unidos declararon
la guerra a España. Derrotada por la nación
norteamericana, España perdió sus últimas
colonias: Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico, un
episodio que resultó en un trauma permanente para la
clase dirigente española, conocida como «Desastre
del 98».
Siglo XX
Véase también: Cronología de España en el siglo XX
Alfonso XIII y Miguel Primo de Rivera en 1930

El siglo XX comenzó con una gran crisis económica y


la subsiguiente inestabilidad política. Hubo un
paréntesis de prosperidad comercial propiciado por la
neutralidad española en la Primera Guerra Mundial,
pero la sucesión de crisis gubernamentales, la marcha
desfavorable de la guerra del Rif, que se agudizó
como consecuencia de la oposición tribal autóctona
al Protectorado español de Marruecos, la agitación
social y el descontento de parte del ejército,
desembocaron en el golpe de Estado del
general Miguel Primo de Rivera el 13 de septiembre
de 1923. Estableció una dictadura militar que fue
aceptada por gran parte de las fuerzas sociales y por
el propio rey Alfonso XIII. Durante la dictadura se
suprimieron libertades y derechos, lo que sumado a la
difícil coyuntura económica y el crecimiento de los
partidos republicanos, hicieron la situación cada vez
más insostenible. En 1930, Primo de Rivera presentó
su dimisión al rey y se marchó a París, donde murió al
poco tiempo. Le sucedió en la jefatura del Directorio el
general Dámaso Berenguer y después, por breve
tiempo, el almirante Aznar. Este período es conocido
como «dictablanda».
Bombardeo de Guernica por parte de la Legión Cóndor durante
la guerra civil española (26 de abril de 1937).

El rey propició la celebración de elecciones


municipales el 12 de abril de 1931, tomadas como un
plebiscito sobre la continuidad de la monarquía. Estas
dieron una rotunda victoria a las candidaturas
republicano-socialistas en las grandes ciudades y
capitales de provincia, donde el caciquismo no tenía
influencia. Las manifestaciones organizadas exigiendo
la instauración de una república democrática llevaron
al rey a abandonar el país y a la proclamación de la
misma el 14 de abril de ese mismo año. Durante
la Segunda República se produjo una gran agitación
política y social, marcada por una acusada
radicalización de izquierdas y derechas. Los líderes
moderados fueron boicoteados y los distintos
gobiernos aplicaron legislaciones cambiantes.
Durante los dos primeros años, gobernó una coalición
de partidos republicanos y socialistas. En las
elecciones celebradas en 1933 triunfó la derecha y en
1936, la izquierda. Entre los episodios relevantes de
este corto periodo destacan la sublevación
monárquica del militar José Sanjurjo de 1932,
la revolución de 1934 y numerosos atentados contra
líderes políticos rivales. Por otra parte, es también
durante la Segunda República cuando se inician
importantes reformas para modernizar el país —
Constitución democrática, reforma agraria,
reestructuración del ejército, primeros Estatutos de
Autonomía— y se amplían los derechos de los
ciudadanos como el reconocimiento del derecho a
voto de las mujeres, instaurándose el sufragio
universal. El 17 y 18 de julio de 1936 se produjo
un golpe de Estado fallido que dejó a España dividida
en dos zonas: una bajo la autoridad del Gobierno
republicano —en la que se produjo la Revolución
social de 1936— y otra controlada por los sublevados.
La situación desembocó en la Guerra Civil Española,
en la que el general Francisco Franco fue investido
jefe supremo de los sublevados. El apoyo alemán
de Hitler e italiano de Mussolini a los sublevados, más
firme que el soporte soviético de Stalin y mexicano
de Lázaro Cárdenas a los republicanos, sumado a
la política de no intervención de las democracia
occidentales, y los continuos enfrentamientos entre
las distintas facciones republicanas, entre otras
razones, desembocaron en la victoria de los
franquistas el 1 de abril de 1939.

Francisco Franco, dictador de España de 1939 a 1975

La victoria del general Franco supuso la instauración


de un régimen dictatorial. El desarrollo de una
fuerte represión sobre los vencidos obligó al exilio a
cientos de miles de españoles y condenó a otros
tantos a la muerte o al encarcelamiento. El apoyo de
España a las Potencias del Eje durante la Segunda
Guerra Mundial la condujo a un aislamiento
internacional de carácter político y económico.6364 No
obstante, el anticomunismo del régimen español hizo
que durante la Guerra Fría entre los Estados Unidos y
la Unión Soviética y sus respectivos aliados, el
régimen franquista fuera tolerado y finalmente
reconocido por las potencias occidentales. A finales
de los años 1950 finalizó su aislamiento internacional
con la firma de varios acuerdos con los Estados
Unidos que permitieron la instalación de bases
militares conjuntas en España. En 1956, Marruecos,
que había sido protectorado español y francés,
adquirió su independencia y se puso en marcha
un plan de estabilización económica del país. En
1968, Franco concedió la independencia a la Guinea
Española y al año siguiente nombró a Juan Carlos de
Borbón, nieto de Alfonso XIII, como su sucesor a título
de rey. Aunque la represión política continuó, las
reformas gubernamentales, la apertura al exterior a
través del turismo de masas, la fase final de la
industrialización y las divisas obtenidas de los
millones de emigrantes, condujeron a un fuerte
crecimiento económico —conocido como milagro
económico español— y al progreso social de la
sociedad.

Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno de la democracia


actual

Francisco Franco murió el 20 de noviembre de 1975


y Juan Carlos I fue proclamado rey dos días después.
Se abrió entonces un período conocido
como transición a la democracia. Adolfo Suárez fue
nombrado presidente del Gobierno por el rey y
consiguió aprobar la Ley para la Reforma Política en
las Cortes franquistas. En 1977 se
celebraron elecciones democráticas. En 1978 se
promulgó la Constitución española que estableció un
Estado social y democrático de derecho con
la monarquía parlamentaria como forma de gobierno.
En 1979, tras las primeras elecciones bajo la nueva
constitución, Unión de Centro Democrático (UCD)
obtuvo mayoría simple en el Congreso de los
Diputados y Adolfo Suárez fue investido presidente de
Gobierno. El 29 de enero de 1981 dimitió por
presiones internas de su propio partido. Durante la
sesión de votación de investidura del sucesor de
Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD), el 23 de
febrero de 1981, tuvo lugar un intento de golpe de
Estado promovido por altos mandos militares.
El Palacio de las Cortes fue tomado por el teniente
coronel Antonio Tejero, pero la intentona golpista fue
abortada el mismo día por la intervención del rey Juan
Carlos en defensa del orden constitucional. La
transición también se caracterizó por la fuerte
presencia de elementos terroristas, tanto de extrema
derecha y parapoliciales —terrorismo tardofranquista
— como de extrema izquierda e independentistas, de
los que Euskadi Ta Askatasuna (ETA) fue el grupo
terrorista más activo y longevo. En 1981 se firmó en
Bruselas el protocolo de adhesión de España a
la OTAN, dando inicio al proceso de integración en la
Alianza que terminó en la primavera de 1982, durante
el Gobierno de UCD.
En las elecciones generales de 1982 venció por
mayoría absoluta el Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) liderado por Felipe González, que
fue nombrado presidente del Gobierno y se mantuvo
en el poder durante cuatro legislaturas. En 1986,
España se incorporó a la Comunidad Económica
Europea, precursora de la Unión Europea, y se
celebró un referéndum sobre la permanencia de
España en la OTAN en el que ganó el sí.
Felipe González firmando el Acta de Adhesión de España a
la Comunidad Económica Europea.

Durante este período se produjo una profunda


modernización de la economía y la sociedad
española, caracterizada por las reconversiones
industriales y la sustitución del modelo económico
tardofranquista por otro de corte más liberal —lo que
condujo a tres importantes huelgas generales—, la
generalización del pensamiento y los valores
contemporáneos en la sociedad española, el
desarrollo del Estado autonómico y del bienestar, la
transformación de las fuerzas armadas y el enorme
desarrollo de las infraestructuras civiles. Sin embargo,
hubo también una situación de elevado desempleo y
hacia el final del mismo se produjo un importante
estancamiento económico, que no inició su
recuperación hasta 1999 —cuando la tasa de
desempleo descendió del 23 % al 15 %—. En 1992,
España apareció de forma llamativa en el escenario
internacional, ofreciendo una imagen de un país
sólido y moderno, con la celebración de los Juegos
Olímpicos de 1992 en Barcelona, la declaración de
Madrid como Ciudad Europea de la Cultura y la
celebración en Sevilla de la Exposición Universal.
1994 y 1995 se caracterizaron en cambio por la
multiplicación y descubrimiento de los casos de
corrupción: el terrorismo de Estado de los Grupos
Antiterroristas de Liberación (GAL), el caso Roldán,
las escuchas del CESID, etc.
En las elecciones generales anticipadas de
1996 venció el Partido Popular (PP), consolidando el
turnismo político en España. No obstante, no obtuvo
la mayoría absoluta por lo que José María Aznar tuvo
que pactar con los partidos nacionalistas periféricos
para poder ser investido presidente de Gobierno. Su
Gobierno tuvo ante sí un reto clave: la mejora de los
datos económicos que permitiera a España formar
parte de los países miembros de la Unión Europea
que compartirían la nueva moneda única, el euro, hito
conseguido a finales de 1997. El 10 de julio de 1997,
ETA secuestró al concejal del PP de Ermua Miguel
Ángel Blanco y amenazó con asesinarle si el
Gobierno no cumplía sus exigencias. Dos días
después, los etarras acabaron con su vida. Su muerte
provocó un multitudinario movimiento de repulsa en el
País Vasco y en el resto de España conocido como
el Espíritu de Ermua.
Siglo XXI

Restos de uno de los trenes siniestrados en los atentados del 11


de marzo de 2004

Manifestación en Madrid del 15 de octubre de 2011; durante


la crisis económica —comenzada en 2008— hubo una alta
contestación social, incluidas dos huelgas generales en 2012

El siglo XXI empezó con una brutal escalada terrorista


de ETA en el año 2000 y con los efectos de
los ataques terroristas del 11-S en Estados Unidos,
que provocaron que España apoyara las
intervenciones militares estadounidenses
en Afganistán (2001) e Irak (2003), a pesar de que
esta última se realizó sin el apoyo de la ONU y el
rechazo generalizado de la opinión pública española y
mundial. En 2002 el euro entró en circulación en
España y en otros once países que conformaron
la eurozona, sustituyendo a la peseta y a las
respectivas monedas nacionales. Este cambio
monetario provocó la subida encubierta de los
precios.65 Entre 1994 y 2007 se produjo una
importante expansión de la economía española,
basada fundamentalmente en el sector de la
construcción. A finales del siglo XX y a lo largo del
siglo XXI España, que tradicionalmente había sido un
país de emigrantes, recibió una gran cantidad
de inmigrantes de países iberoamericanos, así como
de diferentes zonas de África, Asia y Europa. El fuerte
crecimiento económico de tipo expansivo que
presentó el país entre 1993 y 2007 requirió de una
gran cantidad de mano de obra.
El jueves 11 de marzo de 2004 se produjeron en
Madrid los atentados del 11M, el mayor atentado
terrorista de la historia de España, que provocó la
muerte de 192 personas y cerca de 1500 heridos. Se
produjeron diez explosiones casi simultáneas en
cuatro trenes en hora punta de la mañana en la red
ferroviaria de cercanías de Madrid. Los ataques
fueron reivindicados por el terrorismo yihadista. La
consternación social ante los atentados y ante la
discutida reacción del Gobierno causó una enorme
movilización popular, en la que 11 millones de
ciudadanos se manifestaron por las calles de casi
todas las ciudades del país. Tres días después de los
atentados se celebraron las elecciones generales de
2004. La agitación popular resultó definitiva en la
resolución de las elecciones en las que el PSOE
obtuvo la victoria. José Luis Rodríguez Zapatero se
convirtió en el quinto presidente del Gobierno.
Con Zapatero como presidente del Gobierno se
retiraron las tropas españolas que combatían en Irak.
Ello ocasionó un considerable enfriamiento de las
relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Se firmó
la Constitución Europea y se realizó el referéndum de
la Constitución Europea, en el que los ciudadanos
españoles aprobaron el tratado. Sin embargo, el
rechazo en referéndum en Francia y Holanda hizo que
fracasara. También se aprobó el matrimonio
homosexual, convirtiéndose en el tercer país del
mundo en hacerlo.66 El 30 de diciembre de
2006, ETA colocó una furgoneta bomba en la T4 del
Aeropuerto de Madrid-Barajas, matando a dos
personas y poniendo fin a su segundo alto al fuego.67
Fotografía del rey emérito, el presidente del Gobierno y los
expresidentes vivos en el momento de la fotografía, julio de 2015; de
izquierda a derecha: José María Aznar, Mariano Rajoy, Juan Carlos
I, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero

Las elecciones de 2008 dieron la victoria de nuevo al


PSOE y Zapatero formó su segundo Gobierno; estas
elecciones consolidaron y reforzaron el bipartidismo. 68
Ese mismo año se celebró en Zaragoza la Expo 2008,
cuyo eje temático fue el agua y el desarrollo
sostenible. La Gran Recesión mundial y
el pinchazo de la burbuja inmobiliaria provocaron una
gravísima crisis económica en España, cuyo principal
efecto fue la histórica escalada del desempleo sufrido
hasta 2013.69 A partir de mayo de 2011 aparecieron
movimientos sociales conocidos como «indignados»
o 15-M que reclamaban una democracia más
participativa y cambios políticos y económicos. En
septiembre se reformó la constitución con el objeto de
garantizar la estabilidad presupuestaria. El 20 de
octubre de 2011, la organización terrorista ETA
anunció el «cese definitivo de su actividad armada» e
hizo efectiva su disolución el 3 de mayo de 2018. 70
Las elecciones generales anticipadas en 2011 dieron
mayoría absoluta al PP y Mariano Rajoy fue investido
presidente del Gobierno. Rajoy tuvo que afrontar una
situación económica y social particularmente difícil,
tensiones territoriales en Cataluña y un creciente
descrédito de la clase política, agudizados tras los
fuertes recortes presupuestarios y la solicitud de
un rescate bancario a la UE en 2012. En junio de
2014, el rey Juan Carlos I abdicó la Corona en favor
de su hijo, Felipe VI, proclamado rey de España ante
las Cortes Generales el 19 de junio del mismo año.
Personal sanitario vacunando contra la COVID-19 en plena
pandemia en Gijón, el 27 de diciembre de 2020. Ese día
comenzó la vacunación en España y en toda la UE.

Las elecciones generales de 2015 vio la entrada de


dos nuevos partidos: Podemos y Ciudadanos,
conduciendo a un escenario de cuatro partidos que no
consiguieron investir a un presidente del Gobierno. En
2016, se volvieron a celebrar elecciones
generales con resultados parecidos. Rajoy fue
investido y formó su segundo Gobierno, tras la
abstención del PSOE. España volvió a ser víctima de
un atentado yihadista donde murieron 16 personas
en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017.71 El 1 de
octubre, se realizó un referéndum de independencia
de Cataluña no reconocido por el Estado; el
parlamento catalán proclamó la independencia (27
octubre) y el Gobierno aplicó el artículo 155 de la
Constitución y convocó elecciones autonómicas; el
presidente del gobierno de Cataluña Carles
Puigdemont huyó del país.
El 1 de junio de 2018, Pedro Sánchez fue investido
presidente del gobierno tras una moción de censura a
Rajoy. A lo largo de 2019 se celebraron dos
elecciones generales en el país. Durante esos meses
de gobierno en funciones, cabe resaltar
la exhumación de Franco del Valle de los Caídos y
la sentencia del Tribunal Supremo a los miembros
del procés que derivaron en una semana de fuertes
protestas en Cataluña. En enero de 2020, Sánchez
fue investido presidente y formó el primer gobierno de
coalición desde la Segunda República con Unidas
Podemos. En el mes de marzo, el país, junto al resto
del planeta, sufrió la pandemia de COVID-19,
acompañada de severas restricciones para frenar su
propagación. En 2021, España se convirtió en el sexto
país del mundo en aprobar la eutanasia como forma
legal de finalizar la vida de un paciente.72

Gobierno y política
Artículo principal: Política de España
España es un Estado social y democrático de
derecho que tiene como forma política la monarquía
parlamentaria. La soberanía nacional reside en
el pueblo español, del que emanan los poderes del
Estado.18
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad
de la Nación española, patria común e indivisible de
todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a
la autonomía de las nacionalidades y regiones que la
integran y la solidaridad entre todas ellas.
Constitución española de 1978, artículo 2.

División de poderes
El rey de España Felipe VI.

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

El jefe de Estado es el rey, quien arbitra y modera el


funcionamiento regular de las instituciones y asume la
más alta representación del Estado español en las
relaciones internacionales, además de simbolizar la
unidad y permanencia de la nación.73 En cualquier
caso, no tiene iniciativa propia en sus actos políticos,
dado que no es responsable de ellos y siempre deben
estar refrendados por la autoridad política
competente.
El poder ejecutivo —la política interior y exterior y la
administración civil y militar—, así como la potestad
reglamentaria, son ejercidos por el Gobierno.74
El Consejo de Ministros es presidido por el presidente
del Gobierno, que designa a sus ministros y tiene las
funciones propias de un jefe de Gobierno en un
sistema parlamentario. Es responsable ante las
Cortes Generales. Al comienzo de cada legislatura, el
rey realiza una ronda de consultas con los líderes de
los grupos políticos y propone a un candidato a la
Presidencia del Gobierno. El Congreso de los
Diputados vota la investidura del presidente del
Gobierno, que requiere de mayoría absoluta en
primera votación o de mayoría simple en segunda
votación. Aunque era posible la formación de
un gobierno de coalición desde 1977, todos los
gobiernos fueron «monocolores» —formados por un
solo partido o coalición preelectoral— hasta enero de
2020, cuando en el segundo gobierno de Pedro
Sánchez empezaron a gobernar en conjunto
el PSOE y la coalición de partidos Unidos Podemos.75
Hasta entonces, siempre había resultado elegido
presidente del Gobierno el líder del partido o coalición
preelectoral que obtuviera un mayor número de votos
y escaños, incluso aunque solo dispusieran del
respaldo parlamentario de una mayoría relativa. El
Congreso de los Diputados puede deponer al
presidente del Gobierno mediante una moción de
censura constructiva, en la que además se debe
determina quién le sustituye en su puesto.
El poder legislativo es ejercido por las Cortes
Generales, el órgano supremo de representación del
pueblo español.76 Las Cortes Generales son un
parlamento bicameral compuesto por el Congreso de
los Diputados —Cámara Baja— y el Senado —
Cámara Alta—.76 Las elecciones generales se
celebran cada cuatro años por sufragio universal, en
el que tienen derecho al voto los españoles mayores
de 18 años. El Congreso de los Diputados está
formado por 350 miembros elegidos
mediante escrutinio proporcional
plurinominal con listas cerradas y bloqueadas. Los
escaños se reparten entre las candidaturas mediante
el sistema D'Hondt. La circunscripción electoral es la
provincia. El Senado es la cámara de representación
territorial y cuenta actualmente con 266 miembros
elegidos mediante un sistema mixto, 208 de elección
directa y 58 designados. Los senadores de elección
directa son elegidos mediante escrutinio mayoritario
plurinominal parcial con listas abiertas. Los senadores
designados son elegidos por los órganos legislativos
autonómicos, en momentos distintos a los de las
elecciones generales, también por un período de
cuatro años.
El poder judicial está formado por el conjunto de
juzgados y tribunales, integrado por jueces y
magistrados, que tienen la potestad de administrar
justicia en nombre del rey. Los jueces son
funcionarios de carrera cuya cúspide es la Audiencia
Nacional y el Tribunal Supremo, el órgano
jurisdiccional superior en todos los órdenes excepto
en materia de garantías constitucionales –
competencia exclusiva del Tribunal Constitucional–. 77
El órgano de gobierno del poder judicial es el Consejo
General del Poder Judicial, que controla los
nombramientos, ascensos, inspección y régimen
disciplinario de los jueces y magistrados.78 Los
miembros de esa institución, así como los del Tribunal
Constitucional —que como órgano constitucional
ajeno al poder judicial resuelve los recursos de
inconstitucionalidad y los conflictos de competencia
entre el Estado y las comunidades autónomas del
país—,79son elegidos por distintas instancias políticas.
Esto último ha devenido en una vinculación implícita
de cada uno ellos al partido político que los designa,
en contradicción con su teórica independencia y el
modelo jurídico kelseniano en que se basa,
circunstancia explícitamente puesta de manifiesto por
los medios de comunicación y el debate político e
intelectual.80

 Sedes de las principales instituciones que ejercen


los distintos poderes del Estado

Palacio de las Cortes, sede del Congreso de los Diputados.


 

Palacio del Senado, sede de la cámara alta homónima.


 

Palacio de la Moncloa, residencia oficial del Presidente del


Gobierno.
 

Convento de las Salesas Reales, sede del Tribunal Supremo.

Relaciones exteriores
Artículos principales: Relaciones
internacionales de
España,  Relaciones bilaterales de España y  Política
exterior y de seguridad común de la UE.
Embajada de España en Alemania, situada en la ciudad
de Berlín

España cuenta con una red de


215 embajadas y consulados por todo el mundo,
donde prestan servicio unos 4500 funcionarios y
profesionales (2020).81 En el último medio siglo,
especialmente tras la restauración de la democracia,
el país ha enfatizado en la ampliación de sus
relaciones con el resto del mundo, tras el periodo de
relativo aislamiento durante la dictadura.
España es miembro de la Unión Europea desde el 1
de enero de 1986. Desde entonces, una parte
importante de su política exterior se articula a través
de los mecanismos europeos junto a sus socios
comunitarios, hasta el punto de que el Gobierno de
España considera al espacio territorial de la UE «su
marco natural de desarrollo político y económico». 82 El
otro pilar fundamental de la acción exterior española
es Iberoamérica, región de proyección exterior
preferente para el país por sus profundos vínculos
históricos de carácter cultural y económico. En este
sentido, España ha tratado de ampliar sus lazos con
los países de la región, especialmente en materia de
cooperación política o empresarial y erigirse en
puente entre Latinoamérica y Europa. Otro foco de
actuación de su diplomacia ha sido históricamente
el Magreb, con Marruecos y Argelia ocupando una
posición preponderante en las prioridades de la
política exterior española por su carácter estratégico. 82
El país forma parte de organizaciones internacionales
de referencia como son la Organización de las
Naciones Unidas (desde el 14 de diciembre de 1955),
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (desde
el 30 de mayo de 1982) y la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos;
continentales como la Organización para la Seguridad
y la Cooperación en Europa, el tratado de la Unión
Europea Occidental y de la Agencia Europea de
Defensa; y organizaciones que estrechan lazos
históricos y culturales del vínculo transatlántico como
la Organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, la Unión Latina,
la Comunidad Iberoamericana de Naciones y
la ABINIA. El Gobierno español contribuye a la
financiación de la ONU con un 2,14 % de su
presupuesto anual para el periodo 2019-2021. 83
Fuerzas armadas
Artículo principal: Fuerzas Armadas Españolas

El buque Juan Carlos I (L-61), cazas Eurofighter, militares


españoles en Afganistán y tanque Leopard 2E.

Las Fuerzas Armadas Españolas, subordinadas al


poder civil a través del Ministerio de Defensa, son las
responsables de la defensa nacional, que según lo
establecido en el artículo octavo de la Constitución,
tienen por cometido «garantizar
la soberanía e independencia de España, defender
su integridad territorial y el ordenamiento
constitucional».84Estas se han dividido
tradicionalmente en tres armas: el Ejército de Tierra,
la Armada, y el Ejército del Aire. En la actualidad, a
estas armas se suman la Guardia Real —un cuerpo
protocolario segregado, al servicio del rey, que realiza
labores fundamentalmente de seguridad— y la Unidad
Militar de Emergencias —el cuerpo integrante de más
reciente creación que tiene por misión intervenir de
forma rápida en cualquier lugar del territorio nacional
en caso de catástrofe u otras necesidades públicas—,
estando ambas formadas por personal de los tres
ejércitos principales. España posee la
sexta armada más poderosa,85 el cuerpo de Infantería
de Marina más antiguo del mundo y las dos unidades
militares permanentes más antiguas del mundo:
el Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey n.º 1 y
el Regimiento de Infantería Ligera «Soria» n.º 9.86
El ejército español estaba constituido en su conjunto
por 133.282 efectivos a 1 de enero de 2021 según el
Gobierno de España;87 el tamaño del ejército se ha
reducido en las últimas décadas, especialmente tras
la suspensión del servicio militar obligatorio en 2001 y
el proceso de profesionalización de las Fuerzas
Armadas.88 El gasto militar de España fue de 17.177
millones de dólares en 2019, según el SIPRI,89
mientras que el presupuesto del Ministerio de Defensa
para 2021 fue de 10.511 millones de euros.90 España
vivió una contracción notable de su gasto militar
nominal en el periodo 2010-2020,89 aunque respecto a
la riqueza del país, los gastos de defensa han seguido
una tendencia descendente desde 1985, dado que
estos como porcentaje del PIB evolucionaron de un
2,9% en 1985 a un 1,2% en 2019, con un mínimo del
1,1% en 2016, según el SIPRI.91 Por su parte The
World Factbook, publicación de la CIA, sostiene que
los gastos militares como porcentaje del PIB fueron
apenas del 0,92% de media en el periodo 2017-
2019.92

El Airbus A400M Atlas, entre cuyos principales operadores está


España, tiene su línea de ensamblaje en Sevilla

España es una de las naciones más importantes de


la Fuerza de la Unión Europea (EUFOR) y
del Eurocuerpo. Asimismo, ocupa una posición
destacada en la estructura de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la que ingresó
en 1982. Las Fuerzas Armadas han intervenido en
distintas operaciones militares internacionales bajo
mandato de Naciones Unidas, la Unión Europea o la
OTAN; a diciembre de 2020 las Fuerzas Armadas
españolas participaban en 16 misiones
internacionales con un despliegue de hasta 2900
efectivos entre soldados y guardias civiles. 93 Por otro
lado, España permite la presencia de fuerzas militares
de Estados Unidos en su territorio desde los pactos
de Madrid de 1953, guarnición de varios miles de
efectivos presente en la Base Naval de Rota y en
la Base Aérea de Morón.
España tiene una próspera industria militar y acceso a
tecnología de vanguardia: sus proveedores son
principalmente de ámbito nacional y europeo, aunque
también estadounidenses. La industria militar
española tiene capacidad para desarrollar y fabricar
soluciones tecnológicas avanzadas a través de
empresas con proyección global como Airbus –sector
aeroespacial–, Navantia –empresa pública de
construcción naval–, Santa Bárbara, ITP o Indra,
compañías donde el Estado español tiene una notable
influencia.95 En la década de 2010, este sector vivió
un notable auge que convirtió a España en el séptimo
mayor exportador de armamento del mundo en
2020,96 al haber triplicado el valor de sus
exportaciones militares en la última década. 97
Derechos humanos
En materia de derechos humanos, respecto a la
pertenencia a los siete organismos de la Carta
Internacional de Derechos Humanos, que incluyen
al Comité de Derechos Humanos (HRC), España ha
firmado o ratificado:

 Estatus de los principales instrumentos internacionales de derechos humanos98

Tratados internacionales

CER CE MW
CESCR99 CCPR100 CEDAW103 CAT104 CRC105 CRPD107
D101 D102 C106
España CCP
CR
CR
CES CCP CED CA C- CRP
CES CC R- CED CA CR C- CR
CR- R- AW- T- OP D-
CR PR OP2 AW T C OP PD
OP OP1 OP OP - OP
-DP -SC
AC

Pertene
ncia

 Firmado y ratificado,   firmado, pero no ratificado,   ni firmado ni ratificado,   sin información,   ha accedido a firmar y
ratificar el órgano en cuestión, pero también reconoce la competencia de recibir y procesar comunicaciones individuales por parte de los
órganos competentes.

En la firma y ratificación de la Convención contra la


Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes (CAT) y en la Convención Internacional
sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial (CERD), España ha reconocido
la competencia de recibir y procesar comunicaciones
individuales por parte del Comité para la Eliminación
de Discriminación Racial perteneciente a la Comisión
de Derechos Humanos.108

Organización territorial
Artículos principales: Organización
territorial de
España e  Historia de la organización territorial de
España.
Estado de las autonomías
Artículos principales: Comunidad
autónoma y  Anexo:Comunidades y ciudades
autónomas de España.

Galicia
Asturias
Cantabria
País
Vasco
Navarra
La Rioja
Aragón
Cataluña
Comunidad
Valenciana
Región
de Murcia
Andalucía
Extremadura
Castilla-
La Mancha
Castilla
y León
Comunidad
de Madrid
Ceuta
Melilla
Islas
Baleares
Canarias
Portugal
Andorra
Francia
Gibraltar
(Reino Unido)
Marruecos
Mar Cantábrico
Mar Mediterráneo
Océano
Atlántico
Océano Atlántico

Comunidades autónomas de España.

España es en la actualidad lo que se denomina un


«Estado de las autonomías» o «Estado autonómico»,
un país formalmente unitario que funciona como
una federación sui
géneris descentralizada de comunidades autónomas,
cada una de ellas con diferentes niveles
de autogobierno. Las diferencias dentro de este
sistema se deben a que el proceso de traspaso de
competencias del centro a la periferia fue pensado en
un principio como un proceso asimétrico, que
garantizase un mayor grado de autogobierno solo a
aquellas comunidades que buscaban un tipo de
relación más federalista con el resto de España
(Andalucía, Cataluña, Galicia, Navarra y País Vasco).
Por otro lado, el resto de comunidades autónomas
dispondría de un menor autogobierno. A pesar de ello,
a medida que fueran pasando los años, otras
comunidades como Comunidad
Valenciana o Canarias fueran adquiriendo
gradualmente más competencias.
Hoy en día, España está considerada como uno de
los países europeos más descentralizados, ya que
todos sus diferentes territorios administran de forma
local sus sistemas sanitarios y educativos, así como
algunos aspectos del presupuesto público; algunos de
ellos, como el País Vasco y Navarra, además
administran su financiación pública sin casi contar (a
excepción del cupo) con la supervisión del gobierno
central español. En el caso
de Cataluña, Canarias, Navarra y el País Vasco,
están equipados con sus propios cuerpos policiales,
totalmente operativos y completamente autónomos
que reemplazan las funciones de la Policía
Nacional en estos territorios, salvo en Navarra y
Canarias, todavía en proceso de traspaso.
España es una nación organizada territorialmente en
diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades
autónomas. El Título VIII de la Constitución establece
la organización territorial del Estado
en municipios, provincias y comunidades autónomas,
estas con competencias para gestionar sus propios
intereses con un amplio nivel de autonomía, poderes
legislativos, presupuestarios, administrativos y
ejecutivos en las competencias exclusivas que el
Estado les garantiza a través de la Constitución y de
cada Estatuto de Autonomía. Aunque Navarra no se
constituyó propiamente en comunidad autónoma,
siendo de iure una comunidad foral, y no habiendo
desarrollado un Estatuto de Autonomía, sino
articulando un amejoramiento de sus fueros
tradicionales, es considerada comunidad autónoma a
todos los efectos, según la interpretación del Tribunal
Constitucional.

C
LU
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SO
GU
Océano
Atlántico
Océano Atlántico
Mar Cantábrico
Mar Mediterráneo
Francia
Andorra
Marruecos
Portugal
Provincias de España identificadas según
el estándar ISO 3166-2.

Cada comunidad autónoma está formada por una o


varias provincias, haciendo un total de cincuenta.
Desde 2003 se ha adoptado la Nomenclatura de las
Unidades Territoriales Estadísticas, o unidades NUTS,
de tres niveles, con fines meramente estadísticos
basados en las normativas europeas y fijados por
el Eurostat. Las cincuenta provincias españolas y las
dos ciudades autónomas se encuentran clasificadas
en los niveles NUTS-3; las diecisiete comunidades
autónomas se encuentran clasificadas en los niveles
NUTS-2; y para los niveles NUTS-1 se han creado
los grupos de comunidades autónomas.
Reclamaciones territoriales y territorios
en disputa

Territorios españoles en el norte de África, llamados «plazas de


soberanía».

España reclama históricamente la retrocesión de la


colonia, actualmente con estatus de territorio británico
de ultramar, de Gibraltar, si bien se ha mostrado
últimamente favorable a fórmulas de soberanía
compartida. La reclamación comenzó desde el
momento en que tropas angloholandesas tomaron la
plaza en nombre del archiduque Carlos durante
la Guerra de Sucesión Española (1704), pasando
posteriormente a manos británicas mediante
el Tratado de Utrecht (1713). La reivindicación, que
incluyó operaciones militares, fue particularmente
intensa durante el SIGLO XVIII, languideció durante
el XIX y la primera mitad del XX y fue llevada por el
gobierno franquista a la Organización de las Naciones
Unidas durante la década de 1960. Allí, encuadrada
en los procesos descolonizadores, España obtuvo el
respaldo a su postura al reconocer las resoluciones al
efecto (2231 y 2353) que el proceso descolonizador
debía respetar el derecho a la integridad territorial de
España y que los intereses, y no los deseos de los
gibraltareños, debían ser respetados. España no
reconoce, sin embargo, la soberanía británica sobre el
istmo que une el continente con el peñón.
Por otra parte, Portugal no reconoce la soberanía
española sobre la comarca pacense de Olivenza, que
incluye los municipios de Olivenza y Táliga (si bien no
reclama activamente su soberanía), cedida por
Portugal a España mediante el Tratado de
Badajoz (1801). Las resoluciones del Congreso de
Viena son interpretadas de forma divergente por
ambos países. Mientras que Portugal estima que
aquellas obligaban a España a devolver Olivenza,
España opina que se trata de una simple declaración
de buenos deseos, sin capacidad resolutiva, razón por
la que Olivenza siguió unida a España. Finalmente,
aunque España reconoce la soberanía portuguesa
sobre las islas Salvajes (un diminuto archipiélago
deshabitado en el Atlántico, a 160 kilómetros al norte
de Canarias y a 280 al sur de Madeira), se opone a la
pretensión de Portugal de establecer una zona
económica exclusiva (ZEE) de 200 millas en torno al
territorio, reconociendo solo 12 millas de mar
territorial.109110
También la soberanía sobre la deshabitada isla de
Perejil se encuentra disputada con Marruecos, lo que
llevó incluso a un incidente armado en 2002, aunque
por acuerdo entre ambos países no se encuentra
asentada allí ninguna fuerza militar o policial, sin que
ninguna de las partes haya renunciado a sus
pretensiones de soberanía. Por otra
parte, Marruecos reclama informalmente la cesión de
las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como
las denominadas plazas de soberanía en el continente
africano. Algunos movimientos irredentistas en
Marruecos, como el Partido Istiqlal, reclaman la
inclusión en el denominado «Gran Marruecos» de
las islas Canarias.111
El caso del Sahara Occidental
Artículo principal: Estatus político del Sahara Occidental
Véanse también: Marcha verde  y  Guerra del Sahara
Occidental.

Límites territoriales del Sáhara Occidental. Para la ONU es


un territorio no autónomo que es de iure de soberanía española,
a pesar de la renuncia española materializada en el Acuerdo
Tripartito de Madrid.

En 1975, mediante el Acuerdo Tripartito de Madrid, el


Estado español renunció formalmente a
la administración del Sahara Occidental, territorio no
autónomo según el Comité Especial de
Descolonización de la Organización de las Naciones
Unidas, pasando esta a ser temporalmente marroquí y
mauritana.112 La propia ONU, en su documento
S/2002/161, establece:
El 14 de noviembre de 1975 España, Marruecos y
Mauritania emitieron en Madrid una declaración de
principios sobre el Sáhara Occidental (el «Acuerdo de
Madrid»), con arreglo al cual las facultades y
responsabilidades de España, como Potencia
administradora del Territorio, se transfirieron a una
administración temporal tripartita. El Acuerdo de Madrid
no transfirió la soberanía sobre el Territorio ni confirió a
ninguno de los signatarios la condición de Potencia
administradora, condición que España, por sí sola, no
podía haber transferido unilateralmente. La transferencia
de la autoridad administrativa sobre el Territorio a
Marruecos y Mauritania en 1975 no afectó la condición
internacional del Sáhara Occidental como Territorio no
autónomo.113
Por tanto, España seguiría siendo la potencia
administradora sobre el territorio. Incluso en 2014, la
propia Fiscalía de la Audiencia Nacional española, en
la investigación de dos causas en las que se
investigan posibles crímenes de genocidio y lesa
humanidad que habrían cometido altas autoridades
marroquíes contra la población del territorio,
estableció que «por la legalidad internacional, ese
territorio no puede ser considerado marroquí» y, en
consecuencia, «España de iure, aunque no de facto,
sigue siendo la potencia administradora»,114115116117
criterio que asumió la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional.118

Geografía
Artículos principales: Geografía
de España,  España
peninsular y  España extrapeninsular.

Fronteras

País Total

 Portugal 1232 km

 Francia 623 km

 Andorra 63,7 km
 Marruecos
15,9 km
Melilla 9,6 km, Ceuta 6,3 km

 Gibraltar 1,2 km

Terrestre 1917,8 Km

Situada en Europa Occidental y en el norte de África,


ocupa la mayor parte de la península ibérica y, fuera
de ella, dos archipiélagos principales (el de las islas
Canarias en el océano Atlántico y el de las islas
Baleares en el mar Mediterráneo), dos
ciudades, Ceuta y Melilla, en el norte de África, la isla
de Alborán y una serie de islas e islotes se
encuentran frente a las costas peninsulares, como
las islas Columbretes. Además, consta de territorios
menores no continentales como las islas Chafarinas,
el peñón de Vélez de la Gomera y el peñón de
Alhucemas, todos frente a la costa africana.
En extensión territorial es el cuarto país de Europa,
por detrás de Rusia, Ucrania y Francia, y el segundo
de la Unión Europea.
Los límites físicos de España son los siguientes: al
oeste, Portugal y el océano Atlántico; el mar
Mediterráneo al este; el estrecho de Gibraltar, océano
Atlántico y mar Mediterráneo al sur; y los Pirineos,
junto con el golfo de Vizcaya en el mar Cantábrico al
norte.
Clima
Artículo principal: Clima de España
Mapa que muestra los tipos de clima en España

España tiene un clima muy diverso a lo largo de todo


su territorio. Predomina el carácter mediterráneo en
casi toda su geografía. Las costas del sur y
mediterráneas tienen un clima denominado
mediterráneo de costa que también posee el valle
del Guadalquivir: temperaturas suaves,
precipitaciones abundantes casi todo el año excepto
en verano.
A medida que se adentra en el interior, el clima es
más extremo debido a que se trata del clima
mediterráneo continental, el cual abarca casi toda la
península ibérica, temperaturas bajas en invierno,
altas en verano y precipitaciones irregulares
(dependiendo de la posición geográfica). Por lo
general, las comunidades occidentales reciben más
precipitaciones que las orientales. Así pues, Galicia y
el Cantábrico poseen un clima oceánico,
caracterizado por la abundancia de precipitaciones
durante todo el año especialmente en invierno, y unas
temperaturas frescas.
El clima de montaña se puede observar en altitudes
altas, Cordillera Cantábrica, Montes de
León, Pirineos, altos puntos de la Cordillera
Ibérica, Sistema Central y Cordilleras Béticas, así
como en altitudes altas en Canarias, donde se dan
temperaturas bajas (inviernos fríos o muy fríos) y
precipitaciones generalmente abundantes.
Los climas áridos o semiáridos (menos de 300 mm
anuales) los encontramos en ciertos puntos
peninsulares del este: Almería (famoso el desierto de
Tabernas) o el parque natural del Cabo de Gata-
Níjar (donde se registran menos de 200 mm
anuales), Granada (Guadix), Murcia, Alicante y valle
del Ebro donde el efecto Foehn es el principal
causante de tan bajas precipitaciones.
El carácter subtropical es característico de las islas
Canarias, con unas temperaturas cálidas durante todo
el año y pocas precipitaciones (más abundantes en
las islas occidentales). Sin embargo, este clima
también se da en las costas sureñas de la península
(Málaga, Granada, Almería), donde tienen
temperaturas relativamente suaves durante todo el
año, aunque las precipitaciones son algo más
abundantes que en Canarias.
Medio ambiente
Artículo principal: Medio ambiente en España
España es un país con vastas superficies geográficas
con algún tipo de protección medioambiental. En
2019, más del 40 % de su superficie terrestre y
marítima estaba protegida —27% superficie terrestre
y 13% marítima—.119 Los espacios protegidos
españoles incluyen 16 parques nacionales, 152
parques naturales, 291 reservas —las Reservas de la
Biosfera ocupan por sí solas el 12% del territorio
nacional—120 y unas 800 áreas protegidas en diversos
grados.119
Desde el año 1996, las emisiones de dióxido de
carbono (CO2) se incrementaron notablemente hasta
2007, incumpliendo de largo con los objetivos
del Protocolo de Kioto sobre el cambio climático sobre
emisiones generadoras de efecto invernadero y
contribuyentes del cambio climático. Sin embargo, la
década de 2010 supuso para España una fuerte
reducción de sus emisiones de CO2 —especialmente
intensa entre 2008 y 2013, coincidiendo con la crisis
económica que azotó el país—, hasta el punto de que
en 2020 las emisiones de España fueron menores
que en 1990, cumpliendo así con sus compromisos
establecidos en el Protocolo de Kioto. 121
España es un país especialmente afectado por el
fenómeno de la sequía: durante el período 1880-2000
más de la mitad de los años se han calificado como
de secos o muy secos. En la década de los 80, siete
años se han considerado secos o muy secos y cinco
en los años 1990. El cambio climático preludia para
España gravísimos problemas medioambientales,
agravando los rasgos climáticos más extremos.122
Según el Premio Nobel de la Paz, Al Gore, España es
el país europeo más vulnerable al cambio climático.123
Por otro lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-
moon pidió a España un «liderazgo todavía más
activo» en la lucha contra el cambio climático.124
Según la OMS, más del 23% de las muertes en el
mundo, pueden estar causadas por la contaminación
atmosférica.125 Según la Agencia Europea de Medio
Ambiente, en los países europeos podrían ser
800.000 las muertes prematuras al año, por diversos
contaminantes en el aire.126 El CSIC, confirma la
relación entre polución del aire y el riesgo de
muerte.127 En España, si bien, los diferentes estudios
sobre causas de muerte por contaminación, exponen
cifras de 2.700 y hasta 30 000 muertes cada año, una
cantidad cercana a 10 000 muertes prematuras al
año, podría ser una cifra equilibrada. 128129130131132133134135
136
El Parlamento español declaró el «estado de
emergencia climática» en 2019 y aprobó la Ley de
cambio climático y transición energética en 2021.137138
Sistemas montañosos
Artículo principal: Relieve de España

Relieve de la España peninsular y Baleares.


Los Encantados, dos picos emblemáticos de los Pirineos en
el Parque nacional de Aiguas Tortas y Lago de San Mauricio

El relieve de España se caracteriza por ser bastante


elevado, con una altitud media de 660 metros,
y montañoso si se compara con el resto de países de
Europa, con excepción de Suiza, Austria y los
microestados de Andorra y Liechtenstein, cuya altitud
promedio es bastante mayor. En la España
peninsular, el relieve se articula en torno a una
gran Meseta Central que ocupa la mayor parte del
centro de la península ibérica y que tiene una altitud
media de 660 metros. Fuera de la meseta, está
la depresión del río Guadalquivir, situada en el
suroeste de la península, y la del río Ebro, en el
noreste de la misma. Los principales sistemas
montañosos son: Pirineos, sistema Ibérico, cordillera
Cantábrica, Montes de León, sistema
Central y cordilleras Béticas (Subbética y Penibética)

Cumbres montañosas de mayor altitud

Altitud
Pico Provincia Coordenadas
(m s. n. m.)

Santa Cruz de
Teide 3718139nota 6 28°16′17″N 16°38′37″O
Tenerife

Mulhacén Granada 3479 37°03′12″N 3°18′41″O

Aneto Huesca 3404 42°37′56″N 0°39′28″E

Veleta Granada 3396 37°03′02″N 3°20′54″O

La Alcazaba Granada 3369 37°04′02″N 3°18′05″O

Posets Huesca 3369 42°39′56″N 0°25′28″E


Monte Perdido Huesca 3355 42°40′26″N 0°02′00″E

Cilindro de
Huesca 3325 42°41′34″N 00°00′42″E
Marboré

Perdiguero Huesca 3321 42°41′30″N 0°31′07″E

Pico de la Maladeta Huesca 3312 42°38′50″N 0°38′22″E

Fuente: Dirección General del Instituto Geográfico Nacional141

Flora
Esta sección es un extracto de Vegetación de
España[editar]

Ocupación potencial de los bosques ibéricos.

La vegetación de España varía en función de factores


como el relieve, el clima o la latitud, entre otros. El
territorio español se reparte en diferentes regiones
fitogeográficas (boreoalpina,
eurosiberiana, mediterránea y macaronésica —esta
última, representada en España por las Islas Canarias
—), cada una con características florísticas propias
resultantes en buena medida de la interacción de
diferentes factores bióticos y abióticos.
Dentro del territorio europeo, España cuenta con el
mayor número de especies vegetales (7.600 plantas
vasculares) de todos los países europeos.142
En España hay 17 804 millones de árboles y cada año
crecen una media de 284 millones más.143
Fauna
Esta sección es un extracto de Fauna de
España[editar]

Sierra Norte de Sevilla, en Sierra Morena, enclave de bosque


mediterráneo que alberga una rica fauna autóctona.

La fauna de España presenta una amplia diversidad


que se debe en gran parte la posición geográfica de
la península ibérica, entre el Atlántico y
el Mediterráneo; y entre África y Eurasia, y la gran
diversidad de hábitats y biotopos, consecuencia de
una variedad considerable de climas y regiones bien
diferenciadas.
Ciertas especies autóctonas se han extendido por
todo el mundo, como lo hizo en la Antigüedad el
conejo (Oryctolagus cuniculus), animal que dio
nombre a la propia España,144 o el canario (Serinus
canaria) en la Edad Moderna.
Dentro de Europa, España tiene una alta diversidad
biológica y alberga el mayor número de vertebrados
(unas 570 especies) de todos los países europeos.145
Huso horario
España se encuentra geográficamente en el huso
horario UTC±0:00, ya que por su territorio cruza
el meridiano de Greenwich. Sin embargo, desde 1940
utiliza el huso UTC+1:00 —conocido como hora
central europea—, excepto en Canarias, que por su
ubicación tienen una hora menos (UTC±0:00).
Asimismo, en verano se adelanta una hora
(UTC+2:00).
La utilización de un horario que no es el
correspondiente por zona geográfica proviene de
la dictadura de Francisco Franco. Por orden publicada
en el Boletín Oficial del Estado se consideró que el 16
de marzo de 1940 se adelantara la hora legal en
sesenta minutos, «considerando la conveniencia de
que el horario nacional marche de acuerdo con los de
otros países europeos»,146 lo que se traducía en situar
a España en la órbita de sus aliados
del Eje, Alemania e Italia.147

Demografía
Artículos principales: Demografía de España y  Españoles.

Población histórica

Año Pob. ±% a.

1900 18 616 630 —    

1910 19 990 669 +0.71%

1920 21 388 551 +0.68%

1930 23 667 095 +1.02%

1940 26 014 278 +0.95%

1950 28 117 873 +0.78%

1960 30 582 936 +0.84%

1970 34 008 759 +1.07%

1980 37 698 200 +1.04%

1990  39 202 524 +0.39%

2000 40 824 744 +0.41%

2010 46 931 011 +1.40%

2020 47 332 614 +0.09%

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

El Instituto Nacional de Estadística estimó en


47 394 223 habitantes la población a 1 de enero de
2021.148 Del conjunto de población estimada,
42 018 306 eran de nacionalidad española y
5 375 917 extranjeros, lo que representaba un
11,35 % del conjunto de la población residente en el
país.148 La densidad de población, de
93,14 hab./km²,nota 7 es menor que la de la mayoría de
los otros países de Europa Occidental y su
distribución a lo largo del territorio es muy irregular:
las zonas más densamente pobladas se concentran
en la costa, el valle del Guadalquivir –y en menor
medida del Ebro– y la zona del área metropolitana de
Madrid, mientras que el resto del interior se encuentra
muy débilmente ocupado. Por comunidades
autónomas, Andalucía es la región más poblada de
España, con 8,48 millones de residentes en 2021,
seguida de Cataluña (7,65 millones) y la Comunidad
de Madrid (6,75 millones), mientras
que Navarra, Cantabria y La Rioja se erigen como las
menos pobladas.148
Al igual que el resto de naciones de Europa
Occidental, el país asistió a un alto crecimiento
demográfico desde principios del siglo XIX que se
prolongó durante todo el siglo XX. En el caso de
España, el crecimiento de la población se desaceleró
notablemente en las décadas de 1980 y 1990; sin
embargo, las altas tasas de inmigración que vivió el
país en la década de 2000 resultaron en un fuerte y
renovado impulso demográfico. En el periodo 2010-
2020, las dificultades económicas y la salida de
población extranjera resultaron en una pérdida de
población entre 2010 y 2016, aunque la recuperación
demográfica posterior permitió alcanzar nuevos
máximos poblaciones desde 2018.148
En los dos últimos siglos y paralelo al crecimiento
demográfico, la población ha tendido a agruparse en
núcleos urbanos, un «éxodo rural» que se agudizó en
la segunda mitad del siglo XX y que ha continuado en
el siglo XXI, lo que ha hecho de España un país
fundamentalmente urbano. Según el Ministerio de
Fomento del Gobierno de España, en las grandes
áreas urbanas —aquellos núcleos poblaciones de
más de 50 000 habitantes— habitaban el 69 % de los
habitantes del país en 2019.149
Áreas metropolitanas
Artículo principal: Áreas metropolitanas de España
Grandes Áreas Urbanas (GAU) de España y su cantidad de
habitantes, de acuerdo con el Ministerio de Fomento según los
datos del padrón de 2018

Densidad de población por municipio (2018)

La creación de entidades administrativas que agrupen


a los municipios que constituyen un área
metropolitana está en manos de las comunidades
autónomas. Según datos del registro de Entidades
Locales, existen tres áreas metropolitanas
constituidas, una en la provincia de Barcelona (el área
metropolitana de Barcelona) y dos en la de Valencia
(Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos y
Entidad Metropolitana para el Tratamiento de
Residuos).150 El Área Metropolitana de
Barcelona había sido suprimida en 1987 por la
Generalidad de Cataluña. Según el Ministerio de
Fomento en 2019, las áreas metropolitanas en sentido
demográfico que sobrepasaban en 2018 los 700 000
habitantes eran las siguientes:149

 Área metropolitana de Madrid (6 120 2454


habitantes)
 Área metropolitana de Barcelona (5 108 383)
 Área metropolitana de Valencia (1 552 783)
 Área metropolitana de Sevilla (1 307 209)
 Área metropolitana de Málaga (974 822)
 Área metropolitana de Bilbao (901 557)
 Área metropolitana central de Asturias (804 142)
 Área metropolitana de Zaragoza (744 862)
Distribución de la población por islas
Artículo principal: Islas de España
Islas españolas por población, según datos
del Instituto Nacional de Estadística (2018):151

1. Tenerife (904 713 hab.).
2. Mallorca (880 113 hab.).
3. Gran Canaria (846 717 hab.).
4. Lanzarote (149 183 hab.).
5. Ibiza (144 659 hab.).
6. Fuerteventura (113 275 hab.).
7. Menorca (91 920 hab.).
8. La Palma (81 863 hab.).
9. La Gomera (21 136 hab.).
10. Formentera (12 216 hab.).
11. El Hierro (10 798 hab.).
Inmigración en España
Artículo principal: Inmigración en España
La inmigración en España es un fenómeno
relativamente reciente, pero de grandes
repercusiones económicas, demográficas y sociales.
En 2020, la población extranjera en España
representaba un 11,35% de la población.148 Por
origen, los principales grupos nacionales presentes en
España en 2021, según el INE, procedían
de Marruecos —el colectivo inmigrante históricamente
más numeroso— con 775 936
individuos, Rumanía (658 773), Reino
Unido (313 948), Colombia (297 934)
e Italia (280 152).148 Aunque no tan numerosas como
los anteriores, son también relevantes las
comunidades procedentes
de Venezuela, China y Alemania.148 Por continentes,
los extranjeros residentes proceden
fundamentalmente de Iberoamérica —consecuencia
de sus fuertes lazos históricos—, Europa —
especialmente de países de la UE, cuyos habitantes
gozan de libertad de movimientos— y el norte de
África.
España fue durante los siglos XIX y XX un país de
emigrantes, que se dirigieron principalmente a
América —casi cinco millones de españoles solo entre
1881 y 1959—152 y países vecinos de Europa
Occidental —desde la segunda mitad del siglo XX—,
unos flujos migratorios que no finalizaron hasta bien
entrada la década de 1970. Las oleadas de
inmigración a España comenzaron en la década de
1990, pero vivieron su punto álgido en la década de
2000, cuando la población extranjera en España
ascendió a cerca de seis millones de personas —los
extranjeros representaban el 12,2 % de la población
en 2010, cuando en el año 2000 apenas superaban el
2 % y no alcanzaban el 1 % en 1990. En la década de
2010 se tendió a una moderación y estabilización de
la población extranjera residente en España, debido a
la crisis económica de principios de la década —el
saldo migratorio exterior de extranjeros fue negativo
entre 2011 y 2014— y a la naturalización de la
población extranjera —solo en 2014 más de 200 000
extranjeros residentes adquirieron la nacionalidad
española—.148149 Algunos estudios contradicen las
cifras oficiales del INE y concluyen, entre otros datos,
que la población inmigrante en España es muy
superior a los datos oficiales, situándose en 6,4
millones en 2018 —cuando según el INE ese año
había censados 4,8 millones—;153 ese mismo año los
inmigrantes superaban el 20 % del conjunto de los
trabajadores de entre 20 y 45 años de edad.153
Oficialmente la inmigración legal hacia España está
severamente restringida y se limita a las necesidades
laborales contenidas en el Catálogo de Puestos de
Difícil Cobertura, sin embargo, la mayoría de
inmigrantes ingresan al país por otras vías, aunque
solo una proporción residual lo hace forma ilegal. 153
Los inmigrantes en España también se caracterizan
por sufrir mayores índices de desempleo153 y pobreza
que la población general.
Municipios más poblados
Artículo principal: Capitalidad en España

Municipios más poblados de España

Municipio Comunidad Autónoma Población Municipio

1.º Madrid  C. de Madrid 3 334 730   11.º Alicante


2.º Barcelona  Cataluña 1 664 182   12.º Córdoba

3.º Valencia  C. Valenciana 800 215   13.º Valladolid

4.º Sevilla  Andalucía 691 395   14.º Vigo

5.º Zaragoza  Aragón 681 877   15.º Gijón

6.º Málaga  Andalucía 578 480   16.º Hospitalet de Llob

7.º Murcia  Región de Murcia 459 403   17.º Vitoria

8.º Palma de Mallorca  Islas Baleares 422 587   18.º La Coruña

Madrid 9.º Las Palmas de G.C.  Canarias 381 223   19.º Elche

10.º Bilbao  País Vasco 350 184   20.º Granada

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (padrón de habitantes


Barcelona
Lenguas
Artículo principal: Idiomas de España
Véanse también: Español de España,  Polémica en torno a
español o castellano,  Lengua propia  y  Predominio
lingüístico.

     Español, hablado en todo el territorio


nacional.     Catalán o valenciano.     Gallego.     Euskera.     Asturleon
és.     Aragonés.     Aranés.

El idioma oficial y el más hablado en el conjunto de


España, por un 99 % de la población, es el español,
lengua materna del 89 % de los españoles,155 que
puede recibir la denominación alternativa de
castellano.1563 La estimación del número de hablantes
en todo el mundo va desde los 450157 a los 500
millones158159 de personas, siendo la segunda lengua
materna160161 más hablada tras el chino mandarín, y
tercera si contamos los que lo hablan como segunda
lengua.162 Se prevé que se afiance como segunda
lengua de comunicación internacional tras el inglés en
el futuro, y es la segunda lengua más estudiada tras
el inglés.163

Extensión del uso del idioma español a lo largo del


mundo:      Español como idioma oficial o cooficial.      Lugares donde el
español carece de estatus oficial, pero es hablado por un 25 % o más
de la población.      Lugares donde el español carece de estatus oficial,

pero es hablado por un 10-20 % de la población.

Además se hablan otras lenguas que, de acuerdo con


lo establecido por la Constitución, pueden ser oficiales
en sus regiones si así lo establecen sus Estatutos de
Autonomía. Ordenadas por número de hablantes
nativos, estas lenguas son:

 Catalán o valenciano (9 % de la población),155
cooficial en Cataluña, las Islas Baleares y
la Comunidad Valenciana. Es hablado también, en
la parte oriental de Aragón, en la llamada Franja
de Aragón. La Ley de Lenguas de 2009164 regula
el uso, la protección y la promoción del catalán en
Aragón, dando a la lengua derechos como su uso
en la educación, así como dirigirse con ella en las
administraciones aragonesas, definiéndola como
«lengua propia, original e histórica» de la
comunidad autónoma, si bien sin llegar a
concederle el grado de cooficialidad. Es hablado
también, sin estatus de cooficialidad, en la
comarca murciana de El Carche. Oficialmente se
denomina valenciano en la Comunidad
Valenciana.165
 Gallego (5 % de la población),155 cooficial
en Galicia. Es hablado también en algunas zonas
de Asturias y Castilla y León (León y Zamora), sin
estatus de cooficialidad.
 Euskera (1 % de la población),155 cooficial en
el País Vasco y en la zona vascófona de Navarra,
donde se denomina estatutariamente vascuence.
Es hablado también en la zona mixta de Navarra
(donde el euskera, sin ser oficial, goza de cierto
reconocimiento) y de forma muy minoritaria en la
no vascófona.
 Occitano, cooficial en Cataluña.166 Es hablado, en
su variedad aranesa, en los
municipios leridanos del Valle de Arán.
También se hablan una serie de lenguas o
dialectos románicos que no tienen estatus de lengua
oficial, aunque según los casos, sí diferentes grados
de reconocimiento legal:

 Asturleonés, hablado en Asturias —


llamado asturiano o bable y reconocido por medio
del artículo cuarto del Estatuto de Autonomía, que
promueve su uso y protección—. También es
hablado en el norte y oeste de las provincias
castellano-leonesas de León y Zamora, donde se
conoce por el nombre de leonés, término
glotónimo que hace referencia a esta misma
lengua —reconocida como «objeto de protección
específica» en el artículo quinto del Estatuto de
Autonomía—, también hablada en el municipio
portugués de Miranda do Douro, donde se
denomina mirandés y sí tiene reconocido el
estatus de lengua cooficial.167 Por otra parte,
existen varias hablas de transición entre el
castellano y el diasistema lingüístico asturleonés.
Entre esas hablas de transición se encuentra en
zonas de Cantabria la llamada habla
montañesa,168 y en ciertas áreas de Extremadura y
en la comarca de El Rebollar, al sur
de Salamanca, el llamado altoextremeño,
denominado también habla de El Rebollar.169 A
principios del siglo XX, varios autores, incluían
estas hablas de transición dentro del mismo
dominio lingüístico, sin embargo actualmente ya
no se incluyen dentro del dominio lingüístico
nuclear asturleonés.170
 Aragonés, es hablado en todo el norte de Aragón.
La Ley de Lenguas de 2009164 y la Ley de
Lenguas de 2013 regulan el uso, la protección y la
promoción del aragonés, dando a la lengua
derechos como su uso en la educación, así como
dirigirse con ella en las administraciones
aragonesas. Se define como «lengua propia,
original e histórica» de la comunidad autónoma, si
bien sin llegar a concederle el grado de
cooficialidad.
 Fala, un conjunto de tres variedades de
una lengua romance del subgrupo galaico-
portugués hablada en los municipios de San
Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno,
todos ellos en el Valle de Jálama, al noroeste de
la provincia de Cáceres (en la
frontera portuguesa). Otros nombres con los que
se la conoce
son Xalimés, Mañegu (o Manhegu), A fala de
Xálima, A fala d'acá, A nossa
fala y chapurráu (en Valverde)171 o, por los
partidarios de la teoría sobre la relación entre la
fala y el idioma gallego, «gallego de Extremadura»
o «galaico-extremeño».172
España ratificó el 9 de abril de 2001 la Carta Europea
de las Lenguas Minoritarias o Regionales173
del Consejo de Europa.174
Religión
Artículo principal: Religión en España
Religión en España
175
Barómetro del CIS de julio de 2021
     Catolicismo (58,6 %)     Agnosticismo y no
creyentes (21,9 %)     Ateísmo (15,1 %)     Otras
religiones (2,4 %)     NS/NC (1,9 %)

El catolicismo es la religión predominante en el país,


aunque la Constitución española define al Estado
como aconfesional según reza su artículo 16.3:
«Ninguna confesión tendrá carácter estatal».176 Sin
embargo, garantiza la libertad religiosa y de culto de
los individuos y asegura relaciones de cooperación
entre los poderes públicos y las confesiones
religiosas. La Iglesia católica es la única organización
religiosa mencionada expresamente en la
Constitución, en el mismo artículo 16.3 —«[…] y
mantendrán las consiguientes relaciones de
cooperación con la Iglesia Católica y las demás
confesiones»—.176Los estudios sociológicos
demuestran un constante proceso
de secularización de la sociedad española en las
últimas décadas, aunque la Iglesia se mantiene muy
presente en distintos sectores de la sociedad, como
en el ámbito educativo, donde los colegios católicos,
en su mayoría subvencionados por el Estado a través
de «conciertos educativos», suponen un 15% de la
oferta educativa.177178

Fachada de la Catedral de Santiago de Compostela, templo donde


los peregrinos del camino de Santiago finalizan su ruta.

Según el barómetro de opinión del Centro de


Investigaciones Sociológicas (CIS) realizado en julio
de 2021, el 58,6 % de los españoles se consideran
católicos, los no creyentes y agnósticos suponen casi
el 22 %, los ateos el 15,1 % y los adscritos a otra
religión el 2,4 %.175 No obstante, el porcentaje de
personas religiosas y practicantes es mucho menor.
Según el mismo estudio, los católicos que dicen no ir
a misa o a otros oficios religiosos «casi nunca» o
«nunca» son el 56,8 % de este grupo social, el 19 %
dice ir varias veces al año, mientras el 13,4 % dice
acudir a oficios religiosos casi todos los domingos y
días festivos, el 6,8 % lo hace alguna vez al mes, y un
2,9 % dice acudir varias veces por semana. 175 La
población española tiende a ser menos religiosa
cuanto más bajo es el rango de edad estudiado –por
ejemplo, el 48,9% de los encuestados por el CIS entre
las personas de 18 a 24 años se declaraban no
religiosas, en contraste con el 9,6% de los
encuestados mayores de 65 años, en 2018 –.179
En cuanto a miembros la segunda religión en
importancia es el Islam, de la cual se calcula que
existían 1,9 millones de fieles en 2017, procedentes
fundamentalmente de las recientes olas
de inmigración del norte de África.180 Le sigue el
protestantismo con aproximadamente 1,5 millones de
miembros.180 Destacan también los testigos de
Jehová con más de 191 000 fieles.180 Por su parte,
la comunidad judía en España no supera los 45 000
fieles. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días llegó a España en la década de 1960 y
actualmente tiene unos 53 000 seguidores.181
En España existe el concepto de «religión de notorio
arraigo», un estatus concedido por el Ministerio de
Justicia a través de la Dirección General de Asuntos
Religiosos tras el informe correspondiente de la
Comisión Asesora de Libertad Religiosa.nota 8 Además
del catolicismo, tienen el carácter de religiones de
notorio arraigo las siguientes, por orden de
acuerdo: protestantismo, judaísmo, islam (todas
desde 1992), mormones, testigos de
Jehová y budismo, esta última aceptada en 2007 y
con unos 85 000 fieles.
Sanidad
España, con la segunda esperanza de vida más alta
del mundo, goza de un sistema sanitario público de
prestigio nacional e internacional,182 regido por
el Sistema Nacional de Salud, que ostenta los
primeros puestos en diversos estudios que destacan
la fortaleza de su sistema asistencial, en particular
su atención primaria. Sin embargo, tras la pandemia
de COVID-19 afloraron algunas deficiencias en
materia de planificación y gestión.183 Asimismo, desde
finales del siglo XX la sanidad española destaca en
donación y trasplante de órganos mediante
la Organización Nacional de Trasplantes;184 la nación
se ha erigido en líder mundial de donaciones, en
relación a su población, de forma ininterrumpida
desde 1991.185

Economía
Artículo principal: Economía de España
Vista desde el Paseo de la Castellana de los distritos de
negocios AZCA y Cuatro Torres Business Area de Madrid

España tiene una economía mixta capitalista,


la decimocuarta potencia económica mundial por PIB
nominal según el FMI en 2021,186 aunque en la
década de 1990 llegó a ser la séptima según este
indicador.187 Es un país desarrollado de altos ingresos,
con un PIB per cápita nominal superior a los 31 000
USD —unos 41 000 USD en PPA—, un nivel
sensiblemente menor a la media de la UE y de los
principales países de Europa Occidental. El sector
servicios aporta la mayor parte del PIB anual,
mientras que la Comunidad de Madrid se sitúa como
la comunidad más rica y con más renta por habitante
del país, seguida de Cataluña en producción global
y País Vasco en renta por habitante.188 España cuenta
con una alta calidad de vida, excelentes
infraestructuras y un vasto estado del bienestar,
desarrollado desde la década de 1980. El Estado
interviene en la economía a través de regulaciones y
políticas de bienestar social; los ingresos y gastos
públicos han venido situándose en alrededor del 40 %
del PIB –ingresos equivalentes al 39 % y gastos del
42 % del PIB en 2019–, por debajo de la media de
la Unión Europea.189
La economía española es una de las más abiertas de
la eurozona y con más internacionalización en sus
productos financieros, servicios, etc. El avance de sus
exportaciones, unido al enorme superávit que obtiene
de sus servicios exteriores –gracias a ser uno de los
países más visitados del mundo– le otorgan
una balanza de pagos positiva con el resto del mundo.
Sus empresas destacan a nivel internacional en
algunos campos como la energía renovable, textil,
tecnología o la construcción. Más del 80 % de los
trabajadores españoles son asalariados –y de estos,
uno de cada cinco están empleados por el Estado–,
mientras el 20 % restante son trabajadores
autónomos o propietarios de empresas —en su gran
mayoría PYMEs—. Los mayores sueldos se dan en el
sector industrial, mientras que las cooperativas
empresariales tienen especial implantación en el norte
del país.190 Por otro lado, los bajos resultados de su
sistema educativo, su economía sumergida y sus
elevadísimos niveles de desempleo a lo largo de
varias décadas son algunos de los problemas
perennes de la economía española.191
Los comienzos de la industrialización en España en el
siglo XIX arrojaron resultados escasos y tardíos, y tan
solo algunos polos en Cataluña y País Vasco lograron
una industrialización plena. Una serie de planes de
desarrollo, que se iniciaron en 1959, ayudaron a
expandir la economía y acercarla a los niveles
europeos, hasta convertirse en el segundo país con
mayor tasa de crecimiento en el mundo en la década
de 1960, fenómeno conocido como «milagro
económico español». Sin embargo, desde 1974
comenzó un periodo de recesión económica a causa
de la crisis del petróleo, y un aumento de las
importaciones con la llegada de la democracia y la
apertura de fronteras. Al desarrollo de las industrias
del acero, astilleros, textiles y mineras, le siguió
la terciarización de la economía desde la década de
1980. Este proceso, conocido en España
como reconversión industrial, supuso el
desmantelamiento de buena parte de la industria
pesada y la pérdida constante de peso del sector
secundario en la economía, paralelo al ascenso del
sector servicios. El periodo de fuerte crecimiento
económico registrado entre 1994 y 2008, creó una
serie de desequilibrios internos que, junto a la Gran
Recesión de 2008, generó una crisis económica en
España de consecuencias especialmente graves y
duraderas que se dejarían sentir a lo largo de buena
parte de la década de 2010. Se alcanzaron los
mayores índices de desempleo registrados en la
historia del país y la fuerte caída de la actividad
repercutió negativamente en las cuentas del Estado,
su endeudamiento y el nivel de vida de la población
en general, que generaron una gran crisis social,
política y territorial, además de una alta conflictividad
laboral y mayores tasas de pobreza y desigualdad.
Sector primario
Artículos principales: Agricultura
en España,  Ganadería en
España y  Pesca en España.

Olivares en Baños de la Encina, Jaén. España es el mayor


productor mundial de aceite de oliva,192 uno de los ingredientes
básicos de la dieta mediterránea

La agricultura fue hasta la década de 1960 el soporte


principal de la economía española, pero actualmente
emplea aproximadamente solo el 4 % de la población
activa y genera alrededor del 3 % del PIB.193 Los
principales cultivos
son trigo, cebada, remolacha azucarera
(betabel), maíz, patatas (papas), centeno, avena, arro
z, tomates y cebolla. El país tiene también extensos
viñedos y huertos de cítricos y olivos. España es el
primer productor mundial de vino, cava y aceite de
oliva.194 En el caso del aceite de oliva, España
acapara más de la mitad de toda la producción
mundial y las exportaciones de este producto, que se
produce especialmente en la provincia andaluza de
Jaén.195
Las condiciones climáticas y topográficas hacen que
la agricultura de secano sea obligatoria en una gran
parte de España. Las provincias del litoral
mediterráneo tienen sistemas de regadío desde hace
tiempo, y este cinturón costero que anteriormente era
árido se ha convertido en una de las áreas más
productivas de España, donde es frecuente
encontrar cultivos bajo plástico. Como resultado, una
región semidesértica como Almería ha logrado
erigirse en «huerta de Europa», al producir durante
todo el año y tener un gran músculo exportador. 196 En
el valle del Ebro se pueden encontrar proyectos
combinados de regadío e hidroeléctricos. Grandes
zonas de Extremadura están irrigadas con aguas
procedentes del Guadiana por medio de sistemas de
riego que han sido instalados gracias a proyectos
gubernamentales (Plan Badajoz y regadíos de Coria,
entre otros). Las explotaciones de regadío de
pequeño tamaño están más extendidas por las zonas
de clima húmedo y por la huerta de Murcia y la huerta
de Valencia.

El jamón ibérico, procedente del cerdo ibérico uno de los más


célebres productos de la ganadería española

Respecto a la ganadería, la ovina, la porcina y el


vacuno tienen una importante trascendencia
económica. España destaca por una de sus razas de
cerdo, el cerdo ibérico, que constituye uno de los
emblemas de la gastronomía española por sus
productos: los embutidos ibéricos, con el jamón
ibérico de bellota a la cabeza. El corcho es el principal
recurso forestal de España. La producción de pulpa
de papel y madera de los bosques españoles es
insuficiente para cubrir las necesidades del país. La
industria pesquera es menos importante hoy para la
economía española que en tiempos pasados, a pesar
de que ocupa los primeros puestos entre los países
europeos tanto por el volumen de su flota como el de
las capturas. Desde hace unas décadas la acuicultura
(marina y continental) ha tenido un gran desarrollo,
destacando la cría de dorada, lubina, mejillón,
truchas, rodaballo y salmón.

Corta Atalaya en las Minas de Riotinto, Huelva.

La minería española tiene una producción escasa,


centrada en la extracción de minerales metálicos,
industriales y productos de cantera, seguido de rocas
ornamentales y minerales energéticos —estos últimos
muy escasos en el país—.197 Desde 1996 ha estado
marcada por la reducción progresiva y obligada en la
extracción de carbones, un cierto estancamiento en la
minería metálica y el crecimiento constante de los
minerales y rocas industriales —celestina, sulfato
sódico, sepiolita, fluorita, yeso, feldespato, pizarra,
mármol o granito— cada vez con mayor peso en el
sector minero. Las principales minas de carbón, ya
clausuradas, están en la provincia de Asturias, en el
norte de la provincia de León y en la provincia de
Teruel; los principales depósitos de mineral de hierro
se encuentran alrededor
de Santander y Bilbao; Almadén, en la provincia
de Ciudad Real fue muy productiva en la extracción
de mercurio. Por volumen de producción, Andalucía
acapara casi el 40 % de la producción nacional —
gracias fundamentalmente a su alta producción de
minerales metálicos—, seguida a gran distancia por
Cataluña, Castilla y León y Galicia.197
Industria
Artículo principal: Industria en España

Refinería de petróleo en Pobla de Mafumet (Tarragona).

En España se producen, entre otros, textiles, hierro y


acero, vehículos de motor, aeronaves y sus
componentes, productos químicos, confección,
calzado, barcos, refino de petróleo y cemento,
destacando por su valor los sectores industriales de la
alimentación, bebidas y del material de transporte,
entre los que cabe destacar el sector del automóvil y
el sector industrial aeronáutico. Históricamente los
polos industriales por excelencia del país se han
situado en Cataluña y el País Vasco y aún Cataluña
continúa siendo el principal eje industrial en cuanto a
producción (23,5 % del total nacional en 2019),
seguida de Madrid, Comunidad Valenciana y País
Vasco.198 El sector secundario representó el 20,5 %
del PIB español en 2020, al representar el sector
industrial algo más del 14 % del PIB y
la construcción un 6 %. Como en la mayoría de
naciones industrializadas, el peso del sector
secundario ha tendido a reducirse en las últimas
décadas —27,9 % del PIB en 2000—.199

Fábrica de automóviles de Renault en Valladolid, 2018

El sector del automóvil es la industria de mayor


importancia del país, al representar por sí solo el 10 %
del PIB nacional y el 18 % de las exportaciones
(2019).200 España fue el segundo mayor productor de
vehículos de Europa y el noveno del mundo en 2019,
con más de 2,8 millones de vehículos fabricados, más
del 80 % destinados a la exportación.200201 La
presencia de fábricas de empresas automovilísticas
extranjeras —francesas, alemanas y estadounidenses
— explica este gran volumen de producción, pues
España carece de un productor nacional de
importancia desde la privatización y venta de Seat al
grupo Volkswagen, aunque las compañías mantienen
la españolidad de algunas marcas de vehículos
fabricados en el país —algunos en exclusiva mundial
— como la propia Seat o Cupra. España ha tenido un
importante peso en la modernización del ferrocarril y
sobre todo los trenes modernos, siendo Talgo su
principal actor, al crear su tren articulado, precursor
de toda la industria posterior, que basa su desarrollo
en su original solución. España mantiene aún una
notable industria ferroviaria, centrada en la alta
velocidad y acompañada por otras empresas del
sector de vagones, metros y tranvías, como CAF.202
El sector aeroespacial y de la defensa también tiene
un carácter relevante, al representar el 1,7 % del PIB
(2020) y tener una capacidad de fabricación integral a
través de compañías líderes como Airbus y otras
empresas nacionales.203
La industria siderúrgica, antes de su reconversión de
la década de 1990, estuvo concentrada
en Bilbao, Santander, Avilés y parte de Zaragoza,
teniendo un gran peso para el país. La reconversión
siderúrgica en el País Vasco –especialmente dura,
pues pasó de emplear a casi la mitad de toda la
población activa a ser un sector residual– se produjo
de manera inteligente, al invertir gran parte de los
fondos recibidos en I+D y generar un modelo de
hiperespecialización industrial, inspirado en el modelo
de las mittelstand alemanas. En Zaragoza, su
especialización metalúrgica, además de su posición
geográfica, favoreció la llegada de la industria
automovilística con Opel.204 Destaca también el Valle
de Escombreras, en Cartagena, uno de los polos
energéticos más importantes del país y que recibió la
mayor inversión en industria de la historia de
España,205 o el polo químico de Huelva.
En el sector industrial de la moda que engloba al textil
y calzado, destaca por producción el grupo Inditex,
líder mundial textil e ideólogo de la moda accesible y
de temporada. Mención especial merecen los ya
fallecidos maestros diseñadores Balenciaga y Manuel
Pertegaz, entre otros. Es junto con Estados Unidos
pionero en el incipiente sector de la gamificación, que
es el arte de convertir en juegos problemas, de la
empresa o la educación.206 Posee también una
combativa industria del videojuego con varias
empresas con éxitos de títulos y colaboraciones con
grandes estudios.207
Ciencia y tecnología
Artículo principal: Ciencia y tecnología de España
Véase también: Historia de la ciencia y la tecnología en
España

Observatorio del Roque de los Muchachos, situado en La


Palma y perteneciente al IAC, es uno de los centros
astronómicos más importantes del mundo

España está bien equipada en términos de una red


de Infraestructura Científico y Técnica Singular
(ICTS), habiendo proliferado en los últimos años los
parques tecnológicos en las principales áreas
industriales, así como en torno a
las universidades y centros de investigación y
desarrollo (I+D). Según datos del Instituto Nacional de
Estadística, el gasto en investigación se cifró, en
2019, en 15 572 millones de euros, lo que supone el
1,25 % del producto interior bruto.208 La inversiones en
I+D en España han sido sustancialmente menores
que la media de países de Europa Occidental (2,2 %
en 2019), tanto por parte del sector público como de
las universidades, aunque la principal razón es la baja
inversión de la empresa privada, con un gasto relativo
de menos de la mitad de la media de la zona euro.209
El CSIC es la principal organización de investigación
del país.
Sector servicios
Artículo principal: Banca en España
El sector servicios es el sector dominante en la
economía española: emplea a la mayor parte de los
trabajadores del país y significó el 68 % del PIB en
2019.210
La unidad monetaria es el euro, desde el 1 de enero
de 1999, el euro se vinculó al valor de la peseta, con
un cambio fijo de 166,386 pesetas por euro; el 1 de
enero de 2002, se introdujeron los billetes y monedas
de euro, y el 28 de febrero del mismo año, la peseta
dejó de circular.211 El país cuenta con un potente
sistema bancario, con gran número de bancos
comerciales y cajas de ahorros.212 Dos bancos
españoles se sitúan entre los cuarenta primeros del
mundo por capitalización bursátil: el Grupo
Santander (12.º) y el Banco Bilbao Vizcaya
Argentaria (34.º).213 Además, estos dos bancos se
encuentras entre los cincuenta primeros del mundo
por activos, 22.º y 46.º, respectivamente.214 Las
principales bolsas se encuentran
en Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia.215
Turismo
Artículo principal: Turismo en España
San Sebastián, bañada por el mar Cantábrico en el norte de
España

Benidorm, en la Costa Blanca, uno de los centros del turismo


tanto nacional como internacional

El turismo es uno de los pilares de la economía


española, al constituirse en el sector económico que
más riqueza aporta al conjunto de la economía
nacional y la mayor fuente de entrada de divisas
desde el exterior. Su ubicación geográfica, sus costas
bañadas por distintos mares y océanos, sus diversos
climas y paisajes y su acervo cultural, han hecho del
país uno de los principales destinos internacionales
del mundo. La extraordinaria variedad de servicios e
infraestructura de su industria turística ha situado a
España en varias ocasiones como el país más
competitivo del mundo en este sector.216
La Organización Mundial del Turismo tiene su sede en
Madrid.
España es desde la década de 1960 uno de los
países más visitados del mundo y la cantidad de
turistas no ha parado de crecer en el último medio
siglo –los visitantes se duplicaron entre 1998 y 2018–.
En 2019, España fue el segundo país más visitado del
mundo, con más de 83 millones de turistas, 217 casi la
mitad de los cuales procedieron de Reino Unido —18
millones de turistas en 2019
—, Alemania y Francia. Cataluña es con diferencia la
región más visitada, con cerca de 19 millones de
turistas en 2019, seguida de las Islas
Baleares y Canarias (13 millones cada una), que junto
a Andalucía (12 millones) y la Comunidad
Valenciana (9 millones) forman el grupo de
comunidades más populares entre los turistas
internacionales.217
El sector turístico aportó a la riqueza nacional lo
equivalente al 12,4 % del PIB y generó más de un
millón de empleos directos en 2019.218219 El turismo
internacional supone para España una fuente de
entrada masiva de divisas, que sumaron 79 700
millones de dólares en 2019, el segundo monto más
importante del mundo, solo superado por Estados
Unidos.220 Descontado el gasto de los turistas
españoles en el extranjero, el país obtuvo un saldo
positivo de 52 000 millones de dólares en 2019 según
la OMT, el segundo mayor del mundo.220
Comercio exterior
España exportó bienes por valor de
261 175 millones de euros e importó
Principales exportaciones Principales importaciones
bienes por una cantidad equivalente
Producto Porcentaje Producto Porcentaje
a 274 597 millones de euros en
2020. Estas cifras, en un año Bienes de equipo 20,4 % Bienes de equipo 21,3 %
marcado por la pandemia mundial Alimentación y
16,8 % Productos químicos 15,8 %
de coronavirus, contrastan con los bebidas
290 892 millones de euros Sector automóvil 15,2 % Productos energéticos 13,8 %
exportados y 322 436 millones de
Productos químicos 14,5 % Sector automóvil 12,5 %
euros en mercancías importadas en
2019.222 En cualquier caso, el saldo Otros 33,1 % Otros 36,6 %
comercial fue negativo, al presentar 221
Fuente: Ministerio de Comercio (2020).
un déficit de 13 422 millones de
euros, el más bajo de la década, y
una tasa de cobertura del 95,1 %.222 Las exportaciones españolas han seguido
una senda ascendente continua en las últimas décadas, mientras las
importaciones, tras un periodo de crecimiento sostenido se estabilizaron en la
década de 2010 —el máximo histórico anual fue en 2008—; 223 España ha tenido
déficit comercial todos los años desde que comenzó la serie histórica del Banco
Mundial en 1975. Muy diferente es la exportación e importación de servicios, con
un superávit alto y permanente durante décadas, lo que da como resultado que la
exportación total de bienes y servicios es superior al valor de las importaciones.
Las principales exportaciones españolas corresponden a bienes de equipo —que
incluye a los automóviles ensamblados—, alimentación, bebidas y tabaco y el
sector del automóvil. Los principales productos importados son bienes de equipo,
productos químicos y productos energéticos. Por línea de productos, los
principales superávits comerciales se dieron en alimentación, bebidas y tabaco
(17 336 millones de euros) y el sector del automóvil (8119 millones) en 2020. Por
el contrario, los principales saldos negativos y responsables del déficit comercial
son los productos energéticos (–14 524 millones de euros), pues solo la
importación de petróleo supuso un gasto de más de 20 000 millones en 2020 y
35 000 millones en 2019221 y bienes de equipo (–10 443 millones).222 En cuanto al
nivel tecnológico de las exportaciones, el 53 % correspondió a exportaciones de
tecnología alta y medio-alta, un 20,3 % a tecnología media-baja y un 26,7 %
baja.222
Las exportaciones españolas tuvieron en su mayoría
como destino a otros países europeos (un 73 % del
total) en 2020, siendo sus principales
socios Francia (16,1 %), Alemania (11,3 %), Italia (7,8 
%), Portugal (7,6 %) y Reino Unido (6,5 %). La
procedencia de las importaciones tuvieron una mayor
diversificación y el peso de Europa se limitó a un
61,1% en 2020. Los principales países proveedores
fueron ese mismo año Alemania
(12,4 %), China (10,7 %), Francia (10,4 %), Italia
(6,5 %) y Estados Unidos (5,1 %).222
Balanza de pagos

Balanza de pagos
según el Banco Mundial224

Año % del PIB

2020 0,67 %

2019 2,12 %

2018 1,91 %

2017 2,81 %

2016 3,19 %

2015 2,01 %

2014 1,65 %

2013 2,03 %

2012 0,05 %
2011 –2,7 %

España registró una balanza de pagos positiva de


28 900 millones de euros en 2019 según el Banco de
España y el INE,225 equivalente al 2,1 % de su PIB o
29 600 millones de dólares según el Banco Mundial.224
226
Este saldo positivo en cuenta corriente se mantuvo
en el 2020, aunque se vio seriamente afectado por la
fuerte recesión económica producto de la epidemia
mundial de Covid-19, reduciéndose a un monto de
8660 millones de dólares o el 0,67 % del PIB, según
el Banco Mundial.224226
El país tuvo un constante déficit con el exterior entre
1987 y 2011, hasta el punto de que en 2008 fue uno
de los países con mayor déficit exterior del mundo —
145 700 millones de dólares o el 8,9% del PIB, según
el BM—.227224 Sin embargo, en pocos años el país
logró reducir progresivamente el déficit con el resto
del mundo, hasta que en 2012 la balanza de pagos
registró superávit. Desde ese año, el saldo con el
resto del mundo ha sido positivo de forma
ininterrumpida e incluso España ha logrado situarse
como uno de los países con mayor superávit del
mundo en sus transacciones con el exterior.228
La composición en el saldo de las balanza de pagos
ha seguido una tónica semejante a lo largo de las
últimas décadas: el comercio de bienes ha sido
históricamente deficitario, al igual que el balance de
rentas primarias y secundarias, mientras que gracias
al fuerte superávit de los servicios (superior al 5% del
PIB entre 2013 y 2019),227 el saldo exterior ha podido
equilibrarse en años de déficit o arrojar un saldo
netamente positivo en años de superávit. 229 En
términos nominales, los ingresos por cuenta corriente
y capital sumaron 515 600 millones de euros, frente a
unos pagos de 486 700 millones de euros en 2019.227
La principal fuente de divisas exteriores de la
economía española y motivo principal de los
superávits obtenidos en los últimos años es el turismo
internacional. El turismo y los viajes representaron por
sí solos el 50,7 % de los ingresos por servicios al
exterior en 2019 y tuvieron un saldo positivo de
46 280 millones de euros ese mismo año, suficiente
para cubrir el déficit de todos los demás indicadores y
hacer que España tuviese superávit exterior. 229

Infraestructura
Energía
Artículos principales: Energía
en España,  Energía
renovable en España  y  Moratoria nuclear.
Producción eléctrica en España (2020)
Fuente Porcentaje
Nuclear    22.2 %
Eólica    21.8 %
Ciclo combinado    17.5 %
Hidráulica    12.2 %
Cogeneración    10.7 %
Solar    7.9 %
Resto    7.7 %
Fuente: REE, informe de 2021.230

El sector energético en España supone


aproximadamente un 3 % del Producto Interior
Bruto del país,231 pero su importancia va más allá de
su participación en la producción total, al constituir
un sector de carácter estratégico del que dependen
todas las ramas de la actividad económica, siendo la
energía necesaria para la producción de bienes y
servicios. Uno de los elementos más destacados del
sector energético en España, en los dos últimos
siglos, ha sido la escasez y pobreza de los recursos
energéticos existentes en el territorio nacional. Esta
escasez ha condenado tradicionalmente al sistema
energético nacional a una situación de déficit y
dependencia exterior. El grado de autoabastecimiento
exterior se cifraba en 2008 en un 25 %,232 cifra que se
ha mantenido invariable en la década siguiente, con
un 26,6% en 2018, cifra muy por debajo de la media
de la UE, lo que redunda en el déficit comercial del
país.233 Respecto a la distribución eléctrica, toda la red
de alta tensión —que supera los 44 000 kilómetros de
extensión— está gestionada por Red Eléctrica
Española, empresa privada pero con el Estado
español como accionista de referencia. La red
eléctrica también posee interconexiones
internacionales con las redes de los países vecinos,
especialmente con Francia y Portugal, y en menor
medida con Marruecos.234 Para completar su
infraestructura energética, España tiene un entramado
de varios miles de kilómetros de oleoductos —que
conectan con refinerías en territorio nacional— y
gasoductos, a través de los que recibe el gas
procedente de sus socios magrebíes,
especialmente Argelia.

España es líder mundial en energías renovables, especialmente


en energía eólica debido a su alta tasa de penetración en el
mercado eléctrico.235

Contaba con una potencia instalada de 110.839 MW


en 2020.236 La demanda energética en España creció
notablemente desde finales del siglo XX hasta la
primera década del siglo XXI, seguido de un periodo
de estabilización. La energía nuclear fue la primera
fuente de generación de energía eléctrica en España
en 2020, mientras que a muy poca distancia se situó
la energía eólica. Paralelo al aumento de las fuentes
renovables, se ha producido un fuerte retroceso de
algunas fuentes fósiles, especialmente del carbón,
que apenas aportó un 2 % de la producción en 2020,
cuando todavía proporcionaba un 20 % en 2015. De
igual modo se espera un abandono progresivo de la
energía nuclear a medida que las centrales lleguen al
final de su vida útil.237 La potencia instalada para la
generación eléctrica presenta notables divergencias
respecto a la producción bruta y una evolución
constante. La energía eólica se situó como la mayor
fuente de generación por potencia instalada con
27.485 MW en 2020, seguido del ciclo combinado
(26.250 MW) y la energía hidráulica (17.097 MW).238

Central nuclear de Trillo, unas de las cinco plantas nucleares,


con un total de siete reactores, de España
Las condiciones geográficas y climáticas
características de España, han permitido al país
situarse como uno de los líderes europeos y globales
en el uso de energías renovables. La generación de
electricidad procedente de fuentes renovables ha ido
aumentando constantemente en las últimas décadas,
hasta situarse en un 45,5 % en 2020, cuando una
década antes se había situado en el 32,5 % (2011).239
España era el octavo país del mundo en potencia
instalada de fuentes renovables en 2020 y se espera
que su peso en la producción nacional tienda a
aumentar en las próximas décadas.240 La energía
eólica ya se sitúa como la fuente de generación
eléctrica con mayor potencia instalada —y la quinta
mayor del mundo—241 y la segunda en producción
(2020). La energía solar fotovoltaica, tras un
crecimiento escaso en la última década, consiguió
duplicar su potencia instalada en apenas dos años
(2018-2020)242 hasta situar a España como el
undécimo país con mayor capacidad instalada en
2020.241
Transporte
Artículo principal: Transporte en España

Vista nocturna de la Terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez


Madrid-Barajas, con la capital de España de fondo

España goza de una infraestructura de transporte


moderna y altamente desarrollada, fruto de un
extraordinario esfuerzo inversor desde mediados de la
década de 1980 que tenía el doble objetivo de integrar
las diferentes regiones del país y equipararse con los
principales países europeos, históricamente con una
mejor dotación en un sistema de infraestructura de
gran importancia económica.243244nota 9 Entre 1995 y
2017, el país invirtió en esta materia una media del
1,42 % de su PIB anual, un 40 % más que Francia y
el doble que Alemania, gasto destinado en su mayor
parte a carreteras y ferrocarril, y en menor medida a
aeropuertos y puertos.245 Este destacado esfuerzo
tuvo su apogeo en el período 2001-2010, cuando se
invirtieron más de 174 000 millones de euros en
infraestructura de transporte, colocando a España en
el primer lugar de las principales economías europeas
tanto en inversión por habitante como en proporción a
su riqueza.246
España cuenta con 51 aeropuertos situados en las
distintas regiones,247 de los que 46 están
considerados como «aeropuertos de interés general»
—denominación que incluye a los más importantes
—.247 Los aeropuertos de interés general —y dos
helipuertos— son gestionados por la empresa
pública AENA, el mayor operador aeroportuario del
mundo por número de pasajeros.248

Red de ferrocarriles de ancho ibérico, destacando los núcleos de


cercanías, responsables del 90 % del tráfico de pasajeros de
tren del país

Por los aeropuertos de AENA, donde operan más de


200 aerolíneas, pasaron más de 275 millones de
viajeros en 2019, una cifra que ha crecido
significativamente desde comienzos de siglo, al igual
que las operaciones de carga de mercancía.249 De la
red de aeropuertos principales destacan el aeropuerto
de Madrid-Barajas y el aeropuerto de Barcelona-El
Prat, que con sus más de 61 millones y 52 millones de
viajeros, respectivamente, absorbieron más del 40 %
del tráfico de pasajeros y cerca del 70 % del tráfico de
mercancías de la red de aeropuertos de AENA en
2019.249 Madrid-Barajas es uno de los hub europeos
más destacados, al ser un importante centro de
conexión aeroportuario entre las diferentes regiones
de España y Europa, además de aspirar a su
consolidación como intermediario en el puente aéreo
entre Europa y América Latina. Madrid-Barajas es
también la principal base de operaciones de Iberia,
integrante de IAG e histórica aerolínea de
bandera española. El aeropuerto de El Prat por su
parte también ha procurado, mediante sucesivas
ampliaciones, erigirse en un hub de relevancia
transcontinental similar a Madrid-Barajas. 250 En la red
de aeropuertos tienen gran peso los llamados
«aeropuertos turísticos»: los aeropuertos de Palma de
Mallorca y Málaga se situaron como el tercero y
cuarto más concurridos, con 29 y 19 millones de
pasajeros, respectivamente, mientras que por los
ocho aeropuertos de Canarias pasaron en conjunto
más de 45 millones de pasajeros en 2019.249 En
operaciones de carga y descarga de mercancías
destaca el aeropuerto de Zaragoza, segundo del país
en tonelaje —frente a su 28.ª posición en tráfico de
pasajeros— solo superado por Madrid (2019).249
Los ferrocarriles españoles se caracterizan por la
heterogeneidad en la anchura de sus vías. La red
ferroviaria española está en su mayoría construida
en ancho ibérico, mientras que las modernas líneas
de alta velocidad incorporan el ancho
internacional (FGC) y existen algunas líneas de ancho
métrico (FEVE). El sistema ferroviario español es
fundamentalmente radial con centro en Madrid. La
ciudad de Barcelona permite conectar España
con París, Zúrich y Milán entre otras ciudades
europeas. La infraestructura ferroviaria es en su
conjunto propiedad estatal y está gestionada por la
empresa pública ADIF, mientras que la también
estatal Renfe opera en régimen de monopolio el
servicio de pasajeros de todas las líneas de ancho
ibérico, incluidos los «núcleos de cercanías»,
responsables por sí solos de más del 90 % de los
viajes en tren de España.251 El material rodante es
fabricado en muchas ocasiones por empresas
nacionales de relevancia internacional
como Talgo y CAF.
Un tren por una línea de alta velocidad a su paso
por Vinaixa, Lérida. España posee la segunda red más extensa del
mundo.

La alta velocidad ferroviaria española, con más de


3000 kilómetros de vías y las fuertes inversiones
realizadas, que acumulaban más de 61 000 millones
de euros en 2020,252 la convierten en la segunda más
extensa del mundo, solo superada por China —
aunque es la primera del mundo en densidad de
kilómetros por habitante—.253 Su construcción se ha
caracterizado por sus sobrecostes y su endémica
infrautilización —es la menos utilizada de los países
con redes integrales similares, como Japón o China—
además de las dificultades para su construcción
debido a la orografía española, muy montañosa.253
Por otro lado, la red de alta velocidad española ha
tenido unos costes de construcción muy inferiores al
coste promedio tanto europeo como internacional, su
velocidad máxima operativa se sitúa en 350 km/h —la
velocidad comercial está fijada en 310 km/h—254 y su
rentabilidad global es positiva.253 La red de alta
velocidad española se encuentra abierta a la
competencia pública y privada desde la liberalización
ferroviaria europea de 2020; la primera empresa que
comenzó a operar en este segmento junto a Renfe —
y su servicio de AVE— fue el conglomerado estatal
francés SNCF.
Red de autopistas y autovías de España, la más extensa del
continente europeo

La red de metro está disponible en diez de las


principales ciudades españolas y en el caso de las
grandes áreas metropolitanas, también en sus
núcleos urbanos adyacentes. Los principales
metropolitanos españoles son el de Barcelona, que
consta de doce líneas con una longitud de 166
kilómetros y 411 millones de viajeros en 2019 255 y
el metro de Madrid, que con 293 kilómetros de
longitud256 y 677 millones de viajeros en 2019 es el
tercer suburbano más extenso de Europa y uno de los
mayores del mundo.257 En algunas ciudades existen
también redes de tranvía.

Vista aérea del puerto de Valencia

La red de carreteras española está formada más de


medio millón de kilómetros pavimentados y de
carácter interurbano.258 Esta red
comprende autopistas de peaje, autopistas
libres, autovías, carreteras de doble calzada
y carreteras convencionales. En esta cifra no están
incluidas las carreteras y calles urbanas, ni las
carreteras o caminos agrícolas o forestales. Gracias a
las fuertes inversiones de las últimas décadas,
España es el país con más kilómetros de vías de alta
capacidad —autopistas y autovías— de toda Europa y
el tercero del mundo.259260 Su dotación de kilómetros
de autopistas y autovías, que forman parte de la Red
de Carreteras del Estado y son en su mayoría
gratuitas,258 duplica la media por habitante de la Unión
Europea.259 La red de autopistas y autovías se
extiende a lo largo de más de 15 500 kilómetros, más
del doble que Italia, superior a los 13 000 km de
Alemania —país mucho más poblado— y los más de
11 000 de Francia —sensiblemente más extenso y
poblado—.259
Asimismo, España goza de numerosas
comunicaciones marítimas con más de 53 puertos
internacionales en las costas atlántica y mediterránea.
Cabe destacar el puerto de Algeciras, el único de
España considerado de primer orden mundial por su
elevado movimiento de viajeros y mercancías,
el puerto de Valencia —junto a Algeciras, uno de los
principales puertos de Europa—, así como el puerto
de Vigo, siendo también uno de los más activos en
cuanto a tráfico de mercancías, capturas vivas de
pescado y congelados. El puerto de Sevilla es el único
de carácter netamente fluvial que existe en el país,
pues aunque la ciudad está en el interior, tiene salida
al mar a través del río Guadalquivir. El vecino puerto
de Cádiz es un punto estratégico para el embarque de
mercancías hacia el archipiélago atlántico
de Canarias. El puerto de Barcelona es líder
del Mediterráneo en tráfico de cruceros, y el segundo
a nivel mundial.
Vivienda
Artículo principal: Vivienda en España
España tenía un parque de 25,7 millones
de viviendas a finales del año 2018,261 según datos
del Gobierno de España, de las cuales
aproximadamente el 77 % se utilizan como residencia
habitual, mientras las restantes se emplean como
segunda residencia (12 %) y para su alquiler a
terceros (9 %).262 Un 2 % de las viviendas del país en
manos de particulares no tienen ningún uso. 262
El número de viviendas disponibles aumentó en más
de cinco millones en el periodo 2000-2020,263 aunque
ese aumento de la oferta —superior al crecimiento de
la población—261 vino acompañado de un fuerte
aumento de los precios de la vivienda —
especialmente pronunciado hasta 2008—que en
menor medida continuó en la segunda mitad de la
década de 2010. A principios de 2021, el precio medio
de la vivienda a nivel nacional era de 1625 €/m².263 El
precio, sin embargo, varía ostensiblemente en función
de las comunidades autónomas y las capitales de
provincia, encontrándose la de mayor valor en
Cataluña (3934 €/m² en 2020), en contraposición a los
precios de Extremadura (1198 €/m² en 2020).264
España se caracteriza por una alta tasa de propiedad,
superior a la de muchos otros países desarrollados ya
que el 76,1 % de los hogares tenía vivienda en
propiedad en 2018 según el INE.265 Por otro lado,
aproximadamente el 17,5 % de sus habitantes vive en
régimen de alquiler, una solución habitacional en
ascenso en las dos últimas décadas, mientras que
casi uno de cada cinco propietarios posee dos o más
viviendas.262 Paralelo al aumento del alquiler, la
proporción de viviendas en propiedad también ha
descendido en las últimas dos décadas —en 2001
hasta el 84,5% de los hogares tenía vivienda en
propiedad—,263 aunque en el último medio siglo la
tendencia a ser propietario ha seguido una marcada
tendencia alcista —en 1970 las viviendas en
propiedad representaban el 63,4 %, mientras que un
30,1 % de habitantes vivía en régimen de alquiler y el
6,5 % por cesión u otras formas.263
Telecomunicaciones
Artículo principal: Telefonía móvil en España

Sede de Telefónica en Madrid, antiguo monopolio estatal de las


telecomunicaciones y uno de los principales operadores del país

España posee una buena red de telecomunicaciones


y es uno de los mercados más grandes de Europa en
este segmento; a la extensa red de cable de fibra
óptica convencional hay que añadir una de las
mayores redes de cable submarino y conexión vía
satélite con los cinco continentes.
El operador mayoritario en telefonía y acceso a
Internet es la multinacional de origen
español Telefónica, con sede en Madrid, que opera
tanto en telefonía fija como móvil, y procede del
antiguo monopolio estatal de la telefonía. Sin
embargo, el mercado de telecomunicaciones está
abierto a la competencia en todos sus sectores desde
la ruptura del monopolio, en 1994 para la telefonía
móvil con la aparición
de Airtel (actualmente, Vodafone) y en 1998 en fija
con la salida al mercado
de Retevisión (actualmente, Vodafone). En telefonía
móvil, existen cuatro operadores con red propia —
Movistar, Orange, Vodafone y Yoigo—266 y un número
considerable de operadores móviles virtuales que se
reparten un mercado en el que, desde 2006, hay
oficialmente más líneas que habitantes. España es
uno de los países de la Unión Europea con mayor
extensión y calidad de cobertura; según un estudio del
Ministerio de Industria de 2006, el 98 % del territorio
español contaba ya por entonces con cobertura GSM,
por delante de países como Francia, Italia o
Alemania.267 Tras conseguir una cobertura
de 4G superior al 85 % de su población en tres años,
España se encuentra en pleno despliegue de
las redes 5G desde 2019.268
En telefonía fija y acceso a Internet, en la actualidad
existe un mercado de acceso por cable organizado
por demarcaciones en la mayor parte de las cuales
operan las principales empresas del sector, además
de algunas empresas de ámbito regional en sus
respectivas demarcaciones. Además, el operador
dominante (Telefónica) está obligado a permitir a
terceras empresas la prestación de servicios en su
red mediante el alquiler de los pares de cobre de su
propiedad y de espacio en sus centrales. Es líder
europeo en despliegue de fibra óptica y el objetivo
gubernamental pasa por dotar de redes de alta
velocidad al 100 % de la población; España poseía
una red de fibra óptica más grande que las de Reino
Unido, Francia, Italia y Alemania juntas en 2020. 269
Medios de comunicación
Artículos principales: Televisión
terrestre en
España,  Televisión por satélite en España,  Historia de
la prensa española  y  Radio en España.
Torre de comunicaciones «Torrespaña» de Madrid, junto con
parte del skyline de la ciudad

El país posee una combinación de medios de


comunicación privados —mayoritarios— y estatales
que proporcionan, a través de la radio y la televisión,
cientos de canales internacionales, nacionales,
regionales o locales, también disponibles por vía
satélite o cable.
De acuerdo al Estudio General de Medios, realizado
entre abril de 2015 y marzo de 2016 por la Asociación
para la Investigación de Medios de Comunicación, la
televisión es el principal medio de comunicación del
país.270 Los tres principales operadores de televisión
del país son la sociedad mercantil estatal Radio
Televisión Española y los operadores
privados Atresmedia Corporación y Mediaset España.
Las principales cadenas generalistas en términos de
audiencia en España son La 1, Antena
3, Cuatro, Telecinco y La Sexta. Todas ellas que
acaparan algo más del 50 % de cuota de pantalla. La
lista se completa con el conjunto de cadenas digitales
y canales públicos autonómicos agrupados en
la FORTA. Tras efectuarse en 2010 el llamado
«apagón analógico», el único sistema de transmisión
de la señal es digital. A este respecto, existen tanto
canales digitales de libre acceso como plataformas
digitales de pago.
Los principales periódicos de pago no deportivos del
país por lectores son El País y El Mundo, a los que se
suman La Vanguardia, La Voz de Galicia, El
Periódico y ABC, además del gratuito 20 minutos. En
la prensa deportiva, destacan Marca, As, El Mundo
Deportivo y Sport.270
En cuanto a la radio, las emisoras principales del país
son Cadena SER, COPE, Onda Cero y Radio
Nacional de España.270
Por lo que se refiere al tercer sector de la
comunicación271272 —medios de comunicación sin
ánimo de lucro, principalmente locales, y dedicados a
dar un servicio a su comunidad— muchos de ellos
están agrupados en la Red de Medios
Comunitarios,273 con sede en Cuac FM (La Coruña).

Cultura
Artículo principal: Cultura de España
Patrimonio de la Humanidad
Artículo principal: Anexo:Patrimonio de la Humanidad en
España
Véanse también: Castillos de España y  Catedrales de
España.

Patio de los Leones de la Alhambra. Esta, junto con


el Generalife y el Albaicín, en Granada, se convirtieron en el
primer bien Patrimonio de la Humanidad del país en 1984.

España es el cuarto país del mundo —junto a Francia


— tras Italia, China y Alemania con más monumentos
declarados Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco. En 2021, contaba con 49 bienes
declarados, incluyendo Monte Perdido y el valle del
Coa y Siega Verde, compartidos con Francia y
Portugal respectivamente.274
Por otro lado, España cuenta con 17 bienes culturales
inmateriales, lo que la convierte en el primer país de
Europa con un mayor número de bienes declarados
en la lista Representativa del Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad.275
Esta característica del patrimonio Español promovió
que desde las distintas administraciones del Estado
se elaborara una ley específica para su protección, la
Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español. Esta
ley, aún en vigor, busca la protección de todo bien
cultural declarado o no, susceptible de ser de interés
público. Emplaza a todas las instituciones que forman
parte del estado español o asociaciones culturales a
colaborar en el mantenimiento o descubrimiento de
este patrimonio cultural, tanto de inmuebles como de
bienes muebles, invitando a toda la sociedad a
elaborar un censo y catálogo del patrimonio protegido
o que se deba proteger.276
Arte
Artículos principales: Arte
de España,  Pintura de
España y  Escultura en España.
Véanse también: Artesanía
de España,  Música de
España,  Cine español,  Historieta en España  y Música
folclórica de España.

Las Meninas (1656), obra maestra de Diego


Velázquez (conservada en el Museo del Prado)

Los diferentes pueblos que pasaron por España a lo


largo de la Historia, la situación fronteriza de la
península ibérica entre dos continentes con
tradiciones culturales diversas, el largo período de
influencia política de la monarquía hispánica, y la
expansión de la misma en el continente americano,
han determinado que el acervo cultural y artístico de
España sea uno de los más ricos, variados e
influyentes de Occidente. Destaca la gran riqueza
patrimonial que conserva España, tanto en
yacimientos arqueológicos, templos, palacios,
fortalezas, jardines históricos, conjuntos urbanos
monumentales, patrimonio etnográfico o museos,
como en otra serie de manifestaciones culturales.
Pablo Picasso en 1962

España ha sido cuna de grandes autores en


prácticamente todas las disciplinas artísticas, siendo
muy relevante la aportación española al campo de la
pintura, con una gran influencia en el desarrollo de
numerosos movimientos artísticos europeos y
norteamericanos. Debido a su diversidad histórica,
geográfica y generacional, el arte español ha
conocido también un gran número de influencias
exteriores. La herencia mediterránea, con influencias
grecorromanas, pero también moriscas,
especialmente en Andalucía, sigue siendo evidente en
la actualidad. Las principales corrientes europeas que
influyeron en el arte español provinieron de Italia,
Alemania y Francia, especialmente durante los
períodos renacentista, el barroco español y el periodo
neoclásico. En el país también nacieron algunos
estilos autóctonos, como el arte y la arquitectura
prerrománica, la arquitectura herreriana o el gótico
isabelino. El llamado Siglo de Oro vio a pintores
universales como El
Greco, Ribera, Murillo y Zurbarán, entre otros.
También en el período barroco, Diego Velázquez creó
algunos de las más célebres pinturas españolas,
como Las Meninas y Las Hilanderas.
Asimismo, entre los pintores españoles de la época
contemporánea, destacan genios de significación
universal como Francisco de Goya —que pintó
durante un período histórico que incluye la Guerra de
la Independencia española, las luchas entre liberales
y absolutistas y el surgimiento de los estados-nación
contemporáneos—, Joaquín Sorolla, Pablo
Picasso, Salvador Dalí, Juan Gris y Joan Miró. Toda
esta riqueza artística se encuentra ampliamente
representada en las pinacotecas españolas, entre las
que figuran algunas de las mejores y más visitadas
del mundo, como el Museo del Prado, el Museo Reina
Sofía,277 y el Museo Thyssen-Bornemisza, que juntos
forman el llamado «triángulo del arte», uno de los
núcleos artísticos de más relevancia en el mundo.
Literatura
Artículo principal: Literatura de España
Luis de Góngora, retratado por Diego Velázquez

Ejemplares de la primera edición —y su portada original— de la


primera (1605) y segunda parte (1615) del Quijote, de Miguel de
Cervantes, una de las obras cumbres de la literatura universal y
el segundo libro más editado y traducido de la historia tras
la Biblia.

La literatura de España incluye no solo la tradición


literaria en castellano, sino las manifestaciones
literarias del resto de lenguas españolas, como
la catalana, gallega y vasca, así como la literatura
hispanolatina clásica, judeoespañola o hispanoárabe.
En su contexto histórico, la literatura española abarca
desde las primeras expresiones poéticas conservadas
en lengua vernácula hasta la literatura de nuestros
días. La literatura de España tiene su origen en
la literatura romana, mientras que la literatura de
Hispanoamérica tiene su origen en la española y es
una de las principales manifestaciones de la literatura
en español, con unas características propias que se
fueron fraguando desde la colonización española de
América.
La conquista romana de la península ibérica, iniciada
en el siglo III a. C. trajo la cultura latina a la actual
España. La llegada de los musulmanes en el 711 d.
C. trajo las culturas de Oriente Próximo y Lejano
Oriente. En la literatura española medieval, los
primeros ejemplos registrados de una literatura
vernácula mezclan la cultura musulmana, judía y
cristiana. Una de las obras notables es el poema
épico Cantar de Mio Cid, escrito en 1140, sin
embargo, las Glosas Emilianenses son el primer
testimonio de un escrito en lengua romance de la
península ibérica. Ya en el barroco y el Siglo de
Oro de la literatura en castellano, surgieron los
nombres imprescindibles y de influencia universal
de Mateo Alemán, Alonso de Ercilla, Francisco de
Quevedo, Luis de Góngora, Baltasar Gracián, Lope de
Vega, Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca.
De esta época fue también Miguel de Cervantes,
probablemente el autor más universal del país gracias
a su obra magna, Don Quijote de la Mancha, clásico
fundador de la literatura occidental. Posteriormente,
durante el reinado de Carlos III, etapa del despotismo
ilustrado, la influencia francesa se notó en la literatura
española del siglo XVIII. Entre los autores más
representativos de este periodo están Gaspar Melchor
de Jovellanos, Leandro Fernández de
Moratín, Ramón de la Cruz, José Cadalso y Benito
Jerónimo Feijoo. Durante el romanticismo, a principios
del siglo XIX, los más importantes son: la poesía
de José de Espronceda y otros poetas y el teatro
de Ángel de Saavedra (duque de Rivas) y José
Zorrilla, entre otros autores. En el realismo (finales del
siglo XIX), mezclado con el naturalismo, los temas
importantes son la novela, con Juan Valera, José
María de Pereda, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo
Bazán, Leopoldo Alas, Armando Palacio
Valdés y Vicente Blasco Ibáñez.
En el modernismo aparecen varias corrientes como
el parnasianismo, el simbolismo, el futurismo y
el creacionismo. Paralelo al llamado «Desastre del
98» surgió un grupo de escritores jóvenes agrupados
en la llamada Generación del 98, entre los que se
encontraban Miguel de Unamuno, Pío Baroja y José
Martínez Ruiz. Entre las voces principales de
principios del siglo XX se encuentran también los
autores pertenecientes a la Generación del 14, como
el poeta Juan Ramón Jiménez, los académicos y
ensayistas Ramón Menéndez Pidal, Gregorio
Marañon, Manuel Azaña, Eugeni d'Ors y Ortega y
Gasset, además de los novelistas Gabriel
Miró, Ramón Pérez de Ayala, Ramón Gómez de la
Serna y el dramaturgo Pedro Muñoz Seca.

Federico García Lorca en Granada, 1932

Hacia 1920, un grupo de escritores más jóvenes,


principalmente poetas, comenzaron a publicar obras
que desde el principio revelaron hasta qué punto los
artistas más jóvenes estaban absorbiendo la
experimentación literaria de los escritores de 1898 y
1914. Entre estos autores, que por su estrecho
vínculo conformarían la Generación del 27, se
encuentran los nombres de Pedro Salinas, Federico
García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso
Alonso y Vicente Aleixandre, entre otros. Novelistas
como Rosa Chacel, Francisco Ayala y Ramón J.
Sender fueron igualmente experimentales y
académicos. Esta extraordinaria época en cuanto a
producción literaria ha llevado a denominarla en
ocasiones como «Edad de Plata de las letras
españolas».
La guerra civil española tuvo un impacto devastador
en la escritura española. Entre los pocos poetas y
escritores de la guerra civil, destaca Miguel
Hernández. Durante las dos primeras décadas de
dictadura, la literatura siguió la visión reaccionaria del
dictador Francisco Franco de una «segunda edad de
oro española» y muchos de los máximos exponentes
literarios marcharon al exilio. A mediados de la
década de 1950, como en la novela, una nueva
generación que solo había experimentado la guerra
civil española en la infancia estaba llegando a la
mayoría de edad. A principios de la década de 1960,
los autores españoles se encaminaron hacia una
experimentación literaria incansable. Cuando Franco
murió en 1975, la importante labor de instaurar la
democracia tuvo un impacto literario inmediato. En los
próximos años, jóvenes escritores como Juan José
Millás, Rosa Montero, Javier Marías, Cristina
Fernández Cubas, Enrique Vila-Matas, Carme Riera y
más tarde Antonio Muñoz Molina y Almudena
Grandes, comenzarían a conquistar un lugar
destacado.
Arquitectura
Artículo principal: Arquitectura de España

Monasterio de El Escorial (1584), obra magna de Juan de


Herrera

Gracias a su variedad geográfica e histórica, España


muestra una gran diversidad en su arquitectura.
Aunque las obras más primitivas datan
del Megalítico las obras de la Edad Antigua más
imponentes son las procedentes de la época romana,
entre las que destacan por su magnificencia
el acueducto romano de Segovia, las ruinas romanas
de Mérida o el puente de Alcántara. Los siete siglos
de presencia islámica en la península dejaron un rico
patrimonio artístico —Córdoba se erigió en capital
cultural del califato Omeya—, con monumentos de
gran interés como la mezquita de Córdoba o
la Alhambra de Granada. Paralelo al desarrollo
arquitectónico musulmán, en el norte cristiano se
desarrolló en primer término el estilo prerrománico,
aún alejado del resto de corrientes de Europa
Occidental, aunque posteriormente se construyeron
importantes representantes del
estilo románico y gótico, como las catedrales de
Toledo, Barcelona, León y Burgos. En
el Renacimiento destacó el estilo sui géneris conocido
com plateresco, cuyo monumento más representativo
es la Universidad de Salamanca.

Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, obra de


Santiago Calatrava, ejemplo de arquitectura contemporánea
española

El barroco en España ocupó un lugar muy importante


y, contemporáneo con las épocas más gloriosas y
prolíficas del arte español, acabó extendiéndose
significativamente a las colonias españolas en
América, en especial a Nueva España y Perú. Del
barroco surgen dos visiones diferentes: por un lado el
austero estilo herreriano —concebido por el
arquitecto Juan de Herrera— cuya obra cumbre es
el Monasterio del Escorial, y por otra parte, el
sobrecargado y desbordado estilo churrigueresco —
de la familia Churriguera—. En Galicia, del barroco
surgió un estilo único conocido como «barroco
compostelano». El neoclasicismo se extendió gracias
a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,
pero sus postulados tuvieron menos éxito en España
que el expresivo barroco. Su figura principal fue Juan
de Villanueva, que adaptó las ideas de Edmund
Burke y construyó el Museo del Prado (planeado
como Gabinete de Ciencias), el observatorio
astronómico de El Retiro o el Real Jardín Botánico de
Madrid.
Ya en la Edad Contemporánea, el modernismo jugó
un importante papel con amplia repercusión
internacional. Centrado en Barcelona, convertida en
un polo internacional de las corrientes arquitectónicas
más innovadoras, el modernismo revolucionaría los
esquemas tradicionales. El máximo exponente de
esta corriente fue Antoni Gaudí, cuya construcción
más destacada, dentro de su prolífica obra, fue
la Sagrada Familia. Tras la muerte de Francisco
Franco y la restauración de la democracia, se abrió un
periodo de optimismo arquitectónico en España.
El regionalismo crítico se convirtió en la escuela
dominante, al tiempo que el flujo de dinero de la UE,
el turismo de masas y una economía en ascenso
resultaron en un campo fértil para la arquitectura
nacional, con una generación de nuevas
personalidades representadas por nombres
como Enric Miralles, Rafael Moneo, Ricardo
Bofill, Carme Pinós y Santiago Calatrava.
Fiestas oficiales

Efectivos de la UME desfilando con motivo de la Fiesta Nacional


en Madrid (2014).

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