Habitos Orales Ortodoncia
Habitos Orales Ortodoncia
Habitos Orales Ortodoncia
SUCCIÓN DIGITAL:
Se conoce como succión digital al hábito que consiste en introducir un dedo
(generalmente el pulgar) en la cavidad oral. Las maloclusiones que se asocian al
hábito de succión digital son: mordida abierta anterior, protrusión de incisivos
superiores, retroinclinación de incisivos inferiores, aumento del resalte, clase II,
paladar ojival y mordida cruzada.
ONICOGAFIA:
Es el hábito compulsivo de morderse las uñas que puede iniciarse por estrés,
ansiedad, nerviosismo o simplemente por aburrimiento. Sin embargo, es un hábito
difícil de eliminar y que a la larga acaba por afectar a la salud oral de diferentes
formas: Deformación de la arcada, las encías y el paladar infecciones que
favorecen la gingivitis y la periodontitis. Halitosis, Aftas y herpes en la mucosa oral,
mayor riesgo de caries.
SUCCIÓN NO NUTRITIVA:
Es la succión que se realiza sin extraer líquido, a través de un chupón, con el seno
vacío, o sobre un dedo colocado en la parte media de la lengua. Como
consecuencias tenemos maloclusiones dentales (alteración de la mordida).
Hipotonía de la musculatura orofacial (flacidez de los músculos faciales).
Alteraciones en el habla debidas a la disminución en la fuerza muscular oro-facial.
SUCCIÓN LABIAL:
Es el hábito nocivo de morderse los labios y los carrillos. Efectos bucofaciales de
la interposición labial encontramos Protrusión dento-alveolar superior. Retro-
inclinación de incisivos inferiores. Labio superior hipotónico. Labio inferior
hipertónico. Incompetencia labial. Hipertrofia del musculo mentoniano. La presión
excesiva del labio inferior que impide el correcto desarrollo de la arcada dentaria
inferior. Mordida profunda. Retrognatismo mandibular.
RESPIRACION ORAL:
El individuo respira por la boca como consecuencia de obstrucciones anatómicas
o funcionales que a pesar de haber sido eliminados, ya está establecido el hábito
de respiración oral. como consecuencia de este puede provocar Mordida cruzada
posterior, unilateral o bilateral, acompañada de una moderada mordida abierta
anterior. Paladar alto u ojival. Retrognatismo del maxilar inferior. Labio superior
corto e hipotónico, labio inferior hipertónico. Inclinación de los incisivos superiores
o inferiores hacia adelante. Maxilar superior estrecho, protrusión del maxilar
superior. Gingivitis crónica. Incompetencia labial. Incisivos inferiores lingualizados
y apiñados. Perfil convexo.
DEGLUCIÓN ATÍPICA:
Presión anterior o lateral de la lengua contra las arcadas dentarias durante la
deglución. Consecuencias de la deglución atípica labios incompetentes (no se
realiza selle labial): Labio superior hipotónico (flácido), inferior hipertónico (fuerte).
Falta de contacto entre dientes anteriores y posteriores. Problemas de lenguaje
expresivo. Protrusión incisivos superiores. Mordida abierta región anterior y
superior.
MORDEDURA DE OBJETOS:
Las consecuencias son Desgaste en los dientes, Alteraciones en la articulación
temporomandibular, Movilidad de los dientes, Dolores musculares en la zona de la
mandíbula, cabeza, cuello.
APRETAMIENTO:
Se produce al contraer y/o friccionar los dientes y muelas sin finalidad alimenticia
durante el día y la noche.
El bruxismo infantil suele aparecer, sobre todo, en niños que tienen entre seis y
diez años, justo cuando se están cayendo los primeros dientes temporales. En
este momento el esmalte de la dentición temporal contiene una menor proporción
de sales minerales y es más poroso lo que provoca que el desgaste que se
observa en caso de bruxismo sea rápido y agresivo. Esto sin duda es un signo de
alarma que nos alerta sobre que el niño sufre esta patología.
Otro indicador es el dolor de mandíbula y su inflamación, provocada por los
movimientos involuntarios que realiza el niño con los dientes. Esto puede afectar
en sus hábitos alimenticios, que se niegue a comer o a masticar correctamente, o
a realizar otras actividades como cepillarse los dientes ya que le resulta doloroso.
Causas: asociado a factores psicológicos como la tensión emocional, la ansiedad
y el estrés.
Consecuencias: Disfunción y alteración de la articulación temporo-mandibular.
Alteración de los músculos de la masticación y estructuras relacionadas con
piezas dentarias (desgaste y movilidad de los dientes). Molestias en las zonas
como el oído y la mandíbula o dolor de cabeza, espalda y cuello.
Tratamiento:
El tratamiento del bruxismo en niños debe ser lo menos invasor posible, evitando
acciones clínicas y farmacológicas. El tratamiento de primera elección para el
bruxismo en niños debe comenzar por una información y educación a los padres y
al niño. Hay que tener en cuenta los factores psicológicos a la hora de afrontar el
tratamiento en niños, el nerviosismo, la irritabilidad y situaciones de tensión
pueden aclarar la presentación de este cuadro e iniciar la terapia pertinente. En
casos de bruxismo persistente, el papel del odontólogo es fundamental a la hora
de prevenir y reducir los efectos nocivos. Es preciso que, en caso de utilizar
aparatos intraorales, haya una perfecta comunicación entre el odontopediatra y el
profesional que trate los trastornos temporomandibulares y dolor orofacial, debido
a que el manejo que hace el odontopediatra en el niño es de vital importancia para
el éxito del tratamiento. Se emplean férulas de goma blanda o férulas acrílicas que
ajusten en los dientes del maxilar superior y que sean duras, sobre todo en las
caras oclusales. A la larga, estas férulas protegen el sistema masticatorio y
disminuyen la carga en la articulación temporomandibular.