Lecturas para La Evaluación

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Cómo Tortuga quiso volar hacia el sur para pasar el invierno

Era la época del año en que las hojas empezaban a caer de los árboles.
Tortuga caminaba por ahí cuando vio a varias aves reunirse y hacer mucho
ruido, despertando su curiosidad.

–Oigan –dijo Tortuga–, ¿qué pasa?

–¿No sabes? –dijeron las aves–. Estamos preparándonos para volar al sur a
pasar el invierno. Pronto hará mucho frío y caerá nieve. En el sur hará calor
y hay mucho alimento.

–¿Puedo ir con ustedes? – preguntó. –Pero tienes que volar y tú eres una
tortuga. –¿Existe alguna forma de que puedan llevarme? –suplicó la
Tortuga. Finalmente, las aves aceptaron.

–Muerde este palo, firmemente –dijo uno de las aves–. Estas dos aves
asirán los extremos con sus patas. Así podrán transportarte. Pero
recuerda: tienes que mantener la boca cerrada.

–Eso es fácil –dijo Tortuga–. Ahora, vayamos al sur, donde el verano


guarda todo ese alimento.
Pronto surcaban el cielo hacia el sur. Tortuga se preguntaba qué lago
estaba debajo, cuáles eran las colinas que ob-servaba y cuánto faltaba para
llegar al sur. Deseaba preguntar, pero no podía hacerlo con la boca
cerrada. Intentó hacer señas con las patas, pero las aves fingieron no verla.
Ahora se encontraba molesta. ¡Qué les costaba decirle dónde se
encontraban! Finalmente, se desesperó. “¿Por qué no me escuchan…?”.
Pero eso fue lo único que pudo decir, porque en cuanto abrió la boca para
hablar, soltó el palo y empezó a caer. Tenía tanto miedo que metió patas y
cabeza dentro de su caparazón para protegerse. ¡Cayó con tanta fuerza
que rajó su caparazón! Tenía tanto dolor que se introdujo en un estanque
cercano, nadó hasta el fondo y se enterró en el lodo. Durmió todo el
invierno y no se despertó hasta primavera.
Por eso solo las aves vuelan hacia la tierra donde vive el verano, mientras
que todas las tortugas, cuyos caparazones están rajados, pasan el invierno
durmiendo.

La importancia de reciclar

¿Te has dado cuenta de que en los bosques pocas veces se ven
restos podridos de árboles o de animales? Es que en la naturaleza
no existe la basura como tal, ya que ella es una excelente
recicladora, no desperdicia nada.

Con la basura que producimos los seres humanos, las cosas no


son tan fáciles. Si dejaras en la naturaleza una bolsa de plástico,
una botella de vidrio o una lata de aluminio, permanecerán así
durante siglos. Esto se debe a que el plástico, el cristal y el metal
no son biodegradables. Esto significa que no se descomponen en
muchísimos años.

Por eso es importante no tirar a la basura los restos de plástico,


metal o vidrio. Existen lugares especiales donde reciben este tipo
de basura y la distribuyen a empresas que la reciclan. Debemos
preocuparnos hoy de reciclar nuestros desechos no
biodegradables. De otra manera, podría llegar un día en que
nuestro planeta se convierta en un inmenso basurero.

Curiosidades del mundo, Tomo II. Fundación Astoreca, 2009


La Luna Roja

Había una vez un pequeño planeta muy triste y gris. Sus


habitantes no lo habían cuidado, y aunque tenían todos los
inventos y naves espaciales del mundo, habían tirado tantas
basuras y suciedad en el campo, que lo contaminaron todo, por
lo que ya no quedaban ni plantas ni animales.
Un día, caminando por su planeta, un niño encontró una pequeña
flor roja en una cueva. Estaba muy enferma, a punto de morir, así
que con mucho cuidado la recogió con su tierra y empezó a
buscar un lugar donde pudiera cuidarla. Buscó y buscó por todo
el planeta, pero estaba tan contaminado que no podría sobrevivir
en ningún lugar. Entonces miró al cielo y vio la Luna, y pensó que
aquel sería un buen lugar para cuidar la planta.

Así que el niño se puso su traje de astronauta, subió a una nave


espacial, y huyó con la planta hasta la Luna. Lejos de tanta
suciedad, la flor creció con los cuidados del niño, que la visitaba
todos los días. La cuidó tanto y tan bien, que poco después
germinaron más flores; estas dieron lugar a otras, y en poco
tiempo la luna entera estaba cubierta de flores.

Por eso, de cuando en cuando, cuando las flores del niño se


abren, durante algunos minutos la Luna se tiñe de un rojo suave,
y así nos recuerda que, si no cuidamos la Tierra, llegará un día en
que solo haya flores en la Luna.
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