Semana 01 - Derech Laboral

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Año 

del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

ESTUDIANTE:
Tavara Luperdi ximena

Docente:
FRISA MARIA ALIAGA GUEVARA DE RAMOS

Curso:
Derecho laboral

2021
Semana 01: Surgimiento, evolución y consolidación del Derecho del Trabajo
(Guillermo Boza Pró).
Luego de haber repasado la evolución del trabajo asalariado en la historia de
Occidente, corresponde ver cómo es que se produce el surgimiento del
Derecho del Trabajo como disciplina jurídica autónoma. En segundo lugar,
cuando el Derecho de las corporaciones artesanas sucumbe al imperialismo
del Derecho de las corporaciones mercantiles que, después de adquirir
sólidamente el dominio de las relaciones comerciales, desemboca en el campo
de las relaciones de producción.
Para comprender el marco histórico que propició la irrupción del Derecho del
Trabajo, debe tenerse en cuenta que la ideología imperante en aquel entonces
el liberalismo de los siglos XVIII y XIX postulaba que sólo las leyes naturales
del mercado debían regular las relaciones entre los individuos, debiendo el
Estado abstenerse de regular las relaciones económicas. Fortalecimiento y
posterior consolidación del Derecho del Trabajo como disciplina autónoma,
independiente del Derecho Civil que hasta entonces reguló el trabajo
asalariado, propició la ruptura, aunque no definitiva con los principios jurídicos
tradicionales y la aparición de principios propios, que respondiesen a la lógica
de esta nueva rama jurídica.
Es ya un lugar común señalar que el Derecho del Trabajo parte de la
constatación fáctica de una relación desigual o asimétrica entre trabajador y
empresario, por lo que busca, por diversos medios, restablecer el equilibrio o,
por lo menos, atenuar la desigualdad existente.
Semana 02: Las fuentes del Derecho del Trabajo en las Constituciones de
1979y 1993 (Javier Neves Mujica)
Las fuentes del derecho están enfocadas en los órganos provistos de
potestades normativas en sentido propio y en las normas emanadas de dichos
órganos en sentido traslativo. Algunos órganos están habilitados para producir
otras formas normativas, como lo es el poder ejecutivo; que dicta decretos
legislativos y decretos de urgente.
Con la constitución de 1993 se pierde esa equivalencia. Sólo son derechos
funda-mentales los contenidos en el Capítulo 1, bautizado como "Derechos
fundamentales de la persona”. Esta distinción mediante una acción de amparo,
ya que esta tutela los derechos constitucionales, categoría que carga a los
derechos fundamentales y no fundamentales.
En cambio, la constitución de 1979, aquí incluye el capítulo1 solo un derecho
laboral, este es el de elegir libremente el trabajo que queramos ejercer con
ayuda de la ley.
La constitución de 1979 reconoce los tratados internacionales aprobados por el
Perú, el rango constitucional de tratados de los derechos humanos, posee una
mayor importancia en el ámbito laboral por ende se extiende en todo el
universo.
La constitución de 1993, suprime la referencia directa a la jerarquía de los
tratados internacionales. El tratado internacional se encuentra, sin embargo, en
un subnivel superior, por cuanto si bien una ley posterior podría dejarlo sin
efecto, tendría que sujetarse para ello a los requisitos de previa denuncia
previstos en el propio tratado.
La Constitución de 1979 y la de 1993 reconocen el derecho a la negociación
colectiva, mandando al Estado garantizarla en el primer caso, y fomentarla en
el segundo, expresión esta última con connotaciones más dinámicas (siendo
preferida por las normas de la OIT), aunque con contenidos semejantes.
Semana 03: Los Principios del Derecho del Trabajo (Luz Pacheco - Zerga).
El concepto de principios generales del Derecho y de principios del Derecho del
Trabajo. La diferencia a la que aludimos con el título de este apartado no es
ociosa: es necesario distinguir entre los principios generales del Derecho y los
propios de una disciplina.
El principio de obrar de buena fe
Este principio se concreta en el deber de obrar de buena fe, que puede
definirse como la disposición personal de realizar las prestaciones
voluntariamente asumidas, con probidad en la ejecución y efectiva voluntad de
correspondencia a la confianza ajena, que excluye el engaño y cualquier
finalidad que pudiese alterar el equilibrio de la relación contractual. La falta de
probidad o de lealtad equivale a instrumentalizar a la otra parte para lograr el
propio beneficio, es por eso que tiene su fundamento en el respeto debido a la
dignidad humana.
El principio protector es considerado como esencial o imprescindible para el
Derecho del Trabajo, ya que se origina en la “desigualdad inherente a la
relación de trabajo, que determina que haya una parte fuerte el empleador,
pletórica de poderes, y otra parte débil el trabajador, cargada de deberes”. El
Derecho, ante esta realidad “genera una desigualdad de signo inverso, un
derecho deliberadamente desigualador que atribuya privilegios al débil al
tiempo de limitar las atribuciones del fuerte, poniendo ‟fin al absolutismo
patronal”.
El principio de irrenunciabilidad de los derechos laborales La posibilidad
de renunciar a los derechos subjetivos es reconocida por los Ordenamientos
jurídicos occidentales pero con una premisa inderogable: que existen derechos
inalienables, En el ámbito civil, la renunciabilidad de derechos es la regla
general, aun cuando existan algunos que sean irrenunciables, sea por su
naturaleza o por prohibición legal, ya que trascienden los intereses
individuales .La evolución de este principio ha sido similar en los países
occidentales y su vigencia se mantiene incólume.
El principio de continuidad de la relación laboral
El principio de continuidad de la relación laboral se extiende a los dos extremos
y es necesario delimitar su obligatoriedad en ambos sentidos. Este principio, si
bien es una manifestación del principio protector, es también una consecuencia
del principio de causalidad. Así lo ha declarado el Tribunal Constitucional al
señalar que el “régimen laboral peruano se rige, entre otros, por el principio de
causalidad, en virtud del cual la duración del vínculo laboral debe ser
garantizado mientras subsista la fuente que le dio origen” Y de la confluencia
de estos principios se derivan la denominada estabilidad de entrada, que sólo
admite la contratación a plazo fijo.

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