Confesión de Fe Capitulo 30 Parrafo 7

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CONFESIÓN DE FE BAUTISTA DE 1689

CAPITULO 30 PARRAFO 7
7. Los que reciben dignamente esta ordenanza,1 participando
externamente de los elementos visibles, también participan
interiormente, por la fe, de una manera real y verdadera, aunque no
carnal ni corporal, sino alimentándose espiritualmente de Cristo
crucificado y recibiendo todos los beneficios de su muerte.2 El cuerpo y
la sangre de Cristo no están entonces ni carnal ni corporal sino
espiritualmente presentes en esta ordenanza para la fe de los
creyentes, tanto como los elementos mismos lo están para sus
sentidos corporales.3 1. 1 Co. 11:28. 2. Jn. 6:29,35,47-58. 3. 1
Co. 10:16.

HOY CONTINUAMOS CON EL CAPITULO 30 PARRAFO 7

Vimos el último domingo de escuela el Capítulo 30, Párrafo 5 y 6,


donde aprendimos en El parágrafo 5 como es LA VERDADERA
DOCTRINA DEFINIDA: Aquí vemos que los elementos utilizados en la
cena del Señor, se definen por medio de una condición previa, una
afirmación y una matización. Vemos que la afirmación es que tal pan y
vino están relacionados de tal manera con Cristo que verdaderamente,
aunque de forma figurada, pueden recibir los nombres del cuerpo y la
sangre de Cristo, la copa a veces es llamada como el nuevo pacto en la
sangre de Cristo, ahora bien debido a la relación entre el símbolo y la
realidad, la unión sacramental. Y la matización es que la copa no se
vuelve literalmente sangre, en cuanto a su composición física los
elementos continúan siendo pan y vino como eran antes. Y en El
parágrafo 6 LA FALSA DOCTRINA REFUTADA: Esta falsa doctrina
afirma que el pan y el vino mediante consagración se vuelven
físicamente el cuerpo y la sangre de Cristo, la transustanciación.
En el dia de hoy en el Paragrafo 7 vemos lo concerinienye a los
beneficios de la recepción digan de la cena del Señor. y aquí
destacamos lo siguiente:
En primer lugar si leemos juan 6:53 las palabras diseñan un comer
espiritual de Cristo por fe. Comer la carne y beber la sangre de Cristo
es creer que Cristo ha venido en carne y que es verdadera y realmente
hombre; que su carne es dada por la vida de su pueblo, y su sangre es
derramada por sus pecados, y esto con alguna perspectiva y aplicación
a ellos mismos: es participar y disfrutar de las diversas bendiciones de
la gracia obtenidas por él, tales como redención, perdón, paz,
justificación, etc. y una alimentación de él que vaya acompañada de un
crecimiento en la gracia y en el conocimiento de él, y que se repita
diariamente, como lo es nuestro alimento corporal; de lo contrario, las
personas no tienen vida en ellas: sin esto, no hay evidencia de vida en
ellos; no viven los que se alimentan de placeres pecaminosos o de su
propia justicia; sólo los que creen en Cristo son almas vivientes; y sin
esto no hay nada que sustente la vida; todo lo demás que come un
hombre tiende a morir; pero esto es lo que mantendrá y preservará
una vida espiritual; y sin esto no hay justa expectativa de vida eterna;
pero donde hay esto, hay una buena razón para esperarlo, y tales lo
disfrutarán: algunas copias y versiones dicen, "no tendréis vida en
vosotros"; vida eterna. Ahora bien, aunque los actos de comer y beber
no dan derecho a la vida eterna, sino a la carne, la sangre y la justicia
de Cristo, que la fe sostiene y alimenta; sin embargo, es por la fe que
se reclama el derecho; y entre estos actos de fe y la vida eterna, existe
una conexión inseparable.
En segundo lugar si leemos 1 de corintios 10:16 observamos que La
copa de bendición, que bendecimos, Es decir, la copa de vino que se
usa en la cena del Señor, que se aparta para ese servicio, se toma, y
se invoca el nombre del Señor sobre ella; y es bendecido y alabado por
su maravilloso amor y gracia, en el don y la misión de su Hijo, de
derramar su preciosa sangre por nosotros, para la remisión de
nuestros pecados; toda la iglesia uniéndose al administrador, tanto en
el acto de bendición y alabanza sobre la copa, como en la participación
de la misma. Esta copa se llama así en alusión a la copa de vino que se
usaba en las comidas comunes, o en la pascua entre los judíos, con la
que solían tomar y bendecir a Dios y darle gracias por sus
misericordias.
En tercer lugar 1 de corintios 11: 28 nos señala que
Pero examínese el hombre a sí mismo, Si tiene un verdadero sentido
del pecado, dolor y arrepentimiento por él; de lo contrario, no verá la
necesidad de un Salvador, ni buscará a Cristo en busca de salvación, ni
le agradecerá la redención de él; todo lo que sea necesario para la
debida observancia de esta ordenanza; también si está en la fe, si es
participante de la verdadera gracia de la fe, que va acompañada de
buenas obras y se manifiesta por amor a Cristo ya los santos; por el
cual un hombre sale de sí mismo a Cristo en busca de alimento y
fuerza espiritual, paz y consuelo, justicia, vida y salvación; y por el cual
recibe todo de Cristo y le da toda la gloria: esto es absolutamente
necesario para su participación correcta y cómoda de la cena del
Señor, ya que sin fe no puede discernir el cuerpo del Señor, ni, en un
sentido espiritual, comer su carne y beber su sangre, ni asistir a la
ordenanza de una manera agradable a Dios. Examine también él y
compruebe si es sano en la doctrina de la fe; o que se demuestre que
lo es, o que demuestre que es uno de los aprobados por ella; a quien
la palabra de fe ha venido con poder, y quien la ha recibido en el amor
de ella, y la cree firmemente; Puesto que el hereje debe ser rechazado
de la comunión de la iglesia y excluido de sus ordenanzas, examínese
a sí mismo si Cristo está en él, si le ha sido revelado a él y en él como
camino de salvación de Dios.
LAS COSAS QUE SE SIGNIFICAN Y SELLAN EN LA CENA DEL
SEÑOR
LAS COSAS SIGNIFICADAS EN EL SACRAMENTO
El sacramento se caracteriza por representar una o más verdades
espirituales mediante señales sensibles y externas. La señal externa en
el caso de la Cena del Señor incluye no sólo los elementos visibles
empleados, sino también el partimiento del pan y el derramamiento del
vino, la apropiación del pan y el vino comiendo y bebiendo, y la
participación de ellos en la comunión con otros. Los puntos siguientes
deben mencionarse aquí:
1. Es una representación simbólica de la muerte del Señor, I Cor. 11:
26. El hecho central de la redención, prefigurado en los sacrificios del
Antiguo Testamento se presenta con claridad por medio de los
importantes símbolos del sacramento del Nuevo Testamento. Las
palabras de la institución, "partido por vosotros" y "derramada por
muchos", apuntan al hecho de que la muerte de Cristo fue sacrificial,
para el beneficio y todavía más, en lugar de su pueblo.
2. También simboliza la participación del creyente con el Cristo
crucificado. En la celebración de la Cena del Señor los participantes no
solamente miran a los símbolos, sino que los reciben y se alimentan
con ellos. Figurativamente hablando, "comen la carne del Hijo del
hombre, y beben su sangre", Juan 6: 53, es decir, simbolizan de
manera apropiada los beneficios asegurados mediante la muerte
sacrificadora de Cristo.
3. Representan, no sólo la muerte de Cristo como el objeto de la fe, y
el acto de la fe que une al creyente con Cristo, sino también el efecto
de este acto, en el sentido en que da vida, fuerza y gozo al alma. Esto
se implica en los emblemas usados. Precisamente como el pan y el
vino nutren y dan vigor a la vida corporal del hombre, así Cristo
sostiene y aviva la vida del alma. Los creyentes se representan por lo
general en la Escritura como los que tienen en Cristo vida, fuerza y
felicidad propia.
4. Por último, el sacramento también simboliza la unión de los
creyentes entre sí. Como miembros del cuerpo místico de Jesucristo,
constituyen una unidad espiritual, comen del mismo pan y beben del
mismo vino, I Cor. 10: 17; 12: 13. Reciben los elementos el uno de la
mano del otro y ejercitan comunión íntima, mutuamente.
LAS COSAS SELLADAS EN LA CENA DEL SEÑOR
La Cena del Señor no sólo es un signo sino también un sello. Muchos,
en la actualidad, pierden esto de vista, y tienen un concepto muy
superficial de este sacramento, considerándolo nada más como un
memorial de Cristo y como una señal de la profesión cristiana. Estos
dos aspectos del sacramento, es decir, como signo y como sello, no
son independientes entre sí.
El sacramento como un signo, o para decirlo de otra manera el
sacramento con todo lo que significa, constituye un sello. El sello se
adhiere a las cosas significadas, y es garantía del pacto de gracia de
Dios revelado en el sacramento.
El Catecismo de Heidelberg dice que Cristo quiere "por medio de
estas señales y prendas visibles asegurarnos de que en
realidad somos participantes, mediante la obra del Espíritu
Santo, del cuerpo y de la sangre verdaderos cuando recibimos
por la vía oral estas santas señales en recuerdo de El; y que
todos los sufrimientos de El y su obediencia son tan
ciertamente nuestros como si nosotros en nuestras propias
personas hubiéramos sufrido para darle a Dios una
satisfacción por nuestros pecados". Tenemos que considerar aquí
los siguientes puntos :
1. Sella para el participante el gran amor de Cristo, revelado en el
hecho de que se entregó por ellos, a una muerte vergonzosa y
amarga. Esto no significa nada más que el sacramento testifique la
realidad de aquella propia y sacrificial entrega, sino que asegura al
creyente que participa de la Cena del Señor, que él, personalmente,
fue el objeto de aquel amor incomparable.
2. Además la Santa Cena asegura al creyente que participa del
sacramento, no sólo el amor y gracia de Cristo que ahora se ofrece a
ellos como Redentor suyo en toda la plenitud de su obra redentora;
sino que da a cada uno la seguridad personal de que todas las
promesas del pacto y todas las riquezas de la oferta del evangelio son
del creyente mediante una donación divina, de tal manera que él ya
tiene derecho a reclamarlas como suyas.
3. Una vez más, el sacramento no sólo ratifica para el participante
creyente la s ricas promesas del evangelio sino que también le asegura
que las bendiciones de la salvación son de El como su actual posesión.
Tan cierto como el cuerpo se nutre y se renueva mediante el pan y el
vino, así con toda seguridad pasa con el alma que recibe el cuerpo y la
sangre de Cristo mediante la fe, poseyendo desde ahora mismo la vida
eterna, y así con toda seguridad recibirá de esa vida, cada vez más
abundantemente.
4. Por último, la Cena del Señor es un sello recíproco. Es el distintivo
de profesión de parte de aquellos que participan del sacramento.
Dondequiera que coman el pan y beban el vino, profesan su fe en
Cristo como su Salvador y su acercamiento a El como su Rey, y juran
solemnemente una vida de obediencia a sus mandamientos divinos.
CONCLUSIONES
¿Cuáles son los BENEFICIOS de participar de la Cena del Señor
fiel y dignamente?
1. Dios siempre recompensa la obediencia (1 Cor. 11:24-26)
2. ️Cristo está allí espiritualmente (Jn. 6:32)
3. Recibe por fe a Cristo como pan espiritual (Jn. 63:35, Mt. 26:26-28)
4. Le trae salud y fortaleza espiritual (1 Cor. 11:28-32)
5. Le fortalece su Fe en Cristo (Jn. 6:36)
Además, el participante tiene el privilegio de:
1. Confirmar su parte en el Nuevo Pacto
2. Participar de la unidad de la Iglesia
3. Anunciar la muerte de Cristo
4. Conmemorar el perdón en su sangre
5. Testificar de la vida en su carne
6. Confesar que Cristo ha resucitado
7. Afirmar y añorar el retorno de Cristo
8. Ensayar su parte en el reino venidero

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