Estudios de Discipulado para Grupos Pequeños

Basados en la Biblia del Discipulado. Autor: Dr. David Kornfield

Dedicados a la Comunión
Módulo 1.1

1. Compartiendo nuestros testimonios – Hch 22:1-21

2. Compartiendo nuestra visión para el futuro – Jer 29:4-7, 11; Hch 2:17-18
3. Los mandamientos recíprocos – 1Pe 1:22; 3:8; 4:9-10; 5:5, 14
4. La comunión en la Iglesia Primitiva – Flp 2:1-5; Hch 2:42-47
5. Comunión radical: ¿idealismo o realismo? – 2Co 8:1-5, 13-14; Hch 2:44-
45; 4:32-37
6. Respondiendo a las necesidades los unos de los otros - Flp 4:10-19; Stg
5:16
7. Disciplinado como atleta y como discípulo – 1Co 9:24-27; Hch 2:42
8. Visión y disciplina – Hch 26:19; 2:42-47

Traducción: Pedro Torres

Revisión: Marcela Sánchez
Diseño: Munir Chiquíe

David Kornfield, Dedicados a la Comunión, 15/09/20

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Estudios de Discipulado para Grupos Pequeños

Compartiendo nuestros testimonios

Hechos 22.1-21
(Módulo 1.1.1)

1. ¿Cuándo fue la última vez que compartió con un no creyente la historia de cómo conoció al Señor?

2. ¿De qué forma Pablo creó puentes entre él y sus oyentes (vs. 1-5)?

3. ¿Cuantas preguntas se encuentran en la historia de Pablo? ¿Qué añaden esas preguntas?

4. ¿Qué evidencias de un profundo cambio de vida se encuentran en este pasaje?

5. Comparta su testimonio según la indicación de abajo.

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Estudio opcional: Rm 10.9-10, 14-15; 2Co 12.7-10; Ef 3.20-21

Los propósitos del compartir su testimonio con la familia de Dios

Este es el primero de ocho estudios de la serie sobre la comunión. Una buena forma de conocerse
mejor es compartiendo su testimonio de cómo y cuándo Dios se volvió realmente personal y
poderoso en su vida. Si su conversión ocurrió durante la infancia, piense también en otro momento
especial donde Dios se manifestó de una forma significativa e impactante para usted. El propósito al
compartir su testimonio delante de un grupo es que todos se conozcan mejor y que usted le dé la
gloria a Dios.
(Para consejos sobre cómo expresar su testimonio a personas no cristianas, cf. med.1 Ap 2.12-13.)

1cf. med. Esto quiere decir “Vea la meditación o artículo”. De forma parecida, cf. n. indica “vea la
nota”. tc indica texto clave al final de la Introducción del libro en la BD. Entendemos que estas
referencias no pueden ayudar mucho sin tener la BD en sus manos, pero esta versión ira para la BD
que esperamos que sea publicado en español en 2022. Por ese motivo, ya tiene estas indicaciones.

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Compartiendo nuestra visión para el futuro

Jer 29.4-7, 11; Hechos 2.17-18
(Módulo 1.1.2)

1. ¿Cuál es uno de sus mayores sueños?

2. ¿Este sueño encaja en lo que dice Jeremías 29:4-7 o va más allá?

3. ¿Usted tiene una buena idea de los pensamientos de Dios respecto a usted (Jer 29.11; Sal
139.13-18)?

4. ¿Usted siente que encaja en Hechos 2.17-18? ¿Por qué?

5. ¿Para qué le gustaría que las personas oran con relación a sus sueños?

Estudio opcional: Sal 139.13-18; Is 40.27-31; Ef 2.10

Los diez mandamientos de los soñadores

1. Entienda claramente su sueño: Téngalo escrito en su corazón y en papel (cf. ns. Dt 6.4-9;
Hc 2.1-3). Sepa expresarlo en una frase, en una hoja, y de forma más profunda.

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2. Sepa cuál es el ADN de su sueño: Su sueño debe tener la base de su experiencia en un pequeño
grupo que pueda multiplicarse. Sepa cómo hacer que ese grupo pequeño funcione con la
calidad que valga la pena reproducir. La multiplicación vendrá “según su especie” (Gn 1:21-25).

3. Fundamente su sueño en Dios: Entienda la voluntad de Dios para su sueño y tenga una
convicción divina basada en pasajes bíblicos fundamentales. Converse con Dios regularmente
sobre su sueño, oyendo la perspectiva de Él y haciendo sólo lo que el Padre está haciendo (cf.
ns. y med. Jn 5.19-20,30).

4. Cuide de sí mismo. (1Co 10.12; cf. ns. Sl 19.12-14; 20.28; Gl 6.1; 1Tm 4.16). “De todo lo que
se debe guardar, guarde bien su corazón, porque de él proceden las fuentes de la vida” (cf. n.
Pv 4.23). Cuide su salud física, emocional y espiritual. Resuelva los conflictos internos y
externos. Sepa descansar. Tenga límites saludables. Sea responsable por sus emociones.
Continúe invirtiendo en usted mismo. Sea un vaso puro, saludable y útil para que Dios le pueda
usar con plena libertad (cf. med. 2Tm 2.20-21). Camine lleno del Espíritu (cf. n. Gl 5.22-23;
Ef 5.18; med. Ef 5.18-20) y no según la carne.

5. Nutra su sueño. Piense en él diaria, semanal, mensual y anualmente con diversas dinámicas
de evaluación y renovación. Sea especialista en su sueño y camine con otros especialistas.
Busque oportunidades para renovar, reciclar y especializarse en el área de sus sueños

6. Haga discípulos (cf. ns. Mt 28.16-20). Sepa discernir a quien el Padre le dio (cf. n. Jn 17.6)
como discípulos y santifíquese a favor de ellos (cf. n. Jn 17.19). Forme el carácter y los sueños
de Cristo dentro de ellos. La multiplicación y el futuro de sus sueños dependen de ellos. Mire
la próxima generación. Esfuércese en hacer no solo discípulos, sino también discipuladores
(cf. ns. 2Tm 2.1-2), enseñándole a otros lo que aprendió plenamente.

7. Tenga un mentor especialista en el área de su sueño. Sea proactivo. Camine tras él. Invierta en
él para que él también invierta en usted. Busque diversas formas y oportunidades para estar juntos.

8. Camine con un equipo (cf. ns. Ec 4.7-12; Pv 18.1); ande agarrado de las manos con un equipo
apasionado y que viva este sueño con usted.

9. Tenga socios (cf. ns. Flm 23-24). Usted necesita intercesores y socios financieros. Busque
ambos (cf. ns. Lc 11.9-10) y nútralos. Un relacionamiento de socio muere si no se cuide bien.

10.Sea consciente de la batalla espiritual. Jesús vino para dar vida abundante; Satanás vino para
robar, matar y destruir (cf. ns. Jn 10.10). Usted está involucrado en una batalla mortal. Ande
prevenido. Ande armado. No ande solo. Sepa someterse a Dios y a los líderes que El coloca
sobre usted. Resista al diablo y hágalo huir (cf. ns. Stg 4.6-10; 1 Pe 5.5-8).

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Los mandamientos recíprocos

1Ped 1.22; 3.8; 4.9-10; 5.5, 14
(Módulo 1.1.3)

1. En su experiencia, ¿cuál es una característica de una relación recíproca?

2. El mandamiento de amarnos los unos a los otros se repite muchas veces en el Nuevo
Testamento. ¿Cuáles dimensiones son agregadas en 1Ped 1.22?

3. ¿Cuál frase de 1Ped 3.8 más le desafía?

4. ¿Qué es más difícil para usted: dejar que los otros le sirvan con sus dones o que usted sirva a
otras personas con sus dones?

5. ¿En cuál de los mandamientos recíprocos listados a continuación usted más gustaría de crecer?

Estudio opcional: profundice en los textos de los mandamientos recíprocos

que más llaman su atención.

Veintiocho mandamientos recíprocos

Los mandamientos recíprocos aparecen más de 60 veces en el N.T (cf. n. Rm 1.12).
1. Acéptense unos a los otros (cf. n. Rm 15.7).
2. Aconséjense o amonéstense los unos a los otros (cf. ns. Rm 15.13-14; Col 3.16).
3.

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4. Ámense los unos a los otros (Jn 13.34-35; Rm 12.10; 13.8; 1Ts 3.12; 1P 1.22; 1Jn 3.11; 3.23;
4.7, 4.11-12; 2Jn 5. Cf. n. y med. Jn 13.34-35).
5. Anímense unos a otros todos los días (cf. ns. Hb 3.13; 10.25).
6. Confiesen sus pecados unos a otros (cf. n. Stg 5.16).
7. Consuélense unos a otros (1Ts 4.18. Cf. ns. 2Co 1.3-11).
8. Cuiden de los intereses los unos de los otros (cf. n. Flp 2.4).
9. Dejen de juzgarse los unos a los otros (cf. n. Rm 14.13).
10. Hablen entre sí con salmos e himnos y cánticos espirituales (cf. n. Ef 5.19).
11. Instrúyanse y aconséjense mutuamente (Col 3.16; cf. ns. Jn 14.16; med Ne 4.16-23).
12. Lleven las cargas pesadas los unos de los otros (cf. n. Gl 6.2).
13. No mientan los unos a los otros (Col 3.9; cf. ns. Pv 14.5; Jn 8.44; Ef 4.25).
14. No se priven uno a otro (en el acto sexual en el matrimonio; cf. n. 1Co 7.5).
15. No se quejen (no hablen mal) unos de los otros (Stg 5.9; cf. ns. Stg 4.11-12).
16. Oren unos por los otros para ser curados (Stg 5.16)
17. Perdonen las quejas que tuvieren unos contra los otros (Col 3.13; cf. ns. Lc 10.40; Col 3.13).
18. Prefieran dar honra los unos a los otros (cf. n. Rm 12.10).
19. Promuevan la edificación mutua (cf. n. Rm 14:19).
20. Salúdense los unos a los otros con un beso santo de comunión (Rm 16.16; cf. n. 1Ped 5.14).
21. Sean bondadosos y compasivos unos para con los otros, perdonándose mutuamente (Ef 4.32. cf.
ns. Sl 32. 1-2; Mt 18.34; med. Mt 18.15-22, octavo punto y ocho estudios a partir de Rm 5.20-21).
22. Sean humildes (pacientes), soportándose los unos a los otros en amor (cf. ns. Ef 4.2; Col 3.13).
23. Sean mutuamente hospitalarios (cf. n. 1P 4.9).
24. Sean todos humildes unos para con los otros (cf. ns. 1P 5.5-6).
25. Exhórtense unos a los otros (cf. ns. Hb 3.13; 10.25)
26. Sírvanse los unos a los otros (Gl 5.13; cf. n. 1P 4.10-11).
27. Sujétense los unos a los otros (cf. n. Ef 5.21).
28. Tengan cuidado unos de los otros (1Co 12.25; cf. ns. Flp 2.1-5).
29. Tengan la misma actitud (sentimientos) los unos para con los otros (Rm 12.16; cf. n. 15.5).

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La comunión en la iglesia primitiva

Flp 2.1-5; Hch 2:42-47
(Módulo 1.1.4)

1. Comparta una experiencia impactante de comunión o solidaridad especial, fuera de su familia.

2. ¿Cuál de las frases de Flp 2.1-5 usted cree que ayudaría más en la comunión radical y profunda?

3. ¿Con que frase de Hch 2.42-47 más se identifica?

4. ¿Con cuál de ellas se identifica menos?

5. ¿En cuál área o en cuáles áreas resaltadas en este pasaje le gustaría crecer más en su grupo
pequeño o en su iglesia?

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Estudio opcional: Ec 4.9-12; 1Co 12.14-26; Ef 4.29-5.2

Claves para la comunión

Los relacionamientos hoy son descartables. Las personas cambian de trabajo, de
vecindario, de iglesia y hasta de cónyuge con la mayor facilidad y a veces, con bastante frecuencia.
¿Cuáles son las claves para experimentar una verdadera comunión, en medio de tantos cambios de
vida y relacionamientos superficiales? A continuación, veremos cuatro claves para eso.

1. Participación radical y comprometida en un grupo pequeño y en un subgrupo de dos a cuatro

personas. Sin eso, difícilmente habrá comunión verdadera. (cf. n. Lc 7.18; med. Cl 3.9-17).

2. Un ambiente de amor y de aceptación (cf. med. Lc 1.39-45) que motiva a la transparencia (cf.
med. 2Co 3.7-18), con personas que se muestran genuinas y auténticas, compartiendo tanto sus
alegrías como sus dificultades.

3. Humildad hasta el punto de interesarse más de la otra persona que de sí mismo, afirmándola,
alentándola y elevándola (cf. ns. Is 38.15; Mt 23.12).

4. Conocer las necesidades unos de los otros y realmente responder a ellas. ¡Recuerde que nuestras
necesidades son la puerta para el relacionamiento! (Cf. ns. Sl 69.33; Hch 4.34; Tt 3.14).

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Comunión radical
¿idealismo o realismo?
2Co 8.1-5,13-15; Hch 2.44-45; 4.32-37
(Módulo 1.1.5)

1. Fuera de su familia, ¿de quién está más cerca para compartir tanto sus recursos como sus
necesidades?

2. Los textos de Hechos 2 y 4 son pasajes históricos; 2Co 8 es un pasaje didáctico. ¿Qué agrega
2Co 8.1-5, 13-15 a Hechos 2.44-45; 4.32-37?

3. ¿Cuáles consejos sobre cómo cuidar los unos de los otros se encuentran en el pasaje de 2Co 8?

4. ¿En qué sentido 2Co 8.5 podría ser la clave para el resto de los pasajes de este estudio?

5. ¿Cómo podría su grupo pequeño o su iglesia vivenciar mejor la comunión radical?

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Estudio opcional: 1Co 11.17-22; 12.14-26; Ef 4.15-16,28

Consejos de cómo cuidar unos de los otros (2Co 8)

A continuación, algunos consejos para cuidar unos de los otros:
• Con alegría (v. 2).
• Con liberalidad (vs. 2-4; cf. ns. Ex 36.2-7)
• Consagración al Señor, lo que lleva a una consagración mutua (v. 5; 1Jn 16-18; cf. ns. Jn
17.19; 1Jn 3.11).
• Con amor (vs. 7-8; cf. ns. 1Co 13.1-4).
• Con disposición (v. 12)
• Para tener igualdad (vs. 13-15)
• Con reciprocidad (v. 14, cf. med. 1Ped. 1.22).

La venta de las casas en Hechos fue una forma de responder a un principio eterno: debemos
responder a las necesidades de unos y de los otros y cuidar unos de los otros. Necesitamos
comprometernos de corazón con ese principio, descubriendo las formas más adecuadas para
aplicarlo en nuestro contexto hoy.

Otro principio relevante en el texto de Hechos es que nuestras casas (autos, libros o cualquier bien)
no nos pertenecen. Somos mayordomos, no dueños (aunque la ley humana indique que somos
dueños). Como mayordomos, debemos usar todos nuestros bienes para expresar y extender el
Reino de Dios. Estos no sólo deben ser para nosotros.

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Respondiendo a las necesidades los

unos de los otros
Flp 4.10-19; Stg 5.16
(Módulo 1.1.6)

1. Cuando usted se reúne con los hermanos, ¿se siente más preparado para dar o para recibir?

2. ¿Hasta qué punto Dios cuida en forma sobrenatural de nuestras necesidades? ¿Hasta qué punto
Él nos llama a cuidar de las necesidades uno del otro?

3. El texto de Santiago 5.16 nos llama a confesar nuestros pecados. ¿usted cree que el espíritu del
versículo incluye confesar problemas, necesidades, tentaciones y dificultades?

4. ¿Cuál nota se daría a sí mismo, y cuál nota daría al grupo, en cuanto a abrirse al respecto de
los problemas?

5. ¿Cuál nota se daría a sí mismo, y cuál nota daría al grupo, en cuanto a orar en forma en que
realmente transforme (“sane”) esos problemas?

6. Anote una necesidad de tres personas diferentes en su grupo o iglesia. ¿Cómo podría responder,
por lo menos a una de ellas?

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Estudio opcional: Gl 6.1-5; Stg 2.14-17; 5.13-16.

“Todo lo puedo en aquel que me fortalece”

Dos filosofías “cristianas”: 1) Dios mandó, pero existen dificultades, lo que lleva a una
parálisis; 2) existen dificultades, pero Dios mandó, lo que lleva al poder.

Nunca le diga a Dios que usted tiene un gran problema; ¡dígale a su problema que usted
tiene un gran Dios!

Entre las cosas que podemos hacer “en aquel que nos fortalece” está el dar u ofrendar
para los obreros misioneros. ¿Por qué dar? En Flp 4.10-19 vemos cinco razones: 1) para bendecir
a otros (vs. 10,14,18; cf. n. Gn 48.9); 2) para ser bendecido (vs.17, 19); 3) para dar gloria a Dios
(vs. 18, 20); 4) como un acto de obediencia (1Co 16.1-2; cf. n. Mt 28.20; med. Mt 7.21-27; Stg
1.22-25; ns. y med. 1Jn 2.12-14); y por sobre de todo, 5) damos como respuesta a la increíble
generosidad de Dios para con nosotros (2Co 8.5; 9.15).

(Para profundizar, cf. ns. 2Co 8-9)

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Disciplinado como atleta y como

discípulo
1Co 9.24-27; Hch 2.42
(Módulo 1.1.7)

1. ¿Qué nota se daría a sí mismo con relación a ser disciplinado? Explique su nota.

2. ¿Cuáles son las varias motivaciones en 1Co 9.24-27 para ser realmente disciplinado?

3. ¿Cuál sería el valor de tener un entrenador o por lo menos un compañero para andar con usted
de forma disciplinada (cf. Ec 4.9-12)?

4. En Hechos 2.42 vemos cuatro disciplinas de la Iglesia Primitiva. ¿Cuál de ellas es “menos
importante” para usted?

5. ¿En cuál disciplina le gustaría crecer más en los próximos treinta días?

6. ¿Cuáles serían algunos pasos para lograr eso?

David Kornfield, Dedicados a la Comunión, 15/09/20 14

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Estudio opcional: 1Tm 4.7-12; 2Tm 2.3-5; Heb 12.1-11

Disciplinando su cuerpo
Existe una relación entre disciplina física y espiritual. Piense por un momento en las
siguientes situaciones: usted decide ayunar, pero poco después su estómago le da una señal de que
no va a aguantar ni un minuto más. O entonces decide levantarse temprano para tener más tiempo
con el Señor, pero a la hora de levantarse cambia de idea y se duerme un poco más. O, incluso, se
coloca en pie para alabar a Dios en el culto, pero luego siente que sus piernas están casadas.
Muchas veces nuestro cuerpo tiene la última palabra en nuestra actividad espiritual. La verdad,
nuestro cuerpo sabe poco sobre sacrificio. Si usted vive según los deseos de su cuerpo, avanzará
poco en su vida espiritual. ¿Su cuerpo le obedece o le manda?

Un líder debe ser, naturalmente, más disciplinado y esforzado que sus seguidores. Es eso
lo que le da el derecho de guiar a otras personas. Para que usted crezca en la práctica de una vida
disciplinada, usted necesitará que su cuerpo aprenda que la última palabra en su vida es de
Jesucristo. “Golpear” su cuerpo y sujetarlo es llevarlo en el camino no de lo que le gusta, sino de
lo que le hace bien (cf. ns. 1Co 9:24-27).

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Visión y disciplina
Hch 26.19; 2.42-47
(Módulo 1.1.8)

1. ¿Usted tiene una “visión celestial”? Explique su respuesta.

2. ¿Cuáles frases de Hch 2.42-47 nutren la visión?

3. ¿Cuál es la relación entre visión y disciplina?

4. ¿Usted necesita de un renuevo de visión, o de más disciplina para vivenciar su visión?

5. ¿Cuál de las disciplinas listadas a continuación, le ayudaría más a renovar y mantener su

visión?

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Estudio opcional: Hch 6.4; Heb 3.12-13; 10.24-25

Las cinco disciplinas básicas del discípulo

Dé una nota para usted mismo de 0 a 10 con relación a la práctica de las siguientes disciplinas:
LA PALABRA (cf. ocho estudios sobre dedicados a la Palabra a partir de Sl 1.1-3).
____ Yo recibo ánimo y dirección a través de mi tiempo personal en la Palabra.
____ Los miembros de la iglesia me animan compartiendo la Palabra conmigo (sin incluir la
predicación del púlpito o la enseñanza del profesor en alguna clase).
____ Yo animo a otros en la iglesia compartiendo la Palabra con ellos.

LA COMUNIÓN (cf. ocho estudios a partir de Hch 22.1-21)

____ Estoy involucrado en forma significativa en la vida de otros miembros de la iglesia.
____ Yo priorizo las reuniones semanales, y estoy preparado tanto para recibir como para dar.
____ Yo me abro con los otros y las personas me ayuden a superar mis puntos débiles.

LA ORACION Y LA ADORACION (cf. n. Mc 1:35; ocho estudios sobre la oración a partir de Sl 23).
____ Yo me asocio con Dios, orando y viendo sus respuestas a mis oraciones.
____ Los miembros de la iglesia me animan orando conmigo.
____ Yo animo a los miembros de la iglesia orando con ellos.

EL TESTIMONIO (cf. ocho estudios a partir de 2Co 5.14-21)

____ Yo comparto el evangelio y/o mi testimonio con personas no creyentes.
____ Los miembros de la iglesia me animan en el evangelismo.
____ Yo ayudo a otras personas a alcanzar a sus amigos para Cristo.

LA VIDA SIMPLE (cf. ns. y med. Mt 6.19-34; ocho estudios sobre esto a partir de Mq 6:8).
____ Yo me deshago de responsabilidades, posesiones y gastos innecesarios, para dedicarme más
al Reino de Dios (como, por ejemplo, en las actividades indicadas en la parte de arriba).
____ Yo experimento alegría y paz al mantener mis ojos en Jesús y no en las circunstancias.
____ Por causa de mi estilo de vida simple, yo tengo tiempo y recursos disponibles para invertir en
las personas que Dios pone en mi vida.

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