Emprender Sin Miedo
Emprender Sin Miedo
Emprender Sin Miedo
2
Contents
Título
Cita
PARTE 1 DESPERTEMOS DE UNA VEZ
I EL MUNDO EN EL QUE NOS TOCA VIVIR
II EL MODELO CAPITALISTA
III CRISIS DEL SISTEMA EDUCATIVO
IV LA EMPRESA ACTUAL
V CRISIS DE VALORES EN EL SISTEMA ACTUAL
VI LA NUEVA ERA DE LA CONSCIENCIA
VII EMPRENDIENDO UNA NUEVA VIDA
VIII TU PROPIA IDEA DE ÉXITO
IX TU MENTE COMO ALIADA
X CONOCERSE A UNO MISMO
XI LIDERAZGO PERSONAL
PARTE 3 INICIANDO UNA NUEVA VIDA LABORAL
XII LAS PREGUNTAS DEL EMPRENDEDOR
XIII EL PODER DE LA CREATIVIDAD
XIV DESARROLLA TU PROYECTO 4
XV NEGOCIANDO CON UNO MISMO
AGRADECIMIENTOS
3
Emprender sin miedo
Hector Peralta
4
El verdadero hombre sonríe ante los problemas, cobra fuerza de la angustia y crece valiente por la
reflexión
Thomas Paine
5
PARTE 1
DESPERTEMOS DE UNA VEZ
6
I
EL MUNDO EN EL QUE NOS TOCA VIVIR
Pensemos por un momento en las infinitas sucesiones de eventos que se han dado a lo largo de la
historia de la humanidad como nacimientos, muertes, conflictos, guerras, migraciones, amores,
desamores y en general todo aquello que nos ha llevado hasta nuestra propia existencia. La
probabilidad de que naciéramos era de uno entre un millón y se lo debemos, entre otras cosas, a la
suma de todo lo que ha pasado en la tierra y el universo desde que existe. Desconozco si la causa
de nuestra propia existencia como individuos es el cosmos, el poder divino o la simple casualidad
pero la realidad es que la vida en sí es un regalo que tenemos todos los seres vivos de este planeta.
Esto hace que cómo seres pensantes que somos, sea imperante que vivamos de acuerdo con
nuestros valores y creencias dado que el tiempo que estaremos en la tierra, hasta que no se
demuestre lo contrario, es finito.
Está claro que no todos tenemos el mismo nivel de vida y somos y pensamos de forma distinta unos
de otros. Algunos tienen altos ingresos, otros bajos, hay personas con un estilo de vida y otras con
sistemas totalmente opuestos. La zona geográfica y la familia en la que nacemos determinan en
gran medida qué vida llevaremos a lo largo de nuestros días de existencia. Este hecho, entre
muchos otros, no lo podemos cambiar. Muchas son las personas que se resignan a vivir una vida
programada pensando que no tienen poder o fuerza para cambiar el destino del mundo y que todo
es demasiado grande para cambiarlo sin pararse a pensar que, en realidad, el mundo en el que
vivimos lo hemos moldeado los seres humanos para nuestro beneficio. Este hecho nos enseña que
tanto como individuos y sociedades podemos tomar decisiones y emprender acciones que nos
lleven hasta lugares y maneras de vivir que ahora vemos muy lejos o simplemente ni sabemos que
existen.
El primer paso necesario para cambiar nuestras vidas es la toma de consciencia de lo que pasa a
nuestro alrededor. Si no entendemos que pasa o como hemos llegado hasta dónde estamos,
simplemente no disponemos de la información necesaria para poder tomar decisiones desde la
madurez y la reflexión y nos encontramos, cómo muchos de nosotros estamos o hemos estado,
navegando sin rumbo en un mundo que no entendemos y en el que las mareas sociales y
económicas nos llevan hasta sitios que muchas veces no deseamos.
Vivir de una forma crítica sin caer en la ira o en el hastío nos ayuda a discernir qué es lo que
realmente queremos para nosotros y nuestro mundo
Si todo lo que nos rodea nos va bien, ya sea por comodidad o por ignorancia, simplemente no
vamos a cambiar nada. Este hecho en la práctica hace que sean los demás los que tomen las
decisiones por nosotros y nos dejemos llevar por vidas vacías de significado.
El ser humano es gregario y se deja llevar por los comportamientos aceptados por su grupo, eso
hace que vivamos en un mundo en el que la crítica es algo que está mal visto, pero en realidad, vivir
de una forma crítica, tanto con el exterior como con el interior, es lo que nos hace movernos hacia
cambios que realmente deseamos. Esto no quiere decir que debamos enfadarnos ni estar en
continuo desacuerdo con todo ya que lo único que conseguiremos si nos dejamos llevar por el
enfado o el odio es el aislamiento y la parálisis. Vivir de forma crítica significa no creerse todos los
7
mensajes y situaciones que tenemos a nuestro alrededor, analizar qué es lo que nos hace
realmente bien y qué es lo que no para poder tomar decisiones y emprender acciones que nos
lleven a la vida que deseamos.
DEMOCRACIA SECUESTRADA
La democracia como la conocemos fue ideada por los griegos atenienses en el siglo V a.C. El
8
término democracia viene a significar la suma de dos palabras que son, “demos” o pueblo y “kratia”
o poder, que juntas significan literalmente “poder del pueblo”. En la realidad, la democracia
ateniense tenía muy poco de democrática por el hecho de que sólo algunos ciudadanos varones
podían ejercer el derecho a voto en las decisiones de su ciudad estado. Esto excluía a campesinos,
trabajadores libres, esclavos y mujeres y en la práctica, sólo un 10% de la población decidía el
rumbo de todo su estado.
En la actualidad el término democracia se ha convertido a lo que llamamos sufragio universal, ello
significa que todas las personas de un país, sean hombres o mujeres mayores de edad e
independientemente de su raza, puedan ejercer el derecho a voto y supuestamente incidir en las
decisiones que rigen su vida. Ésta es la manera, con diferentes versiones y procesos, con la que
nos regimos los países desarrollados y con la que nos sentimos más identificados.
A lo largo y ancho de nuestro territorio, vemos conversaciones políticas y sociales, discusiones y
debates eternos y que no llevan a nada tanto en nuestra vida cotidiana como en televisión, ríos de
tinta escritos en los diarios y en internet e incluso a veces, vemos gente que discute abiertamente
alguno u otra decisión del partido al que alguno de ellos pertenece. Y yo, en contrapartida, a veces
me imagino a unos cuantos propietarios y accionistas de grandes multinacionales, juntamente con
algún que otro monarca anacrónico, partiéndose el culo en una cena de amigotes de los resultados
de las elecciones de uno u otro país. Además, en una cena de marisco pagada por todos nosotros.
En el sistema capitalista actual, quién toma las verdaderas decisiones es aquél que tiene el capital
necesario para hacerlo
En un mundo en el cual el foco de poder se centra en el capital y el 1% de la población tiene los
mismos recursos que el 99% restante, está muy claro quién manda. La respuesta a esta pregunta la
tenemos en el mismo nombre del sistema en el que vivimos, que por mucho que todos nos llenemos
la boca no es un sistema basado en la democracia. Lo más impactante es que siquiera lo esconden
e incluso hay personas de ese 99% que les parece bueno para ellos. El sistema se llama
capitalismo por algo y no tiene absolutamente nada de democrático. Actualmente los poderes
fácticos del capitalismo ejercen su fuerza a una escala supranacional, eso significa que están por
encima de los países y sus decisiones pasan por encima de la soberanía popular. En esencia, es un
sistema corrupto que tiene tendencia a la acumulación por su propia naturaleza ya que para crear
riqueza debemos tener capital y si la mayor parte de ese capital está en manos del 1% de la
población, significa que sólo ellos van a generar más capital del capital que ya tienen y por tanto,
van a obtener más poder del que ya tienen.
El dinero es la fuente de poder en el mundo en el que vivimos. No hay partido político, asamblea
nacional, congreso de diputados, senado, consejo de druidas ni aquelarre de brujas que sea capaz
de plantar cara a los poderes fácticos capitalistas pues ellos mismos están endeudados con ese
capital, le deben pleitesía y toman sus decisiones basadas en el servilismo con dicho capital.
Bueno, las brujas y los druidas no porqué sacan sus poderes de la tierra, aunque si pensamos que
la tierra se compra con capital, seguro que también están pringados. A diario vemos como países o
partidos políticos que no aceptan las normas imperantes del sistema capitalista son ninguneados y
atacados por todos los frentes para hacerlos desaparecer y al no estar bien vista la crítica, muchos
se suman al poder que les somete para ayudar a derrocar a los pocos que mirarían por su propio
interés de clase.
El sistema capitalista es un sistema depredador en sí mismo y la democracia interna de los países,
en la práctica, sólo sirve para determinar nimiedades internas. Esto deja ver que los verdaderos
propietarios de los países no son sus ciudadanos si no los tenedores de sus deudas. No en vano
hemos visto como la mayoría de países europeos han puesto el foco en pagar sus deudas
soberanas y no en rescatar a sus ciudadanos en la gran vuelta de tuerca del capitalismo que se
inició en 2007. Además, el sistema en el que vivimos es infinito y ni siquiera el dinero con el que se
opera es real sino fiduciario y el mismo dinero que no existe puede generar dinero de forma
indefinida.
9
10
II
EL MODELO CAPITALISTA
¿QUÉ ES EL TRABAJO?
El trabajo como la obtención de bienes viene dándose desde los albores de la humanidad pero
como concepto es relativamente moderno. Sin ponernos melodramáticos, lo primero que debemos
recalcar es que la palabra trabajo viene de la palabra latina "tripalium", que era una herramienta de
tortura que se usaba para castigar esclavos y reos durante la edad media. Así pues y a veces
usando el sarcasmo o la burla, usamos la palabra trabajo como si fuera un martirio. Pues nada más
lejos de la realidad eso fue así durante un tiempo. No creo que ahora los trabajos que tenemos en el
primer mundo sean torturas físicas ni mucho menos pero si son ocupaciones que en muchos casos
conlleva hastío y desidia. Ya que se han convertido en lugares en los que lo único que se hace es
cambiar horas de vida por dinero.
Volviendo un poco más hacia nuestros tiempos, vamos a ver la definición del trabajo según palabras
textuales de Wikipedia:
"El trabajo, puede definirse como la ejecución de tareas que implican un esfuerzo físico o mental y
que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios para atender las necesidades
humanas. El trabajo es por tanto la actividad a través de la cual el hombre obtiene sus medios de
subsistencia por lo que tiene que trabajar para vivir o vive del trabajo de los demás."
Creo que yo mismo no podría haberlo definido mejor tal y como van las cosas en nuestro mundo.
De todas formas, vamos a realizar una definición de lo que creo que a todos nos gustaría que fuera
nuestro trabajo y así podemos observar que cambios a nivel profundo tiene eso en nuestra propia
consciencia.
El trabajo es la manera que tenemos los seres humanos de convertir nuestro talento, habilidades y
conocimientos en vidas dignas y plenas a nivel individual y colectivo.
El trabajo como tal no es bueno ni malo, simplemente es necesario para que nuestro mundo se siga
moldeando para vivir vidas más dignas. De hecho creo firmemente que una vida sin una ocupación
activa es una vida totalmente vacía de sentido. Lo malo del trabajo tal y como lo hemos vivido la
mayoría de las personas, está en cómo se concibe su división en escalas sociales y económicas.
Sobre todo para las clases bajas, a las que por mucho que el sistema capitalista quiera hacernos
creer que no existen, pertenecemos la mayoría de personas. Para muchos de los seres humanos
trabajar en una ocupación que no dé dinero de una forma inmediata y constante simplemente no es
una opción. Y de ello se nutren las clases dirigentes que conocen muy bien nuestras limitaciones.
En la definición que nos ha dado Wikipedia hace referencia a necesidades humanas, subsistencia y
vivir del trabajo de los demás. No podría ser más acertado su argumento. El trabajo tal cual está
concebido y aceptado por la mayoría es de subsistencia y conlleva el cubrimiento mínimo de las
necesidades y a la no vivencia plena. En la práctica, la subsistencia hace referencia a vivir con lo
mínimo y a tener que dejarse llevar por lo que hacen y dicen los demás porque no tenemos poder
de decisión sobre nuestras propias vidas. Con ello no quiero decir que no seamos unos
privilegiados dentro de un mundo desigual, pues en nuestros países tenemos muchas de esas
11
necesidades básicas cubiertas y, aunque el sistema capitalista haya rentabilizado nuestras
necesidades, en la mayoría de personas se ven cubiertas. Como hemos dicho anteriormente, el
objetivo del ser humano es vivir una vida plena y tal y como está concebido el trabajo, eso es rara
vez posible.
En el otro extremo de la definición hemos visto el concepto "vivir del trabajo de los demás". Muchos
son los que murmullan por lo bajo y se quejan sin más de este fenómeno pero lo más increíble de
todo esto es que está aceptado socialmente que una persona viva del trabajo de los demás.
Además, se da el caso de que hay gente que siendo de los que trabajan para los demás, si
pudieran, también lo harían. Esto no es más que un acto de autoengaño y muchos de nosotros
acabamos pensando equivocadamente en ello como una mejor forma de vida. Yo a vivir del trabajo
de los demás le llamo explotación y si hay alguien que lo hace y tenga un mínimo de respeto hacia
sus congéneres debería de dejar de hacerlo en este mismo momento por coherencia con su
especie. Y de igual forma deberíamos hacerlo los países desarrollados con nuestros vecinos menos
desarrollados.
UN POCO DE PERSPECTIVA
Esclavismo
Los seres humanos somos depredadores y ha quedado patente en la infinidad de conflictos y
situaciones que nos han llevado hasta el punto en el que estamos ahora. A lo largo de la historia,
hemos demostrado absoluto desprecio con la vida de otras personas simplemente por razones de
poder o estatus y nos hemos servido de pretextos sociales, raciales, económicos o de cualquier otra
índole para someternos unos a otros. El esclavismo, en una flagrante demostración del dicho
anteriormente, consiste en esencia, en la pertenencia de una persona a otra y se inició en las
conquistas de la era antigua. Cuando un pueblo era conquistado por la fuerza para robarles sus
recursos o por conflictos territoriales, las personas que quedaban con vida se usaban como
esclavos en dichos territorios o en los territorios de los conquistadores y se trataba a las personas
como parte del botín de guerra. El amo de una persona esclava, que en términos modernos seria el
propietario, podía hacer con dicha persona lo que quisiera cómo explotarlo a través de su fuerza de
trabajo, comerciar con su vida o matarlo si no le servía a sus propios intereses. La esclavitud,
aunque nos parezca extraño, ha seguido vigente en diferentes formas a lo largo y ancho de nuestro
planeta hasta épocas muy cercanas. Incluso en la actualidad hay situaciones en las que se sirve de
sistemas muy cercanos a la esclavitud como moneda de pago.
Salario y trabajo remunerado
La palabra salario, viene dada por el hecho de que a los legionarios romanos se les pagaba con sal
durante su servicio en las guerras del imperio romano. Con el tiempo se ha extendido este término
al hecho de que a alguien le paguen una cantidad de dinero a cambio de su capacidad de trabajo o
producción de un bien o servicio específico a través de la confección y usando la experiencia.
La mayor parte de la población en nuestro país usa actualmente como sistema de subsistencia el
trabajo remunerado, es decir, trabaja a cambio de un salario. Este sistema consiste básicamente en
cambiar tiempo y habilidades por dinero. En dicha relación se tiene que dar que haya un empleador,
que es quien posee los medios de producción y un sistema de acceso al mercado y un empleado,
que es quién realmente produce los bienes que el empleador vende a cambio de dinero.
Supuestamente en el sistema del trabajo remunerado, el que corre el riesgo de pérdida de capital es
el empleador y el empleado no corre ningún riesgo. En la práctica esto es una falacia ya que si una
persona es empleada por otra y el empleador pierde sus medios de producción, el empleado pierde
su método de subsistencia. Si reflexionamos sobre la realidad dicha relación, salta a la vista que
hay una seria desventaja en nuestro sistema tal cómo lo tenemos montado. Esta desventaja se da
por el hecho de que un empleador se sirve de sus clientes para obtener capital para pagar a sus
empleados y obtener beneficios pero éste, puede tener muchos clientes y si uno quiebra o
simplemente no le paga tiene otros clientes para subsistir. El empleado en cambio sólo tiene un
12
empleador y eso hace que, si éste quiebra o decide no pagarle, se quede sin método de
subsistencia. Además este hecho hace que difícilmente pueda negociar su precio y sus condiciones
de trabajo de una forma equivalente por el hecho de que en realidad, un empleado sólo tiene un
cliente, que es su empleador.
Tener un trabajo remunerado nos ancla a situaciones de desigualdad en la que no tenemos acceso
directo ni a los medios de producción, ni al mercado ya que este acceso lo tiene nuestro empleador.
Si son los demás que venden sus productos, ellos deciden o tienen margen de decisión de a quién y
a qué precio los venden. Si somos empleados sólo negociamos con un sujeto y esto genera que
sea éste quien imponga las condiciones de nuestro propio trabajo.
Si dependemos de un trabajo para subsistir, reconocemos abiertamente que no somos capaces de
subsistir por nuestros propios medios y eso hace que nuestro empleador tenga la sartén por el
mango en la toma de decisiones que rigen nuestra vida profesional
Infelicidad en el sistema actual
Hablando en términos históricos, el esclavismo y el trabajo remunerado han coexistido en el primer
mundo hasta hace muy poco. La segunda es la forma más aceptada actualmente como relación
laboral y, como hemos visto, consiste en que un empleador da trabajo a otra persona a cambio de
una remuneración “convenida” por ambas partes.
Aquello que hacía que una persona fuera esclava iba desde el color de su piel, el lugar de
nacimiento, la familia en que nacía y a veces el tipo de vida que había llevado. Casi todos términos
que no se pueden escoger ni negociar y que vienen impuestos por convenciones socioeconómicas.
De hecho, no difiere mucho de los estatus que ahora ostentamos dentro de nuestra jerarquía social,
salvo la gran diferencia de que nosotros somos casi todos asalariados. Al igual que antaño, nuestro
lugar de nacimiento y nuestro entorno socioeconómico determinan en gran medida que tipo de
asalariado seremos y que rol jugaremos en nuestra vida personal y profesional. No llevará la misma
vida una persona nacida en una zona rural que industrial, no ostentará los mismos puestos
profesionales una persona nacida en una familia de trabajadores que una persona que ha nacido en
una familia con trayectoria empresarial puesto que ambos no se formarán en los mismos centros, no
tendrán las mismas relaciones ni el mismo capital de salida para emprender su vida profesional.
Esto, que realmente es muy fácil de entender, crea muchas confusiones a muchas personas,
creadas por el mismo sistema y mucha gente no piensa en que esto son condicionantes reales y
que si queremos cambiar de nivel de vida, como mínimo debemos conocerlos.
Durante toda nuestra historia, ya sea en diferentes épocas o diferentes áreas geográficas, se ha
utilizado el esclavismo y el intercambio para la obtención y explotación de la riqueza natural e
industrial. En todos los casos y sistemas económicos se ha dado el caso de que en la cúspide de la
pirámide social se han encontrado los poderosos, que a su vez, son los máximos beneficiarios de
dicho sistema. A esto hay que añadirle que las mismas capas inferiores han sido cocreadoras de
dicho sistema puesto que ellas mismas también se han beneficiado del progreso ya sea dado en
forma de explotación o no.
En nuestra época no podemos comparar los niveles de libertad y en general de vida que tenemos
los humanos que habitamos el primer mundo con los que han vivido generaciones anteriores. La
mayoría de nosotros tenemos garantizados los bienes más básicos para la subsistencia. Con esto
no cabe decir que de igual modo, los niveles de infelicidad sean muy elevados y mucha gente
desearía cambiar de estilo de vida, a veces incluso de una forma radical. Dichos cambios a veces
no tienen que ver con el estatus ostentado ni con la fortuna que uno tiene. Estos niveles de
infelicidad se dan por el hecho de la búsqueda continua y legítima del ser humano hacia un nivel de
vida superior. Sólo que en nuestro caso, trágicamente, lo hayamos confundido con el hecho de
tener más cosas y ser más visibles dentro de la sociedad en la que vivimos. Como se nos ha venido
demostrando en los últimos tiempos, el dinero no da la felicidad y mucho menos el hecho de tener
más y más cada vez. Por este hecho actualmente hay mucha gente que buscamos una manera
alternativa de estar en el mundo, donde el objetivo sea vivir una vida plena y no el hecho de poseer
13
más cosas.
14
mayor parte de los partidos políticos están de acuerdo en tomar decisiones que perjudican a su
propio pueblo y ayudan a bancos y empresas que no lo necesitan.
A todo esto hay que sumarle la última tendencia dentro de nuestro sistema y es el hecho de que los
mismos amos del mundo han convertido el bienestar de las personas en una mercancía más con la
cual hacerse ricos. Por conveniencia de todos, unos por ambición y otros por mediocridad o falta de
respeto a sus mismos ancestros, hemos hecho un trato social basado en que el bienestar es tan
solo una forma de adquisición de bienes inútiles. Por esta misma pasividad y respeto a un pacto
social que ya de por sí es corrupto, nos vemos en la situación en la que estamos: gente con vidas
vacías de significado, individualistas por mediocridad y con creencias que van contra su misma
clase social e incluso contra su misma especie. Por mucho que nuestro sistema quiera hacernos
creer que todo es posible a través del esfuerzo, deja mucho que desear cuando la única manera de
cambiar tu estatus dentro de su sino es usando el capital. Un capital que el mismo sistema acumula
en las capas más altas de la jerarquía y del cual ellas mismas se sirven de todas las capas
inferiores para mantener su nivel de poder.
Para coger perspectiva de lo que hablamos, pongamos el caso de la fabricación y uso de un
teléfono inteligente actual. Los máximos beneficiarios son los dueños y accionistas de la empresa
que tiene sus diseños y que subcontrata a una factoría del tercer mundo para su fabricación. El
asalariado medio de un país desarrollado compra sus productos con el pequeño salario que
posee(o cree poseer) y el trabajador de la fábrica subcontratada recibe una ínfima porción de esto a
cambio de muchas horas de trabajo. En este caso hay dos asalariados que se benefician
pobremente del proceso, uno que consigue un teléfono inteligente que realmente va a dar muy poco
valor a su vida, y que a veces incluso lo compra con dinero que no es suyo, y un asalariado de la
otra punta del mundo que consigue con su trabajo un sueldo ínfimo para cubrir sus necesidades.
¿Quién se beneficia de todo este proceso? Creo que la respuesta es obvia y aun así los asalariados
del primer mundo nos pensamos que somos ricos por el hecho de tener alta tecnología en nuestros
hogares, coches de última generación y casas de ladrillo. Somos tan arrogantes que nos permitimos
el lujo de malgastar nuestro tiempo usándolos de manera errónea buscando siempre el
entretenimiento y la distracción.
A todo lo dicho en el párrafo anterior hay que sumarle que en 2007 entramos en un cambio de
modelo productivo en el cual se van a cambiar las zonas geográficas de poder y en el cual las
corporaciones multinacionales van a convertirse en las organizaciones más poderosas del mundo.
Cómo hemos visto anteriormente, dichas organizaciones solo persiguen un objetivo: ganar dinero.
Los humanos, si no hacemos nada para cambiar nuestras vidas nos daremos cuenta que
trabajamos a su servicio, ya sea trabajando directamente para ellas a cambio de salarios de risa, o
comprando sus productos. En cualquier caso, esto hace que el poder esté repartido en menos
manos y el resto de los humanos quedemos a merced de las decisiones que estos gigantes tomen
en su propio beneficio. Esto no significa que vayan a desaparecer los pequeños negocios, ni
siquiera que vayamos a ver cambios muy drásticos en nuestra manera de vivir, al menos en los
primeros años del siglo XXI. Sólo significa que todos nosotros vamos a trabajar y estamos
trabajando para enriquecer a unos pocos de una manera u otra, y hablo de enriquecer solamente a
nivel económico. Incluso se va a dar el caso que los mismos que estén dentro de dichas
organizaciones en niveles altos van a ver sus vidas llenas de bienes materiales pero vacías de
contenido. Sabiéndose, si son mínimamente autocríticos y llevados a la reflexión, de que su vida
sirve para la servidumbre para con sus superiores.
15
dichos medios de producción nos es necesario tener capital. Esto hace que, los propietarios de
dichos medios de producción son los que ostentan el beneficio económico extraído de la venta de
dichos productos y los demás simplemente estemos a su servicio como mano de obra.
Aquí debo aclarar que desde la perspectiva desde la que me muevo, un empresario no es aquél
trabajador se s infla a créditos para emprender un negocio o que se juega sus ahorros de toda su
vida obtenidos a través del trabajo en un pequeño negocio. Estas personas son simplemente
personas que han decidido coger las riendas de su vida pero en realidad no son empresarios sino
simples trabajadores que no aceptan el orden que se les ha impuesto. Un empresario es aquella
persona o conjunto de personas que poseen realmente los medios de producción que en la mayoría
de los casos, no hayan hecho nada para obtenerlos y realmente no corren peligro de perderlos ya
que el sistema los protege a través de la propiedad privada y se ha diseñado específicamente para
que sigan ostentando la riqueza que poseen.
Que un trabajador tenga una perspectiva capitalista del trabajo es como si una cebra pensase que
es un león
Una vez aclarado esto, todos hemos oído llorar a dichos empresarios, que si les cuesta mucho
dinero tener trabajadores, que si el sistema social que tenemos les impone demasiados impuestos,
que si son ellos los que tienen el riesgo de perderlo todo pero, en la práctica, vemos como la
mayoría de éstos son grandes tenedores de rendimiento de la tierra y de sus negocios y llevan
vidas con las que los demás simplemente vemos de lejos y que, además, pueden permitirse no
estar ni siquiera en sus negocios para que les rindan beneficios.
Como consciencia colectiva y secuestrada que somos, tenemos la creencia de que es legítimo que
una persona que tiene medios de producción puede obtener infinitos beneficios de la explotación de
éstos sin darnos cuenta que esta misma perspectiva del trabajo es la que nos ancla a ellos y hace
que los tenedores de dichos medios sean los que toman las decisiones que rigen nuestras vidas.
Aquí debo aclarar que realmente somos cómplices de que seamos esclavos de trabajos que no
deseamos y que con los que no compartimos los mismos principios y eso se basa en nuestra propia
inconsciencia y la búsqueda de zonas de confort que nos hacen huir del conflicto pero nos anclan
en vidas mediocres.
16
tecnología o de cualquier otra índole, y por el hecho de tener medios para comprar bienes les hace
ser ricos y la verdad, es que siguen siendo pobres y si no ingresan dinero de forma continua a
través del intercambio de horas, simplemente no sobrevivirían.
Tener consciencia de clase nos acerca a las personas que son como nosotros y nos obliga a revisar
nuestras creencias socio-económicas
Vemos que realmente la mayoría de personas en nuestro país y en el resto de países capitalistas
vivimos de nuestro trabajo. También vemos que, aunque nosotros no pertenezcamos a ella, sí
existe la clase media. Las personas de dicha clase son los propietarios de los medios de producción
y terratenientes que pueden vivir del trabajo de los demás sin mover un solo dedo y de forma
indefinida. La realidad es que estas personas sí saben a qué clase social pertenecen y todo el
sistema está montado para que ellos y las clases altas, que son los dirigentes y grandes tenedores
de medios de producción mantengan ese estatus de vida a través del trabajo de la clase baja.
Tener la verdad sobre a la clase a la que pertenecemos nos hace libres de impostaciones de clases
a las que no pertenecemos y hace que la vida sea más fácil y acorde con nosotros mismos
17
III
CRISIS DEL SISTEMA EDUCATIVO
En la sociedad en la que vivimos se nos promete que si somos buenos niños, buenos estudiantes y
nos sacamos una carrera universitaria tendremos un buen trabajo y supuestamente una buena vida
a través de éste. No podría ser más grande la decepción que nos llevamos cuando llegamos a la
vida real adulta, pues vemos que los que viven mejor dentro de nuestra sociedad no son los que
han estudiado más o han sido más buenos niños sino los que partían de una base económica alta y
una trayectoria familiar para iniciar su vida adulta profesional. Además, si somos medianamente
vivos, nos damos cuenta de que hemos sido educados exclusivamente para servir a éstos últimos y
no para ser responsables de nuestras propias vidas. A esto hay que añadirle que el sistema
educativo con el que la mayoría de nosotros nos formamos desde que somos prácticamente bebés
en nuestra sociedad nos prepara para un mundo que ya no existe y se centra en exclusiva en la
obtención de conocimientos técnicos y no en el desarrollo de personas. Prácticamente nadie dentro
de la estructura educativa se pregunta si las personas se sienten bien, qué tipo de vida realmente
quieren y en global, se centra en formar a personas para un mundo laboral industrializado que ya ha
cambiado para no volver nunca más. Este hecho hace en la actualidad que ni siquiera encontremos
trabajos medianamente buenos aún haber pasado por todas las etapas de desarrollo estudiantil y
en muchas ocasiones quedemos atrapados en trabajos mediocres y sobrevalorados que lo único
que aportan es supervivencia.
A excepción de los que se lo puedan pagar, no podemos escoger ni para nosotros ni nuestros hijos
si ir o no ir o a la escuela y tampoco podemos incidir en qué tipo de escuela nos formamos. Vivimos
en una sociedad en la que se deja el desarrollo de las personas a las familias y no a los centros
pero, aun así, nos vemos obligados a invertir gran cantidad de horas de nuestra vida en simples
detalles técnicos que no aportan nada ni en ese momento ni en la vida que seguirá. Muchos de
nosotros, después de una larga etapa de estudios nos damos cuenta de que hemos sido
preparados en materias que no nos servirán de nada dentro de nuestro entorno social y laboral y no
sabemos absolutamente nada de cómo desenvolvernos en la vida real. No sabemos mirar hacia
nosotros mismos ya que siempre han pensado por nosotros que es lo que más nos conviene, No
sabemos quienes realmente somos dado que nos han tratado a todos por igual, ni sabemos cómo
iniciarnos de una forma no decepcionante en la vida que nos queda por delante puesto que nos han
educado para pensar que los demás nos van a dar un trabajo y a ser obedientes a ellos. Dentro de
nuestro sistema educativo se condiciona a los niños y chavales a ser obedientes y a sacar buenas
notas pero no se les enseña lo que realmente se encontrarán en su vida adulta. Por esa razón nos
encontramos a postadolescentes y adultos totalmente perdidos y sin saber qué hacer con sus
propias vidas y que prácticamente todo en su vida lo han escogido otros por ellos. Criamos a
nuestras siguientes generaciones dentro de una burbuja irreal de falta de toma de decisiones y
confort absoluto y después nos extrañamos cuando se decepcionan de la vida mediocre de trabajo
y obediencia que les legamos.
18
mucho más libres que, si hubieran visto la luz habrían hecho un país de ciudadanos libres, y, claro,
eso a los amos de la industria de principios del siglo XX les molestaba porque lo que necesitaban
era trabajadores cualificados pero obedientes. En eso se han basado siempre los sistemas
desiguales, en tener ciudadanos colaboracionistas y obedientes. En estas estamos que nos suele ir
bien si somos personas que no protestan demasiado y no resaltan demasiado por encima de los
demás. Así es como hemos crecido nosotros como nación. Y permíteme que lo diga... así nos va.
Nos hemos formado como seres dependientes y sumisos. Somos personas sin recursos
emocionales y vitales y eso nos relega a tener que aguantar lo que nos echen. Trabajos mal
pagados, insultos continuos a nuestra inteligencia, horarios eternos, políticos corruptos, empresarios
explotadores etc.
En el sistema educativo de hoy se forma a trabajadores obedientes y no personas que busquen un
verdadero significado de la vida
La escuela tal y como la conocemos ahora, nació a mediados del siglo XIX, no para culturizar a la
gran masa de pobres que huían del campo para internase a trabajar dieciséis horas seguidas en las
fábricas, no, nació para dar formación a los campesinos analfabetos que dejaban el campo y
necesitaban de cualificación para trabajar en las primeras factorías industriales. Este hecho llevó a
tratar las escuelas como si fueran fábricas de hacer trabajadores. Hasta ese momento la mayoría de
personas no habían recibido educación formal a excepción de las clases altas que se la pagaban
ellos mismos con los beneficios obtenidos a través de la explotación de recursos y personas.
Este modelo de fábrica transformada en sistema educativo explica porque los niños, adolescentes y
universitarios deben tener todos los mismos conocimientos, pensar de la misma forma y en esencia,
llevar una vida adulta similar. No encontramos con un sistema en el que todos los alumnos pasan
los mismos exámenes independientemente de a qué se van a dedicar después de su etapa
formativa, sepultando así a los no aptos para los estudios y en su mayoría muy aptos para otras
cosas. A esto hay que añadirle que la mayoría de materias no les va a servir para absolutamente
nada en su vida profesional, se dediquen a los que se dediquen cuando estén en época productiva.
Si lo pensamos con detenimiento, la escuela se ha convertido en una cárcel de talento, dónde los
niños, adolescentes y universitarios son valorados por su obediencia y sus notas académicas sin
tener en cuenta sus potenciales y sus logros ni a nivel individual ni colectivo. Es más, se potencia la
individualidad cuando, en la vida real pos estudiantil, los adultos que tienen vidas más realizadas
son aquellos que potencian sus talentos y consiguen una buena red de contactos y colaboradores.
El que diga que en su día estaba bien este modelo y que sirvió durante una época pero que, ahora
está obsoleto le digo que, o bien miente, o bien está desinformado. Para dar explicación a esto
habrá que remontarse a principios del sXX dónde se hizo un intento de hacer una escuela libre por
parte de Ferrer y Guardia y sus colaboradores. A esta escuela le llamaron Escuela Moderna y
respondía a la llamada de una clase obrera reprimida para formarse de una manera libre y que
sumase valor a sus vidas. Efectivamente al statu quo no le gustó que la gente pudiera pensar por sí
misma y encarcelaron a Ferrer i Guárdia, y lo fusilaran el 13 de octubre de 1909. A todo esto hay
que sumarle varias escuelas en activo y mil y un intentos de hacerlo. Si este fuese nuestro modelo,
nuestra sociedad sería muy, pero que, muy distinta. De hecho, es muy posible que yo no tuviera
razón para escribir estas líneas y todos viviríamos una vida hecha a nuestra medida y basada en
nuestros talentos y felicidad.
Tratar las escuelas como factorías nos ha llevado al callejón sin salida de tener personas
preparadas para un mundo que ya no existe
Llegados a este punto y resumiendo lo dicho, debo decir que la escuela como tal no nació para
cultivar valores universales y hacer que las vidas de las personas fuesen mejores en un sentido de
búsqueda de felicidad y bienestar. La escuela, como consecuencia de la era industrial, se concibió
como un mero instrumento de adoctrinamiento y formación para servir a un sistema desigual. Al
igual que la escuela es un mero engranaje más de una gran maquinaria, las personas también lo
son y son tratadas como tal. Todos hemos vivido el hecho de que si no pasas ese examen no eres
19
apto, sino eres obediente no eres apto, etc. Da igual las cualidades que uno tenga y lo único que
importa es que cuando seamos adultos, comulguemos con unos valores concretos y trabajemos sin
protestar para que el sistema se perpetúe de una forma indefinida.
EXCLUIDOS DEL SISTEMA EDUCATIVO Y LABORAL
Desde que se inició la crisis de 2007 hemos visto como muchas personas de clase baja se han visto
obligadas a dejar de estudiar por las crecientes tasas impositivas con las que se grava actualmente
la vida universitaria y la vida en general. Si a esto les sumamos la dolencia de la titulitis endémica
que sufrimos como sociedad, nos encontramos con personas que por razones económicas han
dejado sus estudios y por ende, en la sociedad en la que vivimos, se van a ver relegadas a trabajos
llamados de baja cualificación que a su vez son los que ostentan peores condiciones de trabajo y
los sueldos más bajos.
Adquirir una titulación con el objetivo de encontrar un buen trabajo es el primer paso a una vida de
mediocridad
Si somos un poco críticos y dados a la reflexión, veremos que este hecho en realidad es una
estupidez como una casa. Por un lado, tenemos universitarios súper preparados para una vida que
no existe y por otro, tenemos personas que no han podido estudiar por razones económicas. En
ambos casos nos encontramos con gente que está fuera de lugar, unos por estar demasiado
preparados y otros por estar supuestamente poco preparados. A todo esto hay que sumarle que la
mayoría de los universitarios únicamente van a usar su título para llegar a supuestos buenos
puestos de trabajo y muchas materias de lo que han estudiado no les servirán para nada. La mayor
parte de los casos los conocimientos adquiridos no les van a servir para desenvolverse mejor o peor
dentro del mismo trabajo y van a tener que aprender de las necesidades de dicho puesto laboral.
También nos encontramos que este hecho es aplicable solo a las clases bajas por la razón de que,
para crear una empresa en nuestro país, práctimcamente lo único que necesitamos es capital. En
muy pocos casos nos van a preguntar si tenemos conocimientos o títulos que los respalden. A las
instituciones públicas que van a ser las que nos van a permitir desempeñar nuestro proyecto, lo
único que les interesa es que paguemos impuestos y a los clientes a los que supuestamente vamos
a servir, lo que les interesa es el resultado que obtendremos para ellos. Este hecho deja en muy mal
lugar la educación en la que invertimos prácticamente un tercio de nuestra vida y demuestra lo inútil
y desfasada que puede llegar a estar en estos momentos.
20
desarrollo de ésta. La sed de conocimiento hará que seamos personas más libres y tengamos más
recursos para enfrentarnos a las situaciones que nos vamos a encontrar a nivel profesional. Esto no
quiere decir que dichos conocimientos los tengamos que obtener a través de titulaciones o clases
abarrotadas de personas en busca de un buen trabajo. El conocimiento en sí, está en todas partes
en la era de la información y si no lo encontramos en Internet o en los libros, siempre podemos
adquirirlo de otras personas que han pasado por situaciones similares. En contrapartida de las
titulaciones académicas, la búsqueda de conocimientos, ya sea a través de la formación o la
experiencia, nos acerca a aquellas situaciones que realmente queremos para nosotros y hace que
adquiramos los conocimientos necesarios para un área en concreto y no que tengamos que gastar
cuatro años simplemente para conseguir un trabajo. Los conocimientos nos acercan a objetivos los
adquiramos como los adquiramos y depende de nosotros mismos y no de un órgano regulador que
dicta quien es apto y quién no.
Está claro que para desempeñar algunas profesiones vamos a necesitar pasar por la universidad
puesto que va a ser el único sitio que vamos a poder formarnos de forma legal. Este puede ser el
caso de médicos, abogados, profesores públicos y en general, todas las profesiones ligadas a
regímenes de validación por parte del estado. Ahora bien, en la mayor parte de profesiones que se
desempeñan en la sociedad en la que vivimos, sobre todo en el sector privado, nuestra profesión se
va a ver condicionada por las particularidades del puesto que tengamos. Esto significará que los
conocimientos y habilidades que deberemos tener van a ser dictados por las necesidades mismas
de la profesión que tengamos y no por un título universitario u otro. Este hecho se va a dar tanto si
nuestro trabajo es por cuenta ajena como si por cuenta propia. Esta situación pone de manifiesto
que el hecho de que tengamos conocimientos o habilidades nada tiene que ver con que tengamos
títulos de cualquier índole. Una cosa es la formación que necesitamos para cubrir las necesidades
de nuestro puesto profesional y otra es que tengamos un título que lo único que hace es abrir la
puerta a dicho puesto. Se da el caso de que muchas profesiones que demandan título universitario
en la actualidad no van a hacer uso de ninguno de los conocimientos adquiridos por la persona que
lo ostenta en dicho puesto de trabajo y esto en esencia es una estupidez y una pérdida de tiempo
para todos. Vemos empresas que se llenan la boca con la palabra “productividad” y después no son
capaces de ver el talento de las personas y solamente se guían por los títulos que ostentan y es
otra de las razones por las cuales vemos personas sin un solo talento desarrollado que ostentan
grandes puestos de trabajo y personas con talentos muy bien desarrollados trabajando en
profesiones que nada tienen que ver y que hacen que ese talento se pierda en un mar de
mediocridad.
21
IV
LA EMPRESA ACTUAL
Antes de nada debo aclarar que una empresa es cualquier proyecto individual y colectivo que
genera movimiento y aporta valor dentro de una sociedad. Da igual cual sea su objetivo. Hay
muchos tipos de empresa con distintos valores y maneras de relacionarse con el mundo. En este
apartado vamos a ver el modelo de empresa que está más extendido en el mundo capitalista.
Haciendo un compendio de los valores de la mayoría de las empresas que representan nuestra
sociedad. Dicho esto y según mi punto de vista, una empresa es una organización que
supuestamente debe aportar valor a la sociedad a la que sirve. Éstas deberían tener unos valores
significativos dentro de dicha sociedad y abogar por modelos que fueran sostenibles y aportaran
bienestar a las personas. De igual forma que las personas y las sociedades tienen su escala de
valores, las empresas u organizaciones empresariales también tienen los suyos propios. Éstos
definen el modo en que se relacionan con la sociedad en la que viven y qué y cómo lo aportan a
dicha sociedad... Los miembros de dichas organizaciones deben regirse por esos valores y manera
de ver el mundo y éstos también organizan las prioridades y objetivos de dichas empresas u
organizaciones.
El problema más grave que presentan la mayoría de las empresas actuales es que no sirven al bien
común sino que solo se sirven a sí mismas. Y en muchas ocasiones ni siquiera a sí mismas, tan
sólo protegiendo solamente a los beneficiarios de las divisiones de beneficios o socios.
22
Ambas en realidad están muy ligadas puesto que al final lo que interesa para lo obtención de
beneficios es un balance positivo entre gastos e ingresos.
La obtención de mayores ingresos, generalmente se debe hacer a través de la inversión y la
elaboración de productos o servicios nuevos o la mejora de los ya existentes. Esta inversión
generalmente se debe llevar a cabo a través de la adquisición de bienes o la inversión en personal o
talento. Hasta aquí todo bien. Lo ilógico de muchas empresas en las que he estado involucrado, es
que han realizado lo que yo llamo “desinversión”, es decir, la explotación máxima y sobresaturación
a toda costa de los recursos personales y gasto en recursos materiales para el desarrollo de
productos nuevos que, en muchas ocasiones ni se usa puesto que no hay personal suficiente para
realizar las nuevas investigaciones. Imagino que esto se debe a qué lo material se ve, ocupa lugar,
y lo inmaterial, que son las personas, no se ve y además, hay que pagarles cada mes. Lo material lo
compras una vez y ya lo tienes para siempre. Otra de las razones de este hecho es que además de
buscar máximo beneficio, éste tiene que ser inmediato. Para qué esperar que dé un árbol madure
sus frutos si exprimiéndolo más podemos empezar a comer ya.
Como hemos dicho en el parágrafo anterior. De igual modo que aumentar ingresos, otra de las
fórmulas que tienen las empresas para maximizar beneficios es disminuir los gastos. Y ¿a que no
sabes qué gasto les molesta más a los empresarios tener? Piensa mal y acertarás. Sí, son los
sueldos de sus propios trabajadores. Todos hemos visto a infinidad de empresarios quejarse por
tener que pagar a sus trabajadores o decir que pagar 800 euros al mes es un buen sueldo. En
realidad tener un buen activo personal en tu empresa debería ser una inversión puesto que aporta
valor a tu proyecto ya sea a corto o a largo plazo. Por desgracia esta no es la visión más extendida
en el modelo empresarial de nuestro país. Muchos dirigentes de proyectos quieren pagar sueldos
bajos puesto que lo consideran un gasto más como puede ser el recibo de la luz o el gasto en
combustible. No importa si esa persona tiene lo mínimo para vivir dignamente mientras ellos se
puedan ir a esquiar con su coche gigante a enseñar a los de su clase social que son mejores que
ellos.
A tanto llegan algunas empresas que, aun teniendo beneficios han despedido a gente cuando a su
vez sus dirigentes han cobrado primas multimillonarias. La ambición no tiene límites cuando se trata
de dinero y esta crisis nos lo ha demostrado en múltiples ocasiones. Como he dicho, también
hemos vivido múltiples casos de empresas grandes y pequeñas que pagan sueldos ínfimos a sus
trabajadores mientras sus dirigentes van con coches que valen el sueldo de años de sus
trabajadores. En realidad no es ilegítimo que quieran mejorar sus condiciones de vida pero el
problema, es que muchos de ellos lo hacen a costa de la explotación y se convencen a sí mismos
que son merecedores de ello sin importar qué valor estén aportando a su sociedad o a sus
trabajadores y colaboradores.
23
sabiendo que el máximo objetivo de las empresas es ganar dinero, esto es lógico.
El caso es que las empresas tratan a las personas como si fuesen un taladro, una furgoneta o
cualquier otro bien material. Incluso se da el caso de que los bienes materiales los consideran
inversión y a sus empleados un gasto. Eso hace que cuando se gasta o acaba su vida útil o entra
en conflicto con alguno de los preceptos de la empresa, se cambia por uno nuevo y listos sin tener
en cuenta que esas personas aportan valor a las empresas y en la mayoría de casos son los
mismos motores de éstas.
Te acuerdas de la educación industrial, es industrial para que muchos sepamos las mismas cosas,
así pueden desecharnos si no les interesa tenernos en la empresa o si encuentran a alguien más
económico, nos cambian y listos.
24
dueño de las empresas y su sueldo suele ir a resultado. Es decir, si maximizamos los beneficios
ellos cobran más. Hay dos tipos de propietarios, el primero es el propietario que trabaja en su propia
organización como ejecutivo y a veces como técnico y el segundo es el propietario que lo único que
posee es la totalidad o parte de una empresa. El primero generalmente tiene sueldo y beneficio y el
segundo va a beneficios sin realizar ninguna acción dentro la empresa.
TITULITIS ENDÉMICA
Lo primero que quiero recalcar es que defiendo la formación sin ningún tipo de reparo como método
de crecimiento vital y profesional. Puesto que además me dedico a la formación musical y he
desarrollado mi propio método de estudio. Con el término titulitis endémica me refiero a la
inclinación a pensar que, si no tienes un título universitario no eres nadie en la vida. La titulitis va
muy ligada a lo visto anteriormente en los apartados sobre la escuela industrial y las jerarquías
laborales. A titulitis me refiero al hecho de usar las universidades y los títulos que expiden para
hacer creer que una persona es capaz de realizar una tarea o no. Con esto no quiero decir ni incitar
a nadie a que deje sus estudios para iniciar una aventura loca ni mucho menos. La formación
reglada por ahora es la mejor manera de acceder a puestos de trabajo dignos, siempre hablando en
términos acordes con el sistema en el que vivimos. Si tu deseo es tener un trabajo remunerado
trabajando para organizaciones con las que seguramente no estés de acuerdo, el camino es
estudiar, si por el contrario, y entendiendo que si has llegado hasta aquí, el sistema no ha aportado
lo que tú quieres para tu vida, estarás de acuerdo conmigo que las horas pasadas en las
universidades y en las escuelas en general aportan muy poca relevancia a la hora de realizar tareas
reales.
La educación reglada es una institución industrializada y por lo tanto, en un mundo basado en el
talento y la información, las universidades están muy lejos de la vida real y se han convertido en
fábricas de titulados que además, se les forma para una vida que no existe. A esto hay que sumarle
el hecho de que para poder optar a diversos tipos de trabajo, se ha convenido socialmente que
debes tener alguna titulación concreta. A mi entender, si la educación es industrial y decide quién es
apto y quién no y entierra las capacidades personales, también entierra el talento y si eso se lleva al
hecho de que alguien solo puede desempeñar un trabajo para el cual una institución obsoleta le ha
capacitado, estamos perdiendo talento a raudales.
Todo lo dicho anterior además cobra forma desde el momento en que para emprender un negocio
en nuestro país, por norma general no se nos requiere ninguna titulación específica. En la mayoría
de los casos con pagar los impuestos que tocan basta. Este hecho también habla por sí solo puesto
que pone de relieve que el mundo formativo reglado y el mundo laboral discurren por senderos
absolutamente separados. Creo que puedo afirmar sin miedo a equivocarnos que todos hemos visto
e incluso tú mismo has vivido la situación de pasar cuatro años formándote para el mundo laboral y
para acceder a un puesto de trabajo tan solo para ver como ninguno de esos conocimientos sirve
para nada dentro de la tarea a desempeñar.
También cabe hablar dentro de este capítulo de lo que comúnmente hemos llamado “fuga de
talentos”, es decir, al hecho de formar a jóvenes y que, una vez terminan sus estudios superiores,
se han visto obligados a emigrar para encontrar trabajo. En muchos casos estos jóvenes no se van
del país para trabajar en algo relacionado con su formación y en muchas ocasiones se ven
obligados a emigrar para trabajar en trabajos de baja cualificación y salario bajo. Esto además de
ser triste pone de relieve la incapacidad de nuestra sociedad de dar rienda suelta a la creatividad y
al talento. Esto no es una fuga de talento como tal, es un desperdicio de potencial humano en toda
regla, pero no desde que terminan sus estudios no, es un desperdicio desde que los empiezan.
Hablar realmente de fuga de talentos es hablar de gente que de algún modo han logrado integrarse
en organizaciones punteras de otros países ya que en el nuestro no hay manera de darles salida.
25
MEDIOCRIDAD EN LAS EMPRESAS
Ser mediocre como adjetivo de una persona, se define como la incapacidad de dicha persona para
llevar a cabo una actividad que realiza y cuando se refiere a un objeto lo hace como objeto de mala
calidad. Llevada al mundo laboral, la mediocridad se manifiesta de múltiples formas y no está sujeta
a un tipo de trabajo u otro, ni siquiera a una escala jerárquica u otra. Hay ejecutivos mediocres pero
también hay técnicos mediocres.
La consecuencia visible de la mediocridad en un entorno laboral se da cuando una persona o una
empresa están dando una versión de sí misma de mala calidad. Cuando se da este caso, las
personas se sienten profundamente infelices al realizar las tareas que realizan cotidianamente. Esto
afecta negativamente a la productividad y al entorno laboral en general.
Mediocridad y productividad
Cuando hablo de productividad en el entorno laboral no hablo de la producción en términos
nominales de un puesto de trabajo o de una empresa, hablo del aprovechamiento de las horas de
trabajo para la consecución de las tareas que se deben realizar para un buen funcionamiento. Con
la mediocridad en los puestos de trabajo nos encontramos con personas que no rinden lo que
podrían rendir, que pasan las horas esperando a que sea la hora de terminar su turno o que dejan
sus puestos de trabajo en cuando tienen ocasión de hacerlo. Esta mediocridad se observa en todo
tipos de puestos de trabajo, desde la administración pública hasta la empresa privada y desde
técnicos hasta ejecutivos.
Todos hemos oído e incluso hemos dicho en alguna ocasión la siguiente frase: “total para lo que me
pagan ya está bien”. Esta frase esconde muchas connotaciones de mediocridad y en términos
generales podemos afirmar que la persona que se expresa de esta manera no se siente feliz en su
trabajo. La primera connotación intrínseca en esta frase es que esa persona no se siente valorada
económicamente y que desearía recibir una remuneración más alta. Esto no tiene que significar que
la tarea en sí no le guste aunque en ocasiones vaya ligado.
El primer problema de los trabajadores es que hemos recibido una educación basada en la
obediencia y la tecnificación y no sabemos negociar puesto que como norma general, no es una
materia escolar. No negociamos nuestros sueldos de forma correcta, no negociamos nuestros
horarios y ni siquiera las tareas a realizar. A todo esto debemos sumarle el hecho de que al estar en
un “mercado del trabajo”, nuestra capacidad de negociación al haber mucha demanda de trabajo es
nula puesto que somos desechables.
Otra de las connotaciones de la frase, es que esa persona se siente encarcelada en ese mismo
trabajo, en ese sentido, el miedo es nuestro consejero y nos dejamos llevar por él. Pensamos que
no encontraremos otro trabajo y el miedo al cambio nos hace anclarnos en trabajos que no
deseamos o con los que no estamos de acuerdo.
Mediocridad como método de presión
En este caso la mediocridad se manifiesta por parte de los ejecutivos y los técnico-ejecutivos.
Normalmente son gente que tienen cierto poder de decisión dentro de su organización y al igual que
los demás, también tienen miedo al cambio y se sienten encarcelados. En este caso vemos gente
que se aprovecha de su poder para subyugar a los demás o para hacerse valer desvirtuando el
trabajo de sus subordinados. Por norma general se manifiesta a través de gritos en los casos más
graves y a través del hecho de echar la culpa a sus subordinados de sus propios errores en los
casos menos graves. Ambas manifestaciones son señal de que la persona que lo hace no asume
su responsabilidad dentro de su organización y que seguramente desearía estar en otro sitio en vez
de estar desempeñando su trabajo.
Mediocridad con los compañeros
Aclaro desde el primer punto que los compañeros dentro de una organización son todos los
26
integrantes de ésta. El hecho de que haya jerarquías y departamentos no debería ser un
impedimento puesto que supuestamente todos los que están ahí reman en una misma dirección. Se
dan múltiples casos de gente que, al no estar contenta con su entorno, con sus jefes o con su
salario, desempeña mal su trabajo aún a sabiendas de que serán sus propios compañeros quien
deberán realizar su trabajo. Aquí cabe también hablar del hecho de sembrar dudas sobre los demás
o menospreciar su trabajo para que así parezca que el suyo propio es más importante dentro de su
organización. En este sentido el miedo también juega un papel importante puesto que es el impulsor
a todas estas conductas. La persona mediocre que se deja llevar por el miedo al cambio o a perder
su trabajo pero a su vez se siente insegura dentro de su puesto, aprovecha el mínimo error de los
demás para anotarse puntos dentro de su departamento o empresa. A esto hay que sumarle la falta
de consciencia de clase y la falta de dignidad puesto que si todos sumáramos uno, las vejaciones y
los sueldos bajos no existirían.
JEFES VS LÍDERES
Podemos definir un jefe como alguien que posee o dirige una empresa de la cual ni siquiera se ha
preocupado de que sus propios valores vayan incluidos en los de su empresa. Suelen ser gente que
han emprendido o han heredado organizaciones y que su único objetivo es ganar dinero. Aunque
hay muy diversos grados en esta escala, cuando un dirigente es simplemente un jefe, no le importa
quien trabaja con él o ella ni que tarea desempeñan y puede que ni siquiera le importe lo que su
empresa venda u ofrezca siempre y cuando su cuenta bancaria esté llena a final de año al dividir los
beneficios de su empresa. Esto a gran escala hace que tengamos una red industrial mediocre y falta
de criterio para con la sociedad en la que vive y de la que se beneficia y está muy ligado a la gran
crisis de valores en la que estamos inmersos. Un jefe como tal y como lo hemos definido se
aprovecha de sus subordinados, no asume su propio rol dentro de la empresa. Somete a los demás
a llevar el peso de sus decisiones erróneas y se anota los puntos de las acertadas. Esto se puede
manifestar de muchas formas, pues hay algunos que lo manifiestan de forma contundente para con
sus subordinados y otros que simplemente no están cuando deberían estar.
En el otro lado de la moneda tenemos los líderes, suele ser gente que asume el control de sus
organizaciones o de su empresa, sea del tamaño que sea y tenga trabajadores o no. La primera
cosa que define a un líder es que está realizando lo que realmente quiere para su vida. Ha escogido
lo que está haciendo y no desearía invertir su tiempo en otras cosas. Por norma general suele ser
gente que está al pie del cañón en situaciones difíciles y que no culpa a los demás de lo que ocurre
dentro de su organización. A su vez son personas que cuidan a la gente que tiene a su servicio
puesto que sabe que son parte del motor de su empresa y que sin ellos no podría realizar su
objetivo. También suelen ser cuidadosos con quien integran en sus equipos puesto que, una mala
decisión en ese sentido puede ir en contra de sus valores y sus objetivos. Son personas que saben
que pagar un buen sueldo es positivo para todos puesto que, si la gente está contenta dentro de su
organización rendirán más y procuraran por el bien general. Un líder también es capaz de
desaprobar sus propias conductas y las de sus colaboradores y sabe reconocer el trabajo de los
demás.
27
V
CRISIS DE VALORES EN EL SISTEMA ACTUAL
En los últimos años hemos oído hablar de la palabra crisis de una manera insistente, descontrolada
y absurda. Dicha palabra proviene del latín y simplemente significa “cambio”. Todos los cambios
pueden ser buenos y ser malos, y beneficiar a unos y perjudicar a otros. Como hemos visto en el
apartado anterior, esta “crisis” entendida como algo negativo que deja a gente sin trabajo, que
cambia los modelos productivos de países enteros y que somete a todos a un nivel desigual ha
hecho sobretodo daño a las clases más bajas. De hecho desde el 2007 se han incrementado en
mucho el número de millonarios del planeta. Ahora bien, que hay seres humanos que son
despiadados y reptiles que no les importa apoderarse de todo para hacer su vida mejor es sabido
por todos. Que la ambición de algunos somete a muchos también sabemos que es cierta pero...
¿Qué hemos hecho nosotros para evitarlo si somos más? La respuesta es: nada. Lo único que ha
hecho la mayoría en los últimos tiempos es renegar de sus orígenes y querer ser igual que los que
llevaban las botas que los sometían. Y esto en esencia es triste para con una sociedad, pues
conlleva implícito que de alguna manera, el capital está ganando a las personas.
Los valores son aquello que nos unen como sociedades y nos reafirman como individuos dentro de
ella. Cabe destacar que dentro de una misma sociedad, hay tantos valores como personas en la
tierra, y aquellos que son válidos para unos, son totalmente inválidos para los demás. Dichos
valores van cambiando con el tiempo dentro de una misma sociedad. También hay muchos tipos de
valores, los hay universales, individuales, familiares, materiales, espirituales, etc. A continuación voy
a hablar de algunas de las cosas que creo que nos han llevado a la situación actual y que el exceso
o la falta de ellas hace que el mundo en el que vivimos sea una versión mediocre de él mismo.
Algunas de ellas son valores y algunas simples observaciones.
VALORES COMPROMETIDOS
El ego desbordado
La mayor falta de respeto a los valores que nos ha llevado a este cambio de modelo productivo es
la falta clara de una pertenencia a una clase social. Y no hablo de la gente de “bien”, ya que ellos
saben muy bien a que clase social pertenecen, pues en esencia son clasistas y ello les beneficia,
pues son una élite y deben vigilar muy bien quien entra y quién sale, pues si todos fuésemos como
ellos ya no serían una élite. ¿Parece fácil de entender verdad? Pues en realidad es muy difícil dado
que la mayoría de la gente perteneciente a lo que antes se llamaba proletariado, ahora piensan que
por que pueden comprar un coche gigante a través de una deuda, son igual de ricos que sus
congéneres que no tienen que adquirir deuda para hacerlo. Además no se dan cuenta que esa
misma deuda los ancla todavía más a la pobreza y hace más ricos a los dueños de dicha deuda.
Otra de las recetas mágicas de esta crisis es el individualismo absurdo, el sistema ha realizado a la
perfección la frase “divide y vencerás” puesto que en los últimos tiempos hemos visto el
engrandecimiento del YO PERSONAL por encima del YO COLECTIVO. El problema no es la
individualidad del hombre, puesto que es legítimo que cada cual mire por sus intereses mientras no
28
haga daño a nadie. El problema es que se ha realizado de una manera absurda. Dónde la imagen
social se ha apoderado de la vida real. Dónde mostrar una imagen de bienestar a los demás está
por encima de sentir ese bienestar. Para conseguir esto hay personas dispuestas a todo, desde
perder tiempo en mostrar una imagen falsa en vez de labrarse un futuro hasta hipotecar su vida en
créditos absurdos. Así pues no estaría fuera de lugar afirmar que en estos momentos hay
muchísimas personas que tan solo piensa y su impacto social como si eso le hiciera únicos. Sin
darse cuenta que eso es lo que quieren las mismas corporaciones que abastecen a todos por igual
mientras tengas dinero para pagarles su fiesta. Hemos visto como todo el mundo quiere tener el
coche más grande que su vecino, su casa más bonita, su móvil más grande y su cartera más llena.
La vida se ha convertido en una competición para ver quién es más en términos monetarios y de
visibilidad para con los demás. Eso no quiere decir que si necesitas un coche grande por cualquier
cosa no lo tengas. No se trata de ser austero ni huraño, se trata de no atarte a una vida que en
realidad no quieras vivir solamente para demostrar algo que no eres a los demás. A la única
persona que tienes que demostrar algo es a ti mismo si cabe. Incluso a veces ni siquiera eso, con
vivir la vida habría suficiente.
La inmediatez
La inmediatez en las cosas no es realmente el problema. Contra más recursos tenemos, más rápido
alcanzamos nuestros objetivos y si esos objetivos son legítimos y no hacen daño a nadie,
bienvenidos sean. A eso le llamaremos acelerantes a partir de ahora. De la inmediatez que hago
referencia en estas líneas es a aquella que impide que las cosas florezcan. Nos hemos
acostumbrado como sociedad a que todo debe ser inmediato. Que no existe demora entre pedir
algo y tenerlo. Y eso lo transferimos a todos nuestros quehaceres. Pesamos en montar un proyecto
y queremos que dé dinero antes, incluso, de materializarlo o ponernos a trabajar en él. Deseamos
algo de alguien y ni siquiera nos molestamos en pedirlo, simplemente esperamos a que suceda y
que esa persona se comporte tal y como nosotros queremos sin ni siquiera pedirle permiso. En
general nos pensamos que todo el mundo está a nuestro servicio y ponemos el foco en lo que
queremos y lo queremos de forma inmediata.
Dar poco, recibir mucho
Creo que el título habla por sí mismo, deseamos recibir de todos, tanto a nivel familiar como
profesional. Queremos recibir cosas buenas de nuestros parientes, amigos, parejas compañeros de
trabajo, subordinados, jefes, madres, padres. De todo el mundo, sin embargo, la mayoría de gente
no pone el foco en dar a los demás. Esperamos y esperamos sin dar nada a cambio y si somos
mínimamente observadores, veremos que absolutamente todo tiene un precio. Ese precio se
materializa de un millón de formas distintas. Pero ese precio hay que pagarlo. Pedir de los demás
sin dar nada a cambio a nadie es ilógico y entra en desequilibrio con el mundo en el que vives. Con
esto no quiero decir que hay que pagar dinero a tus familiares por las cosas. Lo que digo es que
ponemos mucho el foco en recibir de los demás e incluso sin pedirlo y no ponemos el foco en dar.
Si pusiéramos el foco en dar en vez de en recibir nos sorprenderíamos al ver que los demás están
dispuestos a dar sin que nosotros se lo pidamos. Llámalo karma o como quieras pero pruébalo.
Con todo esto no quiero decir que regalar los ahorros sea conveniente. Sólo quiero recalcar la
manera en que la sociedad se manifiesta y qué consecuencias tiene tanto a nivel individual como
colectivo. Dar a los demás nos hace más fuertes como sociedad y nos mantiene unidos. Si algo
caracteriza al sistema actual de desigualdad es el individualismo y la falta de respeto hacia lo que
son los demás. Simplemente reclamando a los demás sin dar nada a nadie nos mantiene aislados
de la realidad de la gente que tenemos a nuestro alrededor, eso al sistema actual le va de perlas,
pero a nosotros como colectivo nos va fatal.
Falta de compromiso
En realidad esta falta de respeto a los valores viene dada por la suma de las demás. Si no
respetamos a los demás, si solo esperamos recibir de los demás y si sólo nos miramos a nosotros
mismos, la falta de respeto en los compromisos es obvia. Esta falta de respeto tiene muchas formas
29
y tamaños y cuando digo compromisos me refiero a todos, desde llegar tarde o no presentarse a
una cita, a no pagar lo que habíamos acordado a alguien o pagar solo parcialmente, a no responder
por tus actos de cualquier tipo, etc., etc., etc.
Lo curioso de esto es que, tal y como nos comportamos con los demás nos acabamos comportando
con nosotros mismos, y en efecto, si no respetamos los compromisos con los demás, tampoco
respetaremos con los nuestros propios. Eso nos lleva a proponernos cosas que no realizamos y a
conformarnos con la vida que llevamos. Y el camino a la servidumbre y la falta de sentido se hace
latente.
Falta de búsqueda de uno mismo
La creciente abundancia material ha hecho que nos olvidemos de nosotros mismos, todos tenemos
más de lo que necesitamos. No te preocupes, al sistema esto le conviene así que nos lo pone fácil.
El problema es que al buscar el tener más y más cosas, ocupamos mucho más tiempo de nuestras
vidas buscando los recursos para conseguir estos bienes que en mirar hacia dentro. Suplimos
nuestra falta de autoestima con el exceso de bienes materiales.
Imagino que esto es una consecuencia de que las generaciones anteriores a nosotros padecieron
privaciones. Todos hemos oído historias de nuestros abuelos dónde nos contaban las penurias que
habían pasado durante la postguerra. El hecho de tener bienes no es un problema en sí mismo y en
realidad forma parte del progreso. Si no fuese por éste, seguiríamos cazando mamuts.
El problema es dejarse llevar por el exceso de materialismo, es que lo usamos como excusa para
no mirar dentro de nosotros mismos. Actuamos como un ratón dentro de una rueda que corre sin
moverse del sitio y la consecuencia lógica de todo esto es que no encontramos nuestro rumbo y lo
que nos hace felices. Si miramos dentro, veremos que hay muchas cosas que arreglar. A veces da
miedo mirar, pero al ser sincero contigo mismo/a y superar los miedos que te atañen descubres que
eres mucho mejor de lo que creías. De hecho el simple hecho de empezar a mirar dentro te dejará
sin aliento.
Falta de responsabilidad
Aquí hago referencia al hecho de que usamos a los demás o a las circunstancias de todo lo malo
que acontece para culpar y así convencernos a nosotros mismos que, como no somos los
responsables de dichas situaciones, no podemos hacer nada para evitarlas o repararlas. Esto se
extiende a todo, desde la política hasta las responsabilidades más pequeñas e interpersonales. Está
claro que hay situaciones que no controlamos y que jamás podremos controlar pero eso no nos
exime de nuestra parte de responsabilidad con lo que nos atañe. Siempre podemos mirar hacia
dentro y preguntarnos qué podemos hacer en vez de pensar en que no podemos hacer nada al
respecto.
Quiero recalcar el poder de la responsabilidad frente a la culpabilización de nuestro entorno.
Muchas veces hemos culpado a los demás de lo mal que nos pagan, o de lo mal que hace esto
aquella persona o la otra sin darnos cuenta de que en realidad siempre tenemos algo que hacer en
nuestro interior para cambiar dicha situación.
ZONA DE CONFORT Y SUFRIMIENTO
Como zona de confort definimos aquel estado mental en el que no deseamos cambiar nada y en el
que estemos mejor o peor nos sentimos cómodos. Esto no necesariamente conlleva felicidad
puesto que aunque haya situaciones que no nos gusten, podemos encontrarnos en zona de confort
sin desear cambiar nada porque ya nos sirve lo que tenemos o vivimos. En esta sección no hablaré
de la zona de confort como algo que vivimos de forma correcta sino de cómo estas zonas de confort
nos anclan al sufrimiento. Este sufrimiento se puede dar por situaciones personales, laborales,
sentimentales o familiares. En este apartado me centraré en las zonas de confort relacionadas con
el entorno laboral.
30
Una persona se encuentra en zona de confort laboral por múltiples circunstancias. Básicamente
esta zona se convierte en sufrimiento cuando deseamos cambiar algo que está fuera de nuestro
alcance o nos da miedo el hecho de cambiar. En todos los casos se da que, aunque sepamos que
lo que estamos haciendo a nivel laboral no nos convence, la recompensa que recibimos es mayor
que el sufrimiento. Esto se puede ver con la siguiente fórmula:
C(confort) = R(recompensa) - S (sufrimiento)
Las recompensas obtenidas por un trabajo pueden ser por ejemplo una alta remuneración, un
entorno de trabajo saludable, libertad a la hora de desempeñar tu trabajo, alineación con tus valores
y trabajo, conciliación familiar, ratio trabajo-ocio alto, cercanía del lugar de trabajo, tareas
agradables de realizar para con uno mismo, pasión por la tarea desempeñada, etc. Y el sufrimiento
se da cuando una o más de las recompensas se ven mermadas o son inexistentes.
Si el resultado es positivo, las personas nos quedamos anclados en los puestos de trabajo en los
que estamos aunque no estemos contentos con ello. En el caso de que el resultado sea negativo
podemos hacer dos cosas: bajar el nivel de confort o iniciar un cambio hacia una mejor vida.
31
VI
LA NUEVA ERA DE LA CONSCIENCIA
DE EMPLEADO A PROFESIONAL
Actualmente nos encontramos en una fuerte crisis que significará un cambio de paradigma laboral
hacia el neoesclavismo laboral. Todos hemos visto como los sueldos de empleados han bajado y,
conjuntamente con el cambio de moneda, nuestro poder adquisitivo se ha visto muy mermado. Aun
así, años después, hay muchas personas que siguen esperando que alguien externo a ellos les dé
un trabajo cómo si esto fuera un regalo o, peor aún, un acto de mendicidad. Si las personas
esperasen menos conseguir un trabajo y pensasen más en construirse una nueva vida, no habría
abusos por parte de empleadores ya que al final, tendrían que hacerse ellos mismos sus propios
productos o pagar un buen precio para obtener profesionales que trabajasen para ellos.
Muchas personas piensan que tener un trabajo es simplemente realizar tareas que nos vienen
dadas por las decisiones que toma un jefe o propietario de un negocio. Como personas con vidas
laborales nos vemos abocados a ir obedeciendo las órdenes de uno o varios empleadores a lo largo
de nuestras vidas sin prácticamente tener poder de decisión sobre las condiciones que rigen
nuestra labor y nuestra vida laboral. Pocos son los que piensan en crear sus propios sistemas u
obtener conocimientos que les den rédito económico y se limitan a cambiar sus horas de trabajo por
una precaria estabilidad monetaria.
En definitiva, un empleado es una persona que no toma decisiones para con su vida y que espera
que el simple hecho de cambiar horas por dinero le propine un buen sueldo o una buena vida. La
vida del empleado puede ser muy apacible para algunos siempre y cuando cumpla unos mínimos
requisitos pero si realmente deseamos subir un peldaño en la escalera infinita de la vida deberemos
tomar decisiones y asumir riesgos.
En la otra cara de la moneda nos encontramos a los profesionales, y debemos entender que ser un
profesional no tiene nada que ver con ser un súper entendido en un tema o tener unas habilidades
de superhéroe, bastará con hacer las cosas lo mejor que se pueda en ese momento, tomar las
decisiones que se deban tomar sin miedo a lo que pueda venir y asumir la responsabilidad que
tengamos hacia nuestro trabajo. Esto se debe hacer ya venga dado por un empleador, cliente o
usuario. Pasar de ser empleado a profesional significa empezar a tomar consciencia y
responsabilidad de todo aquello que se ofrece dentro de un trabajo o proyecto trabajemos para
otros o por nuestra cuenta.
NO A LA QUEJA
La situación laboral, personal, familiar, de pareja, económica o de cualquier otra índole es la que
vivimos la queramos o no. No podemos hacer nada para cambiar el pasado pero sí podemos
cambiar nuestro futuro si cambiamos nuestra manera de relacionarnos con el mundo. Está claro que
todos partimos de situaciones distintas pero, si observamos con atención todos los hechos y
situaciones que se han dado a lo largo de nuestra vida, veremos que en los puntos claves de ésta
hemos tomado decisiones, acertadas o no, que nos han llevado hasta donde estamos. Este hecho
32
viene a significar que tenemos poder sobre nuestra vida, tanto la que vivimos ahora como la que
viviremos en un futuro y transformar la queja en una acción de cambio contra la situación o
situaciones que no nos convence para nosotros se hace absolutamente necesario para ser un buen
profesional y acercarnos a la vida que deseamos.
No quejarnos nos ayuda a ver las circunstancias desde una perspectiva de empoderamiento y no de
una perspectiva victimista
La queja en sí es simplemente una forma de parálisis que nos lleva a no movernos. Lo único que
hace es actuar como válvula de escape momentánea. Esto hace que nos sintamos mejor pero nos
deja en el mismo sitio real que antes de efectuarla. Por mucho que nos quejemos de una situación,
eso no hará que cambie por sí sola. No quejarse no significa no hacer nada para cambiar las cosas.
Precisamente se trata de ejercitar la mente para que realicemos acciones para que esa situación
que nos disgusta no se siga produciendo o simplemente no nos afecte de manera negativa. Esta
decisión implica no quejarse nunca de nuestras circunstancias sean cuales sean y emprender
acciones que las cambien si es necesario. Si realizamos correctamente la no queja, al cabo de un
tiempo tendremos una perspectiva totalmente distinta y dejaremos de considerarnos víctimas para
ser personas activas que deciden qué es lo que quieren.
33
ponernos en modo aprendizaje deberemos, una vez más, dejar de considerarnos víctimas de
nuestra situación y tomar el control de ésta. Esto implicará que seamos observadores con lo que
pasa a nuestro alrededor y seamos proactivos. No tiene nada que ver con ser pelota o con estar de
acuerdo en todo lo que pase a nuestro alrededor. Simplemente se trata de analizar qué podemos
aprender del sitio dónde estamos para acercarnos más a la vida que deseamos y si observamos
que no podemos aprender nada, cambiemos la situación en ese mismo instante al ver que no tiene
nada que ofrecer, sobre todo si nos encontramos en una situación de empleado.
Aprender de las situaciones en las que nos encontramos nos acercará al modelo de vida que
deseamos
Los conocimientos que podamos adquirir pueden ser de diferentes índoles y materias como
liderazgo, conocimiento profundo sobre una materia concreta en la que nos queramos formar, sobre
ventas si lo necesitamos y cualquier otra cosa que creamos que nos hará bien. En definitiva, sin ser
complaciente ni dejarse llevar por la marea del empleo o situación en la que estemos, se trata de
convertir a nuestros compañeros, subordinados, jefes, líderes, colaboradores y/o clientes y todas las
situaciones que nos encontremos relacionadas con nuestra labor en fuentes de conocimiento para
usar ese conocimiento para crecer y, si lo deseamos, cambiar de vida llegado el momento.
34
VII
EMPRENDIENDO UNA NUEVA VIDA
Emprender en sí mismo es el acto de iniciar una nueva vida y una nueva manera de relacionarnos
con el mundo. Esto conlleva necesariamente una búsqueda de aportar valor de una manera
diferente a como lo hemos hecho hasta ahora y a ver el mundo desde otra perspectiva. Este hecho
no tiene por qué tener nada que ver con grandes empresas ni tecnología puntera. Se ha formado
una imagen del emprendedor distorsionada. Se dice emprendedor tanto a un empresario que inicia
un proyecto con cientos de miles de euros y una red de contactos impresionante, como a un joven
que se inicia dentro del mundo laboral por su propia cuenta sin tener prácticamente el sustento para
sobrevivir. La realidad es que si mirarnos la esencia de lo que hacen si son ambos emprendedores
pero, entenderéis que realmente no es lo mismo y los objetivos de ambos seguramente serán muy
distintos. Los trajes y corbatas y la sed de dinero ya sabemos a dónde nos ha llevado así que, en el
libro que tienes entre manos vas a encontrar la manera de emprender en pequeño para poder
conseguir un nuevo paradigma laboral de forma conjunta e individual.
Emprender es iniciar proyectos que aporten valor a nosotros mismos y a la sociedad en la que
vivimos.
En nuestra sociedad, como algunos de nosotros ya habremos comprobado, no está bien visto
emprender. Nuestro condicionamiento de obediencia a los que “saben”, es decir, a los que tienen el
poder y los medios de producción es tal, que, los mismos trabajadores o compañeros de clase
social ven con malos ojos que alguien como ellos se salga de la norma para vivir de otra forma. Así
que en realidad, si vemos que nuestro entorno dice que no se puede hacer, podríamos llegar a la
conclusión de que vamos por buen camino.
También se han cometido grandes errores en cuanto a emprendimiento, todos hemos visto gente
que al quedarse sin trabajo con la crisis, han “invertido” sus indemnizaciones por despido o sus
ahorros en montar proyectos simplemente para tener un trabajo. Han heredado las mismas
maneras de hacer que cuando eran trabajadores por cuenta ajena y han esperado que tan solo con
abrir las puertas de un negocio conseguirían un trabajo. Eso en la mayoría de los casos les ha
llevado a la bancarrota y al sufrimiento. Las causas pueden ser múltiples pero las más comunes
son: la falta de conocimiento sobre el negocio con el que emprenden, la falta de formación técnica y
económica, la prisa por tener un nuevo trabajo y el hecho de no tener una buena red de contactos y
de ventas.
Emprender no es conseguir un trabajo. Es construirte tu propia vida profesional y por ende tu propia
vida.
Se hace mucho más sencillo pensar en el emprendimiento como el camino hacia una nueva manera
de vivir. Cada persona debe escoger cuál es su modelo de vida ideal. El hecho de emprender no es
más que empezar a realizar acciones que nos lleven hacia ese modelo de vida. Debemos entender
que este es un camino que no se hace de la noche a la mañana. Lo más probable, es que si somos
sinceros con nosotros mismos, necesitaremos formarnos en nuevos campos y empezar a pensar de
una manera muy distinta a la que hemos tenido hasta ahora. No pasa nada, tenemos tiempo, la
prisa por emprender y tener una nueva vida suele ser el principal problema que hace que no
35
salgamos nunca de nuestro círculo vicioso. Si vemos como un objetivo mucho más elevado el
emprender que el simple hecho de tener un negocio, haremos que nuestra vida sea mucho más rica
y además aprenderemos muchísimas cosas por el camino.
LIQUIDANDO AL JEFE
Liquidar a tu jefe no es mandarlo a dos metros bajo el suelo, con mandarlo a la mierda hay
suficiente. Me ha parecido pertinente y gracioso poner este título porque en realidad, liquidar a tu
jefe o despedirlo, genera el mismo resultado para con nuestra persona. El resultado es dejar de
estar bajo su influencia y el hecho de estar en permanente vigilancia y de que alguien que no eres
tú mismo esté valorando tu trabajo. Todos hemos tenido la sensación de que hacíamos algo mal o
que siempre se espera más de nosotros, esto en realidad, tiene una explicación sencilla. Los jefes o
propietarios de empresas sienten que todo lo que hay en su empresa es suyo. Piensan que por el
hecho de ser propietarios o tener gente a su cargo, todo debe hacerse de acuerdo con sus
pensamientos y por supuesto, como no estamos en su cabeza, no podemos hacer las cosas como
ellos las han pensado. También piensan que por el hecho de pagar pueden hacer y decir todo lo
que quieran. Todos hemos oído esa frase de “quién paga manda”. Eso en realidad es una verdad a
medias puesto que si todos los trabajadores de un país dejaran de producir, mandarían ellos sin
tener un duro. Visto que esto por lo visto no lo vamos a hacer, lo que sí podemos hacer a título
individual es buscar alternativas a ese trabajo o empresa mediocre en la que estamos invirtiendo la
mayor parte de nuestro día.
Si el trabajo es lo que ocupa más tiempo en nuestro día a día, ¿Por qué nos empeñamos en estar
en trabajos que no significan nada para nosotros?
La mayoría de las empresas solo tienen como objetivo maximizar el resultado, esto implica que nos
van a apretar hasta los topes para que rindamos más para que así la cuenta de resultado sea
mayor. Esto no tiene nada que ver con el sueldo o el trabajo que tengamos dado que ellos creen
que lo que pagan siempre es justo, muchas veces incluso a sabiendas de que pagan cinco o seis
veces menos de lo que cobran ellos.
Hay que ser realista. No vamos a tener jamás control sobre nuestro trabajo porque los responsables
deciden y tú acatas a cambio de un sueldo que además, en la mayoría de los casos intentarán que
sea el menor posible ya que te consideran un gasto y no una inversión. Muchas empresas quieren
trabajadores obedientes, responsables y baratos. Si en realidad tenemos todas estas cualidades
¿Por qué no nos responsabilizamos de nosotros mismos y lo mandamos a la mierda? Si somos
obedientes con nosotros mismos, obedeceremos a nuestro proyecto, si somos responsables, nos
haremos cargo de las situaciones de nuestro proyecto y si somos baratos, podremos vivir con bajos
ingresos si se da el caso. Lo tenemos todo a nuestro favor, lo único que nos frena es el miedo.
Si somos responsables para trabajar para otros, somos responsables para trabajar para nosotros
mismos
Los humanos somos animales de costumbre y nos seduce la idea hacer cada día lo mismo y entrar
en lo que se llama “la rutina”. El problema de muchas personas es que usan la rutina como una
excusa para no cambiar aunque estén encima de un clavo ardiendo. Además es aburridísimo estar
cuarenta años haciendo lo mismo. En muchas ocasiones, los cambios son dramáticos por que se
hacen cuando el clavo está demasiado ardiente y no se ha pensado en una alternativa real a la hora
de enfrentarse al cambio. Si la mayoría de personas hubiera pensado en un plan alternativo a la
vida que llevaba antes de entrar en la crisis en vez de estar contentísimos por que trabajan dieciséis
horas al día, ahora tendríamos un escenario totalmente deferente en nuestro país.
Si el cambio se hace, no por mero dinero o estatus y en cambio, se realiza desde un viaje interior y
sincero, el éxito está asegurado.
Ahora bien, cuando liquidamos al jefe no todo es bonito e implicará que nos hagamos cargo de
36
nosotros mismo. De hecho, si las personas aguantan lo que aguantan es por miedo al cambio y la
incertidumbre. Cuando alguien tiene un jefe, normalmente implica tener un sueldo y no tener que
preocuparse por buscar clientes, hacer marketing, etc. En muchos casos, como la falta de dignidad
a la que estamos sometidos en nuestro trabajo es menor que el miedo que sentimos por el cambio,
nos quedamos como estamos sin mover un dedo.
Despedir a tu jefe significa, entre otras cosas, que tomamos responsabilidad sobre nuestras vidas.
Una vez despedido ya no le podremos culpar por pagarnos poco, por chillarnos de vez en cuando o
por no valorar el trabajo que hacemos para con su proyecto. A partir de ese momento somos
nosotros y nuestra vida por delante. A partir de ahí no habrá juicios externos, ni supervisión continua
de tu trabajo, ni ninguneo alguno para hacer valer quien manda. ¿Es bonito verdad? si realmente lo
único que nos pertenece es el tiempo que vamos a estar en la Tierra, aprovechémoslo para hacer
cosas que nos llenen.
ENCUENTRA TU MISIÓN
En un mundo donde la mayoría de las personas se dejan llevar por las modas y hacen más caso a
lo que pensarán los demás que a su propio ser, se nos hace indispensable encontrar nuestro propio
camino para desarrollarnos como personas únicas que somos. Esto se traslada de igual forma al
mundo laboral. Seguir las modas y el camino marcado nos lleva, por norma general, a trabajos con
los que no nos sentimos identificados y que no comparten nuestros valores. Eso no quiere decir que
todo el mundo deba emprender un negocio, a veces simplemente con cambiar de trabajo y
alinearnos con nuestros principios basta. Hay tantas maneras de encarar la vida como personas hay
en el mundo y las razones que llevan a una persona a querer un cambio pueden ser miles. Lo que
para unos es ilógico para otros es totalmente lógico y viceversa y una vida digna para unos puede
parecer mediocre para los demás. Por todas estas razones se hace importante el hecho de que lo
que hagamos en nuestra vida profesional sea acorde con nosotros mismos y nuestros valores.
Si hacemos un sencillo cálculo veremos que de mediana, una persona trabajará unos cuarenta años
de su vida. Eso significa que estará en un entorno laboral unas 85,000 horas a lo largo de su vida. A
esto hay que sumarle las horas desplazamiento y horas muertas entre turnos. Si nos damos cuenta,
la mayor parte de nuestra vida la pasamos trabajando. Así pues, ¿Por qué seguimos malgastando
tiempo en trabajos que no nos importan y que sólo nos reportan un sueldo a final de mes? Parece
mentira pero esta es una pregunta que muy pocos se hacen y se hacía obvia si vemos la
grandiosidad en términos de tiempo que gastamos trabajando.
Después de ver el número de horas que dedicamos al trabajo, lo primero que creo que debemos
hacer para elegir un nuevo escenario laboral es saber qué es lo que nos apasiona. Las tareas que
nos apasionan reportan felicidad a nuestras vidas y hacen que sean más agradables. Escoger una
profesión o emprender un negocio relacionado con nuestra pasión se hace indispensable para la
realización personal. Puesto que estaremos un montón de horas trabajando ¿No es mejor sacar el
máximo provecho de ellas? Seguro que solo mirarás el reloj para ver si llegas tarde a tu siguiente
cita si la tienes.
Estoy convencido de que todos nosotros, en algún punto de nuestra vida, hemos oído esa frase tan
trillada de “primero busca un trabajo y después te dedicas a lo que te gusta”. Pues emprender,
precisamente va de todo lo contrario, busca algo que te guste y después haz el trabajo a tu medida
o busca uno que se ajuste. El resultado de lo primero ya sabemos cuál es. Ahora nos toca perseguir
el otro. Para esto es mejor hacer un pequeño ejercicio de visualización e imaginarnos por un
momento en nuestra nueva vida futura haciendo aquello que nos gusta. ¿Te sientes mejor?
Debemos pensar que eso puede ser real, desconozco cuanto tiempo va a tardar y ni siquiera sé si
se va a hacer realidad, pero no intentarlo es el mayor error de nuestra vida.
37
La coherencia entre tus valores y los valores de tu proyecto debe ser de vital importancia puesto
que tu proyecto y tú, en la mayoría de los casos, seréis uno. Vas a pasar miles de horas trabajando
en él ¿recuerdas? Tus valores como persona, ya sean universales, personales o familiares deben
estar integrados en tu manera de relacionarte laboralmente con el mundo. Por poner un ejemplo, si
tu objetivo en la vida no es ser una persona rica económicamente hablando, tu proyecto no puede
tener como máxima prioridad la obtención de dinero puesto que al estar desalineado, lo único que
harías es enterrar tu proyecto en la pobreza. Esto es algo más común de lo que parece y es que no
alinear los valores con los proyectos nos lleva de buen seguro al fracaso. Este hecho hará que de
alguna manera acabemos por no realizar el proyecto o simplemente dejemos de tener fuerza para
realizarlo.
Seguro que pensarás que aquel o el otro se han hecho ricos de manera totalmente desalineada.
Aquí debo decir que seguramente sea verdad, pero lo que nos ha llevado hasta aquí precisamente
es eso y ¿lo que buscamos es realizarnos haciendo lo que nos gusta verdad? Esto nos lleva a
pensar que las enseñanzas de lo que no se debe hacer son tan importantes como las que si se
debe hacer. Si piensas que te pagan poco y eso es un problema para ti, en el momento que tengas
que pagar a alguien, págale lo máximo que puedas. Si te han hecho hacer horas extra y no te las
han pagado, no hagas hacer horas extras a los demás o págaselas de algún modo si éstas se
hacen indispensables para el funcionamiento de tu proyecto, si te han gritado y te ha molestado, no
grites a los demás y trátalos con respeto. Los ejemplos serían infinitos y creo que el mensaje ha
quedado claro.
Para coger perspectiva y conocerte mejor a ti mismo/a te recomiendo que hagas un pequeño listado
de no más de diez valores o frases que son significativas para ti y pienses en como podrías
integrarlas en tu presente y tu futuro laboral.
38
meta de cambio. Una vez hemos constatado que lo que tenemos a nivel laboral ya no nos sirve y
que queremos iniciar una nueva vida, lo podemos usar para detectar nuestros puntos débiles y
trabajar para solucionarlos en el caso de que queramos sobrepasar nuestros límites. Eso nos puede
llevar a formarnos en áreas que no conocemos, a adquirir habilidades que no tenemos o a
simplemente lanzarnos a la aventura para ver más allá de nuestros propios límites. Sólo el simple
hecho de usar ese miedo como aliado ya te llevará a un nivel de perspectiva que muchos otros no
tienen por el simple hecho de ser atrevido. Los grandes pioneros en todas las áreas han sido
personas que no se han dejado vencer por el miedo. Han detectado el problema y han trabajado
para solucionarlo sin más. No dejarse llevar por el miedo es de vital importancia para iniciar tu
propio camino dentro del entorno laboral y esto es extensible a todas las área vitales.
39
queremos hacer nosotros de una manera concreta. Al partir de creencias y condicionamientos
diferentes, es muy posible que el método que él o ella hayan usado no nos funcione. Esto nos lleva
a que, cuando tomemos decisiones pensando en nuestro presente y futuro, lo hagamos de acuerdo
con lo que somos y lo que queremos ser después del camino de transformación. De igual forma que
con las decisiones, se nos hace imprescindible hacerlo con los procesos a los que nos vamos a
enfrentar. Nuestros recursos actuales van a ser los que van a ser y, deberemos adaptarnos a la
manera de conseguir el objetivo que nos hayamos planteado de acuerdo con lo que tengamos.
Usar el sentido común es buscar la manera de hacer las cosas de una manera proporcionada a
quienes somos y los recursos, conocimientos y habilidades que tengamos en esos momentos
Para poner un ejemplo vamos a imaginar que hay dos personas que quieren hacer sillas. Ambos
creen que su producción de sillas va a aportar valor a la sociedad en la que viven y además creen
que van a conseguir su libertad financiera y personal a través de esta actividad. Estamos de
acuerdo en que el objetivo de ambas personas es el mismo. La primera de ellas parte de la base
que tiene un local heredado y capital disponible pero no tiene conocimientos sobre carpintería y, la
otra, tiene conocimientos dado por haber trabajado de carpintero/a pero no tiene ni local, ni
herramientas, ni capital suficiente como para embarcarse en un gran proyecto. Independientemente
de los recursos que tienen a su disposición, es posible que ambas personas puedan conseguir sus
objetivos pero también es posible que les vaya mal por igual. Ambos poseen recursos con lo que
empezar y también carencias para conseguir sus objetivos. Que su proyecto tenga una larga vida
dependerá de las decisiones y acciones que cada uno tome.
En el uso del sentido común todo vale y usar la creatividad para dar respuesta a los problemas que
vayan surgiendo les será necesario a ambos si quieren prosperar. El primero de ellos, usando el
sentido común, le sería necesario invertir parte de capital para aprender a como producir sillas o
que otros las produjeran para él y para el segundo, lo más lógico sería buscar una manera de
empezar de tal manera que no necesitase capital, necesitase muy poco o buscase socios como su
homólogo con capital a su disposición. Ambos pueden buscar asesoramiento en las áreas que no
conocen, ambos pueden empezar a producir sillas de una manera prototipada y ver cómo está el
mercado y ambos pueden vender más o menos sillas en función de sus necesidades. En definitiva,
cada uno de ellos deberá adaptar sus acciones y modos de proceder a su punto de partida y a las
necesidades en las que se vayan sumergiendo.
El buen uso del sentido común en el desarrollo de nuestro propio proyecto y nuestra nueva vida es
importante que se entienda. Todos hemos visto gente sin conocimientos, sin capital o sin ambas
cosas que se embarcan en proyectos simplemente porque creen que les va a reportar un beneficio
económico y como la mayoría fracasan y dejan a las personas que los han realizado en peor
situación de la que partían en un inicio.
LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN
Durante mucho tiempo de analfabetismo a lo largo de nuestra historia, el conocimiento ha estado en
manos de muy pocos y lo que sabía la mayoría era a través de los que “poseían la verdad”, es
decir, los religiosos y los poderosos. Este hecho ha subyugado a civilizaciones enteras a la servitud
para con sus élites y las ha dejado desnudas para poder gobernar sus propias vidas.
La paradoja de nuestros tiempos es que vivimos en una era donde el conocimiento ya no está en
manos de unos pocos y aun así la desinformación de la mayoría de la gente es patente.
Todo conocimiento está en internet o en los libros. Con ello quiero decir que el conocimiento
como tal, en los tiempos en los que vivimos, es más fácil que nunca de adquirir. No ha habido más
facilidad de obtención de conocimiento en ningún momento de la historia como lo hay ahora.
Emprender una nueva vida nos llevará a la fuerza a tener que adquirir nuevos conocimientos y
habilidades y éstos sólo pueden ser adquiridos a través de la formación y experiencia.
40
Si queremos desarrollar proyectos deberemos a la fuerza formarnos de una forma continua en
ámbitos que no dominamos y que se requerirán para el libre desarrollo de nuestra nueva vida. No
todas las fuentes de formación y conocimientos que necesitamos están en las escuelas de negocio
o escuelas técnicas ya que en muchos casos solo se sirven a sí mismas y dejan lo que realmente
importa al aprendizaje de la vida. Eso no quiere decir que no vayamos a escuelas o universidades,
pues éstas, en un momento dado pueden ser un acelerante en según qué ámbitos. Sólo significa
que, el hecho de estar en continua formación significa que estemos siempre en búsqueda de
conocimientos que nos acerquen a nuestro estilo de vida escogido independientemente de dónde
los consigamos. En muchas situaciones, esto nos llevará a pasar horas investigando, preguntando y
haciendo para poder adquirir los conocimientos que nos son necesarios para ser unos buenos
profesionales y en definitiva, llevar la vida que deseamos a través del desarrollo de un proyecto.
MEJOR TALENTO QUE CAPITAL
Durante la era industrial, los propietarios de los medios de producción eran los únicos que tenían la
capacidad de generar industria y quienes determinaban como se movía el flujo del dinero. Éstos
también determinaban cómo y cuándo se trabajaba y la mayoría de personas tenía nulo poder para
cambiarlo sin luchar o jugarse la vida por ello. En la actualidad, en la era de la información, dónde el
conocimiento es más fácil de adquirir que nunca y existe una especie de despertar colectivo contra
las viejas maneras de hacer las cosas. Se ha puesto de manifiesto que no solo con dinero se
pueden realizar grandes hazañas a nivel empresarial o emprendedor.
El talento como tal lo podríamos definir como la capacidad de realizar una tarea o de llevar a cabo
una idea de una forma que aporte valor al proyecto o a la sociedad en la que vivimos.
Todos hemos oído hablar de los grandes multimillonarios que empezaron en su garaje. Personas
que empezaron con casi nada, prácticamente sólo poseían un ordenador y una idea y que, al
llevarla a cabo, se hicieron millonarios. La realidad es que creo que esta imagen del joven brillante
está como mínimo idealizada y que en la vida real es algo más complicado que eso. Debemos
pensar que la historia siempre la escriben los vencedores o agraciados y que de buen grado solo
nos cuentan lo que queremos que oigamos. De todas formas, de toda esta fábula capitalista que
nos ocupa. Nosotros podemos coger la idea básica de empezar a trabajar con poco. Prácticamente
todos tenemos un ordenador y un pequeño espacio en casa que podemos destinar a realizar
nuestra nueva tarea. Sin ir más lejos, las primeras composiciones que yo mismo realicé, las hice
con un ordenador reciclado y una mesa en la que prácticamente no cabía ni la pantalla en ella. Este
hecho no significa que haya hecho dinero con ello pero si me permitió empezar a trabajar en mi
nueva vida. La evolución de estas primeras composiciones son un estudio de grabación propio y un
proyecto que cada día se solidifica más.
En el mundo de las ideas actual, empezar un proyecto se hace más sencillo que nunca con el auge
de la tecnología digital e internet. Sin idealizar internet viendo que también tiene sus pros y sus
contras. Podemos conectarnos entre nosotros de una manera global vender productos y servicios
en todo el planeta sin “movernos de casa”. Otra de las cosas que ha pasado, y esto si debemos
darle las gracias al sistema capitalista actual, es que la tecnología se hace más accesible que nunca
por la competencia feroz en precios de las marcas actuales. Hace unos años, el estudio que yo
tengo, con los resultados que puedo obtener en él, habría costado varios millones de pesetas y
ahora, por un precio mucho más reducido puedo tener el material necesario para al menos,
empezar a obtener resultados profesionales a bajo coste. Este hecho hace que gente como yo, que
nos dedicamos a los servicios, a la vez que podemos tener los medios materiales para la obtención
de resultados para nuestros clientes, éstos se beneficien de los precios más bajos actuales que se
pueden hacer y la suma de todo esto es que hay muchísimos más proyectos en los que el talento
florece gracias al bajo coste a nivel de capital. Para poner mi mismo ejemplo anterior. Si yo tengo un
estudio musical que ofrece servicios profesionales pero no ha costado una millonada, puedo ofrecer
resultados a artistas y músicos de la misma tesitura que yo a un coste que se lo puedan permitir.
Eso hace que yo florezca como estudio y ellos como artistas y al final, todos ganamos.
41
A todo esto no quiero decir que no se necesite capital para realizar los proyectos empresariales que
están por venir. Dependiendo del proyecto que tenga cada uno entre manos, va a necesitar unos
medios u otros para desarrollar su actividad. Con todo esto quiero poner de manifiesto el talento
como piedra angular de nuestros proyectos y servicios. Seguramente deberemos disponer de
capital para poder seguir avanzando en nuestra vida profesional, pero hacer de éste nuestra piedra
angular solo nos llevaría al fracaso.
Un proyecto con mucho capital y poco talento está abocado al fracaso.
He visto ya algunos proyectos que han empezado con mucho capital y con una falta de talento
patente y se han ido al garete durante los primeros seis meses. Un negocio como tal, requiere de
conocimiento sobre el terreno y seguramente de habilidades nuevas en venta, administración,
control del dinero y formación en el área de trabajo concreta en el que estemos. Si iniciamos un
negocio que no conocemos y con unos conocimientos nulos en las áreas mencionadas pero con
mucho capital, solo pueden pasar dos cosas. La primera es que tengamos tanto capital que no nos
importe estar unos años con pérdidas mientras adquirimos los conocimientos necesarios como para
hacer que funcione y la segunda es que no aguantemos el tiempo suficiente como para hacer
florecer el negocio y además, si el dinero no era nuestro, nos quedemos con deudas y sin proyecto.
En el mundo actual, podemos determinar que el talento es el valor más preciado para la gente que,
como yo y muchos otros, quiere o ha cambiado de modelo de vida basado en el trabajo por su
cuenta a través de proyectos emprendedores ya sean grandes o pequeños.
42
VIII
TU PROPIA IDEA DE ÉXITO
LA BÚSQUEDA DE SIGNIFICADO
El significado de la vida a nivel cósmico o religioso yo en realidad no lo sé ni pretendo saberlo. Con
lo que me siento identificado es con la manera de encontrar ese significado en nuestras vidas
concretas y terrenales. Esto va de llenar nuestra vida y nuestro tiempo, que en realidad es lo único
que poseemos, de experiencias, personas y proyectos que nos hagan sentir bien. Todos hemos
tenido la sensación de estar en paz cuando hemos hecho algo que nos ha liberado de nuestras
43
vidas estresantes y de búsqueda inmediata de placer. Se trata de buscar esa sensación en todas
las etapas de nuestra vida. No siempre será todo de nuestro agrado pero si hará que la mayor parte
del tiempo nos sintamos de acuerdo con lo que somos en realidad.
Ser rico es vivir en coherencia a nuestros valores, independientemente del valor económico de las
cosas que poseamos.
De la idea de éxito con lo que yo me quedo es aquella que permite que las personas sean libres y
que vivan de acuerdo a su verdadero ser. Todos tenemos talentos, anhelos y visiones de cómo nos
gustaría vivir. La pregunta que nos debemos hacer cada vez que pensemos en que necesitamos
algo para nuestras vidas es ¿Esto lo necesito o simplemente lo deseo como bálsamo para llenar mi
vida vacía de significado?
CONFÍA EN TU MUERTE
Una de las películas que más me ha gustado en los últimos tiempos es “ El reino de los cielos” de
Ridley Scott. En un momento de la película, uno de los caballeros hospitalarios, interpretado por
David Thewelis, le dice a Bailán de Iberín (Orlando Bloom) al preguntarle este el por qué iba a
luchar en una batalla contra los sarracenos si sabía que iba a morir en el trascurso de la batalla.
“Toda muerte es segura”
44
Otra anécdota cinematográfica que me viene a la cabeza es una frase que pronuncia Tyrion
Lannister(Peter Dinklage) en la serie “Juego de tronos”.
“La vida está llena de posibilidades, la muerte es definitiva”
Sin ser aguafiestas, me obligo a decirte que esta es la única verdad. Todos vamos a morir y no nos
llevaremos nada con nosotros. Los egipcios lo intentaron y lo único que han tenido son saqueos.
Nuestro tiempo en este planeta es finito y en comparación con nuestro planeta, somos como un
suspiro dentro del espacio-tiempo de la Tierra. Todos moriremos algún día y eso no podemos
cambiarlo. Además, ni siquiera tenemos garantías de cuánto tiempo vamos a durar y a mí,
respetando las carencias de todo el mundo y a diferencia del caballero hospitalario, no me convence
la idea del más allá como una eternidad de bendiciones. Cuando no estemos aquí ya no estaremos
aquí, y por muchas creencias que tengamos sobre el más allá, no sabemos a ciencia cierta que nos
espera en la oscura eternidad. Ahora bien, viendo con perspectiva este hecho y siendo realista, lo
que si podemos hacer es vivir la vida que queramos mientas estemos en este mundo. Tiene sentido
que aprovechemos al máximo el tiempo que tenemos para llenarlo de situaciones que nos sean
gratas y que llenen de una manera u otra nuestra vida de significado. Un día, en el ocaso de
nuestras vidas rendiremos cuentas con nosotros mismos y, en ese momento, no habrá nadie más,
sólo nosotros y nuestro dialogo interior. ¿Qué crees que es mejor? ¿Darte cuenta en ese momento
de que lo que has hecho lo han decidido los demás o que has escogido tu modo de vivir y has vivido
de acuerdo contigo mismo y tus valores? Para mí la respuesta es sencilla. Haz lo que quieras con tu
vida puesto que tu tiempo solo es tuyo y de nadie más.
45
Muy posiblemente veremos con perspectiva que no importa a qué moda hayamos rendido tributo o
lo que hayamos hecho durante el tiempo que hayamos tenido. Sólo importará si estamos en paz
con nosotros mismos y podemos irnos sin dejar nada pendiente. Este hecho implica que haber
vivido de acuerdo con nuestros principios y valores cobre forma y no dejarse llevar por el ruido
exterior nos ayuda a discernir si realmente lo que nos ofrece la sociedad en uno u otro campo está
de acuerdo con lo que realmente queremos.
46
o de cualquier tipo. Creo que el mensaje queda claro y cada uno debe buscar que es lo que hace
que se sienta de acuerdo consigo mismo y que es lo que hace que entre en conflicto. Todo esto no
significa que todos tengamos que ser austeros o no dar importancia al dinero. Si para una persona
un valor importante es la imagen que proyecta a la sociedad y eso le hace verdaderamente feliz, es
legítimo que haga lo que crea necesario para ello. El problema es que ese valor, en este caso
social, sea impuesto por motivos que se le escapen a esa persona y no la haga feliz.
Estar alineado con tus valores es un viaje de no regreso hacia el interior de tu propia persona.
47
local y para dar la impresión de abundancia a nuestros clientes. Todo ello es importante para
desarrollar nuestras vidas profesionales pero justo en la medida que nos esclaviza a tener que llevar
un ritmo de vida que no deseamos. A más grande gasto, más gran nivel de ingresos, eso suele
significar más horas de trabajo y más dolores de cabeza.
Si miramos hacia nuestros bienes tan preciados y que nos han costado tanto de conseguir y no
tenemos ni un minuto para disfrutarlos, es que estamos haciendo algo mal.
Vivir una vida profesional plena significa no ser esclavos de nuestro propio proyecto. Debemos
recordar que emprendemos para ser más libres, no para cambiar de un jefe que nos esclaviza a un
proyecto insaciable que nos obliga a trabajar y trabajar sin descanso.
48
IX
TU MENTE COMO ALIADA
Nuestra mente tiene una misión principal y es la búsqueda de la supervivencia a toda costa y su
manera de conseguirlo es que nuestra vida sea lo más placentera y cómoda posible. El problema es
que no entiende de planes de futuro ni de caminos complicados. Tu mente va a intentar buscar
siempre el placer inmediato. Siempre va a buscar el camino más fácil y rápido para conseguir su
meta. Esto en realidad no es ni bueno ni malo, es una verdad simplemente. Se nos hace
indispensable aprender a pensar, si, aprender a pensar, pensar no es gratis en cuanto a
entrenamiento y horas de dedicación. Todos hemos oído hablar de que hay gente que son unos
“cocos”, con esto indicamos que una persona sabe pensar. Pues la verdad es que todos tenemos
un cerebro y por lo tanto, todos podemos pensar. Aprender a hacerlo de una manera que nos lleve
al cumplimiento de nuestros objetivos vitales y no a la supervivencia es vital si queremos emprender
una nueva vida dónde la realización personal y profesional sea la piedra angular de ésta.
CONDICIONAMIENTOS DE LA MENTE
Durante todos nuestros años de formación nos han enseñado a pensar de una forma técnica. No
nos han enseñado a pensar de una forma crítica porque a las élites, sean de la época que sean, no
les interesa. Hemos aprendido a resolver problemas matemáticos que en realidad no nos sirven de
nada. Hemos aprendido cómo funcionan las valencias de la química y hemos aprendido a
solucionar problemas que no nos vamos a encontrar jamás en la vida. Si pensamos con claridad,
veremos que nuestros comportamientos están absolutamente condicionados por la escuela, la
religión y el poder económico. Las cuestiones verdaderamente importantes de la vida no las hemos
decidido nosotros sino que las han “pensado” otros por nosotros. Muy poca gente se pregunta
porqué vivimos del modo que vivimos y simplemente piensan que es así porque es así. Si los
demás han pensado por nosotros y la mente busca el camino más fácil, es de resultado obvio
pensar en que los caminos fáciles para la mente son aquellos que ya hemos realizado miles de
veces o que otros han pensado por nosotros.
Cada vez que hagas o piense salgo, por insignificante que parezca. Hazte la siguiente pregunta
¿Esto lo he pensado yo o lo han pensado por mí?
El aprender a pensar significa adentrarnos en nuestra mente más profunda, en pensar en los
caminos que nos han llevado hasta dónde estamos y en qué y cómo podemos cambiar de vida.
Usar estas maneras nuevas de pensar nos llevarán de buen seguro al conocimiento de nosotros
mismos y al hecho de buscar una manera de vivir de acuerdo con nuestros principios.
CONTROLA TUS HÁBITOS
Los hábitos son aquellas acciones que realizamos prácticamente sin pensar. Éstos se dan por
repetición y construyen nuestra manera de movernos por el mundo. La mente, al buscar siempre el
placer inmediato y el camino fácil, necesita de estos hábitos para poner en modo automático las
acciones a realizar en cada momento. Esto es una realidad que las marcar comerciales conocen de
sobra. Detectan los hábitos de las personas e incluso realizan acciones para que esos hábitos
cambien.
49
A nosotros los hábitos nos interesan como aliados para construir nuestra nueva vida. Si convertimos
una acción que hace que nuestra vida sea mejor en un hábito, ya sea a nivel profesional o en otros
ámbitos, convertiremos esa acción en automática y la vamos a realizar de forma sencilla. Para
poner un ejemplo, si yo construyo el hábito de escribir libros, para mi mente va a resultar fácil
escribir libros, si por el contrario lo concibo como una actividad extraordinaria, cada vez que me
ponga a escribir va a ser como empezar de cero y va a ser un fastidio.
NADA DE EXCUSAS
Una de las cosas que hace que más proyectos fracasen, incluso antes de empezar, son las excusas
que nos ponemos a nosotros mismos. Éstas se pueden dar por creencias erróneas y limitantes o
por hacer caso a los entornos cercanos al expresar una idea de una nueva vida. El miedo al cambio
juega un papel importante en esto y no sólo el nuestro si no el de nuestro entorno. Es importante
que no caigamos en la excusa como método de freno a nuestros propios talentos. Si dejamos que el
miedo venza, seguiremos estando en la misma situación en la que estamos ahora y eso no es lo
que queremos llegados a este punto. A continuación vamos a ver un pequeño listado de excusas
muy comunes y su posible solución:
No tengo tiempo
Todos tenemos el mismo tiempo, el día tiene 24 horas queramos o no, y por suerte, amanece cada
día en nuestro planeta. El reloj, cuando ha corrido un minuto, ha corrido el minuto para todos los
seres del planeta. Eso significa que mientras estemos vivos y sanos, tenemos el tiempo a nuestra
disposición. ¿Parece obvio verdad? La siguiente pregunta que nos viene a la cabeza es: ¿Por qué
usamos la falta de tiempo como excusa para no iniciar una nueva vida? Existen dos factores que
nos llevan a usar esta excusa como freno a nuestro cambio personal. La primera es el omnipotente
miedo, sí, el mismo miedo que nos ancla a una vida mediocre es aquel que nos hace construir
excusas para no iniciar nuestro propio camino. La segunda circunstancia es el hecho de no
establecer correctamente las prioridades y perder tiempo en cosas que realmente no tienen
importancia.
Si queremos iniciar un camino a una nueva vida, necesitaremos tiempo para poder pensar qué
hacer, para poder empezar a elaborar nuestros productos o servicios y para buscar clientes y
colaboradores. Además es muy posible que al inicio de nuestras nuevas vidas tengamos que
compaginar todo esto con el trabajo que tengamos en ese momento. Para llevarlo a cabo de una
forma correcta, es de vital importancia establecer una lista de prioridades para con nuestro
proyecto. Para ello debemos analizar como organizamos nuestro propio día teniendo en cuenta todo
lo que realizamos: horas laborables, horas de transporte, horas de comida, conciliación familiar,
ocio, etc. Después de analizar nuestro día o semana tendremos perspectiva de en qué invertimos el
tiempo y como redistribuirlo para encontrar sitio para nuestro nuevo proyecto. Piensa que te va tu
estilo de vida en ello. De ti, y solo de ti, depende que ese tiempo que necesitas pase a ser una
prioridad en tu día a día.
50
Yo no valgo
Esta es la siguiente excusa en el ranquing de abandonos. Piensa que toda tu vida has estado
condicionado hacia la obediencia y a creer más en los demás que en ti mismo. Los mensajes hacia
ese camino trillado están en todas las facetas de nuestra vida, educación, publicidad, televisión,
modelos laborales, etc. etc. Incluso se ha creado una imagen de libertad a través del consumismo,
que a su vez, ese mismo consumismo es el que nos ata a la vida que llevamos. Los mensajes son
sutiles y lo hace a través de necesidades inventadas. Todas estas premisas nos anclan y nos hacen
creer que tiene que haber alguien exterior a nosotros mismos que determina si valemos o no para
hacer eso o lo otro.
La realidad nos la hacemos nosotros mismos en la cabeza a través de nuestras creencias y
experiencias. Esta realidad es individual y colectiva y llevado a la práctica es una gran ventaja
puesto que, si controlamos nuestra manera de pensar y nuestra manera de hacer, nos daremos
cuenta de que somos capaces de realizar cosas que jamás esperábamos de nosotros mismos. Para
ello debemos trabajar en una nueva manera de pensar basada en nuestras propias creencias y sin
tener en cuenta los condicionantes externos, ir remando hacia nuestra propia libertad.
Una vez llegados a este punto y con el ánimo de dar solución a la creencia errónea de que uno vale
o no vale, la solución que yo he encontrado para con este problema es precisamente hacer lo
contrario que manda tu cerebro. Tu mente te va a decir que no puedes hacerlo, que no eres apto, y
lo que yo te digo es que lo hagas. Da igual el resultado final que obtengas dado que el objetivo no
es ser apto sino romper una barrera mental que te ancla al malestar. Si eso mismo que crees que
no vales, lo realizas las suficientes veces y gastas energía en saber cómo hacerlo, el éxito está
asegurado.
No tengo dinero
Bien, este punto es verdaderamente dramático en nuestra sociedad. Nunca se tiene el dinero
suficiente para iniciar un proyecto. Una vez más, el condicionamiento social juega en nuestra contra.
Parece que todo tiene que ser grande, todo tiene que ser magnífico y perfecto. Nada más lejos de la
realidad. Empezar un proyecto con muchos recursos económicos y poco talento no nos llevará al
éxito ni económico, ni social ni de ningún tipo. Este hecho solo nos llevará a la bancarrota y a ser
una víctima más de un sistema basado en el capital ficticio.
Una vez llegado hasta aquí ya tienes una buena idea que llevar a la realidad. Mi recomendación
para con tu proyecto es que empieces en pequeño. Eso significa poca inversión o nula inversión. Es
normal que tengas sueños de grandeza y que quisieras que todo andase a la perfección desde el
primer momento. Siento decepcionarte pero eso es altamente improbable que pase. Los verdaderos
proyectos son carreras de fondo no de velocidad y el adversario eres tú mismo. Si empiezas en
pequeño, los riesgos son menores y las hostias que te vas a llevar serán menores y si lo haces
bien, no te dejarán fuera de combate para siempre. Así mismo, si empiezas en pequeño tendrás
pocos gastos y la durabilidad de tu nueva vida se verá alargada de forma natural. También así
podrás probar que es lo que te funciona y lo que no y en qué eres bueno y debes potenciar y en qué
eres mediocre y necesitas mejorar o abandonar.
El resultado es que si eres suficientemente resistente y juegas bien tus cartas. El éxito en tu
proyecto está asegurado. Y con éxito me refiero a que sea un proyecto que se lance a la vida que
deseas y que sea duradero en el tiempo.
51
freno o directamente dilapidan nuestros proyectos.
Críticas externas
Un proyecto emprendedor, sobre todo cuando está en sus fases iniciales, requiere que estemos
muchos ratos con nosotros mismos pensando qué es lo que queremos hacer y cómo lo deseamos
llevar a cabo. En esta primera fase es muy común que comentemos a personas de nuestro
alrededor nuestra intención de emprender un negocio, de cambiar de trabajo o iniciar una nueva
vida en todos los sentidos. Habrá mucha gente que nos tildará de locos o nos dirá que eso es
imposible, que necesitamos mucho dinero o que simplemente no hay mercado. En realidad
escucharlos no es malo si no que lo que puede actuar como freno es que nos creamos lo que nos
dicen y decidamos abandonar nuestro proyecto siquiera antes de empezar. Está bien que
recojamos información de nuestro alrededor para usarla en beneficio de nuestro proyecto, para ello
siempre debemos tratar la información de los demás pensando en que es muy probable que tengan
unas creencias y unos condicionantes que tú no tienes o has dejado de tener. Tomarnos los
discursos de los demás como si hablasen de sí mismos es la mejor opción puesto que en realidad
cuando critican nuestro proyecto, en realidad dicen que “ellos” no pueden realizarlo.
Críticas internas
La crítica interna se puede convertir en nuestro peor enemigo al emprender una nueva vida
profesional. Después de muchos años de condicionamiento y de búsqueda de aprobación de los
demás es natural que incluso nosotros mismos pensemos que no podemos hacer eso que nos
hemos propuesto o que simplemente no tenemos recursos o conocimiento para llevarlo a cabo. Eso
en realidad no tiene que ser negativo si lo usamos a nuestro favor. Usar nuestras debilidades para
detectar errores puede ser altamente positivo para el desarrollo de nuestro proyecto y nos puede
dar perspectiva de dónde debemos localizar nuestra energía.
Para entender esto vamos a poner el caso de una persona de edad indeterminada que, por el
motivo que sea, quiere cantar para llegar a ser cantante profesional. Lo primero que se le ocurre es
cantar en la ducha i probarse a sí mismo/a sin que nadie le escuche. Después de una temporada de
ducha en ducha ya se siente más seguro/a de sí mismo/a y decide enseñar a su entorno como
canta haciendo un pequeño recital improvisado en una cena familiar. Puede pasar que dado el nulo
criterio musical de su entorno le aplaudan y eso ya en sí mismo hace que su carrera empiece con
buen pie, por el contrario y lo más probable es que los demás vean como desafina y alguno de los
asistentes, después del recital le diga que canta fatal i que se dedique a otra cosa puesto que jamás
será un buen profesional del canto.
La realidad es que es altamente probable que, en ese momento y circunstancias de su vida, esa
persona cante mal por los hechos de que no posee la técnica, ni la formación musical, ni
experiencia suficiente como para ofrecer un buen espectáculo. Si se da el caso de que dicha
persona cree más en lo que le han dicho que en su propio criterio y convierte esa crítica en propia,
es altamente probable que no vuelva a cantar jamás y que a cada concierto o situación musical a la
que asista el resto de su vida, se pregunte qué hubiera pasado si no hubiera dejado de cantar. Por
el contrario, si esa persona se analiza a sí misma de una forma racional y ve que realmente la
crítica recibida es una opinión o límite personal de la otra persona y que es normal que no cante
bien en sus inicios musicales, seguramente decidirá empezar a formarse para ser un/a buen
cantante.
52
atacar en el caso de que nuestra vida corra peligro. El problema en el ser humano actual es que
esos mismos instintos que nos protegen, se convierten en una cárcel de reactividad si no los
controlamos. Si no controlamos nuestras reacciones para con nuestro entorno, somos víctimas de
las circunstancias y eso significa que no podemos tomar decisiones conscientes para mejorar
nuestras vidas.
Ser persona reactiva implica ser una víctima de tu situación y que aceptas que estás incapacitado
para tomar decisiones conscientes.
Ser una persona reactiva, en esencia, es ser una persona que se deja llevar por sus impulsos y deja
que los demás tomen el control de sus vidas. Reactivo viene de reaccionar delante de un hecho.
Para poner un ejemplo, vamos a imaginarnos una persona que va conduciendo su coche y el coche
de delante para en seco. Una persona reactiva va a enfadarse y a pitar descontroladamente o
incluso va a realizar alguna acción con consecuencias mucho peores. Su reactividad ha tomado el
control y esa persona se ve incapacitada para pensar con claridad. Cuando nos enfadamos o
somos reactivos, perdemos el control de nosotros mismos y se lo damos a las circunstancias o a
algo que ha realizado otra persona. En cualquier caso, pasamos de ser personas que tomamos el
control a ser víctimas de las circunstancias. Una víctima es una persona que no controla su
presente ni su futuro y que no puede hacer nada o casi nada para cambiar lo que le pasa en su
vida.
Ser una persona activa significa tomar el control de tu propia vida y asumir que lo que hay en ella es
consecuencia de la trayectoria que has llevado hasta ese momento.
Al otro lado de la moneda y como contramedida a la reactividad tenemos la actividad consciente.
Ello significa que somos nosotros quién controla las reacciones de nuestra persona pase lo que
pase en el exterior. Dejamos de culpar a los demás de lo que nos ocurre, no nos vemos como
víctimas y tomamos decisiones conscientes para aceptar o cambiar la situación en la que nos
vemos envueltos. Para seguir el ejemplo anterior, una persona activa, de entrada dejaría una
distancia de seguridad entre su vehículo y el siguiente y si el vehículo de delante frenase de golpe
daría por supuesto que eso son cosas que pueden pasar en la carretera y que no tiene la más
mínima importancia.
El simple hecho de dejar de vernos como víctimas y pasar a saber que tenemos el control sobre
nosotros mismos hace que miremos el mundo desde otro punto de vista. Este punto de vista de
empoderamiento requiere trabajo personal y no siempre seremos conscientes de no ser reactivos
ya que nuestros instintos trabajan para la supervivencia a través de la reactividad. La mejor manera
de controlar la reactividad y la que más resultado me ha dado es la reflexión, tomarte un tiempo
para pensar cómo reaccionar en sí mismo ya hace que la circunstancia en la que estamos se enfríe
y tenga menos poder sobre nosotros. Después de la reflexión conviene tomar una decisión y
ponerse a trabajar para buscar solución a dicha situación.
En cuanto a emprender un nuevo negocio o proyecto, la actividad nos ayuda a ser personas más
conscientes y a mirar más por el objetivo final que a ir reaccionando por separado a todas las
situaciones que nos vamos encontrando. Pongamos el caso de una persona que se siente poco
valorada en su trabajo, una persona reactiva, va a culpabilizar a sus jefes de que le pagan poco, de
que no se siente valorado y muy posiblemente va a acabar rindiendo menos de lo puede. Con esto
no quiero decir que no tenga razón en sus razonamientos pero esa persona está reaccionando a un
supuesto estímulo externo. Los demás tienen control sobre su sueldo, horarios y valoración de su
trabajo. Una persona activa va a cambiar esa situación desde una perspectiva de control. Las
reacciones pueden ser desde intentar negociar un nuevo sueldo, horario o hacerse valer para con
sus superiores hasta empezar un nuevo proyecto de vida para dejar de vivir de esa manera. Yo
probé ambas y la primera sólo fue un parche temporal. La segunda, cambiar de modelo de vida
hacia un proyecto vital, es por mucho la mejor decisión que he tomado en mi vida. Yo mismo, con
mi decisión consciente, dejé de ser una víctima de las circunstancias laborales nefastas en las que
me encontraba para tomar el control de mi propia vida y dedicarme a mi propio proyecto vital. De
53
hecho este libro forma parte de dicho proyecto.
La actividad contra reactividad la podemos usar en todos los ámbitos de la vida, relaciones
personales, relaciones laborales, relaciones de pareja, familiares, etc. Si tomamos el control de
nuestras reacciones, seremos los artificieros de nuestras vidas y no habrá nadie que pueda
controlar lo que podemos o no podemos hacer.
54
X
CONOCERSE A UNO MISMO
Para emprender un nuevo camino vital y profesional debemos conocernos a nosotros mismos y
reconocer, de entrada, que tenemos fortalezas y flaquezas. Evidentemente cada persona tiene las
suyas propias y están repartidas en todos los ámbitos de la vida, e incluso, lo que para unos es una
fortaleza, para otros puede ser una flaqueza.
Conocerte a ti mismo es un viaje de humildad hacia el interior.
Vivimos de una manera tal que nuestro exterior está completamente lleno de cosas materiales pero
nuestro interior vacío de significado real. Mirar hacia el interior de nosotros mismos puede causar
miedo en un principio. Saber la verdad sobre nuestra persona nos puede causar desilusión por ver
que realmente no somos aquello que se espera de nosotros o incluso aquello que creemos que
somos. A través de los mensajes sociales y la publicidad, estamos recibiendo mensajes continuos
para que seamos individuos artificiales y condicionados. Mirar hacia dentro, aunque dé miedo en un
principio, es el viaje definitivo para encontrar lo que verdaderamente queremos para con nuestra
propia vida. Esto nos puede confrontar con la realidad que vivimos en ese momento. Después de
mirar hacia dentro nos podemos dar cuenta que quizá no vivimos de la manera que realmente
queremos o que alguna faceta de esta vida que hemos escogido no nos llena y necesitamos un
cambio. Este viaje no tiene por qué tener nada que ver con la condición en la que estemos en este
momento y lo que para unos es válido después de hacer el viaje, para otros es algo que no quieren
para su vida.
Detectar los condicionamientos externos nos da perspectiva y nos obliga a revisar el interior
Conocernos a nosotros mismos y detectar en que somos buenos o mediocres nos da perspectiva
de por dónde empezar a trabajar para realizar nuestro viaje. También nos dará pistas de qué estilo
de vida necesitamos y si lo que queremos es solo un deseo o una necesidad. Realizar este viaje
hacia el interior, en sí mismo, ya hace que todas las influencias externas de lo que somos y no
somos se atenúen.
55
hacer un cambio de actitud hace que la misma situación cambie hacia lo que queramos realmente
para nosotros.
EL PASADO ES LA BRÚJULA
Si miramos hacia atrás, encontraremos puntos de inflexión en nuestra vida. Suelen ser puntos en
los que tomamos una dirección u otra y esa decisión cambió nuestra vida por completo. Pueden ser
estudios, trabajos escogidos o rechazados, las parejas que hemos tenido, el lugar donde vivimos o
el trato personal con una u otra persona. El conjunto de las decisiones que hemos tomado a lo largo
de nuestra vida nos han llevado hasta donde estamos en este momento. Para poder entender
nuestro presente, debemos detectar dónde, cuándo y cómo se produjeron las decisiones que nos
han llevado hasta aquí. Esto no quiere decir que tengamos que ser críticos con ellas nos hayan
llevado a donde nos hayan llevado. Todas las decisiones nos han reportado cosas buenas y malas
y en definitiva, somos la suma de todas ellas. Mirar hacia el pasado debe ser un ejercicio de
autoconocimiento y de búsqueda de perspectiva, no un castigo personal.
Entender nuestro pasado nos da la verdad de nuestro presente
Todo este proceso implica soledad y reflexión. Para poder realizarlo deberemos dejar de oír las
voces externas para oír nuestra propia voz con entendimiento y sin resentimiento. Es importante
que cuando miremos al pasado, no lo juzguemos y veamos las cosas con perspectiva. No se trata
de culparnos a nosotros mismos o a gente que ayudó en su momento en las tomas de decisiones.
Se trata de tener una visión real y sin juicio de los puntos de inflexión. Mirarlos de una forma neutra
nos ayuda a entender qué somos en la actualidad y qué podemos hacer en el presente y futuro para
56
controlar nuestras vidas, que en definitiva, es lo que buscamos.
57
XI
LIDERAZGO PERSONAL
58
para muchos pues, si no pueden hacer nada para cambiarlo, no tienen que hacer nada para
cambiarlo. Además, si mirarnos a nuestro alrededor y comentamos la situación con los demás.
Muchos nos darán la razón sin plantearse nada más y veremos que ellos mismos están paralizados
en una vida mediocre por la misma razón.
La solución a todo este entramado de culpa y estados de confort la encontramos en el liderazgo
personal. Si asumimos que somos el resultado de nuestras decisiones y condicionamientos y los
conocemos sin culpabilizarnos por ello, podemos analizar la situación dejando a un lado lo que
hacen o piensan los demás, sea bueno o malo, y tomar decisiones para cambiar el resultado que
obtenemos.
59
se debe a la búsqueda del ser humano por tener una vida apacible y estable en términos generales
y en realidad es un deseo totalmente legítimo.
Desarrollar una vida profesional solamente basada en los objetivos que queremos nos llevará a una
vida de sufrimiento y de enterramiento de las pasiones
Está en el ADN social que es mejor tener un buen trabajo y dedicar el tiempo libre a aquello que nos
apasiona o se nos da muy bien y podríamos ser muy buenos en ello. El problema es que muchas
veces no se ha pensado en que el tiempo que pasamos en la tierra es limitado y dejar lo que
realmente queremos hacer en segundo plano hace que en muchas ocasiones, tengamos trabajos
que realmente no deseamos, que no estamos de acuerdo con sus propios principios o que
simplemente aparecen en nuestras vidas y los aceptamos para desarrollarnos en nuestra sociedad
de acuerdo con sus valores y principios y dejamos a un lado los nuestros.
Debido a que lo único que realmente poseemos es el tiempo que nos queda de vida, desarrollar una
vida profesional que llene ese tiempo de forma correcta se hace necesario para llevar una vida
plena
A día de hoy nos encontramos con personas que o bien dejaron sus estudios para dedicarse a
ganar dinero desde bien jóvenes o estudiaron carreras simplemente por qué tenían buenas salidas
profesionales. Esto ha conllevado tener una sociedad de personas que lo único que perseguían era
objetivos económicos o lo que para ellos era una vida estable y apacible y se han olvidado de sí
mismos. En la práctica encontramos gente que no desea sus trabajos y que hacen las tareas de
forma automática con el solo objetivo de que llegue su hora de terminar el turno. Esto para una
sociedad es triste y si lo único que tenemos es tiempo y además limitado, lo lógico sería que lo
gastáramos haciendo cosas que nos llenasen de felicidad y no sólo de dinero para llegar a fin de
mes o comprar una casa o un coche mejores.
Algunos escogen a sus propios hijos como excusa para llevar la vida que llevan sea ésta plena o
no. Esto en realidad es una falacia y además una excusa movida por el miedo al cambio. Par ilustrar
esto vamos a ver el caso de un accidente de avión. Todos los que hayamos cogido un avión alguna
vez hemos visto al personal de vuelo indicarnos como proceder en accidente. Uno de los pasos que
debemos realizar es ponernos la máscara de oxígeno y esto lo debemos hacer en primer lugar con
nosotros mismos aunque tengamos hijos. Esto se debe al hecho de que si perdemos la consciencia
por falta de oxígeno, no podremos ayudar a nadie y seguramente moriríamos nosotros y los demás.
En la vida real pasa lo mismo. Las personas que tienen hijos a su cargo piensan que todo es para
ellos y no entienden que si ellos mismos están en una situación personal que les conlleva
sufrimiento, lo que les enseñan a sus hijos es precisamente a sufrir y no a buscar una vida plena a
consecuencia de que ellos no saben cómo hacerlo.
Si elegimos un trabajo basado en una pasión o habilidad que nos llena, siempre podremos ir a
cambiar tiempo por dinero si es necesario para nuestra supervivencia y a la vez podremos
desarrollar proyectos o buscar trabajos de acuerdo con lo que realmente deseamos hacer para con
nuestra vida profesional. Esta tarea no es fácil si nuestra pasión es algo que no está en la lista
social de trabajos bien vistos pero se hace necesario desoír los mensajes sociales establecidos si
vemos que realmente deseamos algo distinto para nuestras vidas presentes y futuras.
60
Aunque parezca obvio, es importante que nos tomemos los mensajes de nuestros referentes como
lo que son, referencias de cómo movernos por el mundo. No somos nuestros referentes y sería una
equivocación emular lo que hacen o intentar ser como ellos. Nosotros en realidad somos únicos y
nuestras creencias, clase social y condicionamientos internos y externos seguramente serán
distintos de las personas que consideramos referentes.
Saber escoger nuestros referentes se convierte en una tarea indispensable. En muchas ocasiones
vemos como la gente se deja llevar por las modas y quiere ser como sus referentes, en la manera
más estúpida de seguimiento de referentes nos encontramos masas de gente que van vestidas de
la misma manera, hablan igual, comen lo mismo y van a los mismos tipos de sitios. Eso en realidad
no es tener referentes, eso es control de masas y mediocridad elevada a la máxima potencia. No es
de extrañar que en el mundo consumista en el que estamos inmersos la gran mayoría de personas
solo cojan como referencia lo que se ve y dejen lo que no se ve para más adelante, como si
pensaran que vivir es eterno.
A lo largo de la vida nos encontraremos con referentes distintos ya que nosotros mismos vamos
creciendo y lo que nos resulta interesante en un momento de la vida, puede que no nos sea tan útil
o pierda relevancia para nosotros con el tiempo. Quemar a tus referentes tiene varias fases y en
esencia significa no tomártelos demasiado en serio y al final vivir sin ellos o dejarlos ir si ya no
sirven a nuestros propósitos. Pensar que ellos son personas como nosotros y que tienen sus
miedos y sus fortalezas nos hace tener perspectiva. Lo importante de nuestros referentes es el
mensaje y la huella que dejan en nosotros y esa huella la debemos transformar a nuestro favor.
Saber escoger que partes de su vida o su mensaje son importantes para nosotros hace que
construyamos nuestra propia vida. El hecho de que tengamos un referente no tiene que significar
que todo lo que hace o dice nos sea de utilidad. En la fase más avanzada de la quema de
referentes no tendremos que usar a nadie como punto de referencia puesto que nuestro mensaje ya
estará construido en nosotros mismos y no necesitaremos faros en la oscuridad.
NADA ES PERFECTO
Cuando tratamos de emprender un proyecto personal o empresarial desde cero, lo más normal es
que no tengamos todos los conocimientos ni herramientas necesarias para un buen desarrollo de
nuestra actividad ya que, en realidad somos novicios en el arte de empezar proyectos. Con ello no
quiero decir que debamos hacer mal nuestro trabajo o descuidar nuestros servicios con la excusa
de que somos novicios. Lo que sí puede hacernos daño es ser en exceso perfeccionistas en los
detalles y no ver la globalidad de todo nuestro proyecto. La perfección como tal no es más que una
sensación puesto que lo que para unos es perfecto, para otros es una chapuza o viceversa. El
objetivo de los trabajos, ya sean para ti mismo dentro de tu proyecto o para un cliente, es que
ambos quedéis satisfechos con el resultado.
Perderse en los detalles puede implicar perder la perspectiva de la grandeza de nuestro proyecto
Perdernos en los detalles de lo que debería ser un proyecto nos hace perder perspectiva de cuáles
son nuestros objetivos y puede que nos aleje de ellos en tal medida que nos haga abandonar.
Además de perder perspectiva con los pequeños detalles, también nos puede pasar que perdamos
mucho más tiempo en solucionar esas pequeñas imperfecciones que en realizar el trabajo a nivel
general y eso nos puede conllevar demoras en las entregas, ir con prisas en las partes generales de
un trabajo por haber perdido tiempo en detalles nimios.
El mismo aprendizaje de los errores nos dará la clave para hacer un producto o servicio mejor que
el anterior.
También hay que entender que, en nuestro camino de aprendizaje vital y profesional, vamos a
perfeccionar técnicas y vamos a ir recibiendo formación en las áreas que conlleva nuestro
emprendimiento. Eso nos va a hacer más eficientes y hará que los trabajos o servicios realizados
sean lo que comúnmente se dice “más profesionales”. Cada trabajo que hagamos, si aprendemos
61
de los errores, va a ser mejor que el anterior. A esto hay que añadirle que nuestro nivel de inversión
económica en material seguramente irá creciendo a medida que nuestro proyecto prospere.. En
esta línea también veremos que si nuestro negocio funciona, seguramente necesitaremos
colaboradores que antes no podíamos costear y que ahora hacen que nuestro producto o servicio
sea mejor.
62
cambiar mi modelo de negocio. Siempre había soñado con tener un proyecto académico
relacionado con la música y aproveché mis conocimientos adquiridos en el estudio musical de años
anteriores y los conocimientos adquiridos durante mi primera etapa de composición y los puse al
servicio de la formación de los demás. Ahora ayudo a artistas, músicos y bandas a desarrollar sus
proyectos formándolos, produciendo su música y asesorándoles desde el conocimiento. El
aprendizaje que obtuve es básicamente, saber, antes de emprender a lo loco, si mi proyecto aporta
valor o no aporta valor a mi entorno. Si yo no hubiera aprendido de mis errores y hubiera seguido
insistiendo en vender en un mercado desvalorizado y casi nulo, todavía seguiría estando con mi
talento y mi idea de estilo de vida enterrados en un trabajo sin valor para mí ni para mi entorno.
63
1
64
XII
LAS PREGUNTAS DEL EMPRENDEDOR
Hay una serie de preguntas a las que encontrar respuesta en el inicio de nuestra nueva vida
emprendedora nos ayuda a orientarnos y a ser más eficientes a la hora de desarrollar nuestro
proyecto. Algunas de ellas sabremos las respuestas de forma automática y otras deberemos
reflexionar sobre la respuesta más adecuada para nosotros. A continuación vamos a ver las que
considero más importantes:
¿Quién soy?
Aunque parezca sencilla la respuesta, la verdad es que no lo es en absoluto. Dar respuesta a esta
pregunta implica hacer un viaje hacia el interior de una forma crítica y constructiva. Saber quiénes
somos nos da perspectiva de qué, cuándo y cómo podemos ofrecer lo que queramos para ayudar a
los demás.
Iniciar un emprendimiento es iniciar una nueva vida y el proyecto o proyectos por el cual lo vamos a
conseguir debe estar alineado con quien verdaderamente somos
Mirar en el pasado y en el presente de una forma analítica y sin prejuicios se hace absolutamente
necesario para el libre desarrollo de nuestro proyecto, sea éste de la índole que sea. No podemos
ofrecer al mundo lo que no somos o algo que no nos gusta. El hecho de tener un proyecto que se
alinee con quien somos puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Esto se da por el
hecho de que vamos a montar una nueva vida basada en un proyecto. Vamos a dedicar infinidad de
horas a nuestro proyecto así que se hace necesario que dicho proyecto tenga relación con algo que
nos gusta y nos sentimos identificados. Si no respetamos esta primera premisa, podemos quedar
atrapados por él y ser más esclavos de éste que del trabajo que hemos dejado o queremos dejar.
¿Qué problema puedo YO solucionar?
Si miramos a nuestro alrededor con detenimiento, vamos a ver infinidad de problemas que, o bien
no tienen una solución en estos momentos, o la solución aplicada no es todo lo eficiente que podría
ser. Pueden ser todo tipo de problemas, desde que no haya una panadería en el barrio en el que
vivimos hasta que no exista asesoramiento legal en un área concreta pasando por deficiencias en
los servicios a los artistas, emprendedores, restauradores, etc.
Con esto no quiero decir que nos pongamos a solucionar los problemas de todos. Tampoco quiero
decir que nos embarquemos en un sector profesional que no conocemos o no nos gusta
simplemente por que veamos que hay un problema y que podamos sacar tajada de él. Si nos
fijamos en la pregunta, pone énfasis en los que nuestro “YO” pueda solucionar. Esto significa que, a
sabiendas de quién soy y en qué posición estoy, qué problema puedo solucionar. La solución a ese
problema debe estar alineada con mis valores y con quién soy en general. Por poner un ejemplo, si
a una persona no le gustan los niños, no puede montar una guardería por muy necesaria que sea
en el sitio en el que esté viva. Además, aunque fuera rentable el negocio, quedaría atrapada en él y
seguiría siendo una persona llena de sufrimiento.
¿Qué quiero conseguir?
65
Los beneficios que queramos conseguir con nuestro proyecto y a través del trabajo en él,
determinaran en gran medida como vamos a llevar a cabo el desarrollo de dicho proyecto. La
respuesta a esta pregunta depende sólo de nosotros mismos. Para unos será sencillo encontrar la
respuesta y para otros no tanto.
La respuesta a la pregunta de qué queremos conseguir con nuestra nueva vida determinará en gran
medida cómo será esta nueva vida
Todo lo que queramos conseguir es legítimo mientras no dañe a los demás. Nuestros objetivos
deben estar alineados con lo que somos y lo que ofrecemos a la sociedad. Algunos serán beneficios
propios y otros beneficios que otorgamos a los demás. Recordar que nosotros mismos somos los
líderes de nuestra nueva vida nos ayuda a no estar condicionados a escoger uno u otro objetivo
según nuestras creencias y condicionamientos. Nosotros mandamos sobre nuestro proyecto y
vamos a asumir tanto los beneficios como las pérdidas.
Los objetivos a los que me refiero en esta pregunta pueden ser objetivos económicos, libertad
financiera o laboral, beneficios que queremos aportar a la sociedad, objetos concretos, un local
propio, etc. En definitiva son aquellas cosas que queremos conseguir a través de nuestra nueva
vida y/o que nos acercan a ella.
Se hace indispensable para tener éxito para con nuestros objetivos que éstos estén unidos al tipo
de vida que queramos. Está bien que queramos conseguir un coche nuevo o una casa más grande
pero esto tiene que estar realmente alineado con lo que realmente queremos. Recuerda los
condicionamientos a los que estamos sometidos al elaborar tu lista de objetivos y hacerte la
pregunta de si realmente los elijes tu o estás condicionado.
¿Qué recursos tengo?
Con recursos me refiero a todo aquello que tengamos o podamos tener a nuestro abasto para
acercarnos a nuestra nueva vida e idea de proyecto. Dar respuesta a esta pregunta requiere
pararse a pensar de una manera nueva puesto que a veces no somos capaces de ver que tenemos
muchos más recursos de los que creemos. Los recursos se presentan en múltiples formas y,
aunque veremos que seguramente será necesario algo de capital, éste no es el único recurso para
empezar nuestro proyecto.
Dichos recursos se pueden presentar en forma de bienes materiales como locales, herramientas,
ordenadores, etc. También pueden ser conocimientos ya sean generales o específicos y/o
formaciones que hayamos hecho o que tengamos pensado hacer y habilidades que tengamos ya en
ese momento o que queramos adquirir. Aquí se hace patente que es mejor tener conocimiento y
talento para realizar nuestro proyecto, recuerda que vamos a empezar en pequeño para minimizar
las pérdidas en el caso de que se produzcan.
¿A quién tengo a mi alrededor?
En las diferentes etapas por las que vamos a pasar desde que tengamos la idea de empezar una
nueva vida hasta que ésta sea una realidad se nos hará necesario contar con personas a nuestro
alrededor que aporten valor a lo que hagamos. Hay que tener en cuenta que el hecho de que
tengamos mucha gente alrededor no significa que tengamos muchas personas cercanas que
puedan o deseen aportar valor a nuestro proyecto. Habrá personas que nos ayudarán pero también
personas que intentarán, de forma intencionada o sin querer, tirar por tierra nuestro proyecto. Esto
pone de manifiesto que tengamos que ser muy selectivos de a quién contamos nuestro proyecto y
con quién contamos para pedir que sea nuestro colaborador.
Podemos pedir ayuda o consejo a familiares, amigos, parejas, profesionales del sector al que
vayamos a adentrarnos o personas que estén en una misma tesitura que nosotros en ese momento
pero, debemos tener muy en cuenta que cuando alguien hace una crítica, ya sea ésta positiva o
negativa sobre nosotros o nuestro proyecto, en realidad está hablando de sí mismo y no
directamente de nosotros. Cuando alguien dice que algo es imposible está diciendo que para él o
66
ella es imposible y cuando alguien dice que no puede ayudar es que no cree que lo que estés
planteando sea de valor para él o ella o su entorno.
Los colaboradores para con nuestro proyecto serán necesarios y por eso debe tratarse de una
forma analítica y realista para sumar valor a nuestro proyecto
La búsqueda de apoyos y colaboraciones es algo que creo que tiene que tratarse con cuidado. A mí
particularmente se me hace necesario que las personas que colaboren conmigo lo hagan
independientemente de que haya dinero de por medio. Esto no significa que no pague sus servicios
ni que busque personas que no deseen dinero y de hecho, siempre pago el máximo que puedo
aunque sea muy caro. Creo firmemente que hay que huir de las personas que sólo busquen
beneficio económico por el hecho demostrado de que, si la única recompensa que buscan es el
dinero, no realizarán correctamente su trabajo ni en calidad ni tiempo y eso puede hacer que
nuestro proyecto quede mermado o contradicho. Ese hecho conlleva para nosotros tener que
contratar a otra persona para hacerlo con el subsiguiente gasto y además hace que nuestro
proyecto pierda valor. Para comprobar esto recomiendo que cada uno revise los trabajos que ha
tenido y escoja de entre todos ellos aquél que le haya hecho sentir bien y que haya realizado
correctamente sus tareas, seguramente nos daremos cuenta de que la parte económica pasa a un
segundo término mientras haya sido suficiente para cubrir nuestras necesidades de ese momento.
Hay algo que creo que debemos tener muy claro y es que si tenemos a alguien que de alguna
manera no está aportando valor al proyecto, ya sea desde dentro o desde fuera de él, prescindamos
de sus servicios tan pronto como nos sea posible por la razón de que a la corta o a la larga va a
restar valor a nuestro proyecto.
¿A quién va dirigido?
No todos los proyectos son para todos e incluso hay proyectos que están destinados a una parte
muy pequeña de población. Esto no significa que no vendamos o que no podamos vivir de nuestro
proyecto. Hay que recordar que a veces menos es más y que las necesidades e inquietudes de los
individuos o grupos de individuos son muy distintas dependiendo de factores poblacionales,
geográficos, económicos y sociales.
La respuesta a esta pregunta va muy ligada al tema de los nichos de mercado. Si no sabemos a
quién van dirigidos nuestros productos o servicios iremos a la deriva intentando vendérselos a todos
por igual y eso en la práctica no funciona y hace que tengamos que invertir mucho tiempo y dinero
en publicidad y venta a puerta fría. Además, si queremos vender nuestros productos o servicios a
personas que no desean o creen que lo que hacemos no tiene valor nos llevaremos sólo
decepciones.
Así pues, detectar una necesidad y saber exactamente a quién podemos cubrir esa necesidad se
nos hará necesario para que nuestro proyecto tenga alas y pueda sobrevivir a nivel económico. Las
secciones que podemos hacer para detectar a quién le puede servir aquello que ofrecemos estará
normalmente ligado a edad, sexo, necesidades e inquietudes de un sector de la población
juntamente con su poder adquisitivo.
Por poner el ejemplo de este libro, el público objetivo que creo que le puede interesar son personas
de entre dieciocho y cincuenta años de ambos sexos a los que ya no les convence la vida que
llevan y desean hacer un cambio de vida profesional y personal. Este libro no está dirigido a
personas que ya hace tiempo que hayan emprendido ni personas que están enterrados en sus
trabajos y su forma de vida y la dan por válida.
67
XIII
EL PODER DE LA CREATIVIDAD
La creatividad es la
inteligencia divirtiéndose
ALBERT EINSTEIN
68
nuestro proyecto, podremos tener un producto o servicio en una de las fases y otro en otra fase y a
su vez tener el proyecto entero en otra fase. Dichas fases del proceso creativo no son
absolutamente lineales y se puede dar el caso de que tengamos un proyecto en varias fases a la
vez y además no existe límite de tiempo para ellas. Algunos proyectos o fases de proyectos pueden
durar minutos, horas, días, meses o años incluso.
1a Fase: la destrucción
Esta es la primera de las fases y nos sirve para ver lo que nos sirve. En esta fase inicial, detectamos
algo en nuestro entorno o en nosotros mismos que no nos sirve. Puede ser un modelo de negocio
que no funcione bien en nuestra sociedad o que haya quedado obsoleto, un problema concreto que
hasta el momento no tenga solución, o yendo a lo más mundano, una mesa o una silla que ya no
nos guste o que no cumpla bien su función.
A esta fase se le llama la fase de la destrucción por la consecuencia directa que proyecta sobre lo
que existe hasta el momento. Para poder crear algo siempre deberemos negar algo o una parte de
algo que ya existe.
El mayor enemigo de esta fase es quedarse en la queja o en la destrucción sistemática. Esto nos
impedirá pasar a la siguiente fase y detendrá el proceso creativo antes incluso de empezar a pensar
una solución.
Para ilustrar esta parte del proceso creativo voy a poner mi mismo ejemplo ya que lo conozco de
primera mano. La parte más importante de mi proyecto es la formación y acompañamiento a artistas
y músicos. En mi caso, detecté que hay mucha gente que no se siente identificada con las escuelas
de música tradicionales. Me di cuenta que, como yo mismo hasta hace poco, a mucha gente le
gusta la música pero, ya hayan realizado estudios profesionales como en mi caso o no, muy pocos
llegan a dedicarse por completo a la música. En nuestro país tenemos la creencia que vivir del arte
es imposible y que la música, como arte que es, no da para vivir. Esta creencia está tan metida en
nuestro subconsciente que hace que la mayoría ni siquiera se planteen estudiar música a través de
las escuelas tradicionales ya que los someten a procesos de aprendizaje tediosos y además, muy
caros. En esta fase de mi proceso creativo, lo primero que hice fue destruir en mi mente la
concepción de escuela de música tradicional. No la concepción del estudio de la música, sólo
destruí el cómo se hacen las cosas en ellas. Detecté que para mucha gente de mi entorno, el
modelo que teníamos de escuela no funcionaba. Vi que sólo daba respuesta a un tipo de
aprendizaje de la música y además, únicamente aportaba formación a precios elevados para formar
a músicos que la mayoría no se dedicarían a la música como tal.
2a Fase: la ensoñación
Esta fase del proceso creativo consiste en perderse en el mundo de las ideas. Es posible que se
convierta en la fase más solitaria puesto que nos obliga a introducirnos en nosotros mismos y en
pensar de adentro hacia fuera para, una vez hemos visto lo que no funciona en la primera fase, dar
respuesta en nuestra cabeza a la situación que hemos escogido.
En esta fase vale absolutamente todo. Aquí se dan asociaciones de ideas de diferente índole y se
unen para imaginar la solución a la situación que tenemos enfrente. El mundo de las ideas es
nuestro por completo y lo controlamos como queremos. Como norma general, creo que es bueno
que esta fase sea muy grande. Cómo por el momento sólo se da dentro de nuestra mente, es lógico
pensar en grande y vernos proyectados al tipo de solución más grande que podamos imaginar.
Cuanto más grande sea la ensoñación, más grande va a ser nuestra proyección real en la siguiente
fase.
Al igual que todo en la vida, esta fase tiene un enemigo común para todos y es precisamente caer
en la ensoñación eterna y no concretar en nada. Si se da este caso, estamos bloqueando nosotros
mismos el proceso creativo y eso hará que no se complete.
Para seguir con mi propio ejemplo, una vez, detecté el problema que quería solucionar, me puse a
69
pensar de qué maneras podía dar solución al hecho de no existir en mi entorno una formación
musical para no músicos o gente a la que no le convencía el sistema educativo musical tradicional.
Después de un tiempo pensando y dándole vueltas, decidí realizar un proyecto de formación
musical sin partituras y además, basado en la creatividad en vez de la repetición. Este proceso se
fue destilando por asociación de ideas a lo largo del tiempo. Sabía que mi proyecto tenía que ser
grande y a la vez basado en mis principios. Una da las cosas que determiné, era que las sesiones
formativas debían ser en grupo en vez de individuales. Por poner un ejemplo de asociación
externa., esto fue una asociación de ideas a través de un curso de fotografía al que asistí con el
gran Diego Espada. Que realiza cursos de creatividad fotográfica. En mi fase blanca se mezclaron,
las ideas de lo que aprendí con Diego a nivel de composición de las sesiones y a la vez todo mi
recorrido y conocimientos musicales. Eso me llevó a querer desarrollar un sistema propio basado en
dichas asociaciones. Para no ser muy extenso dejo mi particular asociación de ideas de forma
resumida y sin entrar en todos los detalles ya que fue una fase que duró varios meses:
Mi asociación de ideas:
Clases sin partituras ya que no se usarán después por parte de la mayoría de músicos modernos.
+
Clases en grupo para bajar costes y utilizar el aprendizaje cruzado entre alumnos.
+
Destilación de material formativo con el objetivo de que la gente aprenda solo lo que le va a ser
necesario.
+
Costos bajos para estar de acuerdo con mi principio de democratización del conocimiento musical
+
Método basado en la creatividad y no en la repetición
+
Método basado en la deducción y no en la memorización.
3a Fase: la creación
Ésta es la última de las fases del proceso creativo y básicamente consiste en pasar a la acción. Una
vez hemos determinado lo que no nos funciona y hemos pensado en qué hacer, lo único que nos
queda es hacerlo realidad. Esto no quiere decir que podamos hacer todo lo que queramos. Esta
parte del proceso significa ponernos manos a la obra y debemos empezar a hacer las acciones
físicas que nos llevan a nuestro objetivo. Pensaremos en cómo realizar nuestras tareas y las
llevaremos a cabo. Puede que en algún momento volvamos a la fase de ensoñación para volver a
tener perspectiva de la globalidad de nuestro proyecto o que iniciemos nuevos proyectos con sus
respectivas fases dentro de este primer proyecto. El caso es que debemos ponernos a trabajar para
desarrollar todo aquello que hemos visualizado.
Una de las partes más importantes de esta fase, además de hacer, es poner nuestro proyecto con
los pies en el suelo. Eso significa que debemos ser realistas y hacerlo de tal manera que podamos
realizarlo. Es muy probable que nos demos cuenta que no podemos realizarlo tal y como queremos
o que solo podemos hacer parte de dicho proyecto. Esto en realidad no es negativo. Hay que
empezar de algún modo a hacerlo. En el caso de proyectos pequeños es más sencillo pero también
tendremos que llevarlo a tierra.
Para seguir y terminar con mi proyecto HedaMusic, lo primero que debo decir es que llevo unos
cinco años trabajando en él y ha habido varios procesos creativos y cambios de rumbo pero, a nivel
general y siguiendo sólo con la parte de formación musical, la fase de creación la he concretado de
70
la siguiente manera: durante el primer año, realicé clases gratuitas a través del ayuntamiento, eso
me permitió probar lo que yo creía que iba a funcionar en el terreno y desechar lo que no
funcionaba y reforzar lo que sí. Después de un año, invertí dinero y horas en la construcción de mi
propio estudio y empecé a realizar más cursos en él. Ahora combino las clases en mi estudio y las
gratuitas. Dentro del proyecto escribí un libro de teoría musical(que también tuvo su proceso
creativo propio) y sigo escribiendo otros. Cada vez que pienso en un curso nuevo también inicio un
proceso creativo.
La creatividad es un gran aliado y usarla a nuestro favor se vuelve indispensable para desarrollar un
nuevo paradigma vital y laboral.
Como se ve plasmado, el proceso creativo tiene varias fases bien definidas. Tan solo la conclusión
de las tres fases nos hace ser creativos. Si nos quedamos en cualquiera de las fases atrancados,
no estamos siendo realmente creativos. Cómo hemos visto y sobretodo en un proyecto de
emprendimiento, nos podemos encontrar con un proyecto grande y con varios subproyectos dentro
de él. Cada proyecto y subproyecto pueden estar en fases distintas y en general, yo recomendaría
incluso que así fuese porque si todos están en la misma fase, cuando tengamos que llevarlos a
tierra en la última fase del proceso, puede que nos ahoguemos de trabajo. Está en nuestras manos
usar la creatividad para buscar el modelo laboral y de vida que deseamos y conocer sus fases nos
da perspectiva de en qué punto estamos en cada momento.
71
XIV
DESARROLLA TU PROYECTO
La manera de empezar un
proyecto es dejar de hablar
y empezar a hacerlo
WALT DISNEY
EMPIEZA EN PEQUEÑO
Empezar en pequeño significa, como decían nuestros abuelos, ir paso a paso. Podemos pensar en
hacer grandes inversiones y pedir un montón de dinero para hacer nuestro gran proyecto pero, la
realidad es que como norma general, no tenemos ni idea de qué nos vamos a encontrar en el
terreno. Por eso digo, empecemos en pequeño. Empezar de a poco nos dará muchísimas pistas de
si nuestro modelo de negocio funciona, si estamos preparados para emprender en el sector
deseado, si nuestros socios son los correctos, si hay nicho de mercado o si necesitamos más
capital o menos.
Siempre es mejor empezar en pequeño que tener que esperar a tener un montón de dinero y
contactos para poder emprender lo que queremos que sea nuestra nueva vida profesional. Los
contactos y la inversión los podemos ir haciendo conforme nuestro proyecto prospera. Empezar con
poco nos permitirá empezar a trabajar y a ponernos sobre el terreno real de una vez. Sobre el papel
hay unas cosas y en la batalla real hay otras. Siempre lidiaremos con cosas que no teníamos en
cuenta en la planificación de nuestro negocio o proyecto.
Empezar en pequeño nos dará también pistas de si necesitamos formación en una u otra área de
conocimiento o si los socios con los que estamos si los tenemos son los correctos para, una vez
hechas las pruebas pertinentes, tirarnos definitivamente a la piscina. He visto proyectos fracasa no
por no disponer de dinero o tener claro un producto o no tener cuota de mercado. He visto
proyectos que casi iban solos y por el mero hecho de tener socios inadecuados, irse todo al garete,
y cuando digo todo es todo, inversión, modelo de negocio y en algunas veces, amistades de toda la
vida.
72
requieren darse a conocer y ganarse la confianza de su comunidad. Sin confianza no hay venta y al
principio, nadie va a confiar en nosotros o nuestro proyecto. Iniciar nuestro proyecto en la sombra
nos permite tener el alivio de que no necesitamos facturar desde el minuto uno. Podemos dar a
probar nuestros prototipos a gente cercana por un precio inferior o podemos regalarlos para tener
feedback de qué gusta o no gusta a la gente.
En definitiva, empezar en la sombra nos permite mantener nuestra principal fuente de ingresos
intacta y a la vez, empezar a trabajar para que nuestro proyecto y por ende, nuestra nueva vida se
ponga en marcha.
ACOTANDO EL RIESGO
Cuando trabajamos por cuenta ajena, los riesgos los corren la persona o personas que nos pagan y
nosotros nos limitamos a realizar las tareas que ellos deciden y a cobrar a fin de mes. Está claro
que si queremos iniciar una nueva vida, vamos a correr riesgos que hasta ahora no corríamos
trabajando para otros. Incluso al principio, si somos inteligentes, podemos aprender de como corren
riesgos los empleadores que tenemos en ese momento.
Hay una norma básica ineludible, si la inversión es pequeña, el riesgo es pequeño. Además,
podremos probar nuestros productos y servicios a pequeña escala y si funcionan, después invertir si
es necesario o desecharlos si no son los correctos. Hacer grandes inversiones en cosas que no
sabemos si van a funcionar puede llevarnos a la bancarrota y al exilio económico si accedemos a
créditos que después no podemos pagar.
Es imprescindible acotar el riesgo para no quedar fuera de la partida para siempre. El dinero es
recuperable siempre y cuando no sea de deuda y acotar un máximo de pérdida en el caso de que
no vaya bien nuestro pequeño proyecto se hace indispensable para poner un cortafuego a nuestro
riesgo.
SAL A LA CALLE
El terreno real no es el mismo que el terreno de las ideas y si salimos a la calle, veremos que
juegan muchos más factores de los que creíamos. Con el título llamativo lo único que quiero decir
es que salgas a la calle en cuanto puedas. Si has empezado en pequeño, también puedes salir a la
luz en pequeño y empezar a ofrecer tus productos o servicios a otras personas de tu comunidad.
Los productos y servicios que vamos a ofrecer, para nosotros tienen mucho valor pero, hay que ver
que realmente tengan valor para con nuestro entorno. No todas las ideas son válidas en todas las
comunidades y no por tener buenas ideas quiere decir que tengamos el éxito asegurado. Salir a la
calle nos da perspectiva de qué es lo que funciona y qué es lo que no funciona de nuestro proyecto.
También veremos si realmente vamos por buen camino o si por el contrario, debemos cambiar
nuestro proyecto o parte de él. Recuerda que la inversión ha sido pequeña así que el riesgo a
perder también es pequeño.
73
controlar. Todos sabemos de pintores que murieron pobres y que ahora serían multimillonarios y
reconocidos por su trabajo o científicos que ardieron en la hoguera por tener ideas revolucionarias
para su tiempo. Puede que nuestro proyecto no esté en el sitio adecuado, o que no sepamos
venderlo, o que sencillamente esté desfasado en el tiempo y falten años para que eso sea una
realidad para la sociedad en la que vivimos.
Volviendo al caso de los pintores “fracasados”. No casarnos con nuestras ideas no significa que si
vemos que nuestro proyecto, en un mes no funciona, tiremos todo el trabajo a la basura. Significa
que seamos capaces de ver qué es lo que funciona y lo que no de nuestro producto o servicio y lo
sepamos moldear para que funcione en relación con nuestras necesidades. No vamos a tirar nada a
la basura, sólo moldearlo o dejarlo para más adelante. Es importante que seamos sinceros con
nosotros mismos y sepamos amoldarnos a nuestra realidad sin renunciar a nuestros principios y
valores.
Como bien dice Manolo García en una de sus canciones más famosas, “nunca el tiempo es
perdido”. Si hemos invertido infinitas horas en nuestro proyecto y vemos que no funciona no pasa
nada. Durante esos meses o años hemos aprendido cómo manejarnos con nuestro nuevo entorno y
hemos desarrollado productos o servicios que con pequeños cambios o dejándolos reposar y
meditarlos, funcionen para con nuestro proyecto.
EL TIEMPO NO IMPORTA
Es importante que no sea la necesidad nuestra consejera para con nuestro nuevo proyecto de vida
basado en el emprendimiento. Se hace importante pensar que lo que nos jugamos es nuestro futuro
estilo de vida, así que, tener prisa por cubrir solamente necesidades puede que nos lleve por
caminos que no deseamos y nos veamos envueltos en proyectos que no deseamos o a querer
volver a una vida anterior sin posibilidad de hacerlo. Este hecho nos dejaría atrapados en una idea
equivocada de lo que para nosotros era el emprendimiento y en definitiva, nos va a dejar anclados
en el sufrimiento.
Para conseguir un buen emprendimiento se nos hace necesario usar el tiempo a nuestro favor, no
tenemos prisa por conseguir los objetivos porque lo que nos jugamos es nuestra vida de aquí en
adelante. Mientras se pueda aguantar, siempre podemos compaginar nuestro trabajo actual con
nuestro nuevo modelo o podemos ir realizando o colaborando en proyectos de otros a cambio de
dinero mientras nos formamos o diseñamos y elaboramos nuestros nuevos productos y servicios.
Si nos mueve la necesidad, sólo vemos el problema que tenemos delante. Si nos mueve la
confianza, veremos que sólo es una piedra más que hay que aprender a manejar o saltar y no
perderemos el foco de todo el proyecto que tenemos entre manos.
Si usamos el tiempo a nuestro favor, el camino de emprendimiento se muestra llano. Si lo que nos
mueve es la necesidad, el emprendimiento se va a mostrar como un camino lleno de piedras que
nos impide avanzar. Si vamos con prisa, cada pequeño bache en el camino va a ser un gran
problema y no tendremos tiempo de pensar ni reaccionar de una forma correcta. En cambio, si
estamos tranquilos y confiamos en nosotros mismo, vamos a ver las diferentes posibilidades de
reacción que tenemos y podremos meditar cuál de ellas es la más eficiente para llegar al objetivo de
iniciar o seguir con nuestra nueva vida.
Si somos insistentes, pacientes y maleables, que nuestro proyecto funcione sólo es una cuestión de
tiempo.
74
que aporte valor a nuestra comunidad. No importa si a priori parece una idea descabellada o fuera
de lugar ya que vamos a empezar en pequeño. Como hemos visto en el capítulo “mejor talento que
capital”, el dinero tiene importancia pero no tanta como se nos ha hecho creer. Empezar en
pequeño nos permite empezar a desarrollar ideas que valen poco o nada y ponerlas a trabajar para
nosotros. Pueden ser ideas sobre servicios o productos para su posterior venta. En el caso que nos
ocupa, siempre podemos dejar un espacio en casa para poder trabajar y si es una idea digital como
este libro, con un portátil y algo que decir hay suficiente. Esto no implica que estemos siempre en
casa encerrados y sin sacar a la luz nuestras ideas sino que podemos empezar a desarrollar
nuestras ideas a un coste muy bajo. Ya habrá tiempo de alquilar locales, de gastar mucho en
innovación o en servicios externos. Lo más importante en esta fase es empezar e ir haciendo que
nuestra idea coja forma a poco a poco.
El hecho de que es mejor tener una buena idea que mucho dinero es cierto pero si es verdad que
algo material seguramente necesitaremos. Por poner el ejemplo de la elaboración de este propio
libro. Necesito un ordenador y un espacio dónde poder escribir. En mi caso escogí un portátil de
segunda mano para poder escribir en el lugar dónde más me conviniese. El gasto del portátil ha
sido de unos 150 euros. Ese es todo el capital que he escogido como necesario para poder redactar
este libro. Digo he escogido por que lo podría escribir en el ordenador de casa o si no tuviera ningún
ordenador, en alguno público. Si es verdad, que seguramente necesitaré capital para hacer
promoción o algunas impresiones pero siempre puedo hacer conferencias gratuitas para
promocionar o hacer pocas impresiones e ir haciendo sin gastarme un dineral. Este es sólo uno de
mis ejemplos y no tiene por qué ser representativo de todos los proyectos que tengamos. Algunos
proyectos necesitarán más capital que otros por su propia naturaleza pero en ese caso, el resultado
final es que mi idea se ha llevado a cabo y mi vida profesional coge otra dimensión que hasta ahora
no tenía. No significa que vaya a ser un bestseller y ni siquiera que venda ni uno solo. Significa que
he escogido el camino que quiero para con mi vida profesional y me reafirma como persona libre. El
objetivo final de la vida que quiero, a cada palabra que escribo, está más cerca.
TU TIEMPO ES TUYO
Últimamente hemos visto algunos nuevos adjetivos referentes a algunos colectivos de nuestra
sociedad. Se han puesto de moda los términos “ninis” y “ doer”. El primero hace referencia a
personas que “ni” estudian “ni” trabajan y el segundo a personas que se pasan todo el día haciendo
cosas. Los ninis los vemos por ahí en las plazas a todas horas sin hacer nada en concreto. Son
chavales jóvenes que básicamente están decepcionados con el sistema en el que viven pero que a
su vez, no hacen nada para remediar, ni su situación, ni la situación de su generación. Muy
inteligente por su parte. En la otra cara de la moneda tenemos a los “doer”, se les llama así por el
verbo “do”, hacer en inglés y básicamente son personas que andan corriendo todo el día de un lado
para otro haciendo cosas, no sé bien qué cosas, pero ellos hacen, hacen y hacen y a todas las
buenas propuestas que la vida les regala tienen su respuesta automática “no tengo tiempo”.
Ahora bien, os preguntareis porque digo esto de los doers y los ninis en relación al tiempo. Para mí,
estos dos esquemas mentales son muy significativos de nuestra era y representan dos tipos de
parálisis en cuanto a elaboración de nuestra vida propia. Si miramos hacia atrás, vemos que en el
modelo empresarial industrial y actual, hay los que “piensan” y los que “hacen”. Los que piensan
son los amos de los medios de producción y los que recogen los mayores beneficios si les va bien y
los que hacen son los que están a sus órdenes haciendo el trabajo real y que llena de riqueza a los
primeros a cambio de un salario. La realidad es que si estamos todo el día haciendo, no tenemos
tiempo para pensar en nuestro futuro y en eso se base nuestro sistema capitalista, estamos ocho
horas haciendo cosas del trabajo y el resto haciendo cosas que le benefician a él más que a
nosotros como comprar, comprar, comprar, ver anuncios, comprar, etc.
Un cambio de proyecto de vida implica necesariamente un cambio de manera de pensar y hacer
Debemos pensar que esta nueva vida que nos proponemos tendrá problemas nuevos y por lo tanto
75
soluciones nuevas. Al decir que el tiempo es tuyo, reafirmo el hecho de que nosotros decidimos que
hacemos con él. Si realmente queremos cambiar nuestros resultados, necesitaremos tiempo para
pensar que deseamos, cuales son nuestros errores actuales y como empezar a trabajar
internamente para solucionarlos y tiempo para emprender las acciones necesarias para emprender
nuestros proyectos. En definitiva, todos tenemos días de veinticuatro horas, cómo los
administremos depende de nosotros mismo y buscar momentos para pensar en nosotros mismos y
en cómo desarrollarnos en nuestro mundo se hace indispensable si queremos iniciar una nueva
vida.
Al querer cambiar de vida y emprender un nuevo proyecto, si miramos con detenimiento nuestro día
a día, veremos que gastamos tiempo en cosas que realmente no sirven o aportan muy poco a
nuestra nueva vida. Gastamos tiempo en tonterías y no invertimos tiempo en nosotros mismo. Que
quede claro que invertir tiempo en nosotros mismos no es ir a la peluquería o al gimnasio. Es invertir
tiempo en pensar que queremos y hacer las acciones que nos lleven hasta allí. Es importante
detectar esos momentos y acumular tiempo durante el día para invertirlo, si invertirlo, en los
pensamientos y acciones que nos llevarán hasta nuestros nuevos objetivos.
Invertir tiempo en pensar y hacer de una nueva manera las cosas, es el primer paso para iniciar una
nueva vida y además, no cuesta dinero
76
XV
NEGOCIANDO CON UNO MISMO
Lo que no aclara Steve Jobs en su frase qué es la otra mitad que nos lleva al éxito o al fracaso. A
continuación vamos a ver algunas de las herramientas y conceptos que deberemos aprender a
manejar y que nos ayudarán, además de la perseverancia, grandes ideas y muchas horas de
trabajo, a acercarnos al modelo de vida que deseamos a través de nuestros proyectos.
GASTO E INVERSIÓN
Está claro que muy probablemente necesitaremos invertir en bienes materiales o servicios para
emprender nuestro nuevo proyecto. Ahora bien, es importante que sepamos distinguir lo que es un
gasto de una inversión. En algunas ocasiones, yo mismo, he gastado en cosas pensando en que
era una cosa que necesitaba para mi propio proyecto y después me he dado cuenta que podría
haber conseguido el mismo resultado o un resultado muy similar con lo que ya tenía.
Con esto quiero decir, que es importante que cada vez que hagamos algo que comporte un
desembolso económico, nos preguntemos si realmente no podemos hacer lo que nos hemos
propuesto con el material que tenemos. Esto también se extiende a servicios profesionales externos
como la formación, asesoría, contrato de personas, etc. Con esto no quiero decir que seamos unos
tacaños y nos lo hagamos todo nosotros mismos. Hay cosas que, o bien no sabemos, o no tenemos
los conocimientos necesarios para hacerlo. Sólo digo que cada vez que vayamos a pagar por algo,
reflexionemos durante un tiempo si realmente es necesario o no.
Poniendo el caso de la formación, las preguntas que nos podemos realizar son las siguientes.
¿Realmente necesito ese curso de mil horas y pagar miles de euros para obtener ese
conocimiento? ¿Voy a obtener verdaderamente el conocimiento que necesito o solo una
capacitación? ¿Puedo obtener ese mismo conocimiento destilado para lo que realmente necesito
para mi proyecto?. Estas preguntas nos las podemos hacer en todo lo que vayamos a hacer y si las
respuestas nos convencen, adelante pero si no, simplemente no gastes ese dinero e invierte tiempo
en buscar otra solución más adecuada a tu proyecto.
77
maneras de aproximarse a ofrecer a nuestra comunidad nuestros productos o servicios. El mar seria
el mercado global o aquel mercado que es masivo y se sustenta en el hecho de que mucha gente
consume lo que hay en él y el río seria aquellos pequeños nichos, ya sean locales o deslocalizados,
que en definitiva son pequeños y cubren las necesidades de una parte pequeña de la población.
Está claro que en el mar, o mercados globales, hay más oportunidades de poder ofrecer nuestros
servicios, pero por contra, también hay mucha más gente dispuesta a trabajar por menos dinero o
incluso gratis, también hay mucha más gente buena y que nosotros en nuestro desempeño de
nuestras labores y seguramente, ya haya multinacionales comiéndose el pescado más suculento.
También debemos tener en cuenta que el mar es prácticamente infinito si no disponemos de las
herramientas necesarias para guiarnos por él. Es relativamente fácil perdernos en él y perder el
rumbo o simplemente quedar a la deriva sin ningún tipo de referencia de hacia dónde nos dirigimos.
En el otro lado de la moneda tenemos los ríos, al igual que los mares, existen de diferentes tamaños
y caudal. Los ríos, al contrario que los mares, se mueven en una sola dirección y están acotados
por orillas. Llevado al terreno mercantil, los ríos son aquellos nichos localizados y que tienen un
sentido concreto. Las necesidades de las personas que están en estos nichos de mercado son más
concretas y fáciles de seguir. No quiere decir que no haya corrientes con mucha fuerza y que nos
puedan arrastrar. Sólo significa que las necesidades que vamos a cubrir en ellos suelen ser
localizas y por ende, más fáciles de detectar. También ocurre que en los nichos de mercado
pequeños, las necesidades, al ser más localizadas, son más fáciles de cubrir si somos un pez
pequeño.
Hay tantos mares y ríos como personas en el mundo
Cada día se generan nuevas necesidades en el mundo en el que vivimos, algunas creadas
artificialmente y otras a través del mismo progreso de la humanidad. Esto nos lleva a ver que
existen infinidad de nichos de mercado , los hay grandes, pequeños, insondables, visibles,
generalistas, localizados, de servicio, de producto, etc., etc. Para poder emprender nuestra nueva
vida profesional se nos hace indispensable detectar un nicho de mercado en el que actuar y trabajar
para ser visibles en él.
Que un nicho de mercado sea grande no significa que vayamos a vender más o a ser más visibles.
Volviendo a la comparación con mares y ríos. Que tengamos todo el mar a nuestra disposición no
quiere decir que vayamos a pescar. Es importante para nuestro proyecto que sepamos que nicho de
mercado es el nuestro, no todos tenemos que pescar en el mismo río o mar. Cada proyecto tiene
unas necesidades concretar y lo que para unos hace que su proyecto funcione a las mil maravillas,
para otros no es más que limosna.
La buena detección de los nichos de mercado a nuestro abasto y de nuestra medida, puede
significar la continuidad o no de nuestro proyecto
La detección de nichos de mercado nos la da la prueba y error. ¿Recuerdas lo que decíamos de
empezar en la sombra y salir a la calle lo antes posible? Esto en la realidad será lo que te dará por
dónde empezar a buscar tu río o mar. Al ofrecer servicios y/o productos a nuestra comunidad, sea
grande o pequeña, debemos pensar en ofrecerles valor. Al final, serán ellos los que determinaran si
lo que tú ofreces tiene valor o no lo tiene, así que, no será indispensable saber detectarlo lo antes
posible y emprender nuevas acciones si es necesario. Si no te convencen los cambios que te
demanda tu comunidad, siempre puedes escoger otro sitio o nicho dónde probar.
También es importante entender que las necesidades de nuestro proyecto juegan un importante
papel en la elección de uno y otro nicho. No va a necesitar lo mismo para su subsistencia un
pescador con un pequeño bote y que vive cerca del río dónde pesca que una gran empresa de
pesca que tiene una flota de muchos barcos y trabajadores. El beneficio obtenido por ambos, al final
puede ser el mismo por la razón de que ambos están jugando con cubrir necesidades y conseguir
excedente para vender. Esto nos lleva a ver que si tenemos muchas necesidades, vamos a tener
que trabajar más o invertir en infraestructuras carísimas. Si tenemos pocas necesidades,
necesitamos pocos ingresos para subsistir y seguir con nuestro proyecto.
78
No todas las capturas valen
Llevado al terreno de la pesca. No todos los peces tienen el mismo valor en sí mismos. Algunos
tienen mucha carne pero otros son escuálidos e inservibles, otros tienen muy buen sabor y otros
simplemente son venenosos. Con la elección de nuestros clientes, usuarios o consumidores, sí, he
dicho elección, pasa algo similar. No todos son válidos, hay algunos que no pagan o que pagan
tarde, hay otros que vienen porque no tienen alternativa y hay quién viene porque le encanta tu
proyecto. Es importante que sepamos escoger bien a quién ofrecemos nuestros servicios. Al igual
que en la pesca no son válidos todos los peces, no todos los clientes son válidos para nuestro
proyecto y saber escoger quien está y quien no, nos ayuda a conseguir nuestro objetivo final que es
hacer nuestra vida profesional y personal a nuestra medida.
Las relaciones en el mundo humano, ya sean personales o profesionales, se basan en la confianza.
Es importante que nos ganemos la confianza de las personas de nuestro nicho de mercado y
seamos fieles a ellos pero, en el terreno de la venta, todo vale y me ha quedado demostrado con el
paso del tiempo. Es posible que, al iniciar un nuevo proyecto, pensemos que no tenemos más
remedio que aceptar todos los clientes si necesitamos sobrevivir a toda costa. La manera general
de que un usuario o consumidor de tus productos o servicios aporte valor a tu proyecto es pagando
por ellos y haciendo que personas con sus mismas inquietudes se acerquen a nuestros proyectos.
Y la realidad es que no todo el mundo sirve y hay clientes que no aportan nada o escaso valor a tu
proyecto aún que paguen por ellos. Por poner algunos ejemplos que he encontrado en mi proyecto
y en los de otros compañeros. No nos sirve tener una persona, pague o no, que envenene nuestros
productos o que hable mal de ellos. Tampoco nos sirve tener clientes que no pagan nuestros
servicios alegando que no pueden y después se vayan a consumir otros productos similares
pagando el doble de precio. Las personas que verdaderamente ayudan a nuestro proyecto son
aquellos que realmente valoran lo que se hace en él. Este tipo de persona suele pagar a tiempo
dado que sabe que si no se paga, no podrá volver a usar esos servicios o productos porque el
proyecto no va a sobrevivir sin dinero. También son personas que, al ver que ese proyecto en
concreto les aporta valor, son puntuales y fieles a lo que se hace en él de igual forma que el
proyecto es fiel a ellos.
SÉ EL PRIMERO EN VALORARTE
Ser el primero en valorarte significa ser la primera persona que sabe que su mismo proyecto aporta
valor a la sociedad. Eso conlleva que nos convertiremos en unos defensores férreos de lo que
79
ofrecemos y pase lo que pase en el exterior, nosotros sabemos el valor que aportamos y lo
cuantificamos como nosotros creemos justo. Si uno mismo no valora lo que hace, difícilmente
conseguirá que los demás lo valoren y mucho menos que paguen por ello.
Dentro del hecho de valorarnos a nosotros mismos por encima de lo que se pueda decir cobra
mucha relevancia el hecho de no aceptar cualquier trabajo aunque sea de lo que ofrecemos o
aceptar todas las condiciones que nos ponen nuestros usuarios o clientes. Para poder realizar
correctamente la valoración de nuestro trabajo para con nuestra sociedad se hace necesario
aprender a negociar correctamente y a enfrentarnos a conversaciones en las que tendremos que
defender lo que hacemos, cómo lo hacemos, porqué lo hacemos y porqué tiene un valor u otro.
VENDER ES IMPORTANTE
Debemos entender que vender, o cambiar nuestros productos o servicios por dinero, es la
culminación final de un microproceso dentro de nuestro proyecto y hace que éste tenga sentido y
continuidad. Cada vez que alguien paga por un producto o servicio es porque cree que le aporta
valor. Esto en realidad es como hacer una pequeña apuesta porque ese proyecto al que le ha
comprado sobreviva y tenga permanencia dentro de la sociedad. Sin venta no hay dinero y sin
dinero no hay proyecto.
Vender o no vender significa la diferencia entre que nuestro proyecto tenga viabilidad dentro de la
sociedad o simplemente desaparezca por falta de recursos.
Es muy probable que muchos tengamos o hayamos tenido la sensación de que vender es engañar
a los demás. Esto en realidad es sólo una convención social y el resultado de campañas masivas de
publicidad dentro de un sistema consumista absurdo. Todos hemos visto empresas o corporaciones
que generan necesidades y que buscan a toda costa que la gente gaste dinero en cosas que
realmente no desea o no necesita. Y para vender se basan en campañas masivas, agresivas e
invasivas.
Para lo que a nosotros nos conviene, un fenómeno social que hay que entender para aprender a
vender es que la gente se mueve a través de la confianza. El problema como seres humanos de
consumo en los que nos hemos convertido es como se genera dicha confianza en un proyecto,
producto o servicio. Para ver este fenómeno vamos a ver un caso ficticio pero con el que la mayoría
se va a sentir identificado. Pongamos el caso que en un establecimiento hay dos productos que
ofrecen las mismas prestaciones al mismo precio. ¿Cuál será el que más ventas genere, el que ha
salido por televisión enseñando sus encantos o maravillas aunque sean mentira o el que no ha
salido por televisión y tiene una fabricación excelente pero es de una marca poco conocida? La
respuesta es el que ha salido en televisión. Esta venta se hace independientemente de sí el
producto es mejor o peor. Este hecho pone de manifiesto que las personas confían en aquello que
conoce de antemano. A través de la publicidad lo que se busca es, por un lado generar un anhelo y
por otro ganarse la confianza con respecto a los competidores. Este fenómeno en realidad habla
muy mal de nosotros como consumidores y deja patente que somos muy inconscientes a la hora de
elegir cómo gastamos nuestro dinero. También pone de manifiesto que siempre buscamos el
camino trillado y fácil y nos dejamos seducir con facilidad. Si compramos productos basándonos en
la imagen que ellos mismos generan para vender más, acabamos comprando productos que muy
posiblemente estén por debajo de la expectativa que ellos mismos ofrecen porque sus promotores
van a gastar más en la batalla de visibilidad que en la de calidad. Este fenómeno a la larga genera
una batalla de precios y de imagen y olvida que el objetivo de toda empresa es aportar valor. Esto
hace que las cosas que cada vez poseamos más cosas con menos valor y que no aportan nada o
casi nada a nuestras vidas y hace que el trabajo de todos se devalúe.
La realidad es que para nosotros, que vemos nuestro proyecto como una manera de aportar valor a
nuestro entorno, vender se convierte en la manera de aportar dicho valor. Para ello no necesitamos
80
ni grandes campañas de marketing, ni súper asesores, ni ser agresivos con nuestra competencia.
Tan sólo necesitamos tener personas alrededor que valoren lo que ofrecemos y buscar la mejor
manera de acercarnos a ellos. Esto nos ayudará de forma exponencial a conseguir ventas y hará
que persona a persona o colectivo a colectivo, nos ganemos la confianza de nuestra sociedad. Esto
nos lleva a ver que, si tenemos un nicho de mercado bien diferenciado y tratamos a las personas de
una manera inclusiva y no como un mero objeto de intercambio, el resultado es que vamos a vender
seguro.
81
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer profundamente a Marina Donat, mi pareja, por su apoyo y ánimo en mi nueva vida
y por estar conmigo para lo bueno y para lo malo también.
Agradecer también de una forma especial a mi madre ya que sin ella y la educación que me
proporcionó no podría haber escrito estas líneas.
Me gustaría hacer especial mención a mi hermana menor, Sara, por mostrarme a veces el camino a
seguir aun siquiera ella sin darse cuenta.
Por último, agradecer a todos aquellos que me ayudan día a día en mi tarea de construir una nueva
vida ya sean éstos, alumnos, compañeros o colaboradores como son las personas del equipo de
Mas Marcó Espai Musical(Isis, Álex, Kuky, Lucía, Abu y Eva) por ayudar a dar salida a mis ideas,
también a mis amigos, colaboradores y grandes músicos Guillem Esteve, Jaume Sureda, David
Dalmau y todos los demás miembros de Roadkill: Mateu, Víctor y Juan. Por último, por su apoyo y
aporte de ideas y decir que sin ellos no tendría sentido gran parte de mi proyecto, agradecer a los
miembros de la tribu HedaMusic Kiko Molina, David y Laura, Antonio y Mitch, Marcelo, Javi, Albert,
Sergi, Frank, Max, Enric, Patxi, Alfons, y Karina.
82
Hemos Llegado al Fin
83
Índice
Contents 3
Título 4
Cita 5
PARTE 1 DESPERTEMOS DE UNA VEZ 6
I EL MUNDO EN EL QUE NOS TOCA VIVIR 7
II EL MODELO CAPITALISTA 11
III CRISIS DEL SISTEMA EDUCATIVO 18
IV LA EMPRESA ACTUAL 22
V CRISIS DE VALORES EN EL SISTEMA ACTUAL 28
VI LA NUEVA ERA DE LA CONSCIENCIA 32
VII EMPRENDIENDO UNA NUEVA VIDA 35
VIII TU PROPIA IDEA DE ÉXITO 43
IX TU MENTE COMO ALIADA 49
X CONOCERSE A UNO MISMO 55
XI LIDERAZGO PERSONAL 58
PARTE 3 INICIANDO UNA NUEVA VIDA LABORAL 64
XII LAS PREGUNTAS DEL EMPRENDEDOR 65
XIII EL PODER DE LA CREATIVIDAD 68
XIV DESARROLLA TU PROYECTO 4 72
XV NEGOCIANDO CON UNO MISMO 77
AGRADECIMIENTOS 82
84