Teoria Contable, Los Contadores - Biondi

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Facultad de Ciencias Económicas – Universidad de Buenos Aires

Instituto de Investigaciones en Administración, Contabilidad y


Métodos Cuantitativos para la Gestión

Sección de Investigaciones Contables

LA TEORÍA CONTABLE,
LOS CONTADORES PÚBLICOS Y LA FILOSOFÍA

MARIO BIONDI

Dr. MARIO BIONDI


 Doctor en Ciencias Económicas y Contador Público (FCE-UBA)
 Profesor Titular Consulto (FCE-UBA)
 Director de la Sección de Investigaciones Contables (FCE-UBA)
 Presidente de la Comisión de Doctorado-Área Contabilidad (FCE-UBA)
 Investigador de la Universidad de Buenos Aires – Categoría I
 Ex Director organizador de la Maestría en Contabilidad Internacional (FCE-UBA)
 Contador Benemérito de las Américas (Asociación Interamericana de Contabilidad)
 Profesor y Consultor en otras universidades del país y del exterior.
 Autor de libros de texto universitarios.

Publicación “Contabilidad y Auditoría” Nº 31- año 16 junio 2010


La teoría contable, los contadores públicos y la filosofía

12
LA TEORÍA CONTABLE,
LOS CONTADORES PÚBLICOS Y LA FILOSOFÍA

SUMARIO

Palabras Clave
Key Words
Resumen
Abstract

1. Introducción y causalidad de este trabajo.

2. La sociología como ciencia de apoyo. Un puente entre la


contabilidad y la filosofía.

3. La filosofía de la antigua Grecia y su vigencia frente a los cambios


de las modalidades de vida. Principios básicos.

4. Algunos rasgos de la teoría contable analizados con enfoque


social.

5. Intento de vinculación de la teoría contable con la filosofía.

6. Actividades de los contadores públicos que podrían tener entorno


filosófico.

7. A modo de conclusión.

8. Bibliografía

13
PALABRAS CLAVE

TEORÍA CONTABLE – FILOSOFÍA - CONTADOR PÚBLICO –


SOCIOLOGÍA – SOLIDARIDAD - BIEN COMÚN

KEY WORDS

ACCOUNTING THEORY – PHILOSOPHY - PUBLIC ACCOUNTANT –


SOCIOLOGY – SOLIDARITY - COMMON GOOD

Resúmen

El presente trabajo es un ensayo que pretende encontrar puntos de


contacto entre la teoría contable, los contadores públicos y la filosofía.

Mi larga trayectoria de docente, investigador y también profesional, me


ha permitido tratar de traducir experiencias personales que sirvieron como
punto de partida, en algún caso, para analizar el tipo de estudios que nos inicia en
varios aspectos de la vida. La libertad plena del individuo para conducir su vida se
manifiesta en la universidad y la escuela media debe servir para introducirnos en
el mundo de la realidad, seguramente desconocida, en gran parte, hasta entonces.

La comunidad y la solidaridad también me llevó a conocer grupos de


personas con ideales de servicio, entre los cuales se observan también principios
filosóficos que tratan de hacer más grata la vida de relación y ratificar que siempre
estamos en condiciones de hacer algo por los demás.

Seguramente mis conclusiones podrían calificarse de un tanto


aventuradas pero se trata de lograr aquella supuesta vinculación, introduciendo
conceptos que derivan de la sociología, rama del saber que debe ser jerarquizada
por la interdependencia que hoy existe entre todos
14
los países y, fundamentalmente, entre sus habitantes; ciertos acontecimientos
ocurridos recientemente nos señalan cómo los planes pueden cambiar en segundos
por hechos que están por fuera de nuestro control y cómo la solidaridad y la
información son absolutamente necesarios.

Espero que otros, quizás con mejor formación teórica que yo, tomen la
posta y tratemos, entre todos, de que la teoría contable sea considerada en el plano
de importancia que se merece.

Abstract

The present work is a essay that tries to find points of contact between the
accounting theory, the public accountants and the philosophy.

My long path of teacher, researcher and also professional, has allowed me


to try to translate personal experiences that served as point of game, in some case,
to analyze the type of studies that us initiates in several aspects of the life. The full
freedom of the individual to lead life demonstrates in the university and the
average school must serve to get in the world of the reality, surely unknown,
largely, till then.

The community and the solidarity also led me to knowing groups of


persons with ideal of service, between which is observed also philosophical
principles that try to make the life of relation more pleasing and to confirm that
always we are in conditions to do something for the others.

Surely my conclusions might be qualified of rather risky but it is a


question of achieving that supposed links, introducing concepts that derive from
the sociology, branch of to know that must be considered for the interdependence
that today exists between all the countries and, fundamentally, between
inhabitants; certain events happened recently indicate to us how the plans can
change in seconds for facts that are externally of our control and how the
solidarity and the information are absolutely necessary.

15
I wait that different, probably with better theoretical formation that I, they
take the relay and we treat, between all, of whom the accounting theory is
considered in the plane of importance that is deserved.

CONTENIDO

1. Introducción y causalidad de este trabajo

Parece un tanto extraño buscar la relación entre los dos primeros


conceptos del título de este trabajo (la teoría contable y los contadores públicos) y
la filosofía. La idea corriente es que mientras la teoría contable y los contadores
públicos, en magnitudes no siempre equivalentes, utilizan aplicaciones concretas
de normas sociales (llámese ciencia o tecnología) la filosofía trata de la esencia,
propiedades, causas y efectos de las cosas naturales.1

Debo aclarar que utilizo la expresión “teoría contable” en lugar de


simplemente “contabilidad” para marcar las diferencias que existen entre ellas, y
empleando una simplificación semántica podría decirse que la teoría contable es la
esencia de su contenido, mientras que la contabilidad sería la herramienta o el
medio para materializar esa esencia.

Cuando se menciona la expresión “filosofía” siempre se señala de qué


período histórico se trata, ya sea la filosofía antigua (básicamente griega con
aportes de Roma) e inclusive la filosofía oriental, también existe una filosofía
moderna con pensadores de varios países de Europa y la filosofía posmoderna,
que vincula la filosofía con la psicología, aclarándose que la primera tiende a
generar las metas, la orientación y la reflexión general como “la sana costumbre
de saber hacer las preguntas” y la psicología se interesa más en las técnicas, en lo
operativo y en lo que la ciencia aporta (“la sana costumbre de buscar
soluciones”).2

1
Primera acepción del diccionario de la lengua de la Real Academia Española.
2
Walter Riso, “El camino de los sabios”, Editorial Emecé, 2009.
16
Lo que pretendo analizar en este trabajo es la posibilidad de jerarquizar a
la teoría contable y, por ende, a quienes la aplicamos, o sea los contadores
públicos.

Hace más de medio siglo que el rol de la teoría contable comenzó a


ampliar el limitado campo en que se la pretendía contener, mostrándosela hasta
entonces como herramienta auxiliar de otras disciplinas tales como la economía y
la administración, a las que, se decía, le aportaba informaciones puramente
acumulativas y las conclusiones intrínsecas que se obtenían siempre eran
atribuidas a los otros conocimientos. Debe pensarse, por ejemplo, que las series
estadísticas sólo pueden lograrse con el valioso aporte de la teoría contable.

Por otra parte, las predicciones en los negocios tienen base en los aportes
de la teoría contable (estados contables proyectados) y hasta la lógica borrosa, en
última instancia, necesita de la teoría contable para validar ciertas conclusiones; o
sea que podría llegarse a afirmar que sería la teoría contable la que corrobora o
descarta presunciones o propuestas de otras fuentes del conocimiento.

Resulta obvio que “nuestra” teoría contable incluye no solamente


aspectos financieros o patrimoniales sino también temas como la gestión, la forma
de expresiones no cuantitativas, sociales y hasta macroeconómicas. Solamente con
la pretensión de ese alcance amplio puede admitirse el razonamiento que espero
poder desarrollar.

2. La sociología como ciencia de apoyo. Un puente entre la


Contabilidad y la Filosofía

Aún sin entrar a analizar el “estatus epistemológico” de la teoría contable,


sabemos que, entre otras cosas, es un sistema de información que facilita la toma
de decisiones, o sea que en aquellos ámbitos que ella atiende tiene un rol
sumamente importante para uso cotidiano de los integrantes de la comunidad
vinculados entre si, sea el propio ente que genera los actos y hechos jurídicos que
la contabilidad registra, sean los proveedores, los clientes, los acreedores
financieros, el fisco, el capital humano involucrado, etc. Sintetizando, esta
rama del saber integra el
17
grupo que generalmente se identifica con las ciencias sociales, en oposición a las
llamadas ciencias naturales y, en tal sentido, también encontramos a la sociología
que está presente en el manejo de las múltiples actividades que genera la empresa.
La sociología analiza las relaciones humanas, que deben ser equilibradas y
coordinadas con prudencia y ética. En épocas como las que nos toca vivir esas
relaciones están muy deterioradas y las injusticias y exclusiones están a la orden
del día. Corresponde a la teoría contable, en sus diversos segmentos, suministrar
información debidamente clarificada para permitir un adecuado análisis de la
distribución de recursos que contemple el bien común, en el cual se encuentra
presente la sociología.

Es importante señalar que, si bien la sociología y la teoría contable no


aportan soluciones a problemas sociales concretos, analizan y suministran
informaciones que posibilitan el cumplimiento efectivo de políticas adecuadas.

En sus orígenes la sociología tuvo distintas denominaciones según el


autor que tratara de definirla y así se puede mencionar “filosofía social”, “filosofía
sociológica”, “”ciencia de las cosas humanas”, “la filosofía civil”, “filosofía
política”, “poliología” y debemos recordar que fue Augusto Comte el impulsor de
esos estudios de esta rama del saber.

Las diferentes expresiones de la “sociología” están muy relacionadas con


las ideologías de quienes las hicieron conocer pero, sin embargo, todas tenían un
contenido común en cuanto a los temas que trata, como por ejemplo los que se
refieren a la producción, circulación, distribución y consumo de la riqueza y
también, más específicamente, el “valor”, la “riqueza de la moneda”, los
“precios”, el “interés del dinero”, los “bancos”, la “renta de la tierra”, etc.

Todas estas expresiones, que pueden ser profundizadas recurriendo, por


ejemplo, al Diccionario Enciclopédico Hispano Americano de W. M. Jackson,
Tomo XX; muestra una profunda afinidad entre la teoría contable y la sociología.

Para terminar con este “puente” que me permitirá intentar vincular a la


teoría contable con la filosofía, quiero expresar que la sociología
18
analiza todo el “organismo social” en su conjunto y es, a la vez, guía para otros
conocimientos específicos, entre los cuales me animo a proponer al contable,
además de la economía, la administración, el derecho, la historia, la religión, la
moral, etc.

Los problemas actuales que presenta, por ejemplo, el derecho, como ser
la edad de imputabilidad de los menores, deben ser analizados, sin duda, con
ayuda de la sociología.

Tan importante es, en mi opinión, la sociología que me permite proponer


una ampliación en la organización y clasificación de las ciencias, que muchas
veces comenté, que expresó Mario Bunge (ciencias naturales o duras, ciencias
sociales y ciencias de apoyo) en el sentido que, en lugar de incluir solamente
como ciencias de apoyo a la matemática y a la lógica, debería considerarse como
tal también a la sociología.

Pretendiendo incursionar en la filosofía, cabe aclarar que se la ha


mencionado como “ciencia de las ideas y de los principios” vive en el tiempo y
evoluciona, lo cual torna imposible considerarla en un marco cerrado. La filosofía
no es nunca una organización definitiva, no tiene bandera, no pertenece a ninguna
religión y todos sus pensamientos no están preconcebidos.

La filosofía está presente en todo conocimiento científico y todas las


clasificaciones de las ciencias que se puedan intentar enunciar, deben considerarse
ramas de una ciencia base, que sería la filosofía.

Un pensamiento reflexivo sobre cualquier tema concreto nos lleva a


filosofar.

Se dice que Pitágoras (el del célebre teorema) fue el primero que usó la
palabra “filosofía”, pero es sabido que en el antiguo oriente ya se filosofaba. Se
utilizó en la antigüedad la palabra “filósofo” para designar al hombre que soporta
con valor la adversidad y que en los días prósperos se conduce moderadamente,
siempre con similar estado de ánimo.

El filósofo es un espíritu investigador, defensor de sus ideas, que no cree


de por sí en la palabra de otro y que examina y discurre antes de
19
aceptar una opinión. Son ejemplos de estas afirmaciones el proceder de Sócrates
frente a las acusaciones que lo llevaron a la muerte y también el de Diógenes,
ambos en la antigua Grecia. Sin embargo, sus respectivas formas de actuar eran
distintas.

Mientras Sócrates discutía las opiniones de sus discípulos utilizando un


juego de palabras y expresiones para que el propio discípulo reconociera posibles
errores de razonamiento, Diógenes empleaba no sólo palabras sino contundencia
física para que su interlocutor desistiera de su opinión. Esto no significa que un
filósofo debe oponerse “porque sí” a un aporte de ideas, pero debe satisfacerse de
todas las dudas que pudieran presentársele y seguramente no quedará convencido.

Salvando el abismo que separa a Sócrates de Popper, de este último cabe


recordar su expresión que “no hay verdades absolutas; solamente aproximaciones
a la verdad”.

3. La filosofía de la antigua Grecia y su vigencia frente a los cambios


de las modalidades de vida. Principios básicos

Pese a los continuos cambios en las modalidades de vida parece que los
principios difundidos y recopilados por los pensadores de la antigua Grecia
continúan aún vigentes.

Según esos filósofos, la filosofía consistía en un estilo de vida y para ser


feliz se debía vivir con sabiduría.

En trabajos anteriores3 traté estos temas y también dejé claro que en


Grecia, además de filósofos, también existían charlatanes, como en todas partes y
que con tinte de académicos trataban de obtener mejores condiciones de vida; me
refiero, especialmente, a los “sofistas”.

3
Principalmente en artículo publicado en la Revista Contabilidad y Auditoría, que se edita
en la Sección de Investigaciones Contables de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Buenos Aires, titulado “Aportes para la aplicación de metodología
científica en investigaciones sobre contabilidad”. Nº 29
– Año 15 – Junio 2009.
20
Sin embargo, parece que los principios básicos emitidos por Sócrates,
Platón, Aristóteles y tantos otros, están aún vigentes y lo que ellos buscaban era la
sabiduría como forma de conducirse en la vida.

Cinco son los principios a los que me refiero; principios de vida, que
podrían resumirse de la siguiente forma:

a) El primer principio es cumplir en la vida diaria con lo que se predica,


o sea que los hechos que realizamos estén acordes con los consejos y
definiciones que damos a los demás, eliminándose aquello de “haz lo
que yo digo pero no lo que yo hago” y también dejar de ver “la paja
en el ojo ajeno y no la viga en el propio”;
b) El segundo principio recomienda dirigir permanentemente la mirada
hacia nuestro interior, lo cual equivale a ocuparse de uno mismo,
buscar el crecimiento moral más que el material y toda la labor
realizarla con alegría, sin esperar los frutos, que sin duda vendrán. No
se trataría solamente de agregar nuevos conocimientos sino también
desechar hábitos incorrectos, eliminar el miedo; con todo ello
estaremos formando nuestro carácter y mejorando nuestra condición
de vida;
c) El tercer principio se refiere a la tranquilidad del alma, tener
serenidad, no sufrir o sufrir lo menos posible, volver a lo natural,
incorporar el placer a la vida de todos los días, eliminar todas las
necesidades superfluas. No esperar la vida sino vivirla sin temer a la
muerte, como si ella nunca fuera a ocurrir. No provocar envidia,
codicia, odio o miedo en los demás; evitar pendencias y generar
climas de paz y convivencia;
d) El cuatro principio recomienda tratar de valerse por uno mismo, lo
cual no significa adoptar actitudes arrogantes pero debería pensarse en
lograr solamente lo que depende de uno mismo sin esperar nada de
los demás. No tener vergüenza del progreso económico cuando el
mismo es consecuencia de actividades honestas, para las cuales nos
hemos preparado;
e) El quinto principio recomienda que se viva conforme con la
naturaleza, desarrollando los talentos naturales y buscando en nuestro
interior todo lo que Dios nos ha provisto, exhumarlo, desarrollarlo y
aplicarlo. ¡Cuánto mejor es beber agua de los
21
manantiales que la que se compra en botellas, por más química que
ésta tenga!

Siguiendo a los filósofos de la antigua Grecia, esta forma de vida que


ellos recomendaban y que he resumido brevemente, nos llevará a vivir mejor,
filosóficamente hablando.

Considero que no es nada fácil adoptar expresamente estas


recomendaciones pero estoy convencido que, con esas normas éticas y realistas, el
mundo sería muy diferente, no se observarían las injusticias y la falta de equidad
en la distribución de los medios económicos y no vivir como lobos, siempre en
espera del fracaso de otros para mejorar nuestra posición social.

Llega ahora el momento de filosofar momentáneamente menos y pasar al


materialismo de la teoría contable para luego tratar de vincularlos como me
propuse en este trabajo.

4. Algunos rasgos de la teoría contable analizados con enfoque


social.

Quiero comenzar esta parte del trabajo rememorando un episodio


ocurrido en mi vida, en la Escuela Superior de Comercio “Hipólito Vieytes”
ubicada en la Av. Gaona y Cucha Cucha.

Cursaba el cuatro año y una de las asignaturas era Estenografía o


Taquigrafía la cual, bien aprendida, podría generar una actividad remunerada
satisfactoriamente. No era mi caso, dado que estaba peleado con los rasgos, rayas,
círculos, simplificaciones, verticales o inclinadas, insertas a distintos niveles de
los renglones.

El caso es que el profesor de Taquigrafía era un señor muy culto y para


los dictados-prueba a que nos sometía permanentemente, utilizaba trozos de
literatura muy interesantes pero que, para nuestros escasos años, sonaban como
algo sin sentido. Debo recordar que la currícula de entonces en las escuelas de
comercio era muy enciclopedista pero con poco contenido teórico.

22
Volviendo a las clases de Taquigrafía, una vez el profesor seleccionó un
escrito que comenzaba con una pregunta: ¿Qué es la filosofía? En esos tiempos no
existía la televisión (década de los años 1940) y la radio ocupaba en los hogares
un lugar muy importante con la difusión de programas de todo tipo, entre ellos, los
calificados de “cómicos”. Un personaje muy conocido entonces se hacía llamar
“Alí Salem de Baraja” y ante cualquier pregunta de un interlocutor utilizaba la
expresión “mosterio”, que supongo significaba misterio, o sea “qué se yo”.

En esa clase, que no sé por qué quedó tan grabada en mi mente, cuando el
profesor leyó la pregunta “¿Qué es la filosofía?”, un compañero del fondo de la
clase, le contestó: “mosterio”. La reacción del docente fue inmediata y con toda la
tranquilidad del mundo le respondió: “Brutos, lo único que conocen ustedes es de
vacas y de granos.” Desde entonces, hace más de sesenta años, me impuse la
obligación de indagar si el profesor habrá tenido una reacción lógica pero no
ajustada a la realidad o efectivamente tenía razón. Hasta el día de hoy no encontré
la respuesta. Sin embargo, recuerdo que las pocas asignaturas de esa carrera
secundaria, que podría calificar de “culturales”, eran dos cursos de Literatura, en
uno de los cuales tuve el honor de recibir clases del Dr. Florentino Sanguineti.

Volviendo al presente, deseo señalar algunos rasgos de la teoría contable


que pueden calificarse de “sociales”.

a) Si la información que suministra está destinada también a terceros,


está automáticamente socializada.
b) Si de sus datos se pueden fiscalizar impuestos a cargo del ente, al
estar en juego el interés general, también encontramos un rasgo
socializante.
c) Si genera información vinculada con problemas ecológicos, es un
nexo con la comunidad toda.
d) Si sus informes contribuyen a la determinación de variables
macroeconómicas, muestra otros signos de socialización.
e) Si las técnicas de aplicación de la teoría contable permiten determinar
o, por lo menos, suministrar indicios sobre procedimientos de “lavado
de dinero”, es otra señal de interés general.
23
f) Si la profesión del contador público está calificada como “de riesgo”
es porque estaría comprometido el bien común por las actitudes de los
entes en que se ejerce la profesión.

Todas estas señales y, seguramente otras no expuestas aquí, determinan la


relación de la teoría contable con el medio social.

5. Intento de vinculación de la teoría contable con la filosofía

Dije antes de ahora, en este trabajo, que la filosofía – entre otras cosas- es
una ciencia de principios.

Además, parafraseando a Walter Riso, mencioné algunos principios


filosóficos para “vivir son sabiduría”, o sea, vivir mejor sin causar daños a
terceros ni comprometer el futuro de nadie y este intento de vinculación entre la
filosofía y la teoría contable es posible que abra caminos para una aplicación de
esta última con la ética y sin afectar deliberadamente a terceros.

Es ahora la oportunidad de recordar lo que ya expusiera en otras


publicaciones respecto del doble aspecto que tiene la teoría contable.
Reiteradamente he venido sosteniendo que la teoría contable muestra dos aspectos
que llamé “Teoría Contable Doctrinaria” y “Teoría Contable Normativa”4.

La teoría contable normativa es el sustento de las normas contables


específicas que regulan a la contabilidad patrimonial, aprobadas por las
autoridades de aplicación, que en el caso de la República Argentina es el llamado
“Marco Conceptual”, identificado como Resolución Técnica Nº 16.

Esta teoría contable normativa tiene sus principios, pero en muchos casos
son incoherentes y hasta arbitrarios por lo cual el libre albedrío, que es una base
filosófica muy importante, se encuentra totalmente ausente.

4
Ver, entre otros, “Contabilidad Financiera”; Biondi, Mario; Errepar, 2005.
24
En cambio, la teoría contable doctrinaria, integrada por la opinión de los
tratadistas, las escuelas de pensamiento contable y lo que yo he llamado
“corrientes de opinión”5, es absolutamente armónica, lógica y coherente.

A esta forma de expresión de la teoría contable me refiero cuando


pretendo encontrar afinidades entre ésta y la filosofía.

Me pregunto si la teoría contable debería lograr algunos cambios para


poder llegar al objetivo buscado. Creo que sí y por empezar, debería definirse una
teoría general básica de la contabilidad, es decir, esbozar qué fundamentos y
principios la sustentan, como todo conocimiento que pretende tener una base
científica.

Vale la pena aclarar que, si se acepta que uno de los sustentos puede ser
la filosofía, el camino quedaría más allanado, toda vez que la base de la filosofía
es el libre pensamiento sin otra limitación que los principios éticos como
representación del bien común.

Cabe preguntarnos en cuánto mejoraría el entorno social si se aceptara


esta pretendida vinculación. La respuesta, desde mi punto de vista, es que se
lograría, seguramente, un progreso en los avances del conocimiento contable al
descartarse limitaciones arbitrarias que hoy existen. Claro está que no faltará quien
recuerde que la teoría contable de aplicación es la normativa, pero llegará la
oportunidad, como está ocurriendo en otros países, que la legislación contable
resulte de acuerdos pluralistas en los cuales las universidades deberán tener una
participación importante en el dictado de normas, así como otros sectores
interesados, por el carácter social de la teoría contable.

Si, como sabemos, la filosofía tiene principios éticos, con exclusión de


los sofistas, su influencia en la no aplicación de “malas artes” en la teoría contable
debería ser un factor que evitara muchos dolores de cabeza a los contadores
públicos y a la población en general.

5
Corrientes “ortodoxas y renovadoras”.
25
6. Actividades de los contadores públicos que podrían tener entorno
filosófico.

Las actividades de los contadores públicos tienen problemas emergentes,


que pueden ser encarados con normas éticas de vida que involucraran principios
filosóficos.

Antes de exponer los casos deseo comentar una hermosa experiencia de


vida, que abarcó la mitad de los muchos años que llevo en mis espaldas. Me
refiero a mi calidad de socio de una ONG llamada “Rotary International”,
integrada por grupos de alrededor de 40 personas identificados como clubes
rotarios, uno de los cuales, el Rotary Club de Parque Patricios me contó por más
de cuarenta años como socio activo. Esta organización, Rotary International, tiene
como finalidad promover la amistad entre los hombres y mujeres del mundo, sin
distinción de nacionalidad, raza, color de piel, credo religioso, actividad, etc., todo
ello como ocasión de servir a los demás. Dos expresiones muy conocidas de
rotarios expresan: “Dar de sí antes de pensar en sí” y “Se beneficia más quien
mejor sirve”.

Dentro de la institución se encuentra también muy difundido un test que


pretende orientar a quien lo aplica, como norma de conducta antes de tomar una
decisión que involucra a terceros. Ese test es conocido como “La prueba
cuádruple”6 por contener cuatro preguntas que el usuario debe formularse.

Esas preguntas, relacionadas con lo que se piensa hacer o decir,


son:
1. ¿Es la VERDAD? (Lo que se pretende como solución de un
problema)
2. ¿Es EQUITATIVO para todos los interesados? (Las partes
involucradas en el tema a resolver)
3. ¿Creará BUENA VOLUNTAD y MEJORES AMISTADES?
4. ¿Será BENEFISIOSO para todos los interesados?

6
Consultar la publicación de Rotary International titulada “Servir es mi ocupación”.
26
Este test significa que antes de tomar una decisión es necesario realizar
un auto examen toda vez que cuando un profesional, contador público, debe
prestar servicios profesionales, por ejemplo, como consultor, es conveniente que
realice ese auto examen de la situación para aconsejar adecuadamente. Esa
filosofía profesional también debe llevarnos a no temer equivocarnos; se dice que
H. Ford se olvidó de poner marcha de retroceso en el primer automóvil y nadie
puede dudar de su capacidad creativa. Si yo no actúo no erraré nunca pero ¿qué
aporto para el bien común? Si no pretendiera demostrar que el contador público,
con su teoría contable, está vinculado con principios filosóficos, no correría riesgo
alguno de equivocarme pero ¿en qué progresaría nuestra disciplina con ello? Si yo
me equivoco en mis apreciaciones, otros autores pueden tomar la posta, si el tema
les interesa y, seguramente, contribuirán a mejorar la profesión. El contador
público no es un juez pero si es “señor de sus propios ideales”; nadie se los
puede quitar aún cuando no se los reconozcan.

El estilo de vida profesional del contador público debe ser positivo;


siempre actuar para que no se derrumbe lo realizado hasta el presente. Cuentan
que el acueducto de Segovia (España), construido por los romanos hace casi 2000
años, prestó servicio eficiente hasta que, reemplazado por un moderno servicio de
suministro de agua corriente, comenzó a derrumbarse por la sequedad de sus
paredes y la acción del sol, o sea que la ociosidad desintegró lo que los siglos de
trabajo conduciendo el agua no pudieron hacer.

Veamos ahora algunos ejemplos supuestos de actividades profesionales


de los contadores públicos aplicando la teoría contable y su vinculación con la
filosofía.

Caso 1:

Un contador público (el señor A) es convocado para actuar en la justicia


como asesor experto (perito) de parte. Frente a él otro colega (el señor B)
representa, con la misma función, a la parte contraria. El tema en discusión
consiste en la necesidad de definir si en una explotación
27
agrícola se requiere, o no: 1º) La depreciación del suelo con motivo de la
aplicación del monocultivo de soja y 2º) Efectos de la falta de sustentabilidad de
la explotación para dentro de 10 años. Ambos temas son muy importantes para las
partes en conflicto; dependiendo de esas definiciones la posibilidad o no de
distribuir dividendos en efectivo, dado que los supuestos daños ecológicos
reducirán en un 80% los beneficios.

El contador público A representa a la parte que entiende que las


utilidades deben reducirse por lo efectos señalados y el contador público B, a la
parte que rechaza esa necesidad y exige la distribución de los beneficios.

La solución de este supuesto conflicto (que puede darse realmente en


cualquier momento) comprende a ambos contadores públicos, por lo cual las bases
de razonamiento involucrarían a los dos colegas.

a) Situación desde el punto de vista contable.

Las normas vigentes en la República Argentina y las normas de


información financiera internacionales coinciden en el sentido que la depreciación
de la tierra es procedente cuando ocurran casos de degradación.

El tema es saber si la degradación realmente se ha producido y,


adicionalmente, determinar la sustentabilidad de la explotación, entendiéndose por
sustentabilidad la relación de la que resulte del actual sistema de uso de la tierra
que permitirá igualmente su utilización aceptablemente en el futuro cercano, o sea,
se trata de posibilitar la vida de las generaciones futuras.

b) Auxilio de razonamientos con sentido supuestamente filosóficos.

Dije que el empleo de los principio de vida integran un enfoque filosófico


de la vida. En este caso concreto serían aplicables el denominado “vivir conforme
a la naturaleza”, “coherencia” y la “tranquilidad del alma” (equidad).
28
Por otra parte, la filosofía rotaria que emerge del test de la “prueba
cuádruple”, es decir, la necesaria equidad y los beneficios para todos los
interesados (generación actual y generaciones futuras) están indicando claramente
que la solución debe darse por medio de un espíritu amplio y de buena voluntad.

c) La solución a proponer.

Lo que manifiesto no significa el despojo de una generación en beneficio


de otra u otras, sino que todos los cálculos y razonamientos técnicos deben
practicarse pero en caso de duda, seguramente los contadores públicos
encontrarán una solución equilibrada mediante el “sano juicio profesional” y cuál
es el “sano” juicio profesional sino los principios filosóficos-técnicos que he
mencionado, acompañando a las normas técnicas.

Caso 2:

Supongamos que uno de los aviones de una empresa de transporte aéreo


sufrió un accidente en el cual se produjeron daños materiales de significación.
¿Cuál debería ser el criterio de cuantificación de la provisión de resultados
negativos en los estados contables de la empresa como consecuencia de esos
hechos?

Las normas contables requieren la constitución de provisiones para


contingencias que respondan adecuadamente por los importes que deberán
abonarse a los damnificados, previo informe técnico del abogado que entienda en
la causa penal y también en la justicia civil.

Si bien en este caso la desición final dependerá de la justicia, en las


etapas intermedias compete al contador público evaluar las cifras de las
contingencias a previsionar y para ello será necesario tener en cuenta los informes
técnicos y aplicar los principios de “verdad” y “equidad”.

Caso 3:

29
Una empresa recibe un pedido de venta de muchos miles de unidades de
un producto por un valor muy significativo a un precio unitario que reporta
utilidades poco importantes. Para cubrir ese pedido el ente deberá contratar un
importante número de operarios, o sea que aumentará la demanda de trabajo. Un
contador público es llamado para dar opinión sobre el caso.

Sin perjuicio que, desde el punto de vista de la gestión, deben analizarse


los aspectos económicos, el contador público consultado debería tener en cuenta
principios de “equidad” y “verdad” para aconsejar la decisión final.

Caso 4:

Los problemas que acarrean el mal uso del medio ambiente repercuten en
las empresas. Cuando se afecta la ecología, a la corta o a la larga, se paga.

Es de mucha actualidad lo que está ocurriendo con ciertas explotaciones


mineras. La generación de fuentes de trabajo como beneficio y los daños
ecológicos que se generan con las contaminaciones como quebranto.

Supongamos una empresa que explota yacimientos mineros y produce


estados contables proyectados o prospectivos. El contador público que interviene
en la preparación de esos estados debe resolver algunos temas tales como ponderar
los egresos que se generarán por los nuevos puestos de trabajo y también los
costos derivados de intentar prevenir la afectación de la ecología. Es muy posible
que las formas de considerar éstos sean diversas y las erogaciones variarán según
la aplicación de los informes de los expertos en el tema.

En este caso el profesional contable debe tener un criterio amplio y


trabajar con sentido de responsabilidad social, lo cual conduce, nuevamente, a la
aplicación de principios sociológicos que, como se ha visto, están muy
emparentados con la filosofía, la “verdad”, la “equidad” y los “beneficios para
todos los interesados”, son preguntas que el profesional debe hacer antes de opinar
y cuantificar.
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Reitero una vez más que estas reflexiones supuestamente filosóficas son
complementarias de las evaluaciones generadas por la teoría contable.

Caso 5:

El llamado “razonable valor de mercado” de algunos bienes es utilizado


por las normas contables como medio de medir ciertos activos. Esta forma de
valuar, fundamentalmente a los llamados instrumentos financieros derivados, tiene
una fuerte dosis de subjetividad y los principios filosóficos tienen un campo de
aplicación importante.

A estos instrumentos financieros derivados, que así se los denomina en


razón de representar activos subyacentes, se les asigna el valor de mercado de
tales activos. Es sencillo comprender que los valores de cotización de los bienes
cambian constantemente y, por supuesto, carecen de la objetividad que caracteriza
al costo histórico. Si bien la norma contable lo impide, la “prudencia” y la
“sabiduría” del evaluador debe poner límite, o por lo menos advertir el enorme
riesgo que implica valuar activos que pueden perder valor automáticamente en
forma significativa, lo cual implica que los ejercicios futuros podrán registrar las
pérdidas equivalentes a las ganancias quizás ya distribuidas anteriormente.

El antiguo principio contable conocido como “prudencia” significa un


enfoque filosófico de la teoría contable por estar basado en la “equidad” y la
“verdad”. Además, las notas sobre los hechos subsecuentes al cierre de ejercicio,
que implica un período de tiempo desde la finalización de un período hasta la
fecha en que se produce el informe y, más aún, extendiendo dicho lapso hasta el
momento de la reunión de socios del ente, fortalece la idea de la relación que
pretendo acreditar (teoría contable y filosofía). Digo esto porque la información
que debe suministrarse no es solamente numérica sino también explicativa de
situaciones emergentes y es allí donde nuevamente aparece la subjetividad y la
posibilidad de la utilización, para el razonamiento, de algunos principios que
mencioné reiteradamente.

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7. A modo de conclusión

Este trabajo –como ya lo dije- tiene por objetivo tratar de elevar el nivel
de consideración de nuestra teoría contable en el entorno de las distintas ramas del
conocimiento. Debo aclarar una vez más que cuando me he referido a la teoría
contable, en mi mente predomina el concepto de la teoría contable doctrinaria por
sobre la teoría contable normativa, que básicamente se refiere a la contabilidad
patrimonial, no porque le reste importancia a esta última sino que la teoría
contable doctrinaria tiene una amplitud de principios que no posee la teoría que
solamente es el respaldo de las normas contables obligatorias.

Ese pretendido entorno filosófico que asigno a la teoría contable implica


libertad de opinión y, sin dudas, los principios que rigen el origen de todos los
conocimientos, incluido el de la que nos preocupa, no deben tener otros límites
que la ética y el bien común. El conocimiento contable no es patrimonio exclusivo
de los contadores público y, si bien su opinión debe ser preponderante en los
temas a resolver en el futuro, las opiniones deben ser interdisciplinarias,
precisamente por el carácter universalista que le confiere a la teoría contable la
posición que aquí dejo expuesta.

8. Bibliografía

BIONDI, M. (2009): Aportes para la aplicación de metodología


científica en investigaciones sobre contabilidad, Revista Contabilidad y
Auditoría, Sección de Investigaciones Contables, IIADCOM -FCE-UBA, Nº 29,
Año 15, Junio.

BIONDI, M. (2005): Contabilidad Financiera, Buenos Aires, Errepar.

BUNGE, M. (1976): La ciencia, su método y su filosofía, Buenos Aires,


Editorial Siglo Veinte.

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REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (2001): Diccionario de la Lengua
Española – Vigésima Segunda Edición [en línea]. Disponible en:
http://buscon.rae.es/draeI/.

RISO, W. (2009): El camino de los sabios, Buenos Aires, Editorial Emecé.

ROTARY INTERNATIONAL (2010): Introducción al Servicio a través de


la Ocupación, [en línea]. Disponible en:
http://www.rotary.org/RIdocuments/es_pdf/255es.pdf.

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