31 Pesacador de Hombres
31 Pesacador de Hombres
31 Pesacador de Hombres
Pescador de hombres
V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Isaías 6,1-2a. 3-8; 1 Corintios 15, 1-11; Lucas 5, 1-11
También hoy, el sucesor de Pedro y los que están con él en la barca, los obispos y los
sacerdotes, hacen señal a los de la otra barca para que vengan a ayudarles. Piden a
los laicos que hagan llegar el anuncio del Evangelio en la familia, en el ambiente de
trabajo, en todo el tejido de la sociedad. Es el mensaje que el Papa ha dirigido a los
laicos en la encíclica Christifideles laici con las palabras del Evangelio: «Id también
vosotros a mi viña» (Mateo 20,4).
Cada conversión auténtica es la historia de un pasar de pescado a pescador.
Uno de los primeros, que vivió esta aventura, fue precisamente nuestro amigo san
Agustín. Convertido por las oraciones de la madre y bautizado por san Ambrosio, a
continuación, llegó él mismo a ser un gran pescador de hombres. Escuchando la
narración de los hombres y de las mujeres, que se habían convertido a Cristo, un día
él se dijo a sí mismo: «Si éstos y éstas, ¿por qué yo no?» Esto es: si han podido
hacerlo ellos, ¿por qué no podré hacerlo también yo? Son las palabras que yo quisiera
que repitieran dentro sí muchos laicos, que hoy están leyendo esta reflexión sobre el
Evangelio.