Teoria 2 Resumen 2020 - 1er Parcial
Teoria 2 Resumen 2020 - 1er Parcial
Teoria 2 Resumen 2020 - 1er Parcial
Unidad 1
- Brunner; José Joaquín. 2002. “Modernidad”. En: Altamirano, Carlos (director), Términos
críticos de sociología de la cultura”. Buenos Aires, Eudeba (pp. 173-180).
El término “modernus” aparece en el siglo V utilizado por primera vez por el papa Gelasio I para
distinguir el tiempo presente (el “ahora”) opuesto al periodo anterior, que correspondía al periodo de
los padres de la iglesia. Por esa misma época, el término adquiere un nuevo matiz con Casciodoro,
utilizándolo para oponerse a lo antiguo y vinculandolo con el sentido de lo nuevo y de la ruptura que
caracterizan a la modernidad.
En el romanticismo tardío, siglo XIX, el poeta francés Baudelaire acuña el término ‘modernite’ para
referirse a una posición reactiva contra lo clásico. Este poeta caracteriza a la modernidad como una
especialidad sensibilidad hacia lo transitorio, lo fugitivo y lo contingente(puede suceder o no).
● Revolución Industrial
● El Capitalismo
● Descubrimiento de América
● Descubrimientos de Galileo
Podríamos decir que hay modernidades, o bien, que la modernidad es un proceso largo y muy
complejo que empieza a perfilarse con el renacimiento hasta coagular en su forma más
conocida de los siglos XVIII y XIX.
Para la Filosofía, el filósofo Descartes produce una ruptura con el famoso “Pienso luego existo”, esto
constituye la inauguración de la modernidad. Con Descartes se produce una ruptura epistemológica
o la aparición de una nueva ‘episteme’ que va a dar lugar al racionalismo.
El racionalismo es el triunfo de la razón sobre las explicaciones religiosas del mundo, sobre la doxa
religiosa. Este racionalismo da lugar a la autoconciencia, a un sujeto que se piensa a sí mismo y,
como consecuencia de este sujeto autoconsciente, surge el sujeto moderno que se va a oponer al
sujeto consagrado a Dios.
Esto agrega una nueva dimensión característica de la modernidad, la secularización, que significa:
siglo. La Secularización implica la separación del poder temporal o político del poder religioso. Con
ella se produce el adelgazamiento de lo religioso (que convierte al hombre en el centro del mundo)
en la interpretación del mundo a fines del siglo XIX, donde se produce el pico en la famosa
afirmación de Nietzsche, “Dios ha muerto”.
Para definir a la Modernidad como época, decimos que: comienza con la Ilustración del siglo
XVIII que tuvo de consecuencia la Revolución Francesa y que se va a prolongar hasta el siglo
XX, con el comienzo de los años 70, cuando en el mundo se produce la crisis del petróleo que
genero estructuras económicas liberales más profundas (que luego se conocerá como
neoliberalismo) y eso llevará a la crisis de modelos nacionalistas o el modelo socialista, que
finalmente van a entrar en profundas crisis en los años 80.
●Organización Burocrática
●Los mercados
●Democracia
Estos elementos son los que caracterizan la estructura de la sociedad moderna y que van a ser
diferentes según las diversas regiones del mundo.
● Diferenciación
● Secularización
● Alfabetización y escolarización
El filósofo Max Webber, hace hincapié en el desgarramiento que significó para el sujeto, el paso de
una sociedad donde Dios y la vida más allá de la tierra significaba todo, a otra sociedad donde triunfa
la razón y las personas deben vender su fuerza de trabajo en el mercado laboral.
Estas vivencias nacen de una sociedad donde, según Karl Marx, “Lo sólido se desvanece en el aire”,
la vorágine del capitalismo derrite lo conocido y el mundo exterior es descrito como un interesante
flujo de actividades y situaciones nuevas.
En el siglo XX, Marshall Bergman en -Todo lo sólido se desvanece en el aire-, dice que ser modernos
es encontrarnos en un entorno que nos promete aventuras, poder, alegría, crecimiento,
transformación de nosotros y del mundo, y que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que
tenemos, todos lo que sabemos, todo lo que somos.
No hay una única vivencia modernizadora porque cada burguesía interioriza a su modo los
efectos de la acción de la modernidad, para América Latina u otras regiones del tercer mundo se
habla de una modernidad periférica, en donde hay bolsones de mucha pobreza como bolsones de
mucha modernidad que existen y conviven.
Definiciones:
Modernismo se refiere a las manifestaciones culturales y artísticas que se vinculan con esos
cambios y experiencias en una relación de permanente tensión: crítica y negación, crítica y
negociación, resistencia e intercambio, exterioridad e inmediatez. El modernismo surgió hacia 1890 y
se continúo hasta la década de 1960
Max Weber, su obra más conocida es la Ética protestante y el Espíritu del Capitalismo, del año 1905,
hablando de la Modernidad desde sus ideales Liberal-Reformista, Social-Demócrata.
La paradoja que el autor no termina de resolver es que la racionalización connota al mismo tiempo a
la emancipación como a la reificación, siendo importante en la teoría de la acción comunicativa de
Habermas.
Segundo discurso
La Escuela de Frankfurt es una línea filosófica y sociológica que emerge a partir de la creación del
instituto de investigación social de la universidad de Frankfurt.
En 1933 con la ascensión de los nazis, el panorama empieza a tornarse sombrío, debido a que la
mayoría de los pensadores eran judíos y de pensamiento marxista, formándose filiales en varias
partes de Europa pero sin un continuo trabajo debido a la guerra que afrontaba este continente.
Finalmente fueron adoptados por la Universidad de Columbia en Nueva York, radicando el instituto
allí, produciendo obras importantes como el libro “Dialéctica de la Ilustración” en 1944. Una vez
finalizada la guerra, el instituto vuelve a Frankfurt en 1949.
Esta escuela se construyó sobre 4 pilares-filósofos que van a influir mucho, Hegel, Freud,
Marx y Weber.
El segundo aporte es brindado por Adorno y Horkheimer, con su famoso concepto, Industria
Cultural que refiere al tipo de objetos culturales que se producen de manera industrializada,
serializada, estandarizada, es decir, la obra de arte se produce de igual forma que otros objetos.
Perdiendo lo sagrado y el aura de una obra de arte en esta etapa de modernidad.
Tiene que ver con la Escuela de Frankfurt y además tiene una continuación en algunos puntos.
Este autor sugiere repensar la cuestión de la racionalidad y los procesos de racionalización, por ello
desarrollo su obra de 1981 “Teoría de la Acción Comunicativa”, con aportes de Piaget. Aquí planteó
un impulso más universal que intenta aislar identificar y aclarar las condiciones que se requieren para
la acción humana, por eso le llama a su obra una pragmática universal. Pretende que sirva para
todo el mundo, para todos los lenguajes y para todas las culturas.
(La pragmática, dentro del campo de la lingüística, estudia la comunicación, lo que se dice y el
contexto donde se dice)
Este autor se nutre de la teoría de los actos de habla de Austin, modificándola y refinándola.
Distingue la acción racional deliberada (se relaciona con la racionalidad deliberada de Weber,
intenta lograr un fin a través de los medios más apropiados y eficaces) y la acción racional
comunicativa (esta acción es simbólica, implícita, que está en el habla). Este ámbito de las
interacciones comunicativas es más extenso que el de los actos de habla explícitos, pero, si
enfocamos la comunicación desde el habla, podemos alcanzar una comprensión de los rasgos
distintivos de la comunicación.
La verdad del contenido proposicional, de las propuestas de lo que se nos comente, de lo que se
nos haga participe. No nos pueden mentir porque si no la comunicación falla.
La veracidad significa sinceridad, sinceridad de la expresión intencional. No solo hay que decir la
verdad, si no que mi intención tiene que ser verdadera y no esconder segundas intenciones.
La exactitud es respecto a las normas y valores existentes, tienen que estar de acuerdo a la ley.
Por lo tanto, la acción comunicativa tiene lugar en un fondo de consenso, cualquiera que actue
comunicativamente debe hacer surgir los requisitos de validez universal implícitos en todo acto de
habla para que se imponga la razón que permite la comprensión libre, la convivencia en solidaridad y
la emancipación salvadora de la especie humana.
Para resolver una ruptura de la comunicación debe prevalecer la fuerza de un mejor argumento, sin
el uso de una fuerza simbólica.
Este autor habla de la colonización del sistema por sobre el mundo vital, pero considera que hay
otros caminos posibles, como que el mecanismo sistemático se sometan al control de un mundo vital
racionalizado. El mundo vital no estaría sometido si no, que los mecanismo sistemáticos se
someterán a las necesidad de los individuos asociados.
Las patologías de la modernidad son las que permitieron que la racionalidad sistemática
domine al mundo vital. Los nuevos movimientos sociales como los ecológicos, antinucleares
y feminista son intentos de proteger la integridad de las estructuras comunicativas del mundo
vital contra las intrusiones y distorsiones que le son impuestas por los procesos de
racionalización sistemática.
La racionalidad comunicativa opera como una fuerza vengadora, asegura el control racional y
democrático del sistema por parte del mundo vital, dando lugar a nuevas instituciones sociales y
políticas. Habermas propone un racionalismo utópico que pretende una nueva institucionalización de
la libertad y una libertad radical.
- Casullo, Nicolás. 2004. “La Modernidad como autorreflexión”. En: Casullo y otros,
Itinerarios de la Modernidad. Buenos Aires, Eudeba (pp. 9-22).
Hay distintas maneras de viajar a la historia que nos hace. Hay distintos enfoques, desde la
economía, la filosofía, la historia entre otros.
Casullo dice que la palabra Modernidad es un concepto que desde hace algunos años ha cobrado
relevancia en las discusiones teóricas, filosóficas, artísticas, políticas del mundo. Es un concepto que
hoy marca un tiempo reflexivo, el nuestro, para algunos pensadores, el de la modernidad como
autoconciencia.
La Modernidad sería una condición de la historia, que comienza a darse de manera consciente entre
los pensadores, entre los actores de esta historia, en Europa, básicamente entre los siglos XVII y
XVIII. Pero es en esta época donde adquiere particular relevancia y va definiendo sus perfiles
específicos. El hombre asiste por distintas vías, descubrimientos científicos, avances tecnológicos,
revoluciones industriales -como la que se da en el siglo XVIII - que le hacen consciente una
modernización de la historia, una modernización del mundo. Esta modernización no sólo aparece en
el campo de los avatares sociales, industriales, técnicos, económicos, financieros, sino que aparece
también como necesidad de nueva comprensión del mundo. Lo importante, y lo que va a ir
elaborando el nuevo pensamiento moderno que hace-consciente la modernización del mundo, es
que el mundo es, sobre todo, la representación que hacemos de él. El mundo es, básicamente,
lo real en su conjunto, el esfuerzo de representación con que lo ordenamos, lo entrelazamos
axiológicamente, lo definimos, lo pronunciamos y lo llevamos adelante. Por eso decía, que la
Modernidad también tiene como elemento esencial un proceso de nueva comprensión de lo real, del
sujeto y las cosas, del yo y la naturaleza.
En este proceso moderno será el siglo XVIII, que se llama “El Siglo de las Luces” siglo de los
filósofos, el siglo de los pensadores, y de los críticos a las viejas representaciones del mundo. Para el
rey, para la Iglesia, para el general en jefe, empieza a ser absolutamente alarmante el poder de esta
nueva figura en lo moderno, la del hombre pensante que escribe libros, páginas que luego se
imprimirán y tendrán sus lectores. Dentro del el Siglo de las Luces, en la lectura de estos hombres,
en sus escritos que tienen básicamente un carácter de universalidad. Lo que ellos dicen, lo que ellos
descifran, lo que ellos especulan, piensan, es para todo lugar y para todo tiempo. Este es el gran
proyecto de la Ilustración del siglo XVIII, que va a tener un enorme eco en América Latina y en la
revolución norteamericana, en el norte, que va también a beber de la fuente de la Revolución Inglesa
del siglo XVII. Podríamos decir que en el ánimo de los autores de la Ilustración, aun en Rousseau,
que fue su expresión más radical y crítica, imperaba un ánimo de reforma del mundo. La Revolución
Francesa y sus secuelas, las revoluciones de América Latina, serían la otra mano de este
pensamiento de la Ilustración, donde además aparecería impregnando la idea de revolución un
segundo momento de este pensamiento ilustrado, que es el pensamiento romántico. La Ilustración
trata de reconstituir la forma de interpretación, comprensión y de generar historia, no sólo en el
campo de lo científico y filosófico, sino también en el campo de la economía, la política, en los
distintos campos que constituyen el hacer del hombre
El pensamiento romántico, que tiene como centro, casi paralelo a la Ilustración del siglo XVIII, a
Inglaterra y Alemania, es aquel pensamiento que si bien celebra la libertad, esa nueva autonomía del
hombre, de pensar por sí mismo, ejercerá por un lado una crítica profunda a los sueños totalitarios de
la razón científica, y trabajará en ideas de sentimiento, de patria, de amor, de nacionalidad. Uno
podría decir que la figura del Che Guevara es una figura que conjuga por un lado el mandato de la
ilustración científica, porque en el mandato de la ilustración estará incluido luego Marx; y conjuga el
pensamiento romántico no importa si pierde o si gana, la cuestión es dar testimonio de que uno
quiere cambiar el mundo. Ese pensamiento, podríamos decir, atraviesa la Modernidad.
La Modernidad es aquel discurso de la crítica a las viejas representaciones, pero que la Ilustración
planteará como perpetua crítica a la crítica, como permanente crítica al conocimiento dado. La
Modernidad será entonces, básicamente, un pensamiento que avanza en infinidad de variables
reflexivas que están de acuerdo o no con este avance y lo que implica este avance. Esta, además, es
la portentosa fortaleza de la Modernidad. Su imposibilidad de ser pensada como finalizada,
porque toda aquella crítica que la cuestionen de la manera más profunda, en realidad está
siendo Modernidad por excelencia, porque la crítica es fundadora de los tiempos modernos.
Esto pasa en muchas discusiones con aquéllos que plantean las variables sepultureras
postmodernas: que en su crítica a la Modernidad, trabajan con el arma secreta y clave de lo moderno
que es la capacidad crítica, con que nació.
¿Qué hace esta racionalización, este entramado de racionalización que es la Modernidad? Primero,
objetiviza la historia. Frente a distintas variables interpretativas, más allá de su variación y
multiplicidad, hay una conciencia de que existe un punto necesario de encontrar, la objetividad de la
historia.
Por otro lado, este proceso de racionalización es un proceso esperanzador que se sitúa en el
optimismo de la Ilustración, en el progreso indefinido, en la capacidad civilizatoria hacia una felicidad
definitiva para el hombre. Por lo tanto le otorga a la historia un sentido, un fin. Por otro lado, este
proceso de racionalización discierne en la complejidad y el caos de lo real una variable interpretativa
que nos permite situarnos en el mundo. Finalmente, podríamos decir que este proceso genera
permanentemente, y época tras época, un horizonte, una cosmovisión global, un mundo de
grandes relatos que lleva adelante la historia de las sociedades.
Hay otra mirada que toma en cuenta la subjetividad moderna en esa historia: Nosotros. La
subjetividad que atraviesa la historia en términos de un dibujo de individualidad que puede definir
épocas. Hoy se discute cuál es la subjetividad de la juventud. La subjetividad posee infinitas
fragmentaciones. La subjetividad moderna ha vivido infinidad de problemáticas que aparecen ahora
desde otra perspectiva de análisis.
https://revista.poemame.com/2018/09/12/baudelaire-la-belleza-de-la-modernidad/#:~:text=Para
%20Baudelaire%20la%20modernidad%20es,lo%20inmutable%C2%BB%5B3%5D.&text=Cada
%20%C3%A9poca%20tiene%20un%20estilo,debe%20representar%20en%20la%20pintura.
La posmodernidad surge en la década del 1970. Con una crisis del petróleo a nivel mundial que
produce una serie de cambios económicos en todos los gobiernos, más que nada del primer mundo.
Casullo enumera una serie de crisis que van a poner en jaque a la modernidad, que dan la pauta de
una nueva situación política, social, económica a nivel mundial.
La primera crisis es la crisis del sistema capitalista, esta crisis no es terminal, sino de
reformulación. Se produce el fin del desarrollo sostenido que se inició después de la 2da guerra, junto
a la crisis del petróleo ya mencionado. Hay una primacía del capital financiero que se impone por
sobre el clásico capital industrial.
La segunda crisis es la crisis del estado de bienestar, que era un estado intervencionista,
regulador, distribucionista, organizador del trabajo.
La cuarta crisis hace referencia a la crisis de los sujetos sociales e históricos, aquellos
colectivos como la clase obrera pierden su protagonismo político, perdiendo su incremento cualitativo
y cuantitativo. Disolución Unión Soviética
En quinto lugar de la crisis se produce la crisis de la sociedad del trabajo, crisis del
industrialismo y de las fábricas. Ya no hay más sociedades con pleno empleo, el desempleo es la
marca de estos nuevos tiempos, la terciarización del trabajo. Ej: Pedidos Ya.
En 6to lugar hay una crisis de las formas burguesas de lo político y de la política. Crisis de los
partidos políticos tradicionales que no se diferencian demasiado entre sí, crisis de representación
política. Generando nuevos líderes como los del deporte, artístico y medios de comunicación. El
capitalismo concentrado globalmente tiene más poder de decisión que los propios estados
nacionales.
En 8vo lugar Casullo habla de una intensa instrumentación cultural, el capital internacional tiene
el monopolio de la información, publicidad, entretenimiento y deporte. Hay un gran poder sobre lo
social, el negocio de la cultura cubre todos los aspectos de la vida (regulando vacaciones, estéticos,
ocio).
Vattimo
El filósofo italiano Vattimo nace en Turín, Italia en 1936. Es considerado uno de los principales
filósofos posmodernos. El se caracterizó por definir a la posmodernidad “como un momento de
pensamiento débil, en oposición al pensamiento fuerte y central de la modernidad”.
Su obra importante sobre la posmodernidad se llamó “el fin de la modernidad” del año 1985. Lo que
viene después de la modernidad, Vattimo lo llamo la “post-historia”, la post-historia es un sinónimo de
posmodernidad, tomado de Heidegger y Nietzsche.
Heidegger establece que el ser no hay que considerarlo como un fundamento, sino como un evento,
porque sucede y deviene. Nietzsche habla del concepto del eterno retorno, la historia se repite pero
se repite con alguna diferencia al momento anterior. No hay una superación dialéctica de tesis,
antítesis, síntesis, esto no se produce. Estos filósofos, dice Vattimo, adelantan la posmodernidad.
Hablando de un pensamiento sobre el ser que es débil.
En este tiempo de posmodernidad, se produce la crisis del valor de lo nuevo, crisis del valor
futuro, crisis del estado moderno. La inflación monetaria hace muy precario el poder adquisitivo de
las personas y la máquina del Estado se convierte en una máquina muy pesada de mover, en la
burocracia estatal. En las artes también se produce la disolución del valor de lo nuevo, que se
sustrae a la lógica de superación, se sustrae de la síntesis dialéctica, se sustrae al desarrollo y a la
innovación. Por eso en la posmodernidad, no importa tanto lo nuevo, lo original, sino que adquiere un
gran valor lo retro, lo que ya fue parte del pasado que se revaloriza.
Este cambio radical en el modo de experimentar la historia y el tiempo, da lugar a una nueva época,
a un nuevo paradigma filosófico.
● El pensamiento de la fruición (en el sentido de saborear algo con mucho placer), el placer. Se
produce a través del sentido de la rememoración de revivir formas espirituales del pasado con
un efecto emancipador. Inclinación estética hacia lo retro.
Lyotard
Su discurso abarca la epistemología, comunicación, entre otros. Fue crítico de la actual sociedad
posmoderna, por la primacía del capital y del dinero por sobre otros valores humanos. Caracterizó a
la posmodernidad, como el momento donde se produjo el fin de los meta discursos o
metarrelatos.
Los metarrelatos o las metanarrativas fueron una característica de la modernidad. Estos discursos
por ejemplo, cristianismo, ilustración, marxismo, liberalismo, capitalismo, son incapaces de conducir a
la liberación del hombre, incapaces de producir una emancipación.
Estos relatos tienen una función legitimante, de legitimar las instituciones y las prácticas sociales,
políticas, las maneras de pensar, la injusticias y desigualdad en el mundo. La fuente de legitimación
de estos relatos están en el futuro, porque son todos proyectos, ideas a realizar que se
caracterizan por universalismo y que los efectos positivos los veríamos en el futuro.
Otra preocupación de este autor, es la amenaza de la tecnociencia. Los daños que le estamos
haciendo a la naturaleza produciran consecuencias que no podemos llegar a calcular. Hay una
intensa instrumentación cultural, el capital internacional no se fija en el daño producido a la
naturaleza, la voracidad del hombre genera daños sobre el planeta, cuyas consecuencias no son
medibles.
Estos metarrelatos están acabados, el proyecto de la modernidad quedó destruido. A partir de los
campos de concentración que hubo en Alemania, Francia y Europa, marcan el fin de los metarrelatos
que nos iban a llevar a un gran futuro. Los campos de concentración son el espejo visible al cual
hemos llegado transitando estos discursos.
Para Lyotard los metarrelatos de la modernidad son liquidados y destruidos, por otro lado, el daño
que le hacemos al planeta nos dan demasiadas esperanzas, a menos que haya un cambio del futuro
que podríamos llegar a tener.
En este momento hay pequeñas historias, para elaborar la pérdida del nosotros moderno en
una forma antimitologizante, es decir, por fuera de los mitos de los metarrelatos.
Aquí se introduce una polémica con Habermas, este último considera que la modernidad tiene mucho
para dar, que todavía es un proyecto inconcluso con muchas cosas para ofrecer. Considera que no
piensan así, son neoconservadores que ocultan su conservadurismo bajo la máscara de la
posmodernidad. Lyotard protesta ante esta postura, considera que la modernidad es un proyecto
acabado y liquidado, que no tiene nada más que ofrecer.
- Zubieta, Ana María. 2000. “La Escuela de Frankfurt: Max Horkheimer y Theodor
Adorno”. En: Cultura popular y cultura de masas: conceptos, recorridos y polémicas.
Buenos Aires, Paidós (pp. 118-123).
Walter Benjamin sostiene que la reproducción mecánica de los objetos artísticos los acerca a las
masas al provocar la caída del aura, es decir el valor cultural del objeto y al alterar el modo de
percepción propio de la cultura burguesa. Consiste en que los cambios técnicos producen una
modificación tanto de la percepción como de la recepción. La reproducción técnica libera al arte de la
categoría de autenticidad y también de la tradición.
Se le hace posible al espectador apropiarse de los objetos culturales ya que estos son sustraídos por
los nuevos medios técnicos de producción del espacio de culto y sacralidad en el que los había
colocado el romanticismo.
Benjamin propone a la fotografía primero y al cine después como las formas culturales que realmente
contienen la representación espacio-temporal que corresponde al presente y a las condiciones de
recepción de las masas.
Adorno se muestra preocupado por la clase de postulaciones qué Benjamín está desplegando y
centró su crítica en la categoría de mediación, es decir, en la sospecha de que está estableciendo
relaciones directas entre el desarrollo de la técnica y sus consecuencias dentro del arte, sin
considerar que el arte es una esfera autónoma que recibe indirectamente los efectos de las
condiciones materiales.
La diferencia fundamental entre las posiciones de Adorno-Horkheimer y Walter Benjamin estriba en la
elección del sujeto histórico que sobrellevará esa cultura y esa felicidad. En el caso de adorno y
horkheimer el sujeto elegido es el sujeto crítico, el sujeto del arte de vanguardia. El rechazo de la
cultura de masas y de sus operaciones políticas es tarea central del crítico. Mientras que Benjamín
elige al proletariado, al hombre histórico que le da cuerpo a esa nueva forma de sujeto la multitud de
las grandes metrópolis.
Comisión Practica:
-TP1:https://www.lavaca.org/notas/encerrar-y-vigilar-paul-preciado-y-la-gestion-de-las-
epidemias-como-un-reflejo-de-la-soberania-politica/
Octavio Paz propone varias ideas e hipótesis sobre la modernidad, entre ellas están:
La baja de la idea de modernidad, y la boga de una noción tan dudosa como “postmodernidad”, no
son fenómenos que afecten únicamente a las artes y a la literatura: vivimos la crisis de las ideas y
creencias básicas que han movido a los hombres desde hace más de dos siglos. En otras ocasiones
me he referido con cierta extensión al tema. Aquí sólo puedo hacer un brevísimo resumen.
En segundo término: la suerte del sujeto histórico, donde muy pocas veces los pueblos y los
individuos habían sufrido tanto: dos guerras mundiales, despotismos en los cinco continentes, la
bomba atómica. Los beneficios de la técnica moderna son incontables pero es imposible cerrar los
ojos ante las matanzas, torturas, humillaciones, degradaciones y otros daños que han sufrido
millones de inocentes en nuestro siglo.
En tercer término: la creencia en el progreso necesario. Los cadalsos y las tiranías, las guerras y la
barbarie de las luchas civiles eran el precio del progreso, el rescate de sangre que había que pagar
al dios de la historia. La supuesta racionalidad de la historia se ha evaporado. debido a que han
aparecido las viejas nociones de accidente y de catástrofe.
La ruina de todas las hipótesis filosóficas e históricas que pretendían conocer las leyes del desarrollo
histórico. Sus creyentes, confiados en que eran dueños de las llaves de la historia, edificaron
poderosos Estados sobre pirámides. Esas orgullosas construcciones, destinadas en teoría a liberar a
los hombres, se convirtieron muy pronto en cárceles gigantescas. Hoy las hemos visto caer; las
echaron abajo no los enemigos sino el cansancio y el afán libertario de las nuevas generaciones.
Este pequeño repaso muestra que, muy probablemente, estamos al fin de un periodo histórico y al
comienzo de otro.
Latinoamérica tiene esta posición debido a que las distintas etapas de modernidad no llegaron a
acontecer, si no que ocurrió la modernidad en crisis, dando así un cierto resquemor y distancia a la
hora de hablar de posmodernidad en latinoamérica.
Por ello se habla de una modernidad periférica, que remite a la heterogeneidad cultural de nuestro
continente.
2. ¿Cuáles son las tres esferas que organizaron, según la autora, el proyecto de la
racionalidad ilustrada?
3. ¿Con qué argumentos defiende Habermas el proyecto moderno y con qué argumentos lo
ataca Lyotard?
4. ¿En qué campo o área del saber surge la idea de Posmodernidad y cómo se lo aplica en la
crítica literaria?
La idea de posmodernidad surge precisamente en el campo de la crítica literaria, en los años ‘50,
para referirse a la decadencia que estaba sufriendo el movimiento moderno, dado que se
cuestionaba la idea de racionalidad hegemónica que imperaba por aquel entonces.
En la década siguiente nuevamente fue implementado, aunque en esta ocasión sin llegar a una
concordancia de significado en cuanto a lo que se refería. Y finalmente, es en los ‘70 y ‘80 que el
término es utilizado en otras áreas como ser arquitectura, música, teatro e incluso en la teoría social.
5. ¿Por qué la autora encuentra útil el concepto de hibridez de García Canclini para pensar las
tensiones modernidad-posmodernidad en América Latina?
La autora encuentra propicio valerse del concepto de “hibridez”, dado que el mismo puede ser
utilizado para explicar la tensa relación que se haya entre una incompleta modernidad
latinoamericana y los fenómenos propios de la posmodernidad.
Brinda herramientas para leer y comprender la difícil articulación de aquellos nuevos sucesos que se
instalan en nuestro continente, como ser la relación del neoliberalismo económico transnacional y
una cultura del consumo desterritorializada con la fuerza de lo local, las tradiciones ancestrales
resignificadas y aun con los espacios “pre modernos” del continente.
Por último, la idea de García Canclini, no se apartaría del horizonte de racionalidad ilustrada, sino
que lo complejiza teniendo en cuenta e incluyendo a los escenarios novedosos ya mencionados.
Unidad 2
- Altamirano, Carlos (director). 2002. “Hegemonía” (pp. 115 a 119); “Ideología” (pp. 134
a 140).En: Términos críticos de sociología de la cultura, Buenos Aires, Paidós.
Conceptos de Williams
Ideología y Hegemonía
La noción de ideología proviene del paradigma marxista. Para este paradigma hay 2 momentos,
primero se considera a la ideología como una versión invertida de la realidad o falsa
conciencia, es decir, una irrealidad. Esta irrealidad se produce cuando se traduce en ideas lo que
en rigor son relaciones materiales dominantes, esto es lo que hacían los idealistas alemanes decían
Marx y Engels(desaparecen las relaciones materiales del campo de la cultura, la cultura era producto
de las ideas y del espíritu). En un primer momento ideología tiene una gran carga peyorativa negativa
porque los sujetos históricos, a causa de la ideología, internalizaban subjetivamente la
ideología del dominador y se expresaban a través de esta colonización mental. Por ejemplo la
ideología sería una mujer machista porque defiende la supremacía del hombre sobre la mujer, esto
sería una falsa conciencia porque una mujer defiende y responde a los intereses materiales e
ideológicos del hombre antes que los propios de ella.
Con el correr del tiempo, Marx y Engels tomaron conciencia de que necesitan una noción de
ideología que pueda ser apropiada por la clase obrera. Por lo tanto la definición de ideología toma
una significación más positiva al ser definida como una forma determinada de conciencia social,
esta definición no abandona la definición de falsa conciencia. Entonces coexisten los 2 modos de
definir la ideología. En esta segunda definición de conciencia se alude a una serie de ideas que
surgen de un conjunto dado de intereses materiales o de una clase o de un grupo definido. De
este modo, a través de la ideología, se puede producir la toma de conciencia de los conflictos y la
lucha por resolver estos conflictos. Por lo tanto habrá una ideología proletaria y una ideología
burguesa.
Hegemonía es una palabra que viene desde la antigüedad. En la época de la Revolución Rusa se
aplica la palabra pero dentro del campo de la teoría política para hablar de la hegemonía de los
estados nacionales sobre otros estados subordinados.
La gran apertura de este concepto se da con Gramsci, porque desplaza el concepto más allá de la
teoría política hasta abarcar todos los planos del mundo social y vital. Este gran hallazgo del
concepto de Hegemonía es tomado por Willams.
Para la imposición de una hegemonía hace falta una gran base social, porque esta imposición se
logra en base al consenso. En la configuración del consenso en torno a la clase dominante, es
fundamental el papel que juegan los intelectuales orgánicos. Esta unión de intelectuales orgánicos
permite que se ejerza el control sobre los otros segmentos de la sociedad. Todos son intelectuales
aunque no ejerzan esa función en la sociedad.
Para Gramsci, la hegemonía, que es una forma de dominación simbólica, es la forma que
adquiere la dominación política en el estado moderno. Deja de ser la resultante política de los
movimientos económicos, y además se divide este estado moderno en 2 niveles de acción. Por un
lado, la sociedad política en donde están situadas las instituciones de gobierno, y por otro lado, la
sociedad civil donde están los organismos privados como la familia, partidos políticos, iglesia, etc.
Este mecanismo de la hegemonía hace que se internalicen en la población los valores dominantes, y
de este modo se contribuye a la elaboración del consenso de un modo mucho más perdurable que el
que emana de la violencia monopolizada por el estado. Estas instituciones son elementos protectores
de una sociedad política. Por ejemplo el instalar la cuarentena y hacer que la gente entienda esta
forma de vida por el Covid-19. Los gobiernos nos convencen a través de los medios de comunicación
e infectólogos para que afirmen esta teoría.
En la sociedad civil se genera un campo de lucha donde operan los difusores de la cultura dominante
y las clases subalternas que originan permanentes cambios y transformaciones. Es por ello que
Gramsci complementa el concepto de Hegemonía con el de Contrahegemonía y Hegemonía
alterna. Una hegemonía es dominante pero nunca lo es de modo total y exclusivo, está atenta
a las acciones contrahegemónicas y alternativas para controlarlas y asimilarlas o para
neutralizarlas.
La hegemonía siempre está atenta a las contrahegemonias que pueden reemplazarlas y
desestabilizarlas. Está compuesta por una dinámica de permanente transformación y cambio, debido
a que nunca es absoluta y siempre está siendo renovada y transformada por otra fuerza que van a
pelear en el campo de la arena política y cultural su derecho a la hegemonía.
La hegemonía tiene un alcance mayor que la cultura porque tiene la capacidad de advertir sobre la
distribución de poder que califica un proceso social. También tiene un alcance mayor que la ideología
porque incluye un sistema de ideas y creencias formal y articulado, y también está integrada por la
conciencias más heterogéneas, más difusas y más incompletas de los elementos del inconsciente
que guían las prácticas sociales e individuales desde las más banales a las más complejas.
Los estudios culturales nacieron como conjunto de preocupaciones teóricas que poco a poco se
constituyeron en una zona de reformulación del marxismo.
La primera etapa de los estudios culturales parte de la que Stuart Hall llama una "ruptura
significativa" dentro de un conglomerado de ideas, y comienza a desarticularse y a agruparse en
torno a una nueva configuración de temas considerados prioritarios. Hay publicaciones de obras
cuyos interrogantes no responden o van a contrapelo de una tradición de ideas dentro de un campo
de estudios.
Sin descartar lo realizado por la escuela de Frankfurt y retomando muchas de sus concepciones el
materialismo cultural de estos intelectuales se basa en la convicción de que la cultura es
precisamente la instancia sobre la cual pueden ser pensada las transformaciones históricas, de que
en ellos se encuentran respuesta significativas para una interpretación materialista de la sociedad.
Estos intelectuales sostenían que los procesos culturales son parte constitutiva de los procesos
materiales. Esto implica sostener un concepto de cultura mucho más complejo y dinámico, alejado
de las circunscripciones que le imprimieron tanto el idealismo como el materialismo del marxismo
determinista, en los cuales la cultura termina siendo un producto sea del espíritu de la época, sea de
sus condiciones materiales de producción. La consecuencia inmediata de estas
complejizaciones(propuesto por los estudios culturales) es sostener que las prácticas y producciones
culturales no son una mera expresión o resultante, ni se derivan de un orden social ya constituido,
sino que son, en sí mismos, elementos constitutivos de ese orden.
Durante la década del 60 y 70, los estudios culturales atraviesan por esa época una discusión con 2
grandes paradigmas: el ya mencionado del marxismo y el del estructuralismo.
El problema de la determinación
La sociología de la cultura tiene como objetivo los procesos sociales de toda producción cultural. La
hipótesis fundamental de esta concepción materialista de la cultura es que aquellos procesos que se
relacionan con la regulación social no deben ser considerados como una mera determinación sino
como el resultado de un conjunto de prácticas y relaciones que hay que elegir definir
específicamente, pero que en todos los casos suponen conflictos, tensiones y resistencias. La
configuración de un orden cultural implica necesariamente movimiento de lucha entre tendencias
hegemónicas y subordinadas, aunque dicha subordinación no estará dada como resultado de
un proceso activo y siempre cambiante de la cultura y no de un mecanismo predeterminado.
.La determinación entonces es un proceso más dinámico y complejo en el que se cruzan presiones
entendidas como determinaciones positivas con determinaciones negativas experimentadas como
límites.
Por lo tanto, la sociedad es siempre un proceso constitutivo con presiones muy poderosas que se
expresan en las formaciones culturales, económicas y políticas y que, para asumir la verdadera
dimensión de lo "constitutivo", son internalizadas y convertidas en voluntades individuales.
El problema de la mediación
Williams impugna la noción de reflejo(para los escritores realistas reflejan la realidad y si no lo hacía
era falso o carente de valor), debido a que suprimen la dimensión material que posee en sí
misma todo producción artística, además de su dimensión simbólica. Considera que la teoría
marxista prosigue con el problema de relacionar dos orbes diferenciados: arte/sociedad,
base/superestructura. La necesidad de un desplazamiento conceptual que diera cuenta de un
proceso activo lo conduce a la idea de mediación. No hay realidades reflejadas directamente en el
arte sino que pasan por un proceso de mediación en el que sus componentes se modifican de alguna
manera. Williams identifica dos modalidades de transformación: una "negativa" en la que el arte
recupera las formas originales de la realidad social distorsionadas por la ideología. La segunda
modalidad "positiva" Williams la señala como la gran contribución de la Escuela de Frankfurt. La
mediación se halla en el propio objeto artístico afirma Adorno y no entre este objeto y lo que está
fuera de él. Esto cambia radicalmente la perspectiva ya que estamos considerando los procesos
materiales como intrínsecos a la producción artística. Williams afirma que la mediación es un
proceso positivo dentro de la realidad social antes que un proceso agregado a ella por medio de la
proyección, el encubrimiento o la interpretación.
Williams advierte un problema inicial, que la cultura se erige como la mediación de la sociedad. El
problema consiste en que si se sigue pensando en dos orbes separados -la realidad por un lado y los
lenguajes artísticos por otro- estas nociones son inevitables.
Williams sostiene que "si comprendemos al lenguaje y la significación como elementos indisolubles
del proceso social material y que están involucrados permanentemente tanto en la producción como
en la reproducción de la vida social", el problema de la mediación desaparece. Podría decirse que la
teoría cultural de Williams es un intento de respuesta a esta pregunta sobre el modo en el que la
materialidad de los procesos sociales están implicados en los procesos simbólicos.
William va a estudiar los procesos culturales no como una mera expresión de la superestructura de
la cual podemos suponer que es tan sólo un reflejo o una mediación; por el contrario, su crítica
materialista de la cultura entenderá a las experiencias y prácticas culturales como procesos activos
y sujetos a fuerzas en pugna y tensiones que deben ser especificadas en cada caso. Deriva de esta
concepción una serie de categorías que constituyen el núcleo de su sistema conceptual.
La cuestión de la hegemonía
hegemonía son las relaciones entre las clases sociales o entrecruzamiento de fuerzas no sólo
política, sino sociales y culturales.
Con la noción de hegemonía Williams realiza una de sus operaciones más características cuál es la
de adoptar conceptos alejados de la línea marxista ortodoxa y colocarlos en el centro de su teoría
cultural, remantizandolos. Tomando autores tales como António Gramsci, puede advertirse muy
tempranamente el énfasis en lo cultural y lo político en detrimento de lo económico.
Dentro del sistema conceptual de Williams, hegemonía tiene un alcance mayor que el propio
concepto de cultura como proceso social total, e incluso el concepto mismo de ideología entendido
como "un sistema de significados y valores y creencias relativamente formal y articulado de un tipo
que puede ser abstraído como una concepción universal a una perspectiva de clase*.
La definición que propina Williams es "la hegemonía constituye todo un cuerpo de prácticas y
expectativas en relación con la totalidad de la vida: nuestros sentidos y dosis de energía, las
percepciones definidas que tenemos de nosotros mismos y de nuestro mundo. Es un vívido sistema
de significados y valores que en la medida en que son experimentados como prácticas parecen
confirmarse recíprocamente. Por lo tanto, es un sentido de la realidad para la mayoría de la sociedad
(...) es decir, que en el sentido más firme es una cultura pero una cultura que debe ser considerada
así mismo como la vívida dominación y subordinación de clases particulares.
Williams sostiene que la hegemonía es siempre un proceso dinámico que sólo a los efectos del
análisis puede verse como una estructura o sistema fijo; dicho sistema es sumamente complejo y
posee límites y presiones permanentes que se revelan como forma de dominación. La dominación
dentro de una hegemonía debe ser continuamente renovada, reconfirmada, ya que sobre sí pesan
fuerzas de resistencia que la desafían en su validez y la colocan en riesgo de alteración o
debilitamiento.
- Formaciones: una cultura efectiva es algo más que la suma de sus instituciones. En realidad,
es una cuestión de formaciones, "tendencias y movimientos conscientes que tienen una
influencia decisiva en el desarrollo de una cultura, al tiempo que establecen una relación
históricamente variable con las instituciones. Son formas de organización y autoorganización
de la producción cultural". El autor se detiene en el romanticismo dónde es posible identificar
la escuela que designa "una tendencia general, con frecuencia identificada con el nombre de
un "maestro" particular". Está escuela también puede ser el conjunto de maestros de un arte o
disciplina de un lugar específico. La modernidad transformó las formaciones importadoras de
"lo nuevo", de aquellos materiales culturales emergentes en la cultura estatuida y que se
presentan como revulsivo del estatus quo. No se puede analizar las formaciones sin
articularlas al proceso histórico que recorren los diversos modos de producción y organización
cultural, y de allí, al contexto histórico general, en el cual el orden social puede ser
considerado. Es necesario articular el estudio de las formaciones con el de las instituciones y
si quiere dar cuenta de un proceso cultural dado, así como su realización dentro de la
tradición construida por las fuerzas hegemónicas.
- Identificaciones: como identificar un producto cultural o los modos en los que dentro de la
vida social, la cultura y la producción cultural se identifican. De algún modo es identificar qué
es cultura y que no lo es. Williams realiza especial énfasis en las obras de artes y apunta que
un crítico cultural serio, sin atender a prejuicios de clases o intereses determinados, debe
distinguir entre productos culturales buenos, malos e indiferentes. Son los modos que, dentro
de la vida social, la cultura y la producción cultural se identifican. Es un modo de calificar qué
es cultura y qué no lo es.
- Forma: las formas de arte y su relación con lo social. Lo importante para el crítico cultural es
poder percibir los cambios, las transformaciones y las rupturas en las formas. Hay que
atender a las formas artísticas específicas. Estas se relacionan con determinado contexto
social y político que generan un carácter distinto en las producciones culturales.
- Reproducción
- Organización
https://vdocuments.mx/williams-tradicion-selectiva-instituciones-formaciones-dominante.html
- Williams, Raymond (1). 2003. Capítulo 2 “El análisis de la cultura” (pp. 51 a 77). En:
La larga revolución, Buenos Aires, Nueva Visión.
1. Describan brevemente las tres categorías generales que Williams identifica en la definición
de cultura.
Por último, la categoría de “social”, en donde se descubre un modo determinado de vida, que
expresa significados y valores ligado no sólo al arte y el aprendizaje, sino también a instituciones y
comportamiento ordinario. Su análisis es el de esclarecer dichos significados y valores, tanto
implícitos, como explícitos, en un modo específico de cultura y vida.
2. Luego de revisar y discutir esas categorías ¿Qué definición de teoría de la cultura propone
Williams?
Williams considera que cualquier definición de teoría de la cultura debe poseer y abarcar las 3
esferas mencionadas en el punto anterior, y que ninguna de ellas excluya a la otra, señalando
que por más difícil que parezca, se debe tratar de ver el proceso como un todo y relacionar nuestros
estudios específicos con la organización real y compleja. Definiendo, entonces, a la teoría de la
cultura como el estudio de las relaciones entre los elementos de todo un modo de vida.
3. Describan los mecanismos de funcionamiento de una tradición selectiva.
El funcionamiento de la tradición selectiva se realiza mediante una selección, dentro del mismo
periodo, de aquellos aspectos de una sociedad que cumplan con intereses especiales,
dándoles así un valor determinado y haciendo hincapié sobre ellas, manteniéndolos en el tiempo. La
tradición selectiva, crea, en un nivel, una cultura humana en general; en otro, el registro histórico
de una sociedad particular; en un tercero, el más difícil de aceptar y evaluar, un rechazo de zonas
considerables de lo que era antaño una cultura viva. Esta tradición selectiva es un proceso de
continuidad deliberada, constituyendo una selección y reselección de aquellos elementos
significativos del pasado, recibidos y recuperados, que representan una continuidad deseada.
Interviene dentro de ella tanto la memoria como el olvido.
- (2). 1981. Capítulo 7 “Reproducción” y Capítulo 8 “Organización” (pp. 169 a 218). En:
Cultura. Sociología de la comunicación y del arte, Buenos Aires, Paidós.
- Zubieta, Ana María (directora). 2000. “Los estudios culturales ingleses” (pp. 141 a
150). En: Cultura popular y cultura de masas. Conceptos, recorridos y polémicas,
Buenos Aires, Paidós.
Williams, Thompson, Hoggart y Hall, fueron los pensadores de los estudios culturales ingleses. El contexto
en el cual emergen los estudios culturales ingleses contemporáneos se remonta al momento de la
posguerra, cuando se producen importantes cambios culturales, económicos y políticos propios del estado
de bienestar en Inglaterra.
El texto The Uses of Literacy del autor Richard Hoggart fue la demostración de la interconexión entre varios
aspectos de la cultura popular (pubs, clubes de trabajadores, revistas) y las estructuras del individuo en su
vida diaria (roles de familia, patrones en lenguajes, sentido común en la sociedad). La cultura de la clase
trabajadora de la preguerra se contrapone a la cultura de masas de la posguerra. Le interesa también la
calidad de los productos de la cultura de masas problematizando los estándares y la discriminación en la
producción y consumo de la forma de la cultura popular.
Raymond Williams con su libro Culture and Society comienza a conformar el campo de estudio en el que
pueden apreciarse las conexiones entre los productos culturales y sus relaciones. Invoca una nostalgia por
lo orgánico y además está interesado en la totalidad de la experiencia cultural, sus significados y
paradigmas. Además descubre que la cultura es una categoría clave porque conecta sus dos
mayores intereses: el análisis literario y la investigación social. "El desarrollo de la palabra cultura es
un registro de un número de importantes y continuas reacciones de estos cambios en nuestra vida social
política y económica; y podría ser visto como una clase especial de mapa por sus significados a partir del
cual la naturaleza de los cambios puede ser expresada", "el registro de nuestras reacciones en
pensamientos y sentimientos por el cambio de las condiciones de nuestra vida común".
En The Long Revolution, Williams sostiene que la sociedad británica ha sido integrada en una progresiva y
gradual evolución a través de la industrialización, democratización y transformación cultural. Forja la noción
de una cultura común gracias a la posibilidad de ser organizada sobre la base de instituciones colectivas
democráticas y la sustitución de una igualdad cooperativa por la competición como el principio de la política
social y económica. Dentro de este texto forja la noción de estructura de sentimiento. Sostiene que toda
cultura posee un particular sentido/sensibilidad de la vida y se relaciona de modo específico con una
determinada época constituyendo la estructura de sentimientos de ese periodo. Un conjunto compartido de
modos de pensar y de sentir, de los que se puede extraer un determinado patrón regular, forma y está
formado por un modo total de vida el cual comprende la cultura y la vida de una época particular de una
clase o de un grupo. Está estructura, además, puede ir de modo contrario a la definición cultural dominante.
Este concepto es un intento de pasar del plano histórico de los grandes movimientos a pensar de un modo
específico en las relaciones inherentes en la vida cotidiana y hallar ahí un tipo particular de resistencia a la
formas cerradas de dominación.
Williams sostiene que más allá de las distinciones que se pudiera realizar entré programas a través de una
guía, la difusión de TV no está organizada sobre unidades discretas y argumenta que la multiplicidad de
formas de programas no está diferenciada, sino que está incorporada dentro de su Flow.
Para comprender los medios de comunicación se debe historizar, se debe considerar su articulación con el
conjunto específico de intereses dentro de un orden social específico a través del tiempo. Este autor discute
con Marshall McLuhan con respecto al desarrollo tecnológico y la historia, ya que Williams considera que el
desarrollo tecnológico encuentra su espacio en la medida en que se conecta con el orden social de una
época, por lo cual el producto de esa relación es lo historizable. Considera a la tradición de los análisis de
los medios como un determinismo tecnológico ya que adscribe a la tecnología un conjunto de intenciones y
efectos independientes de la historia. "la determinación es un proceso en el cual los factores reales de la
determinación instalan límites y ejercen presiones pero no toman totalmente el control ni predicen el
resultado de la compleja actividad de estos límites ni bajo o contra está presiones".
En 1974, Williams publica su libro Marxismo y Literatura donde incluye conceptos tales como cultura,
lenguaje, literatura, ideología.
William lleva a la cultura a un modo concreto de acción social y material donde implica superar el lugar
secundario que ocupa en los procesos sociales como se pensó históricamente, “se produjo una historia
cultural dependiente, secundaria, superestructura: un reino de meras ideas, creencias artes, costumbres,
determinadas mediante la historia material básica".
Este autor comienza a hacer una selección de elementos que le permitan trabajar la cultura según el
sentido expuesto, algunos de ellos son:
Los estudios culturales son más que una profesión, son una práctica; una práctica que constituye la
materialidad operativa de la cultura, como también las condiciones en que esa materialidad puede ser
observada. La teoría posee una relación necesaria con la cultura, con la sociedad y con la historia.
- *-
Un punto de Vattimo
Preguntas de la recuperación
Esas fueron las preguntas de la recuperación del 1er parcial de TC2 por si le sirve a alguien. La 3 y 4 son
de la teórica así que capaz les toman las mismas