Didactica Magna
Didactica Magna
Didactica Magna
DIDACTICA MAGNA
En 1632 fue publicada en checo Didáctica magna, que sería considerada como la obra
capital del teólogo, filósofo y pedagogo checo Comenius. En ella recoge su concepción
sobre la educación, así como los principios y métodos sobre los que se asienta,
concediendo al individuo, por vez primera, protagonismo en el proceso de aprendizaje.
La actualidad más sorprendente de Comenius radica en haber asentado los
fundamentos de la educación para todos los hombres y para todos los pueblos. Al
escribir su Didáctica magna, contribuyó a crear una ciencia de la educación y una
técnica de la enseñanza, como disciplinas autónomas.
Para él, la educación debía tener como meta (para algunos utópica) al "ideal
pansófico", es decir, enseñar todo a todos. Al ser todos hijos de Dios, todos tenemos la
posibilidad de aprender, la "educabilidad" está en nuestra naturaleza. Mientras más
sabios, más nos acercamos a Dios. Si el alumno no lograba aprender o era
indisciplinado, era por error del maestro.
La educación debía ser universal, tener orden y método, ser amena. El alumno debería
ser el centro de atención. Para Comenio, enseñar se debe a una disposición de tres
cosas: tiempo, objeto y método. Aportó ideas educativas basándose en tres métodos:
comprender, retener y practicar. La finalidad de ello era mejorar la enseñanza para el
alumno. Se inclinó a la capacidad de sensibilidad del profesor hacia el alumno, así
como a la interacción y con ello garantizar el éxito del aprendizaje.
Entre las obras que escribió, la de mayor interés es su “Didáctica Magna", uno de los
primeros libros escritos sobre el tema de educar a los niños y dirigir bien la escuela. A
través de sus distintas obras, propuso un método didáctico.
Comenio dio inicio a los textos ilustrados para niños, con figuras de animales y
acciones, graduados de fácil a difícil, haciendo que el alumno pudiera entender con
mayor facilidad. Fue el primero que presentó una metodología de la educación basada
en la unión de la pedagogía con la didáctica. Con este sistema quería dirigir la
progresión moral e intelectual del alumno.
Comenio es muy conocido por sus contribuciones a las técnicas de enseñanza que,
junto con sus principios educativos, se desarrollan en su gran obra Didáctica Magna.
En ella señala cuál es su concepto de la enseñanza que se resume en una frase suya:
"enseña todo a todos". Fue el primero en instruir lenguas tradicionales mediante el uso
de pasajes de la misma y de la traducción correspondiente en la lengua moderna.
Su Orbis Pictus (1658) muestra un mundo visible en dibujos, un libro para el
aprendizaje del latín, que parece ser el primer libro ilustrado para niños. Hoy en día
podemos encontrar muchos libros ilustrados y deberíamos tener en cuenta a Comenio,
de quien podemos claramente decir que fue su inventor. Incluso Goethe, cuya niñez
transcurrió cien años después de que se publicara Orbis Pictus, considera, con el
mayor agradecimiento a este librito, como uno de sus primeros tesoros. Durante todo el
siglo siguiente, fue imitado con ediciones cada vez más lujosas.
Pero quizá su obra más personal sea El laberinto del mundo y el paraíso del corazón,
una incisiva sátira social en la que propone que el filósofo debe refugiarse en el interior
de sí mismo, en el que llama el paraíso del corazón.
Didáctica Magna
Didáctica General
En el vientre materno se prepara el cuerpo para ser habitación del alma. En la tierra el
alma se prepara para la vida eterna, "Dios creó todo para dárselo al hombre". En ella,
el hombre debe lograr fines secundarios: criatura racional, criatura señor de las
criaturas y criatura a imagen y complacencia de su creador; va a ser conocedor de
todas las cosas, dueño de ellas y de sí mismo y como fin, tendrá la búsqueda de Dios.
Tomemos en cuenta que el hombre, para Comenius, es sabio, bueno y tiene una
inteligencia con la cual el puede percibir el conocimiento de las cosas y de Dios. Somos
un milagro, estamos hechos a su imagen y semejanza. Tenemos un esquema del
universo, estamos dotados de sentido y siempre estamos en busca constante de
aprender para llegar a una perfección y a ser felices. Comenio nos habla de la
honestidad, y la base de ésta es la armonía. También nos dice que la religión es una
forma de vida, basada en una relación esencial de una persona con el universo o con
Dios.
Nos habla de las "semillas" de Ciencia, honestidad y religión, que en muchos casos no
han dado frutos. Con esto vemos que "el hombre es hombre" cuando hace lo que tiene
que hacer en la vida: ejercicio mental, enseñanza y dar a cada quien lo que merece. La
formación de la persona se debe dar en la infancia, porque allí no tiene bien
estructurados los roles que le está marcando la comunidad; sin embargo, en la
adolescencia es donde más se debe enseñar para reafirmar los conocimientos
infundidos en la etapa anterior.
Hay que poner mucho énfasis en el modelo de padres que se tiene, porque por medio
de ellos dependerá la educación que tengan los hijos frente a la sociedad. Los
maestros son los principales moderadores primarios para dicha formación. Todos los
hombres deben ser bien preparados y educados en su vocación, para esto a algunas
personas habrá que educarlas desde la infancia ya que unas tardan más que otras
para poder asimilar un conocimiento. Pero hay que tomar en cuenta algo importante;
nadie debe ser excluido de una educación ya que es la principal fuente de sabiduría del
propio ser humano. A todos, por consiguiente, hay que tratarlos como se merecen y no
menospreciar a otros que les cuesta más trabajo asimilar una cosa, por eso también
hay que explicar todo de acuerdo a la capacidad de cada persona. Todos los hombres
deben ser encaminados a los mismos fines, son únicos e irrepetibles, con capacidades
y limitaciones con virtudes y habilidades, con aptitudes y destrezas.
Didáctica especial
"El hombre es la criatura postrera, la más absoluta, la más excelente de todas las
criaturas”. Lo fundamental para el hombre, es conocerse a sí mismo como una criatura
de Dios que está hecho a su imagen y a semejanza; con esto nos da un panorama
absoluto de lo dichosos que somos al encontrarnos en esta vida.
Ahora cabe mencionar "No debemos aprenderlo, sino haberlo aprendido", es decir que
todas las cosas sean siempre bien aprendidas por medio de un hábito y costumbre que
nos lleve a mejorar siempre como persona y como ser humano. Hay que inculcar
buenas costumbres y el arte de formar las mismas, puede expresarse en reglas
diferentes: todas las virtudes deben ser enseñadas, en primer lugar se deben enseñar
las cardinales: prudencia, templanza, fortaleza y justicia. Desde el primer momento de
la infancia se debe dar una buena educación, las virtudes se aprenden del espíritu y es
necesaria la disciplina para prevenir las malas costumbres. La piedad es un don de
Dios y nos viene del cielo, siendo doctor y maestro de ella el Espíritu Santo.
Organización escolar