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Inventario Experiencias Traumaticas

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Inventario de experiencias

(ETI-SRCol), versión colombiana:


manual de aplicación y calificación
Inventario de experiencias
traumáticas en la infancia
(ETI-SRCol), versión colombiana:
manual de aplicación y calificación

Inventario de Experiencias Traumáticas en la Infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Posada Gómez, S. L.

Inventario de Experiencias Traumáticas en la Infancia (ETISRCol), versión


colombiana: manual de aplicación y calificación / Sara Lía Posada Gómez.
Primera edición. Medellín: Sello Editorial T Tecnológico de Antioquia Institución
Universitaria, 2020
88 páginas, 24 x 17 cm.

ISBN: 978-958-52996-3-4 versión impresa


ISBN: 978-958-52996-4-1 versión digital

Psicología infantil. Traumas Psicológicos en Niños. Psicología - Manuales. Abuso


del Niño. Violencia Infantil. Psicología - Colombia. Psicología - Mediciones.
Instrumentos científicos. Niños y violencia.

CDD: 155.4078

Catalogación en la publicación Biblioteca Humberto Saldarriaga Carmona - TdeA

Referencia sugerida (APA 7th ed.):


Posada Gómez, S. L. (2020). Inventario de Experiencias Traumáticas en la Infancia
(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación. Tecnológico
de Antioquia.

Tecnológico de Antioquia -Institución Universitaria


Calle 78B 72A - 220, Medellín, Colombia, Suramérica
PBX: (+57 4) 444 3700 ext.: 2139

Colaboradores:
Pablo Borrero Copete

Corrección de estilo, diseño, diagramación e impresión


Divegráficas S. A. S.

Este libro incorpora contenidos derivados de procesos de investigación y estos


no representan, necesariamente, los criterios institucionales del Tecnológico
de Antioquia. Los contenidos son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Obra protegida por el derecho de autor. Queda estrictamente prohibida su
reproducción, comunicación, divulgación, copia, distribución, comercialización,
transformación, puesta a disposición o transferencia en cualquier forma y por
cualquier medio, sin la autorización previa, expresa y por escrito de su titular.
El incumplimiento de la mencionada restricción podrá dar lugar a las acciones
civiles y penales correspondientes.

© 2020 Todos los derechos de autor reservados.


Tabla de contenido

Introducción...................................................................................... 7

Aspectos generales......................................................................... 9
Visión general.................................................................................. 9
Antecedentes de la versión colombiana................................. 10

Experiencias traumáticas en la infancia................................... 12


Definición......................................................................................... 12
Experiencias traumáticas de maltrato..................................... 13
Efectos de las experiencias traumáticas de maltrato
desde la perspectiva del apego.................................................. 21
Clasificación del maltrato infantil............................................. 24
Abuso físico................................................................................ 24
Abuso emocional..................................................................... 25
Abuso sexual............................................................................. 27
Negligencia emocional.......................................................... 30
Experiencias traumáticas asociadas a la violencia
sociopolítica.................................................................................... 31
Desplazamiento....................................................................... 35
Secuestro.................................................................................... 36
Extorsión..................................................................................... 37
Pobreza...................................................................................... 38
Acontecimientos traumáticos generales................................. 39
Validez de apariencia y contenido............................................. 40
Validez de constructo................................................................... 41
Factor violencia sociopolítica............................................... 43
Factor pobreza......................................................................... 46

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 3
Estructura general del Inventario de Experiencias
Traumáticas en la Infancia, versión colombiana (ETI-
SRCol).............................................................................. 48
Factor 1: violencia sociopolítica.............................................. 48
Factor 2: abuso sexual................................................................. 51
Factor 3: abuso físico y emocional........................................... 51
Factor 4: acontecimientos traumáticos generales............... 52
Factor 5: pobreza........................................................................... 52

Otros aspectos que evalúa el ETI-SRCol.................................. 53


Momento en el que ocurrieron las experiencias
traumáticas.................................................................................... 53
Frecuencia de las experiencias traumáticas......................... 54
Perpetrador.................................................................................... 54
Efectos actuales y en el momento en que ocurrió
el evento traumático.................................................................... 55

Aplicación, calificación e interpretación.................................. 57


Aplicación del ETI-SRCol.............................................................. 57
Método empleado para el cálculo de las medidas
de referencia................................................................................... 57
Calificación e interpretación del ETI-SRCol........................... 58
Diferencias entre el ETI-SRCol y otros instrumentos
de valoración del trauma temprano......................................... 64

Conclusiones..................................................................................... 66

Referencias........................................................................................ 69

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


4 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Lista de tablas

Tabla 1.
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad
para población de hombres y mujeres del Factor 1: experiencias
traumáticas asociadas a la violencia sociopolítica....................... 61

Tabla 2.
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad
para población de hombres y mujeres del Factor 2: abuso
sexual........................................................................................................ 61

Tabla 3.
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad
para población de hombres y mujeres del Factor 3: abuso
físico y emocional.................................................................................. 62

Tabla 4.
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad
para población de hombres y mujeres del Factor 4: aconteci-
mientos traumáticos generales.......................................................... 62

Tabla 5.
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad
para población de hombres y mujeres del Factor 5: pobreza.... 63

Tabla 6.
Puntuación total por rangos de edad para población de
hombres y mujeres del ETI-SRCol...................................................... 63

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 5
Introducción

El Inventario de Experiencias Traumáticas-Auto Reporte


(ETI-SR1, por sus siglas en inglés) (Bremner et al., 2000) es un
instrumento de valoración de la presencia y frecuencia de
experiencias traumáticas ocurridas antes de los 18 años, el cual
presenta adecuadas propiedades psicométricas (Plaza et al.,
2011); además, ha sido traducido a diferentes idiomas y adaptado
en diferentes países.

La versión colombiana del ETI-SR fue adaptada y validada


por Posada et al. (2019), contó con la colaboración de uno de los
autores de la versión española del inventario, la doctora Ana Plaza
(Plaza et  al., 2011). Esta versión denominada ETI-SRCol evalúa
la presencia de experiencias de maltrato y de acontecimientos
traumáticos generales y, especialmente, las experiencias
traumáticas asociadas a la violencia sociopolítica en población
colombiana; adicionalmente, da respuesta a la necesidad de
evaluar de manera confiable este tipo de eventos en la edad
adulta. Su uso favorece la investigación del trauma infantil en
Colombia y, por lo tanto, aporta a la investigación transcultural
sobre trauma temprano, además, permite el estudio del trauma
infantil en el marco del posconflicto (Posada et al., 2019).

1 El ETI-SR es la versión auto reporte del ETI (Bremner et al., 2000).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 7
Este manual (ETI-SRCol) presenta, de manera específica, la
información asociada a cada uno de los cinco factores que agrupan
las experiencias traumáticas en la infancia. El Factor 1, “violencia
sociopolítica”, agrupa veinte ítems que evalúan la vivencia de
experiencias de amenaza, pérdida, presión, maltrato y tortura,
asociados a eventos tales como desplazamiento, secuestro y
extorsión. El Factor 2, “abuso sexual”, lo componen diecisiete
ítems que evalúan la exposición a experiencias de tipo sexual no
deseadas o que ocurrieron en contra de la voluntad de la persona.
El Factor 3, denominado “abuso físico y emocional”, agrupa quince
ítems que valoran la ocurrencia de eventos de maltrato físico
como golpes, quemaduras, azotes, etc., y maltrato emocional
tales como gritos, humillaciones, trato frío e indiferente, entre
otros. El Factor 4, “acontecimientos traumáticos generales”, está
conformado por veintidós ítems que identifican la vivencia de
otro tipo de eventos estresantes durante la infancia, tales como
muertes, antecedentes de consumo de alcohol en los padres,
robos, lesiones personales, separación de los padres, entre otros.
Finalmente, el Factor 5, “pobreza”, indaga por la carencia de
recursos para satisfacer necesidades básicas como la alimentación
y para acceder a educación, vivienda y salud antes de los 18 años;
este factor agrupa siete ítems.

De igual forma, este manual describe el desarrollo de las


propiedades psicométricas del instrumento, los antecedentes y
lineamientos para su aplicación y calificación.

Finalmente, su uso puede ser útil con fines clínicos e


investigativos, debido a las adecuadas propiedades psicométricas
reportadas (Posada et  al., 2019). De igual manera, este manual
es una herramienta que, al estar disponible en laboratorios de
psicología, facilita el uso del instrumento por parte de estudiantes
y docentes de psicología, así como de áreas afines.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


8 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Aspectos generales

Visión general

El ETI-SRCol (Posada et  al., 2019) es un instrumento de


valoración del trauma temprano, el cual evalúa la ocurrencia y
frecuencia de experiencias traumáticas de maltrato, violencia
sociopolítica, acontecimientos traumáticos generales y pobreza,
antes de los 18 años de edad. El manual está agrupado en cinco
factores o dominios diferentes: 1. Denomina las experiencias
traumáticas en el contexto de violencia sociopolítica e incluye
la valoración de la ocurrencia y la frecuencia de experiencias de
desplazamiento, secuestro y extorsión. 2. Evalúa la ocurrencia y
frecuencia de experiencias traumáticas de abuso sexual. 3. Valora
la vivencia de experiencias de abuso físico y emocional. 4. Evalúa
la ocurrencia de acontecimientos traumáticos generales. 5. Valora
las experiencias traumáticas relacionadas con la pobreza.

Los factores 1, 4 y 5 (violencia sociopolítica, acontecimientos


generales y pobreza) evalúan solamente la ocurrencia y frecuencia
de estos eventos, en tanto que los factores 2 y 3 (abuso sexual y
abuso físico y emocional) evalúan la ocurrencia y frecuencia de las
experiencias traumáticas, la edad en que ocurrió, el perpetrador
y la percepción del efecto emocional en el momento en el que
ocurrieron los hechos. Todos los factores evalúan la percepción
de los efectos actuales de las experiencias traumáticas a nivel
emocional, laboral, académico, social y familiar.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 9
Antecedentes de la versión colombiana

Son numerosos los instrumentos que se han desarrollado para


evaluar los eventos traumáticos ocurridos antes de los 18 años.
Sin embargo, algunos de ellos no disponen de publicaciones sobre
sus propiedades psicométricas, y otros suelen ser una medida
singular de un tipo de trauma como, por ejemplo, el abuso sexual
(Bremner et  al., 2007; Burgermeister, 2007; Ordóñez-Camblor
et al., 2016).

El Inventario de Trauma Temprano (ETI, por sus siglas


en inglés y su versión original) (Bremner et al., 2000) es una
entrevista semiestructurada desarrollada con el fin de suplir
la necesidad de evaluar el trauma infantil de una manera
confiable, la cual permite la comprensión de este a nivel
investigativo y clínico (Bernstein et al., 1994; Bifulco et al., 1994;
Fink et al., 1995; Sanders & Becker-Lausen, 1995); consta de 56
ítems, los cuales se agrupan en cuatro dominios del trauma
temprano (abuso sexual, emocional, físico y acontecimientos
traumáticos generales). La entrevista permite valorar la
frecuencia, el perpetrador, la edad de inicio y la finalización de
cada evento traumático ocurrido antes de los 18 años. Sobre
este instrumento se conocen las propiedades psicométricas de
confiabilidad entre evaluadores (r =0.99), fiabilidad test-re-test
(r =0.91) y consistencia interna (α de Cronbach =0.95) (Bremner
et al., 2000).

Posteriormente, aparece el Early Trauma Inventory–Self Report


(Bremner et al., 2007) como modificación de la versión original
(Bremner et al., 2000); conserva el formato de la primera, en

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


10 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
cuanto al número de dominios del trauma temprano que evalúa,
pero amplía el número de ítems, así: trauma general (31 ítems),
abuso físico (9 ítems), abuso emocional (7 ítems) y abuso sexual
(15 ítems). El ETI-SR (Bremner et al., 2007) ha sido adaptado y
traducido a varios idiomas, presentando adecuadas propiedades
psicométricas (Jeon et al., 2012); también ha sido usado para
estudiar las repercusiones del trauma infantil en la neurobiología
y la psicopatología de poblaciones adultas (Plaza et al., 2011).
Finalmente, la versión española del instrumento (Plaza et al., 2011)
fue adaptada y validada en población colombiana por Posada et
al. (2019); según las propiedades psicométricas de esta nueva
versión del instrumento, denominado ETI-SRCol, se considera un
instrumento confiable para medir las experiencias traumáticas en
la infancia, además de ser aplicable a nivel clínico e investigativo.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 11
Experiencias traumáticas
en la infancia

Definición

Las experiencias traumáticas en la infancia hacen referencia


a distintos eventos que ocurren en la niñez y en la adolescencia,
aquellas impiden e impactan de manera negativa el desarrollo
evolutivo, generando estrés y malestar; además, suelen poner
en riesgo la integridad física y psicológica de quienes las
experimentan (Borja & Ostrosky, 2013; Burgermeister, 2007).
Algunos eventos adversos o hechos traumáticos en la infancia
pueden causar daños a la salud, al desarrollo físico y a la dignidad
del niño o, incluso, pueden llevar a representar un riesgo real
para su supervivencia (Borja & Ostrosky, 2013); suelen darse en el
contexto de una relación de responsabilidad, confianza y poder
que representa desatención y negligencia, las cuales conllevan al
abuso físico, emocional y sexual.

Otros tipos de experiencias o acontecimientos traumáticos,


tales como el secuestro, la extorsión o el desplazamiento en la
infancia, se asocian, comúnmente, a la violencia sociopolítica.
El incremento en la probabilidad de ocurrencia de estos eventos
guarda relación con la particularidad política, social y económica
de ciertos países o contextos. Se consideran experiencias
traumáticas dado el nivel de riesgo sobre la integridad física y
psicológica de quienes las viven, pues pueden causar deterioro
de la calidad de vida y limitación en el acceso a oportunidades
(Gómez-Restrepo et al., 2004).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


12 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Experiencias traumáticas de maltrato

Las experiencias traumáticas de maltrato en la infancia


hacen referencia a aquellos eventos que representan abuso o
desatención en el menor. La Organización Mundial de la Salud
(citado por Krug et  al., 2003) reconoce cuatro categorías de
maltrato infantil: abuso físico, abuso sexual, abuso emocional y
negligencia infantil.

Técnicamente, las experiencias de abuso no se diagnostican,


en la medida en que estas no son un síndrome clínico compuesto
por efectos previsibles y consistentes; estas son definidas como
eventos vitales que suelen estar asociados a un amplio número de
secuelas o efectos físicos y psicológicos (Kuehnle, 1998).

En relación con la prevalencia de este tipo de experiencias, los


datos arrojados por la Organización Mundial de la Salud (2020)
muestran que una cuarta parte de los adultos manifiestan haber
experimentado alguna experiencia traumática intrafamiliar en la
niñez. Por ejemplo, con relación al abuso físico, 1 de cada 5 mujeres
y 1 de cada 13 hombres expresan haber tenido abusos sexuales en
la niñez. Se calcula que cada año mueren por homicidio 41.000
menores de 15 años. Esta cifra subestima la verdadera magnitud
del problema, dado que una importante proporción de las muertes
debidas a este tipo de eventos se atribuyen erróneamente a
caídas, quemaduras, ahogamientos y otras causas.

Entre los años 2012 y 2013 se presentaron 16.457 casos


de maltrato infantil, siendo 51.5% en niños y 48.5% en niñas.
Considerando el rango de edad, el porcentaje de denuncias entre
los 10 y 12 años fue del 35%; entre 6 y 10 años, del 36%; entre 0

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 13
y 6 años, del 25%; y en mayores de 18 años, del 6% (Colombia.
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 2016). En el año 2015,
de acuerdo con la edad, el 39.8% de las víctimas atendidas fueron
menores de 6 años, el 30.2% tenían entre 6 y 12 años y el 28.7%
corresponde a adolescentes entre los 12 y 18 años.

El análisis acumulado de los procesos de protección, hasta


marzo de 2015, mostró cuatro motivos que representaron el 45.4%
casi la mitad de los abusos de ese año: maltrato infantil (21.2%),
violencia sexual (13.5%), abandono (5.7%) y el 5% restante, el
consumo de sustancias psicoactivas. De esta manera, el número
de procesos por maltrato infantil reportados en 2015 llegó a
1.828 antes de finalizar el año. Pese a que estos datos ponen de
manifiesto una reducción del 23% frente a los casos reportados
en el 2014 (los cuales ascendieron a 20.268), es preocupante
que por lo menos cuatro menores de 18 años en Colombia sean
víctimas de acontecimientos de esta índole diariamente (El País.
Colombia, 2015).

En el año 2018 se registró una prevalencia igualmente alta.


En Colombia, se informó que quienes más sufrieron la violencia
fueron las niñas y adolescentes mujeres, con el 68% de los casos
(Colombia. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 2018).
El abuso sexual es el tipo de violencia que más afecta a la niñez
y a la adolescencia en Colombia. En este tipo de violencia, las
cifras siguen en aumento; mientras que en el 2016 se registraron
26 casos diarios, en el 2018 se llegó a los 37.  Entre enero y
septiembre de 2018, se atendió un total de 7.486 casos: de ellos,
5.488 por negligencia; 1.573 por maltrato físico; 399 por maltrato
psicológico; y 26 por otros tipos de agresión (Colombia. Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, 2018).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


14 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
De manera específica, Bogotá es la región del país en la que se
presenta el mayor número de atenciones por violencia, con 4.155
casos, le siguen Valle del Cauca (1.900), Cundinamarca (1.069),
Atlántico (1.067), Nariño (967), Córdoba (942), Antioquia (818),
Magdalena (814), Bolívar (697), Huila (666), Cesar (619), Meta
(583), Boyacá (435), Caldas (403), Sucre (363), Norte de Santander
(348), Tolima (342), La Guajira (342), Cauca (317), Risaralda
(314), Quindío (271), Caquetá (263), Santander (226), Casanare
(224), Putumayo (133), Chocó (103), Arauca (77), Amazonas (73),
Guaviare (35), Guainía (18), San Andrés (13), Vaupés (11) y Vichada
(9). Ahora bien, aunque el mayor número de casos se registra en
las regiones del país con mayor población, al comparar las cifras
por cada 100.000 habitantes, el escalafón se modifica: Magdalena
(63 casos), Cesar (58), Meta (57), Huila (56), Nariño (53), Córdoba
(53), Bogotá (51), Atlántico (42) y Valle del Cauca (40), entre las que
registran los mayores casos.

Según datos reportados por el Instituto Colombiano de


Bienestar Familiar (ICBF), entre enero y febrero de 2020 un total de
1.796 menores entraron a restablecimiento de derechos, siendo
los más perjudicados los que tenían edades entre los 12 y 17 años.
Entre marzo y abril fue reportada la apertura de 1.250 procesos
administrativos de restablecimiento de derechos  a niños que
fueron vulnerados al interior de sus hogares (El Tiempo, 2020). El
incremento considerable de casos en los últimos meses podría
ser una lamentable consecuencia de la temporada de aislamiento
obligatorio que atraviesa el país a causa de la pandemia del
coronavirus. En Conclusión, en la actualidad se tiene un total de
65.000 niños en proceso de restablecimiento de derechos en todo
el territorio colombiano (El Tiempo, 2020).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 15
Frente a este panorama de violencia en contra de la población
infantil en Colombia, es urgente una mayor corresponsabilidad
entre el Estado, la sociedad y las familias para su prevención
e intervención. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
propone una estrategia con tres grandes componentes:
fortalecimiento del sistema judicial, prevención y atención integral
y protección para niños víctimas de violencia (Colombia. Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, 2018; El Tiempo, 2020).

Ahora bien, con relación a la clasificación del maltrato, Manly


et al. (1994) plantean un sistema de clasificación que incluye
dimensiones del maltrato, tales como el tipo, la severidad, la
frecuencia y cronicidad, la identidad del perpetrador y periodo de
desarrollo del niño durante el tiempo que transcurre el evento;
este es considerado uno de los sistemas de clasificación más
confiable frente a este tipo de violencia (Muela Aparicio, 2008).

Desde esta perspectiva, por ejemplo, el abuso sexual


coexistente no será considerado el tipo de maltrato predominante
si es menos severo o frecuente que otros tipos de maltrato sufridos
por el menor, lo que sí ocurre con la clasificación jerárquica simple
del maltrato infantil. Con el sistema de clasificación de Barnett
et al. (1993), el tipo de maltrato se complejiza cuando el menor
ha sufrido varios tipos de maltrato que varían en su severidad
o cuando este tiene una duración diferente y ocurre en diversos
momentos del desarrollo (English, Bangdiwala, et al., 2005).

En este sentido, al considerar la perspectiva de la


psicopatología evolutiva, entendida como el estudio de
los orígenes y el curso de los patrones individuales de
desadaptación conductual cualquiera sea el comienzo, las
causas o transformaciones de su manifestación en la conducta, y

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


16 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
cualquiera que sea el curso del patrón evolutivo (Sroufe & Rutter,
1984), se espera que la severidad y el tipo de acontecimiento
traumático tenga un impacto diferencial en la adaptación del
niño. Esto depende de la etapa de desarrollo en la que transcurra
ya que el supuesto sería que el normal desarrollo conlleva a
la integración exitosa de capacidades cognitivas, biológicas,
socioemocionales y representacionales, permitiéndole al niño
una adecuada adaptación en el futuro (Cicchetti & Barnett, 1991;
Corral-Proaño & Díaz-Mosquera, 2019).

En relación con el impacto de estos acontecimientos


traumáticos a largo plazo, se ha encontrado que, si bien en algunos
casos los síntomas de trastornos mentales como indicadores de
desadaptación puede remitir, en otros suelen intensificarse, en
particular cuando no se ha tenido una intervención oportuna. Al
parecer, la sintomatología tiende a manifestarse de acuerdo al
momento del desarrollo (Lameiras Fernández, 2002; Mwachofi et
al., 2020).

Por ejemplo, el estudio de Manly et al. (2001), con 814 niños, de


los cuales 492 habían sufrido uno o varios tipos de experiencias
traumáticas, encontró que el maltrato en la infancia temprana
(0-2 años) tiene un efecto a largo plazo en la adaptación posterior
en la mediana infancia. Los pequeños que solo habían sufrido
maltrato en la infancia temprana, evidenciaban más síntomas
externalizantes y eran descritos como niños más agresivos y
menos solidarios que sus iguales no maltratados (Acosta Moya
et al., 2017).

Con respecto a la severidad de los tipos de eventos traumáticos


en el contexto de violencia intrafamiliar durante los diferentes
períodos de desarrollo, se ha subrayado el importante papel

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 17
que juega el maltrato emocional en el posterior funcionamiento
desadaptativo. Los niños que experimentan un severo maltrato
emocional durante la infancia temprana y período preescolar
son más agresivos y se caracterizan por una pobre capacidad
para responder a las demandas del ambiente con flexibilidad,
recursos y responsabilidad, dependiendo de las características de
la situación (Manly et al., 2001; Navarro-Atienzar et al., 2019). En
otras palabras, el maltrato emocional parece ser el tipo de abuso
que mayor dificultad presenta, seguido del maltrato físico y abuso
sexual, en este respectivo orden (Colombia. Ministerio de Salud y
Protección Social, 2018; Manly et al., 1994, 2001).

En lo que se refiere al maltrato emocional, acompañado de la


negligencia, se ha encontrado que los niños que lo padecen en la
infancia temprana desarrollan unos modelos representacionales
de las relaciones, cuya característica principal es la incapacidad
de cumplir sus necesidades y las de los demás, de forma afable.
En el período preescolar, la negligencia infantil se ha relacionado
con la sintomatología internalizante y el aislamiento. El hecho de
que los niños de edad preescolar se den cuenta de ellos mismos
en relación con los demás, puede hacerles más sensibles a los
déficits que tienen en el entorno; aunque todavía sus capacidades
cognitivas no están lo suficientemente desarrolladas como
para ayudarles a interpretar las razones de esos déficits (Muela
Aparicio, 2008). Según Manly et al. (2001), es probable que se
culpabilicen por el maltrato y reaccionen incrementando el
afecto negativo internalizado.

Por ejemplo, Manly et al. (1994) midieron el impacto del tipo de


acontecimiento traumático o maltrato, su frecuencia, cronicidad
y severidad en la competencia social y en los problemas
de conducta de los niños maltratados. Los casos de mayor

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


18 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
gravedad mostraban una competencia social más deteriorada
y un incremento de problemas de conducta en los niños. El
estudio enfatizó la interacción entre la severidad y frecuencia,
encontrando que el maltrato de baja gravedad que ocurre
constantemente está relacionado con problemas adaptativos. Lo
anterior concuerda con otros hallazgos reportados por Ramírez
Herrera (2006), quien revisó ampliamente los estudios sobre
las consecuencias psicológicas de la violencia intrafamiliar en
Colombia. Los hallazgos reportaron déficits cognoscitivos y
académicos importantes; así como dificultad para iniciar tareas
de manera espontánea, pobre motivación hacia el estudio y un
funcionamiento intelectual limitado.

En otros estudios se mostró déficit en el lenguaje tanto receptivo


como expresivo, incluyendo limitación en la comunicación
funcional y en el lenguaje coherente. Igualmente, suele presentarse
déficit en la expresión de verbalizaciones referentes a estados
internos, es decir, son niños que se les dificulta expresar sentimiento
de cualquier tipo, emociones hacia otros y necesidades que se
presentan, pues han desarrollado un mecanismo que les impide
expresar algo que están sintiendo, pues en algún momento del
maltrato pudieron sentir que no les era permitido expresar este
tipo de sensaciones.

En relación con la autonomía, se presenta un desarrollo


un poco más alto que el de los niños no maltratados, pues los
niños maltratados físicamente aprenden a desarrollar cierta
autonomía, ya que entienden que sus padres no tienen la
capacidad de cuidarlos lo suficiente y aprenden a cuidarse solos,
dado el abandono físico y emocional al que son expuestos. En
consecuencia, podría decirse que la presencia de acontecimientos
traumáticos tempranos sitúa en riesgo extremo la posterior

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 19
adaptación. Debido a que son aspectos críticos, la formación del
apego y el desarrollo de la autonomía del self, el maltrato infantil
antes de los tres años incrementa el riesgo de crear relaciones
de apego inseguras, así como desajustes en el proceso del auto
sistema. Por ejemplo, una investigación sugiere que los niños que
tenían una notificación de maltrato entre 0 y 1 año mostraban
mayores conductas externalizantes que los niños que tenían
la primera notificación con una edad más avanzada (English,
Upadhyaya, et al., 2005).

Por su parte, la dimensión perpetradora, y de manera particular


la relación niño-perpetrador, puede afectar de forma significativa
el nivel de confianza y seguridad que percibe el niño. Se considera
que si el perpetrador es el cuidador prioritario, el acontecimiento
tendrá, posiblemente, un impacto más negativo que si este es
llevado a cabo por un desconocido (Manly et al., 1994; Mwachofi
et al., 2020). La conducta del perpetrador puede relacionarse
con la crianza, la personalidad y la psicopatología del sujeto, lo
cual amerita mayor profundidad investigativa en el momento de
entender, no solo la violencia intrafamiliar, sino también el peso
que puede tener a nivel de riesgo para el desarrollo de trastornos,
tales como la depresión (Acosta Moya et al., 2017; Cicchetti &
Barnett, 1991).

En cuanto a la dimensión frecuencia/cronicidad, estas


interactúan con la etapa de desarrollo en la que se encuentra
el niño; así, un acontecimiento traumático intrafamiliar de tipo
crónico afecta a múltiples estadios del desarrollo, mientras que
la secuela de un único episodio maltratante de corta duración
puede ser superada con mayor facilidad (Cicchetti & Toth, 2005).
Esta dimensión también interactúa con la severidad del maltrato,
ya que si el evento no es tan severo, puede ser catalogado solo

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


20 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
como maltratante si se da un patrón crónico (Manly et al., 2001).
Numerosos estudios han puesto en evidencia que la dimensión
frecuencia/cronicidad influye de manera significativa en la
predictibilidad del funcionamiento posterior del niño expuesto
(Muela Aparicio, 2008; Mwachofi et al., 2020). Esta nosología del
maltrato guarda relación con los aspectos que evalúa el ETI-SRCol
y sus versiones anteriores.

Efectos de las experiencias traumáticas de maltrato


desde la perspectiva del apego

La teoría del apego2 de John Bowlby, desarrollada durante


los años 1969 a 1980 (Moneta C., 2014), constituye uno de
los planteamientos más sólidos en el campo del desarrollo
socioemocional, lejos de verse debilitada con el paso del tiempo,
dicha teoría se ha afianzado y enriquecido por una gran cantidad
de investigaciones realizadas en los últimos años que la han
convertido en una de las principales áreas de investigación
evolutiva. Desde sus formulaciones iniciales, a finales de 1950,
ha tenido importantes modificaciones que la han consolidado
y fortalecido, pues su surgimiento ha sido considerado un hito
fundamental de la psicología contemporánea.

El eje central de la teoría del apego es la seguridad, lo que su


autor denomina base segura (Bowlby, 1969, citado por Ordóñez-
Camblor, 2015), sustentado en la necesidad del ser humano de
sentir seguridad, la cual permite los procesos de exploración.
El apego es, entonces, el medio que permite al infante lograr la
protección y la auto regulación en un vínculo afectivo intenso,
duradero y singular. Así, este autor propone que las interacciones

2 Esta teoría fue creada inicialmente sobre planteamientos teóricos psicoanalíticos (Oliva Delgado,
2004).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 21
tempranas con las figuras de apego son interiorizadas y
mantenidas hasta la adolescencia, como esquemas relacionales
nucleares implícitos, conocidos como modelos de trabajo internos,
los cuales generan expectativas sobre uno mismo y los otros,
regulando las respuestas cognitivas, conductuales y afectivas en
las relaciones interpersonales, pero también son prototipos para
las relaciones a lo largo de la vida. De esta forma, los tipos de
apego y los modelos de trabajo interno son importantes para la
comprensión de la psicopatología (Moneta C., 2014).

Existen dos conceptos importantes relacionados con la teoría


del apego. El primero hace referencia a las estrategias comporta-
mentales, referidas a aquellas que implementa la persona para
adaptarse al medio. En la teoría de Bowlby (Ordóñez-Camblor,
2015), el sentido estricto del uso inicial de este concepto se refiere
a aquellas estrategias que utiliza el niño para acceder a la figu-
ra de apego. El segundo concepto alude a la desorganización del
apego, el cual hace referencia al fracaso o colapso de las estrate-
gias organizadas.

Así, los modelos internos de trabajo, las estrategias y el apego


desorganizado son conceptos relevantes en la compresión de las
vías patogénicas que llevan desde las experiencias traumáticas
infantiles hasta los trastornos mentales (Corral-Proaño & Díaz-
Mosquera, 2019; Ordóñez-Camblor, 2015; Soarez & Dias, 2007).
Se han descrito cuatro patrones de apego: apego seguro, apego
ansioso ambivalente, apego ansioso evitativo y apego ansioso
desorganizado, los cuales se desarrollan en función de las
respuestas que reciben los niños a sus demandas de alivio,
comodidad y protección.

El maltrato infantil ha sido considerado un predictor


importante en la etiología de múltiples trastornos emocionales

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


22 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
y conductuales desfavorables, entre ellos estrés postraumático,
ansiedad, depresión, fobias sociales, entre otros. Adicionalmente,
se encuentra una variable explicativa que sugiere la existencia
de una relación entre las experiencias de maltrato infantil y
los estilos de apego post-abuso y los resultados emocionales
y conductuales. Por ejemplo, con relación a la depresión, los
estudios han reportado asociación con desorganización temprana
del apego (Agerup et  al., 2015; Corral-Proaño & Díaz-Mosquera,
2019; Ordóñez-Camblor, 2015). En adultos, la desorganización de
la conducta del apego en la infancia se ha asociado con traumas y
pérdidas significativas.

De acuerdo con la teoría del apego, las experiencias tempranas


de maltrato vulneran la presencia de un patrón desorganizado de
vinculación, lo cual conlleva a efectos negativos en el desarrollo.
Así, las experiencias traumáticas o adversas en la infancia
conllevarían a la distorsión del desarrollo de los esquemas
mentales, la desregulación afectiva y la alteración de los procesos
relacionales, vulnerando la presencia de la psicopatología
(Mwachofi et al., 2020; Ordóñez-Camblor, 2015).

Desde la teoría del apego se encuentra un marco que explicaría


cómo un estilo interpersonal disfuncional, que surgiría desde la
primera infancia, perpetuaría la vulnerabilidad de los trastornos
afectivos. La teoría del apego se ha utilizado cada vez más como
un modelo explicativo de gran alcance para la psicopatología
(Corral-Proaño & Díaz-Mosquera, 2019); desde su enfoque inicial
en la conducta de los padres, su aplicación se ha ampliado para
dar cuenta de los factores psicosociales asociados con el trastorno
depresivo mayor, y más recientemente con los trastornos de
ansiedad (Bifulco et al., 2006). Se ha demostrado que los estilos
de apego inseguros (ansiosos/ambivalentes o evitación) se

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 23
asocian con mayores niveles de psicopatología, incluyendo la
depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias; mientras que
el estilo de apego seguro se refiere constantemente a una mejor
salud mental, pero ha habido poca o inconsistente especificidad
en la relación del tipo de estilo de apego inseguro con el tipo de
trastorno psiquiátrico (Bifulco et al., 2002, 2006; Corral-Proaño &
Díaz-Mosquera, 2019).

Clasificación del maltrato infantil

La Organización Mundial de la Salud plantea que:

El maltrato o la vejación de menores abarca todas las formas


de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido
o negligencia o explotación comercial o de otro tipo, que
originen un daño real o potencial para la salud del niño, su
supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una
relación de responsabilidad, confianza o poder (OMS, 1999,
citada por Camarena Rivera, 2016, p. 9).

A continuación, se presenta la definición de los principales


tipos de abusos en la infancia.

Abuso físico

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002), el abuso


físico se refiere a actos infligidos por un cuidador, que causan
un daño físico real o tienen el potencial de provocarlo; incluye
traumatismo o quemaduras, asfixia o sofocamiento, moretones,
cortadas, laceraciones en alguna de las partes del cuerpo y, en
ocasiones, envenenamiento (Krug et al., 2003). Otra definición de
abuso físico se refiere a:

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


24 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Cualquier acto intencional producido por un padre o cuidador
que cause o pudiera haber causado lesiones o daños físicos
en el niño, estén relacionadas o no con la disciplina. En esta
categoría se incluyen daños como resultado de castigos
físicos severos, agresiones deliberadas con instrumentos o
sin instrumentos, así como cualquier otro acto de crueldad
física hacia los niños (Gracia Fuster, 1993, citado por Camarena
Rivera, 2016, p. 25).

Las lesiones ocasionadas en este tipo de abuso pueden ser


internas, generando incluso hemorragias y perforaciones o, en
el peor de los casos, fracturas en estructuras craneales, entre
otras. Por su parte, las lesiones externas son aquellas que dejan,
generalmente, marcas de objetos en la piel. Existen, también,
reportes de abuso físico que pueden incluir ambos tipos de
lesiones. Según el grado de severidad, las lesiones pueden
clasificarse en leves o graves. Las lesiones graves son aquellas que
ocasionan discapacidad y muerte, entre ellas está el síndrome del
niño sacudido, el cual ocasiona un porcentaje aproximado de 65%
a 85% de muertes (Loredo-Abdalá, 2008).

Con relación a los efectos de este tipo de abuso, algunos


estudios han encontrado que, al igual que el abuso sexual, el
abuso físico ocurre en el contexto de otras formas de maltrato, y
se asocia de manera significativa con la presencia de problemas
emocionales en la edad adulta (Al Shawi et al., 2019; Humphreys
et al., 2020; Mandelli et al., 2015; Morales-Toro et al., 2019; Ortiz-
Guzmán et al., 2018).

Abuso emocional

Este tipo de abuso se concibe cuando el cuidador no ofrece


las condiciones necesarias y tiene comportamientos tales como

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 25
la restricción del movimiento, la denigración, la humillación, la
discriminación, el rechazo, el uso de amenazas, la hostilidad, entre
otras formas de comportamiento no físico con el menor. Indica actos
que incluyen el rechazo, como negarse a admitir la legitimidad e
importancia de las necesidades del niño y el aislamiento como, por
ejemplo, privar al niño de oportunidades para entablar relaciones
sociales (Gómez, 2006). El abuso emocional puede involucrar,
además, la ridiculización, e intimidación y, en general, puede incluir
privación de estimulación necesaria, limitando el crecimiento
emocional y el desarrollo intelectual (Krug et al., 2003).

El abuso o maltrato psicológico también ha sido definido


como un patrón repetitivo de interacciones perjudiciales entre
el cuidador y el niño; en ocasiones, suele convertirse en un
patrón crónico y, en otras, puede ocurrir cuando el cuidador
está bajo efectos de alguna sustancia y en pocas ocasiones suele
presentarse de manera ocasional (Gómez, 2006).

El abuso emocional puede involucrar una o varias formas de


relación con el menor, mediadas por el uso de comportamientos
por parte del cuidador que involucran el aterrorizar, amenazar,
explotar, rechazar, ignorar, insultar, humillar o ridiculizar al menor
en privado o en presencia de otros. Por otro lado, puede involucrar
la falta de atención a las necesidades emocionales, educativas y
médicas, al igual que la exposición del menor al aislamiento u
otras formas degradantes de reclusión. Este tipo de violencia o
abuso suele ser perpetrada de manera habitual por personas con
quienes el menor tiene un vínculo emocional cercano. Algunos
estudios han reportado que los padres o cuidadores principales
suelen ser los perpetradores más comunes; se reporta que el 73%
de todos los casos de abuso emocional a niños identifican a uno
de los padres biológicos como perpetradores. Sin embargo, el

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


26 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
abuso emocional también puede ser perpetrado por otro tipo de
actores distintos a los padres, tales como profesores, compañeros
o parejas (Liu et al., 2012).

A diferencia del abuso físico (que suele estar acompañado de


heridas o marcas visibles en el cuerpo del menor), el maltrato
emocional suele ser difícil de identificar tanto para las víctimas
como para terceros, pero sus efectos están lo suficientemente
documentados. Los estudios plantean que los menores expuestos
a este tipo de abusos en edades tempranas del desarrollo suelen
tener efectos emocionales, comportamentales y cognitivos que
permanecen hasta la edad adulta, lo que se asocia con aislamiento,
apego inseguro, dificultades en la regulación emocional (Zhang
et  al., 2020), dificultad para relacionarse y trastornos mentales
como la depresión y la ansiedad (Infurna et  al., 2016). Por otro
lado, las consecuencias de la violencia emocional suelen variar
dependiendo de la forma que esta adopte. Los niños que fueron
aterrorizados de forma reiterativa por sus padres o cuidadores
tienden a desarrollar ansiedad y trastornos somáticos en la edad
adulta, mientras que aquellos que fueron ignorados o rechazados
pueden tener riesgo a desarrollar otro tipo de trastornos (Infurna
et al., 2016).

Abuso sexual

Por su parte, este tipo de abuso hace alusión a la actividad de


tipo sexual de un adulto hacia un menor de 18 años. El abuso sexual
puede incluir contacto físico, utilizando la fuerza o la amenaza,
sin tener en cuenta la edad del niño/a que, además, no tiene
comprensión de la situación de carácter sexual; este puede llegar
a incluir penetración o violación, incesto y hostigamiento sexual.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 27
El abuso sexual sin contacto físico involucra la producción
o uso de material pornográfico, voyerismo, exhibicionismo e
inducción a la prostitución. De igual manera, este tipo de abuso
puede clasificarse en intra y extra familiar, dependiendo del
lugar del evento y de las personas involucradas en el abuso o los
perpetradores (Krug et al., 2003).

En cuanto a la figura del perpetrador, las investigaciones


reportan que es frecuente que las agresiones de este tipo de
abuso sean llevadas a cabo por personas conocidas o miembros
de la familia, en comparación con los abusos sexuales llevados a
cabo por extraños (Acosta Moya et al., 2017; Finkelhor et al., 2005;
B. Gallagher et  al., 2008). Sin embargo, la forma de actuar del
agresor puede estar en función de variables como la edad y las
características de la víctima; además, el uso de estrategias, tales
como la amenaza, suelen utilizarse por parte de perpetradores
cuando la víctima es un niño mayor.

No obstante, el estudio de Pereda y Forns (2007) encontró


un reporte frecuente de amenazas y fuerza física en víctimas
de abuso sexual. Por su parte, Gannon y Rose (2008) plantean
que en el abuso sexual llevado a cabo por mujeres, el uso de la
fuerza física es menor en comparación al abuso llevado a cabo
por hombres; sin embargo, los datos no son consistentes. Es
usual que el abuso sexual llevado a cabo por mujeres se haga en
compañía de un hombre.

Con relación al género, los estudios indican que la probabilidad


de ser víctima de abuso sexual es de 2 a 3 veces mayor entre
niñas que entre niños (Finkelhor et al., 2005; B. Gallagher et
al., 2008; Molina Machado et al., 2019), pero los datos no son lo

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


28 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
suficientemente claros sobre cuál es el género de las víctimas con
relación al género del victimario, particularmente cuando este es
mujer (Gannon & Rose, 2008).

Otros estudios indican que la preadolescencia es el momento


del desarrollo en el que se presenta un porcentaje alto de reporte
de abusos sexuales (Pereda Beltran, 2009). Frente a la frecuencia
de ocurrencia del abuso sexual, los estudios muestran que este
tiende a ocurrir entre 1 y 2 veces. Con relación al lugar donde
ocurre, se ha reportado que se da, generalmente, en calles o
espacios abiertos cuando la víctima no está en compañía de otras
personas (B. Gallagher et  al., 2008). Por otro lado, con relación
al reporte o revelación del evento traumático asociado al abuso
sexual, este es menos probable cuando el hecho ha ocurrido en
una edad de inicio temprana y cuando el agresor es conocido
(Acosta Moya et al., 2017).

Un aspecto relevante, la relación de los efectos a largo plazo de


este tipo de abuso guarda relación con los “efectos durmientes”.
Este fenómeno hace referencia a la aparición tardía de
manifestaciones o cambios significativos en el comportamiento
sin una causa clara. Algunos estudios han revelado un tiempo
de aparición de estos efectos hasta de un año posterior a los
hechos e incluso más tarde en la edad adulta, a consecuencia
de eventos que ponen nuevamente a la persona en posición de
víctima o algunos estresores similares (Widom, 1999). Por otro
lado, este tipo de abuso ha sido asociado a dificultad en el inicio
y el mantenimiento de las relaciones interpersonales, al igual que
con la pérdida de confianza en los demás.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 29
Finalmente, en cuanto a la relación específica entre la
presencia de abuso sexual en la infancia y los trastornos mentales
en la edad adulta, la evidencia sugiere que la presencia de este
a temprana edad puede incrementar el riesgo a desarrollar
síntomas de ansiedad, baja autoestima, dificultades sexuales,
culpa y depresión, riesgo de suicidio y depresión crónica en la
edad adulta. Sus efectos suelen ser peores al compararlo con
otros tipos de experiencias tempranas, tales como indiferencia, la
falta de cuidado parental y el abuso físico (Corral-Proaño & Díaz-
Mosquera, 2019; Humphreys et al., 2020; Mandelli et al., 2015;
Morales-Toro et al., 2019; Mwachofi et al., 2020).

Negligencia emocional

Según la OMS (2002), la negligencia se refiere a la falta de


atención y cuidado por parte de los cuidadores o personas
responsables de garantizar la supervivencia y cubrimiento de las
necesidades del niño, estando en condiciones de hacerlo (Krug
et al., 2003). Esta falta de atención se presenta en una o más de
las siguientes áreas, tales como: desarrollo emocional, vivienda,
nutrición y seguridad. El concepto negligencia aplica solamente
cuando los recursos razonables están disponibles para el cuidador
o la familia y, en ese sentido, debe diferenciarse de la condición de
pobreza y puede estar presente en todas las clases sociales.

Por su parte, Martínez y De Paúl (1993, citados por Fernández


Fernández, 2014) establecen la diferencia entre abuso por
negligencia y abuso por abandono físico. El primero corresponde
a una atención deficitaria por parte del adulto cuidador a cargo
de la satisfacción de las necesidades básicas del menor; mientras
que el abuso físico se asocia con una situación de negligencia

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


30 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
grave, con efectos a nivel físico, cognitivo, social, emocional y
conductual, pero los efectos de este tipo de maltrato dependerán
de la cronicidad.

Experiencias traumáticas asociadas a la violencia


sociopolítica

La violencia colectiva o sociopolítica se define como aquella


ejercida “por personas que se identifican a sí mismas como
miembros de un grupo que enfrenta a otro grupo o conjunto de
individuos, con el fin de lograr objetivos políticos, económicos
o sociales” (OMS, 2002, p. 6). En Latinoamérica, eventos como
el desplazamiento, el secuestro o la extorsión, se han asociado
frecuentemente a este tipo de violencia, dejando, a su vez,
innumerables secuelas de tipo psicosocial, muertes, separaciones,
pérdida en la seguridad y estabilidad emocional (Hewitt et  al.,
2014; Rodríguez et  al., 2002). Esta problemática social impacta
la salud física y mental de la población, principalmente la más
vulnerable: niños y adolescentes.

En Colombia, al menos 203.976 personas fueron obligadas a


desplazarse de sus hogares a causa del conflicto armado durante
el 2013, año de mayor incremento de esta problemática en el país
(Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento
-CODHES-, 2014). Desde 1997 hasta el 1 de diciembre de 2013,
se han registrado oficialmente 5.185.406 personas desplazadas
en Colombia. Por ejemplo, entre enero y noviembre de 2013,
se registró un total de 90 eventos de desplazamiento masivo,
afectando a cerca de 6.881 familias (UN High Commissioner for
Refugees, 2014). Un elevado número de desplazados internos
son obligados a salir de las zonas rurales a centros urbanos. Los

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 31
desplazamientos intra-urbanos también están en aumento, ya
que el 51% de los desplazados internos residen en las 25 ciudades
principales de Colombia.

Así las cosas, se estipula que Colombia es el segundo país


del mundo con mayor número de desplazamiento asociado al
conflicto y a la violencia, con 5.7 millones, siendo el primer país
Siria con 6.5 millones. Con relación a la población infantil, el
38% de la población desplazada en Colombia en los últimos 29
años son niños entre los 0 y 12 años de edad (Consultoría para
los Derechos Humanos y el Desplazamiento -CODHES-, 2013). Por
otro lado, es bien sabido que en situaciones de conflicto armado
y entre los refugiados, las niñas son especialmente vulnerables
a la violencia, explotación y abusos sexuales por parte de los
combatientes, fuerzas de seguridad, miembros de su comunidad,
trabajadores de la asistencia humanitaria y otros, lo cual pone
en evidencia que eventos como el desplazamiento vulneran la
presencia de otro tipo de eventos como el abuso sexual.

Con relación al secuestro, otra de las estrategias comúnmente


asociadas al conflicto armado, se estipula que el 75% se presenta
en Latinoamérica y el Caribe. En Colombia, los secuestros de
menores representan el 15% del total de personas secuestradas
en el año 2011 y el 88% de los mismos tuvieron como victimario
a la delincuencia común (Colombia. Comisión Nacional de
Reparación y Reconciliación, 2011).

Generalmente se da con fines extorsivos por grupos armados


y delincuencia común o bajo la modalidad del reclutamiento
forzado, como ocurre en países como Uganda o Somalia
(Rodríguez et al., 2002). En general, el Registro Único de Víctimas
(Colombia. Unidad para las Víctimas, 2017) ha llegado a reportar

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


32 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
cifras de homicidio solo en un año hasta de 515 niños en el marco
de la violencia sociopolítica o conflicto armado; además de la
limitación considerable de derechos: alimentación adecuada,
educación, recreación, prestación oportuna de servicios de salud
e impedimento para movilizarse libremente. Igualmente, pérdidas
materiales y de redes de apoyo que muchas veces representan la
poca posibilidad de crecer de una manera segura y confiable, y
abre la vulnerabilidad a que otro tipo de experiencias traumáticas
puedan presentarse.

Por otro lado, en relación con los efectos de este tipo de


experiencias, la OMS (2002) estipula que el 10% de la población
expuesta a situaciones traumáticas en el contexto de este tipo
de violencia, tendrá problemas graves de salud mental y otro
10%, dificultades para funcionar eficazmente (Hewitt et al.,
2014; Posada et al., 2019). Las dificultades más frecuentes son la
depresión, la ansiedad y los problemas psicosomáticos (Bell et al.,
2012; Hewitt et al., 2014; Londoño et al., 2008; Posada et al., 2019).

En tal sentido, la evaluación de este factor permite identificar


este tipo de experiencias y generar mecanismos de prevención de
problemáticas de esta índole. En Colombia, los acontecimientos
traumáticos asociados comúnmente a la violencia sociopolítica
han sido el desplazamiento, el secuestro y la extorsión. De igual
forma, se estima que el 63% de las personas expuestas a estas
situaciones reportan síntomas con relevancia clínica y un 33%
cumple criterios para un trastorno mental, los cuales pueden ser
consecuencia de la interacción con vulnerabilidad preexistente o
porque estos eventos se entienden como factores de riesgo en sí
mismos (Campo-Arias & Herazo, 2014).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 33
Por su parte, se ha documentado que las secuelas de estos
eventos, considerados traumáticos en la infancia, pueden
perdurar a lo largo de todo el desarrollo, dado su estatus de
individuo, cuyas estructuras fundamentales de la personalidad y
su visión del mundo están en proceso de construcción (Pereda,
2012). Involucran problemas de atención y cognitivos, culpa,
vergüenza, indefensión, agresividad, pérdida tanto de relaciones
interpersonales como de confianza en el futuro, angustia de
separación, trastornos del sueño, ansiedad y depresión. Todos
estos tipos de problemas dependen de la etapa del desarrollo y
del tipo, grado e intensidad de estos acontecimientos traumáticos
(Cohen & Mannarino, 2008; Hewitt et  al., 2014; López-Navarrete
et al., 2007; Pereda, 2012).

Sin embargo, a pesar de que las problemáticas asociadas al


conflicto armado en Colombia tienen una trayectoria de más de
50 años, los efectos de estos hechos sobre la salud mental de
la población no han sido lo suficientemente explorados, pese
a que sus secuelas suelen estar relacionadas con la aparición
de síntomas de trastornos mentales o con el mantenimiento de
estos (Calderón & Barrera, 2012; Campo-Arias et al., 2014, 2017;
Hewitt et al., 2014). Por ejemplo, las dos revisiones sistemáticas
de Campo-Arias et al. (2014), con población víctima del conflicto
armado en Colombia, específicamente población expuesta a
situación de desplazamiento, sugieren prevalencias altas de
trastornos mentales. La primera revisión reportó la presencia de
estrés postraumático, con un 15%; trastorno depresivo mayor,
con un 5%; trastorno de ansiedad generalizada, con un 4%. En la
segunda revisión se reportó una prevalencia del 30.6% de estrés
postraumático y del 30.8% de trastorno depresivo mayor.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


34 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Algunos estudios han descrito otro tipo de efectos, tales como
desesperanza con relación al futuro, proliferación de sectas
religiosas y pobreza, entre otras, a consecuencia de la exposición
a desapariciones, torturas y masacres. Otros trabajos han descrito
culpa y aislamiento, además de visión negativa de sí mismos en
personas expuestas a situaciones de violencia sociopolítica, tales
como el desplazamiento (Mels, 2012). Por su parte, otros ensayos
se han centrado en describir los efectos de estos eventos en
función de las etapas del desarrollo en la que se encuentran las
personas expuestas (Cohen & Mannarino, 2008). A continuación,
se definen algunos de los mecanismos comúnmente utilizados en
el contexto de la violencia sociopolítica.

Desplazamiento

El Gobierno colombiano acepta la definición de la consulta


permanente sobre desplazamiento interno en las Américas (Franco,
1998), la cual guarda coherencia con la Ley 387, que plantea:

Se considera desplazada toda persona que se ha visto forzada a


migrar dentro del territorio nacional abandonando su localidad
de residencia o actividades económicas habituales, porque su
vida, su integridad física, su seguridad o libertad personal han
sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas,
con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones:
conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores,
violencia generalizada, violaciones masivas de los derechos
humanos, infracciones al derecho internacional humanitario u
otras circunstancias emanadas de las situaciones que puedan
alternar o alteren drásticamente el orden público (Colombia.
Congreso de la República, 1997, Artículo 1).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 35
El conflicto armado, la violación de los derechos humanos, el
irrespeto por el derecho internacional y la lucha por la tenencia de
tierras conllevan, en múltiples ocasiones, a disputas, atentados,
amenazas, homicidios, torturas, bombardeos, desalojos,
secuestros y ausencia de medios para la solución pacífica de los
conflictos, siendo estas algunas de las causas que se asocian al
fenómeno del desplazamiento en Colombia. Es importante aclarar
que, en Colombia, el desplazamiento interno ha estado asociado a
la violencia sociopolítica, a diferencia de otros países, donde este
obedece de manera predominante a factores religiosos, étnicos y
de género.

Secuestro

La definición de secuestro, a diferencia de la de desplazamiento


(que, aunque también es un delito de alto impacto social, no cuenta
con la misma regulación internacional), varía dependiendo de la
legislación de cada país y su ejecución suele ser llevada a cabo por
la delincuencia organizada, particularmente en Latinoamérica
(Tarre, 2015). Según la Organización de las Naciones Unidas
(Guatemala. Procurador de los Derechos Humanos, 2009), en
el año se secuestran alrededor de 10.000 personas en todo el
mundo, incurriendo, en la mayoría de los casos, en desenlaces
poco favorables para la víctima y, en concordancia con esto, para
su núcleo familiar y social.

La legislación colombiana, específicamente el Código Penal,


Ley 599, establece como secuestro simple “el que arrebate,
sustraiga, retenga u oculte a una persona, incurrirá en prisión y
multa” (Colombia. Congreso de la República, 2000, Artículo 168),
y establece el secuestro extorsivo como:

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


36 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
El que arrebate, sustraiga, retenga u oculte a una persona,
con el propósito de exigir por su libertad un provecho o
cualquier utilidad, o para que se haga u omita algo, o con fines
publicitarios de carácter político incurrirá en prisión o multa
(Colombia. Congreso de la República, 2000, Artículo 169).

En Colombia se han presentado todas las modalidades de


secuestro: secuestro con fines de extorsión, secuestro con
fines políticos e ideológicos, secuestro entre grupos delictivos,
secuestro vinculado a disputas familiares o domésticas,
secuestro con fines de explotación sexual, secuestro en el
curso de otras actividades delictivas y secuestro simulado o
fraudulento (Navia, 2008). El secuestro impacta en la sociedad, el
Estado, la familia y las personas. Es considerado un trauma que, a
diferencia de muchos otros eventos puntuales en el tiempo, deja
en la persona huellas y emociones crónicas, confronta el sistema
de creencias, la confianza y la justicia, genera sentimientos de
impotencia, sometimiento, separación y pérdida (Navia, 2008).

Extorsión

Frente a la extorsión, la Ley 599 del Código Penal establece que:

El constreñimiento que se hace a una persona con el fin de


hacer, tolerar u omitir alguna cosa para obtener provecho
ilícito o cualquier utilidad ilícita o beneficio ilícito, para sí o para
un tercero. Es un delito que afecta la libertad tanto como la
propiedad y la integridad física. Se debe considerar como una
de las múltiples formas de coaccionar la libertad individual.
Tiende a presentar permanencia en el tiempo y puede adoptar
formas esporádicas, intermitentes o continuas (Colombia.
Congreso de la República, 2000, Artículo 244).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 37
Este delito es considerado uno de los mecanismos más utilizados
por los grupos armados ilegales y la delincuencia organizada; los
primeros lo utilizan para ejercer influencia política y los segundos,
como fuente de financiación, generando así un alto impacto
social. La experiencia de la extorsión suele asociarse con daños
psicológicos, morales y patrimoniales (Serge et al., 2012), temor,
angustia y problemas de estado de ánimo.

Pobreza

Finalmente, Canetti et al. (2012) definen la pobreza extrema


como un fenómeno de naturaleza compleja, multidimensional y
relacional. Por lo general, este término se relaciona con la noción
de carencia o privación. Se entiende como el resultado de procesos
sociales y económicos con variables culturales y políticas, en
donde las personas se encuentran privadas de pertenencias y
posibilidades de progreso a las que tienen derecho todos los seres
humanos. La pobreza se asocia, también, con exclusión social y
desigualdad; frecuentemente es entendida como el resultado de
estructuras de desarrollo desiguales y de poder.

Como factor de riesgo, la pobreza es reconocida como una


variable importante que lleva a consecuencias psicosociales
negativas cuando esta es vivida, particularmente en la infancia
(Amar, 2000). La pobreza es una condición que se asocia a
resultados drásticos, como condiciones de vida poco dignas,
marginalidad, fracaso, aislamiento, sentimientos de humillación
y vergüenza, que suelen relacionarse con dificultades en los
vínculos interpersonales, problemas de pareja, síntomas de
ansiedad y depresión. La pobreza también suele estar asociada a
la violencia y, en ocasiones, a la muerte misma, lo que la hace un

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


38 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
hecho traumatizante para la mayoría de las personas que la viven
(Amar, 2000; Canetti et al., 2012).

Acontecimientos traumáticos generales

Además de las experiencias traumáticas de maltrato, violencia


sociopolítica y pobreza, existen otros eventos adversos en la
infancia, cuya vivencia puede generar estrés, angustia, dolor y
malestar psicológico como, por ejemplo, el ser testigo de actos
violentos, muertes, abandonos, accidentes, enfermedades de los
progenitores o cuidadores principales o separaciones en niños
y/o adolescentes antes de los 18 años (Borja & Ostrosky, 2013;
Morales-Toro et al., 2019). Si bien estos eventos no son inusuales
en sí mismos, su ocurrencia en la vida del menor sí puede ser
inusual y generar angustia y malestar psicológico.

EXPERIENCIAS
TRAUMÁTICAS EN
LA INFANCIA

Efectos físicos
Efectos normales y emocionales a
corto y largo plazo

• Alteraciones en el desarrollo
• Afectación de circuitis neuronales • Déficit neurocognitivo
(respuesta del eje hipotalámico • Difcultades relacionales.
Ansiedad, tristeza, enojo, hipofisionario adrenal). • Desconfisnza, aislamiento, frustración
retraimiento, desconfianza • Riesgo a desarrollar trastornos
• Empeoramiento del estado de salud.
•Condiciones médicas crómaticas. mentales: depresión, ansiedad, estrés
por postraumático

Figura 1
Efectos de las experiencias traumáticas en la infancia

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 39
Desarrollo de la versión colombiana

Validez de apariencia y contenido

Para la adaptación colombiana del ETI-SR, se utilizó la versión


española con autorización previa de la autora, la doctora Ana
Plaza, quien, además de autorizar su uso, participó en calidad de
jurado experto en la revisión de las versiones preliminares.

Se retomaron los cuatro dominios de la versión española:


acontecimientos traumáticos generales, acontecimientos
sexuales, castigo físico y abuso emocional (Plaza et  al., 2011).
Además, se construyeron 22 ítems adicionales para la valoración de
experiencias asociadas a la violencia sociopolítica, los cuales fueron
agrupados nuevamente en cuatro dominios: desplazamiento
(nueve ítems), secuestro (cinco ítems), extorsión (cuatro ítems) y
pobreza (cuatro ítems), los cuales mantuvieron el estilo del Factor
acontecimientos traumáticos generales de la versión española. En
los ítems en los que se obtiene una respuesta positiva se interroga
la frecuencia con que este evento ocurría (1 vez al año, 1-11 veces
al año, 1-3 veces al mes, 1-6 veces a la semana, 1 vez al día, más
de 1 vez al día). Al final de cada dominio, se pregunta acerca de los
efectos actuales del evento a nivel emocional, rendimiento laboral,
académico, social y familiar. Estos últimos ítems se valoran usando
una escala ordinal (Posada et al., 2019).

De esta manera, se obtuvo un total de 84 ítems agrupados en


ocho dominios, identificados de la siguiente manera: dominio A:
acontecimientos generales (31 ítems); dominio B: castigo físico
(nueve ítems); dominio C: abuso emocional (siete ítems); dominio
D: acontecimientos sexuales (15 ítems); dominio E: desplazamiento
(cinco ítems); dominio F: secuestro (cinco ítems); dominio G:
extorsión (cuatro ítems); y dominio H: pobreza (cuatro ítems).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


40 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Parala validez del contenido y la apariencia, se conformó
un grupo de siete expertos que siguieron las directrices para la
traducción y adaptación de los test sugeridos por el Colegio Oficial
de Psicólogos Español (Muñiz et al., 2013); igualmente evaluaron
la versión preliminar del instrumento. Posterior a la adaptación,
teniendo en cuenta la recomendación de Sánchez Pedraza y
Gómez Restrepo (1998) sobre validación de instrumentos, tres
expertos aplicaron la versión preliminar del ETI-SR a 15 adultos con
o sin antecedentes de trauma infantil. La última versión del ETI-SR
pasó a denominarse ETI-SRCol, la cual fue usada para el estudio
de validación con una muestra de 452 voluntarios de ambos sexos,
entre los 18 y 60 años, de diversos estratos socioeconómicos y
educativos de la ciudad de Medellín, Colombia.

Validez de constructo

Para medir la consistencia interna de la puntuación directa de


cada uno de los factores de la versión preliminar del ETI-SRCol,
se utilizó el coeficiente alfa (α) de Cronbach, el cual se consideró
aceptable, siendo igual o superior a 0.63. Todos los factores
mostraron adecuados índices de consistencia interna (α de
Cronbach =0.68 a 0.92). La consistencia global medida, también
con el coeficiente α de Cronbach, fue de 0.89, igual a la reportada
por el autor de la versión original del instrumento (Bremner et al.,
2000), mientras que Plaza et al. (2011) reportan una consistencia
de 0.73. Estas diferencias pueden explicarse por el hecho de
que las características de la muestra de Bremner et al. (2000)
son similares a las de la muestra escogida para la validación
colombiana, mientras que en la validación española se limitó a un
subconjunto específico de la población.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 41
La validez de constructo se calculó a través de métodos
factoriales: análisis factorial exploratorio (AFE) y análisis factorial
confirmatorio (AFC) con el software AMOS 23.0, para evaluar
la validez estructural del modelo final (Posada et  al., 2019). Los
resultados del análisis factorial soportan una estructura de
cinco factores: violencia sociopolítica (20 ítems), abuso sexual
(17 ítems), abuso físico y emocional (15 ítems), acontecimientos
traumáticos generales (22 ítems) y pobreza (siete ítems), para la
versión definitiva del ETI-SRCol. La versión original del Inventario,
así como las demás versiones conocidas del instrumento, se
ajustan a una estructura de cuatro factores: acontecimientos
traumáticos generales, acontecimientos sexuales, abuso físico y
abuso emocional. Lo anterior puede entenderse por los cambios
llevados a cabo en el instrumento con la intención de poder
determinar la presencia de trauma sociopolítico en el contexto
de los fenómenos de violencia a los que ha estado expuesta la
población colombiana.

Finalmente, las propiedades psicométricas y los procedimientos


utilizados para la adaptación y validación de la versión colombiana
fueron dadas a conocer en publicación científica por Posada et al.
(2019), quienes reportan que es una herramienta válida y confiable
para la evaluación de las experiencias traumáticas de maltrato,
violencia sociopolítica, acontecimientos traumáticos generales y
pobreza antes de los 18 años.

A continuación, se presentan los ítems y sus enunciados


construidos para evaluar la presencia de experiencias traumáticas
de violencia sociopolítica y pobreza en población colombiana.
En la versión definitiva del ETI-SRCol, estos corresponden a los
factores 1 y 5, respectivamente.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


42 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Factor violencia sociopolítica

Algunas personas o grupo de personas se han visto


obligadas a huir de los lugares de residencia para no ser
víctimas de situaciones de violencia y amenazas, incluso
de muerte. Otras han sido presionadas a ceder a algo o
a un derecho en contra de su voluntad y otras han sido
privadas de su libertad. ¿Ha experimentado alguno de
los siguientes acontecimientos antes de los 18 años? En
caso de respuesta afirmativa, marque “Sí” y el número de
veces que ocurrió. En caso de respuesta negativa, marque
“No” y pase a la siguiente pregunta.

1. ¿Tuvo que abandonar


su lugar de residencia por 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
presión de grupos armados vez veces veces veces de 10
o situación de violencia?

2. ¿Tuvo que dejar la escuela/


colegio por abandono de
1 2-3 4-5 6-10 Más
su lugar de residencia bajo Sí No
vez veces veces veces de 10
presión de grupos armados
o situación de violencia?

3. ¿Tuvo pérdida de servicios


de salud por abandono de
1 2-3 4-5 6-10 Más
su lugar de residencia bajo Sí No
vez veces veces veces de 10
presión de grupos armados
o situación de violencia?

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 43
4. ¿Hubo ruptura de
relaciones con miembros
de su familia cercana por
1 2-3 4-5 6-10 Más
abandono de su lugar de Sí No
vez veces veces veces de 10
residencia bajo presión de
grupos armados o situación
de violencia?

5. ¿Hubo pérdida de empleo


de padres/cuidadores por
1 2-3 4-5 6-10 Más
abandono de su lugar de Sí No
vez veces veces veces de 10
residencia bajo presión de
grupos armados?

6. ¿Quedó sin acceso a la


alimentación por abandono
obligado de su lugar de 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
residencia bajo presión de vez veces veces veces de 10
grupos armados o situación
de violencia?

7. ¿Hubo abandono del 1 2-3 4-5 6-10 Más


Sí No
hogar por hostigamiento? vez veces veces veces de 10

8. ¿Le privaron de su libertad


1 2-3 4-5 6-10 Más
porque una persona o grupo Sí No
vez veces veces veces de 10
de personas lo secuestraron?

9. ¿Algún miembro de su 1 2-3 4-5 6-10 Más


Sí No
familia estuvo secuestrado? vez veces veces veces de 10

10. Durante el tiempo que


estuvo secuestrado, ¿estuvo
expuesto a amenazas de 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
muerte o daño físico a usted vez veces veces veces de 10
mismo o a miembros de su
familia?

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


44 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
11. ¿Estuvo expuesto a
1 2-3 4-5 6-10 Más
maltrato o tortura física Sí No
vez veces veces veces de 10
durante el secuestro?
12. ¿Estuvo expuesto a mal-
1 2-3 4-5 6-10 Más
trato o tortura psicológica Sí No
vez veces veces veces de 10
durante el secuestro?

13. ¿Tuvo pérdida de víncu-


los sociales por presión de 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
grupos armados o situación vez veces veces veces de 10
de violencia?

14. ¿Alguna vez usted (o su


familia) tuvo que renunciar
1 2-3 4-5 6-10 Más
a algo por amenazas de Sí No
vez veces veces veces de 10
muerte, daño físico o
intimidación?
15. ¿Alguna vez usted (o
su familia) tuvo que ceder
1 2-3 4-5 6-10 Más
un derecho por amenazas Sí No
vez veces veces veces de 10
de muerte, daño físico o
intimidación?

16. ¿Alguna vez usted (o su


familia) se vio presionado
por alguien para entregar 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
algo que le pertenecía por vez veces veces veces de 10
amenazas de muerte, daño
físico o intimidación?

17. ¿Alguna vez fue prisione- 1 2-3 4-5 6-10 Más


Sí No
ro o rehén? vez veces veces veces de 10
18. ¿Alguna vez estuvo en 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
combate? vez veces veces veces de 10
19. ¿Alguna vez usted (o
su familia) tuvo amenazas 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
fuertes para que abandonara vez veces veces veces de 10
su hogar?
20. ¿Alguna vez su compor-
tamiento fue coartado por 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
amenazas de muerte, daño vez veces veces veces de 10
físico o intimidación?

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 45
Factor pobreza

En ocasiones, las personas no pueden satisfacer varias


de las necesidades básicas para vivir, tales como tener
alimento, agua potable, techo, servicios médicos o
cuidado de la salud por falta de recursos económicos. ¿Ha
experimentado alguno de los siguientes acontecimientos
antes de los 18 años? En caso de respuesta afirmativa,
marque “Sí” y el número de veces que ocurrió. En caso
de respuesta negativa, marque “No” y pase a la siguiente
pregunta.

1. ¿Alguna vez los ingresos


económicos de su familia fue-
1 2-3 4-5 6-10 Más
ron muy bajos y por esta razón Sí No
vez veces veces veces de 10
no fue posible alimentarse sa-
tisfactoriamente?

2. ¿Alguna vez los ingresos


económicos de su familia fue- 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
ron muy bajos y por esta razón vez veces veces veces de 10
no tenía un lugar para vivir?

3. ¿Alguna vez los ingresos


económicos de su familia
1 2-3 4-5 6-10 Más
fueron muy bajos y por esta Sí No
vez veces veces veces de 10
razón no tuvo oportunidad de
estudiar?

4. ¿Alguna vez los ingresos


económicos de su familia fue-
ron bajos y por esta razón no 1 2-3 4-5 6-10 Más
Sí No
fue posible tener medicamen- vez veces veces veces de 10
tos y consultas médicas cuan-
do lo necesitó?

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


46 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
5. ¿Alguna vez fue obligado a
1 2-3 4-5 6-10 Más
tener relaciones sexuales por Sí No
vez veces veces veces de 10
dinero?

6. ¿Alguna vez padeció una


1 2-3 4-5 6-10 Más
enfermedad grave de los pa- Sí No
vez veces veces veces de 10
dres o cuidadores principales?

7. ¿Experimentó la muerte
1 2-3 4-5 6-10 Más
de los padres o cuidadores Sí No
vez veces veces veces de 10
principales?

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 47
Estructura general del Inventario
de Experiencias Traumáticas en la
Infancia, versión colombiana (ETI-SRCol)

El ETI-SRCol es un instrumento de autoinforme de 81 ítems,


agrupados en cinco factores diferentes: (1) violencia sociopolítica,
(2) abuso sexual, (3) abuso físico y emocional, (4) acontecimientos
generales traumáticos y (5) pobreza.

Al igual que otras versiones del instrumento, la versión


colombiana evalúa cualidades de la experiencia traumática,
tales como la presencia del evento traumático, la frecuencia
de ocurrencia del mismo, el perpetrador, la edad de inicio del
evento, el impacto emocional en el momento en que ocurrió y la
percepción del efecto social, laboral y familiar actual.

El instrumento puede ser aplicado a personas entre los 18


y 60 años, ya que las preguntas de los diferentes factores están
dirigidas a detectar las experiencias que tuvieron lugar antes de
los 18 años.

Factor 1: violencia sociopolítica

En este factor se incluye ítems sobre experiencias que, en el


contexto social colombiano, suelen estar asociadas a la violencia
sociopolítica como el desplazamiento, secuestro y extorsión.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


48 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
El enunciado de este factor define la generalidad del tipo de
eventos que serán evaluados, cuya ocurrencia haya sido antes
de los 18 años. En caso de respuesta afirmativa ante algún ítem,
la persona debe responder el número de veces que este evento
ocurrió. Este factor consta de 20 ítems (enumerados del 1 al 20)
con tipo de respuesta dicotómica (Sí/No) ante cada ítem. Las
opciones de respuesta de: 1 vez, 2-3 veces, 2-4 veces, 6-10 veces y
más de 10 veces, permiten identificar la frecuencia de ocurrencia
de cada evento.

Todas las preguntas están referidas a identificar si hubo


pérdidas, abandonos, rupturas, privaciones y maltratos, hacia los
que experimentan la vivencia de los eventos evaluados por este
factor: desplazamiento, secuestro y extorsión. Al final aparecen
tres ítems adicionales, marcados del 1 al 3, que permiten
identificar los efectos actuales en caso de haber respondido de
manera positiva ante la pregunta de ocurrencia de alguno de los
eventos del factor. Ejemplo:

Si contestó “Sí” a alguno de los acontecimientos mencionados


en el apartado anterior, considere qué efectos pueden tener
actualmente sobre usted.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 49
¿Cree que estos acontecimientos tienen efectos emocionales
Sí No
actualmente sobre usted?

Si la respuesta es “Sí”, marque el tipo de efecto:


Muy Moderadamente Ligeramente Ningún Ligeramente Moderadamente Muy
negativo negativo negativo efecto positivo positivo positivo

¿Cree que estos acontecimientos tienen efectos emocionales


Sí No
actualmente sobre usted?

Si la respuesta es “Sí”, marque el tipo de efecto:


Muy Moderadamente Ligeramente Ningún Ligeramente Moderadamente Muy
negativo negativo negativo efecto positivo positivo positivo

Los siguientes dos factores (abuso sexual y abuso físico


y emocional) agrupan ítems relacionados con aquellos
acontecimientos que representan abuso y desatención, tales
como violencia física, emocional, sexual y negligencia. Estos
acontecimientos suelen ocurrir en el contexto de una relación de
responsabilidad, confianza o poder; su vivencia suele representar
daño a la salud, afectación del desarrollo físico o atentar contra
la dignidad del menor e incluso puede llegar a poner en riesgo su
supervivencia (OMS, 2002).

En otras palabras, estos eventos se caracterizan por estar


fuera del control del menor, suelen impedir o alterar el desarrollo
normal y causar sufrimiento en la medida en que ponen en riesgo
la integridad física y psicológica. Los efectos de la exposición a
estos eventos durante la infancia han sido asociados a la presencia
de psicopatologías en el adulto (Hewitt et al., 2014; Infurna et al.,
2016; Posada et al., 2019).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


50 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Factor 2: abuso sexual

Este Factor lo constituyen 17 ítems (enumerados del 1 al 17). El


enunciado de este dominio o factor describe el tipo de eventos que
serán evaluados, como aquellas experiencias de tipo sexual que no
son deseadas o que resultan incómodas mientras la persona está
en crecimiento y que ocurren en ausencia de su consentimiento.

Al igual que en el factor anterior, al frente de cada ítem se


pregunta sobre la frecuencia de su ocurrencia. Las opciones de
respuesta son: 1 vez, 2-3 veces, 2-4 veces, 6-10 veces y más de 10
veces. De igual forma, los tres últimos ítems adicionales, señalados
del 1 al 3, evalúan los efectos actuales en caso de respuesta positiva
ante alguno de los ítems, tal como se ejemplifica en el Factor 1.

Factor 3: abuso físico y emocional

Este dominio agrupa 15 ítems (enumerados del 1 al 15).


El enunciado define la generalidad de estos eventos como
experiencias en las que la persona ha resultado golpeada,
castigada físicamente o sometida a una disciplina excesivamente
rígida durante la infancia y/o adolescencia.

Se enuncia que las preguntas que se realizan son sobre la


sensación de que, ante los ojos de sus padres, mientras se
está creciendo, los niños pueden llegar a sentir que nada de lo
que hacían estaba bien, que sus padres siempre los gritaban,
humillaban o les decían que no eran buenos. Ante la pregunta
sobre la frecuencia de ocurrencia de cada evento, se plantean
opciones de respuesta de: 1 vez, 2-3 veces, 2-4 veces, 6-10 veces y
más de 10 veces. Los tres últimos ítems adicionales, señalados del
1 al 3, evalúan los efectos actuales en caso de respuesta positiva
ante alguno de los ítems, de la misma manera que en los dos
factores anteriores.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 51
Factor 4: acontecimientos traumáticos generales

El enunciado de este factor hace referencia a que los ítems que


se describen corresponden a acontecimientos que pueden resultar
estresantes. Este factor incluye preguntas sobre experiencias que
no necesariamente se asocian a la vivencia de acontecimientos
relacionados con maltrato o violencia sociopolítica en la infancia,
pero su vivencia o exposición a estos, durante la infancia y/o
adolescencia, puede resultar traumática para el individuo. Este
factor agrupa 22 ítems (enumerados del 1 al 22), con tipo de
respuesta dicotómica (Sí/No) ante cada ítem. Las opciones de
respuesta de: 1 vez, 2-3 veces, 2-4 veces, 6-10 veces y más de 10
veces, ante la pregunta sobre la frecuencia, permiten identificar
el número de veces que ocurrió. Al igual que en los factores
anteriores, los últimos tres ítems adicionales, marcados del 1 al 3,
permiten señalar los efectos actuales en caso de haber respondido
de manera positiva ante alguno de ellos.

Factor 5: pobreza

El enunciado del factor manifiesta que, en ocasiones, las


personas se ven expuestas a condiciones de pobreza que impiden
la posibilidad de satisfacer varias de las necesidades básicas,
tales como el acceso a la alimentación, los servicios médicos, la
vivienda, entre otros. Este factor incluye siete ítems (enumerados
del 1 al 7) con tipo de respuesta dicotómica (Sí/No). Al igual que en
los otros cuatro factores, ante la pregunta sobre la frecuencia de
ocurrencia de cada evento, se plantean opciones de respuesta de:
1 vez, 2-3 veces, 2-4 veces, 6-10 veces y más de 10 veces. Los tres
últimos ítems adicionales, señalados del 1 al 3, permiten evaluar
los efectos actuales en caso de respuesta positiva ante alguno de
los ítems del factor.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


52 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Otros aspectos que evalúa
el ETI-SRCol
Además de la presencia y la frecuencia de los eventos
traumáticos de maltrato, violencia sociopolítica y acontecimientos
traumáticos generales, el Inventario permite valorar otras
dimensiones del trauma infantil acordes con la nosología del
maltrato de Manly et al. (1994), tales como el momento en el
que ocurrieron, el perpetrador, la edad de inicio y el efecto en el
momento en que ocurrieron, así como la actualidad.

Momento en el que ocurrieron las experiencias


traumáticas

Al igual que las versiones anteriores del instrumento, la versión


colombiana también permite registrar, en los factores 2 y 3, la edad
en la que cada evento ocurrió en diferentes rangos: de 0 a 5, de 6 a
11 y de 12 a 18 años. Luego de la pregunta específica, que evalúa
la ocurrencia o no de cada experiencia, aparece la pregunta:
¿qué edad tenía usted cuando ocurrió? Ante la cual se solicita a
la persona que indique el rango de edad que incluye el momento
en que dicha experiencia ocurrió en el pasado. Los factores 1
(violencia sociopolítica), 4 (acontecimientos traumáticos) y 5
(pobreza) no permiten registrar la edad de ocurrencia del evento
traumático. Ejemplo:

¿A menudo fue ignorado/despreciado? Sí No

¿Qué edad tenía usted cuando ocurrió?


0-5 años 6-11 años 12-18 años

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 53
Frecuencia de las experiencias traumáticas

La escala permite, además, evaluar la frecuencia de ocurrencia


de los eventos traumáticos en los 5 factores. Si ante la pregunta
sobre la ocurrencia o no de la experiencia traumática, la respuesta
es positiva (Sí), la persona debe responder la siguiente pregunta
con relación a la frecuencia con la que dicho evento ocurrió. Las
opciones de respuesta ante esta pregunta incluyen las opciones:
1 vez al año, 1-11 veces al año, 1-3 veces al mes, 1-6 veces a la
semana, 1 vez al día y más de 1 vez al día. La persona debe indicar
la opción de respuesta que aplica, según la frecuencia con la que
ese evento en particular ocurrió. Ejemplo:

A menudo fue humillado/ridiculizado? Sí No

¿Con qué frecuencia ocurría?


1/11
1 vez al 1/3 veces 1/6 veces a Más de 1
veces al 1 vez al día
año al mes la semana vez al día
año

Perpetrador

En los factores 2 y 3 del instrumento, es posible identificar


quién fue el perpetrador (o persona que más frecuentemente lo
hacía). Las opciones de respuesta permiten identificar al padre, a
la madre, al cuidador principal, al hermano(a), al adulto conocido
o al adulto desconocido como figuras perpetradoras. Ejemplo:

¿A menudo le gritaban o regañaban? Sí No

¿Quién fue la persona que más lo hacía?


Cuidador Adulto Adulto
Padre Madre Hermano(a)
principal conocido desconocido

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


54 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Efectos actuales y en el momento en que ocurrió
el evento traumático

En todos los factores es posible identificar el efecto emocional


de los eventos traumáticos en el momento en que tuvo lugar.
Las opciones de respuesta permiten identificar el tipo de efecto:
muy negativo, moderadamente negativo, ligeramente negativo,
ningún efecto, ligeramente positivo, moderadamente positivo,
muy positivo. Ejemplo:

¿A menudo el trato fue frío e indiferente? Sí No

¿Qué efecto tuvo sobre usted a nivel emocional cuando ocurrió?


Muy Moderadamente Ligeramente Ningún Ligeramente Moderadamente Muy
negativo negativo negativo efecto positivo positivo positivo

Todos los factores permiten evaluar los efectos actuales a nivel


emocional, sobre el rendimiento académico/laboral y sobre las
relaciones sociales/familiares de los eventos traumáticos a los
que la persona haya respondido afirmativamente (Sí) ante la
pregunta sobre su ocurrencia. Ejemplo:

Si contestó “Sí” a alguno de los acontecimientos mencionados


en el apartado anterior, hay que considerar qué efectos pueden
tener actualmente.

¿Cree que estos acontecimientos tienen efectos emocionales


Sí No
actualmente sobre usted?

Si la respuesta es “Sí”, marque el tipo de efecto:


Muy Moderadamente Ligeramente Ningún Ligeramente Moderadamente Muy
negativo negativo negativo efecto positivo positivo positivo

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 55
¿Cree que estos acontecimientos afectan a su rendimiento
Sí No
actual en el trabajo o en la escuela?

Si la respuesta es “Sí”, marque el tipo de efecto:


Muy Moderadamente Ligeramente Ningún Ligeramente Moderadamente Muy
negativo negativo negativo efecto positivo positivo positivo

¿Cree que estos acontecimientos afectan a sus relaciones


Sí No
sociales o familiares actuales?

Si la respuesta es “Sí”, marque el tipo de efecto:


Muy Moderadamente Ligeramente Ningún Ligeramente Moderadamente Muy
negativo negativo negativo efecto positivo positivo positivo

En resumen, los factores (1) violencia sociopolítica, (4)


acontecimientos generales y (5) pobreza permiten identificar la
ocurrencia de cada evento traumático y su frecuencia; mientras
que los factores (2) acontecimientos sexuales y (3) abuso físico
y emocional permiten identificar el momento en que ocurrió, el
perpetrador y los efectos de cada experiencia traumática cuando
esta tuvo lugar. Todos los factores permiten identificar los efectos
actuales a nivel emocional, sobre el rendimiento académico/
laboral y social/familiar.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


56 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Aplicación, calificación
e interpretación

Aplicación del ETI-SRCol

El instrumento tipo auto reporte. El rango de edad para la


aplicación es entre los 18 y 60 años. Es importante que el evaluador
permanezca disponible durante la aplicación del instrumento
para ofrecer información necesaria frente a la forma de responder,
dado que tres factores (acontecimientos generales, violencia
sociopolítica y pobreza) tienen enunciados diferentes a los otros
dos (acontecimientos sexuales y abuso físico y emocional).

El ETI-SRCol puede ser aplicado por psicólogos y psiquiatras con


fines clínicos e investigativos. Su aplicación es útil en la detección de
experiencias traumáticas en la infancia y, por ende, podría aportar en
la comprensión de la relación entre trauma infantil y psicopatología
en la edad adulta; igualmente, es funcional en la detección del
riesgo, pues evidencia las problemáticas que comprometen la salud
física y mental de las personas expuestas, ante lo cual se podrían
aplicar acciones de prevención y posterior intervención.

Método empleado para el cálculo de las medidas


de referencia

El método empleado para el cálculo de la media y de la


desviación estándar (como medida de referencia para cada uno
de los factores), consiste en sumar las puntuaciones de cada uno
de forma independiente y sobre ese resultado se estiman los

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 57
valores de referencia. Estos valores se muestran en las tablas 1,
2, 3, 4 y 5.

Para la estimación de las medias y la desviación estándar del


total del instrumento, se suman los resultados totales de cada
uno de los factores y sobre ese resultado se estima la media y
desviación estándar. Estos valores se muestran en la tabla 6.

Calificación e interpretación del ETI-SRCol

Inicialmente, se debe hacer el cálculo de la puntuación total del


instrumento, para lo cual se utiliza la recomendación del autor de
la versión original: usar el “método simple” (Bremner et al., 2007).
Este método consiste en sumar el número de acontecimientos
que ocurrieron (marcados con Sí) en cada uno de los factores. El
mismo método puede ser utilizado para calcular la puntuación
obtenida en cada factor.

Una vez obtenida la puntuación total o por factor de la escala, se


compara el resultado con el valor de referencia, según el sexo y el
rango de edad en el que se encuentre la persona. Por consiguiente,
la puntuación obtenida en la escala total o en un determinado
factor, que al ser comparado con el valor de referencia (media),
según su sexo y edad, se encuentre por encima de este, indicaría
una mayor exposición a experiencias traumáticas en la infancia
en la escala total o asociadas al factor específico que se está
analizando, en comparación con personas de su mismo sexo y
rango de edad.

Por ejemplo, se ha documentado que las secuelas de estos


eventos considerados traumáticos en la infancia, pueden perdurar
a lo largo de todo el desarrollo, dado su estatus de individuo en
desarrollo, cuyas estructuras fundamentales de la personalidad

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


58 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
y su visión del mundo están en proceso de construcción (Pereda,
2012). Involucran problemas de atención y cognitivos, culpa,
vergüenza, indefensión, agresividad, pérdida de relaciones
interpersonales y de confianza en el futuro, angustia de separación,
trastornos del sueño, ansiedad y depresión, los cuales dependen
de la etapa del desarrollo y del tipo, grado e intensidad de estos
acontecimientos traumáticos (Cohen & Mannarino, 2008; Hewitt
et al., 2014; López-Navarrete et al., 2007; Pereda, 2012).

Es así como las personas que se enfrentan a estas situaciones


traumáticas suelen estar expuestas de manera constante a fuentes
de estrés, lo cual se relaciona con la incidencia de problemáticas
de ansiedad, consumo de sustancias y depresión y, a su vez, estos
problemas de salud mental perpetúan, en ocasiones, la pobreza
(Organización Mundial de la Salud, 2020).

Con relación a la vivencia de experiencias traumáticas


asociadas a la violencia sociopolítica, la Organización Mundial de
la Salud (2002) estima que el 10% de la población expuesta a este
tipo de eventos tendrá problemas graves de salud mental y otro
10% dificultades para funcionar eficazmente (Hewitt et al., 2014).
Las dificultades más frecuentemente asociadas son la depresión,
la ansiedad y los problemas psicosomáticos, entre otros.

La exposición a estas situaciones impacta la salud física y


mental de la población más vulnerable: niños y adolescentes.
Por ejemplo, el desplazamiento incrementa la tasa de mortalidad
infantil, la inseguridad alimentaria, la desnutrición, el riesgo de
violencia sexual y la discapacidad física y psicológica (Hewitt
et  al., 2014). El impacto y la violencia que se experimenta,
incrementa el riesgo de trauma psicológico y sus efectos van
desde muertes, heridas y discapacidades físicas, hasta huellas en
la vida de los sujetos, sus familias y la sociedad (Rodríguez et al.,

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 59
2002). Específicamente en Latinoamérica, se estima que el 63%
de las personas expuestas a estas situaciones reportan síntomas
con relevancia clínica y un 33% cumple criterios para un trastorno
mental, los cuales pueden ser consecuencia de la interacción con
vulnerabilidad preexistente o porque estos se entiendan como
factores de riesgo en sí mismos (Campo-Arias & Herazo, 2014).

En el caso particular de la pobreza, se han reportado estudios


que relacionan de manera importante la salud mental con
indicadores de pobreza, tales como bajos ingresos, bajos niveles
educativos y pobres condiciones habitacionales, además de escaso
o nulo acceso a la recreación y a la salud (Organización Mundial
de la Salud, 2020). La pobreza involucra un conjunto de eventos
estresantes de diversa índole, como tensiones económicas,
conflictos familiares, cambios constantes de lugar de residencia,
disminución importante de oportunidades para acceder a la
educación y a la alimentación, y mayor riesgo de exposición a
situaciones violentas y traumáticas, tales como el abuso físico,
sexual y emocional. Por otro lado, la pobreza también ha sido
asociada a la violencia sociopolítica, en la medida que afecta de
manera considerable el acceso al cubrimiento de las necesidades
básicas: educación, alimentación y vivienda, e incrementan las
tasas de prevalencia de los trastornos mentales, incluyendo la
depresión (Corral-Proaño & Díaz-Mosquera, 2019; Hewitt et al.,
2014; Humphreys et al., 2020; Mandelli et al., 2015; Morales-Toro
et al., 2019; Mwachofi et al., 2020).

A continuación, se presentan las tablas 1, 2, 3, 4, 5 y 6 que


corresponden a los valores de referencia para cada uno de los
factores por sexo y rango de edad. La tabla 7 corresponde a los
valores de referencia para la escala total por sexo y rangos de edad.

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


60 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Tabla 1
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad para población
de hombres y mujeres del Factor 1: experiencias traumáticas asociadas a la
violencia sociopolítica

Factor 1: experiencias traumáticas asociadas a la violencia


sociopolítica

Hombres Mujeres
Rango de edad
M±DS M±DS

18-25 1.74± 3.70 1.08±3.01


26-35 1.46±3.85 1.61±3.74
36-45 0.96±1.74 0.81±1.37
45-60 0.82±1.94 1.51±2.84

Tabla 2
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad para población de
hombres y mujeres del Factor 2: abuso sexual

Factor 2: abuso sexual


Mujeres
Rango de edad Hombres
M±DS
18-25 1.46±2.35 1.26±2.20
26-35 0.96±1.39 1.33±2.16
36-45 1.40±2.08 0.93±0.23
45-60 0.64±0.86 1.22±1.71

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 61
Tabla 3
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad para población de
hombres y mujeres del Factor 3: abuso físico y emocional

Factor 3: abuso físico y emocional


Mujeres
Rango de edad Hombres
M±DS
18-25 5.80±3.69 5.14±3.64
26-35 5.34±4.02 4.02±3.27
36-45 5.48±3.36 5.43±5.37
45-60 6.17±2.69 5.81±2.89

Tabla 4
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad para población de
hombres y mujeres del Factor 4: acontecimientos traumáticos generales

Factor 4. Acontecimientos traumáticos generales


Mujeres
Rango de edad Hombres
M±DS
18-25 5.93±3.66 4.50±3.54
26-35 6.54±5.00 4.85±3.63
36-45 6.22±7.47 6.75±7.46
45-60 7.88±2.44 6.59±2,51

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


62 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Tabla 5
Media poblacional y desviación estándar por rangos de edad para población de
hombres y mujeres del Factor 5: pobreza

Factor 5: pobreza
Mujeres
Rango de edad Hombres
M±DS
18-25 0.43±0.82 0.28±0.79
26-35 0.40±0.85 0.42±0.99
36-45 0.29±0.60 0.25±0.68
45-60 0.41±0.79 0.25±0.81

Tabla 6
Puntuación total por rangos de edad para población de hombres y mujeres del
ETI-SRCol

Puntuación total de la escala


Mujeres
Rango de edad Hombres
M±DS
18-25 15.37±8.69 12.28±8.69
26-35 14.70±11.08 12.26±10.61
36-45 14.37±7.17 14.18±12.29
45-60 15.94±4.84 15.40±5.45

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 63
Diferencias entre el ETI-SRCol y otros instrumentos
de valoración del trauma temprano

El ETI-SR (Bremner et al., 2007) difiere de otros instrumentos


de valoración del trauma infantil en diferentes aspectos. Por
ejemplo, el Childhood Trauma Interview (CTI) (Fink et al., 1995),
el Childhood Experience of Care & Abuse (CECA) (Bifulco et al.,
1994) y el Retrospective Assessment of Traumatic Experience (R. E.
Gallagher et al., 1992) no miden el impacto sobre el individuo ni
la edad de inicio y algunos no incluyen el rango de frecuencia ni
la duración. El Childhood Trauma Questionnaire (CTQ) (Bernstein
et al., 1994), al igual que el Abuse and Trauma Scale (CATS)
(Humphreys et al., 2020; Sanders & Becker-Lausen, 1995) no
miden el impacto sobre el individuo, aunque el CATS mide la
percepción (Bremner et al., 2000).

El ETI-SRCol (Posada et al., 2019) difiere de las versiones


anteriores del ETI-SR (Bremner et al., 2007; Jeon et al., 2012;
Plaza et al., 2011), en la medida en que incluye dos factores o
dominios adicionales del trauma infantil: el Factor 1, que agrupa
las experiencias traumáticas asociadas a la violencia sociopolítica
(desplazamiento, secuestro y extorsión) y el Factor 5, que agrupa
los eventos traumáticos asociados a la pobreza, ocurridos antes
de los 18 años.

Disponer de este tipo de instrumentos es importante, en


particular, si se tiene en cuenta que existe suficiente evidencia
sobre el hecho de que en Colombia los acontecimientos
traumáticos de maltrato y de violencia sociopolítica en la infancia
representan una problemática de salud pública, en la medida

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


64 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
en que su presencia se extiende por todo el territorio nacional,
tanto en zonas rurales como urbanas, y en todas sus formas de
manifestación alcanza cifras realmente preocupantes (Colombia.
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 2018).

La revisión de los estudios sobre los efectos de las experiencias


de maltrato que ocurren en la infancia, al igual que los eventos
asociados a la violencia sociopolítica, describen las secuelas e
impacto de estas en las diferentes áreas del desarrollo. Algunos
estudios describen déficits neuropsicológicos, cognoscitivos y
académicos en niños expuestos a este tipo de eventos (Calderón
& Barrera, 2012); mientras otros reportan déficit en el lenguaje,
tanto receptivo como expresivo, dificultades en la autonomía y en
el manejo de las emociones y presencia de síntomas emocionales
y trastornos mentales como la depresión y ansiedad, entre otros
(Hewitt et al., 2014).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 65
Conclusiones
El Inventario de Experiencias Traumáticas en la Infancia (ETI-
SRCol) es un instrumento válido y confiable para la evaluación del
trauma infantil en población colombiana. Su estructura de cinco
factores permite la valoración de experiencias traumáticas antes
de los 18 años, relacionadas con la violencia sociopolítica, tales
como el desplazamiento, el secuestro y la extorsión (Factor 1), el
abuso sexual (Factor 2), el abuso físico y emocional (Factor 3), los
acontecimientos traumáticos generales (Factor 4) y la pobreza
(Factor 5).

La versión original del inventario, así como las demás


versiones conocidas del instrumento, se ajustan a una estructura
de cuatro factores: acontecimientos traumáticos generales,
acontecimientos sexuales, abuso físico y abuso emocional,
mientras que los resultados del análisis factorial de la versión
colombiana (ETI-SRCol) expuestos en detalle en este manual,
soportan una estructura de cinco factores, lo cual es comprensible
dada la creación de dos factores más (violencia sociopolítica y
pobreza) para adaptarlos al contexto social colombiano.

Para la adaptación del inventario en Colombia, se utilizó


la versión española con autorización de la autora, la doctora
Ana Plaza, quien, además, participó en calidad de experta en la
validez de apariencia y contenido del instrumento. Para medir
la consistencia interna de la puntuación directa de cada uno de
los factores de la versión preliminar del ETI-SRCol, se utilizó el

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


66 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
coeficiente alfa (α) de Cronbach. Todos los factores mostraron
adecuados índices de consistencia interna (α de Cronbach =0.68
a 0.92).

En consecuencia, esta herramienta de valoración del trauma


infantil suple, en gran medida, la necesidad de evaluar el trauma
infantil de manera amplia y confiable, lo cual hace que su uso
sea posible a nivel investigativo y clínico, dadas sus adecuadas
propiedades psicométricas reportadas.

Por lo anterior, este manual resulta ser una guía de gran


utilidad para los profesionales de la salud comprometidos con
la valoración de las experiencias traumáticas en la infancia,
en la medida en que permite identificar la ocurrencia de estas
en los diferentes momentos del desarrollo, su frecuencia y sus
efectos tanto actuales como en el pasado. Es un manual útil no
solo para el uso adecuado del instrumento, sino también para
la identificación de este tipo de experiencias y la comprensión
de sus efectos bajo la premisa de que la exposición a cualquier
tipo de violencia constituye uno de los mayores riesgos para el
desarrollo físico y emocional en los primeros años.
Por otro lado, aporta evidencia sobre las innumerables
secuelas tales como abandonos, separaciones, pérdidas
económicas, empeoramiento de la condición de pobreza, pérdida
de oportunidades, aumento considerable en la morbilidad
psiquiátrica y problemas sociales como consecuencia de la
exposición a eventos traumáticos que tuvieron lugar en la infancia.

La exposición a estas situaciones impacta la salud física y mental


de la población más vulnerable: niños y adolescentes. Por ejemplo,
el desplazamiento, el secuestro y la extorsión incrementan la tasa

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


(ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación 67
de mortalidad infantil, la inseguridad alimentaria, la desnutrición,
el riesgo de violencia sexual y la discapacidad física y psicológica.
El impacto y la violencia que se experimenta en la vivencia de
eventos violentos como el abuso físico, emocional y sexual,
aumentan el riesgo de trauma psicológico y sus efectos van desde
muertes, heridas y discapacidades físicas hasta huellas en la vida
de los sujetos, sus familias y la sociedad. Los efectos de este tipo
de acontecimientos en la infancia pueden perdurar a lo largo
de todo el proceso evolutivo, dado su estatus de individuo en
desarrollo, cuyas estructuras fundamentales de la personalidad y
su visión del mundo están en construcción.

Finalmente, el uso de este manual para la aplicación y


calificación del ETI-SRCol garantiza el adecuado uso del
instrumento por parte de psicólogos, psiquiatras, estudiantes
y docentes en ambientes clínicos, investigativos y educativos.
Este manual es fuente de consulta permanente para la aplicación
y calificación del Inventario de Experiencias Traumáticas en la
Infancia, versión colombiana (ETI-SRCol).

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


68 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
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Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


82 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación
Este libro se terminó de imprimir en los talleres
de Divegráficas S. A. S., Medellín, en el mes
de septiembre del 2020
“Siempre hay un momento en la infancia
cuando la puerta se abre y deja entrar
al futuro”

Graham Greene

Inventario de experiencias traumáticas en la infancia


86 (ETI-SRCol), versión colombiana: manual de aplicación y calificación

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