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6to Simposio Internacional de Estructuras, Geotecnia y Materiales de Construcción

LA VIVIENDA SANTACLAREÑA DEL MOVIMIENTO MODERNO

Autora: MSc Arq. Rafaela Salomé O´Farrill Aguilera


Departamento de Arquitectura
Facultad de Construcciones de la Universidad Central de Las Villas

La arquitectura constituye el marco y exteorización de nuestra vida social constituyendo por tanto
reflejo inmediato de los fenómenos sociales y económicos que la sustentan y rodean y por ende
expresión de nuestra cultura e identidad.
El patrimonio cultural de cada pueblo expresa las facetas de su genio propio y la continuidad que a
lo largo de la historia ha producido; pero este patrimonio se encuentra constantemente expuesto a
agentes degradantes, producto de los años, las urbanizaciones aceleradas y el turismo por lo que
a nivel internacional viene produciéndose una estrategia encaminada a la preservación y el rescate
de este patrimonio que incluye no solo “grandes creaciones, sino también las obras modestas que,
con el tiempo, han adquirido un significado cultural”(1).
Esta recuperación de la cultura ambiental no se llevo a cabo en la Habana sino que se trasladó al
interior del país comenzando por las cabeceras de provinciales Sancti Spíritus, Santa Clara,
Camaguey, Matanzas, Santiago y ciudades de importancia histórica como Trinidad expresando el
deseo de integrar dialécticamente lo viejo con lo nuevo “como materialización del ambiente
culturalmente válido (2). Estos estudios han ido extendiéndose dentro de cada provincia a aquellas
cabeceras municipales con cierto desarrollo socio- económico, analizando sus valores
arquitectónicos y ambientales para su preservación porque a pesar de no poseer obras
paradigmáticas y monumentales si poseen una arquitectura testimonio de la historia y las
condicionantes que la generaron. En la región central estos estudios comprenden las ciudades de
Santa Clara, Sagua, Camajuaní, Placetas, Remedios y Caibaríen.
Contribución del estudio de la evolución de la arquitectura doméstica en la década del 50 al rescate
de la identidad cultural. Santa Clara.
“Las zonas urbanas históricamente están constituidas no solo por los centros históricos
monumentales, sino también por barrios o asentamientos urbanos menores y por pequeños
pueblos con áreas rurales en los que el patrimonio edificado está constituido por arquitectura
popular armoniosamente integrada con la vida de sus pobladores y su marco material. Se
manifiesta en estas estructuras con alto porcentaje de edificaciones dedicadas a viviendas, una
identidad madurada por generaciones de usuarios y constructores que han asimilado distintos
lenguajes y técnicas integrándolas a sus usos y tradiciones, adaptándolas al medio ambiente (3).
Los estudios sobre la arquitectura de Santa Clara se inician a partir de 1985 en el Departamento
de Arquitectura de la U.C.L.V., limitándose en sus inicios al estudio de la tipología arquitectónica y
extendiéndose después a la definición del centro histórico de la ciudad y a la rehabilitación de
edificaciones exponentes de nuestro patrimonio construido. A partir de 1990 se inicia el estudio de
la evolución de la arquitectura doméstica en su interrelación con la base socio-económica del país
y específicamente y específicamente la región y el lugar, ya que “La problemática de nuestra
arquitectura tiene que ser asumida mediante el análisis de interdependencia entre la base
económica y la superestructura, en organizaciones sociales condicionadas en lo económico,
político y cultural…. Donde pesan factores externos y factores internos”(4). Teniendo todos estos
trabajos un objetivo común: estudiar, conocer, conservar y recuperar la identidad cultural a través
de la arquitectura.
En este caso solo expondremos en apretada síntesis el estudio de la arquitectura doméstica
santaclareña, que se desarrollo en la década del 50, con el auge y desarrollo del Movimiento
Moderno en Cuba.

Tipología racionalista de la Arquitectura Doméstica.


La historia de la vivienda cubana transita por un proceso constante de superación y consolidación,
o sea, que no se produce en forma repentina la superación de los códigos arquitectónicos que
corresponden al Art Decó , Monumental Moderno, el Neo-colonial y el Proto-racionalismo Cubano.
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En el siglo XX se logra por primera vez la identidad de nuestro quehacer arquitectónico dentro de
los marcos de un diáfano neoclasicismo se expresa por medio de un sentido muy particular del
espacio, de la transparencia y la luz. Con las transformaciones en los modos de vida y los hábitos
de comportamiento social que se producen a partir del cese de la dominación colonial española y
comienzo del proceso de penetración norteamericana, se compone un esquema funcional tan
eficiente que aún somos sus perpetuadotes inconscientes.
Desde el punto de vista de la experimentación y de la diversidad de aportes en el plano de las
soluciones formales, el tema de la vivienda posee la primacía en este período. Ello se debe, en
primer lugar, a la autonomía establecida por el encargo individual, en el cual se produce una
relación directa comitente-proyectista. En segundo lugar, porque en el tema de la vivienda
individual incursionaba gran numero de arquitectos jóvenes, quienes encontraban aquí la
posibilidad de realizarse como diseñadores.
En la ciudad de Santa Clara estas diferentes tipologías desde el punto de vista arquitectónico
condicionan una amplia diversidad de expresiones y volúmenes lo que provoca que en cierta
medida las viviendas de esta época asuman características regionales individuales que se
diferencian de sus homólogas en la Habana.

En algunas viviendas existe una tendencia a recuperar los


valores ambientales de la Arquitectura Colonial Cubana y en
otras, una influencia de las búsquedas de la vanguardia
latinoamericana- Brasil, México, Venezuela-, realizaciones
recientes de la arquitectura norteamericana, o la vanguardia
racionalista europea, y la asimilación de los factores
naturales, ecológicos, culturales, dentro del tronco
racionalista, por lo que podemos afirmar que la Arquitectura
Vivienda con influencia de la Doméstica de la década del cincuenta en la ciudad de Santa
arquitectura colonial Clara asume características particulares dentro de los
códigos racionalistas; pero no se llega a evidenciar un
Movimiento Racionalista puro en todo su esplendor. Debido a
que en esta ciudad no existió la clase social de la alta
burguesía, la arquitectura no fue tan lujosa como en la capital
del país fundamentalmente.
Con el objetivo de conocer la Arquitectura Doméstica de la
ciudad central del país a mediados del siglo XX, se citarán a
continuación los principales componentes formales típicos en
Vivienda con influencia racionalista el tema de la vivienda individual y colectiva de esta época.
La ciudad de Santa Clara se caracterizó por poseer un amplio
auge de construcción de viviendas, lo que provocó una amplia
variedad edificatoria, las cuales se construyeron en tiras, pareadas, dúplex y en el caso de las
colectivas llegaron a alcanzar tres y cuatro niveles de altura, con cuatro, seis y más apartamentos.
En sentido general, las cubiertas de todas estas edificaciones presentan diferentes características.
Existen las cubiertas planas de hormigón, recubiertas e impermeabilizadas con racillas a “diente de
perro”, las losas inclinadas de hormigón armado, las cubiertas ligeras de estructuras de madera a
dos y cuatro aguas, recubiertas con tejas criollas o francesas y otras en las que se utiliza la
combinación de estas soluciones.
En el caso de los muros, el ladrillo cocido constituye el material por excelencia para construir los
muros de carga y divisorios, aunque en algunos casos se utilizó el bloque de hormigón
fundamentalmente a mediados de esta década, los muros oscilaban entre 120-200 mm de
espesor, algunas veces reduciendo estos en la tabiquería interior. En las viviendas colectivas, o
sea, en los edificios que alcanzan más de dos niveles se emplean las estructuras de esqueleto de
columnas y vigas de hormigón armado.
La fachada o fachadas principales, en caso de las viviendas esquineras, son tratadas de forma
diferente; pero provistas de un decoración sobria y sencilla, Sus diferencias eran producto
fundamentalmente de las tendencias arquitectónicas asimiladas por el proyectista o por las

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exigencias del propietario, por la clase social del usuario y por la ubicación dentro de la trama
urbana.
Los elementos decorativos y característicos en estas
fachadas están muy ligados también a la clase social y en
este sentido tienen gran diversidad como son : el rallado o
cuadriculado en las fachadas principales ya sea en pretiles,
hasta la altura del antepecho o en toda la fachada; el uso de
rejas tanto en puertas, ventanas, barandas como en pretiles;
los faroles en las fachadas; la continuidad de los
antepechos alrededor de toda la línea de ventanas; los
pequeños calados en los muros o en los pretiles que
pueden ser cuadrados, rectangulares o redondos, las
chimenea, las canterías para vegetación tanto en balcones
como en portales. A todo esto está sumado un conjunto de
soluciones estructurales que cumplen función de ornamento
como son el uso del arco, balcones en voladizo y las
columnas inclinadas en los portales, Todos estos elementos
hacen de esta arquitectura una de las más atractivas sobre
todo para aquellos que gusten de la sencillez y la belleza. Vivienda donde se muestran algunos
de los elementos decorativos en
La carpintería también tiene una gran variedad. En fachada
exteriores generalmente es de madera, fundamentalmente
de cedro, aunque también se usa el pino cepillado y el play-wood en menor escala, con marcos de
madera dura del país y con lucetas giratorias en puertas y ventanas o más sencillas aún, con
puertas y ventanas atableradas de hojas. En las viviendas de menores ingresos se utilizan
ventanas a la española con lucetas giratorias y en algunos casos una combinación de ventanas
Miami en la fachada principal y a la española en el resto de la edificación. La mayoría de las
ventanas utilizadas en los proyectos de mayor envergadura eran de tipo Miami, estas pueden ser
de cristal o tener sobre marco de cristal, y están acompañadas en algunos casos de un enrejado
con disímiles diseños. En locales que no necesitan de privacidad se colocan grandes paños de
cristal traslúcidos al igual que en algunos edificios de apartamentos, garantizando gran iluminación
natural en el interior de estos espacios.
En cuanto a los materiales de terminación y el acabado de las edificaciones se utiliza mucho el
enchape en piedras calizas y serpentinas; la aplicación de los repellos finos en exteriores e
interiores así como la aplicación de enmasillados; el amplio uso del ladrillo a vista
fundamentalmente en viviendas colectivas sobre todo en balcones, conjuntamente con las sencillas
barandas de hierro en sustitución de las balaustradas del período colonial.
Los pisos utilizados en las viviendas de esta época son generalmente de losas hidráulicas,
basados en un monocolor ( color blanco principalmente), existiendo otros casos donde la base se
logra mediante los colores grises, verdes, rosados y puede tener pinceladas de otros colores
contrastantes. También son frecuentes los pisos de mosaico y de terrazo integral para exteriores
con base de cemento blanco o coloreado. En viviendas de bajo costo, en ocasiones se utilizan los
pisos de hormigón pulido en colores.
Desde el punto de vista de la distribución de los espacios existe una amplia diversidad. La
composición planimétrica de las viviendas de este período puede presentar características de
plantas tradicionales, plantas flexibles, plantas concentradas o bloqueadas.
En el interior, después de superadas las estructuras de acceso, encontramos un conjunto de
espacios destinados a satisfacer las necesidades del pequeño grupo social que constituye la
familia.
Las dimensiones de estos espacios, experimentan una apreciable disminución con respecto a las
de sus homólogas en las viviendas de principio de siglo La forma rectangular es la más utilizada,
aunque para jerarquizar algunos espacios se introduce la línea o fachada curva, ya sea en sala, el
comedor, el portal, o el área que ocupa la escalera. Cabe destacar que las dimensiones de los
espacios son variables de acuerdo al grupo socia, al igual que la distribución planimétrica de los
mismos.

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El vestíbulo o hall, donde la función estricta es la recibidor, lo podemos encontrar
fundamentalmente en viviendas que pertenecen ala burguesía media-en especial las que poseen
dos niveles- y en los edificios de apartamentos.
La sala además de ser el núcleo de la casa, constituye el lugar donde la familia se reúne con los
invitados. Este recinto suele dividirse de la saleta o el comedor mediante lo que llamamos “medio
punto”, aunque no se utiliza este tipo de arco, sino disímiles diseños como: canteros con plantas
naturales, columnas decorativas que sustentan repisas de losas de hormigón o estructuras de
madera, diseños de vidrio acanalado o semejando quiebrasoles; todo esto para darle flexibilidad al
espacio y comunicar las funciones que en estos se realizan. En las viviendas de menores recursos
sólo existe una sala pequeña y después le siguen las habitaciones.
El comedor puede ubicarse al fondo de la vivienda conjuntamente con la cocina en viviendas en
tiras, en forma de L o C, también puede ubicarse cerca de la sala-saleta en un espacio separado o
conjuntamente con la sala-comedor. De estas variantes, la más utilizada es la del conjunto cocina-
comedor, ya sea al final o en uno de sus laterales.
Los dormitorios, espacios de descanso, pueden ser ubicados a un lateral intercalado el servicio
sanitario, a continuación de la sala o la saleta formando un bloque de habitaciones en el medio de
la casa y al final, o en un segundo nivel en el caso de las viviendas dúplex, dejando algunos
dormitorios y un servicios sanitario de pequeñas dimensiones en el primer nivel, en la zona de
servicio. En edificaciones que pertenecían a usuarios con más recursos, se añade un local para
guardar la ropa en grandes armarios (vestidor).
En el caso de las viviendas dúplex, las escaleras, que son las responsables de comunicar los
espacios verticalmente, suelen tener una o dos ramas, por lo general se poyan en los muros de
las fachadas laterales. En algunos proyectos de viviendas estas alcanzan mayor importancia y sus
diseños son más atrevidos, están enfatizas ya sea con cristalería o con una caja de escalera bien
definida.
El patio de servicio, la despensa, los closet de limpieza, pertenecen a los locales de servicio de
algunas viviendas de la mediana burguesía, los cuales se comunican discretamente y forman parte
de otros de mayor importancia.
Todos los espacios anteriormente descritos son los principales y más comunes en las viviendas de
los años cincuenta. Es importante señalar que en edificaciones de familias de la mediana
burguesía, podemos encontrar nuevos recintos tales como: salas de música, bibliotecas, oficinas,
habitaciones para el uso de los criados, locales para costura, pantry, garaje. etc.
La vivienda que se configura en todos sus atributos hacia la quinta década del siglo XX, responde
a una arquitectura sectorizada, compuesta por tres sistemas: uno más público- sala, saleta,
comedor; otro más privado-dormitorios y sistemas de servicios-; y otro que lo constituye la cocina,
patio de servicio, closet de limpieza.
Todos estos aspectos nos permiten identificar que elementos caracterizan la arquitectura
doméstica de la ciudad de Santa Clara de la década del 50 y por tanto forman parte de su
identidad cultural haciendo posible su conservación y rescate además de que “la rehabilitación de
la vivienda como conformadora principal de las zonas urbanas históricas debe ser considerada
parte de la solución integral del hábitat, al tiempo que contribuye a la solución de las necesidades
de la población residente en el Centro histórico facilita su permanencia y permite conservar los
valores culturales del patrimonio construido y participa en la solución de un problema económico
social”. (5)

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Conclusiones
1.-El análisis profundo y conciente de los elementos arquitectónicos que caracterizan cada
localidad, en su interacción socio-económica, permite conocer parte de su identidad cultural y esta
a su vez conforma un estadío superior, la identidad cultural de una nación.
2.-Todo estudio sobre identidad cultural expresado a través de la arquitectura permitirá contar con
una base sólida para la posterior rehabilitación de las edificaciones.

Referencias bibliográficas
1.- Documentos internacionales sobre política de conservación y restauración, Las Tunas, 1988
s/p.
2 - Ob. Cit. Lectura crítica del entorno urbano, p. 87.
3. -Seminario sobre rehabilitación de viviendas en zonas históricas, La Habana, 1887, p. 141.
4. -García, Alicia. Trinidad, Arquitectura Doméstica y Sociedad. Tesis en opción de grado científico,
1987, p. 3.
5. -Ob. Cit. Informe La vivienda en los Centros Históricos. P. 29.

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