Parcial 1 Urbano
Parcial 1 Urbano
Historia
Çatalhöyük, también conocido como Çatal Höyük, Çatal Hüyük o Catal Hüyük (del turco çatal:
‘tenedor’, y höyük: ‘túmulo’), es un antiguo asentamiento de los períodos Neolítico y Calcolítico,
siendo el conjunto urbano más grande y mejor preservado de la época neolítica en el Oriente
Próximo. En su apogeo este asentamiento llegó a cubrir 13 hectáreas.
Un canal del río Çarşamba fluía antiguamente entre los dos montículos que forman el yacimiento,
levantado sobre terrenos de arcilla aluvial que pudieron ser favorables para una precoz
agricultura. El que está situado hacia el este pudo llegar a alcanzar unos 20 metros de altura sobre
la llanura en los últimos momentos de ocupación del Neolítico. El del oeste forma un elevación
menor y hay también un yacimiento bizantino a unos cientos de metros hacia el este. Los
asentamientos de época prehistórica fueron abandonados antes de la Edad del Bronce.
El yacimiento[editar]
Según unos autores todo el asentamiento de Çatalhöyük estaría formado por edificios de uso
residencial, sin que se pueda establecer la existencia de edificios públicos de manera irrefutable.
Para otros, el hecho de que las mejores y más exuberantes pinturas murales estén en los locales
más grandes, les lleva a definir éstos como lugares rituales. Pero el propósito de estas habitaciones
profusamente decoradas no resulta claro.3
La población de la colina este ha sido estimada por encima de las 10 000 personas, pero la
población total probablemente variaría a lo largo de la historia del poblado. Un promedio de entre
5000 y 8000 habitantes sería una estimación razonable. Estos vivían en casasrectangulares
construidas con adobe, adosadas, sin calles ni pasajes entre ellas, apiñadas como si formaran un
panal de abejas. El acceso a las viviendas se hacía por los techos, caminando sobre ellos como si de
calles se tratara, utilizando escaleras, interiores y exteriores, para comunicar los diversos niveles.
Los muros también eran de adobe y para conformar la cubierta utilizaron vigas de madera
y barro apisonado sobre esteras vegetales. Las aberturas de los techos servían también como la
única fuente de ventilación, proporcionando aire fresco y permitiendo salir el humo producido por
cocinas y hogares abiertos.
Al estar las casas en medianera, se configuraba una especie de muralla defensiva hacia el exterior,
sin aberturas. Esto debió resultar suficiente para salvaguardar a sus habitantes de ataques, pues
no se han encontrado signos de luchas en el yacimiento.
Todos los interiores de las casas están enyesados con un acabado muy suave y se caracterizan por
la ausencia de ángulos rectos. Constan generalmente de una habitación común de 20 a 25 m² y
algunas estancias anexas. La pieza principal dispone de bancos y plataformas para sentarse y
dormir, de un hogar rectangular elevado del suelo y de un horno para hacer pan, sirviendo para un
amplio abanico de actividades domésticas. Las habitaciones auxiliares se usaban como almacenes
y se accedía a ellas desde la sala principal por unas aberturas bajas. 3
Las habitaciones se mantenían escrupulosamente limpias: los arqueólogos han identificado muy
poca basura o desechos en el interior de los edificios, pero los montones de desperdicios que hay
en el exterior de las ruinas contienen aguas residuales y restos de comida, así como significativas
cantidades de ceniza vegetal. Posiblemente, cuando hacía buen tiempo muchas de las actividades
diarias se realizarían en las terrazas, que así podrían haber formado un espacio abierto similar a
una plaza. Al parecer, en época tardía en las terrazas se construyeron grandes hornos comunales.
En el transcurso de los siglos las casas se fueron renovando mediante demoliciones parciales y
reconstrucciones sobre unos cimientos formados por escombros, lo cual provocó el crecimiento
de la colina. Se han descubierto hasta 18 niveles de asentamientos.
Esquema
Cultura y rituales[editar]
Los pobladores de Çatalhöyük enterraban a sus muertos dentro de la aldea: han sido encontrados
restos humanos en hoyos debajo de los suelos de las estancias, especialmente bajo los hogares,
las plataformas de las habitaciones principales y las camas. Los cuerpos eran plegados al máximo
y, a menudo, introducidos en cestos o envueltos en esterillas rojas. Los huesos desarticulados de
algunas tumbas sugieren que los cuerpos pudieron ser expuestos al aire libre durante un tiempo,
antes de ser recogidos y enterrados. En ciertos casos, las tumbas han sido removidas y las cabezas
de los individuos separadas del esqueleto, pudiendo haber sido usadas dichas calaveras de manera
ritual, ya que algunas han sido encontradas en otras zonas de la comunidad. Varios cráneos fueron
emplastados y pintados con ocre para recrear la cara humana, una costumbre más característica
de los sitios neolíticos de Siria y de Jericó, que de yacimientos más cercanos.
Economía y sociedad
Al parecer, los pobladores de Çatalhöyük vivían de manera relativamente igualitaria, sin que
tengamos constancia de que existieran clases sociales, ya que no se han encontrado hasta ahora
casas con características diferenciadas (que pertenecieran a la realeza o a la jerarquía religiosa,
por ejemplo). Las investigaciones más recientes también revelan poca diferenciación social basada
en el género, recibiendo una alimentación equivalente tanto hombres como mujeres y,
aparentemente, teniendo un estatus social similar relativo, hecho establecido como propio de las
culturas paleolíticas.6789
Las enfermedades más corrientes entre la población del asentamiento fueron la anemia, la artritis
y la malaria, endémica en la región debido a unos pantanos cercanos. La esperanza de vida sería
de unos 34 años para los hombres y de 29 para las mujeres, aunque algunos individuos pudieron
llegar a los 60.
En los niveles superiores del sitio resulta evidente que los habitantes de Çatalhöyük fueron
ganando conocimientos en la agricultura y en la domesticación de animales. Se cultivaban cereales
tales como el trigo y la cebada, así como guisantes, garbanzos, lentejas y lino, mientras que de los
árboles de las colinas circundantes se recogían frutos como almendras, pistachos y manzanas. Se
extraían aceites vegetales de plantas y semillas, lo mismo que una especie de cerveza. Aunque la
mayoría de las proteínas animales procedían de la pesca y de la caza (ciervo, jabalí y onagro), la
oveja ya había sido domesticada y las evidencias sugieren que los bóvidos comenzaban a estarlo
también.
NOMADAS
Prehistoria[editar]
La Prehistoria constituye el tiempo nómada por excelencia. Dicho factor permitió que todos
los continentes fueran poblados ante el avance gradual del hombre primitivo en búsqueda de
nuevos alimentos para su supervivencia o por alteraciones de fenómenos naturales (migración de
las especies animales preferidas, extinción de las mismas, cambios geológicos y climáticos). Así,
poblaciones de seres humanos se han adaptado a cambios climáticos como una glaciación y a
territorios con pocos recursos como el desierto.
La diseminación humana se calcula comenzó hace unos dos millones seiscientos mil años
desde África. Hace 1 800 000 años se encontraba en el Medio Oriente. Hace 1 millón de años, se
encontraba en Asia y en Europa. Hace 50 000 años, llegó a América y hace unos 40 000 años,
a Oceanía. Estos dos últimos continentes son los de más reciente población humana. Por lo tanto,
el poblamiento del planeta se dio en un tiempo muy largo y de manera muy lenta. Por ejemplo,
para que el ser humano pasara de África al Medio Oriente tardó 800.000 años. Las formas de vivir,
el desarrollo, la cultura y otros muchos detalles del ser humano prehistórico siguen llenos
de misterios y son objeto de permanente estudio. Lo que se sabe de cómo vivió la humanidad
prehistórica es en parte gracias a los pocos rastros arqueológicos dejados y a la observación del
comportamiento de aquellos pueblos nómadas que han seguido fieles a esta milenaria forma de
supervivencia.
Este proceso comenzó hace aproximadamente 10.000 años entre los pueblos de la Mesopotamia y
Egipto, y se repitió más tarde en India (6000 aC), China (5000 aC), Europa (4500 aC), África (3000
aC) y América (2500 aC).
Estas son cada vez menos solidarias, ya que las relaciones que antes estaban reguladas por el
parentesco pasan a ser reguladas por factores económicos.
Otro efecto de esta nueva capacidad productiva fue el gran crecimiento demográfico. La
abundancia de
alimentos condujo, finalmente, al nacimiento de las ciudades, alcanzando algunas, categoría de
metrópolis.
Una de las consecuencia de este proceso fueron los cambios provocados en el ecosistema. Las
especies cultivadas se volvieron más abundantes mientras las especies silvestres disminuyeron
hasta, eventualmente, desaparecer. Finalmente se redujo la diversidad del ecosistema en su
conjunto, transformándose en un ecosistema relativamente especializado, un agroecosistema, con
una finalidad exclusivamente extractiva.
La productividad de este nuevo ecosistema suele ser mucho mayor, pero su diversidad y capacidad
de
adaptación a nuevas situaciones han disminuido.
Las innovaciones tecnológicas de la revolución industrial también se ven reflejadas en las
actividades agrícolas. La agricultura se asocia hoy a una mecanización en gran escala (con el
consiguiente consumo de combustibles fósiles) y un uso exagerado de productos químicos
(pesticidas, fertilizantes, etc.); es decir, a un alto consumo de energía.
Este tipo de prácticas agrícolas provoca la contaminación del agua, del suelo y de determinados
alimentos (frutas, verduras, leche), la pérdida de biodiversidad y un consumo creciente de
combustibles fósiles.
Esta actitud está provocada tanto por la obsesión por los cambios rápidos y las novedades
(técnicas,
biológicas, químicas, organizativas, etc.), que llevan a su aplicación mucho antes de que las
consecuencias a largo plazo se conozcan, como por considerar la tierra sólo como un factor de
producción.
LS
Sedentario
Inglés
El sedentarismo es una forma de poblamiento por la cual una sociedad se establece en un lugar
determinado al que pasa a considerarse como su hogar. Es la antítesis del nomadismo. Se cree que
el proceso por el cual los seres humanos comenzaron a dejar de ser nómadas para convertirse en
sedentarios comenzó con el Neolítico, hace aproximadamente diez mil años en Oriente Medio.
Posteriormente se fue dando en todos los continentes, en unos casos por difusión y en otros de
manera espontánea, como en China, Nueva Guinea, África o América (en esta última durante
su periodo formativo). La sedentarización se consolidó definitivamente con la fundación de las
primeras ciudades (Jericó tiene ya entidad poblacional hacia el 9 500 a. C.). La ciudad representaría
la culminación del proceso de sedentarización humano y dicho proceso perdura todavía en la edad
contemporánea
La razón principal por la cual muchos pueblos nómadas se hicieron sedentarios se encuentra en
uno de los descubrimientos más importantes de la humanidad: la agricultura. Aunque
arqueológicamente la agricultura estuvo precedida de una fase de almacenamiento de alimentos
poco perecederos obtenidos de la recolección. Entre la tribu nómada y la tribu sedentaria pasaron
muchas generaciones, muchos experimentos e incluso retornos al nomadismo, hasta que un
determinado grupo se estableció definitivamente en una localidad(Estoriatus). Este proceso tuvo
lugar en un tiempo ubicado al final del Holoceno, es decir, cuando terminó la
última Glaciación hace aproximadamente 10 mil años y el planeta alcanzó mayores grados de
temperatura. Las primeras culturas agrícolas, según los hallazgos arqueológicos, se ubican en
el Medio Oriente en donde se desarrollarían las primeras ciudades. Pero el calentamiento global
del planeta hace 10 mil años generó un proceso similar en todos los continentes que tuvo como
consecuencia que muchas tribus se establecieran en determinados lugares y dieran inicio a las
llamadas civilizaciones de la antigüedad.
Ciudad[editar]
Artículos principales: Ciudad y Población de las ciudades antiguas más grandes del mundo.
El templo de Luxor, la antigua Tebas, uno de los más antiguos asentamientos del mundo en Egipto.
La ciudad es consecuencia directa del establecimiento definitivo de un grupo humano en un
territorio determinado. La agriculturapermitió que la tribu se detuviera para cuidar del proceso de
sembrados y la domesticación de animales. Ello implicó el trabajo, pero también el tiempo de
espera, del cual nace un desarrollo cultural determinado como la escritura, el registro del tiempo
(calendario), las matemáticas, las observaciones astronómicas y el comercio interétnico. La
agricultura también conlleva que la tribu tenga ciertas posesiones que debe cuidar de las
ambiciones de otras tribus y por vez primera la humanidad construye las fortalezas y murallas.
Existen vestigios de murallas en todo el Oriente Medio con dataciones de más de 10 mil años y en
muchos casos estas son el único vestigio que prueba la presencia de una ciudad. La sociedad
agraria, en aras de proteger y administrar la producción, crea las relaciones de clase y posición
social que en el nomadismo son menos complicadas y de ahí nace el dirigente de la ciudad. Las
primeras ciudades fueron autónomas, tribales, dependían de sí mismas y se aliaban con otras en
casos circunstanciales, como las polisde Grecia, Fenicia y los Mayas, entre otros.
El desarrollo de estados más complejos nacería del poder creciente de una determinada ciudad,
que terminaría por dominar a las ciudades vecinas y crear una unidad política más grande. Casos
como éste, se darían primero en territorios como Egipto y China, entre otros. Los imperios serían
el colmo del poder creciente de uno de estos estados que, ya no solo controlaría las ciudades y la
población de un territorio (reino), sino que iría al control de otros estados circunvecinos como el
caso de China, el Imperio romano, el Imperio azteca o el Imperio inca, entre otros.
JERICO
Jericó (en árabe أريحا Ariha; en hebreo י ְִריחֹו Yériho ( escuchar)) es una ciudad situada
en Cisjordania, cerca del río Jordán, en Palestina. Los hallazgos arqueológicos de esta ciudad
cananea demuestran que se edificó hace más de diez mil años. Sus habitantes originarios fueron
los cananeos. Jericó está mencionada en los textos bíblicos y situada a orillas del río Jordán,
ubicada en la parte inferior de la cuesta que conduce a la montañosa meseta de Judá, a unos 8 km
de la costa septentrional de la cuenca seca del mar Muerto, a casi 240 m por debajo del nivel
del mar Mediterráneo y aproximadamente a 27 km de Jerusalén. Fue una importante ciudad
del valle del Jordán (Dt. 34:1, 3), en la ribera occidental del río. En una época, la ciudad fue
conocida como la ciudad de las palmeras (Dt. 34:3; Jue. 3:13); la primera mención en las Escrituras
se da en relación al campamento de los israelitas en Sitim (Nm. 22:1; 26:3).
Durante 400 años fue parte del Imperio otomano hasta 1917, luego estuvo bajo el Mandato
Británico de Palestina, pasando a control jordano entre 1948 y 1967 y luego fue conquistada
por Israel durante la Guerra de los Seis Días, permaneciendo desde entonces bajo ocupación
militar israelí. Desde 1994, después de los Acuerdos de Oslo, pasó a estar bajo la administración de
la Autoridad Palestina.
Se piensa que Jericó, en la actual Israel, fue una de las primeras ciudades del mundo y su historia
se remonta hasta aproximadamente 10.000 años a.C. Aparece en la historia por primera vez en la
Biblia, donde vemos cómo sus muros caen ante el sonido de las trompetas del ejército de Josué,
un acontecimiento fechado en torno al año 1200 a.C.
La ciudad de Jericó es una colina (o tell en árabe) en el margen occidental del valle del río Jordán,
cerca del mar Muerto. Se encuentra cerca de Ain Musa, una fuente perpetua que en ocasiones se
conoce como la Fuente de Moisés.
Cuando en la década de 1950 la arqueóloga británica Kathleen Kenyon excavó el yacimiento,
atravesó numerosos estratos, apilados los unos sobre los otros, cada uno de ellos con los restos de
un poblado o ciudad antiguos. En el último de ellos, al fondo del todo, encontró un pequeño
poblado que fue ocupado por primera vez hace casi 12.000 años.
Los primeros habitantes de Jericó no eran verdaderos granjeros, pues cazaban animales salvajes y
recolectaban cereales en la campiña circundante. No obstante, al contrario que los primeros
cazadores-recolectores, vivían en casas permanentes: unas viviendas circulares semienterradas en
el suelo y con una única habitación. Fueron esas casas las que crearon la base de la primera Jericó.
El siguiente asentamiento en antigüedad data de hace 10.000 años. Las gentes que vivieron en
este poblado ya conocían la agricultura y cultivaban trigo y cebada en los muy fértiles terrenos
circundantes. El poblado acogía en torno a 500 personas, una cantidad muy elevada para esta
época. Los habitantes de Jericó también comenzaron a trabajar juntos para construir grandes
estructuras de piedra.
La más impresionante de estas estructuras fue un inmenso muro que rodeaba todo el
poblado. Tenía 5 m de alto y 3 m de ancho y fueron necesarias unas 10.000 toneladas (9.070
toneladas métricas) de materiales de construcción para levantarlo. Delante del muro había un foso
de 8 m de anchura. En la actualidad, todavía se conservanmuchos lienzos del muro.
Como si todos estos logros no fueran suficientes, los habitantes de Jericó también construyeron
una sólida torre de piedra justo por dentro del muro. La torre se alza a 11 m de altura y tiene una
anchura de 9 m en la base. Para alcanzar su cima, plana, los habitantes del poblado construyeron
una escalera. Edificaron la torre tan bien que todavía sigue en pie, 10.000 años después.
Algunos arqueólogos creen que esos primeros granjeros construyeron el muro y la torre para
proteger el poblado contra los ataques enemigos. Otros piensan, por el contrario, que la intención
del muro pudo haber sido la protección del poblado contra las inundaciones, teniendo la torre
algún tipo de significado ritual. Cualquiera que fuera su función, se trata de espectaculares
ejemplos del primer trabajo de la piedra.
Mesopotamia
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El término alude principalmente a esta zona en la Edad Antigua que se dividía en Asiria (al norte)
y Babilonia (al sur). Babilonia (también conocida como Caldea), a su vez, se dividía en Acadia (parte
alta) y Sumeria (parte baja).1 Sus gobernantes eran llamados patesi.
Historia[editar]
Aproximadamente en el 3000 a. C., apareció la escritura, en aquella época utilizada solo para llevar
las cuentas administrativas de la comunidad. Los primeros escritos que se han hallado están
grabados sobre arcilla (muy frecuente en aquella zona) con unos dibujos formados por líneas
(pictogramas).
La civilización urbana siguió avanzando durante el período de El Obeid4(5000 a. C.–3700 a. C.) con
avances en las técnicas cerámicas y de regadío 5 y la construcción de los primeros templos
urbanos.6
Sus restos, aunque quizás todavía hay muchos por descubrir, muestran una cultura que ejerció
una poderosa influencia en otras civilizaciones del momento y por ende en el desarrollo de la
cultura occidental.
Arquitectura[editar]
Los mesopotámicos tenían una arquitectura muy particular debido a los recursos disponibles.
Hicieron uso de los dos sistemas constructivos básicos: el abovedado y el adintelado.
El templo era el centro religioso, económico y político. Tenía tierras de cultivo y rebaños,
almacenes (donde se guardaban las cosechas) y talleres (donde se hacían utensilios, estatuas de
cobre y de cerámica). Los sacerdotes organizaban el comercio y empleaban a campesinos,
pastores y artesanos, quienes recibían como pago parcelas de tierra para cultivo
de cereales, dátiles o lana. Además, los zigurats tenían un amplio patio con habitaciones para
alojar a las personas que habitaban en este pueblo.
EUROPA
La historia de Europa se refiere al conjunto de sucesos relativos al continente europeo, desde que
fue poblado por los primeros seres humanos hasta la actualidad.
El Homo sapiens habría aparecido hace unos 130.000 años en África, según la opinión científica
mayoritaria. La llegada del Homo sapiens a Europa podría haberse dado desde el Cercano
Oriente a Europa, donde se asentaron entre 40.000 y 25.000 a. C. (Paleolítico Superior).1
La Edad Moderna marca para Europa el inicio de procesos que mucho después darán lugar a la
globalización, y es el tiempo en el que los conflictos bélicos se hicieron cada vez más desastrosos,
como la llamada guerra de los Treinta Años. Los procesos económicos y el desarrollo científico y
tecnológico se aceleraron en desmedro de otros continentes de manera mucho más notoria
durante la Edad Contemporánea, produciendo tensiones por competencias que desencadenaron
más guerras (como las guerras Napoleónicas y las guerras mundiales). Hoy los procesos tendentes
a la unificación se procuran pacíficamente, tal es el caso de la formación de la Unión Europea, si
bien no exenta de avances y retrocesos
EPOCA VIKINGA
La época vikinga es el nombre dado al periodo histórico en Escandinavia y su área de influencia
en Europa, tras la edad de hierro germánica, entre los años 789 y 1100, durante el cual
los vikingos —guerreros y comerciantes escandinavos— atacaron y exploraron la mayor parte
de Europa, del sudoeste de Asia, de África norteña y de Norteaméricanororiental.
Los vikingos fueron marineros competentes, capaces de viajar largas distancias, además de
expertos en la guerra tanto en tierra firme como en el mar, capaces de atacar objetivos
pobremente defendidos, con relativa impunidad. La eficacia de estos ataques,
llamados strandhögg,1 literalmente «ataques de playa», dio a los vikingos una fama de
saqueadores y piratas, y los cronistas mostraron menos interés en otros aspectos de su cultura.
Esto se acentuó por la ausencia de fuentes de documentación dentro de las propias comunidades
vikingas. Actualmente y, de acuerdo con el catedrático de Lengua Árabe en la Universidad de
Cambridge, James Montgomery, la mayor fuente de datos contemporáneos escritos sobre los
vikingos está en árabe.2
La imagen tradicional del vikingo llevando a cabo feroces ataques rápidos y a pequeña escala, se
contrasta con las investigaciones realizadas en el siglo XXI que señalan que, al menos con ocasión
de invadir Gran Bretaña en el siglo IX, establecieron un campamento con una extensión de al
menos 55 hectáreas, en Torksey, Lincolnshire, en el noreste de Inglaterra, en 872-873. 3 Aunque se
desconoce el número de habitantes del campamento, se han encontrado en las excavaciones los
restos humanos de hombres, mujeres y niños. Así mismo, en 873/4 se estableció otro
campamento de cierto tamaño, identificado por una tumba de unos 250 individuos,
en Repton, Yorkshire, hasta hace poco el único lugar de Inglaterra donde se había localizado restos
de asentamientos de cierta extensión.4 Estos dos campamentos corresponden con las crónicas
contemporáneas que hacían mención del llamado «Gran ejército pagano» que arrasó a la isla
de Gran Bretaña en 866, pero del cual no existían datos constatables más allá de las crónicas
históricas.4
KIRKUK (IRAQ) Kirkuk, en el norte de Iraq, se asienta sobre la que en su día fue
Arrapkha, una ciudad fundada alrededor del 2.200 a.C. en la que se encuentran las
ruinas de un castillo con más de 5.000 años de antigüedad.
Agricultura[editar]
Los principales cultivos alimenticios eran el trigo y la cebada,1 que se sembraban en
primavera, cuando las aguas de la inundación retrocedían y crecían con un mínimo esfuerzo.
También cultivaban sésamo, legumbres, dátiles y melones.
En algunos lugares también se cultivaba arroz, pero sólo se convirtió en una planta de cultivo
fundamental cuando los asentamientos se extendieron hasta el río Ganges Medio y Bajo,
después del 1400 a. C.
Textiles[editar]
Practicaban la hilanderia y la textilería de lana y algodón. Un fragmento de algodón tejido
proveniente de Mohenjo-Daro es la prueba más antigua del uso de los textiles de algodón en
el mundo antiguo, siendo éste el textil más importante de India en la actualidad.
Ganadería[editar]
Los hombres de la civilización del Indo criaron una amplia gama de animales domésticos,
entre otros, el asno, el buey, el ganado con jorobade la India, el búfalo de río, y
entrenaban elefantes; animales que desde entonces se han considerado como elementos
típicos del escenario rural indio. Sin embargo desconocían el caballo.
Industria[editar]
Adornaban sus cuerpos con ricos ornamentos de plata, oro, marfil y piedras preciosas.
Conocían el cobre, el estaño y el plomo. Utilizaban el cobre para armas, instrumentos y
utensilios y también herramientas de bronce (incluso hachas). Para fines domésticos hacían
utensilios de barro de una gran variedad de formas.
Combinaban agricultura, ganadería, metalurgia y alfarería y aprovechando la fuerza de los
animales tanto en el transporte como en el arado, cargaban materias primas y bienes
destinados al consumo interno y al intercambio comercial.
CIUDAD
Ciudad
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Para otros usos de este término, véase Ciudad (desambiguación).
La historia de las ciudades del mundo es en general larga, dado que las primeras
ciudades habrían surgido entre quince a cinco mil años atrás, como asentamientos
permanentes poco complejos. Las sociedades sedentarias que viven en ciudades son
frecuentemente llamadas civilizaciones. La rama de la historia y
del urbanismo encargada del estudio de las ciudades y del proceso de urbanización
es la historia urbana. Las primeras ciudades verdaderas son a veces consideradas
aquellos grandes asentamientos permanentes donde sus habitantes ya no eran los
simples dueños de las áreas cercanas al asentamiento, sino que pasaron a trabajar
en ocupaciones más especializadas en la ciudad, donde el comercio, la provisión de
alimentos y el poder fueron centralizados.
Usando esta definición, las primeras ciudades conocidas aparecieron
en Mesopotamia (Ur, por ejemplo), a lo largo del río Nilo, en el valle del Indo y
en China, entre aproximadamente siete a cinco mil años atrás, siendo generalmente
resultado del crecimiento de pequeñas aldeas y/o de la fusión de pequeños
asentamientos. Antes de esta época, los asentamientos raramente alcanzaron algún
tamaño significativo, aunque hay casos excepcionales como Jericó, Çatal
Höyük y Mehrgarh. Harappa y Mohenjo-Daro, ambas ciudades del valle del Indo, eran
las más populosas de estas antiguas ciudades, con una población conjunta estimada
entre 100 y 150 mil habitantes.
El crecimiento de los imperios antiguos y medievales coadyuvó en la aparición, en
el mar Mediterráneo, de grandes ciudades capitales y sedes de la administración
provincial, como Babilonia, Roma, Antioquía, Alejandría, Cartago, Seleucia del
Tigris, Pataliputra (localizada en la actual India), Chang'an (localizada en la
actual República Popular de China), Constantinopla (actual Estambul), y, posterior y
sucesivamente, diversas ciudades chinas e indias. Roma contaba con más de un
millón de habitantes en el siglo I a. C., siendo considerada por muchos como la única
ciudad a superar esta marca hasta el inicio de la Revolución industrial. En la antigua
Roma se denominaba ciudad (cívitas) a la zona habitada por ciudadanos (cívis), los
cuales eran aquellos que poseían derechos ciudadanos, independientemente de su
actividad (fuera la industria, la agricultura o los servicios). Otros grandes centros
administrativos, comerciales, industriales y ceremoniales emergieron en otras áreas,
siendo considerada Bagdad como la primera ciudad en batir la marca del millón de
habitantes, que ostentaba Roma.
Durante la Edad Media en Europa, una ciudad era tanto una entidad político-
administrativa como una agrupación de casas. En la España medieval y
del Renacimiento, una ciudad era la población que no tenía señor y era regida
directamente por el rey. Tenía el privilegio de enviar procuradores a las cortes para
negociar las tasas y gabelas que le pudieran ser impuestas, a cambio de fueros. Esta
calificación de ciudad era independiente del tamaño, así, Madrid, capital de España
desde 1561, no era ciudad sino villa, estatus que aún conserva. Algunas ciudades,
excepcionalmente, tales como Venecia, Génova o Lübeck, se convirtieron
en ciudades-estadospoderosas, tomando en ocasiones el control de las tierras
próximas o estableciendo extensos imperios marítimos. Tal fenómeno no se limitó
solamente a Europa, sino que se dieron casos como el de Sakai, que poseía un
considerable grado de autonomía en el Japón medieval. En Europa se consideraban
las ciudades más importantes de esta época Venecia, Róterdam, Florencia y Lisboa,
las cuales crecieron todas al alero de sus puertos y un rol importante en el intercambio
comercial.
A medida que las ciudades-estados situadas en los litorales del Mediterráneo y
del mar Báltico comenzaban a desaparecer a partir del siglo XVI, las grandes
capitales europeas se beneficiaron del incremento del comercio que surgió fruto de la
colonización de América y el establecimiento de una economía transatlántica. Hacia
finales del siglo XVIII, Londres se había convertido en la mayor ciudad del mundo, con
una población que se aproximaba al millón de habitantes, con París, Bagdad, Pekín,
Estambul y Kioto como otras grandes ciudades. Pero fue el inicio de la Revolución
Industrial y el crecimiento de la industria moderna, a fines del siglo XVIII, lo que
permitió la urbanización masiva y el surgimiento de nuevas grandes ciudades,
primeramente en Europa, y luego en otras regiones, a medida que las nuevas
oportunidades generadas en las ciudades hicieran que un gran número de emigrantes
provenientes de comunidades rurales se instalasen en áreas urbanas.
JORDI BORJA
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Jordi Borja señala que “el espacio público es la ciudad”. Las ciudades no son el
espacio de lo doméstico o privado, son el ámbito donde la población se encuentra
(simbiosis), se identifica (simbólico) y se manifiesta (cívico); es decir son el espacio
público.
Conurbación
Una conurbación es una región que comprende una serie de ciudades, pueblos grandes y otras
áreas urbanas que, a través del crecimiento poblacional y su crecimiento físico se fusionan. Tanto
para la geografía como para el urbanismo, los términos "conurbación" y "conosuburbano" tienen
que ver con el proceso y el resultado del crecimiento de varias ciudades (una o varias de las cuales
puede encabezar al grupo) que se pueden integrar para formar un solo sistema que suele estar
jerarquizado, o bien las distintas unidades que lo componen pueden mantener su independencia
funcional y dinámica.
METROPOLI
Metrópoli o metrópolis1 es el término que se utilizaba en la Grecia antigua para las ciudades a
partir de las cuales se crearía más tarde una colonia. Las metrópolis tenían una influencia política
decisiva en las colonias y eran igualmente los centros religiosos, económicos, culturales y sociales
de la región. A partir del tiempo del Imperio romano se renombraron algunas importantes
ciudades como metrópolis. El uso del término en el siglo XXI no está claramente delimitado. Se
suelen determinar así a las ciudades globales. A diferencia de una ciudad global, que cuenta con
una importancia internacional, una metrópoli puede contar con una importancia relativa en una
determinada región, ej. metrópoli artística o financiera. Se conoce como metropolización a la
concentración cada vez mayor de economía, administración y cultura. En la teoría de la
dependencia se denomina metrópoli a lo contrario de la periferia. Según algunas definiciones la
población de una metrópoli variaría entre 1 y 10 millones de personas. A partir de los 10 millones
se utiliza el término “megaciudad”, “megalópolis” o “megápolis”. En las metrópolis que destacan
por su importancia económica la cantidad de habitantes desempeña un papel menor.
ACCESO
Definición de acceso. ... El acceso a una localidad, en este sentido, puede ser un
camino o una carretera. Se trata de la vía que permite que las personas puedan
llegar, desde otros puntos geográficos, a la ciudad. De un modo similar,
elacceso a una vivienda o a un ambiente puede ser una puerta.
PETRA
Petra
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Hacia el siglo VI d. C., el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al
abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido hasta que en 1812 el lugar fue
redescubierto para el mundo occidental por el explorador suizo Jean Louis Burckhardt (1784-
1817).
Numerosos edificios cuyas fachadas están directamente esculpidas en la roca, forman un conjunto
monumental único, que a partir del 6 de diciembre de 1985 está inscrito en la Lista del Patrimonio
Mundial de la Unesco. La zona que rodea el lugar es también, desde 1993, Parque
Nacional arqueológico.
Desde el 7 de julio de 2007, Petra forma parte de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.
MESOAMERICA
Mesoamérica
Durante la época prehispánica, los pueblos que coexistieron en esta región desarrollaron ciertos
rasgos culturales que alcanzaron una extensión geográfica considerable, incluso fuera de los
dinámicos límites del área cultural mesoamericana. Algunos de estos rasgos son la práctica
del juego de pelota, el sacrificio humano, el empleo de dos calendarios —uno ritual de 260 días y
otro civil de 365— y, desde luego, el cultivo del maíz, que fue base de la subsistencia y la
civilización mesoamericana.
Mesoamérica, como se expone en este artículo, es un área definida por la cultura. Esta región vio
el desarrollo de una civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y
lingüística. La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que Paul
Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano.2
La definición de lo que se acepta como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos
de esta civilización; sin embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la
economía, como la domesticación
de cacao, maíz, frijoles, tomate, aguacate, vainilla, calabaza y chile, así como el pavo y el perro, el
uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365), los sacrificios humanos como parte de las
expresiones religiosas, la tecnología lítica y la ausencia de metalurgia, entre otros. En su momento,
la definición del complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos mesoamericanos de
sus vecinos del norte y el sur.
El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios milenios. Los especialistas discuten sobre la
época que puede considerarse el «inicio» de la civilización mesoamericana. De acuerdo con
algunas posturas, el hito inicial consiste en el desarrollo de la alfarería. Otros consideran que el
primer complejo mesoamericano se desarrolla entre los siglos XV y XII a. C., período
contemporáneo a la cultura olmeca. No obstante, ya hay una transformación importante del
ambiente natural a través de la agricultura desde la época geológica del Holoceno, hace más de
7000 años3.
Olmeca
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Para otros usos de este término, véase Olmeca (desambiguación).
La cultura olmeca fue la civilización que se desarrolló durante el periodo Preclásico
de Mesoamérica. Aunque se han encontrado vestigios de su presencia en amplias zonas de
Mesoamérica, se considera que el área nuclear olmeca —zona metropolitana— abarca la
parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. En ese sentido, es necesario
hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo
XX, y no debe ser confundido con el de los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que
floreció en el epiclásico en sitios del centro de México, como Cacaxtla.
Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización
mesoamericana.1 Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico
identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en la
evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo,
que algunos de los atributos propiamente olmecas pudiesen haber aparecido, primero
en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras dudas que están pendientes de
respuesta definitiva, está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en
la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura
olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó
a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca,
incluidos el culto a las montañas y a las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como
deidad asociada a la agricultura, el simbolismo religioso del jade e, incluso, el propio estilo
artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los
principales centros de estos tiempos.
Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores.
Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran relacionados con
la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, animales, etc.
El centro de su religión y culto es el jaguar, y aparece representado en la iconografía olmeca.
Se le representaba con la característica boca olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras
hacia abajo y el labio superior muy engrosado. En muchos casos con colmillos muy
pronunciados, adornos supraciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la
misma manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del dios
de la lluvia, que se desarrollará posteriormente en muchos puntos de Mesoamérica.
Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos los
animales de la zona. Normalmente, aparecen mezclados entre ellos, cabezas de unos y
cuerpos de otros, creando seres mitológicos. En ocasiones para sus representaciones
religiosas tienden a la abstracción, con lo cual no se sabe exactamente qué pudo significar.
Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente
con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes
sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.
Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Pero se cree que pudo tener
toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes
gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos
entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y
su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una
figura de animal para identificarse.
MAYA
La cultura maya se refiere a la propia de una civilización mesoamericana que destacó a lo
largo de 18 siglos en numerosos aspectos socio-culturales tales como su escritura jeroglífica,
uno de los pocos sistemas de escritura plenamente desarrollados del continente
americano precolombino, su arte, la arquitectura y sus notables sistemas de numeración, así
como en astronomía, matemáticas y comprensión de la ecología.1 Se desarrolló en la región
que abarca el sureste de México, correspondiente a los estados
de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas, así como en la
mayoría del territorio de Guatemala, en Belice, la parte occidental de Honduras y en El
Salvador.
Durante el periodo formativo, antes de 2000 a. C., se inició el desarrollo de la agricultura y la
población se hizo sedentariaestableciéndose en las primeras aldeas. En el período Preclásico
(c. 2000 a. C. hasta 250 d. C.) se desarrollaron las primeras sociedades complejas y se
cultivaron los alimentos básicos de la dieta maya: el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Las
primeras ciudades mayas se desarrollaron en torno a 750 a. C. Alrededor de 500 a. C. estas
ciudades poseían una arquitectura monumental, incluyendo grandes templos con fachadas
de estuco. La escritura glífica se utilizó desde el siglo III a. C. En el preclásico tardío se
desarrollaron grandes ciudades en la Cuenca del Petén, y Kaminaljuyú alcanzó prominencia
en el altiplano guatemalteco. Desde alrededor de 250 d. C., el período clásico se define en
gran medida por el levantamiento de monumentos esculpidos empleando las fechas de
Cuenta Larga. En este período se desarrolló un gran número de ciudades-Estadovinculadas
entre sí por una compleja red de comercio. En las tierras bajas mayas surgieron dos grandes
poderes rivales, Tikaly Calakmul. Se vio también la intervención extranjera en la política
dinástica maya de la ciudad de Teotihuacan del centro de México. En el siglo IX, se produjo
un colapso político general en la región central maya, que originó guerras internas, el
abandono de las ciudades, y un desplazamiento poblacional hacia el norte. Durante el período
Posclásico surgió Chichén Itzáen el norte, y se produjo la expansión del reino quiché en el
altiplano de Guatemala. En el siglo XVI el Imperio españolconquistó la región mesoamericana,
y tras una larga serie de campañas militares la última ciudad maya cayó en 1697.
El poder político durante el periodo Clásico se centró en el concepto del «rey divino», que
actuaba como mediador entre los mortales y el ámbito sobrenatural. La monarquía era
usualmente hereditaria y patrilineal, y el poder pasaba al hijo mayor, aunque en más de un
caso mujeres ostentaron el poder como regentes de sus hijos menores de edad o por derecho
propio.2 La política maya estaba dominada por un sistema de patrocinio, aunque la exacta
composición política de un reino variaba de una ciudad-Estado a otra. Generalmente cada
aldea tenía un líder tribal, que respondía a un señor regional (Ajaw) supereditado por un señor
divino (Kuhul Ajaw) y en algunos casos como el de Tikal, había un gobernante superior (rey de
reyes) denominado Kalomté.3 Hacia el Clásico Tardío, la aristocracia había aumentado
considerablemente y se había reducido el poder exclusivo del rey divino.
La civilización maya desarrolló formas de arte sofisticadas utilizando tanto materiales
perecederos como durables, incluyendo madera, jade, obsidiana, cerámica, monumentos de
piedra tallada, estucos y murales finamente pintados.
En las ciudades mayas el centro de la ciudad era ocupado por complejos ceremoniales y
administrativos, rodeado por una irregular expansión de barrios residenciales. A menudo las
diferentes partes de una ciudad eran conectadas por calzadas. La arquitectura principal de la
ciudad se componía de palacios, templos piramidales, juegos de pelota ceremoniales, y
estructuras alineadas para la observación astronómica. La élite maya sabía leer y escribir, y
desarrolló un complejo sistema de escritura glífica, una de las más avanzadas en América
precolombina. Los mayas grabaron su historia y conocimiento ritual en libros en forma de
biombo, de los que solo permanecieron tres ejemplos con incuestionable autenticidad, el resto
fue destruido por los conquistadores españoles. También existe un gran número de ejemplos
de inscripciones mayas en las estelas y la cerámica. Los mayas desarrollaron una compleja
serie de calendarios rituales entrelazados, emplearon la matemática y fueron uno de los
primeros pueblos en utilizar el cero explícito en el mundo. Los mayas practicaban el sacrificio
humano como parte de su religión.
URUK
Uruk (en cuneiforme 𒌷𒀕 o 𒌷𒀔, transliterado en sumerio Unug; en acadio, transl. Uruk;
en árabe وركاءtransl. Warkā; en arameo/hebreo אֶ ֶרְךtranslit. Éreḵ o Erech; en griego
antiguo Ὀρχόη, transl. Orkhoē, Ὀρέχ u Orekh; en griego Ὠρύγεια, transl. Ōrugeia) fue una
antigua ciudad de Mesopotamia situada en la ribera oriental del río Éufrates, en una región de
humedales pantanosos a 225 km al SSE de Bagdad, en la actual Irak.1 Uruk disponía de una
red de tres canales fluviales, salvados por varios puentes, que la conectaban con el río
Éufrates.
Uruk desempeñó un papel preponderante en la temprana urbanización de Sumer a mediados
del IV milenio a. C.. En su apogeo, hacia el principio del III milenio a. C., Uruk tenía una zona
amurallada de unos 6,5 km², estimándose su población entre 50 000 y 80 000 habitantes,
siendo por lo tanto la mayor ciudad del mundo en esa época. 1 Según la tradición sumeria, de
acuerdo con la cronología presentada en la lista de reyes sumerios, fue el hogar
de Gilgamesh, héroe de una de las obras literarias más antiguas de la historia, el Poema de
Gilgamesh, y de quien se dice que construyó el templo de Eanna y las murallas de la ciudad.
Uruk fue probablemente lugar de nacimiento del sello cilíndrico, así como del cálculo y la
contabilidad.
En sumerio, la palabra uru podía significar 'ciudad, pueblo, aldea, distrito'. 2
Aunque no está corroborado, se cree que el nombre árabe de Babilonia, que finalmente se
convirtió en el nombre del país actual, al-ʿIrāq, se deriva del nombre Uruk, a través del arameo
(Erech) y posiblemente a través del persa medio (Erāq).3
En julio de 2016, la Unesco, eligió el sitio arqueológico de Uruk como Patrimonio Mixto de la
Humanidad, como «parte de los vestigios arqueológicos de asentamientos sumerios en la
Baja Mesopotamia, que florecieron entre el tercer y cuarto milenios a.C. en el delta pantanoso
formado por los ríos Éufrates y Tigris»
Los restos más antiguos que se conservan de Uruk (niveles XVIII-XVI) están datados entre
el 5300 a. C. y el 4574 a. C. mediante la prueba de carbono 145 y pertenecen, por las
características de su cerámica al período de El Obeid. Entre las fases XVI y IX (V
milenio a. C.) se observa un período de transición cuya denominación no está fijada.
Es a partir del nivel X (3800 a. C.) cuando empiezan a encontrarse vestigios claramente
característicos de un nuevo período, el llamado período de Uruk. Algunas de sus
características son: una cerámica de paredes finas y gruesos "labios" biselados; la difusión
del sello cilíndrico: un rodillo de piedra con diseños grabados en su superficie que, al hacerla
rodar sobre la arcilla fresca, imprime las imágenes; y una arquitectura monumental.
A los grandes edificios de Uruk de esta etapa se les ha dado la denominación de templos, si
bien no se puede asegurar el uso que tuvieron, pudiéndose haber tratado de palacios. 5 En el
nivel IV se aprecia una rápida sucesión de edificios que se construyeron, sustituyéndose los
unos a los otros en cortos espacios de tiempo. De los cuales destacan los Templos D y E, de
gran tamaño y monumental arquitectura, que, inexplicablemente, fueron cuidadosamente
desmantelados, sepultando sus objetos en cámaras construidas para tal pretexto, sobre las
cuales se edificaron nuevos palacios.
CIUDADES CLASICAS
La ciudad clásica es muy diversa. Nos referimos a la ciudad griega y romana. Como todas las
ciudades la forma y estructura de ellas depende de la concepción que sobre el ámbito urbano
tienen la cultura que las crea. A pesar de todo, tienden hacia la regularidad geométrica,
frecuentemente ortogonal, que ya aparece en Harappa y Mohenjo Daro. Pero es en las
ciudades griegas donde alcanza su máximo desarrollo, en la antigüedad clásica. En general
las casas son de adobe, ladrillo, madera y caña.
No obstante hay otras tipologías. Las ciudades egipcias se organizan en torno a una avenida
central, mientras que las mesopotámicas se fortifican y se construyen sobre
elevaciones. Ilahun es la ciudad egipcia más antigua que conocemos. Su plano tiende a la
regularidad geométrica, con bloques rectangulares y calles estrechas y rectas que se cortan
perpendicularmente; la casa, hecha de adobe, madera y caña, se organiza en torno a un patio
central; y la ciudad estaba amurallada. Las ciudades de Mesopotamia se organizan en torno a
una castillo fortificado, que es el punto más elevado de la ciudad. Su función militar está
siempre presente. El resto de la ciudad es ciertamente irregular, con casas de adobe y
madera. A pesar de su irregularidad, no faltaba una gran avenida procesional que
comunicaban la puerta principal con el palacio, lo que les da un aire monumental.
Las ciudades cretenses son precursoras de las griegas. No estaban fortificadas, ya que por
su insularidad se sentían protegidas. En cambio las ciudades del Peloponeso sí tenían
murallas. En estas urbes aparece una plaza central en la que tiene lugar la vida pública.
Salvo excepciones, la ciudad clásica se conforma como una ciudad Estado, que organizaba el
espacio circundante para su abastecimiento: agricultura, ganado, monte y puerto si lo hubiere.
Las excepciones más notables son Egipto, Persia y Roma, las más representativas las
ciudades griegas, cuyo modelo pasa a Roma, donde se transforma.
Ciudad griega
La ciudad Estado griega, la polis, tiene un plano ortogonal, más regular cuanto más
organizadas estuvieron. Tienen edificios y lugares públicos donde se reunía el pueblo, y
donde se organizó la democracia y surgió la filosofía. Estos lugares son los templos, el ágora,
el mercado que a veces estaba cubierto con soportales (la stoa). Fue necesario construir
edificios de administración y de ocio, como los teatros y los estadios. El plano tópico es el que
aplicó en Mileto Hipodamos, al que Aristóteles atribuye el habernos legado la doctrina de la
distribución lógica de la ciudad. Este plano se basa en la disposición ortogonal de las calles y
las manzanas. Todas las calles debían de tener la misma anchura, y la distribución de oficios
debería hacerse con criterios lógicos. Los griegos construyeron colonias en diferentes partes
del Mediterráneo, y para la construcción de nueva planta de una ciudad este tipo de plano es
muy útil. Ciudades como Mileto, Atenas, Esparta, Antioquía, etc., tienen esta tipología,
modificada sólo por la topografía. Siempre que se puede, el plano está orientado en dirección
norte-sur, con lo que todas las viviendas tenían una fachada con vistas al sur.
La casa griega se organiza en torno a un patio central. Solían ser de adobe, y no
especialmente de buena calidad: en Grecia se daba más importancia a la vida pública que a la
privada.
Durante la época helenística este tipo de ciudad se extiende por todo el mundo ya que se
crean muchas urbes nuevas, varias con el nombre de Alejandría; pero, en parte, los lugares
tradicionales, como el ágora, han perdido su función.
Ciudad romana
La ciudad romana es heredera directa de la griega, pero tuvo un desarrollo gradual, e
ininterrumpido durante todo el Imperio. Tienen, como las griegas, un plano ortogonal, lugares
públicos donde se reúne el pueblo, para tomar las decisiones políticas, y en donde
divertirse, templos, y palacios; pero son claramente diferentes. Si el plano es cuadrangular, no
todas las calles son iguales, hay dos calles principales, mucho más anchas, y que cruzan la
ciudad de parte a parte: el cardo con dirección norte-sur, y el decumanus, con direccion este-
oeste. El resto de las calles son más estrechas, y se inscriben dentro de una de las
manzanas, en que se divide el rectángulo. Claro que esta es la disposicion de las ciudades
nuevas, frecuentemente de origen militar; sin embargo, las ciudades más antiguas, las
creadas sobre poblados indígenas, o las que surgen a partir de una casa rural, tienen un
núcleo central más irregular. Además, Roma, que alcanza casi el millon de habitantes, tiene
un plano más complejo. Cordoba, Mérida, Leon, Zaragoza, son algunas ciudades romanas de
la península ibérica, Roma, Constantinopla, Verona, Lutecia, Narbo, Timgad, Tingis, en otras
partes, aunque hay muchas más.
Además de la herencia griega, la ciudad romana desarrolla su propia morfología. Los romanos
trataron de hacer del entorno urbano un lugar digno para vivir, por lo que son necesarios:
el alcantarillado, la traída de aguas (acueductos), las fuentes, los puentes, las termas,
los baños, el pavimento, el servicio de incendios, y de policía, los mercados, y todo aquello
que es necesario, para que viva la gente lejos del campo, y con todos los refinamientos
posibles para mejorar la salud pública. Había edificios públicos para el gobierno, el culto, y la
diversión: los palacios, templos, foros, basílicas, teatros, anfiteatros, circos, mercados, baños,
etc.; todos ellos construidos de nueva planta. Además, había motivos de adorno y
conmemoración como las columnas y los arcos de triunfo. De lo que en principio carecieron
estas ciudades fue de muralla, ya que el poderío del Imperio, no ponía en peligro a los núcleos
urbanos; aunque cuando comenzaron las invasiones germánicas, en el siglo III, las ciudades
se amurallaron, se colmataron, y la calidad de la vida urbana descendió. Esto fue un golpe
mortal, para una civilización urbana, como la romana. Las ciudades se convirtieron en lugares
congestionados, y poco saludables, y que en épocas de peligro, no podían proporcionar a sus
habitantes los productos básicos; así que los señores hacendados, comenzaron a construir
casas en el campo, las villas romanas, que se procuraban todo lo que necesitaban, y se
defendían a sí mismas. Es el comienzo de la Edad Media: la sociedad se ruraliza, y la
economía se feudaliza.
La casa romana es más cómoda que la griega. También se organiza en torno a un patio, con
pozo, o piscina para procurarse agua, y de ahí salen diferentes estancias con diferentes
funciones, desde dormitorio, hasta recibidor, cocina, caballerizas, habitaciones para esclavos,
etc.; dependiendo de la renta de la familia. En Roma se llegaron ha construir edificios de
viviendas, de varias plantas, lo que significa que no todos los romanos tenían una casa típica,
sino solo los romanos con buenas rentas.
MACHU PICCHU
Machu Picchu
Santuario histórico de Machu Picchu
imagen está tomada desde lo alto del sector agrícola, al sur del complejo.
Machu Picchu
País Perú
Tipo Mixto
N.° 274
identificación
Año de 1983 (VII sesión)
inscripción
Los bloques de piedra tallados utilizados en las paredes encajan tan perfectamente a tal punto
que un alfiler no puede entrar en la juntura de ellos. Algunas de las construcciones más
interesantes son las tumbas reales (cerca de la puerta de entrada a la ciudadela), el Templo
del Sol, el Torreón o torre (la única estructura circular), la mansión de los altos sacerdotes, el
Templo de las Tres Ventanas, el Templo central, la plaza hundida y los saltos de agua y
canales que conforman los Baños del Inca. Los canales y escaleras hidráulicas, hechos
enteramente de piedra, son otros elementos característicos de la ciudadela. También hay
monolitos de gran importancia ritual, incluyendo el Intihuatana (“el palenque del sol ‘en
quechua), que ahora se conoce como el reloj solar.
Además de la importancia arqueológica de la ciudadela, Machu Picchu también se destaca
por la belleza del paisaje circundante. El exuberante bosque nuboso que sube por las laderas
empinadas es un refugio para numerosas especies de flora nativa, incluyendo orquídeas
brillantes, bromelias y helechos transmitidas por los árboles. La selva es también el hogar
del oso de anteojos escurridizo (Tremarctus ornatus), el gallito de las rocas (Rupicola
peruviana), el quetzal (auriceps Pharomacrus) y el huemal ciervos {mephistopheles Pudu). No
fue sino hasta 1934 que el primer camino fue construido de Cuzco a Machu Picchu construido
ese año. En 1981, el gobierno creó el Santuario Histórico de Machu Picchu, para conservar
tanto el sitio arqueológico y su magnífico entorno natural.
ROMANOS
La arquitectura de la Antigua Roma es probablemente uno de los testimonios más
significativos de la civilización romana. Se caracteriza por haber adoptado el lenguaje externo
de la arquitectura griega clásica, a la que le agregó varias innovaciones originales. Los dos
estilos a menudo se consideran un cuerpo, lo que se conoce como arquitectura clásica. La
arquitectura romana floreció en la República romana y más aún bajo el Imperio, cuando se
construyó la gran mayoría de los edificios supervivientes. Usó nuevos materiales,
particularmente el hormigón romano, y tecnologías como el arco de medio punto, la arcada,
la bóveda y la cúpula para hacer edificios que normalmente eran fuertes y bien diseñados.
La arquitectura romana abarca el período comprendido entre el establecimiento de
la República romana en el año 509 a. C. hasta aproximadamente el siglo IV d. C., después de
lo cual hace presencia la arquitectura tardía antigua o bizantina. Casi ningún ejemplo
sustancial sobrevive desde antes del año 100 a. C., y la mayoría de las supervivencias más
importantes provienen del Imperio posterior, después de aproximadamente 100 d. C. El estilo
arquitectónico romano siguió influyendo en la construcción durante muchos siglos, y el estilo
utilizado en Europa occidental a partir del año 1000 se llama arquitectura románica en
referencia a la dependencia de las formas romanas básicas.
Los romanos comenzaron a lograr una originalidad significativa en la arquitectura alrededor
del comienzo del período imperial, después de que combinaron aspectos de su arquitectura
original etrusca con otros tomados de Grecia, incluyendo la mayoría de los elementos del
estilo que ahora llamamos arquitectura clásica. Pasaron de la construcción basada
principalmente en columnas y dinteles a una basada en paredes masivas, puntuadas por
arcos y cúpulas posteriores. Los órdenes clásicos ahora se volvieron más decorativos que
estructurales, excepto en las columnatas. Desarrollos estilísticos incluyen el toscano y órdenes
compuestos; el primero es una variante abreviada y simplificada del orden dórico, y el
compuesto es un orden elevado con la decoración floral del corintio y las volutas del jónico. El
período comprendido aproximadamente entre el 40 a. C. y el 230 d. C. tuvo los mayores
logros, antes de la crisis del siglo III y los problemas posteriores que redujeron la riqueza y el
poder organizador del gobierno central.
Los romanos produjeron edificios públicos masivos y obras de ingeniería civil, y fueron
responsables de desarrollos significativos en la vivienda y la higiene pública, por ejemplo, sus
baños y letrinas públicos y privados, calefacción por suelo radiante en forma de hipocausto,
acristalamiento de mica (ejemplos en Ostia Antica), y agua caliente y fría entubada (ejemplos
en Pompeya y Ostia).
Diseño urbano[editar]
Los antiguos romanos empleaban estructuras ortogonales regulares sobre las que
construyeron las ciudades coloniales. Probablemente se inspiraron en ejemplos griegos y
helénicos, así como en ciudades planificadas regularmente que fueron construidas por
los etruscos en Italia. Sin embargo, Roma, la capital imperial, creció desordenadamente, por lo
que existió un marcado contraste entre las ordenadas cuadrículas del diseño de las ciudades
provinciales y el caótico e irregular trazado de la capital 12.
Plano de Roma en época imperial.
Cada ínsula era de 80 yardas (73 m) cuadradas, con la tierra dentro de ella dividida. A medida
que la ciudad se desarrollaba, cada ínsula se llenaría eventualmente con edificios de varias
formas y tamaños y se cruzaría con caminos y callejuelas. La mayoría de las insulae fueron
entregadas a los primeros colonos de una ciudad romana, pero cada persona tenía que pagar
para construir su propia casa.
Durante el Bajo Imperio, las ciudades comenzaron a ser rodeadas por murallas para
protegerlas de los invasores y para marcar los límites de la ciudad. Las áreas fuera de los
límites de la ciudad se dejaron abiertas como tierras de cultivo. Al final de cada carretera
principal había una gran entrada con atalayas. Con el avance del declive y la decadencia
urbanística, se colocaron rastrillos en las puertas de las murallas para proteger a las ciudades
en caso de caer bajo asedio enemigo, y se construyeron torres de vigilancia adicionales a lo
largo de las murallas de la ciudad.
El desarrollo de la urbanización griega y romana es relativamente conocido, ya que hay
muchas fuentes escritas y se ha prestado mucha atención al tema, ya que los romanos y los
griegos son generalmente considerados como los que dieron origen a la ciudad occidental
moderna.
Tipos de construcciones[editar]
Artículo principal: Edificación pública (Roma Antigua)
Los romanos recibieron diferentes tipologías que modificaron o adaptaron a sus gustos o
necesidades, desarrollando algunas gracias a nuevas técnicas. Entre estas podemos señalar
la domus, el templo, el teatro y los monumentos funerarios.
Foro[editar]
Basílica[editar]
La basílica romana era un gran edificio público donde se podían tramitar asuntos comerciales
o legales, y que también se usaba para ceremonias oficiales, teniendo muchas de las
funciones de los actuales ayuntamientos. Su estructura era de planta rectangular con pronaos
o pórtico, naves (central y laterales) para el público, transeptum o chalcidicum para los
abogados, absis o exedra para el tribunal, entradas principal y laterales y tribunas o galerías,
sobre las naves laterales, con vistas a la central. Aunque su forma era variable, las basílicas a
menudo contenían columnatas interiores que dividían el espacio, dando pasillos o espacios
con arcadas en uno o ambos lados, con un ábside en un extremo (o menos a menudo en cada
extremo), donde los magistrados se sentaban, a menudo en un estrado ligeramente elevado.
El pasillo central tendía a ser ancho y era más alto que los pasillos laterales, de modo que la
luz podía penetrar a través de las ventanas del triforio.
La basílica más antigua conocida, la Basílica Porcia, fue construida en Roma en 184 a. C.
por Catón el Viejo durante el tiempo en que fue Censor. Otros ejemplos tempranos incluyen
la basílica de Pompeya (finales del siglo II a. C.). Después de que el cristianismo se convirtiera
en la religión oficial, la forma de la basílica fue considerada apropiada para las primeras
grandes iglesias públicas, con la atracción de evitar las reminiscencias de la forma del templo
grecorromano.
Termas[editar]
Todas las ciudades romanas tenían al menos unas thermae, una instalación popular para el
baño público, el ejercicio y la socialización. Las termas romanas incluían salas especializadas
para la práctica de la lucha libre, el levantamiento de pesas, la natación e incluso salas de
lectura y bibliotecas. El baño era una parte muy importante en la vida de los antiguos
romanos, por lo que en las termas podían gastarse varias horas al día, a un costo muy bajo
subsidiado por el gobierno. Los romanos más ricos a menudo iban acompañados por uno o
más esclavos, que realizaban cualquier tarea requerida, como traer refrescos, guardar objetos
de valor, proporcionar toallas, y al final de la sesión, aplicar aceite de oliva al cuerpo de sus
amos, que luego raspaba con un estrigilo, un raspador hecho de madera o hueso.
Teatro[editar]
Ruinas del Teatro romano de Mérida.
Anfiteatro[editar]
El anfiteatro era, con el arco triunfal y la basílica, el único nuevo tipo importante de edificio
desarrollado por los romanos. Algunos de los edificios seculares más impresionantes son los
anfiteatros; se conocen más de 200 y muchos de ellos están bien conservados, como el
de Arles, así como el Coliseo de Roma. Fueron utilizados para la lucha de gladiadores,
exhibiciones, reuniones públicas y corridas de toros, cuya tradición aún sobrevive en gran
parte de Hispanoamérica. Su forma y funciones los distinguen de los teatros romanos, que
tienen una forma más o menos semicircular; de los circos (similares a los hipódromos) cuyos
circuitos mucho más largos fueron diseñados principalmente para carreras de caballos o
carros; y desde los estadios más pequeños, que fueron diseñados principalmente para
carreras de atletismo. Cuando los anfiteatros eran inundados con el fin de representar batallas
navales, eran llamados naumaquias, aunque en ocasiones las naumaquias fueron construidas
como edificaciones independientes.
Los primeros anfiteatros romanos datan de mediados del siglo I a. C., pero la mayoría se
construyeron bajo el dominio imperial, desde el período de Augusto (27 a. C.-14 d. C.) en
adelante. Los anfiteatros imperiales se construyeron en todo el imperio romano; el más grande
podía acomodar de 40.000 a 60.000 espectadores, y las fachadas con arcadas más grandes,
de varios pisos, estaban elaboradamente decoradas con mármol, estuco y estatuas. Después
de la prohibición de los juegos de gladiadores en el siglo V y de las matanzas de animales en
el siglo VI, la mayoría de los anfiteatros cayeron en mal estado y sus materiales fueron
extraídos o reciclados. Algunos fueron arrasados y otros convertidos en fortificaciones. Otros
continuaron siendo lugares convenientes para reuniones abiertas; en algunos de estos se
realizaron reformas para convertirlos en iglesias.
Arquitectónicamente, son típicamente un ejemplo del uso romano de los órdenes clásicos para
decorar grandes muros de concreto perforados a intervalos, donde las columnas no tienen
nada que soportar. Estéticamente, sin embargo, la fórmula es exitosa.
Circo[editar]
El circo romano era un gran lugar al aire libre utilizado para eventos públicos en el antiguo
Imperio romano. Los circos eran similares a los antiguos hipódromos griegos, aunque los
circos tenían usos diferentes y diferían en diseño y construcción. Junto con teatros y
anfiteatros, los circos fueron uno de los principales lugares de entretenimiento de la época.
Los circos eran lugares para carreras de carros, carreras de caballos y representaciones que
conmemoraban eventos importantes del Imperio. El circo se inundaba de agua para
espectáculos que representaban reconstrucciones de batallas navales (naumaquias).
El espacio de actuación del circo romano era normalmente, a pesar de su nombre, un
rectángulo oblongo de dos secciones lineales de pista de carrera, separadas por una franja
mediana que recorría aproximadamente dos tercios de la pista, unidas en un extremo con una
sección semicircular y en el otro extremo con una sección de vía indivisa cerrada (en la
mayoría de los casos) por una puerta de salida distintiva conocida como el carceres, creando
así un circuito para las carreras.
Templo[editar]
Templo de Roma y Augusto en Pula (Croacia).
Los romanos dispusieron en un principio los templos de una manera similar a los de los
griegos (si bien se adoptó mucho más que entre ellos la rotonda) hasta que se modificaron
disminuyendo el número de columnas exteriores o sustituyéndolas por pilastras (columnas
adosadas al muro), abovedando las naves pero sin acusarse al exterior la bóveda ni el arco en
los templos rectangulares. Había dos tipos básicos de plantas para los templos: la planta
rectangular, que era la más común, y la planta circular.
Los templos romanos se encontraban entre los edificios más importantes y ricos de la cultura
romana, aunque solo unos pocos sobreviven en cualquier tipo de estado completo. Su
construcción y mantenimiento era una parte importante de la antigua religión romana, y todas
las ciudades de importancia tenían al menos un templo principal, así como santuarios más
pequeños. La sala principal (cella) albergaba la imagen de culto de la deidad a quien estaba
dedicado el templo, y a menudo un pequeño altar para incienso o libaciones. Detrás de
la cella había una habitación o habitaciones usadas por los asistentes del templo para guardar
los utensilios y las ofrendas.
Algunos restos de muchos templos romanos sobreviven, sobre todo en la propia Roma;
muchos sobrevivieron debido a que se convirtieron en iglesias católicas (y algunas veces
posteriormente en mezquitas). El declive de la religión romana fue relativamente lento, y los
templos mismos no fueron apropiados por el gobierno hasta un decreto del
emperador Honorio en 415. Algunos de los templos más antiguos que perduran incluyen
el Templo de Hércules Víctor (mediados del siglo II a. C.) y el Templo de Portunus (120-80 a.
C.), ambos de pie dentro del Foro Boario.
La forma del templo romano se derivó principalmente del modelo etrusco, pero usando estilos
griegos. Los templos romanos enfatizaban el frente del edificio, que seguía los modelos de los
templos griegos y típicamente consistía en amplios escalones que conducían a un pórtico con
columnas, un pronaos y generalmente un frontón triangular arriba, que estaba lleno de
estatuas; esto fue tan a menudo en terracota como en piedra, y ningún ejemplo ha sobrevivido
excepto como fragmentos. Sin embargo, a diferencia de los modelos griegos, que
generalmente daban el mismo tratamiento a todos los lados del templo, que podían verse y
abordarse desde todas las direcciones, los lados y la parte trasera de los templos romanos
podrían no estar decorados (como en el Panteón de Agripa, en Roma), inaccesible por pasos
(como en la Maison Carrée), e incluso de vuelta a otros edificios. Al igual que en la Maison
Carrée, las columnas a los lados pueden ser medias columnas que emergen de la pared. La
plataforma en la que se asentaba el templo normalmente se elevaba más alto en los ejemplos
romanos que en los griegos, con diez, doce o más escalones en lugar de los tres típicos de los
templos griegos; el Templo de Claudio fue levantado sobre veinte escalones. Estos escalones
normalmente solo estaban en la parte delantera y no abarcaban todo el ancho de la
estructura.
Las órdenes clásicas griegas en todos sus detalles fueron seguidas de cerca en las fachadas
de los templos, como en otros edificios. Sin embargo, las proporciones idealizadas entre los
diferentes elementos establecidos por Vitruvio y los teóricos del Renacimiento italiano, no
reflejan la práctica real romana, que podría ser muy variable, aunque siempre apuntando al
equilibrio y la armonía. Siguiendo una tendencia helenística, el orden corintio y su variante,
el orden compuesto, fueron más comunes en los templos romanos sobrevivientes, pero para
pequeños templos como el de Alcántara, un simple orden toscano podía ser suficiente.
Hubo una considerable variación local en el estilo, ya que los arquitectos romanos a menudo
trataban de incorporar los elementos que la población esperaba en su arquitectura sagrada.
Este fue especialmente el caso en Egipto y el Cercano Oriente, donde las diferentes
tradiciones de los grandes templos de piedra ya tenían milenios. El templo romano-celta era
un estilo simple para los pequeños templos encontrados en el Imperio Occidental, y por lejos
el tipo más común en la Bretaña romana. A menudo carecía de las características clásicas
distintivas, y puede haber tenido una considerable continuidad con los templos prerromanos
de la religión celta.
Vivienda[editar]
Domus:
La domus era la casa romana urbana, de planta más o menos rectangular; solía tener entre
una y dos plantas; casi nunca tenía ventanas hacia la calle, y en algunas ocasiones podía
tener locales comerciales. Tenía un patio central llamado atrio (atrium) con claraboya cenital.
En el atrio solía haber un altar (lararium) para los dioses familiares (lares y penates); el humo
del incienso que se quemaba salía por la claraboya. Las estancias principales eran
el tablinium (sala de recepción y comedor) y la alcoba con el tálamo conyugal. En el siglo II a.
C., por influencia griega, se abrió otro patio en la parte posterior, pero rodeado de columnas,
llamado peristilo, en latín peristylum (literalmente, "rodeado de columnas").14
Acueductos de Roma
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CIUDADES MEDIEVALES
Las ciudades medievales se desarrollaron con la expansión agrícola iniciada en el siglo
XII que generó prosperidad económica y favoreció los intercambios comerciales que se
realizaban en núcleos urbanos ya existentes, aunque despoblados desde el fin del Imperio
Romano. Estos intercambios también se llevaban a cabo en los castillos y en
los monasterios del feudo, especialmente si estaban situados en alguna ruta
comercial transitada o tenía puerto.1
A estos centros acudían los campesinos a vender sus excedentes (cereales, frutas, carne...), a
la vez que compraban artículos de uso cotidiano elaborados por
los artesanos (herramientas, cerámica, ropa...). Estos últimos, poco a poco, fueron
estableciéndose allí, creando nuevos barrios de artesanos
y mercaderes denominados burgos, por eso a los habitantes de estas nacientes ciudades se
les llamaban burgueses.
La burguesía constituye una nueva clase social cuya riqueza no está ligada a la posesión de
tierras pero, con el paso del tiempo, algunos de ellos se van haciendo ricos y prósperos, lo
que hace que a su vez acumulen mas poder. Este hecho hace que se produzca dentro de esta
clase social una división.2
Las ciudades medievales estaban rodeadas de altas murallas para su protección. En sus
puertas se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban en la ciudad. Las
puertas se cerraban por la noche pero por el día permanecían abiertas.
Los edificios más destacados eran la catedral, el ayuntamiento, la Iglesia, las lonjas y
los palacios de algunos nobles y burgueses. La ciudad se dividía en barrios, cada uno con su
propia parroquia. El resto del espacio estaba ocupado por un enjambre de calles estrechas y
tortuosas, entre las que, en ocasiones, había pequeños huertos.
Disponían de un gran espacio abierto, la plaza del mercado, donde
los comerciantes y campesinos instalaban sus tenderetes y en el que tenían lugar los
principales acontecimientos de la ciudad: las representaciones de los artistas, las
celebraciones festivas y los ajusticiamientos.
Ciudad cristiana
La ciudad medieval cristiana responde a un modelo de relación social, heredado
de Roma y Grecia. Tienden a la regularidad geométrica y adaptarse a la topografía, si bien la
poca exactitud con que se construyeron les da cierta disconformidad. No faltan ejemplos de
irregularidad fruto de su origen multipolar y de la evolución histórica. Ciudades
como Salamanca, Segovia o Soria nacen tras el amurallamiento de varios núcleos rurales
próximos, los cuales irán creciendo hasta llegar a ser uno solo.
La intención de las ciudades medievales no es ser irregulares, por lo que encontramos en
ellas varios tipos de planos básicos: circulares, lineales, bastidas (ortogonales), etc.,
generalmente adaptados a la topografía y en trono a un castillo. La servidumbre de los
caminos interiores, y la diferente estructura y organización inicial de cada núcleo, conforman,
con el paso del tiempo y la colmatación urbana, una ciudad irregular.
El caserío es pobre, tiene vanos abiertos al exterior y la calle es un lugar de convivencia, por
lo que se tiende a que existan lugares públicos: pequeñas plazas, iglesias y plazas porticadas.
En la sociedad medieval existe una profunda división entre dos tipos de vida, la rural y la
urbana. La vida urbana se caracteriza por tener una serie de privilegios derivados de un
sistema jurídico especial: el fuero. El fuero concedía a los villanos el privilegio de ciertos
oficios, exenciones y obligaciones fiscales, y la celebración de ferias y mercados.
Las ciudades cristianas no eran demasiado grandes, unos 15.000 habitantes, y no tenían una
desvinculación muy grande del campo, muchos de sus pobladores se dedicaban a tareas
agrícolas.
En la Baja Edad Media se amurallarán la mayoría de las ciudades, sobre todo a partir de 1270
cuando las partidas de Alfonso X el Sabio especifican que ciudad es toda población
amurallada. Todas las ciudades tenían que estar fortificadas, y las que no lo estaban se
cercaron por motivos fiscales, para mantener su fuero y para controlar la percepción de los
impuestos de paso: portazgos, pontazgos y derechos de almacenaje.
Con las murallas aparecen también los arrabales extramuros al borde de ellas, y en principio
un poco alejadas, para no dificultar su defensa. Sin embargo, no es la función militar la razón
más importante para construir murallas; en España la Reconquista ya estaba en el valle
de Guadalquivir, y en el resto de Europa no había grandes peligros de invasión.
Como en las ciudades musulmanas, la segregación funcional del espacio es muy acusada.
Los diferentes oficios se localizan en determinadas calles y barrios; en ellas
los gremios controlan la producción, la calidad, la venta y el acceso a la profesión. Algunos de
los gremios estarán privilegiados.
Las ciudades cristianas tenían una participación activa en su gobierno, por medio de
los ayuntamientos y la catedral, que eran los ejes de la política ciudadana. Algunas de ellas
tenían acceso a las Cortes, que se reunían fundamentalmente para prestar homenaje al rey y
para conceder impuestos extraordinarios. La burguesía medieval, urbana y feudal, controlaba
el gobierno de las ciudades.
Uno de los lugares fundamentales de la ciudad es el mercado, que se situaba en alguno de
los espacios abiertos: una plaza asoportalada, una puerta de entrada, o el cementerio, si no
había plazas dedicadas a tal fin. En la ciudad cristiana no había mercado permanente, ni
tiendas, aunque se podía ir a comprar los artículos de consumo a los productores, en sus
barrios.
Las servidumbres colectivas en la Edad Media son muchas, lo que se refleja en el aspecto y
funcionamiento de la ciudad.
La escasez y decadencia de los centros urbanos tras el siglo III provoca que los reyes
medievales tengan que volver a ocupar ciudades tradicionales (León en el 856, que había sido
abandonada) o que se funden ciudades de nueva planta. La fundación de ciudades, y
bastidas, consiste, fundamentalmente, en la concesión de un fuero que presente una ventaja
sobre el medio rural y que favorezca la población de la urbe. Pero no faltan ejemplos de
ciudades espontáneas, que se crean en los cruces de caminos de los grandes ejes
económicos como el camino de Santiago, los ríos navegables, en la desembocadura o en el
límite de la navegación, como en el Sena o en el Rin.
La ciudad medieval es un espacio privilegiado en un entorno feudal con fuertes servidumbre
personales.
Características:
La ciudad medieval no establece modelos formales, tiene todas las formas posibles
y se adapta libremente a todas las circunstancias históricas y geográficas. A pesar
de ello tienen algunos caracteres generales que permanecen estables en el tiempo
y definen la naturaleza esencial de la ciudad europea medieval: continuidad,
complejidad y concentración.
2. Espacio complejo
Cada poder tiene un edificio situado en una plaza: la plaza del ayuntamiento, otra
plaza con la catedral y la casa del obispo y los diversos edificios de los gremios.
Los gremios a su vez se sitúan cada uno en un mismo barrio.
3. Densidad
Las ciudades medievales crecen sobre pueblos feudales o antiguas ciudades
romanas. Eran ciudades amuralladas. Como hacer una nueva línea de murallas era
muy costoso, las ciudades crecían en altura (edificios de hasta 7 plantas). Las
nuevas murallas son concéntricas y circulares. Los asentamientos que surgen fuera
de las murallas se llamaban suburbios y a veces eran más grandes que la ciudad.
4. Crecimiento
5. Morfología
Regulares: podían ser radiocéntricas pero lo más normal eran las de origen
militar.
Bastidas: ciudades del sur de Francia construidas en la guerra de los 100
años.
Eslavo-germánicas: ciudades ortogonales creadas por los caballeros de la
Orden Teutónica en el centro-este de Europa (Polonia, Chequia, Letonia, etc.)
Ciudades de reconquista: ciudades ortogonales de carácter defensivo creadas
en el este de España: Vinaroz, Castellón, Villareal.
Itinerantes: su
origen no es militar. Son ciudades que crecen
ortogonalmente a ambos lados de un camino, normalmente el
Camino de Santiago.
CIUDAD ISLAMICA
La ciudad islámica en la Edad Media constituyó un importante centro económico, político y militar
que presenta diversos espacios diferenciados: la alcazaba o castillo defensivo, la medina o ciudad
vieja, en la que se encontraba la aljama o mezquita mayor y el mercado o zoco, y los barrios o
arrabales, que podían ser intramuros (incluidos en posteriores ampliaciones de la muralla) o
extramuros, más allá de las puertas de la ciudad.
Su plano era irregular, como un laberinto de callejuelas en las que el prototipo de casa estaba
organizada en torno a un patio, con escasos vanos hacia el exterior (con frecuencia cubiertos por
celosías).
Muralla de la alcazaba de
Almería
Era frecuente en los musulmanes el reaprovechamiento de materiales preexistentes. Una
muestra es la alcazaba de Mérida, en la que se emplearon sillares de origen romano (foto
inferior).
Alcazaba de Mérida
CIUDAD MODERNA
Durante el Edad Moderna se crean los estados nacionales y la monarquía absoluta. Esto
implica la extensión del régimen jurídico a todo el territorio, si bien no ha todas las clases
sociales. Por esta época nace el capitalismo mercantil, que tendrá en el descubrimiento
de América y en la deriva del cabo de Buena Esperanza sus hitos más significativos, ya que
dará a los mercaderes la posibilidad de comerciar con otros ámbitos geográficos. Todo esto
supone una nueva concepción de la ciudad como un lugar donde relacionarse y un punto
organizador del espacio regional. La ciudad es el centro del mercado sobre la que confluyen
las mercancías, pero pierden poder político y las influencias que tuvieron en la Edad Media.
El espíritu racionalista de la Edad Moderna tiende a regularizar las calles y a ensancharlas.
En España se crean las plazas mayores: grandes espacios en el centro de las ciudades,
abiertos con ocasión de algún incendio o cualquier catástrofe, o alguna operación que
permitiese al ayuntamiento comprar el suelo barato, como el incendio de Valladolid de 1561.
Estas plazas están asoportaladas y acogen a los edificios municipales más representativos de
la ciudad. Además, sirven como mercado, lugar de fiestas y ejecuciones públicas, o
simplemente como centro de relación social. Suelen tener soportales y la entrada,
normalmente, se encuentra en una de las esquinas.
En el Renacimiento, durante la Edad Moderna, con frecuencia se hacen diseños de ciudades
ideales basadas en las ideas de Vitrubio y en el nuevo arte de la guerra, que incluye la
artillería. Tienen plantas geométricas, ortogonal o radial, y un nuevo tipo de murallas,
estrelladas, que responden a la necesidad de defenderse contra la artillería desde todos los
puntos. Sin embargo, este nuevo tipo de ciudad apenas se construye en Europa.
Sólo Palmanova, en Italia, es una ciudad construida de nueva planta con estos supuestos. Lo
que sí se levantarán serán nuevas murallas en las ciudades de frontera, y en este tipo de
fortificaciones no se permitirán los barrios arrabales, a diferencia de lo que ocurre en las
ciudades medievales.
Algo más tarde, en América y África, y en la costa, sí se crearán ciudades nuevas, sobre todo
en los dominios españoles y portugueses. Estas urbes tienen un plano ortogonal, con calles
anchas que siguen un plan. Sólo estaban amuralladas las ciudades costeras que eran puertos
importantes. Incluso algunas ciudades costeras se amurallaron muy tardíamente. Las urbes
americanas tienen una plaza mayor como las españolas, pero esta plaza está planeada
desde el principio y generalmente se crean por la supresión de una o varias de las manzanas
del damero. No suelen tener soportales y la entrada no suele hacerse por una de sus
esquinas sino por el centro de sus laterales. Estas plazas tienen las mismas funciones que las
de la península, pero, además, son plazas de armas, debido al carácter fuertemente militar de
la sociedad indiana.
A pesar de que la muralla moderna tiene una clara función defensiva no se pierde la función
fiscal. En 1625 Madrid se rodea de una cerca fiscal que delimita su territorio y dentro de la cual
los impuestos son diferentes, a los de fuera. También se mantienen los impuestos de paso y
almacenaje.
Durante toda la Edad Moderna el caserío será bajo y pobre, con amplias huertas interiores
donde se suelen depositar las heces. Los longueros son más estrechos que nunca, y las
órdenes religiosas, que se han vuelto urbanas, tienen amortizado gran parte del suelo.
Los gremios son poderosos y ejercen un severo control funcional y espacial sobre la
producción, la calidad, la venta y el acceso a la profesión. La ciudad moderna del siglo
XVI continúa siendo, en gran medida, medieval.
Pero durante el Barroco la ciudad tiende a cambiar radicalmente. Se acometen operaciones
de cirugía urbana: ensanchamiento de calles, creación de perspectivas, salones, arboledas,
paseos, etc. La ciudad refleja la grandeza del Estado y la monarquía, y se señalan diversos
edificios emblemáticos creando espacios y puntos de vista que los destaquen. La ciudad
comienza a tener una fachada, pero también tendrá espacios singulares y recogidos, que
crean luces y sombras, muy del gusto barroco. El modelo universal de este tipo de ciudad
es Versalles, que en España se imitará en ciudades como Aranjuez, y se hacen ciudades
nuevas, en Sierra Morena, con un plano ortogonal, como La Carolina.
La Crisis del Siglo XIV da fin a la Edad Media y causa una importante convulsión en las
estructuras socioeconómicas del sistema feudal medieval. Los Siglos XV y XVI son el
comienzo de la Modernidad o Edad Moderna y se caracterizan por una serie de
importantestransformaciones sociales, culturales, económicas y políticas. A continuación,
en Sobrehistoria, conocemos un poco más a fondo la Edad Moderna y los cambios que
propiciaron el desarrollo del capitalismo mercantilista.
Estos cambios se producen en el marco de una larga transición del modo de producción
feudal al modo de producción capitalista que abarca del siglo XIV al siglo XVIII.
Transformaciones Económicas:
Desarrollo del capitalismo mercantil
Como decimos, durante estos siglos se produjeron profundos cambios en el comercio y el
sistema económico, que favoreció el paso de un sistema feudal, el propio de la Edad Media,
al sistema de producción capitalista, lo cual marca también la transición hacia la era
moderna. Estos son algunos de los cambios más importantes que se produjeron en este
período:
En primer lugar, cabe destacar que los cambios que se producen durante la Edad
Moderna no son bruscos, sino que se trata de una transformación lenta y
paulatina, en la que se van dejando atrás poco a poco los preceptos de la Edad
Media para proceder a la transición a la edad moderna.
El crecimiento de las ciudades provocó también el crecimiento del grupo llamado
“burguesía“, que venía del término burgo, usado para designar a los habitantes de
los nuevos barrios de las ciudades. Dentro de la burguesía existían notables
diferencias entre a alta burguesía, la baja burguesía y la plebe. El caso es que todos
ellos eran hombre libres y llegaron a formar parte de un núcleo muy importante de
la población, el pueblo llano. Todos ello,s comerciantes, profesionales de muy
diversa índole, fomentarían también el paso hacia nuevos modelos de comercio y,
con el tiempo, de producción y organización empresarial.
En esta época también se desarrolla el Humanismo, que defiende la importancia del
individuo, del hombre, frente a las creencias teológicas imperantes durante la Edad
Media. En general, se suele considerar el humanismo como un movimiento
asociado a las libertades del individuo, al progreso y al libre pensar. A pesar de ello,
la Iglesia seguía teniendo gran poder, pero aumentaban cada vez más el número de
herejías.
Fue también durante esta época cuando se comenzaron a fraguar algunos términos y
conceptos, como los de nación o estado.
Esta época también está considerada como una de las más esplendorosas dentro de
la historia de arte, con dos períodos diferenciados pero con gran importancia dentro
de la historia, como son el Renacimiento y el Barroco.
Ciudad contemporánea
Durante el siglo XIX cambia radicalmente la sociedad, la economía y, por lo tanto, el concepto
de ciudad.
Aparece el capitalismo industrial y la creación de una nueva sociedad, la de clases, con
la burguesía dominadora del poder político; desde la Revolución francesa y las revoluciones
burguesas del 38, 48 y 68, y con el proletariado cada vez más explotado y con unas
condiciones de vida miserables. La burguesía es la ostentadora del poder económico, y pronto
lo será del político. Su concepto de propiedad es diferente al que había en la Edad Moderna:
es la propiedad absoluta, libre de servidumbres y que se pueda comprar y vender. Uno de los
hechos más trascendentales para la construcción de la nueva ciudad es la desamortización,
que pone en el mercado mucho suelo urbano y posibilita la especulación por parte de la
burguesía, cosa totalmente aceptada en la época.
Durante el siglo XIX la ciudad cambia radicalmente, se hace industrial y burguesa; y crece
hasta dimensiones insospechadas, gracias al transporte. La ciudad contemporánea gravita
sobre dos ideas básicas: la concentración del mercado en torno a la creación de un centro
urbano y la reunión de la fuerza de trabajo y los consumidores.
El prototipo de ciudad es París, y la reforma de Haussmann (ministro de Napoleón III) el
modelo de actuación en todo el mundo. Haussmann propone una ciudad ordenada, en la que
estén presentes los supuestos higienistas de los ilustrados: alcantarillas, iluminación, calles
anchas y arboladas, etc. Pero, además, esta ciudad está construida con criterios policiales, ya
que se propone un plano urbano; bien sea este radial, ortogonal, o cualquier otro; que permite
la represión de las manifestaciones revolucionarias. Sin embargo, lo importante del modelo de
Haussmann no es esto, sino el hecho de que somete a la ciudad antigua a toda
una operación de cirugía urbana, tirando lo viejo para construir lo nuevo, y todo ello
financiado por los poderes públicos.
El primer hecho significativo es la reforma interior, la creación del centro urbano. En España la
reforma interior engarza con el ensanche.
Alrededor del centro urbano y en torno al ferrocarril aparece la industria urbana, que
caracteriza a la ciudad del siglo XIX. Pero las necesidades de espacio y los problemas de la
contaminación terminan por expulsar esta actividad de las urbes, en favor de la función
residencial y terciaria. La industria se instala en el extrarradio, cada vez más lejano del centro,
a medida que crece la ciudad.
Los altos precios de las parcelas tras los planes de reforma interior y ensanche suponen que
el proletariado no puede acceder a estas viviendas, por lo que aparecen dos tipos de vivienda
marginal: las barriadas del extrarradio, parcelaciones ilegales, sin un proyecto conjunto y que
dan al plano un aspecto irregular, a pesar de su regularidad interna; y los corrales o casas de
vecinos, en los cascos antiguos de las ciudades y en el ensanche. Estos corrales se suelen
encontrar en el interior de las manzanas o en los edificios abandonados por la burguesía, que
progresivamente se van deteriorando. Las parcelaciones ilegales carecerán de infraestructura
sanitaria, ya que el Ayuntamiento no las reconocerá.
Los altos precios hacen caro el suelo incluso para la burguesía, por lo que los planes iniciales
casi nunca se cumplen. Las parcelas se dividen, creándose calles nuevas, porque son muy
caras para un solo promotor. Las casas que se construyen tienen más pisos de los previstos y
menos espacio verde, todo para rentabilizar del suelo.
Con el tiempo, la burguesía fue trasladándose al ensanche y el casco antiguo se fue
degradando socialmente hasta que recientemente el interés por conservar los testimonios del
pasado y su nueva función, como lugar de ocio y turismo, lo ha revitalizado, para lo que está
siendo necesario expulsar de allí a las clases marginadas.
La nueva economía capitalista industrial creará una ciudad que acoja el mercado
concentrado, pero también al proletariado que trabaja en las fábricas, por eso, en todos los
países del mundo, en algún momento, hay un éxodo rural, el abandono del campo y la
emigración a la ciudad, donde está la industria. Esta concentración de la mano de obra no
sólo pretende tener la fuerza de trabajo agrupada y cerca, sino también desvinculada del
medio rural, al que podrían volver en caso de crisis. De esta manera la burguesía se asegura
que la fuerza de trabajo depende de ella para sobrevivir, y de paso que tiene dedicación
exclusiva, por lo que no hay escasez de mano de obra en las épocas agrícolamente activas.
Son, además, los consumidores.
Con la explosión demográfica y la urbanización de la sociedad industrial, las ciudades crecen.
El transporte urbano es el que posibilita el crecimiento de las ciudades en superficie, hasta
límites insospechados poco antes, y sin grandes trastornos de tiempo. El tranvía es el símbolo
de la ciudad decimonónica y el coche privado el de la ciudad de nuestro tiempo.
En el siglo XIX no se crean ciudades de nueva planta, pero sí se construye la nueva urbe
con arreglo a un plan. Ese proyecto dibuja distintos planos, con distintos objetivos, dentro de
cada ciudad. Hoy en día nos podemos encontrar, en todas las ciudades, distintos tipos de
plano según la época en la que fueron reformadas: desde el irregular de la ciudad antigua, al
plano radial, ortogonal o lineal. Sin embargo, esto no quiere decir que no hubiese propuestas
de ciudades ideales. Todos los socialistas utópicos tienen un modelo urbano, muy similar,
pequeñas comunidades de unos 1500 habitantes que se abastecían de todo lo necesario.
En los años 20 surge un nuevo modelo de ciudad: se abren las calles para los coches y se
jerarquiza la red viaria; se crean las infraestructuras que llevarán el agua y la electricidad a las
casas, se recogen las basuras, etc., y aparece un nuevo tipo de edificio que condicionará el
paisaje urbano; el rascacielos y los edificios de varios pisos. Los edificios de varios pisos
permitirán el uso de los bajos para mercado y el resto del edificio para vivienda.
Tras la generalización del coche privado, la ciudad ha de adaptar su infraestructura para su
uso: se asfaltan las calles, se crean las aceras y se ponen las señales de tráfico,
especialmente el semáforo. Todos ellos son elementos presentes en nuestras ciudades
actuales. La ciudad tradicional no está preparada para este tráfico y presenta problemas
de congestión. Los atascos son frecuentes por lo que en todas partes han sido necesarias
las carreteras de circunvalación, la construcción de vías rápidas y la peatonalización de la
ciudad más antigua.
El crecimiento urbano ha supuesto la colmatación de la ciudad y la creación de barrios social
y funcionalmente diferenciados. En ellas aparecen distritos especializados en
determinadas funciones: negocios, residencia, ocio, turismo, etc.
Durante los años 60 el crecimiento demográfico fue, en España, más rápido que la
construcción de viviendas. Esto ha pasado en todos los países en algún momento. El precio
de las viviendas aumentó y las clases más humildes no pudieron acceder a ellas. Aparecen
así los barrios de chabolas y casas de autoconstrucción en las periferias de las ciudades. Son
suburbios socialmente marginados sin infraestructura sanitaria; lo que les convierte en
permanentes focos de infección, en los que la marginación es caldo de cultivo de la
delincuencia. Este proceso continúa en las ciudades del Tercer Mundo.
La ciudad actual necesita de una gran infraestructura que debe situarse en las afueras, desde
hospitales y cementerios a vertederos, rondas de circulación, depósitos de agua,
transformadores eléctricos, etc. La ciudad debe dotarse también de pavimento asfaltado,
modernamente de calles peatonales, alumbrado, estaciones de transporte y taxi, mobiliario
urbano, recogida de basuras y toda una infraestructura sin la cual sería imposible su
funcionamiento.
Tras la segunda guerra mundial los poderes públicos de todo el mundo toman las riendas de
la planificación eficaz de la ciudad, aunque en muchos casos se salten sus propias normas.
La ciudad se fue equipando, e incorporó a su entorno las barriadas marginales y del
extrarradio. Se construirán viviendas obreras dignas y también para las clases marginales, con
el fin de erradicar el chabolismo. En la actualidad, se intentan conservar los edificios más
antiguos de la ciudad, pero la renovación del caserío ha sido tan intensa que apenas quedan
edificios anteriores al siglo XIX.
El caserío de la ciudad actual es marcadamente diferente al de la tradicional. En su
concepción han tenido una influencia decisiva los argumentos de la arquitectura racionalista.
Pero no es el modelo de Le Corbusier el que triunfa (edificios de viviendas en altura rodeados
de campo) sino su técnica de construcción. La arquitectura racionalista permite optimizar el
precio del suelo, permitiendo construir varias viviendas en altura, y que los bajos de los
edificios puedan ser utilizados para diversos negocios, tiendas, oficinas, etc. En estos edificios
el ascensor es un elemento esencial. Será en Chicago donde se cree este modelo de ciudad,
donde se pongan los primeros ascensores, donde los bajos se reserven para los negocios y
donde se construyan los primeros grandes almacenes, otra de las señas de identidad de la
ciudad actual. Este modelo es el que ha permitido el aumento de la densidad humana en las
urbes, y el crecimiento en altura del paisaje urbano. Además, el equipamiento de la casa ha
cambiado extraordinariamente, gracias al alto consumo de energía y el abaratamiento de los
electrodomésticos: luz eléctrica, televisión, teléfono, frigorífico, lavadora, lavaplatos,
microondas, ordenador, etc.
Las ciudades actuales han crecido enormemente, hasta el punto de haber absorbido pueblos
y ciudades vecinas. La aparición de las conurbaciones y las megalópolis es uno de los
fenómenos urbanos más dinámicos de nuestro tiempo. Existen regiones en las que el continuo
urbano entre ciudades es la tónica general, como Tokio-Yokohama, Liverpool-
Manchester, Washington, DC-Boston, la región del Ruhr, etc.
Desde hace algún tiempo en todas las ciudades se observan fenómenos de rururbanización,
que en las ciudades más grandes alcanzan el isócrono de 30 minutos, he incluso más.
Aparecen así viviendas unifamiliares en el entorno rural habitadas por gente que viven de la
ciudad conviviendo con gente que vive en y del campo.
HAUSSMAN
El Barón Haussmann expresó un deseo que era tanto para lo que estaba por
encima como por debajo del suelo, para lo bello y lo útil, y desde la imagen
general hasta el más mínimo detalle. En diecisiete años, el prefecto de París
estableció 600 km de alcantarillas y 175 km de calles, construyó ayuntamientos
para los distritos y escuelas, diseñó plazas, parques y bosques, estimuló la
inversión privada, reconstruyó barrios en el centro de la ciudad y diseño los futuros
crecimientos en las afueras.
Alrededor de la exposición
El proyecto cubrió todos los dominios del urbanismo, tanto en el corazón de París, como en los
barrios periféricos: calles y bulevares, reglamentación de las fachadas, espacios verdes, mobiliario
urbano, redes de alcantarillado y abastecimiento de agua, equipamientos y monumentos públicos.
Fuertemente criticada por algunos de sus contemporáneos por su enorme costo y por haber
reducido la mezcla social, olvidada durante una parte del siglo XX y después rehabilitada por el
descrédito del urbanismo de la posguerra, esos trabajos condicionaron para siempre el uso diario
de la ciudad por sus habitantes. Sentaron el fundamento de la imagen popular de la capital
francesa en el mundo, superponiendo al Viejo París y a sus callejas pintorescas un París moderno
hecho de anchos bulevares y plazas despejadas.
EL ENSANCHE
El Plan Cerdá fue un plan de reforma y ensanche de la ciudad de Barcelona de 1860 que
seguía criterios del plan hipodámico, con una estructura en cuadrícula, abierta e igualitaria.
Fue creado por el ingeniero Ildefonso Cerdá y su aprobación fue seguida de una fuerte
polémica por haber sido impuesto desde el gobierno del Reino de España en contra del plan
de Antonio Rovira y Trías que había ganado un concurso del Ayuntamiento de Barcelona.
El ensanche contemplado en el plan se desplegaba sobre una inmensa superficie que estaba
libre de construcciones al ser considerada zona militar estratégica. Proponía una cuadrícula
continua de manzanas de 113,3 metros desde el Besós hasta Montjuic, con calles de 20, 30 y
60 metros con una altura máxima de construcción de 16 metros. La novedad en la aplicación
del plan hipodámico consistía en que las manzanas tenían chaflanes de 45º para permitir una
mejor visibilidad.1
El desarrollo del plan duró casi un siglo. A lo largo de todo este tiempo, el plan se ha ido
transformando y muchas de sus directrices no se aplicaron. Los intereses de los propietarios
del suelo y la especulación desvirtuaron finalmente el plan Cerdá.
Ensanche de Barcelona[editar]
Artículos principales: Urbanismo de Barcelona, Distrito del Ensanche y Plan Cerdá.
"Plan de los alrededores de la ciudad de Barcelona y del proyecto para su mejora y ampliación" de
Ildefonso Cerdá y Suñer, 1859. Es el mejor ejemplo de los ensanches decimonónicos en España.