A07.desafiosparainvestigar Sobre Periodizacion
A07.desafiosparainvestigar Sobre Periodizacion
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Artículo
RESUMEN
Los principios de la periodización son comúnmente utilizados para el diseño de programas de entrenamiento de la fuerza y
acondicionamiento para atletas. Los investigadores que han examinado su efectividad han hallado que un programa
periodizado de entrenamiento es más efectivo que un programa no periodizado. Sin embargo, la investigación sobre
periodización es sorprendentemente limitada y esto hace que su aplicación sea todo un desafío. La ampliación de la
selección de los sujetos, la realización de estudios a largo plazo, la incorporación de múltiples modos de ejercicio y la
realización de estudios observacionales podría ayudar a que los hallazgos de la investigación sean más aplicables al mundo
del entrenamiento.
ABSTRACT
The principles of periodization are commonly used in the design of strength and conditioning regimens for athletes,
researchers examining its effectiveness have found it to be more effective than nonperiodized approaches to training.
however, research on periodization is surprisingly limited in scope and this makes its application challenging. by
broadening subject selection, incorporating longer term studies, incorporating multiple modes of exercise, and by
conducting observational and survey studies, the research can be made more applicable to real-world coaching.
INTRODUCCION
Los principios de la periodización son la base de muchos programas para el entrenamiento de la fuerza y el
acondicionamiento. Sorprendentemente poco de esto cuenta con el respaldo de la investigación a pesar del hecho de que la
periodización es ampliamente utilizada y de que mucho se ha escrito al respecto, a pesar de las numerosas presentaciones
sobre el tema y a pesar del hecho de que, en base a la observación práctica, aparentemente funciona. En el presente
LA PERIODIZACION Y SU ACEPTACION
Con la periodización, cada ciclo de entrenamiento individual está caracterizado por ajustes periódicos en los objetivos,
tareas y en el contenido, con la meta definitiva de ayudar a los atletas a alcanzar su rendimiento pico para la/s
competición/es principal/es del año (5, 9). Tradicionalmente en los gimnasios, esto se lleva a cabo progresando desde una
fase de alto volumen y baja intensidad al principio de la temporada (fase de preparación) a una fase de bajo volumen y alta
intensidad (fase de competición) (4). Además, el entrenamiento técnico del deporte también se incrementa a medida que se
reduce el volumen de entrenamiento en el gimnasio. La fase de competición es seguida de un período de “recuperación
activa” durante el cual tanto el volumen como la intensidad son bajos y los atletas entrenan casi a nivel recreativo. Los
libros escritos clásicos sobre periodización que provienen de la Europa del este asumen una perspectiva a largo plazo
sobre el desarrollo de los atletas como el resultado de la periodización (4, 27, 32). Este enfoque no se limita solo al
entrenamiento con sobrecarga, sino que también se aplica al entrenamiento de la resistencia. Tradicionalmente, la
periodización del entrenamiento de la resistencia comienza haciendo énfasis en desarrollar una base aeróbica a través de
entrenamientos de alto volumen y baja intensidad, y progresando gradualmente hacia un entrenamiento de mayor
intensidad y menor volumen a medida que avanza el año (26). Los atletas de resistencia reducirán el volumen de
entrenamiento a medida que se acercan las competencias para realizar la puesta a punto para las mismas (20, 26, 29, 30).
Hay gran aceptación de la periodización por parte de aquellos involucrados en la profesión del entrenamiento de la fuerza
y el acondicionamiento (13, 14, 33). Por ejemplo, Rhea et al (33) sugieren que si bien la comunidad del entrenamiento de la
fuerza aun debe acordar cual es el diseño óptimo de un programa de entrenamiento para el desarrollo de la fuerza, los
expertos en el entrenamiento de la fuerza generalmente concuerdan que para optimizar las ganancias de fuerza deben
utilizarse programas periodizados de entrenamiento. Similarmente, Fleck y Kraemer (14) sugieren que la periodización es
efectiva y que su uso está respaldado por múltiples estudios de la ciencia del deporte, y dan como ejemplos los estudios de
Stone et al (38) y de Willoughby (44). Diversos estudios de sondeo que han observado las prácticas de los profesionales del
entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento que trabajaban en la Liga Mayor de Béisbol (12), en la Asociación
Nacional de Básquetbol (37), la Liga Nacional de Hockey (11) y en la Liga Nacional de Fútbol Americano (10) también
confirma que la mayoría de los entrenadores en cada una de estas ligas deportivas profesionales utilizaban algún tipo de
periodización para el diseño de sus programas de entrenamiento de la fuerza y acondicionamiento.
Es importante señalar que la periodización si funciona y es utilizada por los profesionales del entrenamiento de la fuerza y
acondicionamiento; sin embargo, parece haber una falta de investigación que respalde su uso y aplicación. Por ejemplo,
Stone et al (39) señalaron que si bien en los últimos años la periodización se ha vuelto un término familiar entre los atletas,
entrenadores y científicos del deporte, la investigación respecto del a periodización del entrenamiento de la fuerza es
mínima. En 1999, Stone et al (39) señalaron que la mayor parte de la información concerniente a la periodización es el
resultado de evidencia observacional, de datos anecdóticos y de las inferencias realizadas a partir de estudios relacionados
(tal como la investigación relacionada con el sobreentrenamiento), y de algunos pocos estudios que han incluido la
periodización durante unos pocos mesociclos. Esta situación no ha cambiado dramáticamente en el período de tiempo
transcurrido desde que se publicó dicho artículo. Como evidencia de esto, el artículo sobre periodización publicado en el
2003 por Plisk y Stone (32) introdujo el tema afirmando que si bien se realizó un esfuerzo por presentar los hallazgos de
investigación más relevantes, la mayoría de los conceptos discutidos en el artículo eran por naturaleza intuitivos o
LIMITACIONES DE LA INVESTIGACION
Los estudios que han investigado la efectividad de la periodización han evolucionado en los últimos 25 años, desde que
Stone et al (38) publicaron su novedoso estudio en 1981 que trataba sobre el entrenamiento de la fuerza. Sin embargo,
existen varios desafíos a superar cuando se intenta aplicar los resultados de los estudios sobre periodización al deporte. La
mayoría de los estudios de investigación publicados son estudios a corto plazo enfocados en el desarrollo de la fuerza y la
potencia. Además, raramente se han utilizado deportistas como sujetos y el volumen y la intensidad de los entrenamientos
utilizados en los estudios son problemáticos.
Tal como lo sugiriera Fleck (13), una de las limitaciones de la investigación sobre periodización es que la mayoría de los
estudios que han examinado su efectividad en términos del entrenamiento de la fuerza se han enfocado en el incremento
de la fuerza/potencia y en la manipulación del volumen y la intensidad del entrenamiento. Como resultado, estos estudios
son principalmente aplicables a mejorar la fuerza/potencia y no están directamente relacionados con la mejora de la
resistencia muscular. McGee et al (28) y Rhea et al (34) son dos excepciones a lo anterior.
McGee et al (28) demostraron que el volumen es importante para el incremento de la resistencia muscular. En este estudio
se evaluó la resistencia muscular en el ejercicio de sentadillas para lo cual los sujetos realizaron una sentadilla con 60 kg
cada 6 segundos. A cada minuto se incrementó la masa de la barra adicionando 2.5 kg hasta que los sujetos llegaran al
agotamiento. Los sujetos entrenaron 3 veces por semana durante 7 semanas; un grupo realizó una única serie de 8-12
repeticiones hasta el agotamiento, otro realizó un programa en el cual se incrementó la intensidad (i.e., la carga) y se
redujo el volumen (i.e., series y repeticiones) a lo largo de las siete semanas, y un tercer grupo realizó un programa con 3
series de 10 repeticiones que se mantuvo durante todo el estudio. Los tres grupos exhibieron mejoras al final del programa
de entrenamiento. El grupo que realizó las series únicas mejoró sus repeticiones totales durante el test de resistencia en
sentadilla en un 46%, el tercer grupo (3 series de 10 repeticiones) mejoró en un 74% y el segundo grupo exhibió una
mejora del 71%. Los tres grupos también exhibieron mejoras respecto del volumen de carga (series × repeticiones) que
soportaron durante el test de resistencia en sentadilla. El grupo que realizó series únicas mejoró en un 51%, el tercer
grupo (3 series de 10 repeticiones) mejoró en un 84% y el segundo grupo exhibió una mejora del 87%. Los resultados de
Rhea et al (34) hicieron que los sujetos entrenaran en el ejercicio de extensiones de rodilla 2 veces por semana durante 15
semanas. Los sujetos fueron divididos tres grupos, un grupo realizó lo que los autores llamaron periodización linear
(progresión desde alto volumen/baja intensidad a bajo volumen/alta intensidad, a lo largo del estudio), otro grupo realizó lo
que se denominó periodización linear inversa (progresión desde bajo volumen/alta intensidad a alto volumen/baja
intensidad, a lo largo del estudio) y el tercer grupo realizó una periodización con ondulaciones diarias (progresión desde
alto volumen/baja intensidad a alta intensidad/bajo volumen a lo largo de 3 sesiones). Al final de las 15 semanas, todos los
grupos exhibieron incrementos en la resistencia muscular en el ejercicio de extensiones de rodilla. Los grupos que
realizaron la periodización linear y la periodización ondulante tuvieron un incremento de aproximadamente un 55%,
mientras que el grupo que realizó la periodización linear reversa exhibió una mejora de casi el 73%. Los autores
concluyeron que el incremento gradual en el volumen y la reducción en la intensidad pueden resultar en mayores
ganancias en la resistencia muscular.
Si bien existen muchos estudios que investigaron los efectos del entrenamiento de la fuerza sobre el rendimiento de
resistencia aeróbica (por ejemplo, el entrenamiento de la fuerza y su efecto sobre el tiempo en una prueba de 5 km), pocos
utilizaron la periodización en sus protocolos de entrenamiento de la fuerza. Dado que esto puede verse como una
limitación de los estudios, se debería señalar que muchos de los sujetos que participaron en estos estudios eran
relativamente desentrenados (en el entrenamiento de la fuerza) y por lo tanto, la periodización pudo no haber sido
necesaria para provocar las adaptaciones deseadas. Sorprendentemente, el incremento de la fuerza máxima puede mejorar
diferentes tipos de la resistencia. Por ejemplo, Stone et al (40) en su revisión indicaron que existe una correlación entre la
fuerza máxima y la resistencia de alta intensidad (i.e., restauración de la fuerza durante el entrenamiento de la fuerza y
deportes de fuerza/potencia). Esto sugiere que la mejora de la fuerza y la potencia puede mejorar algunos tipos de
resistencia muscular.
Los antecedentes de entrenamiento de los sujetos pueden hacer que la comparación de la efectividad de los programas de
entrenamiento sea dificultosa. En individuos desentrenados, durante las primeras semanas de un programa de
entrenamiento, los incrementos en la fuerza/potencia se producen rápidamente, y principalmente como consecuencia de
factores neurales (18). Como resultado, es muy posible que no se observen diferencias significativas en la fuerza/potencia
entre los grupos debido a que la mayoría de los programas de entrenamiento resultarán en incrementos de la fuerza y la
potencia en sujetos desentrenados. Si se observa una superioridad en las ganancias de fuerza/potencia entre dos
programas de entrenamiento a corto plazo, esta superioridad puede deberse simplemente a que un programa estimuló de
mejor manera las adaptaciones neurales que el otro programa. Esto puede ser especialmente verdadero si no se observan
cambios significativos en la masa magra corporal (13). Los atletas experimentados también exhiben adaptaciones neurales
con el entrenamiento (23); sin embargo, estas no se producen como resultado de un efecto de aprendizaje a partir de la
exposición inicial al entrenamiento de la fuerza. Se debería señalar que algunos estudios intentaron controlar este efecto
de aprendizaje incorporando un período de familiarización (21), buscando potenciales sujetos con un nivel de fuerza base
dado (44) o reclutando sujetos que reportaran tener cierta experiencia en el entrenamiento de la fuerza (2, 33, 34). Si bien
ninguna de estas opciones es infalible, pueden ayudar a controlar el efecto inicial de aprendizaje. Además, la posibilidad de
aplicar los resultados de los estudios que han utilizado sujetos desentrenados es limitada cuando se trabaja con atletas o
sujetos entrenados. Las ganancias en la fuerza se producen a una menor tasa a medida que aumenta el estatus de
entrenamiento de los sujetos (e.g., sujetos altamente entrenados versus moderadamente entrenados o sujetos
desentrenados). Esto puede ser parcialmente el resultado de los factores neurales mencionados previamente. Asimismo,
los atletas de alto calibre pueden experimentar el entrenamiento en forma diferente que los atletas de bajo calibre (40).
Como ejemplo, tanto Alen et al (1) como Fry et al (16) han mostrado que los levantadores de pesas de elite no exhiben un
efecto hormonal provocado por el entrenamiento o que experimentan el entrenamiento en forma diferente a los
levantadores de pesas que no son de elite. Presumiblemente esto les permite tolerar mayores cargas de entrenamiento.
Esto debería servir para reforzar el concepto de que atletas de diferente calibre tienen diferentes necesidades de
entrenamiento. Algunos estudios si se han llevado a cabo con atletas. Tanto Kraemer et al (24) como Hoffman et al (22)
llevaron a cabo estudios utilizando atletas como sujetos. Kraemer et al (24) investigaron si la periodización “no linear”
resultaba en adaptaciones adicionales durante un programa de entrenamiento de 9 meses en comparación con un
programa que no exhibía cambios en el volumen o la intensidad y utilizaron como sujetos jugadoras de tenis de nivel
universitario. A lo largo del estudio, los sujetos entrenaron con iguales volúmenes e intensidades. Luego del programa de
entrenamiento de 9 meses, los investigadores hallaron que ambos grupos experimentaron incrementos estadísticamente
La comparación de un programa de entrenamiento periodizado con un programa que utiliza series únicas o con un
programa que utiliza múltiples series con la misma cantidad de repeticiones (e.g., 3 ×8 durante todo el programa) resulta
en diferencias en el volumen de entrenamiento entre los programas que podrían explicar las diferencias observadas entre
los grupos. Los primeros estudios que examinaron la efectividad de un programa de entrenamiento periodizado en
comparación con un programa no periodizado característicamente hacían que los grupos que entrenaban en forma
periodizada completaran un mayor volumen total de entrenamiento, o que entrenaran con una mayor intensidad, o ambas
cosas (38, 44). Como resultado, cualquier diferencia en los resultados obtenidos con los diferentes programas de
entrenamiento podrían atribuirse a la disparidad en el volumen o intensidad del entrenamiento (2, 35). Los estudios sobre
periodización que igualaron los volúmenes de manera que tanto los grupos que realizaban el entrenamiento periodizado
como los grupos que realizaban el entrenamiento no periodizado completaran la misma cantidad de trabajo (repeticiones,
peso levantado, etc.) a lo largo de todo el estudio. Esto derivó en la obtención de resultados ambiguos (2, 33-35).
Inicialmente esta ambigüedad en los resultados pudo parecer lógica, pero es importante recordar que el modelo
periodizado puede producir resultados superiores como consecuencia del mayor volumen global de entrenamiento que
posibilitan las variaciones en el volumen y la intensidad (41). Por lo tanto, la equiparación de los volúmenes de
entrenamiento podría ir en contra de las ventajas de la periodización. También se debería reconocer que la equiparación
del volumen puede ser negativa si es que los sujetos entrenan fuera del rango óptimo de repeticiones que provocará los
efectos deseados (por ejemplo, 3 series de 8 repeticiones versus 8 series de 3 repeticiones tienen el mismo volumen).
Característicamente, los estudios sobre periodización tienen una duración igual a un semestre académico (12-15 semanas).
Esto se debe a que los investigadores casi siempre trabajan en laboratorios perteneciente a universidades y reclutan
estudiantes que se encuentran tomando cursos académicos. Esto también se lleva a cabo debido a que el cumplimiento por
parte de los estudiantes puede verse comprometido si el estudio tiene una duración mayor a un semestre. La dificultad con
estos estudios a corto plazo es que las ganancias obtenidas con el entrenamiento se reducen con el tiempo como resultado
de aplicar siempre el mismo estímulo de entrenamiento, y se sabe que el principio de la sobrecarga progresiva es un
principio fundamental del entrenamiento. A diferencia de los individuos que participan en estudios a corto plazo, los atletas
no entrenan solo por 12-15 semanas. Los atletas con frecuencia entrenan por años. Esta es una de las principales razones
por las cuales se utiliza la periodización, para incorporar la variación al entrenamiento y continuar induciendo ganancias
en el rendimiento a lo largo del tiempo. Si las ganancias al entrenamiento disminuyen en un período de 8 semanas a 9
meses, imagínese los efectos en un período de años. Un estudio que tenga una duración de solo unos meses no es
apropiado para sacar conclusiones respecto de cómo entrenar en un periodo de tiempo más prolongado.
Para resumir, la investigaciones sobe la periodización se ha llevado a cabo enfocándose principalmente en la fuerza y la
potencia, con algunas excepciones (28, 34). Debería quedar claro, de la discusión previa, que la mayoría de los sujetos
utilizados en los estudios de entrenamiento fueron estudiantes universitarios no deportistas. Existen dos razones para esto.
Primero, como se mencionara previamente, la mayoría de los investigadores trabajan en laboratorios universitarios, lo cual
resulta en que la duración de los estudios esté sujeta a la duración del semestre académico. Segundo, los entrenadores y
atletas, entendiblemente, son reacios a cambiar sus programas de entrenamiento, lo que hace que el reclutamiento de
atletas sea bastante dificultoso. Estas limitaciones hacen que sea difícil aplicar los resultados observados en no atletas a
atletas. Los modelos de periodización del entrenamiento parecen ser efectivos debido a su mayor volumen y/o intensidad;
sin embargo, el control de estas últimas variables parece producir resultados ambiguos, los cuales pueden provocar una
confusión adicional al interpretar los resultados de la investigación sobre la periodización. Esto podría ser aun más grave si
los sujetos faltan a algunas sesiones de entrenamiento o si realizan otras actividades fuera de los confines del estudio. Por
último, debido a las limitaciones impuestas sobre muchos investigadores, los estudios sobre la periodización raramente
tienen una duración suficiente como para producir efectos de entrenamiento a largo plazo. De esta forma, es muy difícil
aplicar los resultados de muchos de estos estudios a aquellos atletas que entrenan a largo plazo, algo para lo que fue
ideada la periodización. Se debería señalar que muchos de los desafíos y dificultades descritas previamente no son solo
característicos del entrenamiento de la fuerza y la potencia. En su revisión, Berg (3) señala varias limitaciones similares en
los estudios llevados a cabo con corredores, entre los cuales dos no fueron estudios longitudinales a largo plazo y poseían
una descripción inadecuada del estatus de entrenamiento de los participantes. La falta de estudios longitudinales es
bastante problemática ya que afecta nuestra comprensión de cómo evolucionan los cambios fisiológicos con los años de
entrenamiento, nuestra comprensión acerca de que volumen e intensidad se requieren para optimizar el rendimiento, y
nuestra comprensión de que componentes del entrenamiento deberían enfatizarse durante las diferentes etapas del
entrenamiento. La falta de control del estatus de entrenamiento hace difícil determinar si el programa indujo ganancias de
entrenamiento.
La mayoría de los estudios sobre periodización se enfocan solo en el entrenamiento de la fuerza. Esto es una problemática
ya que la mayoría de los atletas necesitan entrenar para mejora la velocidad, agilidad, flexibilidad y las destrezas
específicas del deporte. Existe información limitada acerca de los volúmenes e intensidades ideales para el entrenamiento
de la velocidad, el entrenamiento de la agilidad, el entrenamiento del núcleo corporal y el entrenamiento de la movilidad,
entre otros. También existe una falta de información acerca de los volúmenes e intensidades ideales cuando se combinan
diferentes modos de entrenamiento en programas tanto a corto como a largo plazo. Por ejemplo ¿Cómo se ajusta el
entrenamiento de la fuerza en un programa de entrenamiento de la velocidad? ¿Afectará el volumen y la intensidad de un
tipo de entrenamiento el volumen y la intensidad del otro? ¿De qué manera? ¿Qué ocurre con la pliometría? La lista
continúa. Además, ¿Cómo debería cambiar esta información a medida que transcurre la temporada? ¿Cómo debería
cambiar a medida que el atleta progresa en su desarrollo? Como puede observarse, aun hay muchas preguntas sin
respuesta.
Por último, no existe información acerca de cómo los cambios citados previamente varían entre los atletas con diferente
Gran parte de la periodización está gobernada por la teoría y la opinión. Como practicantes, deberíamos aceptar y aplicar
estas teorías y opiniones en base a la reputación percibida del autor de dichas opiniones y teorías o en base al valor del
protocolo del estudio. Como practicantes, los autores del presente artículo creen que la teoría del entrenamiento es
importante; de hecho, la teoría del entrenamiento está más adelantada y muchas veces dirige la investigación. En un
excelente artículo, William Freeman (15) trató este tema refiriéndose al mismo como el “arte” del entrenamiento. En su
artículo, Freeman menciona: “los atletas mejoran debido a que su entrenamiento evoluciona – cambia a medida que estos
mejoran. Si no evoluciona, los atletas cesarían de mejorar. Debemos tratar con nuevas ideas, nuevos enfoques. La mayoría
de esto provendrá de teorías no probadas”. Sin embargo, Freeman también señala que las leyes de la naturaleza gobiernan
el rendimiento, por lo que la investigación también es muy importante para el rendimiento. Existen grandes lagunas en
nuestro conocimiento de la periodización y en nuestra capacidad para aplicar este conocimiento al entrenamiento de los
atletas. Parte de estas lagunas se deben a las limitaciones inherentes impuestas por la mayoría de los estudios que se
llevan a cabo (i.e., universidades) y a la renuencia de los entrenadores y atletas a participar en estudios de entrenamiento.
Estas brechas en nuestro conocimiento también se deben al hecho de que el campo del entrenamiento de la fuerza y el
acondicionamiento ha evolucionado establemente en los últimos 30 años. En los últimos 30 años, los practicantes de este
campo han debatido temas tales como las sentadillas y las rodillas, si los ejercicios del levantamiento de pesas y sus
variantes tienen algún merito, el entrenamiento del núcleo corporal, el rol del entrenamiento de la flexibilidad, la
periodización y el entrenamiento de alta intensidad. El campo del entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento ha
evolucionado hasta el punto en que los entrenadores de la fuerza y acondicionamiento tienen más herramientas que las
que esperarían utilizar. Esto incluye los ejercicios tradicionales para el entrenamiento de la fuerza (levantamientos del
estilo olímpico y otros ejercicios con pesas), entrenamiento del núcleo corporal, entrenamiento de la movilidad/flexibilidad
dinámica, entrenamiento de la velocidad, entrenamiento de la agilidad, movimientos específicos del deporte y
entrenamiento del equilibrio. La investigación sobre la periodización no lleva el ritmo al que evolucionan las herramientas
que pueden utilizar los profesionales del entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento.
APLICACIONES PRACTICAS
Como practicantes y consumidores de investigación, los autores están preocupados acerca de las presunciones, brechas y
del marketing que rodea a este importante tema. Los autores no sugieren que la periodización sea desechada, sino que
sugieren que debemos ser consumidores precavidos de investigaciones y llamar a expandir los esfuerzos de investigación
en este campo. Más allá de consumir investigaciones, creemos que es una responsabilidad de los practicantes contribuir a
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