GL Osario
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GLOSARIO
ARTICULO 685:El proceso del derecho del trabajo se rige bajo los
principios de INMEDIACIÓN; INMEDIATEZ; CONTINUEDAD;
CELERIDAD; VERACIDAD; CONCENTRACIÖN; ECÖNOMIA Y
SENCILLEZ PROCESAL: así mismo; será PÜBLICO; GRATUITO;
predominantemente ORAL Y CONCILIATORIO.
1.- INMEDIACIÓN: Exige la presencia del juez laboral en cada uno de los actos que integran
el procedimiento, pero de manera destacada en el desahogo de las pruebas, pues tiene
como deber la intervención en la generación de los medios de convicción que servirán para
crear convicción para resolver el conflicto laboral individual o colectivo de trabajo. Se
encuentra estrechamente ligado a la técnica oral. Este principio lo vemos reflejado en los
establecido en el articulo:
Artículo 720.- Las audiencias serán públicas. El Tribunal podrá ordenar, de oficio o a
instancia de parte, que sean a puerta cerrada, cuando se puedan transgredir el derecho a
la intimidad o tratándose de menores. Las audiencias serán presididas íntegramente por el
juez; de incumplirse esta condición las actuaciones respectivas serán nulas de pleno
derecho. Al inicio de las audiencias, el secretario instructor del Tribunal hará constar
oralmente en el registro la fecha, hora y lugar de realización, el nombre de los servidores
públicos del Tribunal, y demás personas que intervendrán.
Este principio se ve robustecido y aplicado en el siguiente criterio:
Registro digital: 2017500 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Décima Época
Materias(s): Civil Tesis: XXVII.2o. J/1 (10a.) Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación. Libro 57, Agosto de 2018, Tomo III, página 2511 Tipo: Jurisprudencia
PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN EN EL JUICIO ORAL MERCANTIL. CUANDO EN
AUSENCIA DEL JUEZ, POR ENCONTRARSE DE VACACIONES, EL SECRETARIO
ENCARGADO DEL DESPACHO ESTÁ PRESENTE EN CUALQUIERA DE LAS ETAPAS
DEL PROCEDIMIENTO COMO LA ADMISIÓN, DESAHOGO Y VALORACIÓN DE
PRUEBAS, INCLUSO, PRESIDE LA AUDIENCIA DEL JUICIO, Y EN SU CONTINUACIÓN
DICTA SENTENCIA, SE TRANSGREDE DICHO PRINCIPIO, PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 1390 BIS 2 DEL CÓDIGO DE COMERCIO.
La inmediación es un principio que rige el juicio oral mercantil, que indica que toda audiencia
se desarrollará íntegramente en presencia del Juez, lo que no podrá ser delegado en
persona alguna, especialmente, tratándose de la admisión, desahogo y valoración de
pruebas, ni la emisión y explicación de la sentencia, como se obtiene de los artículos 1390
Bis 38 y 1390 Bis 39 del Código de Comercio; es decir, sólo el Juez podrá y deberá presidir
las audiencias del juicio oral mercantil, así como dictar la sentencia correspondiente; por lo
que es una facultad indelegable. Cabe precisar que el legislador secundario fue puntual en
señalar que la adopción del sistema oral en materia mercantil era una necesidad ante el
dinamismo social y las exigencias propias de los tiempos actuales; todo con tal de mejorar
el sistema de impartición de justicia y lograr que sea de manera pronta y expedita.
Puntualizó que en la estructura normativa de la propuesta nunca dejan de observarse los
principios de oralidad, publicidad, igualdad, inmediación, contradicción, continuidad y
concentración. Y, finalmente, en diverso apartado destacó la importancia de la "intervención
directa del Juez"; entonces, es claro que un principio que rige a los juicios orales mercantiles
es el de inmediación; consecuentemente, éste exige la relación directa del Juez con las
partes y los elementos de prueba que él debe valorar para formar su convicción. Así, dicho
principio indica la presencia necesaria y continua del Juez en todas las etapas del
procedimiento, hasta el dictado de la sentencia; por lo que si en su ausencia, por
encontrarse de vacaciones, el secretario encargado del despacho está presente en
cualquiera de esas etapas como la admisión, desahogo y valoración de las pruebas,
incluso, preside la audiencia del juicio, y en su continuación dicta sentencia, se transgrede
el principio de inmediación referido, previsto y regulado en los artículos 1390 Bis 2, 1390
Bis 38 y 1390 Bis 39 citados.
Registro digital: 2004760 Instancia: Primera Sala Décima Época Materias(s): Penal Tesis:
1a. CCLXXXVIII/2013 (10a.) Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Libro XXV, Octubre de 2013, Tomo 2, página 1060 Tipo: Aislada
PRUEBA TESTIMONIAL. EL PRINCIPIO DE INMEDIATEZ ES APLICABLE SIN
IMPORTAR LA CATEGORÍA EN LA CUAL SE PRETENDA CLASIFICAR AL TESTIGO.
A juicio de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando se lleva
a cabo el desahogo de una prueba testimonial, el órgano jurisdiccional debe valorar las
características y circunstancias que concurren en cada testigo, prestando especial atención
a la manera en que narra lo que presenció, para así valorar si las manifestaciones son
verosímiles. Por lo tanto, en la valoración de los testimonios se deben tomar en
consideración las reglas de la lógica en relación con las condiciones en que se produjo la
percepción por parte del testigo (factores físicos), así como si existe algún interés que pueda
influir sobre su voluntad u otra circunstancia que influyendo en su ánimo lo pueda apartar,
consciente o inconscientemente, de la verdad (factores psicológicos). Dicha valoración no
sólo ha de extenderse a tales características o circunstancias, sino que también debe
realizarse un ejercicio de confrontación con las declaraciones de otros testigos y, en caso
de que no sea la primera declaración del testigo, es importante comparar tales
manifestaciones con las que hubiese realizado con anterioridad. Ello es así, pues por regla
general se tendrá que dar mayor crédito a la primera declaración de una persona, sin que
ello implique una regla estricta o que no admita solución en contrario, ya que la
determinación que se haga en el caso en concreto, dependerá del análisis que el juzgador
realice de las circunstancias que de forma particular concurran en el asunto, a lo cual se le
conoce como principio de inmediatez. El análisis antes señalado deberá realizarse sin
importar la categoría en la que se pretenda clasificar al testigo (de cargo, de descargo,
presencial, de referencia, etcétera), pues sostener la postura contraria implicaría caer en el
absurdo de que la declaración de un testigo se encuentra exenta de un análisis de
razonabilidad debido a una categoría asignada por el propio órgano jurisdiccional, lo cual
violentaría el marco constitucional, en el sentido de que una determinación de culpabilidad
debe partir de forma necesaria e indispensable de una plena convicción del juzgador al
respecto.
Amparo directo 78/2012. 21 de agosto de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José
Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
Acorde con la interpretación del artículo 30, fracción I, de la Ley de Amparo, el domicilio
señalado por los interesados para recibir notificaciones personales, se debe ubicar en el
lugar de la residencia del Juez o tribunal que conozca del asunto. Así, el concepto "lugar
de residencia", no debe entenderse en sentido literal y estricto, sino acorde con los
principios de economía procesal e inmediatez en la administración de justicia; luego, al
tratarse de la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León, según decreto del Ejecutivo
Estatal relativo a la concentración geográfica de diversos Municipios del Estado dada su
proximidad, para formar un centro de población; conlleva a estimar que el concepto "lugar
de residencia del juzgador", debe entenderse en su sentido amplio, esto es, como el lugar
en que el Juez o tribunal ejerce su competencia; por tanto, la designación del domicilio en
cualquiera de los Municipios que conforman la zona metropolitana de dicha entidad es
correcta.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO
CIRCUITO.
Queja 7/2005. De Haro Publicidad, S.A de C.V. 10 de marzo de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Edgar Humberto Muñoz Grajales. Secretaria: Silvia Mirthala Álvarez Sánchez.
Queja 19/2005. Aero Quimmco, S.A de C.V. 18 de marzo de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Eduardo López Pérez. Secretario: Luis Alberto Mata Balderas.
Queja 27/2005. Corporación Pipsa, S.A de C.V. 21 de abril de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Aurelio Sánchez Cárdenas. Secretario: Héctor Rafael Hernández Guerrero.
Queja 33/2005. Alma Rosa Asis Campos. 28 de abril de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Edgar Humberto Muñoz Grajales. Secretario: Daniel Godínez Roldán.
Queja 30/2005. María Eugenia Miramontes Becerra y otros. 4 de mayo de 2005.
Unanimidad de votos. Ponente: Eduardo López Pérez. Secretario: Luis Alberto Mata
Balderas.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVIII,
diciembre de 2003, página 1385, tesis IV.1o.C.17 K, de rubro: "DOMICILIO PARA OÍR Y
RECIBIR NOTIFICACIONES PERSONALES EN EL JUICIO DE AMPARO. TRATÁNDOSE
DE LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY, NUEVO LEÓN, ES CORRECTA LA
DESIGNACIÓN REALIZADA EN CUALESQUIERA DE LOS MUNICIPIOS QUE LA
CONFORMAN."
Nota: Esta tesis contendió en la contradicción 191/2009, resuelta por la Primera Sala, de la
que derivó la tesis 1a./J. 43/2010, que aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, junio de 2010, página 67, con el rubro:
"DOMICILIO PARA RECIBIR NOTIFICACIONES PERSONALES EN EL AMPARO. EL
QUEJOSO, TERCERO PERJUDICADO O PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO, PUEDEN
SEÑALARLO EN LA ZONA METROPOLITANA O CONURBADA AL MUNICIPIO O
CIUDAD DONDE EL JUEZ O TRIBUNAL QUE CONOZCA DEL ASUNTO TENGA SU
LUGAR DE RESIDENCIA."
8.- SENCILLEZ PROCESAL: Constituye la ausencia de formalismos dentro del
procedimiento para las partes, pudiendo constreñirse a precisar los puntos petitorios, sin
requerirse de señalar las disposiciones legales que los fundamenten
Este principio se ve reflejado en lo estipulado en los artículos 687 y 878, fracción II y III de
la LFT.
Registro digital: 2021373 Instancia: Plenos de Circuito Décima Época Materias(s): Laboral
Tesis: PC.IV.L. J/20 L (10a.) Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro
74, Enero de 2020, Tomo II, página 1312 Tipo: Jurisprudencia
APODERADO QUE COMPARECE EN REPRESENTACIÓN DEL INSTITUTO MEXICANO
DEL SEGURO SOCIAL (IMSS) AL PROCEDIMIENTO LABORAL. PARA TENER POR
DEMOSTRADA SU PERSONALIDAD, NO ES NECESARIO QUE ACREDITE SER
TITULAR DE LA JEFATURA DE SERVICIOS JURÍDICOS O ESTAR ADSCRITO A ÉSTA.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 144, fracción I, del Reglamento Interior del
Instituto Mexicano del Seguro Social, el delegado regional del IMSS únicamente puede
sustituir sus facultades en el titular o en el personal adscrito a la Jefatura de Servicios
Jurídicos. Por su parte, el artículo 692, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo establece
que, cuando el compareciente actúe como apoderado de persona moral, podrá acreditar su
personalidad mediante testimonio notarial o carta poder otorgada ante dos testigos, previa
comprobación de que quien le otorga el poder está legalmente autorizado para ello. Así, a
fin de respetar los principios de sencillez e informalidad que rigen el derecho procesal
laboral, conforme a lo dispuesto en los artículos 685, primer párrafo, y 687 de la Ley Federal
del Trabajo, no deben agregarse requisitos adicionales contemplados en ordenamientos
diversos, ya que la legislación laboral no permite la supletoriedad en estos casos, sino que
se rige bajo sus propias reglas y principios. En consecuencia, para cumplir con el requisito
del referido artículo 692, es suficiente que del documento en el cual el mencionado
funcionario delega el poder, se advierta que el poderdante está autorizado para hacerlo, sin
que sea indispensable que quien recibe el mandato demuestre ante la autoridad laboral
tener el carácter que exige el artículo 144, fracción I, mencionado, de titular o abogado
adscrito a la Jefatura de Servicios Jurídicos.
PLENO EN MATERIA DE TRABAJO DEL CUARTO CIRCUITO.
Contradicción de tesis 1/2019. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro
Auxiliar de la Primera Región, con Residencia en la Ciudad de México, en apoyo al Primer
Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito. 15 de octubre de 2019.
Mayoría calificada de dos votos de los Magistrados Alejandro Alberto Albores Castañón
(Presidente) y Eduardo Torres Carrillo. Disidentes: María Isabel González Rodríguez y
Sergio Ibarra Valencia. Encargado del engrose: Eduardo Torres Carrillo. Ponente: Sergio
Ibarra Valencia. Secretaria: Diana Elena Gutiérrez Garza.
Criterios contendientes:
El sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito,
al resolver el amparo directo 106/2018, y el diverso sustentado por el Primer Tribunal
Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Primera Región, con Residencia en la Ciudad
de México, al resolver el amparo directo número 1953/2018 (cuaderno auxiliar 46/2019).
Esta tesis se publicó el viernes 10 de enero de 2020 a las 10:11 horas en el Semanario
Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del
lunes 13 de enero de 2020, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo
General Plenario 16/2019.
9.- PÚBLICO.- Implica la posibilidad de que los ciudadanos puedan presenciar las
audiencias o diligencias durante el proceso, salvo las excepciones expresamente
establecidas. Su desarrollo específico se encuentra dentro del artículo 720 de la LFT.
Este principio se refiere a la posibilidad de que todas las personas puedan tener acceso a
todas las actuaciones judiciales, con el fin de preservar la imparcialidad y conseguir un
control de la actuación de los impartidores de justicia
Este principio y al que se refiere el numeral antes descrito, se encuentra refrendando en el
artículo 720 de la Ley Federal del Trabajo al establecer que las audiencias son públicas, a
menos que se requiera que sea a puerta cerrada por exigirlo el mejor despacho de los
negocios la moral y las buenas costumbres. Francisco Cordova Romero al referirse a este
principio, presume que “fue la historia jurídica la que lo estableció, para evitar la
arbitrariedad de las autoridades en siglos pasados que llevaban los procesos en secreto,
ya que al poder presenciar cualquier persona los actos del procedimiento, obrara por regla
general imparcialmente y será más justa al pronuncia el fallo”
Registro digital: 2022220 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Décima Época
Materias(s): Penal Tesis: VI.2o.P.64 P (10a.) Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación. Libro 79, Octubre de 2020, Tomo III, página 1863 Tipo: Aislada
PUBLICIDAD EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO. CASO EN EL QUE NO SE
ACTUALIZA UNA RESTRICCIÓN EXCEPCIONAL A ESTE PRINCIPIO, AUN CUANDO A
JUICIO DEL JUEZ IMPLIQUE UNA CUESTIÓN DE "DIGNIDAD" DE LA VÍCTIMA.
El principio de publicidad en materia penal está reconocido por la Convención Americana
sobre Derechos Humanos en su artículo 8, numeral 5, que establece: "El proceso penal
debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia.".
Esto es, de acuerdo con el principio de publicidad que rige el proceso penal acusatorio, las
audiencias serán públicas, con el propósito de que accedan a ellas no sólo las partes, sino
también el público; no obstante, la publicidad puede restringirse excepcionalmente en los
casos previstos en la ley por razones de seguridad nacional, seguridad pública, protección
de las víctimas, testigos y menores, cuando se ponga en riesgo la revelación de datos
legalmente protegidos o cuando el Juez estime que existen razones fundadas que así lo
justifiquen, como lo establece el artículo 20, apartado B, fracción V, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Pero, además, no puede observarse el principio
de publicidad, sin atender los intereses particulares de la víctima, porque en el nuevo
sistema penal mexicano se ha reconocido la necesidad de establecer a la víctima como
sujeto con derechos dentro del proceso penal, es decir, existe la aceptación de que la
justicia exige que se respeten los derechos de la víctima de igual forma que los del imputado
o acusado; aunado al propósito de la información generada por el interés de la sociedad
para conocer la verdad de los hechos ocurridos y la vigilancia que debe tenerse sobre las
autoridades al momento de juzgar; lo anterior, como parte de la protección judicial de los
derechos fundamentales de la víctima u ofendido. En ese tenor, si el Juez de Control, a
petición del Ministerio Público, decidió restringir el principio de publicidad, y desahogar la
audiencia de vinculación a proceso a puerta cerrada, en virtud de que se trató de un
multihomicidio (muertes violentas), y ese hecho pudiera generar irritación en la sociedad, lo
que a juicio del Juez implicó una cuestión de "dignidad" de la víctima, dicha circunstancia
no actualiza un caso excepcional que amerite el desahogo de la audiencia en privado, pues
el solo hecho de tratarse de una muerte violenta, no autoriza al Juez a restringir la publicidad
de la audiencia a título de "dignidad" de la víctima, precisamente porque al tener el principio
de publicidad como finalidad, proteger a las partes –incluido al imputado– se traduce en un
derecho que involucra, además, los derechos particulares de la propia víctima y al interés
del ciudadano de conocer hechos relevantes, es decir, permite que la sociedad pueda
conocer la verdad de lo ocurrido e implica que pueda vigilar que las autoridades juzguen
apegadas a la Constitución y a la ley, habida cuenta que la publicidad es parte de la
transparencia de los procesos penales. Por tanto, la decisión del Juez de Control de llevar
a cabo la audiencia de vinculación a proceso a puerta cerrada, no implicó un verdadero
análisis del principio de publicidad que conllevara la ponderación de los intereses de las
víctimas indirectas, y los fines de la propia publicidad con la sociedad, lo que infringe el
debido proceso y afecta el adecuado desahogo de la audiencia de vinculación que amerita
su reposición.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 194/2019. 20 de septiembre de 2019. Unanimidad de votos. Ponente:
Arturo Mejía Ponce de León. Secretario: Arnoldo Guillermo Sánchez de la Cerda.
Esta tesis se publicó el viernes 09 de octubre de 2020 a las 10:19 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
10.- GRATUITO: Este principio exige que las actuaciones laborales, así como ciertos actos
relacionados con ellas, sean gratuitas. Este principio se estableció en función de “la
obligación del Estado en proporcionar a los gobernados los elementos necesarios en forma
gratuita para resolver los conflictos en forma pacífica y sin costo alguno para las partes. Se
consagra en las siguientes disposiciones de la LFT: artículo 19 (las actuaciones laborales
no causarán impuesto alguno); artículo 824 (la junta designará a los peritos cuyos
honorarios no pueda cubrir el trabajador) y artículo 962 (la inscripción en el Registro Público
de la Propiedad de los bienes inmuebles embargados, por extensión, será gratuita) Y El
artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece:
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando,
en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.
Este principio se estableció en función de “la obligación del Estado en proporcionar a los
gobernados los elementos necesarios en forma gratuita para resolver los conflictos en
forma pacífica y sin costo alguno para las partes”.
Registro digital: 2010769 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Décima Época
Materias(s): Constitucional, Común Tesis: I.6o.C.9 K (10a.) Fuente: Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación. Libro 26, Enero de 2016, Tomo IV, página 3318 Tipo: Aislada
EMPLAZAMIENTO POR EDICTOS AL TERCERO INTERESADO EN EL JUICIO DE
AMPARO. SU COSTO NO TRANSGREDE EL DERECHO FUNDAMENTAL DEL
JUSTICIABLE DE ACCESO A LA JUSTICIA EXPEDITA NI EL PRINCIPIO DE
GRATUIDAD, CONSAGRADOS EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
El derecho de acceso a la justicia se refleja en diversos instrumentos internacionales en
materia de derechos humanos, regulado en los artículos 10 de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, 14, numeral 1, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, 8, numeral 1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los
cuales consagran el derecho a un recurso efectivo, entendido éste como aquel que sea
viable o posible para el fin que pretende enmendarse, así como el principio de igualdad ante
la ley, esto es, el de ser oído con justicia por un tribunal, connotaciones que están inmersas
en el precepto 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al garantizar
al gobernado el disfrute del derecho a tener un acceso efectivo a la administración de
justicia que imparten los tribunales, en donde el justiciable pueda obtener una resolución
en la que, mediante la aplicación de la ley, al caso concreto, se resuelva si le asiste o no la
razón sobre los derechos cuya tutela jurisdiccional ha solicitado; asimismo, contempla el
principio relativo a la gratuidad, ya que señala que el servicio será gratuito y, por tanto,
prohibidas las costas judiciales. Por otro lado, el emplazamiento al tercero interesado dentro
de un juicio, encuentra su origen en el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, en lo
relativo a las formalidades esenciales del procedimiento, específicamente de la audiencia
previa, que se traduce en un derecho de seguridad jurídica para los gobernados; que
impone la ineludible obligación a cargo de las autoridades para que, de manera previa, al
dictado de un acto de privación cumpla con una serie de formalidades esenciales
necesarias para oír en defensa a los afectados. En ese sentido, cuando el emplazamiento
no puede efectuarse de la manera habitual, es decir, con la notificación en el domicilio del
tercero interesado, la ley secundaria prevé la necesidad de que, previa su investigación, se
efectúe a través de edictos, no obstante, ello implica un costo, cuya erogación el legislador
impuso, en el juicio de amparo, a quien insta el órgano jurisdiccional, en todos los casos,
sin hacer distinción, según lo dispone el numeral 27, fracción III, inciso b), de la Ley de
Amparo; sin embargo, existe una excepción cuando hay imposibilidad económica para
sufragar el costo de la publicación de los edictos, la cual debe correlacionarse con los
elementos que consten en los autos, es decir, que existan indicios que confirmen la
situación de precariedad relevante. Lo anterior obedece a la circunstancia de que cuando
no se tiene la capacidad económica para cubrir ese gasto, puede dispensarse, en aras de
no hacer nugatorio el acceso efectivo a la justicia, de conformidad con el citado artículo 17
constitucional. De ahí que resulta inconcuso que la medida decretada en el artículo 27,
fracción III, inciso b), de la Ley de Amparo, que señala la imposición del costo de edictos a
la parte quejosa es convencional, al existir previsión legal en la que se establece que quien
acuda al tribunal a manifestar y acreditar indiciariamente su imposibilidad económica para
cubrirlos, su costo será sufragado por el Consejo de la Judicatura Federal, lo que
salvaguarda el principio de gratuidad, así como el derecho fundamental de acceso a la
jurisdicción.
FUENTES CONSULTADAS
BIBLIOGRAFIA