Tema 3 Ensayo Desarrollo Del El Pensamiento Social

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL DEL ESTADO LARA
“ANDRÉS ELOY BLANCO”
NUCLEO MUNICIPIO CRESPO
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÒN EN ADMINISTRACIÓN

Desarrollo del Pensamiento Social

Docente:
Lcda. Celina

Integrantes:
Cesar Camacho C.I V-20.941.972
DESARROLLO DEL EL PENSAMIENTO SOCIAL EN LA ANTIGÜEDAD
Cuando hablamos de pensamiento social en la antigüedad, inmediatamente nos
remitimos a Grecia, cuna del pensamiento filosófico, pues es allí donde, aproximadamente
seis siglos antes de la era cristiana, se logra dar las primeras explicaciones racionales sobre
el origen y la constitución de las cosas. Es allí donde la razón se comienza a usar como
medio para penetrar la realidad, desarrollando la física y la metafísica. Son propiamente los
griegos quienes toman conciencia de la importancia de la actividad racional. Al hacer esto,
los griegos rompen con el esquema explicativo de la realidad que los demás pueblos
conocidos hasta ese entonces utilizaban: el mito. Por medio de este relato mítico se podían
tener unas explicaciones parciales del mundo y del ser de las cosas, pues en todas estas
explicaciones influían los dioses y este mundo era concebido y explicado a través de
simbolismos, de los cuales es necesario conocer cuál es su mensaje. Es en este momento
donde se comienza a ver la naturaleza de una forma distinta.
Dentro de esta época antigua, y hablando del pensamiento, podemos distinguir
algunos períodos:
1) PERÍODO NATURALISTA: Caracterizado por el problema de la "physis"
(naturaleza) y del cosmos.
2) PERÍODO HUMANISTA: La atención se centra en el hombre.
3) PERÍODO DE LAS GRANDES SÍNTESIS: Platón y Aristóteles; coincide con
el s. IV a.C. caracterizado por el descubrimiento de lo suprasensible y la explicitación y
formulación orgánica de los diversos problemas filosóficos.
4) PERÍODO HELENÍSTICO: Abarca desde la conquista de Alejandro Magno
hasta el final de la era pagana. Florecen el cinismo, el epicureísmo, el estoicismo, el
escepticismo y por último el eclecticismo.
Finalmente es importante mencionar que en esta evolución del pensamiento
sociológico también fue importante el aporte de Jean-Jacques Rousseau y otros brillantes
pensadores como Voltaire, Emmanuel José Sieyés y el Conde de Mirabeau, entre otros,
puesto que reflexionaron acerca de la vida social y produjeron ideas fundamentales para el
establecimiento de la naciente democracia; además se reconoce que eventos como la
Revolución Francesa, produjeron un verdadero cambio en las mentes; la revolución
Científica trajo consigo gran cantidad de descubrimientos, y la revolución industrial
permitió los adelantos técnicos, mientras que en la actualidad la revolución energética y
tecnológica nos acerca a una era automatizada en que los robots y las computadoras
sustituyen al ser humano en infinidad de tareas.
DESARROLLO DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LAS TEORÍAS
SOCIALES
En los últimos años del siglo XVIII y al comienzo del siglo XIX, las cosas cambiaron
mucho en Europa Occidental. A través de una serie de rupturas, una Europa moderna se fue
desprendiendo de un orden antiguo. Semejantes alteraciones, que sin duda merecen el
calificativo de revolucionarias, resultan difícilmente de fechar, porque su génesis y su
desarrollo no obedecen a reglas de simultaneidad ni de uniformidad.
La primera fase de la revolución industrial surge en Inglaterra en el período comprendido
entre 1750 y 1820, con influencia en todo el continente europeo y con repercusiones
mundiales.
Fue la primera de las grandes transformaciones de la Edad Contemporánea, y una de las
más importantes de la historia. Su impacto generó cambios fundamentales en la economía y
en los modos de vida de la humanidad.
Inglaterra en aquel entonces, era un país que estaba bien preparado para generar un impulso
industrial sin precedentes, ya que poseía una agricultura prospera, un sector manufacturado
desarrollado, un importante comercio de ultramar, que le proporcionaba consumidores,
materias primas y capitales y un gobierno que apoyó la innovación técnica y el desarrollo
de las industrias.
La revolución industrial termina con el sistema económico de la Edad Moderna, dinámico
en sus orígenes, pero que había adquirido mayor rigidez en los últimos siglos. La economía
preindustrial contaba con el predominio de una agricultura deficiente, era la principal
actividad económica, pero su rendimiento era muy pobre, las técnicas eran deficientes,
elementos precarios, escasos abonos para alimentar a la tierra, sistema de campo abierto,
que perjudicaba la producción; con una tecnología precaria, las formas de producción eran
el pequeño taller artesanal, el sistema doméstico o rural a domicilio y la gran manufactura
urbana. Los medios de transporte eran poco efectivos; y un estancamiento demográfico
donde la población crecía a un ritmo muy lento. Las tasas de mortalidad eran elevadas por
la incidencia de las pestes, la hambruna y la inexistencia de buenas condiciones médicas y
sanitarias. Los alimentos eran insuficientes y el sistema de transporte para su rápida
distribución era deficitario.

Transformaciones sociales:

Proletariado urbano: Como consecuencia de la revolución agrícola y demográfica, se


produjo un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades; el antiguo agricultor se
convirtió en obrero industrial. La ciudad industrial aumentó su población como
consecuencia del crecimiento natural de sus habitantes y por el arribo de este nuevo
contingente humano.

Burguesía industrial: Como contraste al proletariado industrial, se fortaleció el poder


económico y social de los grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema
económico capitalista, caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción
y la regulación de los precios por el mercado, de acuerdo con la oferta y la demanda.
Las propuestas para solucionar el problema social. Frente a la situación de pobreza y
precariedad de los obreros, surgieron críticas y fórmulas para tratar de darles solución; por
ejemplo, los socialistas utópicos, que aspiraban a crear una sociedad ideal, justa y libre de
todo tipo de problemas sociales (para algunos, el comunismo).
Ludismo: La aparición de las fábricas, en el siglo XVIII, como consecuencia de la
Revolución Industrial, cambio la vida de los trabajadores que se convirtieron en rehenes de
esas máquinas, que los obligaban a permanecer interminables jornadas labor, en lugares
insalubres por una paga miserable, y habitando en barrios sucios y contaminados.
Estos elementos fueron decisivos para el surgimiento de los movimientos reivindicativos de
los derechos de los trabajadores. Durante el siglo XX en medio de los procesos de
democratización, el movimiento obrero lograba que se reconocieran los derechos de los
trabajadores y su integración a la participación social.
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGIA

Los movimientos sociales como estructuras de cambio social surgieron históricamente


como consecuencia de distintas crisis sociales y presentaron distintas orientaciones
ideológicas: tanto revolucionarias como reaccionarias, y todos los estadios intermedios
hasta los marginados, a veces identificados con un campo político más o menos concreto, y
en otras ocasiones de forma interclasista y multipartidista.[1]

Algunos ejemplos de estos movimientos son el movimiento feminista, movimiento


ecologista, el movimiento obrero, el movimiento pacifista o antimilitarista,

Los movimientos sociales rara vez confluyen en un partido político; su labor se basa en
presionar al poder político mediante reivindicaciones concretas o en crear alternativas. Son
el equivalente a acción afirmativa o grupo de presión para la modificación de la opinión
pública y de las políticas públicas (similar al lobby -cabildeo-). Tienen un carácter de
permanencia en el tiempo y con un número de personas representativo, con relación a los
que sufren o ignoran el problema. Deben cuidar su progreso organizativo para ser eficaces
y continuar perseverando y merecerse el honor de coartífices de eventos democráticos en
las instituciones u otros más modestos, como la información de los ciudadanos.
Una dificultad para entender los movimientos sociales es que, para la mayoría de ellos, ni
los iniciados a un movimiento ni los de afuera aplican etiquetas consistentes o incluso
frases descriptivas. A menos que haya un solo líder que haga eso, o un sistema formal de
acuerdos de membresía, los activistas típicamente usarán diversas etiquetas y frases
descriptivas que requieren que los académicos disciernan cuándo se están refiriendo a las
mismas ideas o similares, declaran objetivos similares, adoptan programas similares de
acción o utilizan métodos similares.
La sociología nace con la industrialización, está unida a los acontecimientos de la época y a
las modificaciones profundas que experimentó el panorama social. Es importante señalar
que la sociología nace necesariamente en una sociedad que se interroga sobre sí misma.
Pone en duda sus normas y hace un problema de su existencia y de su funcionamiento una
sociedad que en adelante no se considera amarrada a un orden externo y que no piensa ya
en sus instituciones como hechos naturales.
La sociología es la ciencia que estudia, describe y analiza los procesos de la vida en
sociedad. Su objeto de estudio son los seres humanos y sus relaciones sociales, las
sociedades humanas. Utiliza diferentes métodos de investigación empírica y análisis crítico
para perfeccionar y desarrollar un conjunto de conocimientos acerca de la actividad social
humana, a menudo con el propósito de aplicar dichos conocimientos a la consecución del
bienestar social o bien al ámbito empresarial como herramienta en la investigación de
mercados, consumo y publicidad.
EL PENSAMIENTO SOCIAL EN VENEZUELA
El pensamiento social envuelve entonces imaginar, considerar y discurrir fenómenos,
procesos y eventos sociales. Es reflexionar, estudiar, y evaluar, a distintos niveles de
cuidado,  la sociedad misma. Se trata de especular acerca de la sociedad y originar
conocimiento especulativo, de producir teoría social. La formación social es considerada
como la integración indisoluble de la base material y la superestructura, mientras que la
categoría modo de vida nos permite aproximarnos a las mediaciones objetivas entre las
regularidades formalizadas a través de la categoría formación económica social y la
categoría cultura que permite captar las expresiones singulares fenoménicas de lo
fundamental de la vida social.
La Formación Clasista Colonial da paso, a partir del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, a
una nueva formación social que denominamos Formación Clasista Nacional, que podemos
decir privilegiando un cierto nivel de particularidad se expresó en dos modos de vida: el
Nacional Mono productor Agropecuario, que se manifestó en variados sub modos de vida y
de trabajo y, posteriormente a partir de 1930 como un modo de vida Nacional Mono
productor Petrolero, de nuevo con diversas expresiones particulares o sub modos de vida
que obedecen a las variaciones regionales y, sobre todo, a los vaivenes que sufre el sistema
de relaciones sociales como un todo y, dentro de él, especialmente, las relaciones de
dominación que se complejizan enormemente, dependiendo de las relaciones de
sometimiento de la formación nacional ante los bloques de poder transnacionales
imperiales.
La persistencia de las antiguas relaciones sociales tribales basadas en el parentesco
clasificatorio, las relaciones recíprocas y las solidarias, las cuales coexistieron durante esos
siglos con las esclavistas y las serviles introducidas por los invasores, que eran las
dominantes y determinantes. Aunque las sociedades indígenas fueron desarticuladas
durante esos siglos, las relaciones tribales milenarias persistieron resemantizadas por las
comunidades indígenas Sobre vivientes. De hecho, las que habitaban en barrios localizados
alrededor de los centros urbanos, aunque obligadas a vivir en casas individuales,
conservaban una estructura parental por adhesión basada en la comunidad de territorio, por
lo que la reproducción de la vida cotidiana se apoyó en los antiguos modos de
mantenimiento y en modos de trabajo donde persistían relictos de procesos de trabajo y
tecnologías indígenas, sobre todo aquéllos de naturaleza colectiva como la pesca, las
artesanías, la cría de animales domésticos (gallinas, cerdos) para la venta callejera
(buhonería), para la elaboración de alimentos vendidos en los mercados o vías públicas
(empanadas, pescados, carne al detal).

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