Ingeniería del Diseño 
Diseño, Conceptos y definiciones 
El diseño en general tiene múltiples aplicaciones en diferentes campos, y cada uno de ellos
tiene sus necesidades, sus limitaciones, sus alcances y sus reglas proyectuales. Podemos
encontrar diseño en la decoración, en la industria del vestido, en los juegos y juguetes, en los
museos y exposiciones, en los parques de atracciones, en los jardines, en el cine y la televisión,
en la concepción y fabricación de máquinas, en las artes gráficas, en la arquitectura, en los
embalajes, en la iluminación, en la actividad editorial, en el desarrollo de experimentos, etc. En
general cualquier objeto, producto o proceso concebido por el hombre ha sido objeto de
diseño. Se puede decir, en consecuencia, que el diseño es aquella actividad proyectual que da
origen a los objetos, productos o procesos que responden, de alguna manera, a necesidades
diversas planteadas por el hombre. El diseño es una de las manifestaciones de la creatividad
humana, mediante la cual, el hombre crea los objetos, las máquinas o los procesos, que buscan
mejorar su calidad de vida.

“El diseño consiste en adecuar los productos a las circunstancias a que están adscritos. Y
esto significa sobre todo adaptarlos a las circunstancias nuevas. En un mundo que cambia,
también los productos tienen que cambiar” (Aicher, 2002). El diseño entonces es la respuesta
al mundo cambiante que requiere de nuevos productos, de nuevos procesos, de nuevas
soluciones, y de esta forma, el diseño de alguna manera permite la evolución y el desarrollo de
nuestras sociedades.

En el campo de la ingeniería se habla de que “El diseño es un proceso cuyo objetivo es

transformar los recursos en sistemas o productos para la satisfacción de necesidades de
cualquier índole” (Milani, 1997), fig. 1. Lo primero que hay que destacar es que el diseño es un
proceso, es decir, conlleva al desarrollo de una serie de pasos o etapas y para ello existen
metodologías para satisfacer las diversas necesidades. El diseño busca transformar, cambiar,
reorganizar, en sí aporta valor agregado a los recursos disponibles para convertirlos en sistemas
o productos necesarios, útiles, novedosos o mejorados.

Productos y/o
Recursos
Diseño Sistemas

(Valor agregado)

Fig. 1 Concepto de diseño

 

 
  

   Ingeniería del Diseño 
El diseño implica cambio, y en determinadas ocasiones, cambios trascendentales en la calidad
de vida del hombre. Cuando Henry Ford ideó la línea de montaje automotriz, permitió bajar
significativamente los costos del automóvil poniéndolo al alcance de cualquier persona
promedio. Esto dio pie a una transformación total de la arquitectura de las ciudades, al punto
de que hoy en día el diseño urbano y arquitectónico se centra en el automóvil como medio de
transporte. Este es un ejemplo del poder transformador que puede llegar a tener el diseño.

Dado el poder trasformador que puede llegar a tener el diseño como valor, éste puede
desempeñar un papel protagónico en el desarrollo cultural y social de un país, si el público en
general prefiere productos mejor concebidos, mejor pensados, con un valor agregado en diseño
mayor que otro, los productores e industriales se verán obligados, en consecuencia, a
incrementar en ese valor sus productos, procesos o servicios, y eso pondrá en marcha los
diferentes procesos productivos que encaminan el desarrollo de un país. Desde este punto de
vista, la educación y la promoción de todo aquello que tenga como valor el diseño, debe ser
política de estado, y esta labor puede cumplirse de variadas maneras, propiciando un clima
adecuado para el diseño, promoviendo concursos, estableciendo campañas educativas, etc.

 CLASIFICACIONES DEL DISEÑO 
Desde la perspectiva del producto, podemos concebir el diseño como novedoso, sustitutivo,
evolutivo y adaptativo. Los japoneses comenzaron desarmando diferentes productos
fabricados en otros países, entendiendo su funcionamiento, y adaptándolos a sus necesidades
y capacidades productivas. Es lo que actualmente conocemos como “ingeniería de reversa”, o
“ingeniería inversa”, que puede ser considerada un buen ejemplo del diseño adaptativo. El motor
de combustión interna ha sufrido constantes modificaciones con la intención de mejorarlo, pero
su principio operativo básico se mantiene; es un diseño evolutivo.

La necesidad de facilitar los procesos para hacer café, por ejemplo, han producido nuevos y
diferentes métodos que han sustituido las maneras tradicionales; es un buen ejemplo del diseño
sustitutivo. Y el diseño novedoso es aquel que satisface una necesidad nunca antes satisfecha,
como por ejemplo la invención de la imprenta.

 LA EVOLUCIÓN DE LO ARTIFICIAL 
Es posible plantear un paralelismo entre la teoría de la evolución de las especies de Darwin y
la evolución de lo artificial. La vida en nuestro planeta es el resultado de un continuo
experimento que se lleva a cabo en forma natural, en la que cada especie que perdura lo hace
porque mantiene una serie de características que posibilitan su vida. En cada ensayo, y debido
a ciertas y pequeñas mutaciones, ocurren cambios. Estos cambios son heredados, y si ellos
son favorables perdurarán, y hasta darán origen a nuevas especies. Desde el punto de vista
de la evolución de lo artificial, “cada individuo tiene la posibilidad de hacer cantidad de
propuestas creativas. No es posible, en cambio, asegurar que alguna de ellas será
 

 
  

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aceptada. […] Será siempre la gente, como ente colectivo social, quien irá prefiriendo, es decir,
seleccionando aquellas propuestas que hayan demostrado su pertinencia y/o probada
eficacia” (Ricard, 2000). Las ideas propuestas por las personas creativas son equivalentes a
las mutaciones fortuitas que dan origen a los cambios en el proceso evolutivo natural. En ambos
casos son producidas pero no siempre son bien recibidas y quedan en simples experimentos
fallidos. Son muchas las empresas que han intentado florecer en Internet, algunas de ellas lo
han logrado con éxito, la gran mayoría quiebra, han sido sustituidas o eliminadas. Son muchas
las ideas que diariamente salen por esta vía al mercado, y no todas tienen el éxito esperado. El
proceso de selección de las ideas y artefactos está en manos del colectivo social, es decir, es
un fenómeno cultural, equivalente al proceso de selección natural. Durante éste, aquellos
objetos cuya forma y función son adecuados para suplir las necesidades puntuales de una
determinada cultura, perduran, y aquellos que no responden adecuadamente a esas
necesidades, cambian, se adaptan, o en algunos casos son sustituidos por otros mejores.

El avance del conocimiento es un continuo. Cada científico estudia lo anterior y aporta una
nueva porción a este conocimiento. Estos aportes pueden, en determinadas ocasiones, ser de
mayor o menor importancia dependiendo del campo; cuando son mayores pueden llegar a
generar nuevos campos, y de esta manera abrir nuevos caminos, y con ello, nuevos
estudios. Similarmente el hombre ha producido sus objetos y herramientas, que luego han sido
la base para las siguientes modificaciones y la generación de nuevos objetos para satisfacer
nuevas necesidades. Hay objetos que han sufrido muy pocas modificaciones desde su
concepción, el hacha, el cuenco, etc., otros en cambio son de reciente aparición, nuevas
tecnologías en el campo de las comunicaciones, etc. Cada uno modificó a su medida la
sociedad. Se puede hablar entonces, de un proceso continuo en el desarrollo de los nuevos
productos. Cada diseñador se basa en el trabajo anterior, soluciona sus nuevos problemas
basado en lo que conoce, realiza un nuevo arreglo y aporta algo nuevo; esto permite el
avance. No se puede concebir que alguien que no conozca nada de un campo determinado
aporte significativamente algo a él, es necesario primero conocer el estado del arte específico
del área, repensar las soluciones, reorganizarlas para lograr los aportes. Se puede decir, en
consecuencia, que la naturaleza del diseño es evolutiva y adaptativa tal como lo son los
procesos evolutivos, adaptativos y selectivos naturales.

 LA INGENIERÍA DE DISEÑO Y EL DISEÑO INDUSTRIAL 
Concretamente en el campo del diseño de productos, desde el punto de vista funcional, los
problemas son abordados por los ingenieros especializados en el área y desde el punto de vista
formal, el diseño es realizado por los diseñadores industriales que “mezclan el arte y la
tecnología buscando un equilibrio entre la apariencia (estética), la calidad y el coste para crear
productos competitivos en el mercado” (Gomez-Senent, 1997).

 
  

   Ingeniería del Diseño 
Formalmente, el ICSID (Internacional Council of Societies of Industrial Design) adoptó
internacionalmente la siguiente definición, “El diseño industrial es una actividad cuyo objeto es
determinar las cualidades formales que deben poseer los objetos fabricados por la
industria. Estas cualidades formales no se encuentran solo en las características exteriores,
sino principalmente en las relaciones estructurales y funcionales que hacen de un sistema un
todo coherente, tanto desde el punto de vista del productor como del usuario.” (Maldonado,
1981).

Es por ello, que el ingeniero de diseño y el diseñador industrial son profesionales

complementarios. Si bien es cierto que no existen limites bien definidos para cada una de estas
profesiones, cabe decir que existen actividades que ambos pueden ejecutar con igual acierto,
hay otras que les son propias a cada uno de los profesionales. Resulta muy difícil para un
diseñador industrial abordar el tema del diseño de una planta industrial para un proceso
determinado, al igual que para un ingeniero buscar la mejor solución formal, de textura o color
que se adapte a una determinada cultura tendencia o moda, según sea el caso. Por el contrario,
temas como la ergonomía son comunes en ambas profesiones, por lo que un problema
ergonómico pudiera ser resuelto por ambos profesionales de una manera satisfactoria.

El Arquitecto se encarga de las distribuciones de los espacios, de los acabados, de la forma,

de la diversidad, de la cultura, etc. El ingeniero civil se encarga del cálculo estructural, de los
costos, de las formas constructivas, de las optimizaciones en el uso y manejo de los
recursos. Ambas profesiones son necesarias para la consecución de un proyecto de
vivienda. Son complementarias, ambas profesiones manejan lenguajes diferentes pero tienen
palabras en común, ambos profesionales deben trabajar juntos, de lo contrario, probablemente
al ingeniero le queden las viviendas cúbicas, sin ningún contenido estético, o al arquitecto le sea
prácticamente imposible levantar su obra. De igual forma es necesario que el diseñador
industrial y el ingeniero de diseño trabajen juntos, de manera coordinada, cada uno en su campo
y resolviendo los problemas desde sus puntos de vista.

EL APRENDIZAJE DE LA INGENIERÍA DE DISEÑO. 
“Diseñar es formular un plan para satisfacer una demanda humana” (Shigley, Mischke, 1992).
Desde este punto de vista, el diseño se encarga de seleccionar el camino adecuado para lograr
la satisfacción de las diferentes necesidades planteadas. Ello involucra novedad, ya que la
necesidad no está resuelta, implica el uso del conocimiento y la experiencia, es necesario
poseer cierto grado de experticia en el área del problema. Pero fundamentalmente es necesaria
cierta orientación durante el proceso de diseño, esta guía es proporcionada por las diferentes
metodologías de diseño.

La experiencia cuenta mucho a la hora de resolver un problema en determinado campo, pero

aprender a diseñar basado solamente en la experiencia puede, en ocasiones, resultar frustrante;
no siempre las mismas soluciones son aplicables a problemas que pudieran ser similares. La
 

 
  

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solución creativa de problemas está orientada a la búsqueda de nuevos
caminos. Evidentemente, resulta de poca utilidad tratar de resolver un problema en un campo
del cual no se tiene ningún conocimiento específico. De igual manera el conocimiento
específico acerca del tema en particular puede convertirse en un obstáculo en lugar de
representar una ventaja para la creatividad. Es necesario, entonces, un balance entre la
experiencia y el conocimiento en el campo dado, como insumos para la solución creativa de
problemas.

Por otro lado existe una amplia bibliografía que estudia el diseño como proceso, es decir, las
diferentes metodologías para la actividad proyectual en sus diferentes ámbitos. Es por ello que
se puede decir que el diseñador debe poseer ciertos conocimientos y experiencia en el área,
que en el caso de la ingeniería lo llamamos criterio del ingeniero, y fundamentalmente debe
conocer las metodologías de diseño, que vendrán siendo el mapa general que lo guía a través
del proceso de diseño. Resulta poco menos que imposible, aprender a montar bicicleta con un
manual, es necesario tener en cuenta el que y el como, e intentar montarla. Al principio no
resulta sencillo, y puede que se necesite apoyo, un par de ruedas adicionales o un buen tutor,
pero luego con la práctica y algunos fracasos, seguro montaremos de manera adecuada nuestra
bicicleta. De igual forma, el diseño se aprende diseñando, proyectando, formando el criterio
necesario y aprendiendo la metodología para ello. Es decir, un balance de conocimientos
específicos en el área, experiencia y, fundamentalmente, metodología.

Tradicionalmente, el estudiante de ingeniería aprende los diferentes conceptos resolviendo

problemas de aplicaciones directas de los diferentes tópicos estudiados, es decir, resolviendo
problemas cerrados en los cuales se les proporcionan una serie de datos y el problema se
reduce a aplicar la ecuación adecuada. El problema de diseño en ingeniería, en cambio, es
abierto. El punto de partida es la identificación del problema en sí, en ocasiones los datos son
insuficientes o poco adecuados, y el estudiante deberá buscar, con ayuda de las diferentes
herramientas, el camino adecuado a la mejor solución.

El Ingeniero de diseño es un generalista, es necesario entender diferentes lenguajes

comunicativos para extender los puentes necesarios entre las diferentes áreas del conocimiento
involucrado. Por ejemplo, una necesidad puede ser originada por un profesional de la biología
que requiera automatizar cierto proceso; el diseñador deberá entender las necesidades del
biólogo, traduciendo el lenguaje de la biología al lenguaje de su campo de trabajo y, para
resolver el problema, es posible que necesite utilizar un sensor electrónico; deberá entonces,
comunicarse con un especialista en el área a fin de solventar la necesidad.

Por otro lado, el ingeniero de diseño debe ser un especialista, pero en su área, el diseño, esto
es, entender las relaciones funcionales y formales, entender de los procesos productivos y sus
limitaciones, y fundamentalmente ser experto en los diferentes métodos de diseño. Es

 
  

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necesario aprender a traducir los requerimientos o necesidades a un lenguaje común de
ingeniería a fin de poder aplicar las diferentes herramientas de diseño que conoce.

CONCLUSIONES Y COMENTARIOS FINALES 
Luego de identificar la necesidad, solamente se tiene el 15% de la información necesaria para
solventarla (Milani, 1997); y durante las siguientes etapas del proceso de diseño esta cantidad
aumenta paulatinamente. Es por ello que iniciar el proceso es similar a entrar en una habitación
oscura, en la cual se tiene que encontrar la mejor salida posible. El manejo de la incertidumbre
es importante. Cuando uno decide construir una pared, es posible saber con mucha certeza la
cantidad de bloques y otros materiales necesarios, así como también, el tiempo y los
rendimientos involucrados en el proceso. Esta información está adecuadamente tabulada. En
el caso específico del diseño, los datos disponibles son muy pocos o nulos, es decir, además
de concebir una nueva solución será necesario concebir también el camino más adecuado. Es
necesario transitar un camino desconocido si se quiere llegar a un sitio desconocido. Esta es
una de las circunstancias más difíciles de entender del proceso de diseño. No siempre existen
garantías de lograr la mejor solución al problema planteado. La experiencia y el conocimiento
en el área técnica son indudablemente necesarios, pero también lo es el uso adecuado de las
diferentes metodologías existentes para la resolución de problemas de diferente índole.

El ingeniero se siente cómodo optimizando funciones, procesos, sistemas de manufactura,

costos, etc., es decir, pone especial énfasis a los aspectos funcionales. El diseñador industrial
busca el lenguaje de la forma y del acabado final, su labor va enfocada a que el producto sea
agradable al consumidor y sus parámetros no siempre son objetivos. Es por ello que existe una
complementariedad entre el diseñador industrial y el ingeniero de diseño. Si no fuera así, solo
existiría “un único tipo de cafetera”.

El diseño en general, puede verse como un valor agregado a un producto. Al tener diferentes
productos que, de una forma u otra, satisfagan la misma necesidad, pudiéramos seleccionar
aquel con la mejor relación precio-valor. En este sentido el diseño como valor agregado puede
influir de manera notable en las etapas de comercialización de los productos, y con ello propiciar
sanas competencias entre industriales con miras a conservar sus cuotas de mercado. Esto
produce, de alguna manera, un efecto cascada que se traduce en una mejora en la calidad de
vida. Es importante educar adecuadamente al consumidor final, de manera que prefiera
productos con un alto valor agregado en lo que se refiere al diseño, de forma que se disparen
estos mecanismos anteriormente descritos.

Bibliografía 
AICHER, O.; (2002); El Mundo como Proyecto; Ediciones G. Gili, SA; Barcelona
GÓMEZ-SENENT, E.; (1997); El Proyecto, Diseño en Ingeniería; Servicio de Publicaciones,
Valencia.
 

 
  

   Ingeniería del Diseño 
MALDONADO, T.; (1981) El Diseño Industrial Reconsiderado; Editorial G. Gili SA; Barcelona.
MILANI, R.; (1997); Diseño para Nuestra Realidad; Editorial Equinoccio; Caracas.

RICARD, A; (2000); La aventura Creativa, Las Raíces del Diseño; Editorial Ariel; Barcelona.
SHIGLEY, J; MISCHKE, Ch ;(1992); Diseño EN Ingeniería Mecánica; Mc Graw Hill, México.