Características de Las Altas Culturas Indígenas Americanas

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Barcelona , 28 de enero del 2021

Unidad Educativa “Felipe Fermín Paúl Terreros”


1er año Sección U
Materia: GHC
Profesor: Yulesca Cotua
Tema: Culturas Indígenas Americanas
Alumno: Simón Gómez.

Investiga las características de las altas culturas indígenas americanas maya,


aztecas, incas en los siguientes:

 Ubicación
 Organización política
Estructura económico
 Aspectos sociales
 Aspectos culturales

1. CULTURA INDÍGENA MAYA.

La cultura maya se refiere a una civilización mesoamericana que se desarrolló en


el sureste de México (en los estados de Yucatán, Campeche, Quintana
Roo, Chiapas y Tabasco), prácticamente todo Guatemala y también en Belice y la parte
occidental de Honduras y en El Salvador: abarcando más de 300,000 km².

El poder político durante el periodo clásico se centró en el concepto del «rey


divino», que actuaba como mediador entre los mortales y el ámbito sobrenatural. La
monarquía era usualmente hereditaria y patrilineal, y el poder pasaba al hijo mayor,
aunque en más de un caso mujeres ostentaron el poder como regentes de sus hijos
menores de edad o por derecho propio.

La política maya estaba dominada por un sistema de patrocinio, aunque la exacta


composición política de un reino variaba de una ciudad-Estado a otra. Generalmente
cada aldea tenía un líder tribal, que respondía a un señor regional (Ajaw) supereditado
por un señor divino (Kuhul Ajaw) y en algunos casos como el de Tikal, había un
gobernante superior (rey de reyes) denominado Kalomté. Hacia el Clásico Tardío, la
aristocracia había aumentado considerablemente y se había reducido el poder exclusivo
del rey divino.

La economía maya se basaba en la agricultura obtenían tierras de cultivo talando


y quemando la selva. Allí cultivaban maíz su principal producto agrícola lo seguía el
poroto y el cacao. El comercio entre las ciudades mayas y con pueblos vecinos
establecieron un activo comercio, usaban para ello las semillas del cacao como medio
de cambio

Esto hacia que su organización económica se basara principalmente en la


alimentación y la agricultura, al igual que muchas sociedades de la antigüedad. Los
mayas desarrollaron la alimentación y la agricultura incorporando novedosas técnicas al
trabajo del suelo y en la forma de realizar los cultivos.

La crianza de animales también era algo muy importante dentro del comercio,
pudiendo tener criaderos de vacas, cerdos o cabras. La miel de las abejas era utilizada
como valor comercial. Esta simple mecánica de economía dejó una gran influencia en el
desarrollo económico en todo el mundo. Incluso hoy en día, muchos países todavía
siguen el modelo de economía maya, basado en principalmente en la agricultura, la
ganadería y el comercio. 

Como todas las culturas precolombinas, la organización social de los mayas no


escapó de una jerarquización piramidal de clases con funciones políticas, religiosas y
económicas, encabezada por una élite privilegiada sobre los estratos más bajos.

También la sociedad de la cultura maya había avanzado en una estructura


basada en un sistema de castas, que se relacionaba con el parentesco. En base a esto,
todos los miembros de una casta o clan debían poseer el mismo linaje, y cuanto más
cercana era su consanguinidad con un ancestro fundador, mayor era el privilegio.

En si se organizaban en 4 grandes grupos sociales según la actividad y el origen


o nacimiento de la persona.

1º Nobleza: formada por sacerdotes – guerreros, burócratas y comerciantes. Ellos


ocupaban la mejor posición y ejercían el control y poder del resto.

2º Artesanos: elaboraban las joyas, vestimentas y adornos empleadas por la nobleza


para demostrar su rango o posición social, ser artesano requería una gran preparación y
muy pocos manejaban sus complejos conocimientos y técnicas

3º Campesinos: vivían alrededor de las ciudades, produciendo los alimentos que éstas
consumían. Este grupo pagaba impuestos (tributaban 1/3 de su producción)

4º Esclavos: prisioneros de guerra empleados en trabajos que requerían de gran


esfuerzo – como construcciones – o para sacrificios rituales.

La cultura Maya destacó a lo largo de más de dos milenios en numerosos


aspectos socioculturales como su escritura jeroglífica, uno de los pocos sistemas de
escritura plenamente desarrollados del continente americano precolombino, su arte,
la arquitectura, su mitología y sus notables sistemas de numeración, así como
en astronomía y matemáticas.

2. CULTURA INDÍGENA AZTECA.

La civilización azteca se ubicó en la zona central Mesoamérica, en el centro del


Valle de México. Dicha civilización se encontraba en lo que hoy conocemos como
México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero y parte de Guatemala.
La organización política de los aztecas estaba basada en el poderío de la
nobleza, y dentro de él se encontraban los siguientes rangos políticos:

 Emperador o Huey Tlatoani: monarca de la organización política quien


decidía sobre la religión, el ejército, el comercio y la sociedad. Se encargaba
de designar a todos los gobernantes e impulsaba las guerras por conquista
de territorios.
 Consejo supremo o Tlatocán: miembros de la burocracia azteca que
tomaban decisiones apoyados por el emperador.
 Jefe de sacerdotes o Cihuacóatl: persona de confianza del emperador, ante
la ausencia de este, cubría sus funciones.
 Tlacochcálcatl: aquellos encargados del ejército.
 Huitzncahuatlailótlac y Tizociahuácarl: jueces del gobierno encargados de la
justicia.
 Gobernantes: aquellos encargados de gobernar las ciudades que
pertenecían a la clase alta.
 Fiscales tributarios o Tecuhtli: encargados de llevar correctamente los
asuntos impositivos y los impuestos de los territorios conquistados.
 Calpullec: jefe de la calpulli.

La economía azteca se basaba principalmente en la agricultura, a través de la


cual cultivaban principalmente ají, frijol y maíz. También cazaban pescado, basalto y
aves acuáticas, que utilizaban para el comercio.

Como medio de pago, los aztecas utilizaban el cacao como moneda y


herramienta de comercio.  Además, implementaban el cobro de tributos a esclavos,
campesinos por el trabajo de tierras y a los pueblos sometidos bajo su dominio.

Los aztecas se organizaban en comunidades llamadas calpullis, «casas de gran


tamaño», las cuales estaban socialmente estructuradas de la siguiente
manera:
1. Huey Tlatoani: emperador y rey.
2. Cihuacóatl: consejero principal del rey.
3. Tlatocan: consejo supremo en el que participaban las máximas autoridades
de la comunidad, delegado por el rey.
4. Pipiltin: nobles y sacerdotes.
5. Pochtecas: comerciantes y mercaderes del pueblo.
6. Macehualtin: agricultores y artesanos.
7. Tlacotin: aquellos esclavos por delito o deudas, y los Tlatlacotin, prisioneros,
desterrados y condenados quienes conformaban la clase social más baja.

Esta cultura se caracteriza por ser bastante especial y rigurosa. Las mujeres eran


consideradas menos que el hombre, estas debían obedecer y dedicarse al hogar.
Los hombres eran los encargados de dar honra a sus dioses y servir en sus templos.
Estos debían recibir educación militar, participar en combates y educar a los hijos
mayores para que lucharan también.

Su arquitectura debía siempre realzar el arte y la religión. Por otro lado,


pretendían actuar a través de los valores de respeto, honra y educación para que todo
marchara bien.

3. CULTURA INDÍGENA INCA.

Los incas fueron la civilización más compleja que se desarrolló en la América del


Sur, constituyendo un vasto imperio que abarcó los actuales países de Perú, Bolivia,
gran parte de Ecuador, el noroeste de Argentina y el norte de Chile.

Su capital era la ciudad sagrada de Cusco, en el actual territorio peruano. Desde


allí, dominaron la región hasta su caída frente a los españoles en 1540, quienes
encabezados por Francisco Pizarro acabaron con el modo de vida quechua y dieron
inicio al Virreinato del Perú.

Los incas tuvieron una de las organizaciones políticas más avanzadas de toda la
América precolombina. Se trataba de una monarquía, pero con un altísimo nivel de
compromiso respecto al bienestar de sus súbditos, garantizando de un modo u otro la
satisfacción de todas las necesidades básicas: alimento, vivienda, vestido, salud y sexo.

Lejos de ser una monarquía absolutista a la europea, el Imperio incaico era regido


por una diarquía, es decir, dos monarcas, uno en Cuzco alto (Hanan cuzco) y otro en
Cuzco bajo (Harin cuzco).

El primero controlaba especialmente los aspectos cívicos, políticos, económicos y


militares (el Sapa Inca), y el otro concentraba el poder sacerdotal (el Willaq Umu), y si
bien su jerarquía era levemente menor, era también influyente en las decisiones
imperiales.

Los demás cargos políticos, ocupados por la nobleza, se organizaban de la


siguiente manera:

 El Auqui. Se trata del príncipe heredero, que ejercía el cogobierno junto a su


padre como una forma de preparación para el cargo. Era escogido entre todos los
hijos varones del Inca y la Coya, de modo que era designado por mérito y no por
mayorazgo.
 El Tahuantinsuyo Camachic. El Consejo Imperial, estaba compuesto por
cuatro apus, que gobernaban cada uno de los cuatro suyos o regiones del
Imperio: Chinchansuyu, Cuntinsuyu, Antisuyu y Collasuyyu. Estos estaban
respaldados por 12 consejeros secundarios.
 Los Apunchic. Esto es, los gobernadores, con atribuciones político-militares, que
respondían directamente al consejo o al Inca, y que eran garantes de estabilidad
en sus regiones.
 El Tucuirícuc. Su nombre significaba “El que todo lo ve”, y era una suerte de
veedor y supervisor imperial, que controlaba a los funcionarios de cada provincia
y estaba facultado para asumir, en caso de ser necesario, la autoridad local.
 El curaca. El jefe de cada ayllu o comunidad, equivalía más o menos a un
cacique. Generalmente era el más anciano y sabio de su pueblo, aunque podía
ser designado por las autoridades expresamente. Era quien se ocupaba de
la justicia, la recolección del tributo y de mantener el orden.

La economía de los quechuas era estricta y diligentemente controlada por el


Estado. El trabajo era obligatorio y proporcional a la edad. Además de la agricultura,
estaba el servicio militar, obligatorio para todos los hombres, y la labor de mensajería
o chasquis, que podía comunicar distintas regiones del imperio rápidamente mediante un
sistema de relevos.

Su aparato productivo era fundamentalmente agrícola. Se asignaba por


comunidad o ayllu, turnándose en el cultivo solidario de las parcelas (en un sistema de
terrazas muy particular), el cultivo de las tierras del Rey y el cuido de sus rebaños, y la
labor para el Estado que consistía en trabajar en obras públicas: caminos, puentes,
templos, palacios, etc.

Se estima que cultivaron más de ochenta especies vegetales, como la papa (casi


200 variedades), el maíz (domesticado de modo independiente al mesoamericano), el
camote, la quinua, la ruba, el tomate, el maní, la mandioca, la palta y el frijol.

También cultivaron plantas textiles como el algodón y el magüey, o recreacionales


como el tabaco y la coca. La labor ganadera consistía en la cría de camélidos
andinos como la alpaca, la llama o la vicuña, y la pesca se realizaba en lagos y sobre
todo en las costas del Pacífico.

Por otro lado, el trueque era una actividad fundamental, tanto dentro del Imperio
como con las comunidades vecinas, y sus rutas de intercambio se extendían hasta más
allá de las fronteras imperiales. Se piensa que la navegación comercial incaica habría
llegado hasta tierras tan lejanas como las actuales Panamá y Costa Rica.

En lo que respecta a su organización social, la sociedad incaica se estructuraba


en base al Ayllu, concepto que podría traducirse como linaje, comunidad, genealogía,
parentesco o casta. Es decir, la tenencia de un antepasado común, real o mitológico
hermanaba a los ciudadanos y los organizaba para emprender el trabajo, como la
agricultura comunal, el servicio militar, etc.

Cada Ayllu tenía un curaca o jefe, que lideraba al resto por ser un anciano sabio,
y un sinchi, guerrero y comandante elegido entre los pobladores más fuertes.

Esto no significa que no hubiera clases sociales. De hecho, la nobleza y el pueblo


estaban bien diferenciados en la sociedad incaica, teniendo cada una distintos niveles
jerárquicos, del siguiente modo:

 Nobleza. Conformada por héroes militares, sacerdotes o ciudadanos ilustres, así


como por los curacas de nacionalidades derrotadas, que obedecían al Imperio y
representaban la aristocracia local, sometida por los incas. La nobleza distinguía
entre:

o La realeza o corte imperial. Entre ellos el monarca (inca) y su esposa


(coya), y los príncipes legítimos (auquis).
o Los nobles de sangre. Descendientes de los reyes incas y funcionarios de
alto rango del Imperio, como gobernadores, sacerdotes, etc.
o La nobleza por privilegio. Donde estaban los ciudadanos cuya actuación
destacada en la guerra, el sacerdocio u otras artes les había ganado el
título de ciudadano noble.

 Pueblo. El común de los habitantes del imperio incaico, dedicados a labores


pedestres como la siembra, la pesca, la artesanía o el comercio. Dependiendo de
su oficio o condición podían llamarse:
o Huatunrunas. Campesinos y ganaderos.
o Mitmaqkunas. Colonizadores y conquistadores de nuevas tierras.
o Yanas. Siervos y prisioneros de guerra.
o Mamaconas. Mujeres textileras y cocineras que podían ser esposas
secundarias del Inca o de otras autoridades.
o Pampayrunas. Prisioneras obligadas al ejercicio de la prostitución.
o Pinas. Esclavos y prisioneros de guerra sometidos al Estado para
labores agrícolas.

A nivel cultural supieron recoger e integrar los conocimientos científicos, artísticos


y tecnológicos de sus antecesores, y potenciarlos.

Su lengua, el quechua (kechwa o kichwa) aún persiste entre las


antiguas poblaciones de su Imperio, y formaba parte de las lenguas oficiales o
vehiculares del mismo, junto al aymara, mochica y poquina, lo cual hace suponer que su
cultura tenía importantes tratos con sus pueblos vecinos.

En su apogeo construyeron una obra arquitectónica de importancia, de la cual aún


persisten ruinas como las célebres del Machu Picchu, entre otros vestigios en sus
principales ciudades como Písac, Ollantaytambo, o la fortaleza ceremonial de
Sacsayhuamán, a dos kilómetros de Cuzco.

La escultura, la música, la literatura y la pintura fueron artes muy cultivadas por


los Incas, junto a la textilería, orfebrería y la cerámica, con fines prácticos y también
ceremoniales. Destaca su ritual de momificación, especialmente para preservar cuerpos
de reyes y nobles fallecidos, los cuales eran exhibidos durante ceremonias rituales para
recibir la veneración de su pueblo.

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