Trabajo Práctico
Trabajo Práctico
Trabajo Práctico
I. Evaluación
Los estudiantes deberán realizar durante el estudio personal los siguientes trabajos, a través
de los cuáles serán evaluados.
Un vocabulario: anotarán las palabras del cuarto evangelio que tienen una importancia
especial para comprender lo que comunica el evangelista.
Trabajo final:
c. ¿Qué vocabulario usa el evangelista para hablar de “FE” (Tenga en cuenta que este sustantivo no
aparece en el Evangelio, y sólo una vez en 1Jn 5,5)?
2. Elegir un texto del cuarto evangelio que pueda aprovecharse en alguno de los siguientes espacios
de comunicación de la fe: catequesis pre-bautismal, catequesis sobre la Eucaristía para padres que
comienzan a preparar a sus hijos para la primera comunión, preparación de servidores de liturgia
para alguna de las ceremonias del Triduo Pascual, un retiro espiritual con agentes de pastoral de una
parroquia con ocasión de acercarse la solemnidad de Pentecostés. Planificar el encuentro en que se
aprovechará el texto elegido y presentar los contenidos de la fe que se quieren explicar a partir del
texto.
Desarrollo
1-
A)
La Cristología jóanica se encuentra resumida en 3,16 "Dios amó tanto al mundo que entregó a su
Hijo único, para que todo el que crea en él no muera, sino que tenga Vida eterna". Lo que hace el
Hijo sólo es llevar a cabo la obra que le fue confiada por el Padre (4,38; 5,36; 10,37; 17,4). En la
obra salvífica que realiza el Hijo obra el mismo Padre (9,3; 14,10.12) porque la salvación de los
hombres es siempre obra del Padre.
El Hijo "enviado" del Padre (3,16.34; 5,36.38; 7,29; 8,42; 10,36; 17,3.8.18.21.23.25) es el signo real
de la acción salvífica de Dios. Es su "representante" pero no como quien tiene una representación
legal, sino mas bien en el sentido de "hacer presente" al que nadie ha visto jamás (1,18).
El envió del Hijo es "evangelio" en el sentido literal del término: anuncio y realización de la
salvación. El objetivo no es el juicio condenatorio sobre el mundo, sino su salvación (3,17). El
"enviado" de Dios viene de lo alto, no de la tierra, y por esto está por encima de todo (3,31) .
B)
Se encuentra el uso frecuente de expresiones simbólicas en imágenes salvíficas, que usan la forma
lingüística: "YO soy…" con la que Jesús se presenta como el agente de la salvación de Dios.
Yo soy el Pan de Vida (6,35.48.51)-La Resurrección (11,25)-El buen pastor (10,11.14)-la Vid
verdadera (15,1.5)- la Luz del mundo (8,12)-el Camino (14,6)-la Puerta de las ovejas (10,7.9)-la
Verdad (14,6)-El Pan de Vida (6,35.48.51)- La Vida (11,25).
C)
El objetivo del evangelio es sucitar la fe en Jesús como Mesías e Hijo de Dios. El marcado interés
se refleja en el vocabulario, en el uso del verbo "creer" que aparece 98 veces en el evangelio.
Para el evangelista la fe puede surgir por haber experimentado un hecho milagroso. Pero en
realidad, la fe es el presupuesto que nos permitirá acceder a una autentica comprensión de los
signos. En 4,48 según el sentido que le da el evangelista sería solo el que cree puede ver y entender
adecuadamente el mensaje de los signos. Por lo que a través de los signos se incita a tener fe.
D)
- las imágenes del rebaño y del redil en el cap. 10. Algunos han objetado que en esta parábola,
«rebaño» o «aprisco» se mencionan una sola vez (10,16). Pero la imagen del rebaño mantenida
implícitamente a lo largo de todo el pasaje, simboliza también la comunidad.
- Ap 19,68 y 21,2 utilizan la imagen de la esposa de Cristo (también J n 3,29); asimismo, Ap 21,3
se refiere al pueblo de Dios, presentando implícitamente a los cristianos como herederos del
antiguo Israel.
- El verdadero israelita no ha nacido de una ascendencia carnal (1,13), sino que ha sido
engendrado por el agua y el Espíritu (3,5); es hijo de Dios no porque Israel sea hijo de Dios,
sino porque es un creyente (1,12). Pero todos los creyentes se unen en una comunidad mediante
la fe en Jesús y su amor mutuo, y son llamados de todo el mundo a esta unidad (11,52)
2-
Jn 3,1-12
En el diálogo con Nicodemo el enigma del nuevo nacimiento de lo alto se aclara con la palabra de
Jesús: "Si alguien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios"(3,5). Resulta
un texto que puede ser presentado para una catequesis pre-bautismal.
Se observa una tensión espacial entre la posición "carne " y " espíritu". El mundo de la carne es lo
de "abajo" y el espíritu correspondiente a lo "de arriba".
El tema "renacer" es una metáfora bautismal (cf 1 Pe 1,3.23; Tit 8,5) lo cual justificaría la
comprensión del pasaje en ese sentido.
Los creyentes son los que aceptan el misterio del envío del Hijo. Pero en su acto de fe no actúan
solos, en ella obra Dios mismo con su gracia. Este es el significado de "nacer de Dios" y no de una
instancia humana (1,13).
En el diálogo con Nicodemo se expresa la misma idea cuando Jesús habla de la necesidad de nacer
de lo alto, que es el nacimiento del Espíritu.
La forma actual del texto sería, de acuerdo a esta interpretación, el fruto de una relectura del mismo
en el seno de la comunidad. Es indudable que a fines del siglo primero el bautismo era ya una
práctica tradicional en todas las comunidades cristianas. Leído el texto desde una perspectiva
influenciada por la experiencia de la liturgia bautismal, se agrego al nacimiento del Espíritu-el giro
"del agua"- concretizando así el momento preciso de la apropiación del don de salvación.
Bibliografía
Biblia