Santo ROSARIO MIERCOLES
Santo ROSARIO MIERCOLES
Santo ROSARIO MIERCOLES
Canto N° 1
Dios está aquí
(Aleluya)
Tan cierto, como el aire que respiro,
Tan cierto, como la mañana se levanta el sol
Tan cierto, porque yo le canto y me puede oír.
Dios está aquí
(Aleluya)
Tan cierto como el aire que respiro,
Tan cierto como la mañana se levanta el sol
Tan cierto, que cuando le hablo él me puede oir.
Lo puedes sentir, a tu lado en este mismo instante
Lo puedes llevar muy dentro tu corazón
Lo puedes sentir, en ése problema que tienes
Dios está aquí, si tú quieres, le puedes seguir.
Canto N°2
Esta es una adoración a quien tanto nos ama, a quien nos amó
primero, y en eso debe basarse nuestra vida, en dar una
respuesta de amor, de amarlo hasta la locura.
'Hasta la locura'
* coro*
hasta la locura te amo señor ya no quedan dudas
en mi corazón de que te amo , de que te amo
señor .
Canto N°3
'Junto a ti María'
Junto a ti María.
como un niño quiero estar,
tómame en tus brazos
guíame en mi caminar.
Madre, Madre
Madre, Madre,
(Bis)
1. Saludo
A Dios Padre alabanza honor y gloria, con el Hijo que un día resucitó;
y a Ti abogado y consuelo del cristiano, por los siglos se rinda admiración. Amén.
El espíritu de Dios está en este lugar
El Espíritu de Dios está en este lugar
El Espíritu de Dios se mueve en este lugar
Está aquí para consolar
Está aquí para liberar
Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está aquí
El Espíritu de Dios está en este lugar
El Espíritu de Dios se mueve en este lugar
Está aquí para consolar
Está aquí para liberar
Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está aquí
(Dile, muévete en mí)
Muévete en mí
Muévete en mí
Toca mi mente, mi corazón
Llena mi vida de tu amor
Muévete en mí
Dios Espíritu, muévete en mí…..
Acto de contrición
JESÚS, MI SEÑOR y MI REDENTOR
YO ME ARREPIENTO
DE TODOS LOS PECADOS
QUE HE COMETIDO HASTA HOY
Y ME PESA DE TODO CORAZÓN
PORQUE CON ELLOS HE OFENDIDO
A UN DIOS TAN BUENO
PROPÓNGO FIRMEMENTE
NO VOLVER A PECAR
Y CONFÍO
QUE POR TU INFINITA MISERICORDIA
ME HAS DE CONCEDER
EL PERDÓN DE MIS CULPAS
Y ME HAS DE LLEVAR
A LA VIDA ETERNA
PROPÓNGO FIRMEMENTE
NO VOLVER A PECAR
Y CONFÍO
QUE POR TU INFINITA MISERICORDIA
ME HAS DE CONCEDER
EL PERDÓN DE MIS CULPAS
Y ME HAS DE LLEVAR
A LA VIDA ETERNA. AMÉN
Por el padre: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tu
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Por el hijo: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tu
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
Por el espíritu santo: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
6. GLORIA AL PADRE GLORIA AL HIJO Y GLORIA AL ESPIRITU SANTO!
COMO ERA EN EL PRINCIPIO AHORA Y SIEMPRE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS AMEN!
Gracias padre, confiamos en tu amor, porque nadie más que tu sabe amarnos,
y darnos lo que verdaderamente necesitamos para llegar a tu reino.
Pongo en tus manos madre santísima cada petición de nuestros hermanos que
nos acompañan esta noche, pídele en este momento al señor, cuéntale tu
necesidad. Porque ten la plena seguridad que te está escuchando, solo abre tu
corazón.
Amén.
Misterios:
Y comenzó a afligirse y a sentir angustia. Y les dijo: “Mi alma está triste hasta la muerte. Quédense
aquí y velen” (Mc 14, 34). Jesús oró, y lloró, y sudó, y en su sudor había sangre. Y sufría mucho, pero
asentía como aceptándolo todo. Unidos en el Inmaculado Corazón de la Madre, escuchemos sus
palabras de dolor, y reparemos con actos de amor, los actos de desamor cometidos contra el
Sagrado Corazón de Jesús:
Padre nuestro, que estás en el cielo santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad en la tierra como en el cielo. . Danos hoy nuestro pan de cada dia; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal. Amén.
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Dios te salve, Maria, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa Maria, Madre de Dios, ruega por nosotros,pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén
“Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas y pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva todas las
almas al cielo, especialmente aquellas que están más necesitadas de tu Divina Misericordia”
Entonces los soldados del procurador condujeron a Jesús al pretorio y se reunieron alrededor de Él
(Mt 27, 27). Y Jesús fue azotado. Todo su cuerpo herido y flagelado. Acompañemos a María,
contemplando en el cuerpo de Jesús la culpa asumida por los pecados de los hombres y,
compadeciendo sus sufrimientos, pidamos la gracia de la fortaleza de su corazón de madre:
3. LA CORONACIÓN DE ESPINAS
Le desnudaron, le cubrieron con una túnica roja, y le pusieron en la cabeza una corona de espinas
que habían trenzado, y en la mano derecha una caña (Mt 27, 28). Y Jesús fue coronado de espinas,
y burlado, y escupido, y golpeado en el rostro. Y fue juzgado, y fue entregado para ser crucificado.
Y calló, y soportó, y ofreció, y aceptó. Compartamos con la Madre de Dios los mismos sentimientos
de su corazón, al contemplar el rostro hermoso y desfigurado del Rey de reyes y Señor de señores,
mientras el pueblo grita a una sola voz: ¡crucifícalo!:
Jesús volviéndose a ellas, les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por ustedes
mismas y por sus hijos” (Lc 23, 28). Y Jesús caminó entre burlas y tormentos, cargando en su hombro
el peso de nuestros pecados, para ser crucificado con ellos, para pagar nuestras culpas, para
redimirnos, para rescatarnos, para salvarnos. Participemos en ese encuentro de amor de la Madre
con el Hijo, bajo el peso de la cruz, en el que ella le confirma su presencia, su apoyo y su compañía,
animándolo a resistir, para cumplir su misión de salvación:
Y le condujeron al lugar del Gólgota, que significa “lugar de la calavera” (Mc 15, 22). Y llegó y entregó
la Cruz, y se entregó con ella para ser crucificado. Y ahí estaba María. Un hombre la acompañaba.
Los dos lloraban, pero ella resistía con la mirada firme en los ojos de Jesús. Y lo clavaron y lo
levantaron, y estaba vestido de sangre. Contemplemos el corazón de la Madre, traspasado de dolor,
y meditemos con ella este misterio de amor:
Dios te salve.
Oración final:
Gracias señor Jesús por este momento, por cada uno de los que están
conectados, por sus familias, gracias por nuestras aflicciones porque por
muchas de ellas hemos llegado a ti, te encomendamos nuestro corazón y
nuestra vida, gracias virgencita por amarnos y cuidarnos como lo mas valioso
para tu corazón inmaculado.
Ven con nosotros a todas partes y solos, nunca nos dejes. Ya que nos amas
tanto como verdadera madre que eres, has que nos bendiga el padre, el hijo y
el espíritu santo. Amén.