El Caso de Galicia y El Gallego

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Nacionalismos periféricos en España: El caso de Galicia y el gallego

Erick Isaac Morales Sánchez


Historia Global II: Desde los Estados-Nacionales Hasta el Final del Mundo Bipolar
14 de junio de 2021
“O galego non protesta; emigra”

“El gallego no protesta, emigra”

-Castelao

La Edad Contemporánea trajo consigo una nueva forma de entender el mundo y

su organización. La manera en que el poder era ejercido y tomaba validez ya no

era a través de vínculos religiosos o dinásticos, los habitantes de un territorio —

ahora reconocidos como ciudadanos— ya no debían lealtad a la Corona ni a la

Iglesia. Las personas se empezaban a involucrar, aunque con muchas limitaciones

en algunos territorios, en los asuntos públicos. La organización de la sociedad

ahora encontraba sentido en la nación y lo nacional. El liberalismo y el

nacionalismo se convirtieron en las ideologías dominantes del Siglo XIX.

Los estudios de nacionalismo y de las historiografías nacionales han

alcanzado un gran desarrollo en los últimos años. La idea y sentimiento de

pertenecer a una nación empezó a desempeñar un protagonismo en la vida de los

ciudadanos. En palabras de Eric Hobsbawm, mientras imaginaba la llegada de un

extraterrestre a la tierra:

“Nuestro observador, después de estudiar un poco, sacará la conclusión de

que los últimos dos siglos de la historia humana del planeta tierra son

incomprensibles si no se entiende un poco el término de nación.” 1

1
Eric Hobsbawm, Naciones y Nacionalismos desde 1780, (Barcelona, 1991), 4
Ahora bien, es importante considerar que los debates que giran alrededor de lo

que es o lo que no es un nación son abundantes ya que nos encontramos frente a

un concepto que es relativamente nuevo y no es estático. Entendido así, este

ensayo no pretende realizar una genealogía conceptual de la Nación, más bien, a

partir de los consensos más aceptados y, especialmente, de aquellas ideas que

impulsaron a las personas que con hechos jurídicos concretos dieron forma a

algunas naciones, se trazarán algunas reflexiones.

Para ello, partiré de una definición otorgada, desde un enfoque modernista,

por el historiador gallego Xosé M. Núñez Seixas, quien describe a la nación como:

“Una comunidad imaginada, inherentemente soberana y delimitada

territorialmente, integrada por un colectivo de individuos que se sienten

vinculados entre sí, con base en factores muy variables y dependientes de

la coyuntura concreta, desde la voluntad a la territorialidad o la historia

común y el conjunto de características étnico-culturales relativamente

objetivables que podemos denominar "etnicidad", es decir, que definen una

conciencia social y prepolítica de la diferencia; y que, sobre todo,

consideran que ese conjunto de individuos es el sujeto soberano de

derechos políticos colectivos.”2

A partir de los supuestos dados en esta definición, en este ensayo explicaré

de forma ordenada y detallada los procesos de construcción y consolidación de

identidad de una nación moderna, España, para posteriormente destacar una

formula regeneracionista que criticaba al Estado y que formó parte de los llamados
2
Xosé M. Núñez Seixas, Suspiros de España. El nacionalismo español, 1808-2018. (Barcelona:
Crítica, 2018) 10
nacionalismos periféricos. El presente trabajo tiene como objetivo demostrar, a

partir del caso gallego, de tres cortes temporales: Rexurdimiento gallego,

provincialismo gallego y galleguismo y del lugar que ocupó la identidad gallega en

España y Europa durante la segunda mitad del Siglo XIX y la primera mitad del

Siglo XX, que la inclusión de los grupos excluidos de las sociedades es importante

para la formación de una historiografía nacional integral

Introducción. Situación de España en el Siglo XIX.

A pesar de que en un principio se gozaba de una estabilidad institucional y

España comenzaba a construir un modelo liberal del Estado, conforme avanzaba

el Siglo XIX España atravesaba una larga y profunda crisis. La pérdida de

territorios del Sudeste Asiático e islas del Pacífico, incluida Filipinas —colonia

donde ni siquiera había logrado la difusión de la lengua—, significó un golpe muy

duro para el imperio y, sumado a esto, las tensiones con Estados Unidos que

terminaron con la intervención de este país en la guerra de Independencia cubana

impulsaron el descontento con el régimen monárquico de la restauración

borbónica.

Tras la pérdida de las colonias y la estabilidad institucional, en España se

empezaron a producir movimientos que trataron de superar una crisis que era

también de identidad. Así surgió el regeneracionismo, esto es, un proceso con

influencias nacionalistas a través del cual se buscaba poder superar los modos y

políticas del pasado para encontrar un camino nuevo a través de reflexiones sobre
lo que significa ser español. Se propusieron “hallar las vías para una regeneración

nacional que arranque las raíces de los males de la patria.” 3

Las ideas y propuestas de los regeneracionistas —que en su mayoría eran

artistas, intelectuales y escritores— fueron acogidas por políticos de diferentes

espectros políticos. Los esfuerzos por consagrar una idea de nación y darle

legitimidad jurídica empezaban a materializarse.

La construcción de la identidad nacional española —y de todos los Estado-

nación que empezaban a unificarse— requirió de la existencia de una periferia y

de elementos de distinción que hiciera frente a la otredad; raza y lengua se

convirtieron en los distintivos definitorios para separar a España del resto de

naciones; sin embargo, esta deliberación no terminó de encajar en muchos de los

territorios que ahora conformaban la nueva nación española. El español no era un

idioma hablado por la totalidad de los habitantes en la península ibérica y, la

conceptualización de raza, problemática de por sí, no era entendida en su

totalidad y comúnmente pasaba a ser simplificada por aquellos que buscaban

desesperadamente dar legitimidad al discurso españolista de nación.

La diversidad de movimientos reaccionarios a la unificación de la nación

española había abarcado diversas escalas regionales y se había encontrado en

diferentes posiciones del mapa político. Fueron quizá los movimientos vascos y

catalanistas los más mediáticos y persistentes, sin embargo, no fueron los únicos.

La conformación del nacionalismo gallego, como mostraré a continuación, tiene

algunas diferencias muy específicas con respecto al catalán o al vasco.


3
De la Granja, José Luis; Beramendi, Justo; Anguera, Pere, La España de los nacionalismos y las autonomías
(Madrid: síntesis 2001) 54.
Para comprender las fuentes y herramientas con las que será estudiado el

nacionalismo gallego, debemos tener en cuenta que no nos hallamos frente a una

historiografía que alcanzó su consagración como la historia oficial de un Estado-

nación, sino de lo que podríamos llamar, como definió Gramsci, una historiografía

reactiva o subalterna, alejada en lo posible del eurocentrismo e interrelacionada

con la de otros nacionalismos periféricos.

Situación de Galicia durante el Siglo XIX.

También, durante el Siglo XIX, la industrialización comenzó a desarrollarse

en muchas zonas de Europa y España, sin embargo, Galicia no corría con la

misma suerte. Las pocas fábricas modernas que había antes de la guerra de la

Independencia fueron destruidas por franceses e ingleses durante la contienda y

no volvieron a funcionar. La clase media era pequeña, así también la capacidad

adquisitiva de los obreros urbanos, esto contrastaba con el alto autoconsumo de

los habitantes del campo —que conformaban la mayor parte de la población de

Galicia4—, desmotivando así posibles inversiones grandes de capital.

Esta baja afluencia de inversiones y mercancía se tradujo en una muy

notable demora en la introducción del ferrocarril. Consecuencia de lo anterior, los

productos gallegos estaban imposibilitados de exportarse a los grandes centros

consumidores de Madrid, Cataluña o el resto de Europa. Fue hasta 1873 que

Galicia vio su primer tramo ferroviario, solo de 41 kilómetros y uniendo dos

entidades internas de Galicia, Santiago de Compostela y Santiago de Carril. Hubo

que esperar más de 10 años —hasta 1885— para que Galicia se conectara al
4
Instituto Gallego de Estadística “Estatísticas históricas de Galicia”
http://www.ige.eu/estatico/historia/Presentacion_Indice.pdf (Fecha de consulta: 03 de junio de 2021)
resto de España por la línea que conectaba a las ciudades de Monforte de Lemos

en Galicia) y Astorga en la provincia de León.5

El estancamiento económico aumentó desaceleradamente el desequilibrio

entre población y recursos. Los adelantos en la medicina y el boom de la

revolución industrial alargaron la esperanza de vida de los ciudadanos, sin

embargo, los recursos se encontraban limitados, lo que finalmente terminó

generando diversos procesos migratorios largos y complejos. Más de 1,200,0000

habitantes abandonaron Galicia, y la mayoría de este flujo de personas iban con

dirección a América. Argentina fue el país que acogió más gallegos, con el

peronismo en auge, era predilecto por su crecimiento económico y sus políticas

migratorias amigables; hoy en día los gallegos y sus descendientes constituyen

aproximadamente un 14% de la población de este país. 6 También otros países de

América recibieron gallegos, por ejemplo Cuba, donde a veces los inmigrantes

llegaban en condiciones de semiesclavitud para sustituir en los ingenios a los

negros, cada vez más escasos por las trabas internacionales al comercio de

personas. La hambruna, la pobreza y las presiones políticas que existían en ese

país obligaron a los gallegos a emigrar de nuevo, esta vez con dirección a

México.7

5
Congreso Nacional de Ferrocarriles. Los Ferrocarriles en España 1847-1958 (Madrid: Talleres sucesores de
Rivadeneyra 1958) https://www.mitma.es/LIBROS_ESCANEADOS_WEB/Caja-26-
501_1958_Ferrocarriles_Espa%C3%B1a_1847-1958.pdf (Fecha de consulta 03 de junio de 2021)
6
Nadia Andrea De Cristóforis, “La fase final de unas migraciones de larga duración: gallegos hacia Buenos
Aires (1946-1960)”, Amnis. revue de civilisation contemporaine europes/amériques núm 12
https://journals.openedition.org/amnis/1925 (Fecha de consulta: 01 de junio de 2021)
7
Héctor Rodríguez Ramírez “Gallegos residentes en México y la construcción de sus procesos de interacción
social con Galicia), Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey
http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/estsoc/pdf/estsoc_5/53.pdf (Fecha de consulta 10 de
junio de 2021)
Rexurdimiento gallego.

Tras la evidente situación de desventaja y atraso respecto a las otras

provincias de España, a mitad del Siglo XIX se busca dar un impulso nuevo a

Galicia, avivando un sentimiento de identidad nacional y con influencia del

romanticismo —el cual también llega con retraso a Galicia por las razones ya

enlistadas— surge el Rexurdimiento.

El principal mecanismo de acción fue la revitalización de la lengua gallega

como vehículo de expresión cultural. En principio, estamos frente a un movimiento

puramente lingüístico —principalmente poético, ya que la prosa y el teatro

aparecerían más tarde—, y sin objetivos políticos definidos. Se trató de un resurgir

le idioma que tomó cuerpo muy lentamente a manos de diferentes autores, su

principal exponente fue Rosalía de Castro (1836-1885) con su obra Cantares

gallegos (1865), una antología de poemas donde se incluyen temas que reflejaban

la vivencia de los gallegos rurales como la emigración, la patria o la pobreza. En

palabras de su fiel biógrafo, Anxo Angueira: “En la obra se conserva un testimonio

contra la depresión del pueblo con el fin de que sea un orgullo para todos los

campesinos, así como un acto de memoria para todos los destinatarios.” 8

Durante este proceso histórico.lingüístico, la alfabetización en el resto de

España se empezaba a extender y el gallego empezaba a ser visto no como una

lengua de cultura, sino como un vehículo de comunicación para el pueblo inculto.

Las clases altas, la burguesía y los habitantes de las ciudades en Galicia

adoptaron el castellano para ascender en la escala social.

8
Anxo Angueira, Rosalía de Castro Cantares Gallegos. (Vigo: Xerais. 2013). 320.
Provincialismo gallego

Las expresiones culturales y de la lengua durante el Rexurdimiento fueron

inconexas, aisladas y desorganizadas. Aunque gracias la nueva conciencia de

identidad nacional, surgieron organizaciones políticas como Grupo Nós o

Irmandades da Fala, abriendo paso a la idea de Galicia como nación. Se asumió

por primera vez el monolingüismo en gallego y llevaron a cabo iniciativas dirigidas

a la promoción de la cultura y de la lengua gallegas, impulsando la generalización

de su uso en todos los ámbitos públicos y privados.

En el provincialismo se compaginó la cultura y la política, haciendo de la

lengua su preocupación primordial. Los artistas y escritores siguieron jugando un

papel protagónico en este movimiento, siendo el más reconocido Manuel Curros

Enríquez, popular porque con su poesía logro denunciar las injusticias registradas

por el Gobierno Español contra Galicia y defendió las ideas de progreso. Sus

ideas políticas eran claras y puntuales, estaba en contra de la interferencia de la

Iglesia en el Estado y defendía los derechos a la reunión, el derecho de opinión y

el derecho de expresión.

El provincialismo tenía por objetivo solucionar los problemas de Galicia

producto del retraso industrial y político de finales del Siglo XVIII y principios del

XIX. Había una esperanza en volver a la unidad regional que representaba la

antigua provincia. Los diversos autores plantearon la necesidad de modernizar e

impulsar el desarrollo capitalista en Galicia "para que su afianzamiento signifique


su conversión en zona desarrollada y no, como ya se prevee, en la reserva de

mano de obra y materias primas para el sistema capitalista español" 9

La Asociación Regionalista Gallega (ARG) fue una organización política

regionalista de Galicia activa entre 1890 y 1892 con presencia en las principales

ciudades como Lugo, La Coruña, Orense, Pontevedra o Tuy. Gracias a esta

asociación se pudo hacer real la presentación de una candidatura para el

ayuntamiento de Santiago de Compostela con corte nacionalista.

Galleguismo

En el primer tercio del siglo XX, la agricultura, la industria y los servicios

empiezan a superar el estancamiento del siglo XIX que azotó a Galicia, aunque se

trataba de un crecimiento lento e insuficiente para lograr el equilibrio entre

población y recursos. La población seguía emigrando, entre los años de 1900-

1930 se alanzaron los mayores registros de movilización a América. 10

Finalmente se logra consagrar una corriente política e intelectual en Galicia,

ya con objetivos definidos y visión a largo plazo. Producto del Provincialismo

Gallego, nace el Galleguismo, un primigenio núcleo en Galicia que se entendía

más como movimiento que como partido. Una de las principales manifestaciones

del galleguismo fue la constitución de la Real Academia Galega en 1905.

9
Alfonso Bozzo, Proceso histórico del nacionalismo gallego, Historia 16, extra V, 1978, p. 118.
10
Nadia Andrea De Cristóforis, “La fase final de unas migraciones de larga duración: gallegos hacia Buenos
Aires (1946-1960)”, Amnis. revue de civilisation contemporaine europes/amériques núm 12
https://journals.openedition.org/amnis/1925 (Fecha de consulta: 01 de junio de 2021)
El nacionalismo gallego, a través del galleguismo, concibió como base la

reafirmación de los valores nacionales de Galicia. En 1929 nació la Organización

Republicana Gallega Autónoma (ORGA), el primer partido político con de

tendencias , galleguistas, autonomistas y anti monárquicas.

En España, Alfonso XIII era el Rey de la Monarquía borbónica y el férreo

control político del marqués de Riestra sobre la provincia de Galicia hizo

pronunciar a Antonio Maura su famosa frase en el Congreso: “España tiene

cuarenta y nueve provincias y la del marqués de Riestra” 11. El descontento por

parte de los regeneracionistas hacia las — cada vez más notables— tendencias

nacionalistas gallegas se hacia visible.

El franquismo llegó y el movimiento nacionalista —no solo el gallego— se

reprimió durante décadas, el galleguismo se propagaba fundamentalmente en el

exilio. La política lingüística de la dictadura imponía el uso del español prohibiendo

el uso de lenguas vernáculas, no sólo en el sistema educativo, sino en otros

ámbitos como el Registro Civil o en la señaléticas de las carreteras y vialidades. 12

Todos los avances en materia cultural y lingüística logrados a lo largo de los años,

se vieron truncados.

Conclusiones

11
Acedo Castilla, José Francisco “Don Antonio de Maura, Abogado, Político y Académico”, Boletín de la Real
academia Sevillana de Buenas Letras: Minervae Baeticae (30)
http://institucional.us.es/revistas/rasbl/30/art_3.pdf (Fecha de consulta 11 de junio de 2021)
12
José Carlos Herreras “POLÍTICAS DE NORMALIZACIÓN LINGÜÍSTICA EN LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA”
Université Paris Diderot, Paris https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/16/aih_16_2_021.pdf (Fecha de
consulta: 11 de junio de 2021)
En la actualidad, la política gallega viene girando alrededor de dos ejes

cruzados de diferenciación política: izquierda-derecha y galleguismo-españolismo,

y los actores involucrados trascienden las fronteras de Galicia.

Para entender la configuración política de Galicia, sus exigencias como

provincia autónoma, y las estructuras internas de su organización política y social,

es necesario hacer una radiografía completa del proceso de consolidación de sus

instituciones y principales actores políticos.

Hay que tener en cuenta que la guerra del 98 fue la primera en que los

jóvenes de diferentes provincias —los vascos, por ejemplo— tuvieron que

defender los colores de la bandera española. Seria miope entonces, pensar que

el nacionalismo es una idea adquirida desde la infancia y que depende

únicamente del territorio que se habita. El proceso de consolidación de la identidad

nacional de muchos países atravesó muchos acontecimientos históricos que son

necesarios considerar para tener una visión más amplia de lo que verdaderamente

es una historiografía nacional.

Hoy, por fortuna, la historiografía parece haber superado los

reduccionismos de los paradigmas que ofrece la “historia oficial” de los distintos

piases. Se transita hacia una historia más humana, donde las personas se colocan

al centro y la historia cobra sentido alrededor de ellas. Es importante, desde todas

las trincheras, seguir por este rumbo y no desviar, por obsesiones de hacer

legítimos algunos discursos, los objetivos de entender a las distintas sociedad a

través de la historia.
Referencias bibliográficas:

Beramendi, Justo. Historia mínima de Galicia. México: El Colegio De México,

2016

Murado, Miguel Anxo. Otra idea de Galicia. Madrid: Debate, 2008

Pérez Vejo, Tomás. España imaginada. Historia de la invención de una

nación. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2015


Tusell, Javier. Historia de España en el Siglo XX. Del 98 a la proclamación de

la Republica. Madrid: Tarus. 1998.

Granados, Juan Antonio. Breve historia de los Borbones. Madrid: Nowtilus.

2010

Costa, Joaquín. Oligarquía y caciquismo, Colectivismo agrario y otros

escritos: (Antología). Madrdid: Alianza Editorial. 1967.

González Fernández, H., y do Cebreiro Rábade Villar, M. Canon y subversión: la

obra narrativa de Rosalía de Castro. Barcelona: Icaria. 2012

Fusi, Juan Pablo. Historia mínima de España. Madrid: Turner, 2012

Beramendi, Justo. El nacionalismo gallego. Madrid: Ilustrada. 1997

González Fernández, Enrique, “La obra humanitaria del rey Alfonso XIII

durante la Primera Guerra Mundial”. Mar oceana: Revista del humanismo

español e iberoamericano (Madrid: Universidad Francisco de Vitoria) (2):

283-296. 1995

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