Formacion Pedagógica Catequista

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Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis

PROYECTO MARCO DE LA FORMACIÓN DE CATEQUISTAS

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1:
PRINCIPIOS O BASES DE PROGRAMACIÓN

1. Finalidad
2. Objetivos
3. Contenidos básicos
a) Revelación, evangelización y catequesis
b) Historia de la Salvación
c) Símbolo de la fe
d) Los sacramentos y su celebración en la Iglesia
e) La vida del cristiano
f) La oración
g) Conocimiento del hombre
h) Pedagogía catequética
4. Dimensiones pedagógicas

CAPÍTULO 2:
PLANES DE FORMACIÓN

A) Escuela para catequistas


1. Naturaleza
2. Destinatarios
3. Objetivos
4. Contenidos
 Área primera: La fe profesada
 Área segunda: La fe celebrada
 Área tercera: La fe vivida
 Área cuarta: La fe hecha oración
 Área quinta: Catequética
 Área sexta: Pedagógica
5. Otras dimensiones de formación
5.1. Celebraciones litúrgicas
5.2. Momentos y encuentros de oración y de profundización en la vida cristiana
5.3. Iniciación en el compromiso cristiano
5.4. Análisis de situaciones concretas
5.5. Prácticas catequéticas
5.6. Celebración de la misión y del envío
B) Escuela para responsables
1. Naturaleza
2. Destinatarios
3. Objetivos
4. Contenidos básicos
5. Otras dimensiones de formación

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6. Procedimientos organizativos
6.1. Procedimiento A
6.2. Procedimiento B

CONCLUSIÓN

* * *

La Iglesia para su misión de catequizar ha dedicado grandes esfuerzos a la formación


integral de quienes se encargan de esta tarea. Esta preocupación permanece viva hoy en
ella. En este sentido el nuevo Directorio General para la Catequesis afirma que es preciso:
«Organizar adecuadamente la formación de los catequistas tanto en lo que concierne a la
formación básica inicial como a la formación permanente, y cuidar la atención personal y
espiritual de los catequistas y del grupo de catequistas como tal». Y añade: «La pastoral
catequética diocesana debe dar absoluta prioridad a la formación de los catequistas laicos.
Junto a ello, y como elemento realmente decisivo, se deberá cuidar al máximo la formación
catequética de los presbíteros, tanto en los planes de estudio de los seminarios como en la
formación permanente. Se recomienda encarecidamente a los obispos que esta formación
sea exquisitamente cuidada1.

A los obispos compete, como primeros responsables de la catequesis de la Iglesia


particular, la formación de los catequistas. Así lo expresó el Concilio Vaticano II: «Procuren
(los obispos) que los catequistas se preparen debidamente para este menester, de manera
que conozcan bien las enseñanzas de la Iglesia y aprendan teórica y prácticamente las
leyes psicológicas y las doctrinas pedagógicas»2. Y el Código de Derecho Canónico lo
ratifica afirmando: «Cuiden los ordinarios del lugar de que los catequistas se preparen
debidamente para cumplir bien su tarea»3.

Los obispos españoles, conscientes de esta responsabilidad vienen impulsando la


formación de los catequistas y promoviendo, en estos últimos años, diversas iniciativas en
sus propias diócesis y a través de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis.

Especial mención merece la realización de numerosos cursos de formación de


catequistas iniciados en el año 1966 y que, bajo modalidades diversas, se llevaron a cabo
en años sucesivos4.

Particularmente deben ser destacadas, en este sentido, las publicaciones de la


Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis: La catequesis de la comunidad (1983), El
catequista y su formación (1985) y Catequesis de adultos (1990). En estos documentos se
hace especial mención a la formación de los catequistas y se ofrecen proyectos para la
misma.

Por su parte las distintas diócesis han trabajado con gran generosidad en este empeño,
conscientes de la necesidad de ofrecer a sus catequistas una formación adecuada a su
vocación y misión; y han ido desarrollado en su propio ámbito una gran variedad de
iniciativas de formación de catequistas.

Sin embargo y en atención a las nuevas situaciones y necesidades que hoy presenta la
catequesis, se ve la necesidad y la urgencia de dar un nuevo impulso a la formación de los
catequistas, para disponerles mejor al desempeño de su tarea, tal como hoy lo pide la
Iglesia. Para ello contamos con las aportaciones y orientaciones básicas de El catequista y

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su formación, de los Planes de Acción Pastoral de la Subcomisión Episcopal de Catequesis,
del mismo Directorio General para la Catequesis y de otros documentos de la Iglesia.

Si se quiere realizar una pastoral de evangelización es preciso que los fieles laicos
cristianos estén suficientemente preparados y formados para tomar conciencia de las
exigencias de este apostolado5. «Para que se dé una pastoral verdaderamente incisiva y
eficaz hay que desarrollar la formación de formadores poniendo en funcionamiento los
cursos oportunos o escuelas a tal fin. Formar a los que, a su vez, deberán empeñarse en la
formación de los fieles laicos, constituye una exigencia primaria para asegurar la formación
general y singular de todos los fieles laicos»6. La Conferencia Episcopal Española afirma al
respecto que la capacidad evangelizadora de nuestra Iglesia dependerá en gran parte de la
renovación espiritual, eclesial y apostólica de los agentes de pastoral, especialmente de los
sacerdotes, religiosos y seglares7. Para ello en el Plan de Acción Pastoral para el cuatrienio
1997-2000 se propone la formación de los catequistas como una de las acciones a atender
en este período8.

Por nuestra parte hemos afirmado en los sucesivos Planes de Acción Pastoral para los
dos últimos trienios que, para esta nueva etapa de la catequesis que hoy demanda la
evangelización, necesitamos catequistas que «sean testigos de Jesucristo, con una
profunda experiencia de fe y esperanza, y de comunión eclesial, con una sólida formación
teológica y catequética, y siendo a la vez hombres de su tiempo, capaces de sintonizar con
las necesidades, problemas y esperanzas de los hombres de hoy»9.

Así pues, teniendo en cuenta, por una parte, la rica experiencia de estos años y, por
otra, la implantación y desarrollo progresivo de las orientaciones El catequista y su
formación que propusimos en el año 1985, deseamos ofrecer ahora aplicaciones más
concretas para la formación de los catequistas. En concreto queremos en este momento:
presentar principios y bases de programación para la elaboración de proyectos de formación
de catequistas y proponer planes concretos de formación de catequistas en dos
modalidades: para catequistas de base y para responsables de catequesis.

CAPÍTULO 1: PRINCIPIOS O BASES DE PROGRAMACIÓN

A la luz de los criterios inspiradores y las orientaciones pastorales de El catequista y su


formación y de las directrices del Directorio General para la Catequesis10, exponemos los
principios o bases de programación para la formación de catequistas. En primer lugar
conviene advertir que todo plan de formación de catequistas debe:

― Estar integrado en el proyecto general de pastoral y en el de catequesis en particular,


de una diócesis o de una parroquia. La formación de los catequistas, que participan
del conjunto de la misión de la Iglesia particular, ha de verse reflejada en el desarrollo
de los planes y programas concretos de la misma.
― Proporcionar una formación que, partiendo de la profesión de la fe, ofrezca una
exposición orgánica y sistemática de los contenidos fundamentales de la fe y de la
vida cristiana, teniendo en cuenta tanto el nivel formativo como la situación de los
destinatarios.
― Poner al alcance de los catequistas una formación teológica que les ayude a
consolidar la fe recibida, les proporcione certezas básicas de esa fe y les prepare para
ser testigos y transmisores de la misma.
― Prepararles para la comunicación de la fe y de la vida cristiana en ámbitos concretos y
para destinatarios diversos.
― Ofrecer un plan de formación realizado en la unidad de la fe de la Iglesia de modo que
ayude a los catequistas a crecer en la comunión eclesial.

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― Hacerse en un ámbito de experiencia de fe y de vivencia comunitaria. Ha de ser una
formación que se oriente decididamente a favorecer el crecimiento de la fe, evitando el
peligro de reducirla a lo puramente académico.

1. Finalidad

Capacitar a los catequistas, mediante una formación orgánica y sistemática de la fe de


la Iglesia y una experiencia de fe y de comunión eclesial, para que puedan «animar
eficazmente un itinerario catequético en el que, mediante las necesarias etapas: anuncie a
Jesucristo; dé a conocer su vida, enmarcándola en el conjunto de la Historia de la salvación;
explique su misterio de Hijo de Dios, hecho hombre por nosotros; y ayude, finalmente, al
catecúmeno o al catequizando a identificarse con Jesucristo en los sacramentos de
iniciación»11.

2. Objetivos

Esta finalidad se alcanzará a través de los siguientes objetivos:

a) Favorecer la maduración humana y cristiana de los catequistas propiciando el


conocimiento de Dios vivo, el encuentro con Jesucristo y la disponibilidad para dejarse
conducir por la acción del Espíritu Santo en la Iglesia.
b) Favorecer el crecimiento espiritual, sacramental y de oración, y el compromiso
cristiano de los catequistas.
c) Promover su vinculación y comunión eclesial.
d) Ayudarles a tomar conciencia de la necesidad de evangelizar y de catequizar al
hombre de hoy, y a entusiasmarse por el Reino de Dios.
e) Lograr que alcancen un conocimiento del mensaje cristiano en sus elementos
esenciales, adquiriendo aquella competencia doctrinal y pedagógica que les permita
hacer de la catequesis una «escuela de fe» y noviciado de vida cristiana.

3. Contenidos básicos

En la instrucción El catequista y su formación12 se hacen una serie de sugerencias en


relación con las dimensiones básicas de la formación de los catequistas. Teniendo en
cuenta aquellas orientaciones proponemos los contenidos básicos de formación que se
encuentran desarrollados, sobre todo, en el Catecismo de la Iglesia Católica y en el
Directorio General para la Catequesis. Servirán de una gran ayuda las exhortaciones
apostólicas Evangelii nuntiandi y Catechesi tradendae y la encíclica Redemptoris missio.
También se ha de contar con el Catecismo Esta es nuestra fe, la Biblia para la iniciación
cristiana y los documentos La catequesis de la comunidad, El catequista y su formación y
Catequesis de adultos.

Exponemos y formulamos a continuación los contenidos fundamentales de la formación


siguiendo principalmente la articulación de los «núcleos temáticos» que propone El
catequista y su formación13:

a) Revelación, evangelización y catequesis14

1. La Revelación, don de Dios, y su transmisión. Jesucristo mediador y plenitud de la


Revelación. La transmisión de la Revelación, obra del Espíritu Santo, en y por medio
de la Iglesia.

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2. La evangelización. Naturaleza, fuentes, contenido, agentes y destinatarios de la
evangelización. Etapas de la evangelización. Su vinculación a la Iglesia particular.
Misión de la Iglesia y situación socio-cultural: la evangelización de la cultura.

3. La catequesis. Su lugar en el marco de la evangelización. Su relación con las demás


formas de educación en la fe. La Revelación, fundamento y fuente de la catequesis.
Naturaleza, finalidad y tareas de la catequesis. La catequesis al servicio de la
iniciación cristiana. Catequesis fundante y catequesis permanente. La naturaleza
eclesial de la catequesis. La comunidad cristiana y la catequesis. Los documentos de
la fe.

4. La catequesis en la Iglesia particular. El ministerio de la catequesis: responsables y


agentes. La formación de los catequistas. La organización de la pastoral catequética.

b) Historia de la Salvación15

5. Las grandes etapas de la Historia de la Salvación. Claves para interpretar el sentido


salvífico de los sucesos, personas y palabras de la Historia de la Salvación.
6. La Sagrada Escritura. En ella Dios habla al hombre a la manera de los hombres. La
Biblia en la vida de la Iglesia.
7. El Antiguo Testamento. Los libros del Antiguo Testamento dan testimonio del amor
salvífico de Dios y de su pedagogía divina. El Antiguo Testamento a la luz de Cristo
muerto y resucitado.
8. El Nuevo Testamento. En él se nos ofrece la verdad definitiva de la Revelación divina.
Los Evangelios. El anuncio e instauración del Reino de Dios. Los Hechos y las Cartas.
El Nuevo Testamento en la catequesis cristiana primitiva.
9. La Historia de la Iglesia. Los grandes acontecimientos de la vida de la Iglesia a la luz
de la Historia de la Salvación. Los santos, testigos de la fe en la vida de la Iglesia.

c) Símbolo de la fe16

10. Revelación y fe. El hombre a la búsqueda de Dios. Dios se revela al hombre.


Respuesta del hombre a Dios que se revela. La obediencia de la fe, la conversión y
la adhesión a Dios.
11. El Misterio de Dios: La Santísima Trinidad. Dios Padre engendra al Hijo eternamente,
y del amor del Padre y del Hijo procede el Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo el que
nos revela el Padre y el Hijo. Unicidad de Dios, causa, guía y meta del universo. Dios
todopoderoso, creador del universo y del hombre. Colaboración con la obra creadora
de Dios. El hombre se aparta de Dios. El mal y la muerte. Promesa de salvación.
12. El Hijo de Dios hecho hombre, el Mesías, el Señor. El camino de Jesús desde la
Encarnación hasta su Muerte y Resurrección. Los misterios de la vida de Jesús. La
Persona y la obra redentora de Jesucristo en la catequesis.
13. El Espíritu Santo, don de Dios Padre por Jesucristo. El Espíritu Santo lleva a plenitud
la obra de Cristo en la Iglesia y en el mundo.
14. La Iglesia Católica. La Iglesia misterio de salvación y de comunión, Pueblo de Dios y
Cuerpo de Cristo. La Iglesia fundada por Jesucristo. Notas de la Iglesia. Los
miembros de la Iglesia.
15. María, Madre de Dios y de la Iglesia.
16. La escatología. La fe y la esperanza en la resurrección de los muertos y la fe en la
vida eterna. La esperanza de los cielos nuevos y de la tierra nueva.

d) Los sacramentos y su celebración en la Iglesia17

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17. La celebración de la fe en la vida de la Iglesia y la economía sacramental. Los
sacramentos por la Iglesia y para la Iglesia. Celebración sacramental del misterio
pascual. La liturgia de la Iglesia.
18. Los sacramentos de la iniciación cristiana. Su necesidad y centralidad en la vida
cristiana.
19. Los sacramentos de curación. Importancia del sacramento de la penitencia en la vida
cristiana y en el proceso de iniciación como un «segundo bautismo».
20. Los sacramentos al servicio de la comunidad. Confieren una misión particular en la
Iglesia y sirven a la edificación del Pueblo de Dios.

e) La vida del cristiano18

21. El cristiano llamado a seguir a Cristo y a vivir según el Espíritu. Dios es el fin de la
vida humana.
22. Los fundamentos de la vida en Cristo: la gracia y las virtudes. Las bienaventuranzas.
23. La vida moral en el marco de la Alianza de Dios con el hombre. La libertad y la
verdad, aspectos fundamentales sobre la formación moral: la moralidad del hombre
en la relación de su libertad con la verdad.
24. Los mandamientos de la Ley de Dios. La caridad, fundamento y término de la vida
cristiana.
25. La Moral de la persona. La propuesta moral marca el camino para alcanzar la
plenitud.
26. La Moral social. Las exigencias sociales de la moral cristiana en el marco de la
dimensión social de la persona y de la sociedad. Doctrina social de la Iglesia.
27. El compromiso cristiano y la sociedad. La participación en tareas eclesiales: el
servicio de la caridad, la militancia cristiana.

f) La oración19

28. La oración nos introduce en la vida trinitaria. La oración en y de la Iglesia. La oración


litúrgica. La oración del discípulo del Señor. Oración y religiosidad popular. Iniciación
en la vida de oración.
29. La oración del Padrenuestro.

g) Conocimiento del hombre20

30. La persona humana en el proyecto de Dios. Principios fundamentales de


antropología teológica. Visión del hombre en otras antropologías.
31. Psicología evolutiva. Visión de conjunto del ciclo vital humano con sus diferentes
etapas. La catequesis por edades: adultos, jóvenes, niños.
32. El hombre en situación, la realidad social y cultural. La situación socio-cultural de los
destinatarios de la catequesis.

h) Pedagogía catequética21

33. La pedagogía divina. La pedagogía de Dios, de Jesucristo, del Espíritu Santo, de la


Iglesia. Sus fuentes. Consecuencias pedagógicas. Pedagogía del don, de la
Encarnación, de los signos...
34. La pedagogía catequética. La educabilidad de la fe. Una pedagogía que integra la
adhesión y el conocimiento de la fe, la transmisión fiel del mensaje y la experiencia
humana.
35. El acto catequético. Estructura interna del acto catequético: la experiencia humana y
cristiana, la fe y la vida de la Iglesia, y la expresión de la fe.

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36. El lenguaje catequético. El lenguaje propio de la fe y su adaptación al hombre de
hoy.
37. La metodología catequética, subsidiaria de la pedagogía de Dios. Los métodos en la
catequesis. Relación método-contenido. Metodología integradora.
38. Las instituciones catequéticas. La organización catequética en la Iglesia particular y
en las comunidades parroquiales. Responsabilidades, coordinación y programación
en la catequesis.
39. El catecumenado. Historia y concepción actual. El Ritual de la iniciación cristiana de
adultos.
40. Ámbitos de transmisión de la fe: la familia, la escuela, la parroquia, las asociaciones
y movimientos laicales. Contexto socio-religioso de estos ámbitos.
41. Ámbitos especiales de la transmisión de la fe: la marginación, los pequeños núcleos
rurales, el mundo de la cultura, los grandes núcleos urbanos, los minusválidos, los
medios de comunicación... Contexto socio-religioso de estos ámbitos.
42. Los instrumentos catequéticos. Los catecismos. Materiales catequéticos
complementarios.

4. Dimensiones pedagógicas

En El catequista y su formación se indican algunos criterios orientativos sobre la


metodología en la formación de los catequistas22. Se inspiran en la coherencia que debe
existir entre la pedagogía propia de la catequesis y la pedagogía de la formación del
catequista. Para ello sugerimos algunos aspectos de orden metodológico a tener en cuenta
en los planes de estudio:

a) Cualquier opción metodológica que se tome debe inspirarse en la pedagogía de Dios,


fuente y modelo de la pedagogía de la fe23. Es la pedagogía que cuenta con la
condición terrena de las personas, que favorece el diálogo y el encuentro y alcanza su
máxima expresión en la pedagogía de Cristo; una pedagogía en la que la Iglesia se ha
inspirado a lo largo de los siglos, sobre todo, en «el testimonio de los catequistas
santos»24.

b) Una metodología que propicie la formación integral de los catequistas. Y así es


necesario que en la programación y secuenciación de las actividades se tengan en
cuenta todas las dimensiones de la persona del catequista: los aspectos que afectan a
su madurez intelectual, afectiva, social, y a su identidad cristiana y eclesial.

c) Una metodología que hunde sus raíces en la misma vida de la Iglesia. Los catequistas
han de incorporarse plenamente a la comunidad eclesial y en ella «ejercitarse» en la
vida de fe, de oración y de amor que identifican a una comunidad de creyentes. De
esta forma se evita el riesgo de «escolarizar» los centros de formación de catequistas
o de convertir estos ámbitos de formación en lugares cerrados en sí mismos.

d) Introducir en el proceso formativo el espíritu catecumenal. Hacer presentes los rasgos


del catecumenado de la Iglesia primitiva.

e) En el proceso de formación de los catequistas se han de integrar metodológicamente


tanto la finalidad como las tareas propias de la catequesis25:

— El encuentro con la persona de Jesucristo.


— El conocimiento de la fe, que ilumina la existencia humana, alimenta la vida de fe y
capacita para dar razón de ella en el mundo.

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— La participación en la celebración litúrgica y la comprensión del sentido profundo
del hoy del acontecimiento de la salvación. El año litúrgico en cuanto que es un
buen modo de vivir el acontecimiento salvífico en el grupo de los catequistas.
— El seguimiento de Jesús como convicción y experiencia que lleva a vivir con gozo
el estilo de vida propia del discípulo.
— La práctica de la oración personal y comunitaria. Si la formación está penetrada de
un clima de oración, el crecimiento en la fe de los catequistas alcanzará mayor
profundidad. En la escuela de Jesús, el Maestro, los discípulos aprendieron a orar
al Padre y a poner en Él su confianza.

f) El acompañamiento de los catequistas en el itinerario formativo de la fe es otro de los


aspectos importantes a tener en cuenta. La formación grupal no puede ser excusa
para diluir la necesaria atención a cada persona. Es preciso desarrollar con cada uno
actitudes de escucha y acogida de la Palabra y de los demás, de exigencia y estímulo,
de amistad y confianza, de crecimiento y avance en el conocimiento de Dios.

g) La atención y discernimiento metodológico en función de las diversas realidades de


formación y las situaciones y necesidades específicas de cada comunidad eclesial.

Asimismo conviene advertir que el Directorio General para la Catequesis dedica un


capítulo a los «Elementos de metodología»26, donde se concretan algunos aspectos a tener
en cuenta sobre el método en la catequesis, la experiencia, la memorización, la actividad y
creatividad en la catequesis y la importancia del grupo. Estas orientaciones y sugerencias
son tenidas en cuenta en los distintos planes de formación que a continuación vamos a
exponer.

Finalmente, al cerrar este capítulo del presente documento, puede ser útil manifestar
que, con estos principios o bases de programación, se proporciona no solo la
fundamentación de los planes concretos que se ofrecen en el capítulo siguiente, sino
también un instrumento de discernimiento para el examen de los planes y programas de
formación de catequistas actualmente en uso.

CAPÍTULO 2: PLANES DE FORMACIÓN

Se ofrecen a continuación las líneas maestras de los principales planes de formación de


catequistas. Con ellas se pretende ayudar a las diócesis a elaborar sus propias
programaciones de formación de catequistas tanto para sus planes diocesanos y zonales
como para los parroquiales o arciprestales. Las reflexiones expuestas anteriormente y la rica
experiencia acumulada durante estos años en este campo de la formación guían esta
exposición.

Proponemos en concreto dos cauces o modalidades de formación. La formación básica


para todos los catequistas a través de las llamadas Escuelas para Catequistas27. La
formación de los responsables y coordinadores de la catequesis en una comunidad eclesial
o en una diócesis a través de las llamadas Escuelas para responsables28.

A) Escuela para catequistas

1. Naturaleza

Siguiendo las directrices de El catequista y su formación podemos decir que estas


escuelas «tienen la finalidad de proporcionar una formación orgánica y sistemática. En un

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primer nivel básico esta formación es de carácter fundamental»29. Por su parte el Directorio
General para la Catequesis afirma: «Estas escuelas tienen la finalidad de proporcionar una
formación catequética, orgánica y sistemática, de carácter básico y fundamental. Durante un
tiempo suficientemente prolongado, se cultivan las dimensiones más específicamente
catequéticas de la formación: el mensaje cristiano, el conocimiento del hombre y del
contexto socio-cultural y la pedagogía de la fe»30.

Se trata en definitiva de proporcionar a los catequistas una formación teológica y


catequética básica y orgánica que les capacite para transmitir con fidelidad la fe de la
Iglesia. La articulación de las actividades formativas de la Escuela, serán programadas
teniendo en cuenta los grandes principios inspiradores de la formación catequética y los
núcleos básicos del mensaje cristiano.

Esta modalidad formativa básica tendrá ordinariamente una duración de dos cursos, y
un conjunto de unas 180 horas de dedicación. No se especifica el trabajo personal ni el de
prácticas catequéticas, orientados y guiados ambos por un tutor. Las distintas necesidades
determinarán el carácter de la escuela, p.e.: parroquial, arciprestal o diocesano. A veces en
las diócesis se establece una única Escuela para catequistas que tiene sedes distintas para
el trabajo ordinario y en ocasiones, aprovechando los tiempos fuertes del año litúrgico,
algunas actividades conjuntas para todos los catequistas. También las diócesis pueden
prever la posibilidad de que estas escuelas desarrollen algunas de sus actividades bajo la
modalidad de formación a «distancia».

Es oportuno que este período de formación de catequistas concluya con la celebración


de la misión y del envío de los catequistas por parte del obispo.

2. Destinatarios

Sus destinatarios son «los catequistas de base que dan muestras de una dedicación
más estable a la catequesis y sobresalen por su inquietud y por sus cualidades»31.

Quienes desempeñan el servicio de la catequesis en la Iglesia deben adquirir una


preparación sólida en los conocimientos teológicos y catequéticos, en la metodología y en la
didáctica de la educación de la fe.

«Para acceder a esta formación es conveniente que la invitación o la admisión se haga


después de cierto tiempo de práctica catequética y de una formación inicial obtenida por
otros cauces»32. Y así, supuesta una primera etapa de formación y de discernimiento en la
comunidad a la que pertenecen, estas personas que son llamadas a la tarea de la
catequesis asumen la responsabilidad del anuncio del Evangelio, y son invitadas a iniciar un
proceso sistemático de formación integral.

3. Objetivos33

La Escuela para catequistas se propone:

3.1. Ayudar a los catequistas a profundizar en su vocación catequética a la que Dios les
llama y la Iglesia les envía.
3.2. Enseñarles a confiar en la gracia del Espíritu Santo para que puedan responder a la
misión que la Iglesia les encomienda y para vencer las dificultades y limitaciones con
las que se encuentren.

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3.3. Hacer que los catequistas comprendan el gozo, el sentido y la necesidad de la
catequesis en la Iglesia y en la realidad social en la que viven.
3.4. Transmitir un conocimiento básico y orgánico del depósito de la fe.
3.5. Afianzar su identidad cristiana y eclesial, de modo que puedan ser auténticos
transmisores de la fe y vida cristiana.
3.6. Capacitarles para que alcancen una suficiente competencia teológica y pedagógica
que les permita llevar a cabo la misión.

4. Contenidos

Para la exposición orgánica y sistemática de los contenidos esenciales de la fe así como


para su transmisión contamos, por una parte con el Catecismo de la Iglesia Católica [CEC] y
el Catecismo Ésta es nuestra fe. Ésta es la fe de la Iglesia [Cat III], y por otra, con el
Directorio General para la Catequesis [DGC], más la exhortación apostólica Catechesi
tradendae [CT] y La catequesis de la comunidad [CC]. Todos estos documentos ofrecen los
elementos necesarios para la transmisión de la fe, tanto en su dimensión doctrinal como
pedagógica.

Consideramos que en este nivel el texto base de referencia para la exposición de los
contenidos a desarrollar en el programa debe ser el Catecismo de la Conferencia Episcopal
Española: Ésta nuestra fe. Ésta es la fe de la Iglesia34. El Catecismo de la Iglesia Católica
deberá ser utilizado para profundizar y ampliar los contenidos.

Estos contenidos a desarrollar, que pueden ser articulados en torno a áreas,


comprenderían los siguientes enunciados temáticos básicos:

Área primera: La fe profesada

1. Dios y el hombre: su misterio: El hombre busca a Dios; Dios al encuentro del


hombre; Dios se revela a los hombres; La revelación del misterio de Dios ilumina el
misterio del hombre. (Cat III 92-97; CEC 27-73).
2. Transmisión de la revelación divina: Tradición apostólica; La Sagrada Escritura; El
Magisterio de la Iglesia. (Cat III 100-107; CEC 74-100).
3. Respuesta de la fe a la revelación: La obediencia de la fe; Características de la fe;
«Creo», «Creemos». (Cat III 98-100; CEC 144-184).
4. El misterio de Dios, Uno y Trino: Creo en un solo Dios; El misterio de la Santísima
Trinidad. (Cat III 217-220; CEC 200-227; 238-256).
5. Dios Padre: Dios es Padre todopoderoso; Dios es único, santo, justo; Dios es
misericordioso y fiel a sus promesas. (Cat III 108-115; CEC 268-274).
6. Dios Creador: La acción creadora de Dios; La creación del hombre; La divina
providencia. (Cat III 116-122; CEC 295-314; 356-373).
7. La caída: El mal en el mundo; El pecado original y su transmisión; Promesa de
salvación. (Cat III 122-126; CEC 396412).
8. Jesucristo, Hijo único de Dios, nuestro Señor: Jesús es el Mesías; Jesús es el Hijo
único de Dios; Jesús es el Señor. (Cat III 127-130; CEC 426-451).
9. Jesús, Dios y hombre verdadero: La Encarnación; El Nacimiento; La vida oculta y
pública de Jesús. (Cat III 131-135; CEC 456-478; 512-521).
10. Jesús anuncia y hace presente el Reino de Dios: El Reino de Dios ha llegado a
vosotros; El anuncio del Reino: signos y parábolas; Presencia del Reino en la
Persona de Jesucristo. (Cat III 137-143; CEC 543-560).
11. La muerte redentora de Jesús: Causas históricas de la muerte de Jesús; La muerte
redentora de Cristo; «Descendió a los infiernos». (Cat III 143-148; CEC 571-586;
599-618).

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12. La resurrección de Jesús: El acontecimiento de la resurrección; La resurrección de
Jesús es la máxima revelación de Dios e ilumina plenamente el destino último del
hombre; La glorificación de Jesús. El «misterio pascual». (Cat III 149-159; CEC 639-
664).
13. El Espíritu Santo: El Espíritu Santo, Dios como el Padre y el Hijo; El Espíritu Santo
en el misterio de Cristo, en la misión de la Iglesia y en la vida de los cristianos. (Cat
III. 160-166; CEC 683-690; 717-741).
14. El misterio de la Iglesia: Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu
Santo; La Iglesia es una, santa, católica y apostólica; Miembros y ministerios en la
Iglesia. (Cat III 167-192; CEC 781-801; 813-865; 874-933).
15. Santa María, Madre de Dios y de la Iglesia: Madre de Dios; Madre de la Iglesia. (Cat
III 133-135; 193-195; CEC 484-502; 964-972).
16. El perdón de los pecados: Dios quiere que todos los hombres se salven; Un solo
Bautismo para el perdón de los pecados; El perdón de los pecados cometidos
después del Bautismo. (Cat III 196-200; CEC 976-983).
17. La resurrección de la carne y la vida eterna: La muerte y la resurrección de la carne;
Las realidades últimas; Los nuevos cielos y la tierra nueva. (Cat III 201-216; CEC
992-1014; 1021-1050).

Área segunda: La fe celebrada

18. Los sacramentos de la Iglesia: El misterio pascual en los sacramentos de la Iglesia;


Los sacramentos, signos de Cristo, de la Iglesia, de la fe, de la salvación y de la vida
eterna. Los siete sacramentos. (Cat III 223-226 ; CEC 1113-1130).
19. Sacramentos de la iniciación cristiana: Iniciación cristiana y catequesis. (Cat III 227-
228. CEC 1210-1212; DGC 63-68).
20. Bautismo: El Bautismo, sacramento de fe. La gracia bautismal. La celebración del
Bautismo. (Cat III 229-236 ; CEC 1217-1228; 1262-1274).
21. La Confirmación: La Confirmación en la iniciación cristiana. La gracia, sacramento de
la Confirmación. La celebración de la Confirmación. (Cat III 237-240; CEC 1285-
1314).
22. La Eucaristía: La Eucaristía, memorial del sacrificio de Jesucristo, presencia de
Cristo y banquete pascual. Celebración de la Eucaristía. La Eucaristía, primicia de la
vida eterna. (Cat III 241-253 ; CEC 1337-1405).
23. Sacramentos de curación: Sacramento de la Penitencia. La Unción de enfermos.
(Cat III 254-260; 261-263; CEC 1441-1470; 1500-1523).
24. Sacramentos al servicio de la comunidad: El Orden Sacerdotal. El Matrimonio. (Cat
III 264-268; 269-272; CEC 1539-1570; 1602-1617; 1638-1654).

Área tercera: La fe vivida

25. Dignidad de la persona humana. Fin último del hombre: la felicidad. La conducta
humana: la libertad y la conciencia. El pecado y la conversión (Cat III 284-298; CEC
1716-1742; 17761794; 1846-1869).
26. La comunidad humana. La persona y la sociedad. La justicia social. (Cat III 340-342;
CEC 1878-1889; 1928-1942).
27. La ley y la gracia. La ley moral. La ley nueva o el seguimiento de Cristo. La vida
según el Espíritu. Las bienaventuranzas. El combate cristiano. (Cat III 291-292; 310-
319; CEC 1803-1832; 1950-2005).
28. El Decálogo. Regla de la conducta humana. Jesús lleva a plenitud el Decálogo. (Cat
III 301-307; CEC 2052-2074).
29. «Amarás a Dios». «A Él sólo darás culto». El día del Señor. (Cat III 319-323; CEC
2083-2188).

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30. El amor en la familia. La familia en el plan de Dios. Vocación a la castidad. (Cat III
324-328; CEC 2201-2231; 2338-2391).
31. La vida humana. Respeto a la persona y a la dignidad humana. (Cat III 329-332;
CEC 2259-2301).
32. Los bienes materiales. Los cristianos ante los bienes de la naturaleza, los bienes
económicos, el trabajo, y los bienes de la cultura y de la educación. Doctrina social
de la Iglesia. (Cat III 333-337; CEC 2402-2436).
33. Amor a la verdad. Dar testimonio de la verdad. El respeto de la verdad. (Cat III 338-
339; CEC 2471-2492).

Área cuarta: La fe hecha oración

34. La oración del Señor: «Padre nuestro». Jesús ora y enseña a orar. La oración del
«Padre nuestro». (Cat III 275-278; CEC 2599-2619; 2759-2772).
35. La oración de la Iglesia. La oración cristiana. La Iglesia en oración. La vida de
oración. (Cat III 273-274; 279-282; CEC 2559-2565; 2626-2643; 2700-2719).

Área quinta: Catequética

36. La Revelación y su transmisión mediante la evangelización. La Revelación. La


Evangelización. El ministerio de la Palabra. (DGC 36-52; CC 1-21; 106-139. Nota
sobre algunos aspectos de la catequesis hoy...)35.
37. La catequesis en el proceso de la evangelización. Primer anuncio. La catequesis al
servicio de la iniciación cristiana. La catequesis al servicio de la educación
permanente de la fe. (DGC 60-72; CT 18-25; CC 22-76).
38. Naturaleza, finalidad y tareas de la catequesis. (DGC 7787; CT 10-17; CC 77-105.
Nota sobre algunos aspectos de la catequesis hoy...)36.
39. El catecumenado bautismal: (DGC 88-91; Ritual de la Iniciación cristiana de Adultos,
Observaciones previas, 1-67).
40. Comunicación y lenguaje de la catequesis. (CC 140-151; Nota sobre algunos
aspectos de la catequesis hoy...)37.
41. Criterios y normas para la presentación del mensaje evangélico. La Palabra de Dios
fuente de la catequesis. Criterios para la presentación del mensaje. (DGC 94-97; CC
107-139).
42. La fe de la Iglesia. El Mensaje evangélico y el «Catecismo de la Iglesia Católica».
Los catecismos en las Iglesias locales. El catecismo en la catequesis. (DGC 119-
136; CT 26-34. CC 153-204).
43. El ministerio de la catequesis en la Iglesia particular. Responsables de la catequesis
en la Iglesia local. La pastoral de catequistas. Lugares y vías de la catequesis. (DGC
217-232; 253-264; 279-284; CT 62-71; CC 253-314).

Área sexta: Pedagógica

44. La pedagogía de Dios, fuente y modelo de la pedagogía de la fe. Pedagogía de


Cristo. Pedagogía de la Iglesia. Pedagogía divina, acción del Espíritu Santo. (DGC
137-147; CT 5-9; CC 205-220).
45. El acto catequético y su programación según los destinatarios. (DGC 167-214; CT
35-45; 51-55; CC 221-252).
46. Los destinatarios de la catequesis. Según edades. Según ámbitos. Según
situaciones. (DGC 163-214; CC 236-252; CT 35-45).
47. El método en la catequesis. Elementos metodológicos. La experiencia humana. La
participación y actividad de los catequizandos. El grupo de catequesis. Los
instrumentos catequéticos. (DGC 148-162; CC 222-227; CT 46-50).

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5. Otras dimensiones de formación

Además de los contenidos básicos señalados es igualmente necesario atender otras


dimensiones que afectan al desarrollo integral de los catequistas. A ellas hay que dar el
tiempo y la relevancia suficientes de modo que estén integrados plenamente en el proyecto
formativo. En tal sentido es conveniente advertir el riesgo, por otra parte frecuente, de dar a
estas dimensiones un sentido solo complementario. Indicamos las más significativas:

5.1. Celebraciones litúrgicas

La celebración litúrgica debe estar presente a lo largo de todo el proceso formativo.


Celebraciones siguiendo el año litúrgico, especialmente en los tiempos fuertes del mismo.
Celebración de los sacramentos, de manera particular de la Eucaristía y de la Penitencia.
Asimismo celebraciones litúrgicas teniendo como punto de referencia los sacramentos del
Bautismo y la Confirmación. Celebraciones de la Palabra. Con ocasión de algún
acontecimiento de la comunidad o de los catequistas.

5.2. Momentos y encuentros de oración y de profundización en la vida cristiana

En la programación de actividades es necesario dedicar un tiempo a la oración


personal, comunitaria y litúrgica; retiros, ejercicios espirituales, convivencias y otros.

5.3. Iniciación en el compromiso cristiano

La asunción de responsabilidades y compromisos de la fe debe ser otro aspecto a


integrar en la formación. A este fin pueden realizarse actividades de carácter social (a nivel
personal y grupal), al servicio de la comunidad cristiana, de carácter misionero, etc., y otros
actos de servicio social.

5.4. Análisis de situaciones concretas

En el transcurso del período formativo irán apareciendo temas, problemas, situaciones,


documentos, etc. que afectan directamente a la vida de la Iglesia. Siempre que sea posible,
éstos deben ser objeto de análisis y de estudio por medio de actividades como debates,
mesas redondas, lectura de documentos.

5.5. Prácticas catequéticas

La Escuela ha de procurar que los alumnos estén cercanos a la práctica de la


catequesis, aunque de hecho la mayoría son catequistas. Para desarrollar adecuadamente
esta dimensión práctica es conveniente incluir en los planes de formación el análisis y la
revisión de las propias experiencias de catequesis, el conocimiento de otras experiencias
catequéticas, la valoración de los materiales catequéticos, de proyectos y experiencias, la
aplicación de los conocimientos que se van adquiriendo.

5.6. Celebración de la misión y del envío

La celebración del envío por parte del obispo es otra de las actividades que deben
prepararse y programarse adecuadamente.

B) Escuela para responsables

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1. Naturaleza

Esta Escuela tiene por objeto la formación de aquellos catequistas que asumirán las
responsabilidades de dirección y coordinación de la catequesis en las comunidades
eclesiales y la programación de las mismas, y asimismo la formación de los catequistas. Se
trata pues de una formación especializada de grado medio.

El Directorio General para la Catequesis reconoce y justifica la necesidad y finalidad de


estos centros de formación: «A fin de favorecer la preparación de los responsables de la
catequesis en parroquias o zonas, así como para aquellos catequistas que se van a dedicar
más estable y plenamente a la catequesis, es conveniente a nivel diocesano o
interdiocesano promover escuelas para responsables»38.

Ya en la instrucción El catequista y su formación se contempla su necesidad tanto a


nivel diocesano como interdiocesano39. De hecho en la Iglesia española existen Escuelas de
formación teológica y pastoral que vienen prestando este servicio. Asimismo los Institutos
Superiores de Ciencias Religiosas atienden a una formación teológica y pastoral de rango
universitario, conforme lo indicado en el Código de Derecho Canónico.

Esta modalidad formativa tendrá una duración en torno a dos años y un número
aproximado de 360 horas de dedicación. Además, en algunas diócesis podrá desarrollarse
conjuntamente con los responsables de otras acciones pastorales en aquellos temas que
son comunes, tal como se contempla en El Directorio General para la Catequesis: «Puede
ser también oportuno, por economía de medios y posibilidades, que la orientación de estas
escuelas esté dirigida, más ampliamente, a los responsables de las diversas acciones
pastorales, convirtiéndose en Centros de formación de agentes de pastoral. Sobre una base
formativa común (doctrinal y antropológica), las especializaciones vendrán pedidas por las
diferentes acciones pastorales o apostólicas que se van a encomendar a tales agentes»40.

2. Destinatarios

Básicamente los principales destinatarios de estos centros son los que de hecho tienen
una cierta responsabilidad en la organización y coordinación de la catequesis, y en la
formación de los catequistas, o desean prepararse para estas tareas. Entre otros,
señalamos los siguientes:

— Párrocos y sacerdotes colaboradores con los servicios diocesanos de catequesis.


— Delegados diocesanos de catequesis.
— Miembros de los equipos de las delegaciones diocesanas y responsables de
catequesis de zonas pastorales y de arciprestazgos.
— Directores y profesores de Escuelas para catequistas y de grupos de formación de
base.
— Responsables de asociaciones y movimientos laicales.
— Catequistas que habiendo participado en la Escuela para catequistas van a asumir
mayores responsabilidades en la catequesis.

3. Objetivos41

La Escuela para responsables se propone:

3.1. Proseguir el proyecto de renovación catequética y atender a las exigencias


catequéticas que hoy demanda la nueva evangelización.

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3.2. Transmitir y profundizar en las enseñanzas del Magisterio sobre la evangelización y
la catequesis, particularmente las del Catecismo de la Iglesia Católica y del Directorio
General para la Catequesis.
3.3. Promover actividades de formación catequética para los responsables diocesanos de
catequesis y sus colaboradores en relación con las actuales necesidades eclesiales
y catequéticas.
3.4. Establecer una línea de formación en la que se articule orgánicamente la atención a
la identidad cristiana y eclesial del catequista y su espiritualidad, y la capacitación
teológica y catequética del mismo.

4. Contenidos básicos

Los contenidos teológicos y catequéticos básicos que han de integrar el desarrollo de


las distintas áreas formativas y asignaturas se articulan en torno a los núcleos temáticos
formulados en el presente documento.

Los textos básicos de referencia para la exposición de los contenidos a desarrollar en el


programa deben ser el Catecismo de la Iglesia Católica y el Directorio General para la
Catequesis. Es fundamental que en este nivel de formación estos dos documentos sean
bien conocidos y asimilados. Además han de tener en cuenta otros documentos del
magisterio pontificio y episcopal para ampliar y profundizar los contenidos.

a) Mensaje cristiano. La fe de la Iglesia. La profesión de la fe. La celebración de la fe. La


vida en Cristo. La oración en la vida cristiana.
b) Mensaje cristiano. Su presentación catequética. Normas y criterios fundamentales de
la presentación del Mensaje cristiano. Los contenidos de la catequesis. Desarrollo de
los núcleos fundamentales.
c) Antropología. El hombre y la sociedad. Antropología teológica. Realidad socio-cultural
de la situación humana y de fe de los bautizados.
d) La misión evangelizadora de la Iglesia. Fundamentos teológicos, finalidad y tareas de
la evangelización. La acción evangelizadora. Significado y exigencias de la nueva
evangelización. Inculturación de la fe y evangelización de la cultura.
e) Catequética fundamental. Situación e historia de la catequesis. Raíces y fundamentos
teológicos de la catequesis. Naturaleza, finalidad y tareas de la catequesis. La
transmisión de la fe hoy. Principios y leyes de la catequesis. La catequesis al servicio
de la iniciación cristiana. El catecumenado bautismal. Catequesis y educación de la fe.
El lenguaje de la fe. El depósito de la fe y el Catecismo de la Iglesia Católica. La
función del catecismo en la catequesis: valor y necesidad.
f) Pedagogía Catequética General. Situación e historia de la Pedagogía. La pedagogía
de Dios. Fundamentos teológicos y antropológicos de la pedagogía catequética.
Pedagogía de la fe y pedagogías. Metodología y didáctica. Materiales e instrumentos
catequéticos.
g) Pedagogía diferencial. Metodología y didáctica de la catequesis atendiendo a
destinatarios (edades y sectores), ámbitos (familia; parroquia; escuela; movimientos y
asociaciones), situaciones.
h) El ministerio de la catequesis. Iglesia particular y catequesis. Responsables de la
catequesis en la Iglesia particular. Identidad y formación de los catequistas. Lugares y
vías de la catequesis. Organización y coordinación de la catequesis.
i) Elaboración de planes, programas de acción y materiales de trabajo.
j) Prácticas de catequesis.

5. Otras dimensiones de formación42

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Además de los núcleos y contenidos básicos señalados es igualmente necesario
atender otras dimensiones que afectan al desarrollo integral de los catequistas. Indicamos
en este sentido las actividades más significativas: Celebraciones litúrgicas; Momentos y
encuentros de oración y de profundización en la vida cristiana; Asunción de compromisos;
Análisis de situaciones concretas.

6. Procedimientos organizativos

La puesta en marcha y realización de las actividades formativas propias de esta Escuela


para responsables puede llevarse a cabo bajo procedimientos distintos:

6.1. Procedimiento A

La programación de las actividades formativas se ajustaría al régimen de clases


presenciales simultaneadas con otras actividades que atienden a la formación eclesial y
espiritual de los catequistas, y al entrenamiento para la práctica de la catequesis. Habrían de
ser establecidas las exigencias académicas concretas.

6.2. Procedimiento B

La programación de las acciones formativas se ajustaría a un plan mixto de actividades


presenciales y a distancia. Sugerimos al respecto el siguiente plan de trabajo:

a) Encuentro inicial del curso (3 ó 4 días). Presentación del curso. Sus exigencias, plan
de tutoría y de trabajo. Presentación y exposición de los temas del programa
correspondiente al trimestre. Coloquios y debates con el profesor. Entrega de
bibliografía y documentación para el trabajo personal o de grupo. Organización del
trabajo personal o de grupo con el tutor. Oración y celebración de la Eucaristía.
b) Etapa de trabajo personal (un trimestre). Estudio personal de los temas y trabajos
asignados para el trimestre. Relación con el tutor correspondiente. Elaboración de los
trabajos personales y entrega de los mismos.
c) Encuentro al comenzar cada trimestre (3 ó 4 días) (con un desarrollo semejante al
encuentro inicial).
d) Encuentro final de cada curso escolar (3 ó 4 días). Resumen y síntesis de los trabajos
del curso. Evaluación del curso. Pautas y perspectivas de futuro. Oración y
celebración de la Eucaristía.

CONCLUSIÓN

Con la publicación de este «Proyecto-marco de formación de catequistas», deseamos


cumplimentar lo que nos propusimos en el Plan de Acción Pastoral para el Cuatrienio 1997-
2000 (objetivo 4.°)43. En este Proyecto-marco se recogen e integran las aportaciones que
para la formación de catequistas se hacen en El Catequista y su formación, en el Catecismo
de la Iglesia Católica y en el Directorio General para la Catequesis.

Con la mirada puesta en el tercer milenio y conscientes de que «la nueva


evangelización necesita testigos, personas que hayan experimentado la transformación real
de su vida en contacto con Jesucristo y sean capaces de transmitir esa experiencia a
otros»44, tenemos la convicción de que este instrumento de trabajo será una buena ayuda a
las diócesis en su irrenunciable tarea de formar bien a los sacerdotes, religiosos y laicos en
el ministerio de la catequesis.

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Abril, 1998

NOTAS
1
CONGREGACIÓN PARA EL CLERO, Directorio general para la catequesis [DGC] 233-234.
2
CONC. VAT. II, Decr. Christus Dominus [CD] 14.
3
Codex Iuris Canonici [CIC] 780.
4
Recordemos entre los principales: los cursos intensivos de verano, orientados principalmente a la
formación de responsables, los cursos de Formación Permanente organizados por el CENIEC, los
cursos de carácter especial, etc. Hacemos mención especial de la celebración del Congreso de
Catequistas del año 1986, así como el impulso permanente dado a la formación de catequistas en
los Planes de acción de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis y en las Jornadas
Nacionales de Delegados diocesanos de catequesis.
5
Cf. JUAN PABLO II, Discurso a la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Evangelización de
los Pueblos, 30-4-1992.
6
JUAN PABLO II, Exh. ap. postsinodal Christifideles laici [ChL] 36.
7
Cf. CEE, Plan de pastoral para el trienio 1994-1997. «Para que el mundo crea», p. 22.
8
Cf. CEE, Plan de pastoral para el cuatrienio 1997-2000. «Proclamar el año de gracia del Señor»,
p. 69.
9
SUBCOMISIÓN EPISCOPAL DE CATEQUESIS, Plan de acción. Trienio 1993-1996, p. 43; cf. Plan de
acción 1997-2000, p. 27-35. El Directorio General para la Catequesis dedica amplias reflexiones
referidas al tema de la formación de los catequistas (234-251).
10
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, El catequista y su formación (CF), 88-144; DGC
234-251.
11
DGC 235; cf. CF 105; DGC 237.
12
Cf. CF 127-135.
13
Cf. CF 127.
14
Cf. CF 128.
15
Cf. CF 129.
16
Cf. CF 130.
17
Cf. CF 132.
18
Cf. CF 131.
19
Cf. CF 133.
20
Cf. CF 134.
21
Cf. CF 135.
22
Cf. CF 120-125.
23
Cf. DGC 139-147.
24
DGC 141.
25
Cf. DGC 85.
26
Cf. DGC 148-162.
27
Cf. DGC 249.
28
Cf. DGC 250.
29
CF 140.
30
DGC 249.
31
CF 140.
32
Ibid.
33
Ver los objetivos señalados en el capítulo 1, n. 2.
34
Sin excluir los dos catecismos iniciales Padre nuestro y Jesús es el Señor y teniendo en cuenta el
proceso de renovación de los catecismos emprendido por la Conferencia Episcopal Española.
35
COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA DOCTRINA DE LA FE - SUBCOMISIÓN EPISCOPAL DE CATEQUESIS, «Nota
sobre algunos aspectos de la Catequesis hoy, relacionados con el tema de la verdad de la
revelación cristiana y su transmisión»: Actualidad Catequética 156 (1992) 497-511.

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36
Ibid.
37
Ibid.
38
DGC 250.
39
CF 142.
40
DGC 250.
41
Véanse los objetivos formulados en el capítulo 1, n. 2.
42
Véase el desarrollo de estas dimensiones en capítulo 1, n. 5.
43
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS, Plan de acción para el cuatrienio 1997-2000, p.
39.
44
JUAN PABLO II, Discurso a los Obispos españoles en Madrid, 15-6-1993.

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