Ternavasio Cap 4
Ternavasio Cap 4
Historia de la Argentina
1806-1852
I Istoria de
Este Iibro relata la vertiginosa historia abierta por la Revoluci6n de
Mayo de 181 G hasta la caida de Juan Manuel de Rosas en 1852.
Recorre asl los conflictos, las ideas y las decisiones de los hombres
la Argentina
-desde los primeros patnotas, pasando por los generales de la guerra
de la independencia, hasta los caudillos como Quiroga, L6pez 0
Urquiza- que en aquel temprano siglo XIX enfrentaron la construcci6n
de un nuevo orden.
, I)<lslea de hlstorta
Antes de 1810, los territorios pertenecientes a la actual Republica
Argentina -lunto a los que constituyen hoy las republicas de Uruguay,
Paraguay y Bolivia- formaban parte del Virreinato del Rio de la Plata y
sus habitantes eran subdltos del monarca espafiol. Con ta revoluclon
esa unidad virreinal comenz6 a fragmentarse y se abrieron de pronto
multiples alternativas para la organizaci6n polftica.
vasiones Inglesas, pasaron a ser el nucleo de un nuevo ejercito desu- Despues de 18ll. las ofensivas de las tropas revolucionarias no logra-
nado a salir de las fronteras de su ciudad para lanzarse a conquistar un ron avanzar en el Alto Peru. pese a obtener algunas victorias como la
territorio en nombre de la libertad. E1 nuevo gobierno intento paula- celebrada batalla de Tucuman en 1812. La superioridad militar de los
tinamente convertir las milicias voluntarias en trOpas regulares, mas or- realistas. al mando luego del general espafiol Joaquin de Pezue1a, se
ganizadas, mejor entrenadas y equipadas, y reclutadas en todos los te- puso en evidencia en la derrota sufrida por los patriotas en 1815. en
rritorios bajo su tutela. en especial en los escenarios belicos. Sin Sipe-Sipe, que termino con el renro definitivo de la zona altoperuana
embargo, los resultados fueron mas Jentos y modestos de 10 esperado. y con la delegacion de la defensa de la frontera norte en las fuerzas sal-
La tarea dernando demasiados recursos materiales y una fuerte irnpo- tefias a cargo de Martin de Giiemes. Una defensa que no impidi6 que
sicion de disciplina sobre las poblaciones afectadas. Por diversas vias se Salta y Jujuy fueran invadidas en diversas oportunidades por los ejerci-
inten to suplir la necesidadde armamento, casi inexistente en el Rio de tos realistas procedentes del Alto Peru. La unica presencia insurgente
la Plata. Si bien parte de la logistica se adquirio en Gran Bretafia -aun- en el escenario altoperuano fueron las partidas gnerrilleras reclutadas
que sin la intervencion del gobierno Ingles, debido a su alianza con Es- entre las masas indigenas, y dirigidas, en general, pOl' mestizos 0 crio-
pana- yen los Estados Uoidos, a nivellocal tarnbien se fabricaron pic- 110s.Estas guerrillas. aunque mas reducidas luego de 1816. permanecie-
zas menores, polvora y municiones. Las dificultades de la empresa y el ron en eJ terreno hasta la Uegada del ejercito 1ibertador, procedente de
crecienie agotamiento de las poblaciones, sobre las que recaian las exi- la campaiia ernprendida pOl'Simon Bolivar en el Norte.
gencias del esfuerzo belico, no impidieron que la tarea de los ejercitos
siguiera su curso.
Desde el principio, los frentes de batalla se concentraron en dos
grandes areas: el Norte y el Este. EI ejercito del Norte, encargado de ga- Sim6n Bolfvar libertador
nar para el nuevo orden la rica region del Alto Peru, sufrio diversas Las campaiias libertadoras de Sim6n Bolivar comenzaron en el norte de
marchas y contramarchas entre 1810 y 1815. Puesto que esa zona se ha- Amenca del Sur y tuvieron su epicentro en Venezuela y Nueva Granada.
bia visto conmovida pOl' las represiones a los movimientos juntistas de Nacido en Caracas. en una rica familia venezolana -que Ie permiti6
1809, la llegada del ejercito del Norte, en 1810, encontro algunas ciuda- aeceder a una educaci6n privilegiada-. Bolivar particip6 activamente en
des pronunciadas a favor de la revolucion. Pero la politica filoindige- los sucesos que lIevaron a la declaraci6n de la independencia de
nista llevada a cabo por Castelli, de1egado de la PrimeraJuota en dicho Venezuela en 1811 . Junto a Francisco de Miranda, I(der de la
ejercito, desperto la alarma entre los sectores mas altos de esa sociedad. emancipaci6n venezolana. inia6 inmediatamente su carrera militar. Sin
A esta creciente reticencia se sumaron errores de estrategia militar, tro- embargo. las primeras cemoenas emancipadoras no pudieron evitar que
pas mal entrenadas e insuficientemente equipadas, y sometidas a las di- se reinstaurara eI dominio realista en esa regi6n, al promediar eJ ario
ficultades de un terreno desconoddo y hostil. Luego de una primera 1812. Trasladado a Cartagena. Bolivar comenz6 a prestar servicios en las
victoria en Suipacha, el frente del Norte su:frio la derrota de Huaqui en tropas que desde Nueva Granada enfrentaban el poder
1811. Las fuerzas contrarrevolucionarias estuvieron alimentadas por los contrarrevolucionario, dispuesto siempre a reconquistar Venezuela. A tal
ejercitos del Virreinato del Peru, principal bastion realista en America efecto, en 181311ev6 a cabo una exitosa camoaria que Ie dej6 el camino
del Sur. De hecho, el virrey del Peru, Abascal, tomo la decision de rein- expedito a Caracas. Pero esa triunfal entrada en su ciudad natal no
corporar a su jurisdiccion la amplia zona del Alto Peru, que le habia estaba destinada al axito: en 1814 se retir6, primero hacia Nueva
sido desgajada con la creacion del Virreinato del Rio de la Plata, y en- Granada, y luego a Jamaica. A mediados de 1816 desembarc6 en la Isla
viar alii al experimentado comandante realista.jose de Coyeneche, en- Margarita, donde prepar6 la cempana destinada a liberar gran parte del
cargado de restaurar el orden, como habia hecho ya en ]809. Abascal continente. Luego de 1818. eI ejarcito patriota pudo consolidarse a partir
se ocupo de reforzar las tropas regulares y las milicias para ellrl cntar los de la organizaci6n de acciones conlontas entre Bolivar, desde Venezuela.
diversos focos rebeldes que surgian en America del Sill. elf' heche, ('ll y Francisco de Paula Santander, desde Nueva Granada, Entre sus
1815. sus fuerzas sumaban alrededor de seterua mil hrunl» • hazai\as militares mas destacadas figura el paso de los Andes y los
, 00 Historia de la Argentina. 1806·1852 De Ia guerra eMl a la guerra de independencla 101
lrfunfos que Ie sucedieron en la carnoana libertadora de Nueva Granada. las conquistas de Chile y Montevideo
La batalla decisiva fue la de Boyaca. el7 de agosto de 1819. que Ie Las dificultades que exhibia el frente aJtoperuano habian sido rapida-
pennitio entrar triunfante en Bogota. A partir de esa fecha. el dominio mente advertidas por Jose de San Martin, luego de su desembarco en
realista en el Norte sa vio debilitado por completo . .lIT Buenos Aires en 1812. Militar de carrera formado en Espana, tenia el
fume proposito de organizar un ejercito en regla=-entrenado, capaci-
tado y equipado- capaz de emprender una campafia libertadora a escala
americana. Para ello, consider6 imprescindible modificar la estrategia
BoUvery la patria encadenada inicial, que consistia en dirigir la ofen siva por el dificil terreno del Alto
Ademas de sus campaflas militares, Simon Bolivar sa destac6 como un Peru. Su propuesta era aunar los esfuerzos materiales y belicos rioplaten-
gran legislador. De heeho, a su factura sa deben, en gran medida, ses y chilenos -cuya revoluci6n parecia rnorir frente al avance de las
diversas constituciones de las regiones que Iiber6 con sus ejercitos. En fuerzas realistas peruanas triunfantes en Rancagua en 1814- en pos de la
lodas elias sa pone de manifiesto su vocaci6n centralista y su COI1\IIccion organizati6n de un ~ercito que, cruzando los Andes, Iiberara Chile pri-
de que s610 con poderes ejecutivos fuertes los nuevos paises, nacidos mero, y luego Lima por mar. A esta tarea se aboc6 de inmediato.
de las guerras de independencia, podrian alcanzar un nivel aceptable de
gobemabilidad.
patriolaS chilenos -entre ellos, Jose Miguel Carrera y Bernardo de elevar a sus respectivos llbertadores en actores principales de la
O'Higgins-, con quienes San Martin trabajo para su empresa. aunque emancipaci6n. Sa trato de una operaci6n ideol6gica que no cohtemplaba
a poco andar las re1aciones con el primero se vieron desgastadas, mien- ni el espiritu americanista que impregn6 dicha gesta nl las correlaciones
trag se consolidaba el vinculo con el segundo. de fuerza existentes en la coyuntura. Lo cierto es que ass encuentro. en
Pueyrredon, enronces director supremo. se romprometio a dotar ala eJque se decidie el retiro de San Martin de peru y la continuaci6n de la
campafia de los recursos necesarios. Con un ejercito de casi tres mil campaiia tibertadora a cargo de Bolivar (quien. de hecho, junto con
hombres se inicio el cruce de los Andes y se libro batalla en suelo chi- Antonio Jose de Sucre, termin6 de veneer el ultimo baluarte de los
leno. Al primer triunfo de las fuerzas patriotas en Ohacabuco, en fe- ejercltos realistas a fines de 1824). se rodeo de un halo de misterio que
brero de 1817. Ie sucedio la ocupacion de Santiago y del puerto de Val- dio lugar a las mas enconadas discusiones. De la entrevista s610 quedan
paraiso. y la declaracion de la independencia de Chile, en febrero de testimonies indlrectos, como el de Tomas Guido, militar y amigo personal
1818. Esta quedo asegurada luego de otra victoria en Maipu, un mes de San Martin que sa reuni6 con at luego de terminada la entrevista de
despues de la derrota sufrida por San Martin en Cancha Rayada en 1822. Sobre ella, dice 10SlQuiente:
marzo de 1818, aunque no fue posible evacuar en forma definitiva a "De regreso de su celebre entrevista con el general Bolrvar, en ta ciudad
los ejercitos realistas, que permanecieron como un enclave de guerri- de Guayaquil. el general San Martin me comunic6 confidencialmente su
Ila en el sur de Chile basta 1820. Desde Cbile, eruonces. San Martin )' Intenci6n de retlrarse del Peru, oonslderando asegurada su
O'Higgins organizaron la expedicion a1 Peru, que partie en agosto de independencia por los triunfos del ejercito unido y por la entusiasta
1820 con una flota en la que se desr.acaba el gran despliegue de recur- decisi6n de los peruanos; pero me reserve la epoca de su partida, que
sos financiado, en su mayor parte. por los chilenos, y que culmino con yo ereia tooavia lejana. [... J
la declaracion de la iudependencia peruana en 1821. De repente, dan do a su conversaci6n un giro inesperado. exclam6 con
acento festivo: 'Hoy es, mi amigo, un dla de verdadera fellcidad para mi;
me tango per un mortal dichoso; esta colmado todo mi anhelo; me he
desembarazado de una carga que ya no podia sobrelievar, y dejo
La entTevista de Guayaquil instalada Ia representacion de los pueblos que hemos libertado. Bios se
826 de julio de 1822. en la cudao de Guayaquil, se produjo la encarqaran de su propio destino, exoneranoorne de una responsabilidad
misteriosa y tan discutida entrevista entre San Martin y Bolivar. 8 primero que me consume'. [... ]
se hallaba en Peru luego de declarar su independencia y de haber sdo Nos hallabamos solos. Se esmeraba el general en probarme con sus
nornoraoo Protector en 1821. y el segundo venia lriunfante de su agudas ocurreneias el intimo contento de que estaba posefdo, cuando
cemcena libertadora en el Norte y de haber stdo nombrado presidente de de improviso preguntome: 'l,Que manda usted para su senora en Chile?'.
la Republica de Colombia en el Congreso reunido en Cucuta en 1821. A Y aiiadi6: '8 pasajero que ooncucea encomiendas 0 cartas las cuidara y
esta nueva republica se la conoce como Ia Gran Colombia. porque inclufa entregara personalmente'. '<-Que pasajero as ese -le dije- y cuando
las anteriores entidades coloniales de Nueva Granada, la capitarua parte?'. '8 conductor soy yo -me contest6-. Ya estan !istos mis caballos
general de venezuela, Quito y, luego de la entrevista con San Martin en para pasar a AnOOn y esta misma neche zarpare del puerto'.
1822, la provincia de Guayaquil. En esa entrevista debian coordinarse los B estaJlido repentino de un trueno no me hubiera causado tanto efecto
futures curses de acci6n para liberar definitivamente al peru, que aon como ass subito anuncio. [... ] Conforme sa acercaba la hora de la partida,
debra enfrentar tropas reallstas que resistian desde las sierras, pese a eI general, sereno aI principlo de nuestra conversaci6n, parecfa ahora afectado
que Uma habia sido liberada. Las controversias historiograficas sobre 10 de. tristes emociones, hasta que avisado per su asistente de estar prontos
que ocurri6 en ese encuentro fueron prOOucto, por un Iado, de la a Ia puerta su cabaIJo ensiIJado Y su pequefIa escoIta. me abraz6 estrechamente
ausencia de una docurnentacion confiable y, en segundo lugar, de las impicflEmdome Ie acompaiiase, y parti6 al trots al puerto de Ancon".
caracteristicas que fueron asumiendo las "historias nacionales" desde
fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. empenadas en cads cnso en Tom"s Guido, Epfstofas y discursos, Buenos Aires, Estrada, 1944 . .I'
104 Historla de la Argentina, 1806-1852
De ta guerra civil a la guerra de independencia 105
Mientras se desarrollaba la guerra en el None. el frenre del Este tam- poblacion rural oriental hacia Entre Rios, pues buscaba evitar el domi-
bien preseruaba dificultades. La derrota de la expedicion de Belgrano nio espafiol. Las relaciones entre Artigas y el gobierno de Buenos Aires
a Paraguay a comienzos de 1811 nrvo como consecuencia que toda esa comenzaban a resen fuse.
gobernacion intendencia iniciara su propio camino, autonomo tanto
respecto de Buenos Aires como de la metropoli. Buenos Aires no volve-
ria a insistir sobre esa region, entre otras razones porque no constituia
una amenaza para el nuevo orden. Era La Banda Oriental La que mas
preocupaba al gobierno, puesto que alli estaba asentada la guarnicion
naval espanola. La disidencia declarada par el Cabildo de Montevideo
respecto de la junta de Buenos Aires no resulta sorprendente si se tie-
nen en cuenca los hechos ocurridos en 1808. Sin embargo, las fuerzas
revolucionarias de Buenos Aires encontraron un rapido apoyo cn las
zonas rurales de la otra banda del rio.
Dos retratos
Desde las primeras biograflas escritas sobre San Martin y Bolivar, eI
contraste entre ambos libertadores constituy6 un clasico de la literatura
En las paginas escritas por eI chilena Benjamin Vicuna Mackena (1831-
1886) puede leerse eI siguiente retrato de ambos personajes: "San Martin
gana todas sus batallas en su almahada. Es un gran combinador y un
gran ejacutor de planes. Bolivar es el hombre de las supremas
instantaneas aspiraciones, del denuedo sublime en los campos de Ia
gloria. San Martin liberta por esto la mitad de ta Arnenca casi sin batallas ~ .l.A. CAl'lT.-\L DE L~'" PRE$BNTO A a
(no se conocen sino dos: Maipu y Chacabuco); Bolivar da a los ,4_J...,..,v I'k C"?m'i.:" 1/ ,.II. M I'U cit",.;;
('/~/'''J /" III"h~
,.(./(6" ,,J --;kJJ1?,~"''' hull,,, r" h IJt 'ir~d'u'¥·.1
espanoles casi un combate diario v: vencido 0 vencedor vuelve a batirse
(l,~ (%~n?'t)
,k a"l/~~vilft'L'IIrAJI
, .:
cien y clen veces. En una palabra, San Martin es la estrateqia: Bolivar la
guerra a muerte".
Cuadro que la capital de Uma present6 a S.E. elliberlador de Colombia y
Benjamin Vicuna Mackena, Vida de San Martin, Buenos Aires. Nueva del Peru Sim6n Bolivar 18nocne del dia 6 de febrero de 1825 en honor
Mayorfa, 2000.'" de los vencedores de Junfn y Ayacucho. Pablo Roxas y Marcelo Cabello,
1825. grabado. Museo de Arte de Uma, Peru. Reproducido en Ramon
El movimiento liderado por Artigas inicio el sitio a la ciudad de Monte- Gutierrez. y Rodrigo Gutierrez Vlnuales. Espana y America: Imagenes para
video para impedir que las tropas espafiolas recibieran provisiones de la una historia, Madrid, Fundaci6n MAPFRE, 2006.
campana. Pero la situacion en eJ Este se torno mas dificil aun con la In-
tervencion de los portugueses. En 1811, el avance de sus fuerzas sobre Finalmente, en 1814, una fuerza expedicionaria al mando de Carlos de
la Banda Oriental, a solicitud de los espaiioles alii asenrados, condujo Alvear conquisto Montevideo, mieruras estallaba en conflicto abierto
a 1a firma de un armisticio entre Buenos Aires} ~fOIlI(.:\"idc·'), bajo ~.I· I~ icnsa relacion entre Artigas y el poder central con sede en Buenos
ranua portuguesa, Esto dio lugar al conocido exod., ric' gl.HI p.III,' fit' 1.1 J\ilt's. Si bien la Banda Oriental quedo en manos de Artigas, quien en
'06 Histona de la Argentina, 1806-1852 De la guerra civil a la guerra de Ihde"end.encla , 07
1815 derrote a lQSportefios .instalados en Montevideo y alcanzo el ce- implico 1a ruptura del monopolio y la apertura a tQdQSlQSmercados
nit de su poder al extender su influencia en las provincias del Iitoral extranjeros. Aunque la supresion de las restricciones a dichos merca-
rioplatense, su triunfo se revelaria efimero. En 1816, 1QSportugueses dQS fue gradual, ya que recien en 1813 se elimmo Ia, clausula que
volvieron a invadir la Banda Oriental. siguiendo su tradicional estrate- otorgaba a los comerciantes locales eJ monopolio del comercio in-
gia de expansion sobre esas tierras. EI apQyo del gobierno de Pueyrre- terno. vedado basta ese memento para los extranjeros, 10 cierto es
don a San Martin para su campafia a Chile conrrasta con la indiferen- que, desde el momento mismo de la revolucion, Inglaterra se con so-
cia exhibida fren te al avance porrugues al otto. lado del Rio. de la Plata. lido como la nueva metropoli comercial, Esta apertura trajo apare-
De hecho, la invasion portuguesa PUSQfin al sistema de Artigas en la jada una gran ampliacion de las importaciones y convirtio a las rentas
Banda Oriental, aunque este continuo Iiderando la disidencia de todo de aduana del puerto de ulrramar en el principal recurso fiscal. AI no
el litoral y jaqueando al gobierno ejercido por el Director Supremo. y contar ya con los aportes del Alto Peru, vital proveedor del fisc.o c010-
el Congreso. nial, los derechos de importacion y exportacion, en especial.los prime-
rQS,eran, casi los (miCQSque podian solventar los gastos del gQbierno.
No. obstante, estos impuestos al comercio resultaron.insuficientes para
La guerra y las transfonnaciones soclales sostener la guerra.
En ese contexte, el gQbierno debio apelar al cobro de contribucio-
Los costos de la empresa belica nes, voluntarias primero y forzosas despues, ya prestamos a particula-
Al enorme costo de la guerra en vidas hnmanas, se sumo el costo eco- res. tanto en Buenos Aires como en las diversas regiones afectadas PQr
nomico. La destruccion de bienes y medics de produccion y el rapido la empresa belica, A lQSsectores economicos mas poderosos -en par-
deterioro de los circuitos productivos y mercantiles a traves de lQScua- ticular a los peninsulares- se les impusieron lQSrnayores sacrificios.
les habia fnncionado la economia colonial desde mucho antes de la Pero no. solo los grnpos vinculados al comercio en gran escala debie-
creacion del Virreinato se pnsieron en evidencia con rapidez, La per- ron aportar el escaso metalico circulante; los sectores rurales en sus
dida del Alto Peru. pieza esencial de esos circuitos, desestructuro el or- diferentes estratos estuvieron tambien campelidos a auxiliar CQn ani-
den economico vigente, en sus aspectos productive, comercial y fiscal males, granos 0 telas.
En e1primer plano, 1a guerra requirio tanto. dinero. CQmQQtrQSrecur- Dado que el escenario belico Impedia.recomponer los circnitos pro-
sos (soldados, ganados, cabalgaduras yvituallas) , 10que obligo a1 nuevo. ductivos para compensar los efecros de la perdida del metal altope-
orden politico a buscarlos en Buenos Aires y en lQSlugares donde lQS ruano, el deficit de la balanza comercial fue permanente: El equili-
ejercitos se asentaron. Los pobladores movilizados PQr las tropas debie- brio. de Ia economia colonial, donde el Ilujo de metalico, y en mucha
ron abandonar sus familias y actividades productivas para participar de menor medida de cueros, cubria las irnportaciones (reducidas, por
una empresa rnilitar PQr tiempQ indefinidQ. E1peso. del CQstQmaterial cieno, dada la escasa demanda IQcal), diQpaso a una economia desequi-
se 000 sentir de manera disrlnta en cada region. E1aporte de las pr<r librada debido at gran aumento de las importaciones prQducto de la
vincias norteiiasy andinas, espedalmente en ganado.. fue fundamental. libenad de comercio. y a la impQsibilidad de reemplazar Ja exporta-
Pero en ellitQral, dQnde la guerra involucr~ Iegiones que reclamaban cion de metal por una mayor producc.ion derivada de la actividad ga-
su autonomia respecto del PQder central, 1a expoliac.ion econorilica fue nadem. Si se tiene en cuenta que, antes de 1810, las expo1"taciones pe-
damorosa: la PQlitica del saqueo fue rnoneda cQrnente y la liquidacion cuarias s61Qc.ubrian alrededQr del 20% del total de las virreinales, es
del stock ganadero su consecuenda mas dnistica. eviden te que, frente a 1a presion importadQrB. el deficit se acumulaba
En. e1 plano del comerc.io, las transformaciones tambien fueron sig- (cada ano se importaba mas de 10que se exportaba). Un problema<ie
nificativas. Una de las razQnes para la adopc.ion del comerc.io libre en dificil s01uoon, al menos desde el ambito. de la prodnccion, en el
1809 habia sido la desaparici6n temporaria de las remesas de mem- marCO de un CQnflicto belico. Habra que esperar hasta el final de las
lico altoperuanQ. prQvQcada PQr ]QSalzamientos de ese aiio. No Qbs- guerras de independencia para que IQSmecanismos correctivQS pue-
taule, luego de 1810, e1libre comercio se impuso dt'C;IIIII"IOlt'lIlC, (' dan ponl'rse en marclla.
108 Hlstona de la Argentina, 1806-1852 De Ia guerra civil a la guerra de lndependencla 109
. Pese a este desequilibrio Y a la escasez estructural de recursos, los go- fueron reclutados como soldados, experiencia militar que contribuyo a
biernos revolucionarios no modificaron en forma significativa la es- que se constituyeran en uo signo caracteristico de la revolucion. La ere-
tructura de las finanzas publicas, heredada de la epoca borbonica, Las ciente politizacion de los estratos mas bajos de la sociedad, en especial
tesorerias provinciales se organizaron sobre la base de las cajas princi- en Buenos Aires, pero tambien en las diversas regiones afectadas por Ia
p:ues y sub?rdinadas del periodo tardocolonial, que siguieron perci- guerra, revela hasta que punto se habian conmovido las jerarquias so-
biendo los impuestos y pagan do sus gastos respectivos, aunque ahora dales heredadas de la epoca colonial.
con un mayor grado de autonomia respecto de la adrninistracion cen- No obstante, es preciso destacar que el gobierno revoluciooario fue
tral. En realidad, losmagrosingresos de estas tesorerias exhibian, en la muy cauto a la hora de traducir en medidas concretas algunas de las
practica, la casi inexistencia de remanentes para e) gobierno central. nociooes impulsadas por la nueva liturgia revolucionaria. En este sen-
La penuria financiera de las provincias, cuyo principal recurso era la udo, la invocacion a la igualdad exhibe mas que nioguna otra las am-
alcabala (impuesto que se pagaba en cada provincia pOTla introduc- bigiiedades del momento. En primer lugar, porque su instrumenta-
cion de mercancias), hacia que estas dependieran cada vez mas de la cion dependio de los equilibrios sociales preexistentes en cada region
Caja de Buenos Aires. que. despues de la separacion del Alto Peru. y de la vol un tad de las elites locales por adherir al nuevo orden. Tulio
baso sus ingresos casi excIusivamente en.los derechos de la Aduana de la Halperin Donghi, en su clasico libro Revolution y guerra, describe con
capital. claridad la situacion cuando afirma que si en el Alto Peru las expedi-
ciones enviadas desde Buenos Aires se convirtieron en uo ataque deli-
Redefinici6n de las jerarquias sociales berado al equilibrio social preexistence, fue porque alli el apoyo de
Con la revolucion y la guerra, las jerarquias sociales comenzaron a su- los sectores dominantes se manifesto escaso desde un comienzo. La
frir ciertos desplazamientos, inevitables, por otro lado, en un contexte politica filoindigenista de los enviados portefios -cuyo simbolo mas
de esa naturaleza, La nueva actividad politica redefinio lasjerarquias es- recordado es la proclamacion delfin de la servidumbre indigena rea-
tam,entales y corporativas mas rigidas del antiguo regimen colonial, y lizada por Castelli el 25 de mayo de 1811 en las ruinas de Tiahua-
creo nuevos actores en el escenario ganado por la revolucion. naco- fue un gesto igualitario que respondio, mas alla de su ret6rica,
La burocracia colonial, uno de los estamentos privilegiados de ese pe- a 1a necesidad de reclutar apoyos para la guerra en una region en la
riodo, fue reemplazada por agentes leales al nuevo orden, que no en to- que los sectores altos se mostraron reticentes, Tal estrategia les valio
dos los cases pertenecian a los estratos mas altos de la sociedad. Si bien a las tropas revolucionarias la hostilidad del AltO Peru, donde no se sa-
algunos provenian de las familias mas encumbradas, otros encontraron bia -siguiendo las palabras de Halperin- si habia sido realmente "libe-
~n la revolucion la oportunidad para construir su pro pia carrera poli- rado 0 conquistado".
nca. Los grupos economicamente dominantes, en particular el alto co- En otras regiones, la actitud del gobierno y sus ejercitos fue dife-
mercio, tambien se vieron afectados. Sobre elIos recayo mayormente eJ rente. En el interior. donde los apoyos de las elites locales parecian mas
costa de la guerra. que a su vez provoco la desestructuracion de las rra- seguros, Laestraregia tendio a conservar los equillbrios sociales existen-
dicionales rutas comerciales. Ademas, la declara~i6n del Iibre comercio tes. En el litoral, en cambio, donde lasjerarquias sociales eran menos
oblige a muchos a adaptarse a las nuevas condiciooes 0 quedar conde- acentuadas, la nocion de igualdad parecia encontrar un terrene propi-
nados a la ruina, cio para avanzar mas alia de 10 que los propios protagonistas del pro-
Entre tanto, el estamenio militar; rezagado en la escala social durante ceso revolucionario estaban dispuestos a acepiar, Tal fue el caso de la
el periodo precedence, se eJe\'o a una nueva jerarquia. social \ politica. Banda Oriental, donde Artigas promovio el desplazamieOlo de las bases
en el m.a:co ,de la credente militarizadon produtida por la guerra ria del poder politico de la ciudad al campo asi como una reforma social
revoJuClon. Esta rue atenuando sus contenidos mas igualit.a.rios, presen- con lendencias igualitarias. expuesta en el Reglamento Provisorio pro-
tes entre 1806 y 1810, al abandonaren su inlento de profesionalizaci6n mulgado para la provincia oriental en 1815.
la election de los oficialcs por parte de su tropa y distinguil III••, nitida-
menle ambos estratos. Los sectoles popular('s, ill( IIli.lm Ius C'S( 1,I\m.
110 Historia de)s Argentina. 1806-1852 De la guerra civil a la guerra de independencla 111
cos para los criollos, en contra de los privilegios peninsulares consolida- dio lugara un fuerte sentimiento americanista, En este sentido, la tradi-
dos en el siglo XVIll con las reformas borbonicas. Se la invoco tambien cional lealtad ala figura del monarca fue tal vez la que sufrio un dete-
para romper con ciertas distinciones sociales existences en el regimen riOTOmas Iento, debido a distintas razones: en especial, el hecbo de que
colonial, como ocurrio en la Asamblea del afio Xlll cuando se supri- el rey estuviera cautivo desplaz6las antinomias bacia una metr6poli que
mieron los titulos de nobleza, se extinguieron el tribute, la mira y el ya- mostraba un rostro de perfecta madrostra, aI negarse a cualquier tipo de
naconazgo, y se declare la libertad de vienrres, (Cabe aclarar que esto conciliacion con America. Las forrnnlas utilizadas para expresar los an-
ultimo no signified la abolicion de la esclavitud -que perdur6 hasta la tagonismos pueden ser pensadas como una especie de adaptacion a un
segunda mitad del siglo XIX- sino solo la libertad de aquellos nacidos nuevo lenguaje de aquellema tan utilizado durante la epoca colonial
de padres esclavos luego de esa fecha.) de "jVrva el rey, muera el mal gobierno!". Ademas, es preciso recordar
Donde Ia igualdad parece haber afincado con mayor rapidez fue en que la identidad de los subditos con su monarca constituy6, desde
el ambito de la representacion polirica. La amplitud del sufragio en las tiempo inmemorial, un senrimiento muyarraigado. Si esie pudo recon-
diferentes reglamentaciones electorales que otorgaban el derecho a vertirse de forma tal de hacer de Ia monarquia un regimen de gobiemo
voto a vecinos y hombres Iibres que hubieran demostrado adhesion a inaeeptable. fue en gran parte debido al derrotero de la guerra Ya la
la causa revolucionaria represento un cambio significative. Pero, por actitud de Fernando VIl, nuevamenre en el trono desde 1814. La res-
cierto, tal amplitud no implicaba todavia la identificacion entre igual- tauracion de un orden monarquico absoluto y la severidad con que el
dad y derecbos individuales. EI concepto de libertad asociado a los nue- rey Borbon trato a sus posesiones en America contribuyeron a desacra-
vos lenguajes delliberaJismo que prodamaban las Iibertades individua- lizar definitivamen te su imagen.
les comenzo a formar parte de los lexicos que circulaban en aquellos La mvocacion al pueblo y a los pueblos fue tarnbien parte del nuevo
afios, aunque dentro de un universo mental que, en gran parte. seguia lenguaje; podia remiur tanto a las mas abstractas doctrinas de la sobera-
percibiendo a la sociedad en terminos comunitarios 0 corporativos. El nia popular 0 de la retroversion de 13soberania como a identidades terri-
ejemplo del derecho de voto es indicative de esta coexistencia: tanto la toriales, En el primer caso, las identidades se configuraban en tomo a la
categona de vecino como Ia de hombre Iibre suponian la represents- nueva libertad conquistada contra el despotismo espafiol; en eI segundo.
cion de grupos mas amplios que Ia de los meros individuos que acudian la situacion era mas problematica, puesto que se cruzaban sentimientos
a votar. En ellos se condensaba la representacion de las mujeres, los me- de pertenencia a una comunidad (pueblo 0 ciudad) y reivindicaciones
nores de edad, los dependientes, domesticos y esclavos; dato que no de autonomia polltica, La cuestion era mas compleja porque los actores
debe minimizar, sin embargo, las implicancias de las nuevas practicas estaban frente a un proceso en el que los contornos misrnos de sus comu-
de participacion politica desarrolladas luego de 1810. La politizaci6n nidades politicas de pertenencia se ballaban en plena transformacion. La
producida en el marco de la revolucion y de Ia guerra transformo la madre patria se habia coneertido en una nacion espanola que aunaba
vida toda de las comunidades rioplatenses. ambos hemisferios, y el Virreinato del Rio de la Plata se rransformo en las
Provincias Unidas del Rio de la Plata, negandose a formar parte de la
Nuevasidentidades nueva nacion creada en las Cortes de cadiz y, luego de la declaracion de
Asi, a traves de los valores que la guerra contribuyo a afianzar, fueron la independencia, en las Provincias Unidas de Sudamerica. A su vez, algu-
configurandose nuevas identidades. La apelacion a la patria, topico re- nas regiones comenzaban a desgranarse de la fragil unidad virreinal para
currente, sufri6 importantes mutaciones en escaso tiempo: del pamo- retornar a una situaci6n casi preborb6nica, mientras que Buenos Aires,
tismo exaltado contra los ingleses en 1806 en defensa de la madre pattin entre otras, se empeiiaba en maDlener dicha unidad, como evidencia el
paso a invocarse un nuevo patriotismo criolio, cada vez mas antagonico nombre mismo de Provincias Unidas. En ese contexto cambiante, en el
respecto de la Peninsula. La nocion de patria podia. ademas. haeer re- que mucbas ciudades y pueblos ceivindicaban su derecbo al autogo-
ferencia ala patria dlica -la ciudad 0 pueblo en el que 0;(' hnbia nac:ido bierno, ya no sOlofrente a la roerr6poli sino tambien frenr.e aJas capitales
o criado- 0 bien a la gran pafria aTl'leTicana.La gesta em.tll( IIMdora des- dt· intendenda 0 la capital rioplarense, puede decine que la guerra que
plegada por ejercitos que atravesaron diversas rt'gIlH11'!'; dc" ((llIljll~I)I(' CC)IIH'1l1t, en 1810 fue arne todo una guerra civil
114 Historia de la Argentil'la, 1806-1852 De Ia guerra civil a la guerra de InC'lependencla 115
Ahora bien, si se constinryo de este modo fue no solo porque basta el que resultaba.muy dificil, si no imposible, distinguir a la comunidad
1814 Espafia no estuvo en condiciones de mandar tropas contra sus po- de creyentes de la sociedad, La religion estaba tan imbricada en las tra-
sesiones sublevadas (que de hecho mmca Ilegaron al Rio de la Plata mas sociaLesexistentes -en la medida en que ser subdito del rey signifi-
sino a Venezuela Y Nueva Granada) 0 porque el enfrentamiento belico caba al mismo tiempo SeTmiembro de la comunidad catolica- que los
se dio entre los babitantes de estas tierras, entre defensores y derracto- cambios revolucionarios no podian dejar de afectar a las autoridades
res del orden .impuesto por Buenos Aires, sino tam bien porque el ene- eclesiasticas, Tal vez una de las dimensiones en donde mejor se advier-
migo no asuraio de inmediato un.rostro de total alteridad. Si bien el ten estos efectos es en la redefinition del derecho de patronato.
sentimiento antipeninsular surgio con rapidez, sus dimensiones fueron
por momentos ambiguas y oscilantes. La definicion de una mayor alte-
ridad, tanto en eJ campo politico como belico, comenzo a expresarse
cuando, sancionada la Constirucion de Cadiz de 1812, los rioplatenses EI patronato
consideraron que las Cortes, at declararlos rebeldes y negarse a cual- Desde la epoca colonial, el patr6nato indiano era ta atnbucion de que
quier tipo de negociacion, no les dejaron mas alternativa que el camino gozaba la autoridad civil -es decir. el monarca- para elegir y presentar
de las armas. De alli en mas, el conflicto se expreso como el enfrenta- para su instituci6n y oolaclon oanonlca a las personas que ocuparian los
miento de dos partidos: el patriota y el espafiol. beneficios eclesiastlcos dentro del territorio arnericano que gobemaba.
El viraje del rumbo politico hacia Ia independencia estuvo acompa- Apenas producida la revolucton, por considerarse que era un atributo de
fiado por el mtento de transformar la empresa belica en una guerra Ia soberania, los .gobiemos sucesivos 10tornaron a su cargo en nombra
verdaderamente reglada, con ejercitos regulares eficaces que debian In- de la retroversion de la soberanfa a los pueblos. A partir de allf, las
char contra un enemigo declaraclo. Si La proclamacion de La Indepen- relaciones con la Santa Sede -que no reconocio a los gobiernos
dencia en 1816 no definio el contorno de ese nuevo orden politico. y revolucionarios- se complicaron. De todas formas, la autonomia
albergo en su seno, bajo Ja denominacion de Sudamerica, a un con- proclamada por las autoridades con respeoto al rnanelo de los asuntos
junto de poblaciones inciertas, me porque Ia guerra seguia su curso y eclesiasticos, mas alia de los conllictos y problemas que les traio
de ella dependia la formacion del nuevo mapa, tarea que ocupo varias aparejados -corno, por ejernplo, no poder nombrar obispos cuaildo
decadas. No obstante un dato quedaba claro: el inmenso mapa.imperial estos eran desplazados 0 fallecian-, no sa resolveria hasta muy avanzado
espaiiol habia comenzado a hacerse anicos, elslglo."
La Roma republicana
En muchas de las representaciones literarias difundidas durante la
decada revolucionaria, Buenos Aires era presentada como la Roma
republicana. Esta identiflcaci6n buscaba resaltar la Idea de que en Ia
capital imperaba Ia actividad beliea, pues era el lugar donde se formaban
las expediciones para liberar el interior Y el foeo de Irradiaci6n de los
Archivo Carlo Zucchl. .. valores de la virtud y el heroismo patri6tico. y tenlan sede las Instituciones
desde donde se gobernaba un amplfsimo territorio. Entre dichas
En la reconstruccion de los acontecimientos revolucionarios, la capital representaciones cabe citar la siguiente:
comenzo a representarse como actor principal. En gran medida, Bue-
nos Aires se celebraba a S1 misma en una gesta que, para los portefios, Galle Esparta su virtud
hundia sus rakes en las heroicas jornadas de la reconquista y defensa Sus grandezas calle Roma
de la ciudad frente a los ingleses. El affaire que rode61a ereccion de la -Silencio! Que aI mondo asorna
Piramide de Mayo en Ja Plaza de la Vktona, primera manifestacion ar- La gran capital del Sud. "'
tistico-conmemorativa de la nueva era, consrruida para los festejos del
25 de mayo de ]811, expresa las tensiones que esa memoria habria de Los apoyos, reticencias y rechazos exhibidos en las distin~ regiones
arrastrar de alli en mas. Mientras el Cabildo de la capital dispuso que frente aJ proceso revolucionario no pueden comprenderse SID cont~m-
en las cuatro caras de la piramide debian aparecer inscripciones alusi- plar varias dimensiones. En el plano politico cabe destacar que, Sl la
vas a los bechos de mayo y a los protagonizados en 1806 y 1807, la junta unidad viriemal, producto de las reformas borbOnicas. quedo reducida
Grande, formada por una mayoria de representantes del interior; inter- a rnenos (k I.• muad de sus poblaciones una vez terminadas las guerras
puso su reclamo para que solo figuraran leyendas referiilas « 13 revolu- tit' iu(.it-p" 1111.II' i.I, l' 10 "C' dcbio. en gran parte, a su caracter artificioso.
cion de 1810. El episodio culmino con la decision !It lilllit.1I 1.1tic" ora- '\IIIH1"C' "lit "'" J\II c' IIIII"I\IU. sin proclarnarlo, seguir las hue11as de
118 Histona de Is Argontlna. 1806-1852
aquellas efimeras reformas aplicadas a fines del siglo XVIII al procurar 5. La desunion de las Provincias Unidas
ceutralizar el poder, reducir los cuerpos intermedios y mosrrar- una
Iuerte voluntad militarista para lograrlo, los resultados obtenidos estu-
vieron muy lejos de los objetivos iniciales. AI igual que las reformas bor-
bonicas, la revolucion mostro las dificultades de una gobernabilidad
que debia combinar, en diferentes dosis, negociacion y autoridad,
Sin duda, esas dificultades derivaban en gran parte de los dilemas he-
redados de 1a crisis de 1a monarqufa; entre ellos, el expresado en el
plano juridico tuvo especial relevancia, Con la vacancia de la Corona se
desato una disputa por dirirnir quienes eran los herederos legitimos de Las dlspu1as suscitadas durante la dl!cada de 1810 entre los
ese po?er. La capital recuperaba 1a tradicion colonial de ser represen- partidarios de un regimen politico centralizado Y los que preten-
tante virtual de todo el reino; las ciudades reclamaban su autonomia en dian crear una contederacion pusieron fin a la existencia del
no~~re ~el principio de retroversion de la soberanfa en los pueblos; la gobiemo central a comienzos de 1820. Esta situaci6n dio lugar
nacion, mvocada en la Asamblea del afio XlII, procuraba crear un aI surgimiento de nuevas entidades tenitorlales autonemas, las
nuevo sujeto politico que hablara en nombre de una entidad (mica e in- provlncias, que, sin renunciar a unlrse en un pacta constitucio-
divisible. A su vez, 1a revolucion introdujo nuevas reglas para 1a sucesion nal, fueron organizando sus Instltuclones siguiendo el molde
de la autoridad politica. La celebracion de elecciones periodicas en- republicano. Las experiencias vividas en el Interior de cada una
f~e~~~a los habi.tantes de estas tierras a un desafio que trajo consigo la fueron desiguales: mientras algunas exhibieron un mayor grado
diVISIOnen facciones, grupos y partidos que ahora competian en un de institucionalizacion polftica, otras mostraron una gran ines-
nuevo terrene para ejercer legitimamente el poder. tabitidad 0 bien la preeminencia de poderosos caudillos locales.
E~ ~, diversas legalidades y legitimidades se pusieron en juego con
]a crisis de 1808. Hombres y territories disputaron un lugar en el nuevo
orden. E1 legado fue Ja ernergencia de distintos niveles de con£Iicto, Agonfa y muerte del poder oentral
que estallaron sirnuItaneamente en 1820. Por un lado, el que enfrento
a los grupos centralistas que tenian sede en 1a capital can los federates Una nueva acefalia
del litoral; por eI otro, el que implicaba definir a traves de que cuerpo En abriJ de 1819, pocos mas despues de que el Congreso san-
legal debra ejercerse el gobierno. A pesar de haber sido declarada 1a in- cionase 1a Constituci6n, Pueyrredon renuncio a su cargo como director
dependeneia, eJ ultimo problema no habia sido resuelto: la nueva lega- supremo y fue reemplazado por el brigadier general Jos~ Rondeau. ~l
lidad no logro institucionalizarse en una constiruclon modern a, y. en nuevo director debio asumir eJ poder en un contexte de msalvable en-
~uchos aspectos, la gobernabilidad continuo atada a] orden juridico sis. En noviembre de ese mismo ana estallo una revolucion dirigida par
~~o, como demuestra, entre otros ejemplos, la vigencia en las pro- Bernabe.Araoz que declare a 1a provincia de Tucuman autonorna del
vmcias ~e la Ordenanza de Intendentes de 1782. Estes diJemas, luego poder central, aJ tiempo que se reanudaba el enfrentamiento armada
de la caida del poder central a comienzos de ]820, tomaron caminos di- entre eJ ya muy debilitado poder central y el Iitoral. En esas circunstan-
ferentes. cias, Rondeau decidio recurrir al ejercito de los Andes)' a 10 que res-
raba del ejercilo del Norte para combatir a las fuerzas de Estanislao L0-
pez. Pero San Martin decidio no acudir en auxilio del g~biemo, y p~e
del ejerdto riel Norte. liderado por el general cordobes Juan Bautista
Bustos, se sublevo en la posta de Arequito y se nego a apoyar con las ar-
mas aJ rlirc'! I"r Mil)! CI11O. De regreso a su provincia natal, Bustos se hizo
clrgir gulwi lI,ullIl • C 1111 ('I objetivo de consolidar SlI capital politico,