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La realidad es que no dormir bien puede cambiar radicalmente nuestra salud.

Después de todo, la calidad del sueño brinda a la mente y al cuerpo la


oportunidad hacer un reset para recuperar energía. Es por ello que hoy
recopilamos una serie de cosas que le suceden a tu cuerpo cuando tienes
insomnio.

Sistema inmune

Mientras duermes, tu sistema inmunológico está trabajando para producir


una serie de sustancias que te protegen contra infecciones. La privación del
sueño hace que seas físicamente más vulnerable a caer enfermo dado que es
posible que tu cuerpo no sea capaz de combatir contra bacterias y virus.

Sistema nervioso central

El sistema nervioso central es muy complejo, ya que es el responsable de


recibir estímulos del mundo exterior, procesar la información y transmitir
impulsos a nervios y músculos. El sueño es indiscutiblemente necesario para
que este sistema siga funcionando correctamente, pero la privación de éste
puede alterar la forma en que tu cuerpo absorbe datos.

Durante el sueño, se forman vías entre las neuronas para ayudarte a recordar
toda nueva información aprendida durante el día. El insomnio deja a tu
cerebro exhausto, incapaz de realizar estas funciones de manera óptima. ¿Las
consecuencias? Se hace imposible poder concentrarse, disminuyen las
habilidades de coordinación y afecta negativamente al estado emocional.

Sistema cardiovascular

El sueño afecta significativamente a los procesos que mantienen saludable el


corazón y los vasos sanguíneos. También desempeña un papel vital en la
capacidad de tu cuerpo para hacer frente a cualquier tipo de riesgo
cardiovascular.

Sistema digestivo

Más allá de los problemas de metabolismo o alimenticios, la falta de sueño es


otro factor que pone en riesgo nuestra salud física. Lo creas o no, el insomnio
provoca que liberemos más insulina después de comer, de forma que se
promueve el almacenamiento de grasa. Además, también afecta a la leptina y
la grelina, hormonas que controlan el hambre y la saciedad.
Según todas estas causas y la duración en el tiempo del insomnio,
podemos hablar de:
 Insomnio transitorio: dura menos de una semana. Es el más
frecuente entre la población, ya que lo padece uno de cada cinco
españoles. Asociado a periodos de estrés (causas
medioambientales, cambios bruscos de horario, estrés físico
ocasional, causas emocionales…).
 Insomnio de corta duración o agudo: dura de 1 a 4 semanas y su
causa es el estrés.
 Insomnio crónico: dura más de 4 semanas y las causas pueden
ser médicas, psíquicas o no haberlas.
¿Qué tipos de insomnio existen?

Se distinguen diferentes tipos de insomnio:


 Insomnio de conciliación: relacionado con la dificultad para
conciliar el sueño en menos de 30 minutos. Frecuente en jóvenes y
asociado a consumo de drogas, problemas psiquiátricos, ansiedad,
etc.
 Insomnio de mantenimiento: relacionado con problemas para
mantener el sueño, produciéndose frecuentes interrupciones y
despertares nocturnos de más de 30 minutos de duración. Se
asocia problemas psíquicos y es frecuente en ancianos.
 Despertar precoz: el último despertar se produce como mínimo 2
horas antes de lo habitual para el paciente.

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