Infidelidad Antes y Despues
Infidelidad Antes y Despues
Infidelidad Antes y Despues
CONTENIDO
Amigo lector…
Aun cuando vivimos en una sociedad donde la infidelidad ha sido calificada
como "pecado imperdonable", muchas parejas han encontrado un camino
para salvar su relación.
Es posible que, hablando con sus amigos usted haya dicho: "Si
alguna vez me engaña mi, pareja, todo se acabaría
inmediatamente No lo toleraría ni un solo día". Pero cuando
usted está allí, cuando descubre la infidelidad del otro, no sabe
realmente qué debe hacer siente una terrible furia, dolor,
decepción...
"Una herida puede también sanar con complicaciones, nunca cerrarse o quedar
propensa a abrirse con ciertos estímulos. Las cicatrices no se borran nunca,
representan algo así como el recuerdo de que aquí hubo una herida, pero si son
sanas ya no duelen". ®
o Confrontación
Es el período agudo del duelo. Después de la negación, usted experimenta un
fuerte arranque de rabia y deseos de venganza. "Si yo estoy sintiendo este
dolor tan profundo, lo justo es que el otro también sufra". Lo invaden
sensaciones de soledad, de desprotección, culpa, odio. Se siente inculpado
por cualquier imperfección de la relación, por lo que hizo mal o por lo que
dejó de hacer. Está frustrado por haber perdido esa inversión afectiva.
No se extrañe si, por esta época, usted -inconscientemente- revive pérdidas
que no había solucionado. Cualquier rechazo o rivalidad, por ejemplo: si su
padre o su madre no le prestaron suficiente atención, puede experimentar la
infidelidad de la pareja como algo semejante a aquel profundo y doloroso
rechazo... Si cuando niño competía con un hermano por el amor de los
padres, sentirá la, misma rivalidad de entonces con esa persona que ahora se
interpone en su vida. Y si usted nunca se ha creído deseable y ha ocultado
este sentimiento a su pareja, en el momento de la infidelidad volverá a aflorar.
Algunas personas sienten que llegó el" fin del mundo "... Es normal en esta fase
del "periodo agudo del duelo".
o Negociación
Usted se está acomodando sicológicamente a la idea y llega a una etapa en
la que hace acuerdos consigo mismo y con el otro. Empieza a aceptar que su
matrimonio está en crisis y que aun cuando el otro fuera infiel, tal vez también
hay alguna responsabilidad de su parte. "Voy a ser mejor en la cama", "puedo
ser más detallista", "voy a prestarle más atención", se dirá.
o Depresión
En esta etapa, que -como las anteriores-no todas las veces se presenta, usted
puede sentir letargo y desinterés por todo lo que lo rodea. Su apetito se altera
y es posible que rechace casi por completo los alimentos; o tal vez le dé por
comer en exceso y de manera incontrolable. La concentración en el trabajo
intelectual le resultará bastante difícil y hasta puede tener problemas de
memoria. Además, perderá el interés en su presentación física y evitará hablar
con los que lo rodean. Las medicinas prescritas por un médico pueden
ayudarlo a superar la depresión.
o Equilibrio y control
Las personas que acaban de descubrir la infidelidad de su pareja consideran
prácticamente imposible llegar a esta etapa. Es el último paso del proceso,
hacia el cual deben dirigirse todos los esfuerzos: la aceptación. No es que
usted llegue a estar de acuerdo con lo que el otro hizo. Se trata de una
posición sicológica en la que reconocemos el hecho y acomodamos nuestra
conducta a éste.
Hay dos clases de aceptación: La intelectual y la emocional.
La INTELECTUAL, llega primero, usted entiende la situación y la registra en su
mente tal y como sucedió. La EMOCIONAL, se demora un poco mas, es
cuando usted maneja lo sucedido, sin las reacciones que antes le
provocaba.
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Estas son algunas de las preguntas que con más insistencia se hace la persona
que acaba de enterarse del engaño:
¿Porqué lo hizo?
¿Qué falló?
¿Qué faltó en nuestra relación?
Los expertos coinciden en que la mayoría de las aventuras extramatrimoniales
transmiten un mensaje y tratan de compensar carencias en el matrimonio, en
las cuales usted tiene algo que ver. Pero no es la única causa. Podríamos
hablar de:
® Causas sociológicas:
Son las que se presentan por la oportunidad. Han aumentado bastante en
nuestro medio debido a la mayor convivencia entre hombres y mujeres en el
ambiente laboral. También por las actitudes más liberales y permisivas en la
sexualidad. Aunque debemos anotar que, a veces sin razón alguna, las
parejas se dedican a vigilar, acompañar permanentemente o prohibir los
encuentros de su pareja con miembros del otro sexo.
® Causas personales:
Son aquellas que nada tienen que ver con la pareja ni con la relación.
Pertenecen al individuo. Entre ellas podemos mencionar algunas como:
• Angustia por la pérdida de la juventud o la disminución de su potencia
sexual;
• Fracasos laborales. Algunas personas reivindican su orgullo conquistándose
un amante.
• El narcisismo. Se caracteriza por una conducta egocéntrica: "Nadie es más
que yo". La pareja pierde valor casi de inmediato y, por eso, se busca un
amante.
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Causas circunstanciales: Igual que las doctoras Roña Subotnik y Gloría Harris,
autoras del libro "Surviving Infidelity", estoy convencida de que la mayoría de
las infidelidades ocurre en los momentos de cambios importantes en la vida
de los individuos o de las parejas.
"En todas las transiciones - explica el libro- hay una pérdida. Perdemos una
forma de vernos a nosotros mismos, que nos era conocida, y vienen no sólo
nuevos roles, sino la necesidad de adaptarnos a otras expectativas y otras
responsabilidades, y esto nos llena de ansiedad".
Obviamente, no por ello se justifica que busquemos refugio en una aventura
que va a herir profundamente a nuestra pareja y que va a traer mucho más
estrés a nuestra situación emocional. Esa tensión puede ser superada con
diferentes estrategias, recursos y soportes. El principal debe ser la pareja.
• Dejan su profesión
• Cambian de ciudad
• Terminan su relación matrimonial
• Tienen una aventura amorosa
A juzgar por el número de casos que atienden los terapeutas de pareja, éstas
últimas son muy frecuentes en este periodo de la vida.
» La adolescencia de los hijos. Esta etapa de la vida de los hijos genera
muchas tensiones y confrontaciones. Las parejas se desconciertan ante el
comportamiento de los adolescentes. Muchas veces, a manera de escape de
una situación inmanejable en la que se les ataca y se les culpa por lo que
hacen y lo que dejan de hacer, las personas se refugian en relaciones
amorosas que, sin duda, son una falsa solución y agravan los problemas.
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Cuando los hijos se van. Si la familia cambia porque los hijos deciden irse, ya
sea por estudio, matrimonio u otras causas, se percibe un vacío y los papeles
cambian y afectan también la estabilidad emocional de cada miembro.
• Muerte de un familiar.
La muerte de un hijo o una enfermedad grave afecta tanto las relaciones,
que las personas buscan alguien que los escuche y los haga olvidar esa
realidad que viven en su hogar.
• Vejez.
De igual manera, el proceso de envejecimiento produce mucho estrés y las
personas -más los hombres que las mujeres- tienden a buscar una pareja
sexual joven y atractiva que sea la prueba de que no están acabados y de
que aún pueden gozar de un romance.
Muchas veces la pareja lo expresa y llega a algunos acuerdos Pero hay otro nivel
del que no se habla porque se "da por entendido", y de alguna manera espera que
el cónyuge sepa satisfacerlas a cabali-dad. Esta actitud genera muchos problemas.
Es el caso de la mujer que hace un contrato tácito con su marido: "Tú cuidas de mí,
de mi seguridad y a cambio puedes tomar todas las decisiones". Pero cuando la
mujer desea ser más independiente se rompe el balance. Esto ocurre, generalmente,
en la mitad de la vida. Si ella quiere comenzar un negocio o ir a la universidad, se
altera el contrato inicial. Entonces, el esposo se vuelve ansioso y siente que ella lo
necesita cada vez menos.
Una situación similar se genera cuando la mujer comienza a ser más famosa
que el marido o a ganar más dinero que él. También hay problemas de
expectativas cuando en la pareja uno necesita más cercanía y el otro quiere
más espacio. Esta situación puede llevar a la infidelidad de alguno de los dos.
Aburrimiento.
Los encuentros extraconyugales también pueden suceder cuando los
cónyuges está" aburridos el uno con el otro. Hoy en día las oportunidades de
crecimiento personal son iguales para ambos sexos y, si la pareja
no crece al mismo ritmo, no será raro que alguno se canse de
la relación.
o Rutina tediosa.
Se presenta cuando uno de los dos se siente atrapado en la
rutina. Si todo se le hace previsible e insoportable; si el
matrimonio ha perdido vitalidad y percibe una falta de
estímulos en el hogar, es porque lo ha atrapado la rutina, aun
cuando tenga pocas quejas de su pareja en otros aspectos.
o Pareja no disponible.
A veces uno de los dos no está emocional, sexual o
físicamente disponible para el otro debido a enfermedades
físicas o mentales, separación geográfica u otros motivos
Falta de deseo sexual.
Esto puede sucederle a uno o a ios dos. Entonces la relación
se torna vulnerable a las aventuras extramatrimoniales
La terapia sexual puede ser muy efectiva en estos casos.
COMO ACTUAR?
Usted se ha dado plena cuenta de la infidelidad de su
cónyuge y tiene una gran confusión de sentimientos y
emociones. Recuerde: es la confrontación, la segunda etapa
en el proceso de duelo. ¿Qué es lo más indicado en este
momento?
Desahogue esa ira intensa para poder pensar con calma.
Aunque ahora está muy tentado a decirle a su pareja "tocio se
terminó", probablemente lo que realmente desea es que lo
ame a usted solamente, como sucedía antes.
® Para el engañado
1. No llame a un abogado para divorciarse.
2. Insista en que termine el amorío, en que, de otro modo, no ocurrirá ningún
cambio.
3. No invalide el pasado. Tenga en cuenta todo lo bueno que hay en su
relación.
4. Asuma su cuota de responsabilidad, pero no cargue con toda la culpa.
5. Domine su enfado y su dolor antes de tratar de perdonar.
6. Diga la verdad. No minimice su angustia.
7. Salga, vuelva a conectarse con sus padres, hermanos, amigos.
8. Prométase que tratará de superar la amargura.
9. Procure, antes que cualquier otra cosa, no perder el control.
10. Mantenga su posición. Arriesgúese al abandono... De cualquier manera ya
ha sido abandonado (a).
Sin embargo, usted no debe permanecer atascado en esta etapa. Tiene que
trabajar su dolor para llegar al amor y al perdón. Esto no es fácil. Al principio
estará obsesionado pensando en el amante y alimentará su amargura. Sin
embargo, al trabajar con estos sentimientos, los controlará; ya no se sentirá
poseído por ellos.
TIENE QUE TRABAJAR SU DOLOR PARA LOGRAR EL AMOR Y EL PERDON
UN CONSEJO
El encuentro en un sitio público puede ser útil para conservar la calma. Con
más gente a nuestro alrededor es menos § probable que perdamos el control.
Pero si usted ve que no puede controlarse, suspenda por ese día la
conversación ese inténtelo después.
Para ello, debe resistir también el impulso de defenderse siempre. Por ejemplo,
si cuando hablan de los motivos que llevaron al otro a la aventura él le dice:
"Es que tú siempre me criticas", usted podría (sin medir las consecuencias)
tomar el camino de atacarlo diciendo: "Si no fueras tan imbécil... o tan..., no
tendría que criticarte". Esto, desde luego, confirma la opinión de que usted
nunca cambiará de parecer. Pero si, por el contrario, evita el comentario'/
piensa: "sí, él tiene razón", puede intentar un cambio.
® Algunos consejos para considerar
El libro Tos Hombres que no pueden ser fíeles", de Carol Botwin, menciona
algunos consejos para las personas que han sido engañadas. Aquí los
encontramos prácticos como guía para superar bien esta etapa
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No tome decisiones
Al principio usted no ve más salida que el rompimiento definitivo, inclusive
porque siente la presión social de dejar estarelación por "dignidad". Sin
embargo, muchas parejas han mejorado sustancialmente su relación a partir
de una infidelidad.
Si el otro no sabe que usted se enteró, no guarde silencio
Ésta es una forma de masoquismo enorme y por ese camino terminará con el
poco respeto que queda entre los dos. Si teme que, al decirle algo su pareja
lo abandone, significa que esta relación ya está terminada y que, por
cualquier otro motivo, tarde o temprano, se acabará. Además, lo único que
logrará es ponerse usted y al otro en ridículo con mentiras (sociales) y
disculpas permanentes.
sienta sofocado. Cuanto más lo persiga o pretenda ser la mejor esposa del
mundo, más incómodo lo pondrá. Y será muy probable que continúe su
aventura actual o inicie otra para sentirse más libre. En cambio, si usted trata
de darle más espacio, así sea distanciándose un poco, él podrá relajarse y no
se sentirá obligado a huir.
No pierda la dignidad
No se humille, no ruegue ni se ponga histérico. Si muestra independencia y
respeto por usted mismo será más atractivo para su pareja. En cambio, los
gimoteos y los accesos descontrolados de furia, el desmoronarse o convertirse
en un trape lastimoso, sólo alejará más aún a su cónyuge. El mantener el
control mientras dura la crisis será muy positivo.
No tiene que complacerlo en todo
A veces el engañado se culpa de tal manera que cree que debe complacer
a su pareja en lo que sea. Piense que no vale la pena salvar una relación si el
precio es la esclavitud, aun cuando sea autoimpuesta. Si las necesidades de
ambas partes no están satisfechas, no tiene sentido.
No suspenda sus actividades
El estar ocupados nos ayuda a pensar en cosas diferentes a la infidelidad de
la pareja. Si usted tiene como costumbre almorzar con amigos o amigas, si
juega al tenis o participa en alguna actividad comunitaria o de caridad, siga
en ello. Necesita toda la distracción posible para que la tristeza no se apodere
de usted.
No caiga en actitudes derrotistas
Jamás se permita pensar o actuar como una víctima indefensa. Haga algo
para resolver la situación y hágase cargo de ella.
Considere la infidelidad como una oportunidad para mejorar su matrimonio,
tratar problemas que nunca se plantearon. Deje de ver a su pareja
solamente como un mentiroso.
No permita las amenazas con la infidelidad.
Un hombre le dijo a su mujer, después de una infidelidad, que la vida sexual
con ella no le bastaba y que, si no se ponía a la altura de sus expectativas
sexuales, no dejaría de engañarla. "Al principio acepté porque lo amo, pero
ahora me arrepiento. No me gusta tener que actuar para que me sea fiel.
Además, es muy egoísta como amante. Detesta besarme y hacer otras cosas
que me agradan.
Los siguientes signos pueden ser indicios que su pareja es infiel, , sin embargo
también pueden presentarse por otras causas, por eso examinemos con
serenidad, si los detecta conceda el beneficio de la duda.
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Un juego de cartas
Recuerde que la ira es una emoción venenosa que debe dominar. Si usted la
conserva y no la expresa puede destruirlo. Si la deja explotar, puede destruir a
alguien que usted quiere; por lo tanto, hay que saber desintoxicarse.
A continuación resumimos un ejercicio, adaptado para el adulterio, con el
que aprenderá a expresar el enfado. El ejemplo fue extraído de una serie
diseñada por los doctores Harville Hendrix y Lori Cordón, y citados en el libro
"El adulterio: un engaño perdonable "Se trata de redactar cartas y depositarlas
en una carpeta que usted llamará "Banco de amarguras". Cada día escribirá
una, de la extensión que usted desee y luego de terminarla, la sellará y la
colocará en esa carpeta que sólo usted podrá leer. NO LAS ENVÍE ni se las
muestre a nadie.
• Día 1: Escriba una carta donde sólo diga Te odio y, luego, el nombre de su
pareja. Repita esta frase cuantas veces quiera, por encima de setenta.
• Día 2: Dígale en la carta a su pareja sobre su enfado, cuéntele lo herido y
triste que se siente, lo mucho que lo odia y dígale que desea irse. Pregúntele
por qué lo traicionó. Recuerde: no envíe la carta.
• Día 3: Explíquele lo mucho que lo ama y necesita, y el porqué no se va.
Describa su temor al abandono y la soledad, y lo que sería su vida sin su
cónyuge.
• Día 4: Haga una carta como si fuera la respuesta de su pareja. Anote todo
lo que desearía escucharle: disculpas, razones. Arrepentimientos. Cosas
agradables que su compañero le diría y haría para tratar de congraciarse con
usted. Describa cómo le pediría perdón, cómo volvería a comprometerse con
usted y con su matrimonio.
• Día 5: En esta ocasión, cuéntele a su pareja cuál es su parte de
responsabilidad en esta crisis. Y esta vez ¡ENVIÉ LA CARTA!
Igualar las culpas disminuye el enfado, la obsesión y la
sensación de ser la víctima.
Si con este ejercicio usted logra canalizar las emociones,
conseguirá abandonar esos papeles de "víctima-santo" y "bribón". Entonces,
podrán escucharse y es probable que se reconcilien y eviten el divorcio. Sin
embargo, puede ser que esta rutina simplemente le ayude a enfrentarse al
dolor y a determinar si existe alguna esperanza para ustedes.
a prueba de infidelidad
El libro Los hombres que no pueden ser fieles" trae un interesante anexo en forma de
recomendaciones para el futuro. He aprovechado la idea para adaptarla a este
tema.
Cuando las
heridas no
sanan
A través de estas páginas hemos sostenido que aún después de la infidelidad, una
pareja puede volver a ser feliz. Sin embargo, no todas las personas engañadas
superan este trauma, ni todas están dispuestas a hacerlo.
Hay heridas que nunca sanan...
Hay personas que no quieren o no pueden perdonar...
Hay matrimonios que no se pueden salvar.
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ACERCA DE LA AUTORA